Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 17

La mirada seria de Martin ante la inoportuna noticia de un portal tan peligroso, lo hace replantear si su país tiene la fuerza necesaria para afrontar tal anormal situación:

Oscar: “Entiendo que quizás sea información impactante, pero lo que vendrá ahora es mucho peor”

Martin: “¿Mucho peor? Dime más”

Oscar: “Como bien te dije hace momentos, argentina esta entre los países más débiles en termino de poder mágico y rango. Pero, ¿sabes el motivo real de tal situación?”

Martin: “Me dijiste que no es verdad sobre la alimentación y situación social, entonces debe haber algo mucho más anormal”

Oscar: “Exacto, y es porque este portal de rango SSS+, desde que ha surgido en el desierto de Salta, no ha parado de absorber energía de todos los cazadores del país. Para decirlo en pocas palabras, el potencial posible es consumido para que el mismo portal mantenga su estabilidad”

Martin: “E-Esto debe ser una broma, presidente Oscar, esto no es para tomarlo a la ligera”

Oscar: “Lo sé, y es por eso que te lo cuento a ti”

Martin: “¿Qué esperas conseguir diciéndomelo?”

Oscar: “Necesitamos ayuda de alguien excepcional, y te hemos vigilado desde lo sucedido con la mazmorra goblin”

Martin: “¿Vigilándome? Eso es ilegal, esperas que haga algo y me dices que he sigo vigilado, dame un motivo como para no irme”

Siguiendo a su amo, Arakneida libera un poco de su poder dentro del auto, agrietando las ventanas y sacudiendo la tierra a su alrededor:

Oscar: “Por favor, primero…escúchenme…después hagan lo que crean mejor” — intenta calmar los ánimos, al ver que tanto el cazador como su acompañante están con miradas asesinas

Martin suspira y detiene a su familiar:

Martin: “Continúe señor presidente”

Oscar: “Gracias. Nosotros durante años hemos intentado obtener ayuda. Hemos pedido a gremios de Chile, Perú, Brasil, Cuba, México inclusive de Estados Unidos para que nos ayuden a despejar esa mazmorra. Pero a excepción de Estados Unidos, los demás rechazaron al saber que era de un rango demasiado alto”

Martin: “¿Y Estados Unidos?”

Oscar: “A cambio de su apoyo, ellos quieren para si mismos la mitad de los recursos natural del país”

Martin: “¡¿Qué demonios?! ¡Es una locura!” — se altera ante tal absurda exigencia

Oscar: “Es lo primero que pensé, pero luego me di cuenta que sus exigencias eran razonables. Ningún gremio en el mundo podría despejar una mazmorra tan peligrosa, a excepción de la elite que son solo 3 o 4 al menos”

Se voltea y uno de los miembros del cuerpo de seguridad le alcanza a Oscar una carpeta de madera con documentos personales de Martin:

Oscar: “Lo cual nos lleva al siguiente tema, muy relacionado a esto en particular”

Martin: “Eso es mío” — dice con seriedad al ver que esos papeles contienen información personal

Oscar: “Si, son los documentos con los que te inscribiste a la asociación” — toma el primer papel y lo lee— “Martin, 18 años de edad, dirección de vivienda XXXX, Afinidad Mágica con elemento Fuego, aunque lo cierto es que jamás se te ha visto usar, único familiar Carla Felucci, Rango F+. Si alguien leyera esto creería que eres un farsante o al menos desconfiaría en esto” — agita en su mano la información— “Pero ¿sabes algo Martin?” — se acerca al joven— “hay algo que no nos has dicho, pero desde mi punto de vista eres algo mas de lo que aparentas. Así que luego de lo sucedido con la mazmorra goblin, llegue a pensar que algo va a suceder, algo esperanzador. Luego nos enteramos que Fabio, ese malnacido infeliz, iba a estar en esa mazmorra por lo que quisimos intervenir”

Martin: “¿Por qué no lo hicieron? Si lo hubieran hecho antes, Estela no hubiera tenido que pasar por lo que paso” — aprieta su puño y libera un aura muy fuerte que deja temblando a los guardias

Arakneida también desprende una sed de sangre reaccionando a los sentimientos de su amo:

Martin: “Oscar, esto casi termina en una tragedia, inclusive Fabio casi se vuelve un monstruo solo por poder”

Oscar: “Q-Que poder tan increíble…”— mira a su alrededor, asombrado del poder liberado apenas en una fracción por parte de Martin— “solo déjame explicarte”

