Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 12
Martin indica a los demás cazadores que no se alejen, ya que no hay mejor manera de tratar con un grupo de criaturas así, que el estar todos juntos y apoyarse unos con otros.
Estela mira hacia ambos lados, ya mentalizada con la salud que tiene cada uno, preparándose para curar si es necesario. Por su parte Martin mira a las arañas que no se mueven de sus lugares, temerosas ante el joven cazador, pero no estarán por siempre estáticas:
Paulo: “Martin, ¿qué debemos hacer ahora? Esas criaturas son más numerosas y fuertes que nosotros” – pregunta nervioso, muy cerca de Martin
Martin: “¿Estarán queriendo mantener una distancia prudente por el efecto de la marca del emperador? ¿O hay algo más que hace que ellos no quieran acercarse?” – se pregunta con mirada penetrante en las criaturas– “Es cierto que al inicio expulse un poco de la Presencia del Emperador, pero hace varios minutos que el efecto se perdió, y aun ni siquiera se han movido. Es muy extraño…”
Para comprobar una primera teoría, Martin da dos pasos al frente, luego cinco, y luego diez sin usar la habilidad Presencia del Emperador, pero ninguna de las criaturas se ha movido de su sitio:
Martin: “Entonces mi primera teoría es cierta, algo obliga a las arañas a mantener una cierta distancia… ¿huh?” – se voltea y mira a la montaña, pudiendo comprender que sucede o al menos, sospecha– “¿La montaña? Es posible que teman a la reina de esta mazmorra…pero aún es muy extraño…estas arañas ni siquiera han aparecido en mi rango de presencia. ¿Podrá ser un grupo de rezagados? Maldita sea, tengo que pensar rápido en algo”
Estela le susurra desde lo lejos, intentando darle calma, a lo que Martin sonríe sin darse vuelta.
Después de eso, regresa con el grupo sin una respuesta clara, e inclusive con más dudas de las que podría imaginar:
Martin: “¿Qué demonios pasa en esta mazmorra?” – sacude su cabeza con preocupación
Cuando Martin está por llegar con los demás, ve el rostro de Paulo que se ve pálido, llamándole mucho la atención. Entonces el cazador le señala a Martin, sin poder pronunciar bien las palabras:
Paulo: “M-Mar…la…c…turas…”
De repente, Martin se aparta a un lado, encontrándose con una de las arañas golem intentando mordisquearlo, una y otra y otra vez, mientras el joven esquiva sin dificultad.
Una voz nerviosa, proveniente de entre los cazadores, envuelve a los demás en una tensión tan abrumadora que muchos caen en la desesperación por que las criaturas se abalanzan hacia ellos, como si aquel temor que las había inmovilizado por varios minutos, hubiera desaparecido sin dejar rastro.
Mientras el cazador evita los ataques, este la grita a Estela y Paulo:
Martin: “Estela, prepárate para curar a quien este herido, y defiende a los de menor rango, ahora eres una curadora ofensiva. Paulo, tu coordina la defensa y ataque. No dejen que muera alguien”
Estela: “¡Martin! ¡¿Tu que harás?!” – le pregunta preocupada por su amigo
Martin: “Los despedazare” – responde serio, mientras corre hacia el bosque, atrayendo la mayor cantidad de las criaturas presentes– “Paulo, te encargo al grupo hasta que yo vuelva”
Paulo: “Pero Martin…tu…”
Estela: “Paulo, confía en el…no morirá…no tan fácilmente” – mira en dirección hacia donde se fue Martin
Paulo no encuentra las fuerzas para poder liderar al grupo, por lo que se encoje de hombros y agacha su cabeza, sin saber qué hacer ante tal inédito peligro:
Paulo: “S-Se supone que iba a ser una mazmorra de Goblins…no una maldita Mazmorra Arácnida donde hay criaturas de clase A+ y una posible clase S. Esto rebasa por mucho mi experiencia…”
Los gritos desesperados de los cazadores que intenta defenderse y aguantar hasta la llegada de Martin, resuena por la zona como alaridos de agonía.
Estela inicia la defensa para proteger a los cazadores más débiles:
Estela: “Magia de Viento: Cuchillas de Aire”
Una serie de ataques cortantes impactan en las patas y mandíbulas de las arañas que tratan de devorar a los más débiles:
Estela: “¡Paulo, apúrate…lidéranos!”
Sin embargo, encuentra al líder de misión en un estado de shock, sin poder responder ni mostrar otra expresión más que la de palidez y una falta terrible de carácter ante el peligro extremo que están viviendo:
Estela: “Maldición, no puedo hacer mucho más. Mis ataques solo sirven contra un determinado grupo, pero también es limitado lo que puedo hacer. Si intento curar, todo mi enfoque es hacia ese tipo de Magia, no podre atacar…y Paulo está en estado de shock…no…no puedo permitirme ser derrotada, debo aguantar hasta que Martin llegue…mientras tanto…seré el escudo del grupo…ahora soy un Rango A”
A su lado, se escucha los murmullos de derrota de Paulo, dándose así por vencido ante las olas de arañas que repentinamente aparecen.
