Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 28
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- 28 - Capitulo VII: El Resurgimiento del Fénix y la princesa de las arenas
En la prisión de Devoto, uno de los complejos reclusorios con mayor seguridad del pais, Oscar y Ana se dirigen al sector de visitas de máxima seguridad, uno de los lugares más apartados y vigilados de todo el sitio. Después de los rigurosos protocolos, donde guardias incautan aparatos y cualquier objeto que pueda ser usado como arma, caminan a lo largo de un pasillo hasta una puerta que da a un salón enorme, con varias mesas donde esperan varios criminales a ver a sus familias.
A medida que avanzan hasta la mesa donde espera Julio, Ana mira a cada criminal que espera como sus ojos se encuentran sin vida debido a los años encarcelados. Pero al llegar a la mesa asignada, ven a un hombre con mirada penetrante y apariencia completamente imponente, la secretaria de Oscar se asombra por verlo sin las secuelas de alguien cuya vida tras las rejas lo debería cambiar, pero ahí está, entero y con fortaleza para mantenerse firme.
Julio se pone de pie y se acerca a Oscar, a quien le dice en tono entusiasta:
Julio: “¡Oscar, mi amigo!” – lo abraza, feliz de volver a verlo
Oscar: “Es un gusto volver a verte” – le regresa el gesto – “ella es Ana, mi secretaria” – la presenta, haciendo que ambos se estrechen las manos
Julio: “Un placer Ana, soy Julio”
Ana: “Mucho gusto, el presidente Oscar me ha contado muchas cosas sobre usted”
Julio: “Si…muchas cosas no son de mi orgullo” – dice reacio
Julio les indica para que tomen asiento y no se pierda el tiempo de visita:
Julio: “Supongo que no es una visita solo porque me extrañas, ¿cierto?”
Oscar: “La verdad que no. ¿Sabes que está pasando últimamente?”
Julio: “¿Con que?”
Oscar: “Martin, las mazmorras, Fabio…”
Escuchar ese nombre hace que el rostro de Julio se envuelva en venas que recorre su cuerpo, intentando aguantar las ganas de levantarse y darse a la fuga destruyendo todo con la intención de matar a Fabio, sin embargo, Oscar lo detiene tomándolo del hombro y devolviéndolo a la silla con calma:
Julio: “¿Conocen la historia de Juana de Arco?” – pregunta, quitándose las lágrimas con las palmas de la mano como si fuera un niño. El hombre elegante e imponente, ahora intenta hablar entre sollozos – “pero la historia no tan conocida de ella”
Oscar: “Conozco un poco, ¿pero a que viene eso?”
Julio: “Ella fue condenada por crímenes improbables como existe en la jerga criminal. Se le culpo de hacerse pasar hombres, alentar el satanismo, y sobre locura. Ella murió quemada, hasta que años después de su muerte se le levanto los cargos, y mucho tiempo después es beatificada por los mismos que destruyeron su imagen. Ocurrirá conmigo sin importar lo que necesiten de mí. Se que me necesitas, pero con todo en mi contra, lo dudo mucho, seré una Juana de Arco más, parte de este sistema corrupto, muriendo en este lugar y…”
Oscar: “Deberías escucharme primero” – interrumpe a Julio
Julio: “Yo…lo siento mucho, y a usted también señorita” – se inclina hacia adelante, disculpándose honestamente
Ana: “No, no hay problema, es algo normal. Mas tratándose de Fabio” – le responde, intentando evitar que se siga disculpa – “es muy cortes y elegante” – piensa sorprendida de que fuera conocido de Oscar
Oscar: “Escúchame con cuidado Julio, todas las palabras que te dije, tiene un patrón en común y es que Fabio ha sido asesinado”
Julio: “¿Qué?” – pregunta incrédulo
Julio no encuentra un sentimiento lógico con el que afrontar ese hecho. Estar en prisión gracias a que fue acusado siendo inocente, y ahora saber que el que arruino su vida esta muerto, lo llena de dicha pero también impotencia porque la verdad de eso no ha salido a la luz, o al menos eso piensa, porque Oscar le cuenta todo lo que sucedió, sobre Martin, la mazmorra arácnida, y la repercusión de la existencia del cazador rango A+.
Ahora el panorama para Julio es diferente, y la esperanza en su rostro, vuelve a donde pertenece:
Oscar: “Y hasta el momento el grupo de Martin está buscando a los candidatos”
Julio: “Fabio…” – deja escapar, aun en shock
Oscar: “¿Estas bien?”
Julio: “Fabio está muerto” – vuelve a decir, esta vez con lágrimas que salen de sus ojos – “tantos años maldiciéndolo, y añorando verlo para vengarme, el…por fin está muerto…” – se toma la cara con ambas manos, mientras sigue llorando
Oscar palmea la espalda de Julio, acompañándolo en su felicidad y dolor por tal noticia. Su espíritu se eleva nuevamente, recordando el odio que sintió en aquel momento, y como su corazón se desborda de sentimientos reprimidos por el encierro:
Julio: “María, ¿ella lo sabe?”
