Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 56
En la cuenta de Laura, han transcurrido exactamente tres días desde que cayeron en la cuenta de que son vigilados, casi no duermen por mantener la guardia alta, comen a raciones muy pequeñas para mantener la poca comida que hay, y el estado de ánimo de los tres cazadores es terrible. Las peleas entre Octavio y Lucas se vuelven una constante que angustia a Laura, pero lo que más la agobia es la incertidumbre por saber dónde está Marcos, si se encuentra bien, si nada malo le ha pasado.
Por la noche, preparan para descansar dentro de una cueva helada que misteriosamente no se siente el frio de afuera. Con los turnos asignados de guardia, Octavio en la entrada, y los demás descansando por al menos 3 horas hasta que le toque al próximo.
Mientras que Laura descansa sus ojos, Lucas se acerca a Octavio, quien observa la tormenta de nieva y varias siluetas que permanecen expectantes por lo que hagan los cazadores, perturbando aún más al joven:
Lucas: “Malditos sean, sí que son persistentes” — comenta, molesto
Octavio: “Me inquieta más el hecho de que no hemos sigo atacados. Es muy extraño”
Lucas: “Si, aunque lo mejor es hacer nada, no por ahora”
Octavio: “¿Solo nos quedaremos sin hacer nada, así sin más?”
Lucas: “La situación no da para confrontar al enemigo, no tenemos las energías, ni los números. Contándonos, somos 2 y un peso muerto”
Octavio: “¿Qué es lo que dices? Laura no es ningún peso muerto” — lo mira, molesto por las crueles palabras del cazador
Lucas: “¿Tienes una mejor definición?”
Octavio: “Es una compañera, una camarada, una amiga…así que ten más respeto hacia ella”
Lucas: “Como tu digas, pero ahí están las pruebas. Ha sido una carga constante para nosotros, hasta diría que me sorprende que siga viva”
Impulsado por la rabia, Octavio arroja un puñetazo hacia el rostro del desprevenido Lucas, impactando en la pared helada, a pocos centímetros de cazador de hielo:
Lucas: “¿Q-Que acabas de…?” — dice en shock
Octavio: “Esto no es lo que quiere Martin, ni nadie del grupo, pero déjame decirte algo…Lucas…” — lo mira ya no como si fuera una mirada de enojo, sino de repudio y desagrado — “no eres alguien que merece estar con nosotros, así que más te vale que cuando terminemos esto, hagas tus maletas y vuelvas de regreso a donde estabas”
Lucas: “¡¿Quién eres para regañarme de esa manera?! Tu…” — Octavio le recuerda a una persona que Lucas detesta, pero sin ánimos de responder, se pone de pie y regresa a su sitio — “eso hare, no quisiera quedarme en esta porquería de familia inventada” — se recuesta y cierra sus ojos
Aun en la peor circunstancia, Lucas se muestra reacio a mantener una relación de cortesía con los cazadores, ni, aunque ellos ofrecieran una vida familiar, nada de eso le importa, y esto no hace más que aumentar el desagrado de Octavio hacia él. Tan solo es una enorme diferencia ideológica o formas de ser, ambos se encuentran en una delgada línea entre aceptarse mutuamente por el bien común de la misión y el gremio a futuro, y matarse a golpes ante la constante falta de respeto hacia las personas que a Octavio le importan.
Sin embargo, los sentimientos de Lucas y el interior, tan frio y agresivo, oculta una verdad y un pasado trágico, donde a raíz de su orientación sexual como lo es ser homosexual, recibía de adolescente fuertes castigos físicos por parte de su padre y discriminación, desentendimiento por parte de su madre, y su hermano, la única persona a la cual respetaba y tenia gran aprecia, protegía con fiereza al punto de enfrentar a ambos adultos.
Cuando eran solo unos niños y en aquellos días en los que ambos padres mantenían la cordura por no haber bebido, desatendían a las necesidades de los pequeños, quizás porque los habían tenido muy jóvenes y sentían que perder la juventud por tal responsabilidad era tan insoportable que lo mejor era que murieran los niños. Sin embargo, la bebida los mantenía con sensaciones y sentimientos tan placenteros y juveniles, que simplemente se dejaban llegar, y a posterior los castigos físicos se hacían frecuentes.
