Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 46
El sol nace desde el horizonte, dando origen a un nuevo día primaveral en las costas de la provincia Argentina de Buenos Aires. En el puerto más importante del territorio se reúnen miles y miles de personas para lo que sería una de las expediciones más prometedoras hacia la mazmorra en la Antártida de toda la historia, una en la que posiblemente se alcance la victoria.
Después de darse un descanso para luego reunirse en ese día con los demás gremios latinoamericanos, Martin y su grupo llegan en un autobús preparado por Oscar y el auspicio de la A.A.C mostrando todo el apoyo hacia Victory y aquellos grupos del país que también darán su apoyo a la misión de forma activa.
Una vez estacionado el bus, Martin es el primero en descender, luego Estela, y sucesivamente hasta que todos logran bajar del vehículo, quedando abrumados por la enorme cantidad de personas reunidas con un entusiasmo pocas veces vistos. A lo lejos una persona con ropa deportiva y bolso detrás se acerca con una sonrisa, el Maestro de uno de los Gremios chilenos más importantes, Gonzalo les da la bienvenida:
Gonzalo: “Hola, gremio Victory, soy Gonzalo líder del gremio Fuerza Roja, aunque todo eso ya lo sabían, jejeje” — sonríe animado
Martin: “Hola Gonzalo” — le extiende la mano
Gonzalo: “Un placer poder verte de nuevo Martin” — le devuelve el gesto
Martin: “Es increíble la cantidad de personas que irán a la Antártida”
Gonzalo: “Si, yo también estoy asombrado, aunque tiene mucho sentido el que estén emocionados”
Martin: “¿A qué te refieres?”
Gonzalo: “Quien sabe…supongo que lo sucedido en Brasil fue lo que inicio esta euforia por ti, y muchos gremios latinos decidieron apostar por ti y tu liderazgo”
Martin: “Espero no defraudar a nadie” — responde mirando a los que han llegado para ayudar
Gonzalo: “Eso se verá cuando estemos allí, y descuida, te ayudare en todo lo que pueda” — le dice mientras palpa el hombro de Martin
Martin: “S-Si, gracias” — responde nervioso
Mientras ambos maestros conversan sobre lo que les espera en el continente helado, los demás miembros de Victory conversan con los cazadores de diferentes países latinoamericanos, como Cuba, Puerto Rico, Ecuador, Perú, Chile, Venezuela, Paraguay, Uruguay entre otros, sin embargo, la ausencia de México y Estados Unidos llama la atención de muchos:
Marcos: “Es extraño que una potencia mundial como Estados Unidos no esté aquí, tampoco México” — dice en voz baja
Jesús: “Puedes tomarlo como una priorización de sus cuestiones nacionales, ellos no vendrán porque prefirieron resolver problemas propios” — se le acerca al lado y comenta
Marcos: “¿Y tú eres?”
Jesús: “Oh, disculpa, soy Jesús Duarte, maestro del gremio Cazadores de Bolívar de Venezuela” — se presenta extendiéndole la mano
Marcos: “Un placer, soy Marcos miembro de Victory de Argentina” — responde respetuosamente
Jesús: “Hooo, es un gran placer poder conocer al gremio furor de Argentina, espero que podamos ayudarnos mutuamente. Al principio no sabía si participar o no de esta expedición, pero al ver las noticias que circularon en todo el mundo, no pude evitar emocionarme y decidí apostar por esto, terminé saliendo de la embajada con varios de mis cazadores a escondidas”
Marcos: “¿Escondidas? Venezuela aun…”
Jesús: “No hablo a menudo de la situación de allá, pero si, la dictadura bolivariana es mucho peor que antes, la Asociación Venezolana de Cazadores es usada como centro para la fuerza de choque del gobierno, y los pocos que nos reusamos a seguir las crueles órdenes del presidente nos escondemos en las diferentes embajadas. Pero ¡hey! no estoy aquí para hablar de mí, sino de esta misión”
Gonzalo le pide a Martin de poder hablar a solas, preocupado por la situación en Norteamérica con el gremio de Estados Unidos, por lo que guía al joven cazador hacia donde haya pocas personas junto a unas grúas:
Gonzalo: “Aquí está bien”
Martin: “¿De qué quieres hablar?”
