Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 52
Las colosales bestias de hielo se acercan a pasos agigantados, produciendo con sus pisadas enormes roturas de los casquetes polares y peligrosa caída de nieve desde las montañas.
Frente al inminente peligro, Martin decide tomar definitivamente su papel como líder de la expedición e iniciar la defensa del campamento y sin caídas, esa es su meta defender sin muertes.
Mientras piensa con suma atención algún plan, da indicaciones a los cazadores que no han caído presas del pánico y horror:
Martin: “Escúchenme, que los cazadores especializados en hielo den un paso al frente aquí no importara si son rango D o S, lo que más importa en estos momentos es que sus elementos tengan la ventaja. Y en este territorio los cazadores y monstruos de especialidad hielo son efectivos para atacar y defender. Así que prepárense para invocar muros y picos lo suficientemente grande para impedirles el paso, o al menos entorpecerles”
Julio: “Esas cosas son colosales, tendremos que aminorar los daños al campamento”
Martin: “Si, por eso tenemos que derribarlos antes de que puedan llegar hasta aquí, y si los daños suceden…” — mira a ambos lados y detrás a los cazadores que esperan nerviosos — “prefiero eso antes que contar las bajas ¡prepárense!”
Cuando termina su orden, un enorme grupo de cazadores del tipo hielo se acercan por fuera del tumulto y preparan sus defensas, algunos cubriendo sus cuerpos con armadura gélida como clase berserk, guerreros, asesinos y cazadores de ataque con municiones helados. Los invocadores crean muros y picos lo más grande que pueden para entorpecer los pasos de los gigantes de la escarcha. Finalmente, los lanzadores preparan trampas lanzas gélidas.
Después de ordenarlos, cazadores de elemento fuego son los siguientes, al ser la mayor debilidad del hielo, aunque la preocupación de Martin es que por el crudo frio no tenga el mejor efecto. Sin embargo, se debe apelar a las mejores armas, aunque no estén al nivel deseado y por esa razón encarga a los especialistas de ese elemento una mayor precisión, concentración y potencia, siendo el mayor poder que poseen para confrontar a tales amenazas.
Tras ordenar varias capas defensivas y dependiendo del elemento, Martin se acerca a los cazadores de hielo para enfrentar en la primera línea a los gigantes, llegando a ser admirado por los demás al verlo con tal valentía y no escondiéndose detrás junto a los lanzadores, pero el joven cazador jamás haría tal cobardía, ni su gremio, todos confían en el y no dudan del plan, por esa razón darán todo para defender el campamento:
Martin: “¡Estén atentos! ¡ellos son menos, pero nos superan en tamaño, así que no los subestimen!” — grita para alentarlos
Octavio: “Martin, los de elemento tierra y arena tendremos dificultades”
Martin: “Lo sé, por eso es que quiero que con la limitad tierra y arena que dispongan sean quienes protejan a los lanzadores e invocadores. La mayor concentración de ataque será de parte de hielo, fuego y rayo” — mira a Octavio — “y necesito que protejas a Macarena, ella es de afinidad elemental arena”
Octavio: “No necesitas decírmelo, la protegeré, aunque me cueste la vida” — toma de su espalda el mazo
Macarena: “¡Hey, estoy aquí! No soy una niña, puedo…”
Martin: “Lo sé, pero no quiero que les ocurra nada, esta vez el peligro es mucho mayor que el que enfrentamos en Brasil. No subestimen la situación”
Macarena: “Esta bien” — dice de malagana, pero comprendiendo que lo que dice Martin es muy cierto
Martin: “¡Aquí vienen! ¡prepárense!” — mira como el pie de uno de los gigantes está por impactar contra los picos de hielo — “nadie morirá en el día de hoy”
El cielo nublado y la neblina hacen ver a los gigantes como seres espectrales que vaticinan el fin de los tiempos, y cada marcha que producen en el continente helado es tan caótico que muchos acaban nombrando a esto como “La Marcha de la Muerte Gélida”. Los cazadores que esperan a enfrentarlos presencian este hecho, ahondando en el temor primitivo de los corazones de los hombres ante la pequeñez de ellos frente a seres monstruosos en tamaño.
El pie del monstruo impacta contra los picos de casi diez metros de altos y tres de ancho, atravesando con dificultad la piel dura, pero al final logrando su cometido de detenerlo y de paso romper los huesos y la carne del pie. Por un momento todo marcha perfectamente, pero es apenas un segundo donde el monstruo es decapitado y apartado a un lado para caer y ser pisado por otro que se acerca por detrás con una gran hacha de hielo:
Julio: “Tiene que ser una broma”
Martin: “Eso no cambia los planes. Julio ¿crees que puedes liderar al grupo de fuego?”
Julio: “Si, eso creo ¿tú que harás?”
