Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 102
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- 102 - Capítulo XXXII: Respuesta ante la crisis china parte III
Tres días antes de la resolución de la embajada de China en Argentina, varios de los maestros supervivientes de la misión en la Antártida y varios otros que no han participado, se reúnen en Cuzco como sede para decidir si los gremios latinoamericanos participarán de lo que en un principio era considerado por muchos como la mayor misión en conjunto de la historia pero que ahora se ha convertido en una decepcionante respuesta de intereses.
China tan solo podría esperar a un pequeño y reducido grupo de cazadores que esperan la autorización de la embajada de China, mientras que en Europa no habrá respuesta y en Asia, tan solo Japón podría enviar solo una persona. Ya sea por la falta de decisión de maestros de gremio y gobiernos o cuestiones religiosas, o investigaciones científicas, el inhumano rechazo al hacer algo para ayudar a China deja una poco numerosa respuesta.
Gonzalo y Abel preceden la reunión en un hotel de la ciudad. Gracias al desastre en termino de bajas que supuso la misión en el continente de hielo, la cantidad de gremios se había reducido bastante. Sin embargo, ahora con el problema resuelto con los Estados Unidos, México envía a sus gremios más poderosos con el fin de pagar sus deudas con Argentina:
Gonzalo: “Primero que nada, quiero agradecer a los supervivientes del gremio Justica Inca por dejar hacer esta reunión aun después de lo sucedido en la Antártida. Es un hecho de que siempre han estado en favor de Argentina y como chileno siento el orgullo de decir esa lealtad entre hermanos latinos es algo que debemos admirar. Segundo y no menos importante es el hecho de que esta reunión es para brindarle apoyo a Victory, quien como ya saben, irán hacia China para dar apoyo a los supervivientes y detener al emperador que según parece ha tomado como parte de su territorio al país entero”
Ricardo: “Según investigadores y científicos tailandeses, la energía que desprende la niebla es demasiado grande. No se sabe cuánto soportarán los supervivientes. Supongo que el tiempo es demasiado corto”
Gonzalo: “Alrededor de 20 días, puede ser un poco más, un poco menos, la cuestión es que necesitamos apurarnos y tomar una decisión urgentemente”
Vicente: “Eso es poco tiempo Gonzalo ¿no podríamos conversar con Canadá o los Estados Unidos? Quizás provean de cazadores rango S+ y recursos porque con ese escaso tiempo no llegaremos a reunirlo tan rápidamente” — dice preocupado, el maestro del gremio “Sequito de San Pedro” de Republica Dominicana
Abel: “En la situación actual que tiene Estados Unidos solo podríamos esperar un par de cazadores. Canadá en todo caso podría ayudar, pero su mala relación con los yankis hace que fuera imposible que compartan equipo por lo que damos por hecho la negativa”
Carlos: “China es un enorme país y abarcar tanto territorio necesitaríamos de al menos 100 gremios y ayuda de parte del ejército de muchos países. No quisiera sonar negativo pero esta misión tendría costos enormes” — reconoce, el maestro del gremio “Sicarios del Norte” de Colombia
Francisco: “Es cierto ¿Cómo podríamos tener éxito en la misión con tan pocos números?” — dice el maestro del gremio “Azote del Amazona” de Brasil — “podríamos hasta incluso perder a más cazadores o peor, gremios enteros”
Gonzalo: “Comprendo sus preocupaciones y no es algo de lo que yo estoy ajeno. El asunto es que en algún momento seremos atacados por ese mismo fenómeno. Quizás no hoy ni mañana, quizás no en meses, pero en algún momento sufriremos las consecuencias de ignorar la ayuda”
Habiendo dicho eso con extrema seriedad, los maestros de los demás gremios discuten acaloradamente sobre que hay que hacer. Como ha sucedido en Europa y Asia en los días previos a esa reunión en Perú, las opiniones son divididas y no parece llegar a algún sitio:
Abel: “Por fin llegó la instancia de desacuerdo y relaciones ásperas” — murmura al lado de Gonzalo
Gonzalo: “Mientras Victory se arma por sí mismo en estos momentos donde deberíamos estar más unidos que nunca” — responde en voz baja
Abel: “Demasiado con que volvamos a reunirnos después de lo que pasó en la Antártida”
Gonzalo: “Lamentablemente eso fue un éxito envuelto en un fracaso. Las vidas no serán devueltas ni los recursos y eso ha impactado en el orgullo de estas personas”
Abel: “¿Cómo los vamos a convencer?”
Gonzalo: “La mayoría tiene miedo de morir también. Hay que seducirlos con algo al alcance de ellos”
Abel: “Tampoco es un secreto que todo lo que hagan sea por buena voluntad. No aceptaran algo tan poco valioso. Hasta serían capaces de pedirte la mitad del país solo porque tienen miedo de ir a China”
Gonzalo: “¿Puedes culparlos?”
Abel: “Sabes que no. Ese no sería mi estilo”
Gonzalo: “Tenemos que conseguir el apoyo unánime” — dice con puño apretado — “tengo que demostrar ser útil. Incluso en ese momento… — recuerda lo sucedido en la Antártida y que en esos días se ha sentido tan inútil por no haber sido de ayuda — “o, sino, no tendría razón de ser mi posición como maestro del gremio” — piensa
Abel: “¿Les darás eso?”