Oscar: “¿La muerte de Fabio? Si, inclusive al día siguiente llamo a mi oficina para corroborarlo. Esta semana vendrá a verte”
Julio: “Esas son grandes noticias, en verdad me da mucha paz para permanecer aquí”
Oscar: “Por eso estamos aquí Julio”
Julio: “Dime porque han venido” – mira serio a Oscar
Oscar se dirige a Ana, mientras ella saca de su portafolio unos documentos y formulario sin llenar, y se lo entrega a Julio, quien lo abre para ver de qué se trata la visita tan repentina de su amigo:
Oscar: “Voy hacértelo más claro mi amigo, te presento un formulario para formar parte del Gremio Victory for San Martin, no solo tu sino también María. Y esta carta que ves aquí” – levanta la carta y se la entrega – “es de un juez que ha dictaminado tu inocencia al haber encontrado muchas pruebas a tu favor, y no solo eso, el juez que te condeno estaba con Fabio, por lo que fue juzgado en tiempo record”
Julio: “E-Eso significa que…” – queda perplejo ante tal noticia
Oscar: “Eres libre, y bajo la condición de estar en un gremio y continuar como cazador para poder ser vigilado, es simple protocolo, tiene de duración unos seis meses, hasta que decidas irte o seguir”
Julio: “Gracias, muchas gracias” – abraza con fuerza a ambos, emocionado de recibir tan bella noticia
Oscar: “Oye oye, cálmate. Aun debes estar dos días aquí, pero en cuanto salgas enviaremos a alguien que te recoja”
Julio: “Lo entiendo, ya quiero ver a mi esposa”
Oscar: “Estoy seguro que ella por fin tendrá a su esposo en casa” – le dice, feliz de ver a su amigo con una mejor cara que antes
Después de despedirse de Julio, salen del edificio y Ana le pregunta intrigada a Oscar:
Ana: “Me preocupa su rango, el que sea rango A+ como Octavio y Estela no lo haría tan poderoso como para enfrentar a enemigos extranjeros”
Oscar: “En eso te equivocas Ana. Recuerda la razón del porque está en prisión, Fabio vio que su potencial era cada vez mayor, al ser el primer rango A+ eso condenaba al imbécil a ser un segundón. Y aquí la diferencia, Julio es lo más cercano a un rango S+, y la razón misma de que fuera así, es que nació en Uruguay, siendo hijo de argentinos. Por lo que la influencia del portal SSS+ no llego a él, sin contar que en sus días era tan fuerte que hasta los poderosos gremios europeos pusieron sus ojos en él. Era conocido como el Fénix patagónico, su elemento fuego era demasiado intenso, más de lo normal”
Llegan a la salida de la prisión, la cual es abierta por un guardia. Ambos salen de allí, y Oscar continua con su explicación:
Oscar: “Su esposa María Maeng es otro talento increíble. Nacida en Corea del Sur, emigro de niña a Argentina, es una curadora de rango B+ cuya magia se basa en plantas. Ambos se conocieron en el mismo gremio, e hicieron una pareja tan eficaz que fueron bautizados como el dúo Ardiente Flor Sudamericana”
Ana: “Woaaah, entonces son increíbles” – deja escapar, llena de admiración por la pareja – “significa que, si se unen al gremio de Martin, serán una adición con potencial”
Oscar: “Sera formalmente el gremio más poderoso del país, y con potencial a ser el más fuerte de Sudamérica”
***PARTE II***
Después de despedirse del pueblo, Marcos y Laura, decidieron aceptar la oferta de Martin para irse con el y ser parte del gremio, pero antes de eso, los tres caminan en el ocaso del día a través de un camino boscoso hacia el norte, rumbo a la provincia de Tucumán, donde los espera otro de los candidatos.
Avanzando al frente y sus dos nuevos compañeros detrás, hablando entre si tras dos años sin poder siquiera abrazarse, Marcos y Laura se ponen al día con todo lo que pueden. Martin los oye hablar y disfruta mucho de tal bonito momento, extrañando de a momentos a su querida Estela y su amada Madre, que lo esperando en Buenos Aires.
A lo lejos ven un pueblo muy pequeño, donde se encuentran estaciones de gasolina con camiones pasando constantemente, y sus conductores descansando para proseguir con el camino. Martin se detiene en medio de la carretera de camino a ese pueblo cuando siente una presencia humana con magia, pero muy perturbada casi al borde del colapso:
Marcos: “Martin” – se acerca al ver que está quieto en medio de la carretera – “¿Qué pasa que nos detuvimos?”
