Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 25
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- 25 - Capitulo IV: El Cazador más Fuerte de Córdoba parte I
Marcos Sibriani, 17 años, potencial cazador rango C+
Estadisticas:
Inteligencia: B+
Fuerza: D
Agilidad: C
Velocidad: A
Poder Destructivo: C
Mana: C
Puntos vitales: D
Magia: Rayo
Marcos: “Tu” – mira fijamente a Martin– “¿Quién eres?” – pregunta al desconocido joven que esta frente a el
Martin: “Martin Felucci” – responde tranquilamente para evitar que el joven de frente no sienta tensión
Marcos: “No es seguro que estés aquí, te aconsejo que sigas el camino del norte, hacia mi pueblo y…”
Martin: “Lo siento, es que he venido por ti” – interrumpe con sentido del humor
Marcos: “¿Disculpa?” – abre sus ojos, dándose cuenta de que Martin no es alguien ordinario – “su acento no es de por aquí, ni siquiera es de esta provincia, no hay duda este tipo es de Buenos Aires” – aprieta sus dientes
Martin: “Hey, cálmate. No hace falta que uses tu magia” – le dice, viendo como la atmosfera ha cambiado de repente– “este chico se ha puesto muy agresivo muy de repente, esto podría terminar muy mal para ambos” – piensa cuidadoso
El portal detrás de Marcos se cierra completamente, al mismo tiempo que se acerca a Martin manifestando su elemento mágico con toda la potencia posible, el rayo.
Este elemento lo envuelve a Marcos en una especie de armadura color azul centellante:
Marcos: “No sé quién eres, pero no me agrada que alguien venga a decirme que viene por mi” – dice con rostro serio, recordando como hace tiempo fue obligado a irse de su pueblo, pero sin éxito alguno
Martin: “Me has entendido mal, yo…”– intenta explicar el motivo por el que ha ido a su encuentro, antes de que el chico se altere más de la cuenta
Marcos: “¡Vete a la mierda!” – interrumpe molesto
Al escucharlo tan agresivo, Martin intenta entrar en razón, pero el chico hace oídos sordos a las palabras del cazador.
Aumentando su velocidad de caminata, Marcos se acerca a Martin, quien intenta de alguna manera calmar al joven cordobés. Sin embargo, algo en verdad lo ha molestado como para ignorar las palabras de Martin.
Su armadura relampagueante color Azul le permite a Marcos moverse a una velocidad que resulta imperceptible, por lo que en su primer movimiento alcanza a lanzar un puñetazo dirigido al rostro de Martin, quien logra esquivarlo, pero a la vez le resulta sorprendente el manejo de tal magia:
Martin: “Cielos, es muy veloz” – piensa mientras esquiva un segundo ataque
A diferencia de otros cazadores, donde el combate cuerpo a cuerpo es limitado por sus armaduras o el manejo de un elemento natural que no usa velocidad, los ataques de Marcos resultan ser mucho más difícil de predecir, y de alguna manera atrae la atención de Martin.
Manipular un elemento tan agresivo como lo es el rayo, considerado como parte del grupo de cinco más violento, el solo hecho de atacar cuerpo a cuerpo, hace que el mismo poder ataque al enemigo. Con cada puñetazo que Marcos lanza, estos desprenden raíces eléctricas en el vacío producido por Martin al esquivar, logrando impactar en la piel del joven.
A pesar de ser superior en velocidad, Marcos alcanza su límite, y lentamente los brazos comienzan a quemarse, al igual que sus hombros, piernas, y mejillas:
Marcos: “Maldición, he usado no más que diez minutos esta técnica de armadura del rayo y ya alcancé mi limite. Tengo que acabar a este tipo rápidamente y volver al pueblo”
Antes de que el tiempo se agote, Marcos da un paso hacia el frente, con sus brazos hacia atrás, preparado para su ataque con el que planea derrotar a su rival:
Marcos: “No me culpes por esto que ocurrirá, mejor culpa a tu jefe, ese bastardo me las pagara muy caro por el daño que ha hecho a mi pueblo”
Martin: “¿jefe? Oye, espera un momento, ¿de qué jefe me hablas?”