Sin poder aguantar la actitud de ese cazador, Estela se acerca y lo abofetea tan fuerte que todos quedan petrificados por la situación y el sonido del impacto:
Estela: “¿Podrías, aunque sea calmarte un poco? Estamos intentando defendernos, pero estas tan preocupado de si morirás o no, que no haces más que murmurar como un estúpido idiota. Deberías usar las energías para apoyar a los demás, así evitaremos morir. Necesitamos cooperar entre todos, ¿quieres?”
Paulo: “Tienes razón…no se en que estaba pensando” – sonríe avergonzándose de su forma de actuar– “No es momento de rogar salir con vida, debo hacer que estas personas regresen con sus familias sanos y salvos. Muy bien…quiero que los cazadores de ataque y tank, avancen al frente, los lanzadores de hechizo detrás y los curadores junto a los lanzadores. Tenemos que aguantar hasta que llegue Martin. Hoy no moriremos… ¡Vamos!”
***PARTE II***
Los relámpagos vuelven a tomar los nublados cielos, seguido por una caída incesante de lluvia torrencial.
Después de vencer a unas setenta arañas de diferentes tipos y solo con su daga dorada, Martin camina en dirección hacia dónde están sus compañeros, pero una oscura energía lo hace detenerse:
Martin: “No estabas en mi rango… ¿Quién eres?” – pregunta mirando hacia una sombre que se arrastra hacia el
Beralez: “Me llamo Beralez, mucho gusto”
Martin: “¿Un monstruo inteligente? Esto es imposible…deberían ser inteligentes los Jefes de Mazmorra…esta cosa… ¿será un jefe? ¿Pero entonces no hay una reina? – piensa mientras observa los movimientos de la criatura, para poder evitar ataques sorpresa
Beralez: “Oh, veo que eres muy precavido…seguro que te causa repulsión y sorpresa que un monstruo de mazmorra pueda hablar y razone”
Martin: “¿Qué eres? ¿Eres el jefe de esta mazmorra?”
Beralez: “Aunque me gustase la idea, debo negártelo” – niega con su cabeza, y lleva una de sus tantas manos hacia la espalda
Martin: “¡Hey! Saca tu pata de la espalda”
Beralez: “Ya ya” – levanta todas sus patas donde Martin las pueda ver– “No te preocupes, yo no soy un enemigo…no de momento…solo quiero conversar…”
Martin: “En lugar de perder mi tiempo aquí, los demás se intentan defender como pueden. Tengo que deshacerme de esta criatura” – mira en dirección a donde están los demás cazadores– “¿De qué quieres hablar, Beralez?” – le responde, manteniendo la guardia en lo alto
Beralez: “Me alegro que lo preguntes, estuve mirando entre las sombras tus movimientos, y ciertamente…no eres un cazador ordinario. Quiero proponerte algo”
Martin: “¿Y eso que sería precisamente?”
Martin no baja la mirada en los más leves y disimulados movimientos de la criatura:
Beralez: “Necesito ayuda para poder hacer mía a la Reina de la mazmorra”
Martin: “Sabia que existe una reina, pero entonces… ¿como se explica la existencia de esta criatura?” – se pregunta intrigado ante tal extraño fenómeno
Beralez: “Mi plan es simplemente embarazarla, y volverme absoluto rey. Si me ayudas, voy a permitir que escapen, abriendo un portal. Por supuesto que ocurrirá si me ayudan”
Martin: “Muy tentador, pero no aceptare ni loco”
Beralez: “Ja, no es como si no supiera la respuesta. Pero esta charla fue muy interesante dentro de todo lo que podría esperarse. Aunque ese colega tuyo fue más fácil de influencia, ¿cómo era su nombre?” – se detiene apenas unos segundos para pensar– “Ah sí sí, Fabio…”
Sentimientos oscuros inundan el pecho de Martin al enterarse de que Fabio está colaborando con las criaturas, aquel cazador que había puesto en peligro muy grave a su preciada Estela, esa persona que mato a su padre. Sin duda lo hace estallar en impotencia, sacudiendo la mazmorra por completo.
Nivel de Poder Manifiesto: 2%
Beralez mira a todos los rincones del lugar, sin entender que está ocurriendo, solo siente como la tierra se sacude provocando que su cuerpo se vuelva inestable, la presión es tan abrumadora que le imposibilita moverse:
Beralez: “¿Qué está ocurriendo? Hace momentos estaba todo bien, ahora parece que la mazmorra va a desmoronarse, no tiene sentido”
Pero la respuesta está al frente, mirándolo con ojos fríos y expresión desalmada, listo para despedazarlo:
Beralez: “Oh, entonces de eso se trata todo. Quien diría que esa clase de poder sea albergado por un simple humano… ¿Verdad, Emperador de las Mazmorras? – mira incrédulo, con la voz apagada y solo presencia como Martin se acerca lentamente, mientras el temblor baja su intensidad
Por más que Beralez intenta hablar para llegar a un buen acuerdo y poder seguir con vida, Martin no escuchara a la criatura que no solo intento asesinarlo a él y su grupo, sino que había hecho una alianza con Fabio, la peor clase de ser humano con poder. Eso no lo dejara pasar sin más.
