Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 84
Así como lo hecho en la Antártida, Brasil y la provincia de Salta, el enfrentamiento muy breve con William ha provocado que Martin reciba una atención inusual, miradas y murmullos se notan más que cualquier cosa. Ni siquiera poder ir a servirse un poco de agua puede con los cazadores y militares observándolo como si fuera un verdadero héroe o quizás más.
Rápidamente se mete dentro de la enorme tienda donde se hospeda el grupo. Allí se encuentra con todos en un estado de impaciencia para poder irse lo más rápido posible y es que recibir tal atención incomoda en exceso:
Martin: “Creo que ayer me excedí. Les pido disculpas a todos”
Estela: “No te tienes que disculpar. Lo que hiciste se debió hacer”
Julio: “Estela tiene razón, si no hubieras intervenido estaríamos hablando de miles, cientos de miles de personas fallecidas”
Martin: “Si, pero en cierta manera es fastidioso” — nota que Daniel está con ellos — “Daniel, creí que te ibas a ir a Buenos Aires”
Daniel: “Si es por lo de mi madre no te preocupes. Por la mañana hable con María y ya está solucionado, me dio la tranquilidad que puedo continuar mi trabajo”
Estela: “Sabes que si necesitas ir no hace falta pedir ningún permiso”
Daniel: “Lo sé y gracias por la comprensión. Ahora mi lugar es aquí”
Un portal se abre entre las camas y de este salen Arakneida y Lorkamos, quienes por orden de Martin fueron a investigar durante la noche que está sucediendo en las principales ciudades. Gracias a la habilidad de portales pueden moverse muy rápido entre enormes espacios y sin necesidad de gastar mucha energía:
Martin: “¿Qué pudieron averiguar?”
Arakneida: “En solo una noche fue poca la información, pero tus sospechas parecen estar equivocadas”
Martin: “¿Cómo?”
Arakneida: “Hace unos días fue electo el nuevo presidente de los Estados Unidos. Nadie lo sabía, pero parece que es parte de una especie de resistencia que tomó el senado como centro de operaciones”
Estela: “Aun con todo lo que ocurrió siguen en conflicto. Es muy extraño”
Julio: “Lo que es más extraño es ¿a que llevó para que haya una resistencia tan rápidamente y con el presidente anterior desaparecido”
Martin: “No cuentan con algo importante y es que los Estados Unidos es una nación que está fraccionada y sin instituciones gubernamentales. Ni siquiera el pentágono existe”
Julio: “¿Qué?” — se exalta al oír eso
Martin: “Lorkamos, tu entraste al edificio durante la noche mientras esperabas a Arakneida”
Lorkamos: “Si. Ese edificio con forma de estrella, parecía haber sido destruido hace un par de meses”
Estela: “Es imposible saber que ocurre en el país y todos los principales edificios fueron aniquilados, así como su poder ¿Qué pretende el que está detrás de todo?”
Martin: “Podríamos asumir lo más complejo o lo más simple”
Daniel: “¿Lo más simple?”
Martin: “Que solo se esté divirtiendo con la raza humana”
Julio: “No es casualidad que se esté produciendo una ruptura en la misma sociedad estadounidense”
Martin se toma la cabeza y suspira agotado. Sin decir palabra alguna, sale de la tienda y exclama en voz baja:
Martin: “Estoy harto”
Una clara muestra de agotamiento por las constantes misiones y presión sobre él.
Durante la noche, todos descansan salvo un pequeño grupo que se mantiene en alerta, vigilando el campamento y evitar que surja algún aventurero con intenciones de asesinar o si atacan desde la base al otro lado del muro poder avisarles a los demás. Como cada noche, Martin no puede dormir debido al desgaste que día tras día sufre por la presión y la angustia que lleva por las vidas perdidas en la Antártida.
Martin mira acostado el techo de la tienda, sin poder pegar un ojo y preguntándose si es ese el efecto de la marca imperial o es algo tan humano como tener insomnio. Extrañamente siente que sus parpados pesan y cierra sus ojos, encontrándose en un escenario muy familiar para él. Campos de flores hasta donde alcanza la vista, un cielo hermoso y sin una sola nube, animales correteando por todos los lados y una voz que, como el canto de pájaros, resuena por el ambiente:
“Ha pasado tiempo, cielo”
Martin: “Si, ha pasado tiempo. Me preguntaba porque no te habías comunicado conmigo. Tengo demasiadas preguntas”
“Seguro que sí, y aquí estoy para responderla”
Martin: “¿Por qué apareces en momentos innecesarios?”
