Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 51
En la mañana del día siguiente, en la Antártida…
Martin toma te en una taza térmica mientras camina por el suelo cubierto de nieve, con el cielo aun oscuro a pesar de que ya sean las 8 am y en plena primavera. Curiosamente en algunos tramos del año el continente helado amanece muy temprano, pero desde la aparición de la mazmorra, ese fenómeno natural ya casi no existe, siendo todos los días de oscuridad perpetua, salvo y por alguna extraña razón, a las 7 de la tarde sale el sol apenas una hora, para luego volver a oscurecerse.
Algunos investigadores sostienen la teoría de que oscurece en todo el territorio cuando los gigantes se movilizan de forma constante, esto se sustenta también con pequeños temblores, sin embargo, desde que el grupo de Cazadores arribo al puerto esos movimientos de hielo ya no se sienten, como si la presencia de Martin perturbara la paz de esos gigantes, haciendo que temieran el acercarse.
A pesar de lo oscuro y silencioso del lugar, la belleza que emana es incuestionable, inclusive durante la noche:
Estela: “Es hermoso este lugar” — se asoma a su lado
Martin: “Si, a pesar del frio, jeje” — sonríe
Estela: “Te dije que es mejor comer adentro”
Martin: “Supongo, aunque necesitaba despejarme un poco”
Estela: “¿Te encuentras bien?” — lo mira
Martin: “Aja” — asienta con su cabeza y se acerca para besarle la frente — “No te preocupes amor, en un rato te alcanzo”
Estela: “¿Seguro?”
Martin: “Si, debo hablar un momento con Arakneida sobre cómo va todo por allá”
Estela: “Esta bien, pero cuidado con esa arpía” — dice bromeando
Martin: “Jajaja, no digas así”
Después de que Estela vuelve hacia donde se hospedan algunos gremios de Argentina y Chile, Martin cambia su expresión a una de gran seriedad:
Martin: “Arakneida, soy yo ¿está todo bien por allá?”
Arakneida: “Mi señor, que bueno saber de usted, todo en orden por aquí. Su madre responde favorablemente a los tratamientos”
Martin: “Que bueno, muchas gracias por cuidarla Arakneida”
Arakneida: “No mi señor, mi deber es cuidar de su familia, es todo un honor para mí”
Martin: “Ya, solo acepta mi agradecimiento”
Arakneida: “De acuerdo”
Martin: “Su bipolaridad sí que es tétrica” — piensa al recordar que Arakneida no posee definida su personalidad como Familiar, si ser cortes como una sirviente sumisa pero poderosa, algo que a Martin le disgusta porque no tiene libre albedrio, o ser alguien de libre pensamiento y accionar, también algo que disgusta el cazador porque sus peleas con Estela son problemáticas a veces, aunque ambas sean muy amigas
Arakneida: “Mi señor, disculpe mi atrevimiento, pero siento que esta confundido. Eso me lleva a la duda de si existe otra razón de que se esté comunicando”
Por un momento la mente de Martin se vuelve blanca, sin poder reaccionar a la facilidad de Arakneida por entender la mente y sentimientos humanos. Tras varios meses de convivir con Martin, Estela, y todo el gremio Victory, pero, sobre todo, cuidar a la madre de su señor con la cual ha formado un vínculo tan grande como si fuera su hija, le ha otorgado una sensibilidad por los humanos tan grande y compleja que ella no dudaría en defenderlos. Y en otras ocasiones puede comprender mejor las emociones humanas sin dificultad:
Martin: “Si que aprendiste a cómo interpretar los sentimientos de las personas” — sonríe
Arakneida: “Jejeje, mi señor me hace sonrojar”
Martin: “Arakneida, la razón por la que me comunico es porque necesito preguntarte un par de cosas”
Arakneida: “Dígame, y tratare de responder todo lo que pueda”
Martin: “¿Sabes algo sobre el potencial humano oculto?”
Arakneida: “Mmm…” — se detiene a pensar mientras se encuentra sentada en la cafetería de la clínica donde se aloja la madre de Martin
Martin: “Tomate tu tiempo”
Arakneida: “Es un significado bastante complejo el que me ha preguntado, a decir verdad, es algo ajeno a mi”
Martin: “¿A qué te refieres con ajeno a ti?”