Martin: “Me quedare con los que están aquí en el frente, tu prioriza al grupo de fuego, eres el que mejor conoce al elemento”
Julio: “Hare lo que pueda”
Martin: “Gracias”
En cuanto al grupo de hielo, Martin da la orden para que los lanzadores ataquen con picos de hielo, mientras impactan con fuerza en los cuerpos de los gigantes, estos siguen su marche con los brazos levantados, protegiéndose el rostro de los continuos ataques. El siguiente movimiento de la ofensiva es por parte de los berserk, guerreros, asesinos y arqueros, al luchar con el mismo elemento todo lo que podrá hacer la diferencia es cuanta fuerza se utilizara para vencerlos.
Los berserk, clase más fuerte en cuestión de fuerza y ataque, son los primeros en derribar al gigante que porta un hacha, y de manera entusiasta, la defensa se está realizando con éxito, elevándose así la moral de los demás cazadores. Detrás del grupo de hielo, Julio da la orden de que los lanzadores ataquen con intensas llamaradas y bolas de fuego, sin embargo, más del 80% de esos ataques se apagan por el intenso frio y las ventiscas heladas, y aquellos ataques que llegan a su destino impactan con una reducción de poder bastante importante.
Estela corre hacia Martin en medio de energía mágica desparramándose con ataques elementales y nieve evaporándose en el aire para avisarle sobre los empleados de la base:
Estela: “Martin, ya están resguardados en los sótanos de hielo debajo del edificio administrativo. Los militares protegerán como última línea de defensa”
Martin: “Gracias, ahora vete a la retaguardia con Macarena, María, Octavio y Laura” — responde mientras ataca con enormes llamaradas junto al grupo de hielo
Estela: “Cuídate por favor”
Martin: “Si, tu solo ve, rápido”
Ella se retira como bien le ha pedido, sus ánimos de ayudarlo en el frente son suficientemente grandes como para rechazar la orden, pero por la gran confianza que le tiene decide hacer caso a pesar de sentirse completamente inútil en momentos críticos. Desea por sobre todas las cosas demostrarle que puede ser de mucha ayuda.
Uno tras otro los gigantes caen muertos al suelo por ataques perfectamente ejecutados, sin perder a ninguna persona. Si bien el plan sale muy bien, la facilidad con la que los enemigos mueren deja a Martin con un mal presentimiento mientras observa entre poderosos ataques elementales, temblores por la caída de esas moles de piel fría y azul, y como la niebla se eleva:
Martin: “Esto no tiene el más mínimo sentido, se supone que son de rango alto. En cambio, estos ataques no son suficientes como para derribarlos y aun así son capaces de matarlos. Algo anda mal aquí” — piensa mientras ve caer a los gigantes como fichas de domino
Los ojos de Martin brillan al usar su habilidad de la Marca Imperial.
“Percepción Imperial”
Esta habilidad obtenida con años de entrenamiento sobre la Marca Imperial hace que Martin pueda sentir la presencia de enemigos, sean humanos o monstruos como bien ocurrió en la mazmorra goblin y arácnida, pero aún no comprende su capacidad máxima, porque en la teoría puede sentir presencia de quien sea a varios cientos de metros, pero en su máximo poder posiblemente alcance varios kilómetros.
Mientras los cazadores defienden con todo su poder al campamento de los monstruos de hielo, Martin se queda quieto intentando detectar algún peligro. En medio del análisis sobre el territorio, se encuentra con una energía mágica increíblemente poderosa que sobrepasa a la de Daniel, uno de los cazadores más poderosos del mundo, esto lo alarma con la posibilidad de que sea un Emperador, pero al desactivar la habilidad de Percepción Imperial, un fuerte estruendo sacude todo el continente sin excepción y a los pocos segundos una avalancha de proporciones tan colosales que supera a los gigantes atacantes en cuestión de tamaño:
Estela: “Oh por dios”
Julio: “¡Cazadores de fuego, prepárense para crear muros en llamas!”
Martin: “¡Cazadores de hielo, sigan defendiendo al campamento de los gigantes!”
Jesús: “Martin ¡¿Estas, demente?! ¡no quedara nada del campamento cuando esa avalancha impacte!” — lo toma del cuello del abrigo fuera de sí, dejándose llevar por el temor
Martin: “El grupo de fuego se encargará de derretir la nieve”
Jesús: “¡No tiene el más puto sentido, de cualquier manera, seremos arrasados!”
Martin: “¡El grupo de fuego lo tendrá controlado! ¡además si no nos centramos en ambos peligros perderemos vidas!”
Jesús: “¡Maldita sea, se supone que iba a ser una victoria contra esta mazmorra!”
Octavio: “¡Hey quítale las manos a Martin!” — se acerca amenazante con su mazo listo para usarlo
Jesús: “¿Me estas amenazando imbécil?”
Gonzalo: “¡Ya basta!” — separa a Jesús de Martin — “tenemos otras cosas por las que preocuparnos. Martin, lo mejor es amortiguar la
Julio: “¡Señores, no hay más tiempo y nuestro maná se agota!”