“Oh, siento mucho ser innecesaria. De todo corazón, perdóname” — se lamenta casi entre lagrimas
Martin: “O-Oye, no te pongas así. Solo decía” — le dice con un sentimiento de culpa
“No, está bien. Es entendible que lo tomes de esa forma y quédate tranquilo que apoyo eso. Entonces ¿Qué es lo que deseas preguntar? Debes saber que cada encuentro nuestro es por un corto periodo de tiempo. Recuerda, que soy la manifestación de la marca imperial, no puedo intervenir lo suficiente en el mundo terrenal humano”
Martin: “¿Qué está pasando actualmente en el mundo? Se que tienes información sobre los demás emperadores y también que sabes lo que ocurre”
El rostro de la diosa, belleza extremadamente inusual y que enamoraría a hombres y a mujeres incluidas, se ve perturbado, aunque pretenda mantenerse serena. Lógicamente esta reacción en un ser divino no es normal porque debe revelar información a alguien que podría considerarse como cercano al ser el portador de su poder. Sin embargo, no le queda de otra más que ceder a las preguntas de Martin:
“El mundo se encuentra en un conflicto más allá de la comprensión humana. Tu más que nadie debería comprender las cosas que se encuentran en juego con la sola presencia de los emperadores, aquellas criaturas que no pueden mantenerse en un sitio solo debido a que la cantidad abrumadora de maná que emiten inclusive hace colapsar las mazmorras que según ellos son parte de su reino”
Martin: “Son realmente peligrosos esos bastardos si aun con todo lo que han hecho pretenden…” — aprieta su puño, lleno de impotencia
“Y eso no es todo”
Martin: “¿Hay más?”
La diosa, cubierta de luz y magnánima energía que no se podría catalogar como maná, extiende sus brazos y anuncia solemnemente:
“Los emperadores son creaciones propias del maná y por lo tanto no son seres naturales que respeten las leyes de tu mundo. Por esa razón es que su propia existencia y la del poder que poseen hace corromper a la misma energía mágica que si existe en la tierra”
Martin: “Eso significa que…”
“Así es, ellos son los culpables del colapso que existirá en el mundo si no son asesinados. Por eso mi cielo, tu fuiste elegido para salvar al mundo de esas criaturas, de los mismos humanos corrompidos y por supuesto de naciones que se han dejado doblegar por la codicia y poder”
Habiendo advertido eso, la diosa empieza a desvanecerse lentamente por el corto tiempo que disponían para comunicarse. Cuando todo desaparezca, Martin habrá de despertar. Sin embargo, el cazador intenta hacerle una pregunta más, relacionada al portal de la selva en México, pero antes que se diera cuenta despierta en su cama y ve que ya es de mañana, por lo que se deja caer de nuevo y mira al techo:
Martin: “La cacería sigue” — deja escapar desconcertado
En la mañana temprano, Estela reúne al grupo a petición de Martin con un anuncio después de lo del día anterior y la breve pero extraña comunicación con la diosa imperial.
No les oculta nada y les cuenta todo lo que ella dijo, aunque una extraña sensación de que la diosa continúa ocultando algo lo cual es inquietante. Un sentimiento de confusión permanece en el aire:
Estela: “¿Qué quieres que hagamos?”
Martin: “Quiero que me dejen ir solo a Estados Unidos. Inclusive tu Arakneida y Lorkamos. Protejan a las personas en el campamento”
Estela: “Creo que no entiendes la situación. Tu nos dices esto, pero aun así no aceptaremos tales órdenes. Iremos contigo, ya lo sabes”
Martin: “Pero…Estela…”
Julio: “Martin” — golpea la espalda del cazador — “no luches contra la terquedad de Estela. Sabes que no la harás cambiar de opinión”
Martin: “Si, es cierto, pero…”
Estela se voltea violentamente y lanza un grito con los ojos humedecidos hacia Martin:
Estela: “¡¿Qué nos quedemos?! ¡olvídalo, no haremos tal cosa! ¡si vas a luchar, iremos todos!” — rompe en llanto — “¡deja de querer pelear tu solo y míranos a nosotros!” — baja su cabeza y derrame sus lágrimas en el suelo — “¿Cuánto debemos pasar para que entiendas que no estás solo y pelearemos junto a ti, aunque debamos ir a una guerra?”
