Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 42
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- 42 - Capitulo XXI: Un nuevo comienzo para todos
José ve horrorizado como todo el complejo fue destruido por un puñado de argentinos, personas a quienes más odia, pero lo que más funde en odio su ser hasta cegarlo completamente, es el que su orgullo como maestro, cazador y hombre de negocios haya sido manchado de una manera tan patética como la de ser superados a pesar de los números y rangos:
José: “N-No puede ser…” – se pone de pie y camina tambaleante hacia Martin y Daniel – “se suponía que nuestros números jamás podrían ser vencido”
Martin se voltea y mira a un José perturbado, con la mirada muerta y murmullos hirientes hacia Daniel saliendo de su boca:
Daniel: “José, todo termino, deberías rendirte”
José: “¿Qué? Tú tienes las agallas de decirme lo que debo hacer, ¿huh? aun después de que te acogí a ti y tu moribunda madre, ¿así es como me agradeces todo lo que he hecho?”
Daniel: “Ya no seguiré formando parte del gremio, puedes quedarte con tus recursos y lo que quieras”
José: “Con que así lo prefieres, será un placer dar la orden para que dejen de suministrarle la atención médica y ver como se caga muriendo, ja…jaja” – lanza extrañas carcajadas mientras aprieta sus dientes
Daniel: “No puedes hacer eso, debe haber un tiempo para dejar de suministrar la medicación, sino podría sufrir un…”
José: “Un ataque cardiaco o un ACV, ¿crees que no lo sabía? Pobre estúpido, hasta tus queridas amigas Samantha y Damina lo sabían, y jamás te lo dijeron”
Después de decirle esa verdad, Daniel se desmorona completamente, ahora que su madre podría morir y quienes eran sus amigas resultaron ser personas que no eran de fiar, el ya no cree en lo que la gente diga, o, eso es lo que el comienza a creer, porque alguien le toca el hombro y obliga a levantarse de nuevo:
Martin: “No te dejes caer por sus palabras, siempre habrá algo que te haga salir del fondo de ese abismo”
Daniel: “¿Martin?” – mira la espalda de quien fue su enemigo hace momentos
Martin: “No te perdonare por lo que has hecho, pero menos aun a quien disfruta del dolor de las personas y sus seres queridos”
José: “Oh, veo que quieres arremeter contra mí, ¿huh? te reconozco como alguien muy peligroso, pero, aunque fueras poderoso no estas fuera de los límites de la ley, ¡recibirás una condena internacional por eso! Mientras te pudras en la cárcel yo me reiré de ti en mi mansión de Rio de Janeiro y…” – se mofa de Martin, intentando quebrarlo
José se calla repentinamente, al ver la figura resplandeciente de Martin, que es impactado detrás de el por los rayos del sol matutino. Sin importar las cosas que siga diciendo, el argentino no se inmuta, como si hubiera comprendido que lo que José diga no importa, no le afecta:
José: “¿Q-Quien mierda eres?” – pregunta, notando como de la figura de Martin sobresale una intensa aura roja
Martin: “Entiendo que desde tu posición eres intocable e influente” – se acerca a José lentamente
José: “¡V-Vete de aquí, monstruo!” – grita en pánico, mientras agita su mano, intentando impedir el avance del joven
Martin: “No tengo nada en tu contra, pero se atrevieron a atacarnos por un estúpido infeliz sin códigos ni moral, ¿aun esperaban que lo aceptáramos?” –se acerca hasta quedar cara a cara con José
José: “Todo fue parte del negocio con ellos, ¡¿no lo comprendes?!”
Martin: “Solo comprendo que enviaron al hospital a una chica y un chico. Esa chica es la persona que amo y ese chico es alguien cercano a quien considero amigo…” – acerca su rostro hacia José, penetrándolo con la mirada, y encerrando su alma en un ciclo sin fin de tortura producido por la peligrosa aura que actúa como una especie de veneno para el alma
José: “¡P-por favor, te lo ruego!” – le pide entre lagrimas
Daniel: “Es increíble, no tuvo necesidad de pelear con José, solo está intimidándolo al punto de dejarlo llorar, Martin es realmente increíble. ¿Cómo es que un cazador con tal poder no es un alto rango?” – mira impresionado el poder de Martin
Martin sonríe y deja de torturar el alma de José, dejándolo desmayado sobre el suelo y con un severo trauma, posiblemente de volver a tener un enfrentamiento tan desigualdad:
Martin: “Daniel” – dice sin voltearse
Daniel: “¡S-Si!” – sus hombros saltan al ser mencionado por Martin
Martin: “Quiero saber qué piensas y que harás a partir de ahora”
Daniel guarda un momento de silencio, pensando en que podría hacer, ya como una especie de agente libre, sin gremio al que ir y con la salud de su madre pendiendo de un hilo, completamente solo al descubrir que quienes eran sus amigas de toda la vida, solo vivían para satisfacer sus deseos y placeres personales.
