Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 14

Fabio ataca con varios puñetazos al cuerpo y rostro de Martin, acabando por impactar todos sobre él y haciéndolo caer al suelo:

Fabio: “¿Enserio? ¿Y qué paso con esas agallas de antes?” – patea a Martin en las costillas, piernas y cabeza, humillándolo cruelmente con una sonrisa de satisfacción – “Eres patético mocoso, intentando hacerte el héroe, cuando ni siquiera puedes proteger a tu amiga”

Esas palabras resuenan con violencia en Martin, que se pone de pie como puede, pero solo para llevarse un golpe en el rostro. Inútilmente sus esfuerzos son frustrados por el cazador que abandono su humanidad por más poder.

El monstruoso poder que ahora muestra Fabio es comparable con los de un Rango A, lo cual lo llena de ego y orgullo que desborda en su rostro.

Sin detenerse en el castigo que le propina a Martin, lo levanta del suelo con su mano sosteniendo del rostro, y arrastra contra la pared montañosa de la base del refugio arácnido.

A lo lejos, Estela protege con campos de energía elemental de Viento, mientras mira preocupada a su amigo muy conmocionada por la brutal paliza que Fabio esta propinándole:

Estela: “No…Martin…no…” – murmura al borde de las lagrimas

Paulo: “¡Estela, no te distraigas! Estas criaturas son demasiado resistentes”

Estela: “P-Pero Martin…el esta…”

Paulo: “¡Entiendo como te sientes, pero nuestra situación tampoco es la mejor, necesitamos sacarnos de encima a estas cosas, o nos mataran!”

Estela: “Él también está ayudándonos al mismo tiempo…no podemos dejar que Fabio lo mate” – le responde alterada, con mucha angustia y lagrimas que comienzan a caer de sus ojos

Paulo: “Estela por favor entiende…si nosotros morimos aquí…todo habrá sido en vano…por favor…hazlo por Martin…evita que se preocupe por nosotros” – intenta hacerla entrar en razón

Estela: “S-Si…” – se concentra en mantener el campo de fuerza, pero sin dejar de preocuparse por Martin – “¿Es ese Fabio? No…hay algo diferente en el…”

Al cuerpo de Martin rebota contra el suelo varias veces, mientras que con cada puñetazo de Fabio le produce un dolor intenso. A pesar de que su cuerpo haya adquirido un fortalecimiento increíblemente enorme, todo esta relacionado al estado mental de Martin, y debido al trauma de su niñez, está siendo limitado.

El suelo de tierra se abre con cada impacto de Martin al ser aventado por Fabio, salpicando el lugar con tierra y piedras:

Fabio: “Dios santo, y yo que me puse nervioso por un patético pedazo de mierda como tú”

Martin: “E-Estela…” – la mira, e intenta alcanzarla al extender su mano a lo lejos

La arrogancia del cazador que alguna vez fue el mas poderoso de Argentina, ahora se ve aumentado enormemente, están a un nivel cercando a Rango S, lo que posiblemente le abra las puertas a ser miembros de lo Dark Eagles.

Con una sonrisa demencial, Fabio pisa la meno de Martin, la cual intenta alcanzar a Estela.

A la vista de todos los demás cazadores, que mientras son abrumados por decenas de arañas monstruo, Martin es aplastado sin piedad y luego levantado del cuello como símbolo de la diferencia tan enorme entre ambos:

Fabio: “No te pongas mal, esa chica amiga tuya…será una hermosa compañía para mi…” – le susurra al oído, y luego relame con su lengua, deseando violarla exitosamente

Martin: “Cállate…” – deja escapar con un enojo enorme, pero algo lo está reprimiendo por dentro– “Te…detendré…sin importar que…”

Fabio: “¡¿Y que es lo que vas hacer?!” – golpe con el rostro de Martin contra la pared montañosa y arrastra con fuerza, lastimándole el rostro al cazador – “¿Decías algo, estúpido?”

