Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 83
Días mas tarde, el grupo llega hasta la ciudad de Hermosillo, apostado muy cerca de la frontera con los Estados Unidos y uno de los puntos complicados en las negociaciones de cese de hostilidades entre ambas naciones.
Como se han organizado, primero viajan hasta el hotel donde se hospedarían durante los próximos 5 días para luego tomar un avión hacia Nueva York, donde allí serian recibidos por el embajador argentino, Lucas Laurenzi, quienes haría de conexión con el representante y el presidente de la Asociación Americana de Cazadores o A.A.C para poder entablar conversaciones con William. Una vez en el lugar donde se hospedan, Julio busca a Ricardo, quien junto a un grupo grande de cazadores entre los que se encuentran los de mayor rango posible del gremio Whiplash han llegado para prestar ayuda a Guerreros Jaguar.
En el camino se encuentra con Alfonso Noriega, uno de los secretarios y asistentes del gremio de Guerreros:
Julio: “Disculpe, usted debe ser Alfonso ¿cierto?”
Alfonso: “Así es y usted es…Julio” — extiende su mano para saludarlo — “un verdadero placer conocerlo”
Julio: “El placer es mío”
Alfonso: “¿Necesita algo de mí?”
Julio: “Si, estoy buscando a Ricardo, el maestro del gremio Whiplash ¿sabe dónde está?”
Alfonso: “¿No se lo dijeron?”
Julio: “¿Qué cosa?”
Alfonso: “El gremio Whiplash Quetzal, Saladillo, Toluca Warriors, Underdorados y Jalapios están reunidos en la frontera a unos kilómetros de aquí junto con Guerreros Jaguar y otros más del estado. Las cosas se están poniendo muy difíciles y parece que ya hay tropas norteamericanas del otro lado, esperando a invadir o tomar acción”
Julio: “No nos dijeron nada”
Alfonso: “Es porque fueron ordenes muy repentinas y quizás no quisieron molestarlos después del viaje. Además, no tienen que entrometerse en esto, sino se vería estropeado el viaje a Estados Unidos”
Julio: “Aun así tenemos que ir” — se da media vuelta y da unos pasos
Alfonso: “¿A dónde se dirige?”
Julio: “Voy de regreso a las habitaciones. Martin tiene que saber de esto y posiblemente estemos allí en poco tiempo”
Alfonso: “¿No hay manera de convencerlos de que no vayan?”
Julio: “No si quieren solucionar este problema”
Mientras tanto, Martin y Estela regresan de comprar recuerdos para los demás que esperan en Buenos Aires, después de un viaje largo hasta Hermosillo, no podía esperar una cita romántica entre ambos, aunque sea almorzar bien temprano y disfrutar del lugar, al menos un poco antes de partir a un lugar muy oscuro como lo es el actual USA.
Para peor, llegan a metros del hotel y ven un enorme grupo de periodistas, autobuses, fuerzas de seguridad y cazadores de Whiplash esperando por los miembros de Victory. Martin no entiende nada, así que lo primero que hace es junto a Estela prender vuelo hacia la habitación 148, muy cerca del pent-house, que les fue dado a petición del mismo cazador para evitar lo que se ha reunido abajo, un tumulto de gente, eufórica para con ellos.
Una vez llegan a la ventana de la habitación de ellos, Estela la abre y entran sin dificultad, allí los esperan Arakneida, Julio, Lorkamos y Daniel:
Martin: “Está la prensa arriba”
Julio: “Si, y tenemos un problema”
Martin: “¿Cuál?”
Julio les explica la situación, contándoles porque Whiplash no está en el hotel, la tensión que se ha incrementado en la frontera y que a petición de él hay autobuses esperando para partir siempre y cuando Martin lo decida si es o no prudente.
Martin, quien se había planteado batalla sin meter a los suyos en medio, suspira largamente y se tira sobre la cama, mientras que los demás esperan una respuesta. Cierra unos momentos los ojos y en ello ve a su madre, quien prepara la cena en el gremio, como si fuera un vistazo actual.