Martin: “E-Estela”
Estela: “Te amo Martin, y dios sabe que no hay océano, continente o cielo que me haga alejarme de ti”
Martin: “Perdóname” — la abraza y consuela con caricias a la cabeza — “por favor entiéndanme, quiero cargar con estos pecados yo mismo”
Julio: “Hay un error que estas cometiendo Martin y es que un gremio no es aquel grupo de personas que es liderado por alguien mucho más fuerte sino una familia conformada por un grupo para nada aburrido. Con sus problemas o defectos, pero una familia al final. Vinimos hasta aquí por una razón, y regresaremos a Buenos Aires con la sensación de que hemos cumplidos”
El elegante hombre se luce con palabras de aliento tan entusiastas que ni Martin puede llevarle la contraria e inmediatamente acepta que todos vayan a los Estados Unidos y terminar con la crisis entre ambos países.
Luego de desayunar y preparar sus cosas, el grupo se despide de todos los cazadores, militares y civiles. Muchos rezan a sus ancestros y otros a dios, otros más despiden con los puños extendidos hacia los cielos y esperanzas en alza. Ricardo se queda mirando la espalda de aquel joven de Argentina, con los ojos en plena oscuridad y una voluntad tan colosal que hasta se puede afirmar que lo del pequeño choque con William no fue casualidad ni suerte, ese chico se ha convertido en la esperanza de toda una nación.
Como parte de la estrategia para arribar al país, Martin le pide a Arakneida que abra un portal ni bien lleguen al lado estadounidense. Sin embargo, cuando cruzan al otro lado se encuentran con un batallón entero que los detiene. Un cazador del gremio arizoniano, “Tauro Nexus” comanda a ese grupo que a orden de William debía detener y si es necesario ejecutar a quien pase la frontera:
Mark: “Disculpen, ejem ejem. Buenos días, están queriendo pasar por territorio estadounidense. A partir de ahora serán detenidos y si todo sale bien podrán regresar a su hogar o ser ejecutados ¿Mi español se ha entendido?”
Ese americano tan egocéntrico lee unos manuales de bienvenida que solo sirven para albergar una farsa común en más de una nación de poderío mundial.
Levanta la mirada hacia cada uno del grupo hasta llegar a Martin, quien le da una pequeña probada del poder que posee y sin darse cuenta, Mark cae hacia atrás abrumado por eso:
Mark: “¿Qué demonios?”
Martin se acerca a gran velocidad hasta el techo de la hummer con gran blindaje y carrocería donde se encuentra el cazador que tan soberbiamente se dirige al grupo de Argentina y quedan cara a cara para sorpresa de Mark, quien permanece perplejo:
Mark: “¿Cómo es que se ha movido a esa velocidad?”
Martin: “No queremos pelear. Somos la comitiva de Argentina y tenemos cita con el presidente de la Asociación Americana de Cazador y Dark Eagle”
Mark: “Con que este es el monstruo que ayer igualo en un choque de fuerza de tal magnitud que acabaron por cambiar el tiempo…” — piensa mientras sostiene como puede la mirada
***PARTE II***
En China, la situación se vuelve critica cuando finalmente Beijing cae y con ello la poca resistencia que hay para pelear por la libertad del orgulloso pueblo.
Lee Bao mantiene la seguridad de los refugios subterráneos, enormes complejos de piedra y acero con forma de laberintos de tubos que mantienen un flujo constante de agua y deshechos pero que albergan a más de 40.000 refugiados, junto con una veintena de cazadores y soldados. Estos refugios, construidos hacia 20 años durante el conflicto con Corea del Sur y Japón por los mares que por décadas era motivo de discusiones sin sentido.
Durante días no ha dormido y tanto su cuerpo como la mente pasan factura ya que ha recibido muchas heridas por parte de unos monstruos muy débiles. Pero es más complejo de lo que parece, porque la mayoría fue para ser de escudo mientras ayudaba a escapar a civiles del peligro.