La respuesta a cualquier clase de propuesta, se reduce a un puñetazo tan bestialmente poderoso que Beralez es enviado varios kilómetros lejos, golpeando contra los árboles su cuerpo, y finalmente impactando contra un enorme montículo de roca, causando la caída de varios fragmentos sobre su maltrecho cuerpo:
Martin: “Tengo que volver con ellos, espero que no sea tarde…”
Se apresura a regresar con los demás cazadores, esperando encontrarlos sanos y salvos, principalmente a Estela…
***PARTE III***
Al mismo tiempo, las ultimas arañas caen convertidas en fragmentos discretos bajo la lluvia, gracias a la habilidad cortante del Elemento Aire que posee Estela. Y sin que haya usado sus habilidades curativas, el grupo vence con éxito a las incontenibles hordas de Arañas de todo tipo.
Ni una baja se puede apreciar ante tal hazaña, donde menos de 30 cazadores vencieron con arduo trabajo de equipo bajo el mando de Paulo, a más de cien Criaturas Arácnidas:
Paulo: “Ya hemos acabado. Pero no se relajen, aún no sabemos si quedan más en el bosque”
Esteban: “Paulo, aún no ha regresado Martin, ¿qué hacemos?”
La pregunta lleva posar todas las miradas en Paulo:
Paulo: “Lo esperaremos. Si para dentro de una hora no aparece” – mira a Estela, afirmando su postura de proteger a todos– “Iremos a la montaña para terminar esto. Espero que Martin pueda llegar” – aprieta su puño, deseando que nadie caiga hasta acabar la mazmorra
Estela: “Descuida, él va a volver…no lo dudes ni por un segundo…porque yo…jamás lo hare…nunca lo abandonare”
Ante la respuesta de ella, Paulo sonríe y se sienta en el suelo:
Paulo: “Pues, esperemos a ese imprudente”
***PARTE IV***
El montículo de rocas que se había formado con el impacto de Beralez comienza a moverse lentamente, hasta que la criatura saca medio cuerpo hacia afuera, completamente irreconocible y con todas sus patas quebradas:
Beralez: “M-Maldito…maldito…maldito…”– maldice con sus mandíbulas partidas y desprendiendo liquido verde claro
Entre la oscuridad y fuertes lluvias torrenciales, una figura de tamaño similar a Martin pero que desprende monstruoso poder, hace que el cuerpo de Beralez tiemble sin saber el porqué, solo recordando lo sucedido hace momentos y confundiéndolo con Martin:
Beralez: “¿Qué mierda quieres? ¿Matarme? Maldito humano, yo debería ser el que te asesine, solo eres ganado para nosotros, tener la marca del emperador no te hará más fuerte, solo eres…”– sus ocho ojos se abren asustados al ver que no se trata de Martin
La oscuridad se vuelve clara con cada relámpago formándose en el cielo, revelando a una criatura insecto humanoide, que camina como humano y su cuerpo emana hedor de muerte que obliga a vomitar a Beralez:
Beralez: “E-Esto no puede ser…no tiene sentido que estés aquí…yo…yo soy el Rey de aquí…no puedes venir…”
Esfutyox: “Cierra…la boca…escoria”
Esfutyox, Emperador Insecto
Monstruo Clase Imperial Rango SSS+
Inteligencia: S+
Fuerza: S
Agilidad: SSS+
Velocidad: SSS+
Poder Destructivo: A
Mana: A
Puntos vitales: SS+
Cuando Beralez se da cuenta, un pedazo entero de su pata cae al suelo:
Beralez: “¿Q-Que…acaba de pasar…no pude ver que haya hecho algún movimiento…”
Esfutyox: “Dime una cosa” – se acerca hasta Beralez, y le pisa la cabeza contra el suelo– “¿Dónde está ese humano con la marca del Emperador?” – pisa con más fuerza la cabeza de la criatura ya moribunda
Beralez: “M-Mon…tañ…a”
Esfutyox: “¿Montaña?” – mira hacia la montaña donde vive la reina
Beralez: “Se…dirigen allí…”
Esfutyox: “Mmm…ya veo…”– le quita la pata y camina unos pasos hacia la montaña
Beralez: “No entiendo que está pasando…pero si el emperador de los Insectos está aquí…es porque algo malo esta por ocurrir en este mundo…y ese maldito sujeto tiene toda la culpa…”
Esfutyox: “Ya no me haces falta…”– se acerca a Beralez, y abre las mandíbulas con las que comienza a devorar viva a la herida criatura, mientras grita agónicamente hasta la muerte
Comments for chapter "12"
QUE TE PARECIÓ?
Esa cachetada de Estela era necesaria para que reaccione Paulo. Algo así como, una bofetada a tiempo es una victoria.
Le llegó su momento a Beralez, condenándolo a una muerta agónica y dolorosa.
Wo un sss esto se pone buwno
Tremendo capitulo, Estela finalmente se pone la camisa y regresa a Paulo a la tierra, buen cap