Gonzalo: “No es como si yo quisiera, pero estoy seguro que acabaran interesados por recibir más de 10 millones de toneladas de cristales de maná distribuidas para cada uno”
Abel: “Esa cantidad representaría al menos el PBI de toda Sudamérica por al menos 5 años”
Gonzalo: “Seguramente nos lleve a la ruina, pero algo tenemos que hacer”
Después de conversarlo durante casi 40 minutos, los maestros de gremio llegan a un acuerdo sin que Gonzalo se percate debido a que sigue su conversación con Abel. Francisco bebe un poco de agua y se pone de pie:
Francisco: “Supongo que tienes razón Gonzalo. Posiblemente nos terminemos arrepintiendo si no actuamos por lo que aceptamos prestar ayuda”
Gonzalo: “¿Huh?”
Abel: “¿Heh?”
La reunión se termina con la exitosa determinación de los maestros por apoyar a Martin y su gremio para ayudar a China.
Gonzalo solo quiere regresa a su casa después de muchas horas de reunión y sin haber pegado un solo ojo. Con la mirada cansada y respiración profunda, se desploma sobre su asiento y descansa todo lo que puede mientras piensa muchas cosas:
Gonzalo: “Estoy agotado, Abel”
Abel: “¿Por qué no vamos a casa?”
Gonzalo: “Ah, creo que llegare más tarde. Tengo cosas que hacer”
Abel: “¿Eso incluye reunirte con Martin?”
Gonzalo: “Si, tengo anunciarle el éxito de la reunión. Me preocupa que los números siguen siendo escasos” — dice en tono desanimado
Abel: “Martin ya es un alto rango, eso es algo y muy importante” — lo anima mientras masajea los hombros de Gonzalo
Gonzalo: “Solo esperemos que tengamos éxito o sino…” — se masajea la cabeza — “será el mismo peligro que la Antártida si fallamos de eso estoy muy seguro”
***PARTE II***
Unas horas más tarde, Arakneida abre un portal en la oficina de Gonzalo a petición de este para poder hablar con Martin y anunciarle los planes, ahora que muchos gremios latinos decidieron actuar sin dudarlo:
Gonzalo: “No tardare mucho”
Martin: “La respuesta es un no”
Gonzalo: “¿Heh?”
Martin: “Lo siento Gonza, pero por lo que pasó en la Antártida no quiero que más personas se involucren”
Gonzalo: “P-Pero ya hemos resuelto que proporcionaremos toda la ayuda posible”
Martin: “Agradezco la intención. Pero esto es algo que solo nosotros podemos hacer”
Gonzalo: “Escucha, sé que tus compañeros son fuertes y soy consciente de eso, pero no puedo evitar sentir el compromiso de ayudarte con esto”
Martin: “Si fuera el caso, no habría problema. Pero hay algo que no te has dado cuenta y es el hecho de nosotros no vamos a una misión suicida como muchos están pensando”
La puerta de la oficina se abre y los ejecutivos hacen presencia con una seguridad nunca antes vista. Aquellos cazadores y monstruos que alguna vez ha conocido Gonzalo, ahora se ven opacada por una imagen mucho más impactante. Sea la postura, forma de mirar o el aura que desprenden, algo fuera de lo común se ve en ellos:
Gonzalo: “No puedo explicarme porque me estoy sintiendo así. Solo me quedo perplejo ante la presencia, sea de Arakneida o Julio, inclusive los nuevos entre las filas de Victory. Algo me está diciendo que no será una misión sino un exterminio de monstruos enemigos y la salvación de los inocentes” — mira a Martin y añade — “esta es la primera vez que veo a Martin de esa manera. Tan seguro, tan directo. Siento como si fuera una evolución de su persona ¿Qué fue lo que le pasó estos días?”
Martin: “Gonza”
Gonzalo: “¿Heh? ¿sí?”
Martin: “Confío en ellos y no tengo dudas de que vamos a vencer, pero para eso necesito que se mantengan al margen. No sé cómo explicarlo, pero por favor no se metan”
Gonzalo: “Ah, sí, entiendo” — responde con dudas. El ver al grupo con una actitud distinta lo hacen pensar que quizás no hay que preocuparse y que es posible la victoria
Julio asienta despacio con su cabeza mientras mira a Martin, a lo que él le responde con el mismo gesto:
Julio: “¡En marcha, ejecutivos!”
Gonzalo: “¿Heh? e-espera un momento ¿acaso van ahora?”
Martin: “¿Piensas que vamos a esperar un minuto más?” — pregunta de manera sarcástica — “mientras más esperemos, más vidas perecerán y eso no es lo que nosotros queremos”
Gonzalo: “La embajada se disgustará con esa decisión”
Martin: “Al carajo la embajada china” — responde con firmeza — “mientras los que están detrás de un escritorio discuten por idioteces, nosotros vamos a ser la punta de la lanza que defenderá al mundo si es necesario. Eso es un hecho del que jamás escaparemos. Porque por fin hemos encontrado la razón de porque estamos unidos no solo por el oficio de cazador, sino por el espíritu y valor que nos define como personas que queremos salvar a los inocentes”
Arakneida abre un portal en medio del gremio y lo cruzan a paso lento, pero sin dudarlo hacia la que posiblemente sea la mayor recuperación de territorio de la historia humana. Superando a la ocurrida en la Antártida.
Las intenciones de Martin y el gremio son claras y puede que sea cuestionada por gremios y naciones que apelan a sus intereses propios, pero eso es lo que los diferencia de cualquier. No van a ceder ni dejar que personas inocentes sean abandonadas a su suerte. Y no importa enfrentar al único representante estatal de China, su decisión de ayudar es tan clara como el agua y por primera vez no aceptará palabra alguna de quien sea:
Martin: “Mucha suerte mis amigos. Es posible que con la victoria podamos asestar un fuerte golpe a los emperadores y descubrir que está pasando en nuestro mundo…”
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