Martin: “Termina todo este palabrerío, para poder ir a ver a Estela”

Oscar: “Si, ya voy a la razón real. Debido a las leyes del país y la relación bilateral con Brasil, nos vimos obligados a no actuar, sino esperar. En cierta forma, estuvimos con las manos atadas por la espalda, hasta que un grupo enorme de cazadores sale del portal, acompañados por ti y un cuerpo decapitado. Se sabía que misión a donde iba Fabio, era sinónimo de muerte y violación, ya que nadie excepto él y sus seguidores volvía. Pero lo de la mazmorra arácnida nos lleno de esperanza. Lo que quiero decir es que, dejes de pretender ser rango F y acepta ser S+. Eres muy poderoso, y necesitamos un gremio que sea la fuerza armada del país, ya que el gobierno brasilero y el gremio mas fuerte de ese país no se quedaran con los brazos cruzados”

Martin: “¿Me estas pidiendo que funde un gremio? ¿Por eso esta reunión?”

Oscar sabe que Martin no es alguien ordinario, no solo por su poder y talento, sino también que el como se dirija a él dependerá del éxito de la conversación. A pesar de ser honorable y tener un buen juicio con las personas, Martin pone a su familia y amigos por sobre todo lo demás, por esa razón el presidente intentara persuadirlo:

Oscar: “Necesitamos una fuerte presencia, y un gremio contigo como maestro será buena opción. Entiendo que desees tranquilidad, pero lo de la mazmorra arácnida no será pasada por alto, ni por la opinión pública, ni los medios, ni siquiera en Brasil. Si deseas proteger a los tuyos, lo mejor es crear un gremio, imponerte ante todos los demás, y quizás los demás países dejen de ser hostiles con Argentina”

Martin: “Demonios, no quería que algo así pasara, pero lo de la mazmorra arácnida era algo inevitable. Lo que dice Oscar es verdad, si continúo pasando desapercibido acabare siendo considerado sospechoso, y así mi madre estar en peligro y también Estela. Maldita sea, Fabio, bastardo, tu castigo no fue suficiente” — piensa cabizbajo frotándose las manos entre si

Oscar: “¿Martin?”

Martin: “Oh, lo siento, solo pensaba en cosas”

Oscar: “Entonces, ¿qué es lo que harás?”

Martin: “Quisiera pensarlo bien, no es algo que deba decidir ahora”

Oscar: “Ya veo, es lo mejor que puedes hacerlo” — busca en el bolsillo de la chaqueta— “ten, cuando tomes una decisión solo llámame aquí” — le entrega su tarjeta con el número de teléfono— “y una cosa más, me gustaría invitarte al gimnasio de la asociación, por supuesto que es a tu elección, pero allí conocerás a los maestros de gremio y a futuras promesas”

Martin: “De acuerdo, lo pensare” — guarda la tarjeta en su chaqueta

Al concluir la reunión, Martin y Arakneida se bajan del coche para caminar rumbo a la clínica donde fue llevada Carla:

Martin: “Estuviste muy callada en los últimos minutos, ¿estás bien?”

Arya: “Si amo, es solo que ese hombre, siento que tiene intenciones extrañas contigo”

Martin: “También lo note, pero tiene razón en que he sido demasiado conformista en mi situación, si puedo ser rango S+ mi madre podrá tener una mejor calidad de vida, y también podre proteger mejor a Estela también”

Arya: “¿Entonces lo hará, mi señor?”

Martin: “Lo pensare, pero estoy seguro que si”

Martin saca del bolsillo su teléfono, y busca en la agenda, el número de Estela:

Martin: “¿E-Estela? Soy yo…Martin” — dice tímidamente

Estela: “Hola hola, ¿cómo estás? Fui a tu casa, pero no estabas, me preocupé al no encontrarte”

Martin: “Esto bien, gracias por preocuparte. Sabes, estuve pensando en ir a cenar, ¿qué opinas?”

Estela: “Seria una estupenda idea, pero esta vez quiero pagar yo”

Martin: “Ah, recuerdo que había pagado todo yo, y ella se enojo por eso” — recuerda ese hecho, mientras que una sonrisa incomoda se forma en el rostro

Arya: “Señor, ¿se siente bien? ¿desea ir al médico o respiración boca a boca?”

Martin: “¿Heh?”

Arya: “¿Hah?”

Estela: “¿Martin, hola?”

