Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 69
Días después de la misión en la mazmorra más difícil del planeta, los medios locales, regionales e internacionales no evitaron hacerse eco del éxito, aunque con muchas bajas de los gremios latinoamericanos, destacando a los argentinos que fueron el centro de atención por su activa lucha contra los monstruos y liderazgo. Desde el famoso periódico bonaerense “Nación Justa” hasta los siempre críticos medios gráficos de Francia, Italia, Austria y España venden la noticia con Martin en la portada con una entrevista apenas al llegar al país.
Toda la atención está sobre Victory y el maestro del gremio, ahora ya no son vistos como un simple gremio que recién comienza a funcionar luego de un par de semanas de preparativos y formación, sino como una potencia regional y con vistas a ser de los más fuertes del mundo.
En la sede principal de la A.A.C, un auto negro se detiene y de este salen tres personas, una mujer de extrema belleza que deja sin palabras a todos, mujeres y hombres suspiran por igual, un joven de cabello azul con la poca edad como para ir a la escuela pero que desprende un aura intensa, y por supuesto Martin, quien se lleva todos los flashes de las cámaras de fotos.
Los reporteros intentan tener las exclusivas palabras de Martin, pero al mínimo acercamiento Arakneida y Lorkamos se anticipan y muestran una sed de sangre tan intimidante que los obliga a todos a retroceder:
Martin: “Oigan, no hagan eso, solo intentan hacer su trabajo” — les dice incomodo
Arakneida: “Lo siento mi señor, es que no veo necesario que invadan su espacio personal…excepto yo o Estela”
Lorkamos: “Si, si, lo que dice la señora”
Arakneida: “No digas estupideces, y ¿a quién le dices señora?” — le pregunta, molesta
Lorkamos: “Solo digo que como eres más grande que yo, un par de millones de años”
Arakneida: “Sigue hablando estupideces y te rompo la columna” — advierte con las venas de su frente hinchada del enojo mientras intenta aparentar calma
Martin: “No se peleen, además…¿porque tu o Estela? ¿Cómo es que cambiaste tanto?” — deja escapar en voz baja
Arakneida: “Me sorprende que no me haya pedido que proteja a su madre”
Martin: “Bueno, eso es algo que me ha pedido Estela. Quiere estar con ella y conversar. Ahora que mi madre sabe todo, y que Estela es mi pareja, creo que es lo mejor”
Arakneida: “Sabia decisión mi señor, estaré al pendiente si necesita algo”
Martin: “Te encariñaste bastante con ella ¿cierto?”
Arakneida: “No lo negare, es una figura materna digna de usted, y el solo hecho de pasar tiempo junto a ella hace que me sienta feliz”
Martin: “Ya veo, me pone contento eso”
Recibiendo al particular trio, Oscar mira a Martin con cierto enojo, no por algún motivo sobre la mazmorra ya que hizo lo que pudo el cazador y si no hubiera actuado como lo hizo, indudablemente las bajas hubieran sido mucho más terribles. La cuestión es que en la oficina del presidente de la A.A.C se encuentran varios diplomáticos de diferentes países del mundo que buscan sus servicios, desde países humildes pero con gran interés en otorgarles hasta el país entero, hasta países poderoso en lo político como Rusia, Noruega, o Alemania, hasta naciones que rebalsan en dinero por los recursos mágicos en sus territorios como Sudáfrica, Mozambique, Japón o Australia, todos desean que el considerado cazador más poderoso a escala mundial fuera parte de su país, y ofreciéndole muchas cosas, algunas más absurdas que otras solo para que de sus servicios.
A pesar de que se siente halagado, Martin pide a cada diplomático que podrán pedir cita una vez se tomen los datos en la oficina de Victory con ahora sede en la localidad de Palermo en la Capital Federal.
Una vez se retiran los diplomáticos, Martin se desploma sobre el sofá, mientras que Arakneida se sienta de manera elegante y Lorkamos como un niño, salta sobre la superficie cómoda del mueble.
