Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 24
En el Barrio de Almagro, Capital Federal…
Daniel, Damina y Samantha se reúnen con su contacto en el país, Paulo, para poder averiguar el paradero de aquel cazador que tanto se está protegiendo por parte de Oscar.
Sin saber de quien se trata, Paulo había aceptado reunirse con ellos, aunque su mayor razón yace oculta en su desesperación.
El grupo de Brasil llega a una fábrica abandona, donde los espera el contacto con cierto rostro de incertidumbre y angustia. Paulo los recibe cortésmente, pero inmediatamente Damina lo desprecia empujándolo contra el suelo y mofándose de cuan débil es el cazador argentino:
Daniel: “Damina, deja las tonterías, tenemos trabajo que hacer”
Damina: “Si, lo siento, me deje llevar ante la mierda”
Daniel da unos pasos hacia Paulo y se agacha para conversar:
Daniel: “Bien, Paulo, te escucho. Dame toda la información sobre ese maldito bastardo”
Paulo: “Primero quiero saber…”
Antes de que terminara sus palabras, Daniel o interrumpe con un video en su celular, se lo muestra a Paulo para que observe con mucho detenimiento:
Daniel: “Las promesas en nuestro gremio se mantienen a raja tabla”
En el video se ve a la familia de Paulo, que es mantenida secuestrada por algunos cazadores del Fortaleza, pero sana y salva, dejando más tranquilo al argentino de que están bien.
Por alguna razón bastante grave, no solo Daniel y sus compañeras se había infiltrado, sino que desde hace unos días antes se comenzaron a movilizar los del gremio, logrando capturar a la esposa y ambas niñas de Paulo y obligarlo a entregar información clave de la A.A.C que podría tener, inclusive cazadores relacionados a Martin, por lo que el asunto se había vuelto más serio.
Una vez que el video termina, Daniel guarda su teléfono celular y se sienta en el suelo:
Daniel: “Entonces dime todo lo que sepas del cazador…Martin Felucci”
Al escuchar ese nombre, la sangre en el cuerpo de Paulo comienza a helarse, ya que está traicionando al joven cazador que salvo su vida no hace mucho, y aunque su propia familia está en peligro, un sentimiento de impotencia lo acongoja demasiado, haciéndolo sentir más que miserable:
Paulo: “¿S-Si te digo todo…mi familia…podrá ser liberada?” – pregunta con lágrimas en sus ojos al no poder soportar la presión y tristeza
Daniel: “Al darnos todo lo que necesitamos y retirarnos, voy hacer una llamada para liberarlas. Tienes mi palabra” – dice serio, comprometido con su promesa
Paulo: “De acuerdo. Por lo poco que se, Martin se ha mudado, nadie sabe dónde, pero lo que si se es que actualmente ha formado un gremio y ellos tienen su sede en un departamento en Boedo. Apenas tienen 3 miembros en total, Martin, Estela y un joven que se ha unido hace poco”
Daniel: “Entrégamelo Samantha”
Samantha: “Ten” – le da unas fotos con documentos
Daniel: “¿Este es el joven que se unió hace poco?” – le muestra una foto de Octavio
Paulo: “Por lo que recuerdo si, solo fue un segundo que lo pude ver, pero estoy seguro que es el”
Damina: “No dice mucho, estas dudando” – dice en tono intimidante
Paulo: “Y-Yo…estoy seguro…por favor créanme” – les dice desesperado con su voz temblorosa
Daniel: “Voy a creerte, pero si tu información es errada, ni tu esposa ni tu hija se salvarán, aunque sean liberadas, ¿lo entiendes?” – le advierte muy serio
Paulo: “Si, por favor libéralas, ya te he dicho…”
Daniel lo interrumpe cuando hace una llamada algo discreta al hablar en su idioma natal, el portugués. La mayoría de los miembros de Fortaleza son bilingües, por lo que manipulan tanto el origen como el español, usado en ocasiones para reuniones con otros países Latinoamericanos, pero en otros momentos usan el original.