Gonzalo: “Quiero preguntarte algo ¿sabes lo que sucede en el norte?”
Martin: “¿El…norte? Mencionaste algo para hablar conmigo, pero no tengo idea de a que te refieres, quizás se relacione con el hecho de que ni México ni Estados Unidos no aceptaron venir”
Gonzalo: “Exacto, a decir verdad, yo tampoco lo sabía, pero un compatriota que se encuentra en el gremio Wiplash me contó que ocurre, y es terrible”
Martin: “Dime de que se trata”
Gonzalo: “Dark Eagle, se ha obsesionado con el particular norte de México, pero como no hay declaración de guerra, los norteamericanos debieron postergar varias veces sus intentos de ataque”
Martin: “El gremio más fuerte del mundo, quien tiene el poder militar de varios países superpotencia mundial ¿Qué los detiene? Dudo que sea solo porque no están en guerra”
Gonzalo: “Muchos gremios poderosos están interesados en países, pero la ONU jamás permitiría algo así, inclusive los cazadores más poderosos del planeta saben que un gobierno tiene mayor estatus a la hora de imponer acciones, por más que en lo que respecta a las leyes y constituciones, los cazadores llevan las de ganar”
Martin: “¿Dices que quien detiene todo esto es el mismo maestro de Dark Eagle? Es extraño”
Gonzalo: “Tranquilamente podrían declarar una guerra y ganarla con facilidad, pero ahí está la cuestión, William recibió propuestas por parte de su propio gobierno para detener sus intenciones, al menos por un tiempo. Pero al final de eso, ellos declararan la guerra a México, y la derrota está asegurada Martin”
Martin: “No entiendo la razón de que me estés contando esto”
Gonzalo la explica con mayor profundidad sobre las dificultades diplomáticas que conllevan el ir contra los simples deseos de aquellos gremios y cazadores cuyo poder político rebasan a sus propios gobiernos, siendo la única manera de aplacar su avaricia y ambición, el darles recursos y mucha mayor libertad que antes, pero esto conllevaría a que al terminar el tiempo establecido en el trato, esa libertad permitiría movimientos osados y peligrosos como por ejemplo, declara la guerra a una nación.
Martin naturalmente se preocupa por lo que puedan pretender los norteamericanos, ya de por si el uso de sus servicios en el exterior es de dudosa procedencia, así como lo es también las intenciones con las que se manejan en países pobres. A pesar de ser idolatrados, y varios de sus miembros resultan ser tapa de revistas prestigiosas de todos los rincones del mundo, sus riquezas gigantescas y proezas consideradas heroicas, en silencio salen a la luz denuncias de destrucción de ciudades, y muchas veces desentendimiento por el daño causado. Esto solo refleja la poca preocupación de países extranjeros que no son el propio, que en su caso es protegido con todo el potencial existente, haciendo a Estados Unidos uno de los lugares más seguros del mundo.
Sin embargo, esto solo resulta en rumores casi como susurros de medios de comunicación sin una cantidad coherente de pruebas para inculpar a los miembros del Dark Eagle:
Martin: “¿Cuál es la razón por la que me dices esto?” — pregunta, intrigado sobre el motivo real
Gonzalo: “Sentí la necesidad de hacerlo, los demás maestros de gremio en Latinoamérica saben sobre los movimientos de Dark Eagle, sobre todo por temor a que en cualquier momento ellos se interesen en nuestros países”
Martin: “Entonces a eso se refería Lucas con tener cuidado respecto a los altos rangos” — murmura preocupado
Gonzalo: “¿Cómo dices?”