Oscar se acerca a la máquina de calentar agua con un termo en su mano derecha y un mate en la izquierda:
Oscar: “¿Se te ofrece un poco?” — le dice a Martin, pero sin apartar la mirada en Arakneida, quien sonríe disimuladamente y guiña su ojo derecho
Martin: “Si, te acepto esta vez” — se da cuenta de la conexión entre ambos y lo deja pasar sin problemas, aceptando la extraña relación, pero sin querer saber mas
Ya que ahora la calma en las naciones americanas es total, los cazadores pueden darse el lujo de tomar descanso, y eso incluye a Victory. De eso se trata la llamada de Oscar:
Oscar: “Martin, como veras, la situación en la Antártida se ha estabilizado. Después de que vencieras al emperador gigante de la escarcha, todo el territorio mágico se ha ido reduciendo. Aún quedan remanentes de magia porque su jefe era una entidad absurdamente poderosa en maná, así que solo resta esperar. En verdad fue un éxito” — le entrega el mate
Martin: “Fallecieron miles de personas y apenas un puñado salimos con vida. No sé hasta qué punto puede llamarse un éxito. Varios maestros de gremio perdieron la vida, mi gente casi no la cuenta. No lo siento una victoria Oscar, lo siento”
Oscar: “Entiendo cómo te sientes, pero quiero que sepas que todas esas personas escogieron ir. No tuviste la culpa de nada, no deberías sentirte de esa manera”
Martin: “Aun así yo debía protegerlos. El resultado habría sido otro si no hubiera creído que yo era más que suficiente” — dice, impotente al recordar los miles de cuerpos que se han podido recuperar, pero otros que no también lo llenan de remordimiento
Oscar: “No se te ha asignado ese deber, ellos debían de protegerse a sí mismos, y tú de ti y los miembros de Victory”
Martin: “¿Aunque fuera asignado líder de expedición?”
Oscar: “Un líder no puede simplemente pretender salvar a todos, es imposible” — llena de agua el mate y da un sorbo a la bombilla — “además quien estaba brindando su apoyo era Gonzalo. Aunque no lo creas él era el líder, desde un principio pretendía darte la experiencia de sentir la presión, pero tus decisiones no hicieron daño a nadie. Sin embargo, ayudaste a los supervivientes a sobrevivir, aun cuando Gonzalo permanecía en tu grupo, ese es el resultado de tu gran liderazgo en la parte final de la misión. Debes sentirte muy bien por ello”
Las palabras de Oscar tienen mucho sentido al analizarlo en profundidad, ya que Gonzalo era quien explicaba procedimientos, tácticas, o daba las órdenes a pesar de que Martin tuviera algo de peso en sus ideas u opiniones, lo cierto también es que para el maestro chileno pretendía formar al joven cazador para que a futuro se convirtiera en un gran aliado de la nación en materia de mazmorras, no por malicia sino por conveniencia y para apostar por él a futuro.
De alguna manera esta explicación lógica sirve a Martin para comprender que nada fue su culpa, ni la destrucción de la base ni las muertes. Inclusive tanto el Sargento Augusto como el teniente Santiago le dieron las gracias por haberlos ayudado, siendo quienes le otorgaron una medalla a cada miembro de Victory por haber salvado, liderado y curado a muchos miembros humanos ante tal difícil situación:
Martin: “Si, tienes razón” — sonríe aliviado
Oscar: “Deberías dejar de sentirte culpable por todo y disfruta de la vida. Eres joven, poderoso y tu gente te ama. Siéntete feliz en este momento”
Martin: “G-Gracias”
Oscar: “Ahora tenemos que hablar de algo” — le entrega a Arakneida el mate, pero ella lo rechaza cortésmente — “tu ¿quieres?” — le pregunta a Lorkamos
Lorkamos: “…”— asienta entusiasta, toma el mate y da unos sorbos a la bombilla — “¿q-que es esto? Es delicioso” — reacciona fascinado por la bebida humana
Oscar: “Es una infusión a base de hierbas, disfrútalo”
Arakneida: “Es como un niño que recién aprende a andar en bicicleta” — dice, burlándose
Lorkamos: “Al menos no me veo como una vieja”
Arakneida: “¿Qué mierda acabas de decir?”
Martin: “Ya, dejen de pelear”
Arakneida: “Si, perdone mi señor”
Lorkamos: “Lo siento boss”
Martin: “Cielos” — se toma la cabeza
Oscar se pone de pie y camina hacia su escritorio, donde busca entre los cajones unos documentos, al encontrarlos se los acerca a Martin y le indica que los vea:
Martin: “¿Qué es?”
