Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 37
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- 37 - Capítulo XVI: Preludio de una masacre anunciada Parte 5
A la mañana siguiente, Oscar decide comunicarse con su amigo de la infancia y actual presidente de Argentina, Mauricio Fernández, y contarle sobre lo que planea la A.A.C en respuesta al atrevido atento contra su vida y la de los miembros del gremio Victory.
Antes de tomar el teléfono, le pide a su secretaria Ana que se marche. A pesar de que ella no acepta con su expresión, decide que es lo mejor y se marcha de la oficina, cerrando silenciosamente la puerta.
Oscar toma una gran bocanada de aire, y levanta su teléfono sobre el escritorio. Los nervios lo hacen parpadear muchas veces sus ojos, ya que no solo hablara con su mejor amigo, sino que es también el presidente del país. Si bien han tenido muchos conflictos durante años, debido a la falta de moral respecto a sus acciones, aun le importa su amistad, por lo que prefiere confrontarlo y no ocultarle nada.
Después de apretar los botones del teléfono, espera a ser atendido por él. Luego de sonar varias veces, Mauricio atiende con voz cansada:
Mauricio: “¿Diga?”
Oscar: “Mauricio, soy yo”
Mauricio: “Ah, ¿Qué pasa?”
Oscar: “N-No, no sucede nada. ¿Te pasa algo a ti? Te noto muy extraño”
Mauricio: “Ja, no pensaba que se notaría”
Oscar: “¿Qué?”
Mauricio: “¿Recuerdas cuando éramos jóvenes, y te conté mi sueño?”
Oscar encuentra muy extrañas las palabras de Mauricio, por lo que le sigue a la pregunta para descubrir que es lo que está pasando:
Oscar: “Si, lo recuerdo”
Mauricio: “Llegar a ser presidente del país, mejorar la vida de las personas, hacer un mejor lugar a mi hogar, vaya sueño…” – suspira agobiado – “Vaya estúpido sueño” – agrega en tono amargado, diferente al agotado de hace momentos
Oscar: “Mauricio, explica mejor, no te entiendo”
Mauricio: “Recibí un llamado del presidente de Brasil, y me dijo que quien sigue más adelante soy yo, jajaja, imagínate como me encuentro, hace días no duermo en mi casa, mi esposa me abandono para irse a Mendoza, estoy constantemente temiendo por mi vida Oscar, todo por seguir los consejos de Fabio, si nunca lo hubiera consentido, si hubiera enviado a ese infeliz a la cárcel” – su voz se quiebra hasta romper en llanto – “Decidí definitivamente abandonar mi cargo”
Oscar: “¡¿Qué has dicho?!”
Mauricio: “Creo que haber gobernado casi dos veces seguidas me ayudaría a resolver los problemas de Argentina, pero me equivoque. Me siento inútil Oscar”
Oscar: “Escúchame bien, nada de lo que hiciste fue inútil, solo fue lo que creíste correcto, pero no te derrumbes en estos momentos”
Como Oscar sospecha desde un principio, Mauricio no ha quedado fuera del conflicto, tanto el gremio Fortaleza como el mismo gobierno de Brasil están involucrados en la intimidación a escala internacional, y por supuesto sabiendo que el presidente argentino no es alguien que se imponga ante los más poderosos o quienes suponen ser personas peligrosas como Fabio.
En un inicio, Oscar se queda callado sin saber que decirle, solo hay un silencio incomodo entre ambos a través del teléfono, hasta que Mauricio se oye más calmado:
Mauricio: “Por eso hoy por la tarde anunciare en todos los medios del país e internacional mi renuncia”
Oscar: “Eso no es propio de ti, podemos enviarte cazadores a protegerte, inclusive puedes pedir protección del ejército y la policía”
Mauricio: “Tú sabes que no es tan simple, y lo sufriste de antemano”
Oscar: “Yo…lo siento” – se lamenta profundamente por la situación que vive su amigo
Mauricio: “Descuida, es culpa mía por cargar con tantos pecados” – permanece en silencio por un momento y continua – “Dime Oscar, a que se debe tu llamado, entiendo que no se quedaran con los brazos cruzados”
Oscar se sorprende por el radical cambio de conversación y el tono de Mauricio, volviendo muy serio, como si nunca hubiera llorado o sucumbido ante la presión extranjera, algo en él ha cambiado de un segundo para el otro. Entonces, el presidente de la A.A.C sonríe gratamente al darse cuenta de que una incendiaria pasión está provocando que Mauricio sintiera ganas de vengarse:
Mauricio: “Dime Oscar…no me mientas…tú me has contactado porque tienes un plan y necesitas mi autorización, se honesto”
Oscar: “Si…”
Oscar le cuenta todo su plan con el gremio Victory a Mauricio. Al principio Mauricio no emitía ninguna palabra, ni de aprobación ni rechazo, solo escuchaba lo que su amigo tenía para decirle, hasta que finalmente termina su explicación, dejando pensativo al presidente del país:
Oscar: “Se que es algo descabellado, pero tenemos que hacerlo, tenemos que devolver esto cien veces de lo que lo hicieron”