Mira a los ojos de Julio por un momento, luego asiente:
Julio: “Entendido”
Estela: “¿Quieres que me encargue, Julio?”
Julio: “Deja que me encargue, ustedes traten de descansar lo que puedan ¿te parece?”
Estela: “Esta bien. Si necesitas algo, solo dime”
Julio: “No te preocupes, te tendré presente”
Arakneida: “Si tanto quieres ayudar necesito que me ayudes con unas cosas” — le guiña el ojo
Estela: “Ya veo” — se da cuenta y le sigue la corriente
Arakneida: “Ven, tenemos que ir al bar”
Lorkamos se acerca y se le queda mirando a Martin desde arriba:
Martin: “¿Pasa algo Lorkamos?” — pregunta con los ojos entrecerrados
Lorkamos: “Bueno, tenemos dos horas antes de partir y estaba pensando…” — responde tímidamente
Martin: “¿Quieres ir a comprar recuerdos para Maca?”
Lorkamos: “…”— asienta, sonrojado
Martin: “Bien” — se levanta de la cama y camina al baño — “me duchare y cuando salga estate preparado”
Lorkamos: “Muchas gracias jefe”
Martin: “Ya, deja de decirme jefe, dime Martin”
Lorkamos: “Bien, gracias jefe Martin”
Martin: “Haaa…”
Momentos mas tarde, el grupo se reúne a las afueras del hotel junto con varios cazadores más de Whiplash que han llegado debido a que se encontraban en otros lugares, descansando o cumpliendo con trabajo en alguna mazmorra.
Los miembros de Victory son coreados como héroes y los cazadores que se encuentran allí los aplauden. Sin saberlo, el publico presente presiona con creces a Martin y los suyos, teniendo en sus hombros las esperanzas de todo un pueblo que siente temor de que un día el maestro de Dark Eagle los aniquile sin ofrecer oposición.
De igual manera, el extraño ambiente casi festivo incomoda a los argentinos. Por eso Martin toma la decisión de que todos regresen al hotel y Arakneida sienta la presencia de William, ya que al estar siendo influenciado por algo mas siniestro que la energía mágica de un humano, seria mas sencillo ir al lugar a través de un portal abierto por la emperatriz.
Entonces de un movimiento circular con su mano, abre un portal del tamaño de un autobús y allí ingresan todos los miembros de Victory en México. Antes de atravesar dicho portal, nota que Martin mira a los cazadores que tendrán que hacer un viaje tan largo y agotador:
Estela: “Ellos llegaran cansados”
Martin: “Si, y posiblemente se necesite gente fresca”
Estela: “Hablas como si acabase en una guerra”
Martin: “Espero que no pase, dios quiera que no, pero…” — se voltea y la mira a los ojos — “nunca podríamos estar seguros. Las personas son demasiado simples y a la vez que terriblemente complejas”
Además de esto, Martin sospecha que una simple guerra acabaría sumando mas fuerzas a la creciente horda de no-muertos que se ha despertado y que marchó hacia el misterioso portal de la selva, por lo que nada es seguro, ni lo que llegue a ocurrir con los países ni las criaturas. Todo eso hace de un gran dolor de cabeza para él.
La mayoría simplemente seguirían su camino, pero él hace caso a su buen juicio y a lo que su padre haría en tal situación, por eso es que decide salir fuera del hotel y convencer a los cazadores que están esperando para abordar el autobús y los que ya están dentro de estos para que vayan con él y entrar al portal que los lleve al lugar. En un comienzo no le creyeron, por miedo o desconfianza en la naturaleza de Arakneida. Al final todos acaban aceptando seguirlo, mas que por el poder de persuasión y logros del cazador que la confianza.
Cuando todos atraviesan el portal, se encuentran con un desierto separado por muros y una increíble presión mágica proveniente del lado estadounidense que el solo hecho de estar a varios kilómetros hacen que el cuerpo mismo se ponga en estado de alerta y tiemble.