Oscar: “Bueno, tengo entendido que las cosas en el mundo han ido bastante mal y no negare que hay que hacer algo, pero tengo en mente una cosa previa, por lo que como líder que engloba a todos los gremios y cazadores tengo una orden para ti y Victory en general, por supuesto que incluye a familiares”
Martin: “¿Huh?” — mira unas fotos de playas, montañas, bosques y spa — “debes estar bromeando”
Arakneida: “¡Oh, si! ¡Spa, playa!” — festeja entusiasmada
Lorkamos: “¿Quién es la niña ahora?” — pregunta con sonrisa de burla
Martin: “Oscar”
Oscar: “Es una orden, ve con tu gente de vacaciones. Victory no se irá a ningún lado, y con todo el escándalo que se ha producido en el mundo por el éxito en la mazmorra más difícil del mundo, diría que necesitan escapar urgente de los asedios permanente de los periodistas del mudo”
Martin: “No estoy seguro, es decir, no voy a detener a nadie si desean ir de vacaciones, pero están sucediendo cosas en muchos países y no quiero que empeoren. Estados Unidos, Ucrania y China, creo que sabes a que me refiero, porque quizás te hayan llamado a ti”
Oscar: “Tienes buen ojo para las cosas. Si, si, tienes razón, muchas cosas extrañas están pasando, pero si no cuido de mis cazadores y gremios, seré un muy mal presidente. Por favor, tómate estas vacaciones al menos una semana” — le pide
Según los parámetros de cualquier asociación de cazadores, cada cazador tiene derecho dependiendo de que país, a una semana de vacaciones luego de las misiones. Esto es para reducir la carga interna y el estrés, pero más que nada para evitar que el rendimiento de los cazadores se vea mermada.
Sin embargo, desde que Martin se ha hecho conocido luego de la mazmorra Arácnida, no ha tenido una sola semana de descanso, por lo que Oscar decide organizar varias opciones, priorizando que todo Victory puede disfrutar unos días de relajación, aunque deban obligarse si se niegan.
Martin no puede ir contra las órdenes del presidente de la asociación de cazadores, así que decide aceptar la propuesta de unas vacaciones a una playa a elección:
Martin: “¿Qué opciones de playa hay para elegir?”
Oscar: “Bueno, hay algunas que se encuentran prohibidas por temas de conflicto y otras porque lidian con mazmorras menores que se abren en las aguas. Pero tengo estas cinco opciones, tu escoges”
Martin: “Entonces creo que aquí” — señala una isla en el caribe
Oscar: “Déjame entonces hacer los preparativos para el viaje de todos ustedes. Solo dime cuantos son y reservare un avión solo para Victory”
***PARTE II***
En la devastada nación de la Republica China, donde ahora reina el caos, la muerte y la pestilencia. Los emperadores se reúnen de emergencia por lo sucedido en la mazmorra de la Antártida y la curiosa aparición de dos nuevos monstruos al nivel de ellos.
A la reunión concurren todos los conocidos cada uno con su sequito acompañante y Kassio sirve como hospedante a sus equivalentes.
Los emperadores deciden que dicha reunión se lleve a cabo en lo que fue alguna vez la capital mundial de las bolsas de todos los confines del planeta, Beijing. En el centro de dicha ciudad, completamente destruida y gobernada por zombies y esqueletos armados, Kassio da inicio a la reunión al golpear su taza de cobre que estaba cubierta por vino del más alto nivel contenido mágico:
Kassio: “Bien, la reunión da inicio. Saben porque estamos reunidos y lo necesario del porque hay que tratar esto con mucha urgencia”
Dramonzuk: “Glermorog fue un estúpido, eso sin duda lo llevo a morir. No sé porque estamos discutiendo su incompetencia” — dice de manera despectiva hacia su antiguo compañero de entrenamiento
Leza: “Posiblemente sea porque un simple humano lo apaleo de una manera inconcebible además no entiendo porque dices eso de él habiendo sido tu amigo durante millones de años” — le recrimina la falta de respeto por el emperador caído
Dramonzuk: “El débil seguirá siendo débil no importa los años que pasen. Él no fue rival para el usuario imperial y lo pagó muy caro” — responde con mirada feroz y una leve, pero poderosa expulsión de energía mágica que acaba por destruir varios edificios y noquear a los no muertos y muchos monstruos de los sequitos imperiales
Esfutyox: “Ya, ya, no hemos venido a pelear” — intenta detener la discrepancia entre ambos monstruos
Dramonzuk: “Esfutyox, en parte es tu culpa. Sabes que quien asesino realmente a Glermorog fue tu ex subordinada ¿cierto? Deberías admitir tu culpa”
Esfutyox: “Se suponía que ella había muerto” — responde nervioso ante las imponentes palabras de Dramonzuk
Leza: “Ya, ya. Esfutyox tiene razón, y sin duda Dramonzuk se equivoca”
Dramonzuk: “Di lo que quieras”
Kassio: “La situación en cuestión es que por primera vez uno de nosotros ha caído y de manera humillante. Debemos decidir qué hacer”
Ormach: “En vista de lo que paso en la mazmorra de Glermorog, ni siquiera el ambiente inhóspito fue suficiente, y cada uno de nosotros ya ha tomado un territorio para sí mismo. Esfutyox en la nación de Argentina, Dramonzuk en Islandia con sus volcanes, Leza en Escandinavia, Glermorog en la Antártida, yo en el Océano Pacifico y Kassio…” — se detiene con mirada acusante
Kassio: “Se que sabes que mi inteligencia rebasa a todos, excepto a Dramonzuk a quien considero un igual, por esa razón debo preguntar ¿insinúas algo contra mí?”
