Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 29
Martin: “¿Huh?” – se sorprende por la acción de la chica – “¡o-oye! ¿Qué estás haciendo?” – pregunta incomodo, con la chica aferrándose fuertemente a su torso
Macarena: “Estuve esperando muchos días” – responde con sus ojos cerrados y los brazos rodeándolo con fuerza
No habiendo sido suficiente, la turba enfurecida reclama a base de insultos y gritos, que la chica sea entregada para ser castiga, esto sin duda sorprende al grupo, que no puede creer cuan arcaica es la gente de ese sitio, metiéndose con una chica de apenas 15 años hasta el punto de querer golpearla.
Esto hace pensar a Martin en cuan mal esta la sociedad, aun en época donde la verdadera crisis que podría destruir lo conocido, son las mazmorras.
Los ojos azules de la chica se abren de par en par y levanta la mirada hasta Martin, encontrándose con los de el:
Martin: “¿Te encuentras bien? Tienes el brazo lastimado” – intenta no toca la herida que parece haber sido producida por algo filoso, y mira fijamente la herida en la frente de ella por la piedra que le han arrojado
Macarena: “Descuida, fue solo un golpe pequeño” – responde con una inocente sonrisa de hermana menor
La actitud de las personas, y la pobre condición de la chica hace que Martin sienta asco y odio a ese grupo de desalmados que se atreven a desquitarse sin entender las cosas con una adolescente, cuyo pasado y vida es desconocida, sin siquiera preguntarle porque está sola en tal sitio.
Marcos y Laura se acercan a ellos y se detienen para evitar que Macarena sufra otra agresión cobarde, interponiéndose en el camino:
Laura: “¿Te encuentras bien? Ya estas a salvo, te protegeremos” – se acerca a la chica, y le acaricia la cabeza para calmarla
Marcos: “Tenemos que salir de aquí, antes de que pase a mayores esto” – le dice a Martin
Sin embargo, ve como Martin avanza hacia la multitud que llega a unas cien personas armadas, como si estuviera preparándose para una guerra. Pero solo es el actuar de un grupo de ignorantes que al no saber comprender algo, llevan a que sus instintos más bajos se sacudan como un terremoto, llevando a que intenten matar a golpes a una chica que podría ser la hija, nieta, hermana, o sobrina de muchos presentes.
De nuevo, el líder del grupo exige que la chica se entregue para ser castiga:
“Tu, el chico de allí, entrega a esa zorra para recibir su merecido castigo”
Martin: “¿Qué ha hecho para merecer esta agresión?” – pregunta serio, sin temor a las reacciones – “no tiene sentido que estas personas quieran hacerle daño a ella” – piensa intrigado
“Esa mocosa de mierda, ha herido de gravedad a mi hijo mayor, ahora está siendo llevado a un hospital porque tiene perdidas de sangre enorme. ¡Maldita zorra, vengare a mi hijo!” – grita iracundo, con la voz en alza de la multitud que lo apoya
Macarena: “E-Eso es mentira, yo solo esperaba sentada junto a estos baños y el vino a atacarme” – reúne todo el aire que puede – “¡el intento violarme, rasgando mi ropa y golpearme en el brazo con un pedazo de vidrio!” – grita con todas sus fuerzas – “por favor créanme, no es como lo dice, yo solo estaba esperándolos, tienen que creerme” – les pide a Martin y los demás, con desesperación y lágrimas brotando sin control
Después de tal grito honesto, las personas comienzan a murmurar cuestionando lo sucedido según esa persona que los lidera.