Mauricio: “¿Huh? ¡Estas demente! ¿Que no se te ocurrió otra cosa que no involucrase meterse en una guerra con esos imbéciles? Ni siquiera me consultaste. Bueno, no podría esperar más nada, tú siempre hiciste las cosas de esa manera, hasta no tuviste escrúpulos en salir con mi hermana y mi prima al mismo tiempo ¡loco psicópata!, sí que eres de lo peor Oscar” – se altera y grita al teléfono
Oscar: “Jajaja, perdón, pero eran otras épocas”
Mauricio: “Y quieres mi permiso como actual regente del país. Si que tienes agallas para enfrentarte a los brasileros”
Oscar: “Aunque no nos des los pasaportes ni nada, ellos…él se moverá por sí mismo”
Mauricio: “Ah, no tengo motivos para rechazar sus deseos. Para que se queden más tranquilos asumiré toda la responsabilidad”
Oscar: “¿Qué? Hey hey, espera un momento”
Mauricio: “Mañana se iniciarán los procedimientos con la embajada de Brasil aquí. No me detengas Mauricio, he cometido muchos errores, y no quiero perderme de esto, tómalo como que por esta única vez son mis vengadores”
La situación recuerda a Oscar cuando ambos jugaban con otros niños, siendo Mauricio el que lideraba a los demás, con fuerza y honestidad, sin dudar de sus acciones y atrayendo con carisma a la multitud de otros niños, ese era el presidente en sus mejores años, hasta que la carga de llevar un puesto tan increíblemente alto de la política lo superó y acabó por destruir su estabilidad emocional, llevándolo a años de terrible pesar en su mente.
Muchas veces Mauricio se ha preguntado cómo podría regresar esas épocas tan doradas de su juventud, donde importaba más ser libre y disfrutar una vez más de la felicidad, ahora solo le resta vivir en su angustioso presente, y aunque su decisión de terminar con el segundo mandato es inminente, su última acción es apoyar a quienes pueden traer la gloria al país y sacarlo de su declive constante:
Oscar: “¿Seguro? Puedo protegerte de las amenazas, pero lo que harás sería demasiado, podrían llevarte a la ONU inclusive”
Mauricio: “Esos bastardos recibieron el permiso de su presidente, pero falsificándolo para que la responsabilidad sea de José Joao. No cometeré esa cobardía, si iré a la justicia internacional, lo hare sabiendo que ayude a una nueva generación de cazadores”
Oscar: “Si vas a ser condenado, lo hare también, no permitiré que tu solo cargues con todo”
Mauricio: “No seas estúpido, tienes más cosas que hacer, y alguien que espera una respuesta de tu parte, y ella aún sigue sirviéndote” – le dice molesto
Oscar: “Lo sé, lo sé. Muchas gracias, enserio”
Mauricio: “Procura que nos acabemos arrepintiendo”
Oscar: “Ja, ¿Cuándo te he fallado?”
***PARTE II***
Unos días después, Oscar reúne a quienes viajaran a Brasil, ya con la autorización del presidente de la A.A.C y también la del actual presidente del país. Muchos se han pronunciado en contra de declarar una guerra contra el país vecino de una forma tan violenta, y otros, quienes apoyan el fuerte nacionalismo de Argentina, solo gritan por devolver lo que han provocado, múltiples de veces más fuerte.
La decisión ya está tomada, y un gran revuelo se ha producido alrededor de la A.A.C, edificio al que se tuvieron que mudar por el ataque sufrido hace unos días previos. Allí, varios equipos de seguridad protegen los alrededores, equipos antibombas, francotiradores, inclusive agentes protegen la entrada de curiosos que desean infiltrarse.
Ahora que el mismo presidente Mauricio se encuentra en peligro mortal, ya no queda más margen de error, ni se encuentran limitados en actuar. A ambos lados de una mesa larga, esperan de pie los miembros del gremio Victory, la esperanza de todo un país, que para bien o para mal, se han convertido en héroes aun sin haber iniciado su operación con varios mapas y documentos importantes:
Oscar: “Bien, te dejo todo a ti”
Martin: “¿Mi madre?” – pregunta, sin olvidar lo delicada que se encuentra por su salud tan deficiente
Oscar: “Siempre se encuentra cuidada, pero me extraña que no la hayas dejado con Arakneida” – mira a la criatura en su forma humana
Martin: “La necesito para crear portales. Ahora que sé que mi madre estará bien, me enfocare en la misión”
Oscar: “Ten esto, es el mapa del estado de Maranhao y su sede”
Marcos: “¿Maranhao? Creí que era otra su sede, algo así como Sao Paulo, o Rio de Janeiro”
Julio: “Los hay, el Fortaleza tiene exactamente quince sedes distribuidas en los diferentes estados de todo el país, actualmente se han mudado a Maranhao”
Martin: “El asunto actual es que la semana próxima van a irse de ese lugar”
Laura: “Es extraño porque se mudan cada mes, es decir, me sorprende que sientan mucha inseguridad como para no quedarse en un mismo sitio”
Nunca se había cruzado por la mente de Martin esa cuestión, y es como si el mismo maestro del Fortaleza temiese por su vida, y esa es la razón de que cambie de sede cada cierto tiempo. Por supuesto que conocer el motivo puede llevar más tiempo con una investigación exhaustiva, por lo que omite esa cuestión, pero no la olvida:
Martin: “Laura, ¿puedes averiguar el motivo?