Martin: “En ese pueblo, hay alguien que está muy alterada” – dice con rostro preocupado
Marcos: “¿Y eso es algo por lo que tendríamos que actuar?” – responde, sintiendo extraño lo que dice el cazador
Laura: “Marcos, no deberías cuestionar lo que dice o quiere hacer. Quizás sea algo serio y es nuestro deber intervenir en lo que sea” – le dice sabiamente, a pesar de no entender tampoco la situación
Martin: “Tenemos que ir antes de que empeore” – vuelve a caminar rumbo hacia el pueblo – “vengan, posiblemente no tengamos que ir hasta Tucumán”
Así, el grupo que caminaba a través del bosque en una carretea que la cruza por completo, llega hasta el pueblo cuya actividad económica es la que provee la enorme estación de gasolina que sirve a más de quinientos camiones de carga por día.
Sin embargo, al llegar se encuentran con un grupo de conductores de camión armados, palos, cuchillas, machetes, inclusive armas de fuego en sus manos, mientras avanzan hacia uno de los baños más alejados del sitio. Esto resulta muy extraño para Martin, quien sigue a la turba enfurecida hasta una extraña formación de arena que rodea los baños:
Martin: “Esto es malo, muy malo. Marcos, Laura, vengan conmigo”
Marcos: “Esto no me gusta para nada” – dice muy negativo
Martin: “Eso lo tengo sabido, pero hemos encontrado a la chica Tucumana, y si no hacemos algo la mataran” – responde a las dudas de Marcos
Laura: “No, por dios” – agrega horrorizada
Mirando de un lado hacia el otro, el grupo corre hacia la turba hasta meterse entre ellos sin que lo sepan y poder averiguar qué ocurre.
Habiendo logrado escabullirse hasta la turba, Martin llega hasta el frente, y cuando llegan hasta los baños se detienen. A continuación, uno de los conductores da un discurso para producir aún más odio contra una persona.
Nadie sabe qué ocurre, ni nadie entiende que pasa, pero todo lleva a un gran descontento contra las personas sensibles a la magia y, por ende, los cazadores.
La arena postrada alrededor de los baños comienza a moverse, formando picos para impedir que pasen los intrusos:
Marcos: “Al parecer es una chica de 15 años la que está ahí” – se acerca a Martin y le informa
Laura: “Posiblemente haya sufrido un intento de violación, pero ella se defendió y acabo matando accidentalmente a esa persona” – agrega indignada por tal injusticia contra la chica
Marcos: “Un imbécil menos en el mundo y condenan a la chica, que estupidez”
Martin: “Este mundo es así, lo mejor es solucionarlo sin entrar en conflicto”
Marcos: “¿Cómo lo harás? Estamos rodeados por estos bastardos”
Martin: “Primero tenemos que tratar con la chica, no podemos saber su estado y si enfrentamos a esta gente ella aprovechara para huir y…”
En ese momento, una chica de unos 15 años, contextura pequeña y muy bella, cabello rubio, piel blanca y ojos azules. Su vestimenta es a la moda, pero por su viaje a través de las provincias se encuentra rasgada y sucia, la mirada que la caracteriza es penetrante, y casi fría. De su boca sale una voz dulce y educada, pero también resguardada ante los extraños:
Macarena: “Por favor, no quiero que me persigan, yo no tuve la culpa, se los supli…”
Una roca es arrojada e impacta contra su frente, haciéndola caer al suelo.
Al ver esto, Marcos y Laura entran en ira, y buscan cruzar el mar de personas hasta poder brindarle asistencia, mientras que los perpetradores de la violenta acción responden ignorantes:
“¡Macarena, Eres tú la que lo incito, mírate como estas vestida, maldita zorra!”
“¡Si, inclusive para no pagar por un hotel te habrás entregado al dueño!”
“Lo peor es que tienes magia, tengan cuidado que esta zorra quizás nos mate”
Macarena: “N-No, no es mi intención” – responde adolorida a las acusaciones tan crueles de parte de esas personas
Lo cierto es que, para la ignorancia y pobre sentido común de la gente, ella, quien solo viste una blusa negra, falda corta con portaligas a cuadros, una boina oscura y zapatos negros es solo una ramera que busca la atención masculina como si de un perverso juego se tratase, a pesar de ser una chica de tan solo 15 años, y que fue acosada hasta casi ser violada.
Para sorpresa de Marcos y Laura, Martin ya se adelantó hasta llegar al frente, al lado del violento perpetrador de la apedreada a la chica, que aún está asustada y confundida, con la frente ensangrentada:
Martin: “¿Estas bien?” – se acerca a ella y le extiende su mano
Macarena: “¡Déjame! ¿Huh?” – mueve su mano para apartar a esa persona, hasta que levanta su rostro y ve a Martin, a pesar de que su vista se encuentra borrosa lo reconoce, abriendo sus ojos, pero sabiendo que tarde o temprano el aparecería
En el momento en que ella lo ve, sus ojos se cubren de sollozo hasta romper en llanto y abalanzarse sobre él, buscando el calor de su pecho y así aplacar la angustia que cargaba tan penosamente, como si lo hubiera esperado mucho tiempo.
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