Pero lo que acaba por quebrarlo al completo, es recordar el rostro de Estela, completamente ensangrentado, peleando por su amigo herido y los ladrillos del gremio, algo que en aquel momento no le dio importancia porque al no tener afinidad con su gente, el no supo comprenderlo, hasta que ese recuerdo llega golpeando su pecho. Daniel cae de rodillas y comienza a llorar, amargado y asustado por lo que suceda a partir de ahora como había preguntado Martin:
Daniel: “No lo sé, todo esto me ha derrumbado por completo” – limpia sus lágrimas con la palma de la mano
Martin: “Lo entiendo, ni siquiera yo sabía que hacer o decir. En realidad, no me veo como una especie de superhéroe, solo soy alguien normal, que ríe, llora, se mantiene serio, cuida, y se venga, pero esto me ha superado inclusive a mí. Solo puedo decirte que vivas el hoy todo lo que puedas, ama a los tuyos y nunca dudes de quienes han estado para ti siempre, es lo que puedo decirte”
Daniel: “¿Tu que harás? Es decir, derrotaron a una potencia americana, el mundo lo sabrá”
Martin: “Eso es lo que me temía de hacer algo así, pero no queda de otra más que enfrentar las repercusiones” – se voltea y mira a Daniel con una sonrisa – “¿no lo crees?”
Daniel asiente con la cabeza y luego camina rumbo hacia donde están inconscientes Damina y Samantha, mientras se aleja Martin vuelve a llamarlo, haciendo que el brasilero se de vuelta:
Martin: “¿Estás seguro de esto?”
Daniel: “Si, confío en poder lograrlo” – responde más animado que hace momentos
Martin: “Mucha suerte, y cuida a tu madre”
Daniel: “Gracias…”
De repente, el lugar es inundado por helicópteros, tanques, militares, policías, bomberos e inclusive ambulancias, que rodean al lugar de la feroz batalla.
Los cazadores culpables de lo sucedido son rodeados uno por uno con miras laser, apuntados a las cabeza, pecho y piernas, en una primera instancia las fuerzas han recibido órdenes de inmovilizar sea como sea para luego encarcelarlos, pero solo si ignoran la primera orden, sino deben ejecutarlos en ese lugar.
Durante los próximos diez minutos, tiempo en el que las fuerzas armadas y de seguridad rodean al grupo, Martin les indica a lo lejos que no hagan nada que pudiera acabar mal para todos. A pesar de ser cazador de rango considerablemente medio y alto, no pueden ir contra las leyes nacionales de los países, por lo que usar la fuerza contra ellos está prohibido.
Entre los uniformados con armas levantadas, se acerca a Martin un hombre de apariencia pulcra, uniforme azul y varias estrellas en sus hombros, además de varias condecoraciones que cubren su pecho y brazos, su nombre es Casemiro Deudo, el oficial del ejército brasilero más condecorado de la historia del país:
Casemiro: “Si que han hecho un desastre, pero ya se acabó todo, entréguense y quizás la pena sea menos de lo que imaginan” – dice con tono firme
Martin: “Me gustaría saber qué pena cabria para aquellos que ordenaron el ataque a un gremio extranjero, General Casemiro” – responde sin temor alguno
Casemiro: “Mmm…eres un joven bastante inteligente, y quiero creer que comprendes la situación en la que están. Sería imprudente de tu parte dejar que tus compañeros sean…bueno…ejecutados aquí y ahora”
Martin: “¿Es una amenaza, General? – pregunta serio y con su puño apretado
Casemiro: “Solo busco lo mejor para ambos bandos, aunque sea pecaminoso lo que diga”
Antes de que Martin deje escapar su fuerte aura, ve como la arena se mueve a montones alrededor de él, y lo mismo ocurre donde están los demás miembros del grupo. Al principio le llama la atención, pensando que podría tratarse de algún enemigo, pero luego recuerda que alguien puede ejercer esa magia, y rápidamente mira a Julio, María y Marcos:
Martin: “¡Cúbranse!” – se tira contra el suelo y cubre su cabeza
