Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 41
Aparentemente y por accionar poco sutil del ataque por parte del gremio de Martin, las autoridades locales se hacen eco de lo sucedido y rápidamente se preparan para dar apoyo al Fortaleza.
Mientras tanto en el edificio que a pesar de los severos daños se mantiene de pie, los pocos cazadores restantes mantienen fuertes combates. La supremacía de tal poderosa fuerza del continente, que alberga a más de cien cazadores, acaba por ser mermada hasta quedar apenas tres cazadores, el más poderoso y miembros de los altos rangos del mundo, el maestro de gremio y su vicemaestra.
Solo en sus pesadillas más terribles, José hubiera imaginado tal panorama para su poderoso gremio, aun en la peor situación, era inconcebible que un puñado de cazadores podría haber derrotado a tantos, pero ante el la masacra es increíble, aun si todos están inconscientes, la abrumadora diferencia fue abismal:
José: “E-Esto no tiene sentido…se supone…se supone que mi gremio disponía de más de cien cazadores, pero tan solo un grupito de mierda pudo vencerlos a todos” – murmura molesto, apretando sus dientes y viendo cómo se desarrolla la pelea entra Daniel y Martin – “la culpa es de ese imbécil de Daniel…bastardo hijo de puta, tu madre pagara las consecuencias, ya verás”
Desde el lado de ambos cazadores, no hay diferencia casi entre ambos, solo si se cuenta que Martin apenas ha usado su poder de la marca, sería muy diferente todo.
Daniel mantiene al argentino donde quiere al usar su poder de gravedad, obligándolo a permanecer arrodillado contra el suelo, y todo el peso contra su cuerpo. Mientras lo presiona cada vez más fuerte, Daniel saca de su espalda un bate de baseball, al que imbuye de magia gravitatoria y con cada golpe que efectúa, es tan letal como un cañonazo de tanque, lentamente se acerca a Martin mientras reconoce serio:
Daniel: “Te lo diré de nuevo, la misión fue asignada por José, y aunque lo desprecie, mi prioridad es mi madre, que me espera en casa. Tú debes entenderlo, por eso es que no permití que se le acercaran”
Martin: “Aun así lastimaste a Estela y Octavio”
Daniel: “Si, ellos fueron parte del plan, aunque no quería hacerle ese daño a ella, se me fue de las manos, hasta que vi eso…” – respondes perturbado ante las acusaciones del argentino
Martin: “¿Qué fue lo que viste para dejarle en tal estado? ¡Dime!”
Daniel: “El potencial para convertirse en un rango SS+, mejor conocido como alto rango”
Martin: “Tu…” – baja su mirada y apoya la frente contra el suelo frio y arenoso
Daniel: “Ella se había vuelto un gran peligro, y posiblemente perturbaría mi vida diaria, ya sabes, podría molestar su existencia a gente como José”
Martin: “La dejaste al borde de la muerte solo por esa estupidez”
Daniel: “No me importa si lo entiendes, cosa que dudo por tu claro humor, es solo por los intereses nacionales”
Martin: “Maldito bastardo” – deja escapar molesto, levantándose sorpresivamente y neutralizando el poder de gravedad que aun ejerce Daniel sobre el
Una fina capa áurica rodea a Martin, sus ojos se tornan rojos como el fuego en forma de vapor, al mismo tiempo que una presión gigantesca somete todo el lugar y posiblemente casi toda la ciudad.
El suelo tiembla violentamente, abriéndose pasos unas grietas que aumentan de tamaño con el correr del tiempo, provocando el derrumbe de varios edificios de la sede, tales como torres de vigilancia, hospitales, centro de monitoreo de mazmorras, pero la estructura principal que alberga habitaciones para cazadores, invitados, y oficinas aún se resiste a caer, manteniéndose férreamente como un simbolismo de poder y estatus para los brasileros.
Nivel de poder manifiesto: 20%
Martin logra ponerse de pie, sin que la magia gravitatoria pudiera oponérsele, dejando más que sorprendido a Daniel, quien ha usado su mayor recurso en contra de su enemigo, y ni así ha podido vencerlo. El brasilero no evita sonreír de manera irónica, temiendo por sobre todas las cosas no poder volver a ver a su madre, inclusive se maldice por no haberse despedido antes de partir a Argentina.
Siendo hijo único, y abandonados por un padre golpeador y alcohólico, tanto Daniel como su madre Silvana, han tenido que vivir en territorio conflictivo en una de las favelas más peligrosas del país, donde es común encontrarse con cadáveres de guerrillero o narcotraficantes asesinados por enfrentamientos de grupos armados.
