Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 11

El grupo de cazadores liderado por Martin, se detiene a unos quinientos metros de la base de la montaña.  Martin mira a los demás cazadores, encontrándolos exhaustos y hambrientos.

Actualmente es casi de madrugada, por lo que es entendible el cansancio.

Por unos instantes cierra sus ojos y expande el domo protector:

“PROTECCION DEL EMPERADOR”

Una habilidad cuya defensa es impenetrable, y que mantiene a todos los monstruos de los alrededores, a una distancia grande.

Martin vuelve con los demás y les dice con calma:

Martin: “Escuchen, tomaremos descanso hasta el amanecer. Nos turnaremos cada hora para proteger el campamento” – logra convencer del plan a los demás– “Aunque el domo es la máxima defensa posible, aun hay algo que me esta inquietando en esta mazmorra” – mira hacia el bosque y piensa

Después de la reunión, se dividen las responsabilidades, algunos construyen las tiendas de campaña, otros preparan la comida y los restantes protegen un perímetro pequeño, pero sirve para mantener en calma el lugar.

La tranquilidad de Martin se mantiene hasta llegado su momento de vigilar mientras los demás duermen:

Martin: “Mantener el Domo protector me esta agotando. Apenas hace unos días comencé a usarlo y…”– se percata que alguien camina hacia él, y se da vuelta viendo a Estela con un rostro dormido, pero no deja de ser atractivo para el cazador – “Hola”

Estela: “Hola, ¿cómo te sientes?” – se sienta al lado de Martin y estira un poco sus brazos

Martin siente como su corazón late un poco más rápido al estar a solas con ella:

Martin: “Yo…estoy muy bien…jejeje” – sonríe incómodamente

Estela: “¿Te sientes bien? Te noto algo agitado Martin. ¿Has comido algo? Deberías ir a descansar, espérame, iré a buscar a Paulo, quizás pueda reemplazarte en la vigi…”

En ese momento el joven se abalanza sobre ella, rodeándola con sus brazos, dándole un cálido abrazo que no se esperaba, ni por el momento ni el lugar, pero que sin duda hace que se enternezca al punto de regresarle el gesto:

Martin: “Prometo…protegerte Estela, pase lo que pase, no dejare que nadie te vuelva a lastimar”

Las palabras de Martin hacen que Estela sonría y se sonroja. Ella sabe cuan importante es Martin para su vida, pero aun no cree que sea el momento para eso.

Martin se aparta un momento y tranquilo reconoce que fue demasiado impetuoso, pero sin duda alguna no se arrepiente de mostrarse tan cariñoso con Estela, no por necesidad sino porque algo en su interior hizo que no le importara, solo quería abrazarla:

Estela: “Martin… ¿recuerdas la primera vez que nos conocimos?”

Martin: “¿Huh? Emm…fue en esa Misión de Mazmorra Rango F+, ¿cierto?” –

Estela: “Si…”– asienta con la cabeza y sonriente – “En esa ocasión era algo así como mi quinta mazmorra, yo seguía poniéndome nerviosa, hasta para una curandera como yo era difícil mantenerme cuerda frente a tal peligro”

Martin: “Y fue una de mis primeras mazmorras, fue algo loco, eran solo ratas guerreras del tamaño de un niño de cinco años”

Estela: “Jajaja, ¿verdad que sí?” – su rostro se sonroja al recordar tal momento – “Y un grupo de ellas me rodeo, hasta que viniste a salvarme con una espada. Es algo que jamás olvidare, fuiste un verdadero caballero con armadura dorada” – mira a Martin con una calidez tan grande que cuando se da cuenta de ello, se sonroja

Martin: “¿Estas bien? Te noto roja”

Estela: “Si si, no te preocupes. Es solo que, recordando ese momento, y ahora…me da nostalgia”

Martin: “Tienes toda la razón”

En ese momento, Martin siente como algo toca el domo protector, alarmándolo al punto de hacerlo poner de pie:

“PRERCEPCION EL EMPERADOR”

Con esa habilidad, libera un aura imperceptible y de mucho mas alcance que el propio domo, donde puede detectar ciertas energías de seres vivos, y así encontrar algún enemigo.

Sin embargo, no encuentra nada, pudiéndose ser solo una rama que ha caído o alguna roca, pero Martin sospecha que ese tacto fue como si alguien apoyara su mano en el domo. En tal caso, el joven decide mantener la guardia para proteger a los demás cazadores.

Martin regresa con Estela y se sienta a su lado, algo agotado por usar ambas poderosas habilidades, que, gracias a la Marca del Emperador, no cae muerto por exceder su cuerpo hasta ridículos niveles.