Arakneida: “Para decirlo más sencillo, es un concepto que dependerá mucho de la afinidad de energía, por ejemplo, los emperadores poseen la capacidad de sentir la energía más compleja y masiva, es decir…”
Martin: “Pueden sentir de quien proviene esa energía”
Arakneida: “Básicamente, y la clase reyes o Alpha como yo, no podemos tener tal afinidad, es algo con la que los emperadores logran por su título y poder”
Martin: “Entonces no solo su fuerza es abrumadora, sino que también las capacidades con la energía”
Arakneida: “¿Por qué lo preguntas?” — pregunta, asumiendo su bipolaridad al mostrarse confiada con Martin
Martin: “Ahí va de nuevo su lado humanoide” — se disgusta — “Daniel, el chico brasilero de los altos rangos y del gremio Fortaleza, está aquí en la Antártida, el…me explico porque ataco así a Estela, y menciono sobre los humanos potenciales”
Arakneida: “Ese maldito bastardo” — se enfurece al recordar a su amiga en cama del hospital
Martin: “Arakneida, concéntrate necesito saber esto”
Arakneida: “Si, mis disculpas”
Martin: “Si un emperador y altos rangos pueden lograr eso ¿Por qué yo no?”
Arakneida: “Mmm…posiblemente tenga que ver con una leyenda entre los monstruos. Se decía que la energía da forma a la vida, se puede modificar y engrandecer, o también destruir. De ahí surge la leyenda que dice como los emperadores destruyen la energía, el usuario de la marca puede acercarla y potenciarla”
Martin: “¿Eso tiene algún sentido para ti?”
Arakneida: “Es solo una leyenda, la energía es magia, y la magia yace dentro de esos humanos potenciales, también cuenta para los monstruos, mientras los emperadores solo asesinan para mantener su perpetuidad como entidades de poder supremo, el usuario de la marca imperial posiblemente sea el que los reúna bajo su mano para liberar su potencial. En realidad, es solo mi teoría, aún hay cosas que es complejo de comprender, y siendo una ex reina de mazmorra solo pude aprender de otras maneras”
Martin: “Ya veo, pero me has ayudado mucho, en verdad te agradezco esto”
Arakneida: “No mi señor, no me agradezca es solo un pla…”
Arakneida rompe la comunicación con su amo, sorprendiéndolo preocupantemente debido a lo repentino, y siendo raro en ella que es muy servicial y cortes cuando se trata de Martin.
Después de cinco minutos, intentando retomar la comunicación, Martin se resigna y regresa con los demás para terminar el desayuno, pero con la sensación de que algo grave ocurrirá en Argentina.
A pesar de que desee regresar, lo primero es completar la misión actual para evitar la posible catástrofe en el cono Sur del continente americano como lo que podría ser una posible invasión desde Tierra del Fuego por parte de monstruos que puedan congelar las aguas que separan a la provincia más austral del país con la Antártida.
Pero aun sintiendo que algo anda mal, Martin no imagina cuan terrible amenaza se gesta en su tierra natal y bajo la apariencia de un insectoide cuyo rango y poder supera con creces a los cazadores más poderosos del mundo.
Al entrar en el edificio, sus compañeros lo miran y notan que su rostro se ve pálido. Por lo general Martin mantiene una expresión fuerte y rara vez se lo ve en shock, pero la preocupación por Arakneida y la incertidumbre de que sucede lo desconcierta:
Estela: “¿Martin? ¿Qué sucede? ¿pudiste comunicarte con ella?”
Martin: “Y-Yo…no, no me hagan caso, estoy bien”
Julio: “¿Seguro? Si necesitas descansar podemos posponer el ataque”
Martin: “N-No, enserio, me encuentro bien”
Julio intercambia miradas con Estela, la cual indica asentando con su cabeza que deben confiar en Martin. Así que, sin mediar más palabras sobre el estado de ánimo del joven, todos reanudan su desayuno, pero también pendientes del cazador, preocupados, aunque el afirmase lo contrario.
***PARTE II***
Un portal se abre en medio del desierto de Salta, y de este sale Arakneida con su forma monstruosa adquirida gracias a su nombramiento como familiar del usuario de la marca imperial. Allí ve una entidad que reconoce al instante, por su apariencia tan brutal, como también el aura de muerte que emana de su ser:
Arakneida: “¿Qué haces aquí, Esfutyox?” — pregunta con voz temblorosa, intentando contener su temor al mantener erguidas las patas que tiene en la espalda
Esfutyox: “Vaya, así que eran ciertas mis sospechas, eres la putita de ese bastardo humano con la marca”
Arakneida: “¡Ten cuidado con lo que dices infeliz hijo de perra!”