Martin: “N-No, nada, solo pensaba en voz alta” — responde
Gonzalo: “Ya veo, entonces te dejo al tanto de todo si lo deseas”
Martin: “Seria una gran ayu…”
De repente, la conversación se interrumpe por un pleito a metros del barco, donde vuelan trozos de hielo y relámpagos con forma de espinas que son dirigidos a un lugar. Inmediatamente Martin y Gonzalo corren hacia el lugar para ver que está ocurriendo. Al llegar, ven a Lucas y a un cazador chileno de Fuerza Roja atacarse entre sí con gran desdén:
Gonzalo: “Tiene que ser una broma”
Martin: “Oh, mierda”
Gonzalo se acerca a su subordinado y usa su magia de fuego para liberar un enorme muro que separa a ambos cazadores de sus pleitos, mientras que Martin hace lo propio con Lucas al expulsar una poderosa aura que sacude la tierra y el mar, dejando a todos inmóviles y a muchos otros sin poder de respuesta, solo mirando incrédulos el enorme poder del cazador:
Gonzalo: “¿Se puede saber que carajos haces Felipe?” — se acerca al cazador y mira con desprecio mientras lo regaña — “se supone que todos estamos aquí para cooperar en la misión”
Felipe: “Ja, yo jamás apoyaría a estas basuras argentinas menos a ese maricón de ahí” — señala a Lucas
Lucas: “¿Por qué no te vas a la mierda? estúpido descerebrado”
Felipe: “¡Tú vete a la mierda, maricón!”
Martin: “¡Ya deténganse!” — grita, molesto — “¿se puede saber que ha pasado?” — pregunta a ambos
Lucas: “Este imbécil, ha estado insultándome desde que llegue aquí”
Felipe: “No me digas, ¿no será que tu vienes aquí a coquetear con hombres?” — culpa a Lucas mientras desprecia su presencia — “además, tu problema mental es algo que no necesitamos aquí” — sonríe con tal desprecio que Lucas levanta su mano para arrojarle picos de hielo
Martin: “Lucas”
Lucas: “¿Huh?” — mira a Martin quien niega con la cabeza, reprobando la actitud del cazador — “lo…lamento” — se disculpa reacio a tener que hacerlo
Felipe: “¡Ja! Qué sentido de diversión tienen ustedes los argentinos, ratas asquerosas”
Julio: “Tus palabras son demasiado crueles, detente o acabaras causándote mucho daño” — advierte el maduro cazador
Felipe: “Tu cierra la boca” — mira a Julio de forma amenazante
Gonzalo: “¡Felipe, cierra la puta boca maldita sea!” — grita de tal manera que calla las soberbias palabras del imprudente cazador
Mientras que del lado de Lucas las cosas se calman de a poco, Felipe continúa insultando y tratando de lastimar al cazador, pero su maestro de gremio lo detiene al rodearlo con fuego mágico y varios miembros de Fuerza Roja lo contienen para evitar que siga su locura homofóbica que lentamente avergüenza a todos los cazadores presentes, sean extraños y propios:
Gonzalo: “Siento mucho esto” — dice en voz alta para que todos los cazadores comprendan su postura frente a tales reprochables acciones — “en mi gremio no profeso tales comportamientos, Martin, espero que este incidente no cambie la forma en que tú y tu gente ven a los míos, y Lucas, me disculpo por esto”
Lucas: “N-No, está bien, lo siento también”
Martin: “No hay problema Gonzalo, esto pudo haber ocurrido en otro momento, es bueno que haya sido hoy” — ve que se acercan Julio y Estela — “¿por favor, podrían llevar a Lucas con los demás?”