En contraste a eso, el lado mexicano es algo excéntrico, con cazadores de diferentes partes del país caminando de aquí para allá vestido con ponchos típicos, guitarras y otros preparando sus armas o hechizos mágicos según la clase que sea, pero todos con una sola misión en mente, evitar una guerra o lucharla.
A metros de la magia espacial ejecutada por Arakneida, se les acerca un grupo de cazadores, unos fuertemente armados con espadas y hachas hechas de un acero de Mithrill, legendario acero nórdico que es producto de la combinación entre el hierro y cristales mágicos que dan forma a ese producto para la cacería en mazmorras. Otros son los tiradores, sean de magia o flechas, y por supuesto aquellos que están por arriba de todos, los mejores cazadores de Mexico y los que poseen no solo armas de Mithrill sino también armaduras, las cuales protegen inclusive de magia oscura, aunque de bajo nivel.
Martin se queda mirando el excelente material con el que están hechas las armas y armaduras, casi podría decirse que está al nivel de los mejores gremios del mundo, si no fuera por una cosa, una muy cruel y muestra la clara diferencia, abismal, por cierto, entre ambos lados y es que apenas un puñado de cazadores portan tales objetos de calidad. Cazadores de rango A+ o S+, y los que poseen fuerte dineral mucho antes de haber comenzado el oficio en las mazmorras. Lo primero que suelta de su boca es “que nostálgico”, siendo algo que en Argentina sucede y bastante, pero en este caso la corrupción es demasiado gigantesca a diferencia del país azteca, donde hace casi 20 años que el narcotráfico ha caído a manos de las fuerzas de seguridad compuesta por cazadores.
No es como si pudiera hacer algo para evitar tales diferencias sociales, pero tampoco sería lo mejor opinar al respecto. Su mirada se dirige a quien preside al grupo, siendo el maestro del gremio Guerreros Jaguar:
Marcelo: “Buenas tardes. Soy Marcelo Horeyana, maestro del gremio Guerreros Jaguar. Imagino que el viaje no fue nada complicado y espero que su estadía en México esté siendo de su agrado. Usted debe ser Martin, la verdad que es un honor conocer al supernova del que todos están hablando” — le extiende su mano
Martin: “Gracias por recibirnos. Esperamos hacer todo lo posible por ayudarlos”
Marcelo: “Por favor, ya tenemos armadas las tiendas de campaña. Por obvias razones se encuentran alejadas lo más posible del lugar” — les indica para que vayan a donde van a dormir el resto de los días
Mientras son guiados por uno de los cazadores, Marcelo toma a Martin del hombro para detenerlo:
Marcelo: “Disculpe ¿podríamos hablar en la tienda principal? Allí nos espera Ricardo y varios maestros de gremio”
Martin: “Si, claro”
Haciendo caso a la petición, Martin camina a través de un largo camino de fango entre medio de tiendas de campaña que están apostadas en fila muy prolijamente y donde en total hay unos 2.000 cazadores, 5.000 soldados, y 50 civiles como diplomáticos y embajadores de diferentes países, quienes se encargan de observar la situación y luego evaluarían si intervenir o no según crean conveniente.
Finalmente, llegan a la tienda donde se encuentran discutiendo planes de batalla y negociaciones algunos maestros, oficiales del ejercito y diplomáticos. La llegada de Martin corta en seco la reunión y muchos se sienten algo intimidados por el pequeño pero denso poder mágico desprendido por él. Ricardo sale de entre los cazadores y le extiende la mano, muy feliz de que esté allí:
Ricardo: “No me esperaba encontrarte aquí”
Martin: “El pensamiento es mutuo. Creía que nos esperabas en el hotel, pero te marchaste muy rápido”
Ricardo: “Si bueno, las cosas se han complicado demasiado estas últimas horas”
Martin: “Al menos hubieras avisado”
Ricardo: “Híjole, no seas tan pesimista” — se le acerca ya abraza con una sonrisa — “escúchame” — se le asoma al oído, simulando un abrazo de confianza — “muchos de aquí no aceptaron que intervengas y también muchos de aquí han tenido relaciones abiertas con Estados Unidos de manera abierta, así que ten cuidado” — le advierte en voz baja
Martin: “Lo tendré” — responde, susurrándole
Ricardo: “Ya, que bien, que bien. Entonces ¿seguimos con la reunión?”