Debido al temprano abandono de su esposo, Silvana acaba trabajando para un famoso narcotraficante en la preparación de paquetes de droga, pasando más de quince horas diarias en un almacén clandestino, junto a otras mujeres, sin descanso y apenas comida, mientras el pequeño Daniel concurría a una escuela dentro del territorio narco. A pesar del nocivo ambiente, Daniel y su madre eran felices, hasta que una enfermedad acaba por llevarse la vista de ella y posteriormente se le detecta cáncer de hueso, dándole apenas seis meses de vida.
En ese lapso de tiempo, Daniel comienza a trabajar de lo que sea, inclusive a sus diez años es reclutado por narcotraficantes para llevar mercadería de un lugar a otro en la ciudad o favela. Hasta que un día, el potencial como cazador surgió en Daniel, asesinando a todo el grupo por el que trabajaba, y días después es reclutado por José, bajo las promesas de que ellos pueden darle mejor vida a Silvana y tratar su cáncer, todo esto si es que el accede a trabajar como cazador y a ser entrenado. Sin pensárselo dos veces, Daniel acepta, y aquella promesa es cumplida, Silvana logra superar el cáncer de manera milagrosa, y aunque su vista no ha vuelto, mantiene una actitud alegre.
Sin embargo, y a medida que Daniel pasa meses y años siendo cazador en Fortaleza, presencia la corrupción de lo que creía era un lugar correcto y familiar, inclusive José mantiene una relación comercial con grupo paramilitares y narcotraficantes por igual.
Al darse cuenta que va a morir y que es inevitable, deja caer su bate con el que pretendía lastimar a Martin y cae de rodillas, mientras Martin se acerca desprendiendo todo ese insano poder mágico por todas partes:
Daniel: “Mami…” – solloza como un niño perdido que busca a su madre – “lamento haber sido un hijo tan ausente…yo…”
Verlo en ese estado tan deprimente, sin siquiera oponerse a pesar de ser uno de los cazadores más poderosos del mundo, hacen que Martin sienta curiosidad, por lo que se calma un poco y le pregunta:
Martin: “¿Tienes una madre que te espera?
Daniel: “¿Acaso importa eso? La muerte no discrimina entre aquellos que tenemos a alguien esperándonos o a quienes morirán solos”
Martin: “Tienes razón”
De repente, todo el lugar deja de temblar y la cantidad mágica que se estaba desbordando a niveles críticos como si una bomba nuclear fuera a explotar en cualquier momento, deja de brotar del cuerpo de Martin:
Martin: “Pero no soy la muerte, ni quiero lastimar a nadie. Solo quiero respuestas, y creo que ya las obtuve”
Daniel: “¿De qué hablas? Soy tu enemigo, deberías matarme”
Martin: “Matar, no matar, ¿es eso lo que piensan los grandes gremios y cazadores? Luchamos por defender al mundo de las mazmorras, pero tal parece que más peligrosos que los monstruos son los humanos”
Daniel: “Y-Yo solo…deseo que mi gente y mi madre puedan vivir en paz…no quise hacer lo que hice” – rompe en llanto, apoyándose dolorosamente contra el suelo, sintiendo una culpa que lo destroza por dentro como si mil agujas impactaran su corazón
Martin comprende los sentimientos de Daniel, sintiéndose identificado con el por lo que afrontan día a día con sus madres, y lo que han sufrido, pero a diferencia del brasilero, el a tenido apoyo incondicional de sus compañeros amigos, e inclusive un presidente de la A.A.C que no ha dudado en dar su apoyo. Martin le apoya la mano en su cabeza y fuera del tono iracundo de hace momentos, lo consuela por un profundo respeto que ha surgido hacia el joven:
Martin: “No me sorprende, no cualquiera hace lo que tu aun en circunstancia horribles. El odio genera más odio, pero el respeto genera que haya mutuo entendimiento, se y entiendo que no fuiste realmente quien ha cometido el ataque, y aunque una parte de mi quiere destruir medio país, solo me convertiría en esas personas sin ética ni moral. Por favor, vete a casa, y visita a tu madre, debe estar preocupada por ti”
Daniel: “¡M-Muchas…muchas gracias!” – responde sorprendido por las amables palabras de su enemigo – “no sé cómo devolver tal gesto”
Martin: “Solo vive honestamente, vete con tu madre a otro país, o únete a un gremio pequeño pero que sea honesto. Pero sal de aquí”
***PARTE II***
Momentos antes, Julio y Clarice se lanzan sus poderes como si fueran dos cañones apuntándose y disparándose entre sí. Habiendo usado sus magias correspondientes, Julio defendiéndose de los cañones gélidos de Clarice con la intención de no dañarla, mientras que ella todo lo contrario, apunta a las piernas de él y su cabeza para sacarlo de combate de manera que no vuelva a levantarse:
Clarice: “Me decepcionas, creí que serias tan hombres y me enfrentarías. Supongo que las apariencias engañan mucho” – le grita mientras arroja un pico de hielo
Julio: “Ser hombre y caballero son dos cosas diferentes. Un hombre promete, el caballero cumple. No lastimare a una señorita, solo déjate vencer, por favor” – le pide para no lastimarla, mientras levanta una barrera de fuego y derrite los picos que le arroja Clarice
Clarice: “Si que eres patético”
La brasilera aprovecha un descuido de Julio al disipar su barrera de fuego, y ataca desde un costado ciego de el con varios picos filosos de hielo, uno de ellos logra perforarle las costillas:
Clarice: “¡Te lo dije, ser tan caballeroso con perras como yo te matara!”