Arakneida se impulsa hacia el emperador insecto con intención de darle una feroz patada, pero la velocidad de este es superior y fácilmente evita el ataque, haciendo que impacte sobre el suelo seco y lo destroce por la fuerza de la reina Arácnida:
Arakneida: “Puedes insultarme a mí, pero jamás permitiré que insultes a mi señor” — amenaza con su rostro y brazos llenos de venas hinchadas por la ira
Esfutyox: “Déjame darte un consejo, si vas a cometer ese error tan estúpido, entonces evita ataques en base a tu ira”
Arakneida: “Ja, no me hagas reír imbécil. Sera mejor que me digas a que has venido”
Esfutyox: “Veo que estar con humanos te ha vuelto débil”
Arakneida: “Pues si es lo que piensas…” — sonríe al recordar como la madre de Martin es amable con ella, y los miembros de Victory, al saber su naturaleza de monstruo ninguno la ha juzgado — “vale la pena estar con esos humanos y no al servicio de destructores como ustedes los emperadores. Si, luchare por ellos sin importar que”
Esfutyox: “Haaa…cielos” — suspira decepcionado — “creo que habrá que educar mejor a mis sirvientes” — dice mientras expulsa una insana cantidad de energía que apenas Arakneida puede soportar
Esfutyox desaparece en un instante, y sin que Arakneida se dé cuenta, este le ataca por detrás al tomarle de la parte de atrás de su cabeza y aventarla contra el suelo. Acto seguido usa sus poderosas alas y con fuerza arrastra el rostro de la reina contra el suelo por casi 1 kilómetro.
A lo lejos, varios pueblos presencian columnas de tierra y polvo elevarse sobre varios cientos de metros de altura, también poderosos estruendos como explosiones de misiles que resuenan por todo el desierto, generalmente tranquilo a pesar de que se ha prohibido acercarse a ese lugar.
Al acercarse al lugar de las explosiones se puede encontrar a una figura con forma de insecto golpear de forma monstruosamente violenta a un ser femenino, pero de apariencia similar a la otra criatura, pero la brutalidad con la que es castigada ella no tiene comparación con lo ya visto hasta el momento:
Esfutyox: “Me das asco, ahora eres la puta de ese humano ¿Qué no tienes orgullo? ¡Eres un monstruo, maldición! Pero mírate ahora, solo balbuceas frases sin sentido, hasta tienes su esencia, digna de ser su mascota” — continúa golpeándole el rostro, brazos, pecho y vientre
Arakneida: “M-Mi señor…mi…señor…mi señor” — repite una y otra vez con dificultad para respirar mientras es golpeada sin piedad
Esfutyox: “¡¿Podrías callarte?! ¡¿O es que quieres que te devore con los huevos enteros?! ¡hay que molerlos! ¡así que cierra la puta boca!”
Arakneida: “Mi señor…el…te va a matar…lo hará…”
Esfutyox: “Si, ya lo veremos. A todo esto, creo que el motivo de venir aquí antes de que me saques de quicio es para darte un aviso…diablos entonces el mensaje tendrás que darlo tu…si es que continuas con vida…jajaja” — dice sarcástico — “en fin, escúchame” — se sienta junto a la gravemente herida Arakneida — “las fichas ya están moviéndose. Los demás emperadores saben sobre tu humano, y están movilizando a los suyos, tengo entendido que él no está en este territorio, significa que posiblemente este donde descansa el soberano de hielo, que mala suerte, ese tipo tiene peor humor que yo y es mucho más brutal”
Arakneida: “¿Qué esperas…lograr con esto?”
Esfutyox: “No te escucho bien, hablas demasiado bajo” — le arranca una de las patas que tiene detrás de la espalda, disfrutando torturarla
Arakneida: “¡¡Gyaaaaaaaaaaaaaaaah!!” — grita de agonizante dolor, con su herida sangrando sin control
Esfutyox: “Que tu amo se prepare” — se pone de pie y abre un portal mientras lame sus manos cubiertas de sangre — “el cataclismo está muy cerca, y el final de todo. Da las gracias que te anuncio esto. Cuenta el tiempo para que yo te devore”
Con tal paliza recibida, donde todas las costillas acabaron destrozadas, el pecho fue abierto de lado a lado por las afiladas garras del señor de los insectos, su brazo izquierdo roto, el cráneo casi pulverizado, varios órganos afectados, todas sus patas quebradas, dificultad para respirar y su visión debilitada en un 80%, Arakneida solo espera por perecer según su pensamiento, de manera humillante como para ya no verle a su señor a la cara.