Comprendiendo la gravedad de la situación y que es prioridad el detener la amenaza natural, Martin asiente con la cabeza a Julio y rápidamente ordena a todos los grupos que neutralicen la enorme avalancha todo lo que puedan. Mientras el joven cazador decide defender el paso de los gigantes completamente solo, y frente a todos los cazadores Martin se detiene muy lejos de ellos, pero a la vez muy cerca de los errantes enemigos:
Martin: “No perderé a nadie, eso es lo que me he propuesto. Definitivamente protegeré a las personas, proteger a mi gente, eso es lo que más me importa” — piensa en su fallecido padre y la profunda tristeza que supuso esa pérdida frente a un ser humano
Julio: “¡¿En qué demonios está pensando Martin?! ¡Necesitamos que nos ayude con la Marca Imperial! ¡Tenemos que sacarlo de allí! ¡Octavio!”
Octavio: “Tengo las manos ocupadas con toda la tierra que dispongo” — dice mientras sostiene un considerable muro de tierra
Julio: “Maldita sea. Estela ¿puedes?”
Estela: “Lo siento, el domo protector debe mantenerse para todos nosotros”
Marcos: “¡Aquí viene!”
Martin: “¿Huh?” — gira su cabeza y mira hacia el puerto, sintiendo una energía frenética que se desprende en forma curiosa y familiar — “Imposible” — deja escapar atónito
La avalancha de casi ciento cincuenta metros de altura golpea el muro compuesto por varios elementos naturales que hacen frente al frio y dureza el choque. Algunos cazadores acaban cediendo sin poder hacer nada, debido al gasto de magia de varias horas intentando derribar a los gigantes invasores. De entre la masa de nieve salen picos helados que salen disparados contra los cazadores agotados, atravesándoles el pecho, las piernas, brazos, barriga o cabeza. En el primer ataque mueran más de cien jóvenes cazadores latinos con prometedores futuros.
Martin se da vuelta y ve como caen uno tras otros con la segunda oleada de picos disparados:
Martin: “No, no, no, no” — se aleja del paso de los gigantes y camina hacia sus compañeros, intentando alcanzarlos
Finalmente, el muro elemental se rompe y con ello la avalancha los golpea violentamente a todos, llevándose puesta a la base completa y dejando el lugar en el que hace apenas un minuto había edificios humanos como si nunca hubiera ocurrido nada. Inclusive los gigantes que apenas habían llegado a pisar uno de los edificios administrativos del Sargento Mayor se encuentran aplastados por toneladas de nieve.
La enorme multitud de cazadores que habían arribado con esperanza de por fin cerrar la peligrosa mazmorra en la Antártida ha desaparecido sin dejar rastro.
A pesar de su increíble poder, Martin no pudo siquiera impedir que tal monstruoso fenómeno natural los venza de esa manera.
Tras varias horas enterrados en capas de nieve, Martin logra salir a la superficie, observando un páramo de muerte donde no queda nada de la base, y sorprendentemente tampoco de los gigantes:
Martin: “¡No, no, no, no, no, no dios no!” — grita y araña desesperadamente la helada nieve, intentando buscar a Estela y a sus compañeros de gremio — “¡Estela! ¡Octavio! ¡Julio! ¡Marcos! ¡María! ¡Laura! ¡Alguien!” — se arrodilla con profunda tristeza — “por favor…”
Nivel de Poder Manifiesto: 30%
***PARTE II***
En ese momento, en la sede principal de la A.A.C…
Las oficinas se hunden en el caos al haber perdido la señal para comunicarse con la base en la Antártida. Varios representantes de los países participantes de la misión en aquella mazmorra discuten sobre lo que esta pasando y que medidas adoptar, algunos siendo muy irracionales al punto de querer enviar a todos los gremios del continente incluyendo a realizando petición a Estados Unidos de enviar a Dark Eagle, también al ejército y la ONU por el extremo peligro que representa.
Desde el lado de los que no se dejan influir por decisiones violentas y extremistas, comprenden que algo pudo haber salido mal o quizás no, pero al final todo depende de Oscar:
Oscar: “¡Ariel!” — llama a uno de los secretarios que corre de un lado hacia el otro
Ariel: “Presidente, dígame”
Oscar: “Necesito que contactes el centro de inteligencia, al gobierno de Tierra del Fuego y las bases militares aledañas en la Antártida, quiero que también contactes al gobierno de Chile para que las bases que dispongan también allí nos den informes”
Ariel: “De acuerdo”
Oscar: “Es imperativo que hagas esto y contactes a todos los cazadores y gremios disponibles, esto es alerta máxima” — lo detiene con expresión de increíble preocupación — “¿Esta claro?”
Ariel: “Si señor”
Oscar: “Maldición ¿Qué mierda sucedió allá?
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