Teodoro: “Podemos seguir con esta farsa, pero nada de eso hará que la derrota desaparezca”
Martin: “¿Quién es ese?” — pregunta al oído
Ricardo: “Él es Teodoro, general del ejército mexicano, es uno de los grandes opositores a la mediación y alguien que trató sacar una ley por intermedio de su hermano, donde se entregaban los recursos mágicos del país a los Estados Unidos por solo un puñado de dólares” — responde en voz baja
Martin: “Todo un patriota” — dice irónicamente
Ricardo: “Te imaginaras hasta donde llega el patriotismo de varios aquí”
Después de la reunión, Ricardo, Marcelo y Martin se quedan conversando en la tienda, habiendo esperado a que todos se fueran de allí para discutir formalmente todo lo que nadie debe saber:
Marcelo: “Entonces sabes todo”
Martin: “Si, o al menos lo que Ricardo ha dicho. Jamás imagine que en la frontera fuera peor”
Marcelo: “Oh, pero no tienes una idea. Hasta parece que esos gringos disfrutan de hacernos enojar. Se han puesto demasiado arrogantes al punto de a veces cruzar la frontera y atacarnos con bombas molotov y escapar como ratas”
Martin: “¿No los atacaron otros cazadores?”
Marcelo: “¡Ja! En lo absoluto, esos de Dark Eagle no se molestarían en atacar tan cobardemente. Solo su maestro es lo suficientemente monstruoso como para borrar una ciudad y salir impone de ello”
Ricardo: “Es molesto, pero esta muy por sobre cualquier ley internacional. Si no acepta ir a cortes ni lo que sea, jamás habrá justicia”
Martin: “Hablas como si más que mediación tuviera que llevarlo a la justicia internacional. Yo vine a poner fin a este absurdo conflicto, aunque tenga que ir y molerlo a golpes…” — baja su cabeza — “o matarlo si es necesario” — murmura
Marcelo: “¿Qué dijiste?”
Martin: “Nada, debo regresar. Si me disculpan”
Aunque dice eso con tal convicción, Martin no siente entusiasmo por acabar una vida humana. Si bien ha mostrado días anteriores una determinación fuera de lo común, alimentado por el enorme enojo de las injusticias que rodean a Dark Eagle y sus acciones, ahora con un poco mas de calma y descanso, se ve en la encrucijada de su podrá matarlo llegado a su momento y si en verdad ha renunciado a la humanidad o aun hay esperanza para William.
Marcelo se sienta y mira el tablero con la forma de todo el territorio donde abarca el campamento, toma una pieza que representa a las fuerzas mexicanas y piensa en voz alta:
Marcelo: “Me pregunto si este conflicto fue tan premeditado como creemos o si todo esto es por algún codicioso demente que surge de una nación dispuesta a matar a miles de personas por un puñado de recursos mágicos”
Ricardo: “A estas alturas no podemos confirmar nada, solo confiar en alguien venido del fin del mundo”
Marcelo: “Diablos Ricardo, habremos perdido la cabeza o quizás seguimos confiando en el poder de las palabras”
Ricardo: “Quien sabe. Quizás esta sea una prueba para comprobar si el ser humano está bien jodido o aun se puede apelar al sentido común. De cualquier manera, todo se resumirá a si podremos contener esto o Martin deba entrar en razón con William”
Marcelo bebe un poco de cerveza que esta postrada sobre la mesa para calmar los ánimos y suspira:
Marcelo: “Ricardo”
Ricardo: “¿Qué?”