Las lágrimas brotan de sus ojos mientras el cuerpo se desintegra sobre el arenoso suelo cubierto de sangre, desapareciendo las partículas en el aire. Ella ve sin poder hacer nada como sus piernas ya no existen, y los brazos continúan el camino a desaparecer:
Arakneida: “Ah, creo que este es mi final, supongo que esto me lo he buscado al ser tan impulsiva…no…no…no puedo arrepentirme, luche por el honor de mi señor, eso fue lo mejor que pude hacer, y estoy orgullosa de haberlo hecho…estoy orgullosa…de que el me haya dado un motivo para vivir…un motivo para luchar…el medio…un libre albedrio…” — piensa
La cabeza de ella es el último rastro que desaparece, pero con expresión sonriente y de alivio al sentirse feliz por haber sido útil en algún momento para Martin, desconociendo que realmente él la aprecia como compañera y está muy agradecido con ella:
Arakneida: “Ya no tengo energía, solo puedo…cerrar mis…ojos…”
El ultimo rastro de ella se desvanece en el viento, dando por terminada su vida…
Sin embargo, una voz astral que se eleva por los cielos hace bajar una columna de luz sobre el sitio donde la vida de Arakneida dio por terminada.
“BENDICION IMPERIAL”
Del charco de sangre se forma una masa negra con aura oscura que se eleva como si fuera una pizza, pero de aspecto grotesco. Esta masa explota en pedazos, liberando una enorme cantidad de energía que se expande varios cientos de metros e impactando con fuerza contra el portal de rango SSS+.
De esta explosión surgen varias arañas más pequeñas y de diferentes clases, tarántulas, viudas negras, trepadoras entre otras. Estas se trepan entre sí y dan forma de una mujer desnuda con aspecto feroz, pero hermosamente humana, sin patas que sobresalen de la espalda, pero con mirada amarilla y cabello largo, cuerpo despampanantemente atlético, además de sensual y un poder gigantesco.
Arakneida, Reina Arácnida Soberana del Veneno
Monstruo Clase Soberano Superior Rango SS+
Inteligencia: SSS+
Fuerza: S+
Agilidad: SS+
Velocidad: S+
Poder Destructivo: S+
Mana: SS+
Puntos Vitales: SS+
Sin saberlo, Arakneida había evolucionado a un nivel superior, intervención de su amo o no, ella ahora puede rivalizar con un rango SS+ como los altos rangos, o quizás mucho más, dependiendo también de su potencial real.
Ella camina unos metros y mueve su cabeza de un lado al otro, tronándose el cuello, sintiendo como los huesos no le duelen e inclusive se siente más fuerte que antes:
Arakneida: “¿Qué ha pasado?” — se pregunta, intentando recordar que le ocurrió — “yo…había muerto…después de perder en batalla con Esfutyox, de manera abrumadora. Pero ¿Cómo es que sigo viva?” — mueve sus manos y aprieta los puños — “¿Por qué me siento tan fuerte? Y esa voz que resonó en mi cuando estaba en la nada…” — dice intrigada — “tal parece que hay algo más en todo esto…algo que no teníamos idea los reyes ni los emperadores…”
***PARTE III***
Martin: “¿Huh? ¿Fue un sueño?” — abre sus ojos, con una fuerte sensación de vacío que rápidamente desaparece — “por un momento perdí mi conexión con Arakneida, y de repente…ha regresado, pero es diferente ahora…”
Estela entra la habitacion de Martin, un lugar acoger con paredes de madera de pino y roble para que el frio sea absorbido, dos camas en ambos extremos y en el medio un mueble de madera cuyo material es el mismo que todo lo que se nota a la vista, y lo encuentra agitado por lo que soñó. La sanadora se acerca y recuesta junto a él, abrazándolo y acariciándole la cabeza:
Estela: “¿Tuviste una pesadilla?”