A la vista de todos los militares, Martin permanece en el suelo, al igual que los demás cazadores. Por unos momentos, los brasileros se burlan de él, hasta que unas barreras que lo rodean se forman como altas columnas de arena, y a continuación, se abren portales para que puedan escapar. Del portal que se abre junto a Martin, sale Macarena con sus brazos extendidos y Arakneida, quien acude a ayudar a levantarlo:
Arakneida: “Levántese mi señor, no tenemos mucho tiempo…”
Martin: “¿Qué haces aquí, Macarena?” – pregunta sorprendido y molesto de que la chica no haya hecho caso a su orden
Macarena: “¡Vine a ser útil para mi gremio, y mi nueva familia!” – responde con una mirada decidida
Martin: “Macarena…” – la mira conmovido por tal determinación
Arakneida: “Mi señor, podrán hablar luego, tenemos que irnos antes de que disparen a la barrera” – le extiende su mano
Martin: “S-Si” – toma la mano de Arakneida y los tres entran al portal, logrando salir de tal terrible circunstancia
***PARTE II***
Días después del ataque al Fortaleza en Brasil, Martin y los demás se alojan en un hotel fuertemente custodiado por el ejército y la A.A.C. Mientras que dentro del edificio y a petición de Oscar, se preparó un piso entero como un sector médico, y donde descansan Estela y Octavio, quienes hace apenas un día lograron salir de urgencias, aunque aún no han logrado recuperar la consciencia.
En un enorme salón que por lo general se usa para los banquetes elegantes de alguna conferencia, todos los miembros del gremio Victory almuerzan mientras esperan noticias importancias desde el hospital:
Marcos: “¿Oye Julio, vas a comerte ese pan?”
Laura: “Es el quinto que te comes, te sentirás mal después”
Julio: “Ya ya, está en pleno crecimiento Laura, déjalo ser”
María: “Eres demasiado permisivo, cariño”
Julio: “Creo que es un rasgo interesante, sobre todo para quienes deseamos la paternidad” – le insinúa a María
María: “Bueno, eres así hasta con los niños”
Julio: “Jajaja, cariño, tu malcrías a Macarena junto con Laura y Arakneida”
Laura: “En mi defensa, no puedo con mi sentido maternal”
Marcos: “Créanme que es cierto, es tan maternal que me enamora cada vez más” – dice orgulloso
Macarena lleva su plato y vaso hacia donde esta Martin almorzando, y se sienta junto a el:
Martin: “¿Te diviertes?”
Macarena: “S-Si” – responde tímida
Martin: “No tienes que ser tímida, ahora eres parte oficial del gremio”
Macarena: “Muchas gracias, Martin. Si no hubiera sido por ustedes yo…”
Martin: “Disfruta de esto, lo mereces, y gracias por salvarnos allá en Brasil” – le sonríe a Macarena
Macarena: “Gracias, de todo corazón” – lo abraza con fuerza y llora de felicidad, agradecida por haber conocido a tales personas que ahora le cuidan como si fuera la hermana pequeña de ellos
Martin: “Cuando quieras ve por el postre”
Macarena: “M-Martin, ¿Dónde está la señorita Arakneida? Hace días no la veo”
Martin: “Ella está en una misión importante, por lo que no estará con nosotros por ahora”
Sin previo aviso, llega al salón, el presidente Mauricio y Oscar para conversar con Martin, sorprendiendo a todos:
Oscar: “Sentimos mucho interrumpir el almuerzo, queríamos reunirnos con Martin para hablar de unas cosas”
Mauricio: “Es un placer Martin” – se acerca y le extiende la mano
Martin: “Si…el placer es mío” – le regresa el gesto
Oscar: “Martin, ¿tienes un momento para hablar a solas?”
Martin: “Si, no hay problema”
En una habitación que funciona como oficina, los tres hombres se reúnen para discutir de unos temas de vital importancia a nivel nacional, y que involucran también al nuevo y poderoso gremio que se ha formado.
Cada uno toma asiento, y con tazas de café dentro:
Mauricio: “Espero que estén cómodos aquí, en cuanto acaben las reparaciones en Boedo, podrán regresar a su sede”
Martin: “Si, estamos muy bien, y todos se han portado cortésmente con nosotros. Sospecho que no es el único motivo de la visita, ¿verdad, presidente?”