Un día, cuando ambos habían alcanzado la edad de 14 años, su madre no estaba en casa, había ido a una fiesta donde disfrutaría de cocteles de alcohol y sustancias toxicas que estimulaban al cuerpo, lo suficiente como para no parar. Mientras tanto, el padre se encontraba con una mujer muy joven, mas que su madre, y a pesar de odiar a ambos desconsiderados e irresponsables padres, Lucas no lo pensó dos veces y decidió decirle todo lo que pensaba. Hasta que el hombre se pone de pie, haciendo caer desde su regazo a la mujer, y empuja contra la pared al chico mientras lo escupe, golpea y vocifera insultos homofóbicos.
De la nada irrumpe David con lágrimas en los ojos, empujándolo para apartarlo a un lado y defender a Lucas, quien yacía en el suelo, asustado y con varios moretones en el cuerpo, no solo por la paliza que estaba recibiendo sino golpes anteriores.
En respuesta, el padre le propina un puñetazo a David, enfureciendo con tal violencia a Lucas que acaba congelando los pies del hombre. Lo cierto es que él sabia sobre su despertar mágico, pero pensando que seria una locura usarlo contra su propia familia, había decidido no atacar con la magia. No obstante, el haber golpeado a su hermano fue la gota que rebalso el vaso.
Después de eso, la noticia se extendió por todo el lugar, ambos hermanos tuvieron que fugarse para irse lejos de tal familia y ciudad, buscando vivir tranquilos, teniéndose el uno para el otro. En los primeros meses, pudieron sobrevivir sin ayuda de nadie, solo cazando animales, usando el agua de rio para beber y ducharse y viviendo en el bosque al construir una cabaña, parecía que la paz no era un sueño, sus heridas habían sanado inclusive.
Pero todo lo que un día da felicidades al otro puede convertirse en motivo de llanto y tristeza. Con el correr del tiempo, David había desarrollado una personalidad tan agresiva como la de su padre, hasta insultando se refería a Lucas como “un maldito maricón sin remedio”, y aun sintiendo el mayor de los afectos por su hermano, también había comprendido que el tiempo juntos ya no podía ser, y de un día para el otro abandonaría a su único familiar en quien si confiaba con su vida.
Abrumado por la tristeza, Lucas viaja Buenos Aires para registrarse en la A.A.C y allí es donde conoce a Oscar, mostrándose como alguien respetuoso y amable, que ofrece lo mejor para los cazadores que deseen formar parte, forjándose una gran amistad entre ambos.
En los meses siguientes, el joven se había forjado un renombre como cazador, venciendo en mazmorras complicadas, junto a otros poderosos hombres y mujeres del ámbito local, hasta impresionando a celebridades de Rango S+ de Europa, al punto de que tomaría la decisión de viajar al viejo continente con la intención de trabajar de manera independiente y así vivir como le plazca, algo que Oscar aceptaría con gusto, pero sin dejar de tener contacto a pesar de todo.
Aun con todos sus éxitos en los próximos años, Lucas no había dejado de pensar en su hermano y fue esa llamada de Oscar la que encendió un fuego tan intenso que ni la magia de hielo podría extinguir, una llama de ira y venganza contra el culpable de tal atrocidad, pero la culpa de no haberse despedido ni tenido contacto con David es lo que hace que deteste a las personas…deteste a las familias…y deteste a si mismo por haber sido tan estúpido:
Lucas: “Familia…algo así sería muy efímero por más bueno que sea” — abre sus ojos y murmura
Durante la madrugada, Lucas vigila la entrada con la mirada fija en la neblina, manteniendo una atención realmente impresionante sobre las sombras que se mueven torpemente, pero a la vez que intimidante. Con tal de proteger la guarida, el cazador de hielo había creado picos de hielo que cubren para proteger por si son atacados por los enemigos misteriosos.