Martin: “Podría decirse. Por un momento sentí como Arakneida desapareció del lazo como familiar, y luego su presencia ha regresado, pero con mayor intensidad, inclusive el poder de ella parece que aumentó, es extraño”
Estela: “Estoy muy segura que habrá sido algo momentáneo. Confía en ella, tiene mucha fuerza como para enfrentarse lo que sea”
Martin: “Tienes razón” — le besa la frente — “tienes toda la razón”
Estela: “En un rato nos vamos a reunir para marchar hacia la mazmorra”
Martin: “Si, debo ir a bañarme”
Estela: “De acuerdo, nos vemos en un rato”
Martin: “¿Q-Quieres…humm…?” — pregunta, tímido
Estela: “¿Sí?” — pregunta, inclinando su mirada a un lado
Martin: “¿Quieres bañarte conmigo?” — pregunta, sonrojado
Estela: “¿Heh? Yo…yo…yo…” — se aparta a un lado, evitando la mirada de su pareja
Martin: “Si no quieres no hay problema”
Estela: “No…yo…también quiero…”
Ambos intercambian cómplices sonrisas por la propuesta inocente, dando un gran paso hacia una relación donde ya no temen ocultar su piel, sino que también la confianza va más allá.
Un rato después, muy cerca del oscuro mediodía en el continente gélido, los cazadores se reúnen en el sitio donde arribaron, ya con sus armas como espadas mágicas, hachas, mazos, arcos, flechas, ballestas, armaduras ligeras y pesadas, y trajes para la batalla como túnicas para los lanzadores e invocadores, a la espera de que el líder de expedición organizara el ataque junto a los maestros de los más de 40 gremios reunidos.
Después de esperar casi una hora, Martin y Estela llegan al lugar de reunión. Gonzalo encabeza a los maestros latinos:
Gonzalo: “Ha llegado el gran día ¿nervioso?”
Martin: “Como cualquiera de aquí”
Gonzalo: “Bien, entonces que haremos”
Martin: “No podemos ir todos juntos, eso seguro”
Michael: “El territorio es muy peligroso como para ser un puñado”
Martin: “No me refiero a eso, sino al hecho de que tenemos que ser coherentes, si vamos con todos nuestros números, habrá muchas bajas, lo mejor es que prioricemos una estrategia basada en reunir información primero, tenemos que ir un puñado como has dicho Michael, pero solo a observar”
Gonzalo: “Trabajo de espionaje, suena interesante y no estaríamos atacando a ciegas”
Krismailyn: “Tienen que ser cazadores de la clase asesina, ellos tienen mejor movilidad y velocidad, quizás debamos seleccionar a los mejores para eso”
Gonzalo: “Estoy de acuerdo, deberían ser al menos uno por cada gremio”
Jesús: “¿Mas de 40 cazadores clase asesino? Deberíamos reducirlo a solo 10, tener bajas no sería una opción”
Gonzalo: “¿Qué opinas?” — mira a Martin
Martin: “Es lógico discutir por algo así, pero…¿huh?”
De repente, Martin siente como su cuerpo se pone en alerta, y voltea la mirada hacia el Este de donde se encuentra, dirección de la mazmorra posiblemente más peligrosa de la actualidad y a la que un puñado de gremios está dispuesto a enfrentar.
El cazador da unos pasos en aquella dirección, dejando a los demás maestros discutir las opciones, pero a medida que el joven se aleja, ellos dejan de hablar y miran su espalda, preguntándose qué está haciendo y si ha perdido la cordura por la presión de ser líder de expedición. Inmediatamente Gonzalo se percata de que algo mal ocurre y camina hacia Martin hasta llegar a pararse detrás de el:
Gonzalo: “¿Pasa algo?”
Martin: “Yo, no me di cuenta…” — murmura
Gonzalo: “¿Cómo?”
Martin: “Mierda…me ha fallado mi habilidad ¿o quizás…?” — sus ojos se abren de par en par al ver algo entre la niebla que se mueve lentamente — “¡Están aquí!” — se voltea y mira a Gonzalo
Gonzalo: “¿Qué carajo?”
Gonzalo mira como al menos una docena de siluetas del tamaño de rascacielos se acercan con pasos gigantescos y poderosos estruendos, haciendo temblar todo el territorio como si fueran terremotos, derribando también los edificios más cercanos a ellos y donde residen varios gremios presentes en el grupo de la expedición.
Las miradas de los cazadores son de terror, casi como si presenciaran a la muerte misma. El efecto que esos gigantes es inmediato, y victimas del temor, varios cazadores intentan regresar a sus respectivos edificios, otros buscan refugiarse en los buques, pero antes de que puedan llegar un rayo de energía helada convierte los imponentes y preparados barcos en enormes montañas de metal congelada, sembrando aún más el caos entre ellos.
Sobrevivir a tales monstruos, ahora es muy difícil a diferencia de lo que fue la mazmorra arácnida, y esto deja perplejo a Martin, quien se había propuesto a lograr completar la misión sin que ninguna vida se pierda.
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