Martin: “Yo…no te tengo miedo…”– se intenta poner de pie y confrontar a Fabio, pero cuando se da cuenta vuelve a desplomarse en el suelo, cayendo de rodillas

Fabio lo mira con desprecio, y sin piedad le patea en el rostro, humillándolo frente a su grupo que aun esta en peligro, intentando defenderse de las retorcidas criaturas arácnidas:

Fabio: “Deberías conocer tu lugar maldito idiota, no eres mas que un mocoso pretencioso. Pero solo eso eres” – pisa la cabeza del joven contra el suelo– “Es molesto tener que lidiar con alguien como tu…pero ciertamente es muy satisfactorio ver como el brillo en tus ojos se va”

Martin: “El…tiene razón…todo este tiempo fui un presumido de mis habilidades…y en estos momentos soy solo un idiota que no puede vencerlo…”– se maldice internamente

En ese momento, Martin se da cuenta de que sigue siendo impotente ante alguien que lo atormento en sus sueños por muchos años, asesinando a su padre, arruinando a su familia dejándola en la absoluta pobreza, enloqueciendo a su madre que aun espera a su esposa, intentando violar a su mejor amiga y una de las personas mas importantes de su vida.

El dolor en su corazón es fuerte, como si miles de agujas le perforaran el pecho, dejándolo sin aire, y con ganas de llorar desconsoladamente, por ser débil, y tener ese sentimiento de no poder proteger:

Martin: “¿De que sirve este poder…si no he podido proteger a las personas? Casi muere Estela…casi muere este grupo…mi madre empeora día a día…mi vida…ha sido un desperdicio constante…soy un simple fracaso que no ha podido proteger lo que más ama…” –su cuerpo se sienta ligero, pero siente algo en su pecho que lo hace sentir extrañamente diferente – “Lo siento a todos…lo siento mucho…a pesar de todo este poder…me abruma el temor de enfrentarlo…al final…el fue quien arruino la vida de mi madre…y mía…”

Su mente comienza a recordar lo que ha pasado en su niñez, la vida que llevaba con sus padres antes del incidente que lo perturbaría muchos años después. Los abusos por parte de otros niños en la escuela primaria, secundaria y preparatoria. La oscuridad invade el corazón de Martin al punto de que el color característico de su piel se torna pálido, las pupilas se vuelven blancas y su corazón se detiene.

Una voz que resuena como eco intenta ayudarlo a calmarse:

“Se fuerte…Martin…se fuerte mi niño…”

Mientras que una figura majestuosa se aparece frente a él, con los brazos abiertos y un aura maternal, casi como si lo estuviera alentando a recibir tal amoroso gesto…

***PARTE II***

Arakneida se acerca rumbo a las afueras de la montaña para dar caza a los humanos que han osado a entrar en sus dominios.

Sin embargo, algo la detiene al punto de hacer temblar sus patas, mira de un lado hacia el otro buscando tal presencia, solo para darse cuenta que algo está sobre su abdomen:

Arakneida: “No…tenía idea…que estuvieras aquí…”– voltea su mirada hacia el abdomen, encontrándose con el Emperador Insecto

Esfutyox: “Creo haberte dejado en claro que me llames mi señor. Espero que entiendes que mi Rango es superior y mis poderes están por arriba…o quizás deba arrancar de nuevo las extremidades para que entiendas cuál es tu lugar”

Arakneida: “No…mi señor…”– se inclina temerosa ante el poder tan bestial que desprende Esfutyox, siendo comparable con los Cazadores más poderosos

Esfutyox: “Así es como debe ser…”– da un salto y aterriza frente a ella

Arakneida: “¿Y cuál es la razón de su visita, mi señor?”

Esfutyox: “Buena pregunta. Curiosamente me sentí atraído por diversas fuentes de energía, una es la de un cazador Rango A con poderes curativos y defensivos de elemento aire, otra es la de un humano corrompido, pero la que mas me ha llamado la atención…es la de un humano con un nivel de poder que sobrepasa por mucho el mío. Sentí la curiosidad de ver quien es y si mis sospechas son verdaderas”

Arakneida: “¿Podrá ser…ese humano? – recuerda a Martin y su abrumadora presencia que acabo por hacerle temblar su cuerpo

Esfutyox: “¿Sabes algo de eso?” – le pregunta con gran interés para saber de quien se trata y poder responder sus incógnitas

Arakneida: “Por el momento no, ya que ese humano esta con otro grupo y el aura que desprende es difusa”

Esfutyox: “Entonces no puedes captar su poder ni siquiera siendo de alto rango. Me decepcionas Arakneida” – la mirada hostil, haciendo que ella retroceda unos pasos, asustada de ser comida para el Emperador Insecto– “Oh, por cierto. Me encontré con un viejo colega tuyo, el antiguo candidato a Rey que has rechazado para ser la absoluta Reina”

Arakneida: “¿Beralez?” – deja escapar con sorpresa al volver a escuchar sobre ese antiguo personaje que quiso ostentar el poder como Rey al desafiar a Arakneida