Sin embargo, para él, las palabras de la chica no son más que habladurías, y lo que importa es la venganza por haber visto como picos de arena lo atravesaron desde el costado de su cuerpo:
“No se dejen engañar, las palabras de una zorra son solo para seducir, nunca saldrá algo inteligente, ni siquiera la verdad. Vamos, tenemos que darle una lección”
Martin: “Ya tuve suficiente de esto” – da unos pasos al frente – “no sé qué clase de mentalidad tengan, pero el meterse con una chica solitaria en medio de este lugar pútrido, lleno de degenerados orinando en cualquier sitio, emborrachándose y durmiendo semidesnudos en el suelo, si piensan que ella es la zorra y no ustedes malditos idiotas degenerados y estúpidos violentos arcaicos, entonces tendremos que usar la fuerza suficiente para demostrarles cuando hay alguien más poderoso que no teme a los números” – advierte con una agresividad abrumadora
Para Martin, la lógica de ellos es solo impartir justicia por mano propia según lo que se le da la gana y en base a sus creencias antiguas y retrogradas. Pero lo que, en verdad molesta al joven, es el hecho de que se haya llegado al extremo de hacerle daño.
Sus ojos se envuelven en destellos rojos ardientes, mientras que, con cada paso, el suelo tiemble con fuertes sacudidas como si fueran pisadas de gigantes.
Todos lo miran con temor en sus corazones. Poco a poco se dan cuenta de que no es alguien ordinario, e inmediatamente huyen del lugar mientras tiran los objetos con los que iban a lastimarla a la chica, solo quedándose el hombre, sin poder moverse de su lugar, mirando como aquel joven se acerca hasta su encuentro, y aunque tienen casi la misma estatura, el violento hombre siente como la diferencia entre ambos se hace cada vez más impresionante.
Sin voluntad para hacerle frente y con nada más que una escopa en su mano, levanta el arma y apunta a Martin, advirtiéndole con la locura violenta en su mente, donde ya no le importa la vida humana, solo saciar su ego:
“S-Sera mejor…que entregues a esa chica…o…o los matare a todos partiendo por ti”
Martin: “Si vas a apuntar a alguien…” – levanta su mano en dirección al demente armado – “tendrás que estar preparado para asesinar” – cierra su puño, destruyendo en pedazos el arma
“¡E-Esto es imposible! ¡T-Tu…debes ser un cazador, no tendrías que protegerla, deberías estar de nuestro lado!“ – exige sin darse cuenta de su situación
Martin: “Eres la segunda persona que pretende que haga algo inmoral y poco ético” – su expresión cambia a una mucho más agresiva – “no me compares con la basura corrupta que hace daño a pueblos inocentes y arruina la vida de su gente… ¡no me compares con esa mierda que mata a padres y arruina familias! ¡no me compares con esa basura que viola mujeres y exige fortuna para salvar a las personas!”
Con cada grito que da el sitio tiembla aún más fuerte que antes, hasta que una pequeña grieta se abre entre ambos. Por lo tanto, el sujeto que antes se mostraba seguro con un arma en su mano y una turba iracunda en la otra, ahora se ve superado por la situación, orinándose encima y arrastrándose para escapar, hasta que lo consigue mientras amenaza a Martin con todavía valor para cobardías.
Marcos y Laura miran mucho más sorprendidos que antes por la muestra de poder por parte de Martin:
Marcos: “I-Increíble, en verdad…es el poder de un rango S+…no podría llegar nunca a su nivel”
Martin mira primero al cielo y lego baja su mirada mientras suspira. Luego se da media vuelta y camina hacia Macarena:
Martin: “¿Puedes levantarte?” – le pregunta con una sonrisa amable y extendiendo su mano
Macarena: “S-Si” – responde sonrojada, mientras toma la mano de Martin y se reincorpora – “muchas gracias por salvarme”
Laura: “Verte siendo agredida de esa manera, no es algo que pudiéramos ignorar fácilmente” – le dice en tono maternal
Marcos: “Eso estuvo muy cerca”
Macarena: “Gracias a ustedes se solu…” – se detiene al ver a Marcos, al igual que el intercambian miradas – “yo…estoy mucho mejor” – su corazón se acelera, quedándose impactada ante el atractivo del joven
Marcos: “Me alegro que lo estés”
Martin: “Macarena, dime que ha pasado. La actitud de esa gente, no es normal”
Laura: “Martin tiene razón, algo no anda bien, estaban demasiado agresivos, y es en verdad triste” – dice acongojada por la situación tan tensa que acaban de vivir
Macarena quita la sangre de la frente producto del piedrazo mientras es vendada en su brazo por Laura:
Macarena: “Es justo como dije, el hijo de ese hombre quiso violarme, y en un arrebato de mi propio poder acabé por hiriéndolo con mi habilidad de arena”
Laura: “Debió ser realmente horrible la situación” – le dice con sus brazos rodeándola, para poder brindarle al menos contención
Macarena: “Todo este camino que recorre hasta qui fue un infierno…” – se acurruca entre el abrazo de Laura, sintiéndose realmente protegida, pero a la vez que vulnerable – “
Marcos se acerca a Martin, intercambiando sus miradas, dándose cuenta de lo afectada que se encuentra Macarena a nivel físico y emocional, considerándose lo mejor que no se le pregunte nada, solo llevarla hasta el siguiente lugar a reclutar al candidato faltante y volver a Buenos Aires.