Marcelo: “No me malinterpretes, pero esos ojos” — recuerda a cuando se presentó ante el grupo de Martin y lo miro a los ojos — “son de alguien cansado ¿de su propio poder, responsabilidad o cansado de algo más? Sea cual sea la cuestión, dudo de que ese chico esté dispuesto a matar a una persona”
***PARTE II***
Al día siguiente, una multitud se forma a pocos metros del muro de concreto que incluso un atleta podría saltar y caer por el otro lado con suma facilidad y cubierto de maná desde hace no mucho, pero aun así es tan fuerte que cazadores menores a rango B+ no podrían destruir.
El cielo se empieza a oscurecer por una feroz tormenta que se avecina desde el Sur, y bajo las advertencias del servicio meteorológico, seria de las mas fuertes de los últimos 70 años y las consecuencias serian catastróficas.
En el lado estadounidense se hayan al menos 2.000, entre soldados y cazadores mayormente provenientes de Dark Eagle. Y en el centro del campamento se encuentra la tienda de campaña donde los cazadores mas importantes toman las decisiones, dejando afuera a los oficiales del ejército.
William encabeza la mesa de reuniones con una presencia imponente y que deja sin palabras a todos los demás, solo su amigo de siempre, Jeff y Morgan, una de las mujeres que indudablemente confronta a su líder cuando debe hacerlo, son los únicos que alzan la voz mostrando opinión al cazador:
William: “Esos mexicanos parecían cobardes, pero viéndolos mejor supongo que si tienen decencia”
Jeff: “¿Sigues pensando en hacer eso?”
William: “¿De que manera quieres proceder si no es así?”
Jeff: “Nos estamos metiendo en un problema enorme”
William: “No te pido que aceptes. Al final es lo que haré y si no te agrada, pues lo siento tendrás que conseguir otro gremio o formar otro ¿comprendes?”
Morgan: “Aunque te pongas en esa actitud olvidas que hay una absurda cantidad de energía mágica saliendo del lado mexicano. Hasta me atrevo a decir que hay mas de una persona con esa energía”
William: “¿Y eso que?” — responde con indiferencia
Morgan: “¿Qué? ¿no te preocupa que los nuestros acaben heridos o muertos?”
William: “Si eso sucede es porque habremos contratado cazadores débiles y sin motivo de existir. No me hagan perder mi tiempo en tonterías y prepárense para salir. Hoy aniquilaremos otra ciudad fronteriza” — dice entre risas perversas y energía oscura saliendo de su espalda y hombros como humo violeta con efecto nocivo para quien esta cerca cuando sobresale hacia afuera mientras sale de la tienda
Siguiendo las ordenes de su superior, Jeff sale rápidamente de la tienda y ordena a todos los soldados y cazadores presentes que se movilicen en la ubicación cercana a donde se encuentran los gremios mexicanos.
En formación característica del ejercito estadounidense, los cazadores se posicionan según su clase, siendo los guerreros y tank los que van al frente, lanzadores y unidades de asalto por detrás, sanadores en medio, artillería y asesinos por la retaguardia, estos últimos protegiendo a los sanadores, siendo la fuerza vital para mantener a los demás en la línea de batalla sin perdidas.
El muro aun entero, ese concreto y energía mágica imbuida con la mayor de la profesionalidad posible, es derrumbado por la simple liberación del maná que posee William, una bestia sin igual en el mundo de los cazadores y la raza humana. Lentamente caen los escombros y mira con desdén a los enemigos quienes ya esperan en formación y mucho más numerosos.
William da un gigantesco salto hacia las alturas con ambas manos extendidas y las palmas abiertas donde reúne una cantidad de energía mágica tan grande como la que ha usado para destruir Tijuana y reducirlo a cenizas:
William: “¡Jajaja, veamos que opinara la porquería de la Organización Mundial de Cazadores!”
Jeff reacciona ante esa locura que pretende cometer el maestro de gremio y grita a todos los civiles y demás cazadores que se aparten o morirán. Su preocupación por los demás es tan grande que le pide a Morgan ayuda y ella accede, preparándose para la embestida del poder mágico cuando impacte en el suelo:
Morgan: “Si eso llega a impactar estamos jodidos ¿lo sabes?”