Mientras Daniel mantiene alejado, hablando por teléfono, Damina y Samantha hablan entre ellas en portugués, para que Paulo no sepa el motivo:
Damina: “Espero que encontremos a esos cazadores”
Samantha: “Yo ya no aguanto más estar aquí. No veo la hora de llegar a mi casa y broncear mi trasero mientras bebo cerveza sin alcohol”
Damina: “Te he dicho que bebas alcohol…con alcohol, maldita loca”
Samantha: “Oye, me dices maldita loca, pero tu bebes alcohol en taza cuando debe ser con vaso”
Damina: “Cállate”
La lluvia torrencial cae con más fuerza, filtrándose agua a cantaros por el techo destrozado de la fábrica. Damina y Samantha miran al techo, sintiéndose de malhumor por el lugar escogido por Daniel para la reunión:
Damina: “¡Tsk! Oye, Samy, ¿qué hora tienes?”
Samantha: “Mmm…”– mira la hora en su teléfono celular– “es la 1:30 hs”
Damina: “Demasiado de madrugada, ¿Por qué no acabamos esta reunión, Daniel?” – le pregunta al verlo regresar después de su comunicación telefónica
Daniel: “Aún queda algo más por averiguar” – responde– “Paulo, quiero información sobre posibles candidatos a pertenecer al gremio de Martin”
Paulo: “¿Posibles candidatos? No entiendo” – responde asustado
Daniel: “En la oficina de Oscar, encontré documentos que casi fueron destruidos por la explosión, esos documentos mencionan una cierta lista de candidatos para unirse al gremio. No dice nada más que eso, y quiero que me digas todo lo que sepas”
Paulo: “Yo…no sé nada de una lista”
Daniel: “Mmm…”– lo mira a los ojos, dándose cuenta de que dice la verdad
Daniel frunce el ceño, y luego se voltea, caminando hacia la salida:
Daniel: “Nos vamos, hay que reunir un poco más de información”
Paulo: “¿Mi familia?” – deja escapar angustiado
Daniel: “Ya hice los arreglos, fueron liberadas en la estación de trenes de Constitución. Aun seguirás bajo nuestras órdenes”
Paulo: “G-Gracias, muchas gracias…”– se golpea el rostro contra el suelo, feliz y a la vez frustrado por haber traicionado a Martin y Estela– “maldición, soy la peor escoria del mundo…pero no me quedaba otra opción, perdónenme chicos, ojalá puedan entenderme” – se maldice a si mismo
Mientras caminan fuera de la fábrica donde los espera un auto Audi negro bajo la lluvia torrencial, Samantha le pregunta curiosa a Daniel dando un pequeño vistazo a Paulo, pensando que se ve muy patético:
Samantha: “¿No era mejor asesinarlo junto a su familia?”
Daniel: “En la facilidad…pudo haber sido una buena opción, pero viendo la información que nos ha proporcionado, es mejor mantenerlo bajo amenazas, aun si su familia está libre, podemos volver a capturarlas si se resiste. Lo importante es encontrar la dirección de ese edificio en Boedo”
Damina: “Ordenare que se averigüe”
Daniel: “Hay que mantener un perfil más alto”
Damina: “¿Mas alto?”
Daniel: “Dejar en claro que quien se meta con Fortaleza, lo pagara. Y lo mejor es demostrarnos en público, en los medios y causar temor. Esa es una de las razones de que he venido aquí siendo un Alto Cazador de los más poderosos del mundo”
***PARTE II***
En el Hospital Italiano de Buenos Aires, uno de los más importantes del mundo…
Estela y Octavio visitan el cuarto 146, lugar donde se encuentra alojado el presidente de la Asociación Argentina de Cazadores, Oscar. En la puerta se encuentra alrededor de cinco miembros de seguridad al menos de rango D+.
Los dos se acercan a la puerta y uno de los guardias que protege la entrada los detiene y pide identificación a ambos, pero ninguno sintió la necesidad de llevarlo, por lo que no pueden identificarse como miembros de la asociación.