Martin: “Ah, si si perdón, es que hay un poco de interferencia. Entonces nos vemos esta noche en el restaurante de la ora vez”

Estela: “Perfecto, no vayas con dinero te lo advierto, invitare todo yo”

Martin: “Si si, entiendo. Bien, cuídate, nos vemos luego”

Martin termina la llamada y retorna a su camina hacia la clínica más importante del país para ver a su madre y poder llenar los papeles en su estadía.

Mientras tanto, el auto de Oscar se mueva a través de las calles de la Capital, rumbo al edificio principal de la asociación.

Después de hablar con Martin, el presidente Oscar afloja sus hombros y tranquiliza su mente con sorbos de su vino favorito, aun así, la sensación tan abrumadora que había sentido hace momentos cuando el joven cazador y su acompañante estaban escuchando y hablando, era demasiado extraña:

Oscar: “Es poderoso, no puedo negarlo, pero este chico y la mujer que lo acompaña, no son gente ordinaria. Hasta podría creer que se intentaban contener para no matarme. ¡Ah, es verdad!” — saca su teléfono celular y buscar un contacto desde la agenda— “Hola, Octavio, si si…habla Oscar, tu petición ya fue cumplida, el resto depende de ti”

***PARTE II***

Después de ver que su madre estuviera en perfectas condiciones y poder charlar con ella, aunque sea brevemente, Martin sale de la habitación para dejar que las enfermeras puedan darle su baño diario.

Desde que las noticias sobre el éxito de una mazmorra tan peligrosa y la muerte de Fabio, los rumores no dejan de circular. Las personas ya no creían en un cazador tan terrible como Fabio, sino en aquel que salvo a los cazadores de la mazmorra arácnida, casi como si ese salvador se tratase de un superhéroe.

Mientras espera por volver a entrar a la habitación, Martin navega por los portales de noticias, donde el 90% de estas son sobre el éxito en la mazmorra. Suspira al no encontrar nada nuevo que leer en las noticias, camina de un lado hacia el otro, hasta que Arakneida en su forma humana vuelve de la panadería con varios trozos de pan y bebidas:

Arya: “Pensaba que quizás tengas hambre”

Martin: “Si, un poco. Pero quiero guardarme para esta noche”

Arya: “Ara ara, había olvidado que saldrás a cenar con Estela. Haberlo dicho antes”

Martin: “Arya, me gustaría pedirte algo”

Arya: “Seguro, ¿Qué es, mi señor?” — su rostro se pone serio ante una petición de su señor

Martin: “¿Podrías cuidar a mi madre hoy y mañana?”

Sin preguntar las razones, Arya asiente con la cabeza y luego hace reverencia ante su señor:

Martin: “Muchas gracias” — agradece a su subordinada

Arya: “N-No agradezca mi señor, todo lo que hago es por usted”

Martin: “Supongo que ahora que es mi familiar, no es alguien malvada. Entonces lo monstruoso no solo de su apariencia, sino también de su personalidad desaparece. Le recompensare más tarde” — la mira con una grata sonrisa

***PARTE III***

Al día siguiente, Martin se acerca al gimnasio de la asociación, aceptando la invitación de Oscar como observador de las actividades entre los maestros de gremio y los considerados genios del rubro de cazadores.

Cuando cruza la puerta, nota una atmosfera muy pesada, a lo que se pone en alerta. Las miradas de todos se dirigen hacia el joven, prejuiciosas, acusatorias inclusive algunas de ellas indiferentes, en algún punto se había ganado cierto resentimiento al haber ocultado su verdadero poder, y lo cierto es que consideran que fue hecho para ignorar la responsabilidad que conlleva.

En ese momento escucha un fuerte estruendo que sacude toda la estructura.

Martin se aparta a un lado al sentir una fuerte presencia que cae donde estaba parado, destrozando el suelo, levantando las rocas y bloques de cemento como si fuera papel frágil:

Octavio: “Vaya vaya, esquivaste mi ataque muy fácilmente” — levanta su mazo con el que destrozo el suelo

Martin: “Tu, ¿Quién eres?” — lo mira fijamente

Octavio: “Solo un cazador que quiere conocerte, ¿hay algún problema…”— toma el mazo desde la punta del mango y se lo arroja— “con eso?

En lugar de volver a esquivar el ataque, Martin se aferra en su posición y antes de que el arma impacta, el cazador lo detiene con su mano derecha desnuda. A pesar de que Octavio había lanzado el mazo con gran fuerza, Martin la detuvo como si fuera apenas una hoja que cae de los árboles:

Octavio: “Oh, entonces los rumores no exageraron tanto. Voy a tener que ir muy enserio ahora”