Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 07
La Incursión en la mazmorra ya no es segura, ni siquiera entre los mismos Cazadores.
Las delicadas piernas de Estela, se mueven agitadas, intentando huir de un peligro inminente.
Una voz a lo lejos, resuena por detrás de ella con un tono de voz emulando una canción. Las intenciones de Fabio son terriblemente atroces, tanto, que se relame una y otra vez, mientras se acomoda los pantalones.
Estela busca alejarse lo más rápido que puede, pero a los alrededores escucha sonidos de criaturas amorfas, con fauces abiertas y derramando saliva, deseosas por devorar a la joven cazadora.
La joven llega a un sector dentro del bosque, donde no hay mucha densidad de vegetación, y torpemente tropieza por una roca que está en su camino. En su afán por retomar su huida, Estela intenta ponerse de pie, pero ve que su tobillo esta levemente lastimado, y aunque apenas puede levantarse, vuelve a caer por el dolor en su herida.
Intenta una y otra vez ponerse de pie, pero es imposible con su cuerpo tan débil y la herida en la pierna. A pocos metros, una sombra se asoma entre la vegetación:
Fabio: “Eres bastante difícil debo admitir” – sonríe degeneradamente
Estela: “¡A-Aléjate! – mira horrorizada como se acerca Fabio mientras afloja su pantalón – “N-No…no…por favor no lo hagas…”– el miedo la petrifica
Fabio: “Sh sh” – tapa su boca con el dedo índice y mira fijamente a Estela – “Prometo que no dolerá mucho”
Estela intenta arrastrarse como puede, pero Fabio pisa con fuerza el brazo de ella, rompiéndole los huesos de su extremidad, y causándole un pequeño shock. Para evitar que grite de dolor, inmoviliza su otro brazo, le coloca un paño en la boca y la toma por detrás del cuello. Se acerca a su oído y le susurra con deseos carnales por ultrajar su cuerpo:
Fabio: “No quieras hacer ruido, o lo próximo que romperé, serán tus piernas” – dice amenazante
La cazadora gira su cabeza lo que puede, mira con pánico y entre lágrimas, como Fabio se quita el pantalón e intenta rasgar el pantalón de ella. Desesperada, intenta hacer algo, pero con su pierna lastimada, su brazo roto y el otro inmovilizado, solo piensa aguantar todo lo que puede, hasta que llegue alguien.
El barro la ensucia junto con la ropa, mientras la lluvia moja todo su cuerpo, exponiéndose a la noche tan fresca acompañada por el pésimo tiempo.
El temor a ser violada por Fabio o devorada por las criaturas, la hacen añorar que Martin llegue.
No importa con cuanta fuerza ella intenta moverse, solo es neutralizada con facilidad por tal monstruoso ser humano.
Su corazón se acelera al punto de comenzar a sufrir convulsiones.
Durante toda su niñez, Estela vivió con enfermedad, producto de su despertar como cazadora. Sin embargo, debido a su condición física, es propensa a enfermarse con mayor facilidad, y que está muy condicionada a sufrir de epilepsia. Esta condición la potencia con situaciones de extremo estrés, y también de nervios. Por esa razón ella es llamada en ciertas circunstancias para participar de incursiones a mazmorras, pero por ese problema de salud los llamados son muy raros. Por supuesto que nunca le ha beneficiado y por esa razón no dispone de mucho dinero, ganando mucho menos que cualquier cazador de su mismo Rango.
Esto Martin lo sabe muy bien, y por esa razón se mueve a toda velocidad, maldiciendo a Fabio una y otra vez, con la sospecha de que él fue quien organizo ese audaz movimiento contra Estela y el mismo Martin.
Fabio se aparta con sus pantalones bajos, y una expresión de asco, al ver tal hermosa mujer cubierta de barro y en plena convulsión que acaba por ensuciar su atractivo rostro:
Fabio: “¡Tsk! Qué asco y que despropósito. Tal preciosura, y mírate ahora. Bueno, al menos pude manosearte el trasero y un poco los pechos. Iré por las demás, debe haber alguna chica más fina” – mira a su alrededor como las Arañas se acercan por entre la vegetación y arboles – “Creo que la comida para estas criaturas ya está servida” – exclama mientras vuelve a vestirse
Fabio sonríe y da unos pasos en dirección hacia la cueva, donde está descansando el grupo de incursión.
Sin embargo, Fabio siente una presencia que se acerca a toda marcha, y que no es para nada humana debido al enorme poder que desprende, e inclusive llega hasta allí:
Fabio: “¿Qué demonios es esta sensación?” – se pregunta nervioso y mira hacia todos los lados – “Algo se acerca, y es infinitamente más poderosos que estas criaturas. Debo huir” – salta hacia el bosque y corre a toda velocidad, impulsado por el crudo miedo de lo que se aproxima – “Sabia que no era buena idea aceptar esta incursión. Solo espero que ese bastardo este muerto”
Los ojos de Estela comienzan a cerrarse, perdiendo así lentamente el conocimiento mientras ve sin poder hacer nada, como un grupo de arañas se acerca para devorarla, Golem y Lukorio, monstruos mucho más poderosos que ella.