Mas allá de las medidas de seguridad, la anormal actividad de monstruos intriga a Lucas, mostrándose preocupado de que aun no hayan sido atacados, ni desde hace días que el grupo fue separado de manera tan violenta por la gigantesca avalancha antinatural.
En gran medida, esta sensación del cazador se debe a la experiencia de participar en mazmorras donde estas eran gobernadas por lugares completamente fríos y monstruos de piel y sangre azul, adaptados a las bajas temperaturas.
Asia si, por esa razón debe ser él quien proteja la entrada, esa experiencia puede ser la clave por la que el pequeño grupo de tres pueda sobrevivir.
Lamentablemente su orgullo como cazador de elemento hielo no deja que mantenga una actitud tan calmada y por esa razón decide salir para verificar que clase de monstruos son, la clase, el rango, y si en verdad los han seguido o solo es el instinto de dirigirse al mismo lugar. Mientras se aleja de la entrada, una lanza de hielo es arrojada contra Lucas hacia su pecho, pero este se aparta del camino, dejando que el objeto elemental mágico pasara apenas unos centímetros e impacte contra la pared externa de la cueva helada:
Lucas: “Maldita sea” — deja escapar, atónito por el repentino ataque — “no hay duda alguna” — mira que una de las criaturas sale de la neblina, revelando la clase de monstro que es — “no es de extrañar que fuera es clase, ese manejo de lanza de hielo, soportar esta tormenta…clase Troll de Hielo” — continua, sorprendido de ver tal criatura
Los Trolls de Hielo son criaturas de enorme porte, musculosas, de casi tres metros, con colmillos que sobresalen de la boca, por lo general con aretes y cabello rojo o violeta dependiendo de su jerarquía en la mazmorra, pero también involucra al tamaño que posean, si son enormes es porque su poder y rango es aun bajo, mientras que los que miden menos de los tres metros son considerados como comandantes, los cuales son apenas tres en la mazmorra.
Lo cierto también es que un troll que ejerza la jerarquía de comandante es muy raro, tal es así que algunos consideran imposible su existencia sin una causa mucho mayor como lo es la existencia de un monstruo mucho más poderos y que domine la energía mágica desde su base mas profunda, en este caso los Emperadores, desconocidos aun por los cazadores a excepción de Martin y su gente:
Lucas: “¡Hey, hey! ¿No me digan que recién ahora se decidieron a atacarnos? Que mal gusto tienen chicos” — mira que más trolls salen de la niebla, revelándose un total de quince de esas criaturas — “esto es malo, no me imagine que fueran a ser tantos” — piensa preocupado por los números del enemigo
Octavio: “Veo que tienes problemas. ¿Te molesta si te damos una mano?”
Lucas: “Mientras no me estorben pueden hacer lo que quieran”
Laura: “Les cuidaré la espalda”
Octavio: “Gracias Laura”
Lucas: “Procuren no gastar todo el maná, lo primordial es mantenernos juntos y atacar al mismo tiempo. No son criaturas fáciles de matar, pero sus números no serán un problema si somos tres”
Octavio: “Lucas, no te alejes de nosotros, tenemos que cuidarnos entre nosotros, lo sabes ¿verdad?”
Lucas: “Si, si, lo que digan. Concéntrense”
Para iniciar la defensa de la cueva, Lucas lanza ataques preventivos que consisten en picos de hielo que arroja desde la palma de sus manos en las cuales se dibujan círculos mágicos y con el maná se forman los ataques dirigidos a los trolls. Afortunadamente, acaban dando contra una de las criaturas y esta cae al suelo sin vida y su sangre azul regándose por el suelo cubierto de nieve.