Marcos: “Tú sabes de que hablo, ese bastardo de Uriel del gremio Toppo de Buenos Aires”
Martin: “Estas equivocándote de nuevo y…”
Marcos: “Ese bastardo, dale mi mensaje…me vengare por lo que le has hecho a mi pueblo y a mi madre…hijo de p…”
En ese momento, un escalofrío invade el cuerpo de Marcos, obligándolo a bajar los brazos por completo, dándose por vencido mientras gira lentamente su cabeza, encontrándose con Martin, quien lo toma por el hombro:
Marcos: “¿C-Como es que ha llegado hasta ahí? Hace un momento él estaba frente mío” – piensa sorprendido, con pánico dibujado en su rostro, inmovilizado ante la presencia imponente de Martin– “¿Quién eres?” – pregunta al quedarle en claro que no está con Uriel, pero tampoco es alguien ordinario, eso le queda muy claro
Martin: “Primero cálmate Marcos, no soy tu enemigo, y mi intención no es hacerte daño, ni a ti ni a tu pueblo. Segundo, he venido a petición de Oscar”
Marcos: “¿Oscar? ¿Te refieres al presidente de la A.A.C?” – pregunta sorprendido
Martin: “Así es. Permíteme presentarme de nuevo, me llamo Martin Felucci, soy un cazador y maestro del gremio Victory”
Marcos se da cuenta de que ese nombre le suena de algún lado, alguna mención, lectura, o noticia a nivel nacional. Entonces se echa hacia atrás, muy sorprendido al descubrir quién es:
Marcos: “Increíble, tú eres el cazador…no no, eres el primer cazador rango S+, el que ha cerrado la mazmorra Goblin rango B, y el que logro cerrar la mazmorra Arácnida rango A+. Esto es increíble…oh por dios, eres una celebridad” – se tapa la boca y camina hacia Martin, lo toma de la mano y con palabras sentidas se disculpa– “Lo siento, lo siento por atacarte”
Martin: “Ya ya, tranquilo. No hiciste nada malo”
Marcos: “No me digas eso, he cometido una falta terrible de respeto. Mis disculpas”
Martin: “Hah, estas perdonado” – sucumbe ante la insistencia de Marcos al disculparse
Después de haber aclarado el malentendido, Marcos lleva a Martin hasta su pueblo, que se encuentra ubicado a no muchos kilómetros de la ciudad principal. El sitio es una zona rural, con un centro comercial compuesto por varios negocios de comida, un cine, un centro de recreación, y varias importantes cadenas de comida rápida y restaurantes.
La gente recibe a Marcos con mucho entusiasmo y felicidad, preguntándole como le ha ido con la mazmorra, obsequian al joven diversos productos, inclusive preguntan por su inscripción para ser cazador, pero nadie pregunta por su madre, algo que llena de curiosidad a Martin. Y extrañamente nadie parece importarle la presencia de Martin, solo por cortesía preguntan a Marcos quien es, a lo que el responde que es un conocido que está de visita.
De camino hacia la casa de Marcos, después de haber comido en un puesto de comida rápida, Martin deja escapar su curiosidad con todo lo que ha visto desde que llego al pueblo:
Martin: “Marcos, ¿Por qué los habitantes de aquí me han ignorado?”
Marcos: “Oh, ¿eso? Bueno, supongo que sabes sobre la mala relación entre Córdoba y Buenos Aires, más que nada debido a la poca Federalización. Pero no es como si hubieras hecho algo malo” – responde al detener su apresurada marcha
Martin: “Lo sé, es pura historial. Pero jamás pensé que fuera tan grave, ¿acaso tiene que ver con el gremio Toppo?
El rostro de Marcos se arruga por una enorme ira, y sus puños se aprieta con gran intensidad:
Martin: “¿Marcos?”
Marcos: “Uf” – suspira, recomponiéndose de la ira– “si, podría decirse que empeoro todo por ese maldito gremio”
Martin: “¿Qué fue lo que hicieron?”