Aun así, Martin necesita hacerle una pregunta clave para continuar con su camino hacia la provincia donde está el ultimo candidato:
Martin: “Quisiera preguntarte una cosa Macarena”
Sin embargo, ella le pregunta antes de que pudiera continuar:
Macarena: “Martin, ¿qué ha ocurrido con el Agente?”
Martin: “Q-Que ¿qué agente?” – pregunta confundido
Macarena: “El señor que la vicemaestra del gremio iba a enviar”
Martin: “¿Hablaste con Estela? Ya veo, y esa persona que iba a venir por ti jamás apareció”
Macarena: “En realidad, esa persona debía encontrarse contigo, y luego vendría por mi juntos” – responde, aun temblorosa por el impacto de lo sucedido hace momentos
Marcos: “No hay nadie por la zona, quizás se perdió o tuvo algún inconveniente en el camino”
Martin: “A simple vista eso podría ser” – responde cauto – “pero si es un agente enviado por la A.A.C, significa que algo serio paso”
Laura: “Y este sitio no es seguro”
Martin: “Si” – asienta con la cabeza mientras mira a su alrededor – “lo mejor es irnos al pueblo más cercano, lejos de aquí y descansar”
Camina hacia Macarena y le pregunta, guardando la calma:
Martin: “¿Puedes seguirnos el paso? O…” – gira su cuerpo, dando la espalda a Macarena – “si quieres puedo llevarte todo el trayecto hasta el siguiente pueblo”
Macarena: “E-Estoy bien, enserio. Solo me duele el brazo, no es algo muy serio” – responde tímidamente
El grupo se moviliza hacia el norte, siguiendo la ruta por la que estaban caminando hace unos momentos, rumbo a la siguiente provincia hasta llegar a Chaco, hogar del ultimo candidato de la lista otorgada por Oscar.
Tras varios días de angustia, por fin Macarena se relaja y sonríe, acompañada por las personas que estaba esperando en la estación de gasolina. A medida que avanzan bajo la luz de la luna llena a través de los edificios, las personas se reúnen temerosas, lo más lejos posible, pero con la curiosidad de ver cómo se van aquellas personas que defendieron a Macarena:
Martin: “Suponiendo que esa persona jamás se presentó, ya podríamos suponer que está muerto” – exclama en voz baja, mientras camina junto a Marcos a casi tres metros detrás de ellas
Marcos: “¿Cómo lo sabes?”
Martin: “Para empezar, un agente enviado por la A.A.C debería tener en primer puesto su misión, si ocurre algún imprevisto se debería enviar a alguien en reemplazo y además tendrían que avisar, tanto a Estela como a la chica, sin contar que debía reunirse con nosotros, cosa que jamás ocurrió, lo que lo hace más extraño”
Marcos: “Tiene sentido, pero entonces estamos siendo vigilados”
Martin: “Espero que ese no sea el caso y podamos viajar sin problemas” – responde algo dubitativo – “aun así es demasiado extraño lo que ocurre” – piensa, manteniendo su apariencia de calma para no preocupar al grupo
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