Esfutyox: “Si, ese sujeto. Un completo imbécil que apenas duro un segundo. Pero lo grave no fue su insulto hacia mí, sino que se confabulo con un mero humano para derrotarte y que pueda estar en el poder. Aunque te hice el favor de devorarlo luego de aplastarlo como la misera alimaña que es”

Arakneida: “I-Imposible…el…era fuerte…pero no fue rival para Esfutyox…y está aquí…me matara si no hago algo…”

Esfutyox: “Oye, respóndeme algo”

Arakneida: “S-Si mi señor”

Esfutyox: “El portador de la Marca del Emperador…está aquí…¿cierto?”

Arakneida: “Si mi señor, está aquí y es aquel al que detectas un fuerte poder comparándosele a usted”

Esfutyox: “Okey, entonces…”– se da vuelta y camina en dirección a donde esta Martin– “Sera muy divertido conocerlo”

Arakneida: “No…no puedo dejar que el Emperador Insecto haga esto…destruirá mi reino y lo que es aun peor…nos matara a todos…o quizás…ese sujeto con el poder de la marca pueda derrotarlo…cualquiera de las dos opciones me llevara a la muerte…”

Inconscientemente Arakneida da unos pasos hacia el Emperador, haciendo que este se detenga y apenas voltee a mirarla:

Esfutyox: “Si tienes algo que decir…hazlo…”– le lanza una mirada asesina – “Apúrate o te mato”

Arakneida: “Y-Yo…”– las palabras no salen de su boca, hasta que decide lo mejor para ella misma– “¡Quiero derrotarlo para usted mi señor, y salvar a mi Reino”

Esfutyox: “¿Crees que solo las palabras sirven? Si vas hacerlo, entonces prepárate para las consecuencias si fallas. Además ¿porque debería dejar algo así en manos tuyas?  Hablamos del portador de la Marca Imperial, el poder más grande que existe”

Arakneida: “Es solo un muchacho que apenas es cazador, no tiene las habilidades al completo, puedo vencerlo sin problemas”

Esfutyox: “No subestimes el poder que otorga esa marca Arakneida”

Arakneida: “Por supuesto que no mi señor, pero quiero hacerme cargo de ello…por favor, permítame”

Esfutyox: “Hah…”– suspira – “Bien, si te encargas con éxito te recompensare volviéndote parte de mi harem de reinas…pero sino…serás comida de mis descendientes…dependerá de tu como solucionas esto”

Arakneida: “Muchas gracias por esta oportunidad mi señor” – agradece disgustada – “¿Huh? ¿Mi…señor?” – cuando levanta su cabeza, el emperador Insecto ya no esta

La razón por la que Esfutyox permite a Arakneida encargarse de Martin es desconocida, quizás solo lo vean como alguien que desconoce su poder o algo mas ocurre. Mientras tanto los Emperadores se comunican con Esfutyox para corroborar las sospechas, sin embargo, este no desea que los demás se metan en sus dominios, por lo que evita hablar con ellos o al menos eso estaba intentando.

***PARTE III***

La constante y masiva aura casi invisible de Martin, que solo los Emperadores presienten además de los rangos S o más, no deja de causa una impresión extraña en Esfutyox. Ya sea el inevitable surgimiento de tal enemigo que puede poner en problemas muy grandes a los Emperador, o que, al recordar los tiempos de antaño, quizás la lucha regresa a todos ellos.

Lucha por la que deben demostrar sus estatus de Emperadores, pero lo que mas deja preocupado es el hecho de que tal poder vuelva a manos de un humano insignificante:

Esfutyox: “Maldición, ¿Cómo es que se nos ha escapado de las manos? Ahora lo sucedido hace miles de años podría volver a ocurrir…un mero humano con la marca del emperador…doblegándonos a nosotros…y definitivamente cerrando los portales que conectan estos mundos y el humano…esto no esta bien…quizás…”– piensa con mayor preocupación el haber dejado tal misión a Arakneida– “Quizás es un error dejarle esto a esa Reina…pero si lo que dice ella y mis suposiciones son ciertas…el humano aun no podría saber el poder que posee, eso podría hacer más sencillo todo” – se detiene para pensar las múltiples opciones– “Pero si el llega a ser consciente de ello…estaríamos simplemente habremos desencadenado a una futura bestia…no…a un monstruo que ni nosotros los emperadores podríamos detener…”