Después de ese ataque, cinco trolls corren hacia los cazadores mientras mueven sus armas de un lado hacia el otro en dirección a Laura, la mas vulnerable de los tres. Octavio toma de su espalda el mazo y confronta a las criaturas anteponiendo el arma para recibir el impacto de ellos, pero al quinto golpe es enviado con fuerza contra la pared de hielo, y dejando a la mujer sin protección, mientras que Lucas intenta mantener a los demás trolls a raya:
Lucas: “¡Maldición, por eso pedí que no fuera una carga!” — maldice sin poder hacer nada para ayudarlo
Laura mira en shock como el troll balancea su hacha congelada hacia ella, sin embargo, Octavio acude lo más rápido que puede, enviando de un empujo varios metros a la criatura:
Laura: “Octavio, muchas gracias”
Octavio: “Des-Descuida, haaa haaa” — Jadea por el tremendo golpe que ha recibido por parte del troll — “ese ataque fue muy fuerte, me duele la espalda. E-Es cierto, siendo elemento tierra mi elemento no podría ganar nunca aquí, acabé siendo yo la carga” — reconoce, indignado
Laura: “No es verdad, me salvaste y eso dice mucho, si no hubiera acudido yo hubiera muerto. Te apoyare todo lo que pueda, pero no te sobre esfuerces”
Lucas: “Dudo que entiendan la situación, nos están atacando 14 trolls de hielo, no podemos malgastar los números, ¿entienden? Y eso significa que todos debemos enfrentarlos”
Laura: “Octavio fue herido, el…”
Lucas: “¿Herido? Fue solo un golpe…¿verdad?” — mira a Octavio y sonríe
Octavio: “Es cierto” — se pone de pie y truena su cuello
Laura: “Octavio ¿estas bien?”
Octavio: “Fue solo el shock, es una de las primeras mazmorras donde me enfrento a tal peligro. Descuida, yo te defenderé”
Una vez de regreso a la acción, el trio de cazadores confronta de nuevo a las criaturas de hielo, siendo mucho mas eficaces que antes, Lucas atacando con todo su arsenal, aprovechando que se encuentra en su hábitat mágico, Octavio defendiéndolo y también a Laura, a pesar de no contar con el elemento tierra, y ella asistiendo con ataques de viento cortante y burbujas de aire como lanzadora.
Finalmente han caído 8 trolls en total, más de la mitad del grupo de 15 con la defensa en conjunto de los humanos y contra todo pronóstico. El rango B+ de esos monstruos no ha servido para mucho frente a la determinación de los cazadores. Y mientras ellos se debaten que hacer, si continuar el ataque o escapar para evitar ser asesinados, Lucas se percata de que hay 6 supervivientes:
Lucas: “Disimuladamente busquen a su alrededor si ven una sombra acercarse o escapando” — les murmura a Octavio y Laura
Octavio: “No, no veo nada”
Laura: “Ni yo”
Lucas: “Falta uno de ellos, lo he perdido de vista mientras intentaba mantenerlos lejos”
Octavio: “¿Qué hacemos?”
Lucas: “Que pegunta, estén en alerta, el enemigo esta de frente y…”
En el suelo, detrás de Laura, sale despedido con un gran salto el troll faltante, empuñando una lanza de hielo y apuntando a la mujer:
Octavio: “No…¡Nooooooooo!” — corre para defenderla
Lucas: “¡Espera estúpido!” — le grita, intentando detenerlo
La lanza que es arrojada para Laura, quien se encuentra de espaldas aun sin poder darse cuenta de lo que sucede, es interceptada por Octavio, extendiendo sus brazos y usando su propia energía mágica para crear una armadura de tierra que cubra su cuerpo y poder recibir el ataque, sin embargo, la poca energía que reúne permite apenas crear una armadura ligera. Una vez manifestada la armadura, la lanza impacta violentamente contra el cuerpo del cazador, atravesándole el costado del cuerpo:
Laura: “¡Octaviooooooo!” — corre hacia el joven para socorrerlo
Entre los gritos de Laura, quien intenta hacer algo, mostrándose nerviosa y entre llantos grita, Lucas no deja de rememorar recuerdos trágicos, además la perdida de su hermano lo lleva a apretar su puño, como si algo lo impulsara para hacer algo ajeno a su forma de ser, o, mejor dicho, algo que el mismo se niega pero que en su naturaleza forma parte de su ser:
Lucas: “¡Aaaaahhh, pero que m…!” — aplaude con ambas manos y lleva ambas palmas contra el suelo mientras recita su ataque — “Vlad Cold Tepes: Ascensión”
Este ataque, aunque exagerado por parte de Lucas al nombrarlo como si fuera el personaje histórico de Rumania y personaje vampírico del famoso libro, Drácula, es un claro ejemplo del talento incalculable del joven, donde decenas de picos tan grandes como estacas se alzan sobre alturas de al menos diez metros, empalando a los trolls sobrevivientes, matándolos en el acto de manera sádica:
Lucas: “Se metieron con los humanos equivocados, estúpidos imbéciles”
Una vez dicho esto, se acerca a Laura y Octavio, mostrando su desagrado por el momento que han travesado y la decisión del muchacho por haberla defendido sin tener que hacerlo:
Lucas: “En verdad eres un estúpido”
Laura recuesta a Octavio sobre su regazo mientras cubre como puede la herida, aun desangrándose muestra su sonrisa para mantener la calma de todos:
Octavio: “¿Ya ven? Soy alguien grandioso, puedo soportar esto. Estaré bien, confíen”
Laura: “No mientras” — llora al temer perder a un miembro de la familia de Victory — “tenemos que tratarte Octavio”
Lucas: “Es inútil, no sabemos donde esta la base, mierda, ni siquiera sabemos donde estamos nosotros. Solo déjalo y continuemos…”
Laura interrumpe sus palabras con un cachetazo al rostro y mirada de rechazo:
Laura: “Me importa una mierda tu resentimiento hacia la familia, y me importa mucho mas una mierda si has tenido tus propios problemas con la tuya, pero te prohíbo que te metas con los míos, o te enfrentare sin dudarlo” — dice amenazante
Esta vez Lucas se sorprende por la actitud de ella, quien no vacila en amenazar a alguien que posiblemente sea mas fuerte, todo sea por el bien de las personas que quiere, tal como ha demostrado Estela.
Se asoma hacia Laura, sin mostrar sus intenciones, provocando que ella cierra sus ojos y entregándose a quizás un ataque contra su persona por la bofetada. Sin embargo, Lucas reconoce el valor de la mujer al acariciarle la cabeza y sonreír amablemente:
Lucas: “Vaya que tienes ovarios. Doctor graduado de la Universidad Parisina de Medicina, Lucas Freddo, a sus órdenes” — se acerca a Octavio y revisa la herida con maestría — “podrás sobrevivir, solo tienes que presionar la herida, lo bueno es que no se ha alojado energía mágica, eso permitirá que te puedan curar más rápido”
Laura: “Gracias”
Lucas: “No me lo agradezcas, soy doctor, es mi deber asistir a quien lo necesite. En este caso, el musculoso sin cerebro me necesita” — se entrega a su labor como médico profesional
Octavio: “¡Oye, soy abogado graduado de Harvard!” — responde indignado
Lucas: “Da igual, solo cállate” — presiona a propósito la herida
Octavio: “¡Auch! ¡Bastardo!”
Laura: “¿Crees que ya no nos seguirán?”
Lucas: “Por lo visto eran todos los que nos han seguido, pero no podemos quedarnos mucho más. Descansemos unas horas y sigamos, si es que él puede”
Octavio: “Usare mi mazo como muleta para moverme, no se preocupen”
Laura: “¿Estas seguro? Yo te ayudare por si acaso”
Octavio: “Esta bien”
Lucas: “Bien, volvamos a la cueva”
Mientras Laura y Octavio regresan a la guarida para descansar, Lucas piensa muchas cosas sobre su conducta, su ideología al menospreciar a la familia, al gremio Victory, a esas personas que darían su propia vida con tal de salvar a los suyos, y sin duda él no lo comprende por alguna razón siente que es algo que le recuerda con nostalgia la relación que tenia con su hermano al inicio, cuidándose las espaldas mutuamente:
Lucas: “Familia ¿huh?” — sonríe mientras sigue a los cazadores de vuelta a la cueva
Los cuerpos de los trolls se desintegran entre la tormenta, y en la niebla se muestra una siniestra mirada, como si fuera el frágil velo con el que esa entidad observa a todos los intrusos que han llegado para cerrar la mazmorra, iniciando el preludio de una feroz batalla por el continente helado.
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