Marcos: “Hace exactamente hace dos años, yo manifesté mi elemento rayo, algo muy inusual entre despertados. La gente del pueblo se había alegrado muchísimo, ya que sufríamos las mazmorras, y también el hecho de que nadie miraba a este lugar, pero con el nacimiento de un nuevo cazador y lo que a posterior tendría de repercusión, podría no solo salvar a mi gente sino a mi familia, eso fue lo que pensaba. En los siguientes meses, el pueblo empezó a ser hostigado e intimidado por gremios locales que buscaban reclutarme, y con éxito pude echarlos de aquí, hasta que ellos aparecieron, el gremio Toppo. En un principio se presentaron con enviados formales, pero cuando notaron que rechazaba sin dudar, sus intentos por llevarme se hacían cada vez más agresivos, hasta que uno de ellos en un brote de nervios ataco con su elemento veneno a mi madre. Desde entonces mi odio, y el de mi pueblo hacia ese gremio y todo aquel de buenos aires, nos ha vuelto agresivos contra aquellos de afuera”
Martin: “¿Y desde entonces han aparecido con regularidad?”
Marcos: “Desde hace seis meses no han aparecidos, posiblemente porque han intentado reclutar a alguien más” – se acerca a un lado del camino, y se recuesta
Martin: “No es de extrañarse que usen métodos tan enfermos y extremistas, al final, es el primer gremio de Fabio” – piensa a si mismo
Marcos: “No sé si es por venganza, pero desde que la atención del gremio Toppo disminuyo a casi nada, el gobierno de Córdoba ya no tiene intención de protegernos, ni siquiera cuando aparecen mazmorras”
Martin: “Por esa razón tu eres el que limpia las mazmorras” – agrega disgustado
Marcos: “Es algo que debo al pueblo, al final, en agradecimiento nos ayudan a mi madre y a mí con comida, ropa, inclusive no pagamos servicios”
Martin: “A todo esto, ¿tu madre como esta?”
Marcos: “Ella está en coma, desde hace dos años” – dice acongojado
La incómoda situación se interrumpe cuando un vecino que regresa a su hogar, saluda a Marcos, y luego regresan al silencio.
Martin y Marcos levantan su mirada y se reencuentran con sus ojos:
Marcos: “Entiendo a lo que has venido hasta aquí, y aunque me gustaría estar en tus filas, tengo que decir que no puedo. No es que no quisiera, ¿sabes?, sino que no puedo abandonar a mi madre”
Como es propio de Marcos, su preocupación por su madre lo hace rechazar muy difícilmente la oferta de Martin, sin darse la oportunidad para encontrar otra opción.
Sin embargo, Martin no se da por vencido, y contraataca con otra oferta que ya de por si estaba dispuesto a realizar sin necesidad de que Marcos respondiera negativamente:
Martin: “Tu madre”
Marcos: “¿Huh?” – ve la expresión muy seria de Martin– “¿Qué pasa con ella?
Martin: “Es una teoría, pero creo poder curarla”
Marcos: “¡¿Q-Que?!” – deja escapar, petrificado ante esas palabras tan firmes y seguras de sí mismo
***PARTE II***
Inevitablemente la tensión política entre ambos países, Argentina y Brasil, aumenta mucho más, y rápido. Tal es la repercusión del surgimiento de un cazador como Martin, que alarma al presidente Mauricio Fernandez, ya que su amistad con el recientemente reelecto líder político de Brasil, Timoteo do Santos se ve alterada en la constante presión del poderío brasilero.
Esto no es mas que la punta del iceberg en lo que respecta a la política exterior.
Los días siguientes al descubrimiento del rango de Martin se hicieron difícil de sobrellevar con las presiones del gobierno brasilero, y las intervenciones constantes de cazadores de aquel lugar. Todo por la muerte de un cazador inmoral y antipatriota como lo fue Fabio. Las razones de tales tensiones no son muy claras, pero los problemas para Mauricio escalan mucho, al punto de que al mismo tiempo que suceden hechos terribles como ataque a la A.A.C, sucede un llamado que destroza su voluntad y fortaleza mental:
Timoteo: “Hola, mi querido compañero, soy yo…Timoteo”
Por unos infinitos segundos Mauricio permanece callado, sin poder decir una sola palabra y sintiendo como un nudo en la garganta lo obliga a decir algo a pesar del temor que lo apuñala sin piedad el pecho:
Mauricio: “S-Si, aquí…Ma…Mauricio” – responde con voz nerviosa
Timoteo: “Me preguntaba que tanto ruido está haciendo tu país en estos días, y cuando veo los periódicos y noticias en mi televisor, adivina que encuentro” – dice sarcástico
Mauricio: “Y-Yo, no lo sé”
Timoteo: “Vamos, te daré una buena pista, es un cazador novato que hasta no se mucho era el rango mas bajo y ahora es S+. ¿Te suena?”