Jeff: “No se en que está pensando William, pero si, estamos en un grave problema si pasa”
Mientras eso sucede, el grupo observa en estado de alerta máxima. Martin se pregunta que hacer, pero el tiempo es lo de menos, porque cuando haga algo ya seria tarde para todos en el territorio. Entonces decide ponerse a su altura dando un salto igual de gigante que acaba poniendo a ambos cara a cara:
William: “Oh, entonces debes ser tú, mocoso”
Martin: “Deberías detenerte antes de ocasionar un severo desastre”
William: “Un mocoso sudaca como tú no podría decirme nunca que hacer o es que ¿acaso piensas que tienes lo necesario para derrotarme?”
Martin: “Yo no he venido para pelear solo a mediar” — aprieta su puño, listo para lo que sea que prepare William
William: “Que lastima, ¡esperaba algo más del supuesto supernova!”
Sin previo aviso, William y Martin chocan tan violentamente sus puños que el cielo que hace momentos estaba listo para caerse con lluvias torrenciales y granizo de gran tamaño, se parte a la mitad revelando el color celeste característico.
Lo primero que siente el cazador argentino es la dureza insólita de los nudillos de William, siendo posiblemente la mayor fuerza a la cual se ha enfrentado hasta ahora, superando a Glermorog y Esfutyox, ambos emperadores:
Martin: “Que fuerza tan monstruosa. Posiblemente este al nivel de los emperadores, pero ya veía venir algo así. Después de todo es el cazador más fuerte del mundo y no hay duda de que en fuerza, resistencia y poder destructivo es una bestia insuperable” — piensa mientras lucha por dejarse vencer en fuerza contra William
Debajo de sus pies se producen ráfagas poderosas. Autos, camiones, arboles, hasta rocas enormes son arrastrados varios metros con ese choque de puños.
El suelo se quiebra en pedazo debido a que esas mismas ráfagas actúan como cuchillas que impactan contra la tierra.
Todo eso es algo que nunca se había visto desde el surgimiento de los altos rangos, alguien que pueda equipararse a tal monstruo como William en poder físico y mágico. Por primera vez en la historia, el mejor cazador del mundo choca furioso puñetazo con un novato y es igualado:
William: “¡Diablos mocoso, sí que no paras de sorprenderme!” — sonríe entusiasmado
Martin: “Sin duda que eres un monstruo. Inclusive en un momento así sigues queriendo pelear contra alguien, aunque deba morir personas en el proceso” — se mantiene serio y con un leve gesto de molestia
William: “¡Pues claro, nada engrandece a los poderosos que la lucha para demostrar el poder!”
Martin: “¡Tsk!” — se enfurece y de sus ojos salen destellos rojos — “¡cierra el pico maldito imbécil!”
El rostro de Martin se distorsiona, adoptando una expresión furiosa con venís sobresaliendo de la frente, dientes apretados y ojos tan penetrantes que por un instante William duda de si continuar el enfrentamiento. En ese lapso de tiempo donde la duda golpea a William, el joven cazador lo empuja con su puño tan fuerte que el norteamericano cae violentamente contra el suelo y en el camino parte a la mitad varios camiones, explotando varios en el trayecto.
Después de esa demostración de fuerza por parte del argentino, William se levanta sin problemas y camina hacia su segundo al mando, Jeff. En su cuerpo no aparece ni siquiera un rasguño, mostrando que se encuentra a otro nivel en comparación con los rivales que ha enfrentado Martin anteriormente:
Jeff: “Tenemos que irnos, William. Lo queramos o no, es algo que tenemos que hacer”
William: “Creo que tienes un buen punto” — sonríe — “¡hey chico!” — grita a Martin — “¡espero verte pronto para definitivamente tener nuestra pelea! ¡Esto ha sido un empate!”
Comments for chapter "83"
QUE TE PARECIÓ?
Woooo pero que pelea