Laura: “No estoy segura que lo logre, pero dalo por hecho que me esforzare” – le responde entusiasmada
Martin: “Gracias. Ahora lo que sigue, por lo que me ha dicho Oscar, el gremio de Fortaleza, es el más grande del país y el continente, tiene más de cien cazadores, cinco de ellos son rango S+, además de que el único rango continental y miembro de los altos rangos del mundo, es brasilero y es de ese gremio. Fue quien…derroto a Estela y Octavio” – su tono se vuelve violento y la atmosfera que lo rodea se torna pesado
Macarena: “Son muchas personas, ¿Cómo los venceremos?”
Martin: “Tú te quedaras con Laura”
Macarena: “¿Qué? ¿p-porque, Martin?” – cuestiona la decisión de Martin
Martin: “Eres demasiado joven, y no eres cazadora aun, por lo tanto, no eres del gremio. Además, no puedes tener los beneficios de los cazadores”
Macarena: “P-Pero…”
Martin: “Escúchame, puedes ayudar a Laura, pero no puedo traerte conmigo, será peligroso y no quiero que te pase nada a ti o a ella” – señala con la mirada a Laura – “Una vez acabemos esto, te haremos la medición y oficializaremos tu inclusión en el gremio, pero espera”
Macarena: “¡Pero quiero ayudarte, no me dejes a un lado!” – le grita molesta
Martin: “¡Mi respuesta es un no Macarena!” – ordena contundentemente
Molesta, Macarena huye corriendo del salón de reuniones con lágrimas en los ojos y gran enojo que se ve en su expresión, tropezándose con los agentes que caminan por los pasillos. Laura se disculpa ante todos, y persigue a la adolescente. A pesar de que la chica se haya retirado muy enojada con Martin, la comprende y desea que se esfuerza por ayuda, sin embargo, en su propia ética, jamás podría involucrar a una civil tan joven en temas tan difícil como lo es el ataque a escala internacional entre gremios, por lo tanto y hasta que no sea parte de forma legal del gremio, no dejara que forme parte de la misión:
Marcos: “Si que está molesta, ¿está bien lo que hiciste? Ella tiene talento natural para ser cazadora”
Martin: “Lo sé, pero no importa si es un genio en la magia, sigue siendo una adolescente, debería pensar en salir con chicos y disfrutar su edad, en cambio hablamos de si ella puede participar en una misión donde podría morir. Prefiero que me odie, y viva a verla en una morgue o cubierta de heridas”
Julio: “Hiciste bien, solo pensemos en cómo lograr esta misión y regresar a salvo. Por lo pronto hay dos problemas, los números y el rango”
María: “Tenemos que controlar esos números o preocuparnos por equilibrar la situación con los rangos más fuertes, de una u otra manera estaremos en dificultades”
Julio: “Supongo que también tendremos que separarnos y cubrir mayor territorio”
Martin: “Esa es la base del plan”
Oscar: “Es una incógnita, y lo malo de todo es que no podremos darles asistencia en esos números”
Martin: “Estaremos en una pelea por el terreno. Un gran edificio central, y varios pequeños, además un muro que rodea la zona con seguridad en cada lado. Sin contar que están a pocos kilómetros de la jefatura principal de policía”
Marcos: “Es demasiado. ¿Somos cuantos, cinco? No estoy seguro de que hagamos la diferencia, por más que seas poderoso”
Julio: “Tiene sentido lo que dice Marcos, hay que apuntar a otro lado, no atacando abiertamente, sino…” – se acomoda el cabello hacia atrás, mostrando mucho más su atractivo que deja a las demás mujeres sin aliento
Arakneida: “Kukuku…hablan de números, pero olvidan quien tiene los números más altos, ¿verdad? Mi señor tiene el suficiente rango como para derrotarlos a todos sin sudar, y yo…tengo a cientos bajo mi comando…”
Por un momento, Martin se confunde con las palabras de Arakneida, hasta que recuerda algo muy importante, y rápidamente sonríe con una expresión satisfecha:
Martin: “Es verdad, casi había olvidado de eso…bien, entonces ya está todo arreglado”
Marcos: “¿De qué hablas?”
Martin: “Vamos a atacar de frente, con todos nuestros números, y devolveremos cientos de veces lo que nos han hecho”
Oscar: “Entonces ya está todo arreglado, iré a contactar a la embajada por los pasaportes”
Martin: “No será necesario, y, por cierto, no te preocupes por lo que vendrá respecto a Fortaleza”
Oscar: “¿Huh?”
Martin: “Se que intentaras sacar provecha de la situación y recaudar favores del gobierno y el Fortaleza. No servirá de nada”
Oscar: “Es normal que lo haga, ellos buscaran llevar a la justicia internacional a los perpetradores y…”
Martin: “No habrá gremio que nos lleve a la justicia…voy a desmantelar el Fortaleza…”
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