Uno de los guardias, vestido de negro, gran tamaño y una barba cuidada, se acerca a ellos:
Walter: “Lo siento, pero no pueden pasar si no hay una identificación” – les dice respetuoso
Después de que le negase la entrada a la habitación, los jóvenes cazadores se dan media vuelta y dan unos pasos de regreso, hasta que se escucha abrirse la puerta y allí sale la secretaria de Oscar, Ana, con rostro de preocupación y ojeras por el mal descanso. Ella los ve a ambos, y se apresura a detenerlos:
Ana: “Esperen chicos. Estela y Octavio, ¿cierto?” – pregunta después de reconocerlos
Estela: “¿Ana, ¿verdad?”
Ana: “Que bueno verlos, ¿podrían venir un momento conmigo hasta la cafetería?”
Los tres se reúnen en la cafetería que se encuentra vacía a petición de la secretaria, todo para discutir sobre unos asuntos de vital importancia y posiblemente sea secreto de estado.
Un mesero se les acerca con tres tazas de café, uno con mucha azúcar para Ana, una con leche para Octavio y la última para Estela, café negro sin azúcar:
Ana: “Lamento lo sucedido con los guardias, ellos recibieron órdenes muy estrictas de proteger a Oscar y que solo su familia y yo podemos entrar”
Estela: “Entiendo, pero dinos, que fue realmente lo que paso en la sede y como esta Oscar”
Ana: “Oscar está bien, sedado y con leves heridas, aun así fue todo muy extraño. Comenzare por el principio, yo había llegado muy temprano para trabajar, como siempre me dirigí hacia la oficina llevándole su café matutino. Cuando abro la puerta, el se encontraba en su sofá leyendo documentos, con preocupación plasmada en su cara, no quise preguntar, pero por la confianza mutua no pude evitarlo. Él no me respondió, pero me pidió evacuar el lugar, dejando solo dos miembros de seguridad y dos secretarias en el primer piso. Lo último que supe, es que tres personas entraron allí y se encontraron con Oscar, al cabo de treinta minutos, el piso donde se encontraba exploto por una filtración de gas”
Octavio: “¿No fue un accidente?”
Ana: “Por lo general sí, pero sus indicaciones, esas tres personas, todo se había vuelto más extraño” – sostiene con fuerza la taza
Estela: “Esas personas, ¿Cómo eran?”
Ana: “Dos mujeres muy atractivas, y un joven que, a comparación con ellas, desbordaba en poder, no pude mirarlos mejor porque su sola presencia me hizo comprender la diferencia abrumadora de poder”
Estela se da cuenta de lo asustada que se ve Ana al contar lo sucedido, entonces posa sus manos en la de ella, tratando de calmar su miedo y ansiedad. Como si le hubiera leído la mente, Ana sonríe agradecida con Estela y continua su relato:
Ana: “Cuando miro hacia arriba, veo a Oscar caer desde la altura. Por suerte unos cazadores lograron capturarlo en el aire, impidiendo que muera por el impacto. Mis ojos no se apartaban de las tres figuras que apenas se habían asomado para corroborar que sus intenciones se hayan concretado”
Estela: “Es muy llamativo el hecho de que tres cazadores desconocidos se aparezcan, y terminen atacando a la A.A.C y su presidente”
Ana: “No tenemos sus nombres, pero sabemos que son extranjeros. Sus intenciones son desconocidas eso seguro, pero de algo estoy segura, deben tener mucho cuidado, porque hace días que el gobierno de Brasil ha estado insistiendo con la identidad de los que estuvieron en la mazmorra Arácnida”
Octavio: “Conflicto internacional, ¿heh? No es de extrañar, el solo hecho de sentirse agraviados por algo, crea motivos para un intento siniestro de intervención”
Estela: “Dudo mucho que Brasil desee entrar en guerra solo por algo tan poco relevante. A menos que fuera un gremio poderoso y con influencia, eso sería diferente”
Ana: “Tiene sentido, ya que la formalidad política depende del estado. La entrega de visa, conversaciones diplomáticas, es algo que el estado brasilero puede hacer y no un gremio. Pero me preocupa la libertad con la que actuaron”
Estela: “Octavio, tú que estudiaste en Harvard la carrera de Ciencias Políticas, ¿crees que pueda haber algo ilegal en esto?”