Lo sucedido con el domo deja pensativo a Martin. Estela ve la preocupación en su cara, entonces con intenciones de aliviarlo, lo toma de la cabeza y cuidadosamente lo apoya entre sus suaves y delicadas piernas mientras lo acaricia:

Martin: “Estela… ¿Qué?” – pregunta sorprendido

Estela: “Sh sh…relájate un poco, necesitas descanso y calmarte” – responde mientras acaricia cálidamente la cabeza de Martin

Martin: “Es…muy agradable la sensación de las piernas de ella pegándose a mi rostro…es demasiado bello” – piensa relajándose

Siguiendo los consejos de Estela, Martin decide relajarse entre las piernas de su querida amiga, dejándose llevar por el sueño y cerrando lentamente los ojos.

Dentro de sus sueños, una terrible imaginen lo agobia, aquella escena que lo atormenta desde muy pequeño, donde Fabio esta junto al cadáver de su padre y aliados, tal masacra provocada por el cazador rango B, ocasionaron un severo trauma en Martin que no logra mantener la calma, entrando en un estado de ansiedad muy terrible.

Entonces el joven se despierta muy exaltado y sudoroso, por la pesadilla:

Estela: “Martin, ¿Estas bien? Estas muy agitado” – acaricia el rostro de su amigo – “Intenta respirar con calma, aquí…aquí estoy yo…tranquilo…”– lo abraza con fuerza, intentando aplacar la angustia de el

Martin: “N-No pude hacer nada…mi padre…el murió…tan miserablemente…”– tiembla sin control, en estado de shock

Estela: “Tranquilo, estoy aquí…no dejare que estés así”

Lo que hace momentos fue una situación terrible para Martin, ahora una calidez hermosa lo envuelve, siendo protegido por Estela, no apartándose por nada del mundo.

Al final, Martin sigue siendo un ser humano, y sus sentimientos son inestables, no importa que tan poderoso sea, su debilidad es la misma que la de cualquier persona, sufriendo heridas emocionales graves que hasta el día de hoy lo atormentan inclusive en sueños.

***PARTE II***

El presidente de la Asociación Argentina de Cazadores, Oscar, recibe una llamada mas que importante por parte del presidente de la Nación:

Oscar: “¿Diga?” – atiende la llamada con una sonrisa incomoda, sin saber que pasara

Presidente Mauricio Fernandez: “Oscar, necesito que me expliques que ha pasado con Brasil, y exijo una respuesta coherente”

Oscar: “Señor presidente, no pensaba que usted fuera a llamar”

Mauricio Fernandez: “Ahórrate las estupideces, dime que esta pasando. ¿Por qué Marco, presidente de Brasil, me acaba de llamar y ha cancelado todos los tratados? ¿Qué has hecho?”

Oscar: “¿Disculpe? Creo que me esta malinterpretando, no he hecho nada, inclusive ellos han resultado ser los amenazadores”

Mauricio Fernandez: “Explícate, y que sea una respuesta coherente, o te meterá a la cárcel por muchos años”

Por alguna razón, Oscar jamás se ha llevado bien con el presidente de la Nación, no porque haya sido quien impulso proyectos para darle mucho poder a Fabio como el máximo cazador de argentino, sino porque ambos poderosos hombres fueron amigos de la infancia. Aunque todo cambio cuando Oscar se convirtió en cazador de renombre y Mauricio en solo un político común y corriente, solo que ahora persiguen diferentes objetivos:

Oscar: “Ten mucho cuidado Mauricio, serás el presidente del país, pero sigues siendo el mismo imbécil que necesitaba de mi con los abusivos de la escuela Nacional numero 10. Así que ten mucho cuidado con las amenazas”

Mauricio Fernandez: “¡Tsk!” – chasquea la lengua, molesto por lo que Oscar acaba de decirle

Oscar: “Ahora bien, la razón de lo sucedido con Fortaleza Do Amazona, es muy compleja, pero solo digamos que ellos no apuntan a iniciar relaciones amistosas con la Asociación, sino todo lo contrario”

Mauricio Fernandez: “¿Qué planean esos malnacidos?”

Oscar: “Buscan destrozar la estructura de cazadores en el país. Sin una asociación estable, ellos tendrán influencia al punto de anexar el territorio a su jurisdicción. Mas aun con la constitución contemplando la autoridad de los gremios. Y si no me equivoco Dark Eagle, el gremio norteamericano más fuerte del mundo, busca también dominar el continente entero”

Mauricio Fernandez: “Y pretendes hacerte el héroe buscando acabar con esos movimientos. No has cambiado, sigues siendo igual de estúpido e idealista que cuando eras más joven”

Oscar: “Di lo que quieras, pero así están las cosas. Muy pocos hombres adultos nos convertimos en Cazadores, y por alguna razón fue, ahora mi deber es velar por las personas no solo gremios y cazadores. Has liberado a una rata que nunca debió existir, llamado Fabio, ahora las consecuencias serán aun mas terribles si no es encarcelado. Tu lo sabes mejor que nadie”

Oscar se levanta de su escritorio, en el que estaba sentado tan cómodamente:

Oscar: “La política exterior es compleja, y se que tu puedes hacer mas que yo. Solo mueve tus influencias para hacer que Fabio este tras las rejas” – le ruega por un bien mayor