Corre hacia el herido Julio, creando un pico en la palma de su mano para dar fin al cazador con un simple y certero golpe al corazón de él. Sin embargo, cuando llega hacia él esbozando una sonrisa que se nota debajo de su máscara, nota que se ha formado un pequeño charco, esto la alerta haciendo que retroceda, pero cuando se mueve hacia atrás Julio la toma de ambos brazos y responde seguro de sí mismo:
Julio: “Como dije señorita, podre perder una pelea, pero mi elegancia y educación permanecerá intacta. Además, jamás tocare a una mujer para matar o dañar, aunque ella…” – empuja a Clarice hacia atrás mientras intercambian breves miradas – “es una historia diferente y por eso me enamoró”
Clarice: “¡¿Huh?!” – la fuerza con el que es empujada apenas le deja girar su mirada y encontrarse con una enorme raíz que surge del suelo y la golpea violentamente, golpeando con su cuerpo el suelo varias veces, hasta acabar desmayada
Tras derrotar a Clarice de un solo golpe, María se arroja a los dulces y apasionados brazos de su amado esposo, habiéndose separado por poco tiempo, pero extrañando la compañía del otro:
Marcos: “Cielos, ¿tienen que ser así en público?” – los mira avergonzado
María: “Lo entenderás mejor cuando llegues a nuestra edad” – responde amable
Marcos: “Ni que tuviera cinco años. En fin, que desastre la pelea de Martin”
Julio: “Si, pero parece que…¿huh?”
Los tres cazadores miran a lo lejos como Martin se encuentra de rodillas en el suelo, preocupados por la situación intentan moverse hacia allí, pero cuando dan unos pequeños pasos, poderosos estruendos los hace caer a medida que un terremoto de menor escala pero que alerta a toda la ciudad, comienza a destruir el suelo y derrumbar varios edificios de menor tamaño que el de las oficinas:
Julio: “¡¿Qué está pasando?!”
Marcos: “Es el…es Martin…”
Julio: “¿Qué dices?” – pregunta, exaltado
María: “Nadie excepto los rangos superiores a S+ podrían realmente colapsar una ciudad entera”
Marcos: “Él puede, tiene la increíble capacidad de hacer eso posible”
Julio: “Esto es bastante inusual” – exclama asombrado y luego sonríe – “pero el imaginar que una fuerza así haya surgido en Argentina, hace que me de felicidad”
Desde su posición escuchan sonidos de sirenas de diferentes clases, bomberos y de bombarderos, todos relacionados a lo que sucede en la sede de Fortaleza, tomándolo abiertamente como ataque a la nación brasilera. A lo lejos, ven como decenas de helicópteros militares se acercan a medida que el sol sale por el horizonte, junto con el sonar cada vez más fuerte de sirenas anunciando que las tropas del ejército se acerca para acudir en ayuda del gremio:
Marcos: “C-Creo que nos hemos excedido” – se pone pálido al ver la repercusión entre el ejercito
Julio: “No, es justo lo que Martin quería”
Marcos: “¿Quería que nos rodease el ejercito?”
Julio: “No…” – se percata de que pequeños granos de arena desparramados en el suelo comienza a moverse silenciosos – “Él quería algo más, un gremio decidido…parece que ella entendió el mensaje” – se da cuenta de quien se acerca
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