Octavio: “Por el momento, y a excepción del ataque a la Sede, no hay nada extraño, todo ha sido cuidadosamente preparado, por lo que no hay nada dudoso. Y tranquilamente pueda ser tomado como acto terrorista lo del edificio de la A.A.C, pero sin pruebas contra Brasil, quedara archivado”
Estela: “Ha sido tan cuidado el plan que será difícil culpar a alguien”
Ana: “Y no solo eso…”
Ana levanta su bolso y busca algo entre sus cosas. De allí saca unos periódicos de diversos medios de comunicación de Brasil, allí se ve la fecha y es actual, por lo que contiene noticia de la semana inclusive del día mismo:
Ana: “Estos son los cinco periódicos más importantes de Brasil, Glovo, Bela Noticia, Sao Paulo comunica, Gremalinho el más importante de los Gremios de allí, y el del Gobierno, Intermitenho”
Estela: “Esto tiene que ser una broma” – dice impacta mientras lee el encabezado del periódico Sao Paulo comunica– “Se supone que el estado argentino ha bloqueo toda salida de información sobre ese hecho, ¿Cómo es que estos periódicos saben que ocurrió y el resultado?” – deja en la mesa los periódicos
En los diarios se muestra indignantes encabezados como:
“Debilidad Explosiva de Argentinos”, Glovo
“Ni los Argentinos podrían vencernos”, Bela Noticia
“Los cazadores más débiles de América conocen a los más fuertes”, Sao Paulo Comunica
“Bendito sea el gremio más fuerte, Fortaleza do Amazona”, Gremalinho
“La maldición de ser débil”, Intermitenho
Octavio se pone de pie y camina hacia la puerta, con rostro iracundo y puño cerrado, sin poder contener su enojo rompe la puerta de un puñetazo:
Estela: “Octavio, cálmate un poco por favor” – le dice en voz alta casi regañándolo
Octavio: “Como hacerlo, si esos brasileros nos han hecho ver como débiles”
Estela: “Escucha, al menos tenemos una pista coherente. El gremio causante es Fortaleza do Amazona, y según tengo entendido, es el más fuerte de Sudamérica. Tienen control casi total del Gobierno. Pero, aun así, el paradero de esos tres que enviaron, hay que averiguarlo”
Ana: “Me encargare de la investigación, de paso enviare para ustedes un grupo de guardias para protegerlos”
Estela: “¿Hay algo más que desees contarnos?”
Ana: “Por lo que se, todos estamos en peligro, y ustedes están en el ojo de la tormenta”
Estela: “Tendremos cuidado, confía en nosotros”
***PARTE III***
Unos días después, en la provincia de Córdoba…
Martin llega a un pueblo en medio de un bosque en la localidad cordobesa de Colon, donde hace minutos había sentido una fuerte energía mágica, proveniente del Norte de allí.
Desde que se bajó del ómnibus, no ha dejado de sentir como la magia se desprende de aquella dirección, y mientras más se acerca, más fuerte es la presencia de ese origen mágico. Al llegar al lugar, se encuentra con un portal de mazmorra, de solo rango C+, extraño por contener gran poder mágico, pero de bajo nivel en su opinión.
Martin se acerca al portal con intención de cerrarlo, y evitar algún problema para los habitantes del sitio. Sin embargo, cuando está por llegar, el portal empieza a cerrarse, y de este sale un joven, cubierto de sangre verde y heridas en su rostro, brazos, inclusive su ropa esta desgarrada como si hubiera peleado con bestias, en un gran combate.
Al salir, cruza miradas con Martin, quedándose petrificados sin saber que decir o hacer, hasta que el joven misterioso le dice esbozando una sonrisa forzada, creyendo que es alguien inofensivo y que posiblemente esté en peligro al permanecer cerca de ahí:
Marcos Sibriani: “H-Hola…soy Marcos…Sibriani…y tu…¿eres?” – pregunta tímidamente
Martin: “¿Huh?”
Marcos: “¿Huh?”
Comments for chapter "24"
QUE TE PARECIÓ?