Mauricio Fernandez: “¿Sabes? Tengo entendido que hay presas excelentes para Fabio, cazadoras muy bellas, seria una lastima que nuestro mejor hombre no se pudiera divertir, ¿verdad?” – dice en tono de burla

Oscar: “Eres un maldito hijo de p…”–le grita hasta que del teléfono suena el tono de colgado– “Ese malnacido, se ha vuelto tan…¡¡¡aaaaaahhhh!!!” – grita furioso y golpea la pared, agrietándola con el puño – “Espero que ellos estén bien…o nuestras esperanzas se irán al cañón…”

Oscar suspira muy decepcionado de que las negociaciones con su viejo amigo hayan salido tan mal, hasta reconsidera el hecho de que el ya no sea la persona que había conocido en su infancia. Se acerca al teléfono y comunica con su secretaria:

Oscar: “Necesito que te comuniques con los Maestros de los gremios mas importantes, y trae al mocoso Octavio, tengo que hacerles una petición y debe ser en completo silencio. Esto es Top Secret”

Debido a su alto sentido de la justicia y honor, Oscar no puede permitirse dejar suelto a alguien tan peligroso como lo es Fabio, no importa si debe ir en contra de la autoridad máxima del país, las cosas no pueden acabar así.

***PARTE III***

Extraños movimientos rodean al grupo, y es que Martin se había relajado tanto y perdiendo la concentración, que el domo protector se esfumo. Ahora las arañas comienzan a acercarse lentamente, de tamaños y colores que no se habían visto hasta el momento, y es que según lo acontecido hace no mucho, esas criaturas siguen a aquella araña humanoide aliada de Fabio, tratándose de una facción distinta a la que deben destruir para poder escapar a salvo.

Las cosas se complican mucho mas cuando todos son rodeados sin oportunidad de hacer algo.

Martin abre sus ojos, encontrándose a pocos metros con numerosas arañas acechándolos, pero sin moverse un solo centímetro más, como si temiesen a algo o alguien que esta de frente a ellas.

Entonces Martin se pone de pie, y acaricia la cabeza de Estela:

Estela: “¿Descansaste?” – pregunta mirándolo con calidez

Martin: “Si, muchas gracias por ayudarme” – le responde agradecido con una feliz sonrisa que sonroja a la curadora – “Bien, entonces…”– mira a las arañas que temerosas dan un paso hacia atrás – “¿Porque no aceleramos las cosas?” – levanta su mano derecha de la cual sale una fuerte energía que ocasiona muerte súbita entre las arañas que están más cerca de Martin

Paulo: “Martin, estamos completamente rodeados, hay unas cien arañas”

Martin: “Esto será un problema serio, si es que queremos vencer aquí, vamos a tener que derrotar a estos números”

Paulo: “T-Tiene que ser una broma” – deja escapar atónito

Las personas que permanecen junto a Martin, murmuran temerosas por la absurda cantidad de monstruos que están frente a ellos, sin poder hacer nada, solo sintiendo la incontenible sed de sangre de las arañas, y que curiosamente no avanzan.

En una primera instancia, Martin se preocupa por los demás cazadores y sobre todo por Estela, pero decide no pensar mucho en ellos, solo en derrotar a todos los monstruos sin que haya baja alguna. Por eso observa analíticamente la situación, sin moverse impetuosamente, solo busca la manera para que el grupo escape, mientras el las combate libremente sin que lleguen a saber de su poder.

Paulo se acerca hasta Martin y poco a poco todos los demás se presentan para ayudarlo, inclusive Estela, quien se para a su lado y lo toma de la mano.

Ellos jamás tendrían la oportunidad de vencer, pero aun así deciden apoyar a Martin, sin importar las consecuencias:

Martin: “¿Qué es lo que están haciendo?”

Paulo: “No vas a sacrificarte aquí por nosotros, te ayudaremos a vencerlos, y regresaremos a casa, todos juntos”

Estela: “Confiamos en ti, lo sabes” – se aferra con fuerza a Martin

Martin: “Es…tela…”– sonríe gratamente, al recordar la primera vez que hablaron, donde ella fue salvada por él, en el incidente de su cachorro

Lo cierto es que Martin nunca ha olvidado tal hecho, y el sabe que aquella niña era Estela, pero tales sentimientos son confusos para el cazador, que, a pesar de todo, no se siente ser capaz de darle todo lo que la joven merece. Pero sin duda que ambos tienen fuertes sentimientos por el otro, que aun así no podrán salir a la luz, no mientras la amenaza siga allí tan impune:

Martin: “Muy bien…”– levanta su mirada hacia las arañas y desprende contra ellas una intensa aura asesina, impidiéndoles moverse por el terror que suscita estar frente a tal entidad humana – “Llego el momento de comenzar lo que vinimos hacer aquí…limpiar la mazmorra por completo”