En un instante, Mauricio y Oscar intercambian miradas y luego el presidente de la nación, después de beber un sorbo del café responde seriamente:
Mauricio: “Tienes razón, y entiendo que vienen de una situación difícil, pero lamentablemente hay repercusiones” – le entrega a Martin un periódico Frances
Martin: “¿Qué es esto?”
Oscar: “Es el periódico Frances, Le Chasseur, especializado en mazmorras y cazadores, lee la noticia principal y dime qué opinas”
Martin: “Esto tiene que ser una broma” – al leer el titulo y luego la noticia, su rostro se vuelve pálido, no pudiendo dimensionar lo que esta sucediendo – “¿esto en que puede repercutir respecto a nosotros?
Mauricio: “Todo Martin, absolutamente en todo, económico, político, social, hasta las relaciones internacionales se verán perjudicadas, dependiendo de la intensidad de lo ocurrido”
Martin: “Yo jamás tuve la intención de que algo así ocurra, sabia que lo de Brasil podría ocurrir, que el Fortaleza desaparecería después de que ataquemos su sede, pero jamás imagine esto”
Oscar: “Comprendo que estés asustado Martin y que esto sea sorpresivo, pero debes asumirlo, ya no eres un mero rango S+, ahora que mostraste tu poder al mundo entero, tienes el deber de corresponder asumiendo tu nuevo rol, como un miembro de los Alto Rangos del Mundo, mejor dicho…como el primer rango SS+ de la historia argentina”
Martin: “Rango…SS+…nuevo miembro de los 10 Altos Rango” – dice en voz baja mientras lee el encabezado del periódico que, junto a la foto de él, dice “Conmoción Mundial: ¡Emerge en Argentina el 11vo cazador Rango SS+!”
***PARTE III***
En ese momento, ocurre un ataque silencioso en el palacio de Gobierno de Brasil, los miembros del cuerpo de seguridad son derrotados con facilidad y dejados en el suelo inconscientes, con apenas alguna herida, mostrando un gran cuidado a la hora de eliminar obstáculos sin matarlos.
El presidente Timoteo es resguardado dentro de su oficina, con una docente de agentes de seguridad y cazadores al menos de rango D que lo protegen, anteponiendo sus vidas si es necesario.
Sin embargo, nada de eso detiene al atacante, ya que dentro de la oficina se forma una grieta y de la que sale una figura femenina muy hermosa. Entonces, al darse cuenta de que esa silueta no es humana, los agentes se disponen para atacar con sus armas, y los cazadores emplean su magia para eliminar a la amenaza.
De repente, la luz de corta por unos instantes, y que, al regresar, el presidente se encuentra con esa criatura cara a cara, mientras que su seguridad fue derrotada fácilmente encontrándose en el suelo desmayados:
Timoteo: “¿Q-Q-Que es…lo que quieres?” – pregunta con un temor tan fuerte que acaba orinándose en los pantalones
Arakneida: “Si que es desagradable encontrarme con un humano así” – se decepciona al ver lo patético que es el presidente enemigo, creyendo en una primera instancia que mostraría mucha más presencia
Timoteo: “¡Por favor no me mates! Sea lo que sea yo puedo…”
Arakneida: “No vengo aquí para oler tu orina y verte llorar como una marica. He venido porque mi señor quiere que te dé un mensaje…o más bien una advertencia” – le interrumpe
Timoteo: “¿A-A-Advertencia?” – pregunta nervioso
Arakneida: “Puedes tomarlo como quieras, el mensaje es el mismo. El me ha pedido que te diga lo siguiente…No te conozco Timoteo, ni deseo eso, pero se lo que le has hecho a mi país, si crees que te dejare hacerlo estas muy equivocado. Si pretendes tomar represalias por lo que sucedió con el Fortaleza, prepárate para la caída de tu nación. Eso fue lo que me dijo, ahora tu decides…disfruta tu mandato completo o lo que te quede, o simplemente prepárate para una guerra que jamás ganar…”
La luz vuelve a apagarse y a los pocos segundos se encienden otra vez, Timoteo busca temeroso a la intrusa, pero no encuentra ni residuos de su poder mágico siquiera, solo ha desaparecido como si nunca hubiera estado:
Timoteo: “Ha…” – suspira aliviado, pero con su orgullo y autoestima pisoteado por una fuerza abrumadora – “solo dios sabe en qué diablos nos hubiéramos metido si no me advertía esa criatura…ese gremio argentino…esta lleno de monstruos que jamás imagine que existieran en ese país…”
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