Mauricio: “…”– no responde por temor a ser insultado
Timoteo: “No te oigo”
Mauricio: “E-El…”– traga saliva– “El cazador…M-Martin”
El caso de Martin se ha vuelto tan inusual que muchos estados Latinoamérica se pronunciaron de manera sistemática, algunos a favor de Argentina como Chile y Uruguay, y otros en contra al considerarlo un fraude, como Brasil y Estados Unidos:
Timoteo: “No te pongas nervioso, solo llamo para felicitarte por tal descubrimiento”
Mauricio: “M-Muchas gracias”
Timoteo: “Sin embargo, no soy de los que se creen todo lo que dicen los medios. Entonces, ¿qué tal si envías a tu cazador a mi país para que su rango sea medido?”
Mauricio: “¿D-Disculpa?”
Timoteo: “Claro, entiendes que la credibilidad de tu país ya es escasa. Desde que han anunciado falsos rango A+ y S+, ya nadie confía en ustedes, por eso me ofrezco gratamente a medir el rango de tu nuevo cazador estrella y…”
Mauricio: “Lo siento, pero es imposible, las mismas leyes internacionales prohíben esas cosas”
Timoteo se asombra por la respuesta de Mauricio, por lo que ríe a carcajadas burlándose de su supuesto valor. Desde que comenzó su mandato como presidente, Mauricio ha sido hostigado e intimidado por Timoteo, inclusive ambos siendo reelectos en el mismo tiempo, la humillación del mandatario brasilero al argentino ha sido abrumador, no solo el poder económico, político o influencia en Sudamérica, sino en cuestión de rango:
Timoteo: “Escúchame con claridad, ese mocoso que es protegido por tu nación de mierda, no solo nos ha dejado con esta humillación, sino que tenemos una deuda de niveles astronómicos con el gremio mas poderoso del mundo, Dark Eagle. Te daré unos días para pensarlo, quiero a ese chico tomando un avión, si alguien pregunta diremos que es una excursión, veras como a nadie le importara una mierda con tal de que les demos un por qué. Bien, entonces ¿Qué te parece? Coherente, ¿verdad?”
Mauricio: “No, siento mucho decirlo señor Timoteo…”
Timoteo: “Oh no, no me vengas con esa mierda”
Mauricio: “No venderemos a los nuestros, menos aun con lo que tus muchachos de Fortaleza do Amazona le han hecho a mi mejor amigo Oscar. Si quieres atacar a mi país, entonces ven. Pero te recuerdo que ambas naciones estamos bajo la Ley de Antiguerra del año 2023”
Timoteo: “Bastardo prepotente, estas en un gran problema del que no podrás escapar sano y salvo. Te estoy ofreciendo una mejor solución, entregar a mi país ese mocoso por el crimen de Fabio, nuestro cazador estrella, por quien pagamos una fortuna asquerosa. Piensa muy bien lo que estas haciendo” – advierte furioso
Mauricio: “Lo siento, pero repetiré mi respuesta, no vamos a entregar a nadie”
Timoteo: “No me hare cargo de lo que mis muchachos hagan, suerte”
La comunicación se termina con las palabras amenazantes de Timoteo. Después de todo, su carrera política se había construido en base a dudosas acciones, y una prominente carrera como cazador Rango A+:
Mauricio: “Uf” – suspira agotado, mientras se echa hacia atrás en su silla– “maldita seas Oscar, ¿las cosas no podrían empeorar ahora que no estás?” – deja escapar, preocupado por la situación tan delicada a nivel internacional
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