Ormach: “Déjame ser muy claro Kassio, no he venido para hablar sobre lo sucedido con Glermorog, sino por tus acciones tan cuestionables. Hemos acordados tomar un territorio, cada uno ha decidido abrir una mazmorra, pero tu estas moviendo tus fuerzas en tres lugares diferentes. Es sabido que eres el emperador con mayores números y variedad de tropas, aunque no las más fuertes salvo por la elite”
Kassio: “Se más claro con tus acusaciones”
Ormach: “Solo diré que esta reunión es innecesaria y debo regresar al mar de Japón. Mis muchachos necesitan comer”
Dramonzuk: “Esa es una grave acusación ¿tienes respaldo a lo que dices?” — pregunta, sentado y con brazos cruzados, pero bajo una imponente presencia que obliga a sentir temor
La repentina acusación de Ormach hacia Kassio por la violación de un pacto entre emperadores es tan grave que ninguno queda exento de preocupación y a la vez la rabia, pero es cierto que las pruebas están a la vista y que el titiritero sabe que cualquier cuartada debe ser bien ejecutada sin problemas.
En su rostro, la expresión de Kassio parece ser muy serena y calma, lejos de la reacción que Ormach espera, y contrario a todo, el mismo emperador naga es quien se muestra bastante nervioso:
Kassio: “¿Ormach, estas bien? ¿no quieres descansar un momento?” — pregunta en tono de preocupación fingida y una leve sonrisa
Ormach: “Maldito desgraciado” — piensa
Kassio: “Bien, lo reconozco. Yo fui el que se ha movido por fuera de China, más precisamente Ucrania y Estados Unidos” — actúa dramáticamente, mostrándose arrepentido de lo que hizo — “Sin embargo tengo una perfecta razón”
Leza: “Entonces dila”
Esfutyox: “Debe ser una muy buena para romper el pacto”
Dramonzuk: “¿Y bien Kassio? Danos esa perfecta razón”
Kassio: “Por supuesto” — chasquea sus dedos y desde el suelo surge una pantalla mágica con la imagen del mapa mundial — “como verán este es el planeta tierra con su formación terrestre, marina y aérea. Este punto al norte es Estados Unidos y este casi en el centro es Ucrania, por supuesto que no representan nada concreto, ni siquiera son importantes. Eso es un error de jugada para nosotros, porque allí viven cazadores peligrosos”
Dramonzuk: “¿Cazadores peligrosos?”
Kassio: “Así es. Si bien sus rangos y poder mágico son inferiores a nosotros, hay que recordar que siguen portando la semilla y que aún resta germinar”
Dramonzuk: “Déjame ver si entendí, desobedeciste nuestro pacto común, solo por una especie de corazonada. Te recuerdo que este pacto se centra en distribuir nuestros dominios de manera equitativa y que respeta las habilidades que poseemos, cometiste un acto impropio e irrespetuoso”
Kassio: “Por supuesto, pero los hechos concretos están allí a la vista. Son cazadores con la capacidad de moverse entre rangos” — extiende ambos brazos y en un instante se muestra al cazador William Scott en la pantalla — “este es el cazador William Scott, considerado el humano más fuerte del planeta, rango SS+ y con una particularidad especial”
Leza: “Puede aumentar exponencialmente su rango al mismo tiempo que el poder mágico ¿cierto?”