Julio: “Si, claro”
Estela: “Cuenta con nosotros cariño”
Martin: “Gracias”
Gonzalo se acerca a Martin, muy avergonzado sin poder quitarse tal sentimiento del pecho:
Gonzalo: “Puedes culparme por esto, al fin y al cabo, Felipe es mi primo, y su crianza fue demasiado terrible”
Martin: “Cada gremio puede tener alguien así, Lucas apenas se unió ayer, aun no lo conocemos muy bien, pero no puedo culparte, al final somos seres humanos, débiles en nuestra estructura y pensamiento, solo espero que no pase a mayores”
Gonzalo: “Solo quiero decirte que no todos los chilenos somos intolerantes, pero hay quienes no creen en las mejoras sociales como la Ley Zamudio. En fin, me disculpo por lo que ha ocurrido, supongo que lo mejor es hablar más tarde en el barco. Por la noche nos reuniremos todos los maestros y vicemaestros, piénsalo como una reunión táctica”
Martin: “Seguro, estaré allí con Estela. Y gracias”
Una vez terminada la conversación entre ambos, Gonzalo camina hacia donde se encuentran los suyos para regañar a Felipe por la vergüenza que le ha provocado al gremio, mientras tanto, Martin se reúne con Julio, Estela y Lucas, a este último se le acerca para intentar saber que ha ocurrido y dejarle cosas en claro:
Martin: “¿Cómo está todo, Lucas?”
Lucas: “Si, salvo por ese imbécil homofóbico, aunque por otro lado no podría estar enojado porque un guapo como Julio me trajo hasta aquí” — le sonríe al hombre frente a su esposa María
María: “¡Hey, estoy aquí! ¡Deja de mirar a mi esposo!” — se para frente a Lucas, molesta por lo que dice el joven cazador
Estela: “Ya deja de pelear con todos los que te cruces” — le dice por su bien y considerándolo como nuevo miembro del grupo
Lucas: “Ya, ya, estoy bromeando. No soy tan desconsiderado para preferir casados, sin embargo…” — su sonriente rostro se torna serio y su voz casi misteriosa— “algo me huele mal, siento que esta expedición será muy difícil”
Martin: “Si, enfrentaremos una de las mazmorras más temidas, y han muerto miles de personas en más de una década”
Estela: “No creo que se esté refiriendo a eso, ¿o no Lucas?”
Lucas: “Confíen en mis palabras, tenemos que ir con cuidado si queremos cerrar ese maldito portal, porque estaremos frente a otra masacre, y de proporciones mucho más nefastas que anteriormente”
***PARTE II***
En la Antártida Argentina, una fuerte vibración resquebraja los casquetes polares, formando al mismo tiempo tormentas de nieve que impiden la visión. Muy cerca del puerto yace una base del ejército y donde se hospedarán los gremios y cazadores que intentaran cerrar el portal, varias figuras opacadas por la nieve que cae se acercan con lentos movimientos de sus cuerpos enormes al mismo tiempo que poderosos estruendos por las pisadas de escuchan por todo el territorio.
Varios soldados salen del campamento, preocupados por lo que se siente como terremotos, pero al ver con sus propios ojos, notan horrorizados a varios gigantes tan grandes como rascacielos y otros de tamaños no mayores a un edificio de cuatro pisos marchando en grupos, sin mirar a los humanos, como si no les importase en lo absoluto, solo avanzan hacia el Sur, donde se encuentra el portal:
Sargento Hugo: “¡G-General!” — corre hacia un hombre de mediana edad, con parche en su ojo derecho y vestido con uniforme militar con medallas de logros y alto rango en sus hombros
General Tiziano: “Sargento, cállese en este instante o nos descubrirán” —le advierte en voz baja
Sargento Hugo: “M-Me disculpo señor, pero tenemos que hacer algo”
General Tiziano: “Eso es trabajo para los que vendrán, solo tenemos que esperar a que lleguen. Solo roguemos que no se den cuenta de nuestra presencia, o estaremos aniquilados” — responde con sus manos temblando de un temor tan irracional que no se permite moverse de su sitio — “Por lo pronto, avisa al puerto lo que ha ocurrido, es lo mejor y más útil que podemos hacer”
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