Sin poder hacer nada, solo llora deseando morir antes de sentir los colmillos desgarrando su carne, y ser objeto de pelea entre las arañas o también ser nido de las crías de esos monstruos:
Estela: “M-Me…hubiera gustado…verlo…una vez más…”– exclama con mucha dificultad y en tono de tristeza, recordando a Martin y su arrepentimiento por no poder ser sincera con el
Antes de que las Arañas continúen acercándose, un enorme muro de energía oscura rodea a Estela, protegiéndola de las criaturas, y quemando por completo a las que están dentro de esa energía.
Estela, quien pensaba que iba a ser devorada por aquellas criaturas retorcidas, abre sus ojos y ve de espalda hacia ella a Martin. La expresión en su rostro es para nada amistosa, inclusive su mirada es feroz, al punto de que, de forma instintiva, las arañas retroceden lentamente, como si de un superdepredador se tratase.
Martin se da vuelta y echa un vistazo a Estela, dándose cuenta de su brazo roto, tobillo herido y la epilepsia que casi la lleva a la muerte.
Martin: “¡No, puede ser!”– abre sus ojos en completo shock, al verla en tal estado
Sin dudas, ver a Estela en esa condición provoca que toda la mazmorra tiemble como un terremoto a gran escala, seguido por una hostil sed de sangre que se expande por todo el bosque, causando terror entre las criaturas que se arrastran.
Algunas Arañas carentes de cerebro se acerca con intensiones asesinas. Martin extiende su mano derecha y cierra el puño, obligando a esas temerarias criaturas a arrastrarse contra el suelo, y sintiendo gran dolor en sus patas, que lentamente son removidas de sus cuerpos.
La intensa sed de sangre que desprende Martin acaba por destrozar a seis arañas al arrancarles las patas y luego la cabeza, sin siquiera mover un musculo ni mostrar piedad en sus acciones, sino apenas con el movimiento de su mano derecha.
***
Los temblores llegan hasta la Cueva, provocando que caigan un par de pequeñas rocas, y de inmediato todos se despierten y salgan de allí, lo más rápido que pueden, llevando sus cosas en las manos
Paulo toma nota de los que están afuera. Pero justo antes de terminar su conteo, el temblor empeora aún más, viendo como a lo lejos caen arboles con mucha facilidad.
Carla, una cazadora de Rango D, mira confundida la situación y no entiende como es que una aparente mazmorra de rango tan bajo pudiera ser tan espectacularmente peligrosa. Ignorando el hecho de que el portal sufrió una transformación por el contacto de la Marca del Emperador:
Carla: “¿Q-Que está pasando?” – pregunta alterada
Daniel: “¿Un terremoto? ¿Se supone que deba pasar algo así?”
Todos se preguntan qué está ocurriendo. Paulo nota que faltan personas, y de entre la oscuridad del bosque ve a Fabio acercarse con rostro de pánico y agitada respiración, después de haber corrido por varios minutos, y sorteado a las criaturas que se aparecían desde debajo de la tierra:
Paulo: “Fabio, ¿qué ha pasado? ¿Dónde están los demás?” – pregunta preocupado, aun mas por Martin y Estela
Fabio: “No tengo idea, pero yo de aquí me largo. Váyanse a la mierda” – exclama muy agresivo y asustado. Corre a toda prisa hacia el portal de la mazmorra, sin importar la imagen que acabe teniendo, solo huye por su vida de forma cobarde
Carla: “¿Q-Que haremos Paulo?”
Paulo: “Hay que buscar a Estela y Martin, esta Mazmorra ya no es segura. Debemos irnos, y rápido”
Claudio: “Paulo, allí hay humo” – señala en dirección hacia donde se encuentra una columna de humo y donde particularmente están ambos jóvenes cazadores
Paulo traga un poco de saliva, nervioso por lo que ocurre y con lo que se podrían encontrar, pero mira en aquella dirección y se decide a dirigirse hacia ese lugar:
Paulo: “Vamos, hay cazadores perdidos y nuestro trabajo es permanecer juntos para completar la misión. Además, es mi función el protegerlos a todos”
Antes de adentrar al bosque, mira en dirección a donde Fabio acaba de huir, cierra su puño indignado y piensa molesto:
Paulo: “¿En qué demonios está pensando ese bastardo infeliz de Fabio? No podemos abandonar a nadie. Su título de Mejor Cazador de Argentina, es exagerado, y deja demasiado que desear. ¿Y este temblor, que demonios pasa con esta mazmorra? Primero esa emboscada de arañas que parecen estar coordinadas, la actitud de Fabio y ahora estos temblores acompañados por un poder insano. El presidente de la Asociación de Cazadores tendrá que saber que algo ocurre en las mazmorras”
De repente, columnas de fuego surgen en aquella dirección, y que cada vez aumentan más de tamaño.