Kassio: “Desde el rango SS+ al SSS+ en un instante y en un cierto periodo de tiempo puede igualarnos”
En cierto modo, Kassio tiene razón según parece para los emperadores. Cazadores humanos con la habilidad de igualar a los emperadores es algo demasiado inesperado como para obviarlo, y que a la larga podría traer problemas muy graves para los planes que tienen. Uno puede ser casi problemático, pero si ese cazador puede motivar a otros como el a lograr tal proeza, eso puede acabar siendo desastroso:
Dramonzuk: “Si bien es convincente lo que dices, no se explicar por qué no lo vas a asesinar tu cuando esté durmiendo o con la guardia baja”
Kassio: “Muy sencillo, la razón es que necesito caos. Estoy completamente aburrido y mis planes son más complejos como para ensuciarme las manos. Por esa razón he provocado una guerra entre naciones para despojar de su estatus y protección. Muy pronto veremos algo más que interesante entre ese cazador y el usuario imperial”
Dramonzuk: “Así que ese es tu plan, poner a ese cazador contra el usuario imperial. Muy astuto el plan, no lo niego”
Leza: “Podría funcionar para medir la capacidad del usuario y ese humano”
Esfutyox: “Debo reconocer que es algo interesante y quizás el resultado nos beneficie”
Ormach: “E-Esperen un momento” — se preocupa por la situación revertida
Kassio: “Muchas gracias por sus halagados” — hace reverencia
Dramonzuk: “Entonces, el asunto del usuario imperial quedara en tus manos, Kassio”
Kassio: “Por supuesto”
Ormach: “Maldito seas Kassio. No debería terminar así esto. Se supone que ha fallado al pacto entre nosotros, desgraciado hijo de perra” — piensa lleno de ira
Dramonzuk: “Sin más motivo para seguir aquí. La reunión ha finalizado”
Dramonzuk da por terminado la reunión, y cada uno de los emperadores regresa a sus respectivas mazmorras, abriendo un portal cada uno, siendo el último en irse, Ormach el emperador naga quien se acerca al titiritero:
Ormach: “Se que planeas algo y seré quien revele tu farsa” — golpea con su dedo indica el pecho de Kassio
Kassio: “Lo siento, pero no sé de qué me estás hablando” — aparta el dedo a un lado y sonríe — “pero te diré que va a ser una era plena para todos nosotros”
Ahora que el desconfiado emperador naga se retira del territorio de Kassio, una figura se le acerca tímidamente desde un costado a Kassio.
Kassio: “Veo que el cristal mágico que te implante para reemplazar el que tenías funciona muy bien”
Gelial: “Si, muchas gracias señor” — responde cortésmente
Kassio acomoda su cabello hacia atrás y sonríe lleno de gozo. La extraña expresión del titiritero incomoda a Gelial, apartándose a un lado por encontrarlo perturbador, a diferencia de como era su antiguo señor ahora fallecido. En su caso, el elemental había obtenido la peculiar inteligencia que carecía Glermorog y el estoicismo para evitar ser prejuzgado por los oponentes que le toque.
Aun así, la intensa presencia psicópata da Kassio perturba a Gelial:
Kassio: “Tienes preocupación ¿Por qué es?”
Gelial: “N-No es por nada señor…”
Kassio: “Ya veo”
Kassio atraviesa de lado a lado el pecho del elemental de hielo con su mano donde se encuentra el cristal mágico que le permite existir:
Gelial: “¿Q-Que me ha hecho?” — pregunta mientras una dolorosa sensación recorre su cuerpo y el hielo que lo conforma se quiebra lentamente alrededor de la abertura
Kassio: “Esto es por el bien de mi misión. Agradece ser parte de algo como esto y mis experimentos”
Con magia siniestra característica del emperador de la oscuridad, corrompe la naturaleza de la criatura, convirtiéndola en una masa deforme parecida a brea que lo hace sucumbir y perder la estabilidad mágica que el mismo cristal en su interior le otorgaba.
Esa masa oscura va adoptando una forma extraña de un hombre pálido con heridas en las que se ven sus huesos, cubierto de armadura oscura, portando un hacha que gotea sangre negra desde el acero y montando un corcel no-muerto.
Kassio se acerca al jinete y acaricia al tímido corcel:
Kassio: “Magnifico, no podría pedir una mejora tan increíble ¿Cómo te sientes, Alaer, Jinete de la Tortura?”
Los ojos de la nueva y poderosa criatura se encienden con un color rojo intenso y a continuación, una poderosa ráfaga de energía mágica es expulsada de su ser:
Alaer: “Me…siento bien mi señor, estoy a sus órdenes”
Alaer, Jinete de la Tortura.
Monstruo Clase comandante Superior Rango SS+
Inteligencia: C+
Fuerza: S+
Agilidad: S+
Velocidad: SS+
Poder Destructivo: S+
Mana: SS+
Puntos Vitales: SS+
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