Paulo, un Cazador Rango C+, considerado como uno de los que forman el Top 10 de Argentina, es abrumado por el poder que surge de allí al punto de que su cuerpo tiembla sin darse cuenta, como una especie de reacción a algo que está a otro nivel
***
En el Nido de la Arañas…
Arakneida camina de un lado hacia el otro, irritada y a la vez en shock por los temblores. En su interior saber que lo que ocurre es debido al despliegue de poder del Cazador, Martin:
Arakneida: “Como es que un humano puede ser poseedor de tal descomunal poder? Maldita sea, y justo en mis dominios” – muerde sus garras con rostro irritado
Sacerdotisa Araknida: “Mi señora, debió ser una fuerte presencia, eso es todo. En su territorio es casi tan fuerte como un cazador Rango S+, aunque sea solo A+”
Arakneida: “Puede que sea eso, pero el me vio…como si en verdad supiera de mi presencia…tsk, maldición” – recuerda ese breve intercambio de miradas que causo terror en la Reina de las Arañas, haciendo que su cuerpo se estremezca – “Aun así…alerta a todo el mundo, quiero que todos mis hijos protejan el nido. Sacerdotisa, tu avisa a tus demás hermanas, son más fuertes que la inmensa mayoría de esos cazadores, salvo dos que imagino sabes quienes son. Así que no habrá problemas para ustedes”
Sacerdotisa Araknida: “Si mi reina, con su permiso” – se inclina y retirada del salón
Arakneida: “Esto me da muy mala espina” – exclama nerviosa al recordar los ojos de Martin envueltos en llamas
***
Martin se acerca a Estela, con su rostro preocupado y muy triste, al verla en tales condiciones. Se agacha y la rodea con sus brazos, mientras le repite una y otra vez cuanto lo lamenta, pero ella sonríe y le acaricia al rostro:
Estela: “Y-Ya…ya…e-estoy bien” – sonríe muy feliz por estar junto a él, pero con voz débil
Martin: “Esta helada” – exclama desesperado
Se quita la chaqueta y la coloca con cuidado sobre Estela, quien tiembla sin control por la fiebre que lentamente aumenta. Luego la levanta entre sus brazos y camina lejos de ese sitio, dejando atrás los cadáveres de al menos sesenta arañas, Golem y Lukorio, completamente calcinados, como si un Cazador Lanzador de Elemento fuego hubiera desatado un infierno.
Martin es consciente del frágil cuerpo de Estela, pero nunca habría imaginado que sufriera tanto. Para evitar perder tiempo, se impulsa con fuerza a una velocidad inmensa, rumbo a la cueva:
Martin: “Por favor resiste…resiste…no te duermas” – dice casi implorándole a Estela
Estela: “Ha…el…es…muy bello…” – lo mira y sonríe, feliz de estar entre sus brazos – “Si muero…será con una sonrisa…por estar entre tus brazos…” – desea con fuerza
Martin: “¡E-Estela…Estela!” – la mira y entra en pánico, por temer no poder salvarla – “Por favor…maldita sea…” – aumenta su velocidad en dirección a donde está el grupo, con una fuerte angustia que hace reventar su pecho
Los ojos de Martin tiemblan y se llenan de lágrimas, sintiendo que la llama de la vida de ella se está apagando con cada paso que da hacia la cueva, donde el grupo se encuentra apostado:
Martin: “Tengo que llegar…o Estela…no podrá vivir” – se intenta apresurar al sentir como la temperatura en el cuerpo de Estela cambia hasta volverse frio
Mientras avanza hacia el frente, Martin derrama un poco de lágrimas que se escapan de sus ojos y caen al suelo. Misteriosamente esas lagrimas acaban haciendo crecer un poco de vegetación, que rebosan de vida.
Comments for chapter "07"
QUE TE PARECIÓ?
Ingredientes de incomodidad, «Desesperación» angustia, exasperación, terrorífico momento para Estela, que la hacen sentir el mas profundo de los miedos 😲
Sabia que lago malo le sucedería.
AAAAAAAAAAAAAAAAAA hermano le tuviste miedo al éxito que es eso de que no la violo por que andaba sucia? digo si me pusiste nervioso eso no te lo discuto con lo que le hubiera pasado a ella pero dale algo mas de seinen a esta obra y matala con un demonio
casi se cumple mi predicción de que moriría, claro mi predicción fallo totalmente, bueno por ahora no tengo nada que predecir pero espero mejores esto
(JODER APENAS ME DI CUENTA QUE TIENES 4 TEMPORADAS SHAVALON)