La preocupación de sus subordinados supervivientes se nota al punto de que Lee siempre tiene a alguien a su lado ya que se lo ha visto con mal rostro como si estuviera enfermo de algo y es que él no se lo ha dicho a nadie, pero durante su pelea contra quien sabe cuántas criaturas cuyos cuerpos emanaban veneno.
Los niños lo ven como héroe y un símbolo a seguir, que a pesar de haber sido herido y caer enfermo, no dejó a nadie atrás. Shun, uno de los rangos S+ del gremio Lao Tang es uno de los supervivientes que quedan del gremio. Desde que el gremio fue aniquilado durante la invasión de Kassio y su ejército no-muerto, el cazador ha tomado las riendas a raíz de que su maestro y líder, Zao, cayó herido de gravedad y no despierta hace semanas.
Además, el mismo Lee había declinado la oportunidad de liderar a lo que queda del gremio, alegando siempre que su preocupación es la gente y la importa poco lo demás. Aun así, muchas de sus heridas que se muestran como cortes fue por proteger a muchos cazadores de rango bajo y novatos durante las batallas.
Mientras espera ansioso por la cena, vigila una de las entradas del subterráneo junto a Zhou:
Zhou: “Ya pasaron varios meses”
Lee: “Con esta oscuridad es imposible contar hasta los días, jajaja”
Zhou: “…”— lo mira a Lee como simula estar bien pero el lenguaje corporal dice otra cosa — “¿no quieres descansar? Déjame que le pide a otro cazador que me acompañe y ve a comer antes”
Lee: “¡No!” — grita con molestia — “quiero ayudarte y prefiero que un niño o anciano tenga mi puesto. Comeré de ultimo”
Zhou: “Lee, no seas testarudo. Si te pasa algo ¿Quién nos va a liderar?”
Lee sonríe y apoya su cuerpo contra la pared para descansar:
Lee: “Solo me preocupa mi nación y mi gente ¿Qué tiene de malo eso?”
Zhou: “Es por eso que los altos rango de Estados Unidos y Rusia te han menospreciado siempre” — lo regaña
Lee: “Pues que lo hagan”
Zhou: “Haaaa…cielo santo”
Lee: “Vamos, no seas tan quejoso y toma lo mejor de cada cosa que nos pasa. Por ejemplo, mira hacia allá” — señala a unos niños jugar con una pelota — “¿no crees que ver sus rostros te hace recapacitar los motivos de la lucha que llevamos a cabo?”
Zhou: “Eres demasiado idealista”
Lee: “Quizás, pero te sorprenderías si lo intentases. Vivir así no es malo”
Zhou: “Lo que digas. Solo te cuido, maldito tonto”
Una chica que aparenta unos veinte años y con ropa aun entera, pero con manchas de comida, tierra mojada y un poco de sangre, interrumpe la conversación con noticias muy importantes que el mismo Shun pidió entregársele:
Li-Ming: “D-Disculpe señor Lee, hay alguien por el comunicador que desea hablar con usted” — dice nerviosa al estar frente a Lee, considerado como héroe nacional
Lee: “¿Sabes quién es?”
Li-Ming: “S-Se llama María es del gremio Victory”
Lee: “Perfecto han leído mi carta” — festeja contento de que haya llegado el mensaje — “oh perdón, muchas gracias Li-Ming” — agradece a la chica, quien se retira en silencio, pero con rostro feliz
Zhou: “¿Crees que vengan?”
Lee: “Estoy seguro que sí. Solo debo convencerlos”
Lee sale de su posición y camina por un largo pasillo oscuro y lleno de goteras hacia donde está el centro de comando:
Lee: “Por favor Zhou, te encargo la vigilancia”
Zhou: “Si, si”
Llega hacia aquel lugar luego de ser informado que María está queriendo comunicarse con él, siendo recibido por una mujer de mediana edad muy gruñona llamada Jin que lo trata como a un hermano pequeño. Su relación puede decirse que inicia cuando Lee era cuidado desde bebe por una Jin universitaria y aunque él haya despertado como cazador en su juventud, la relación entre ambos no ha sido perjudicado y ella continúa regañándolo tal como hacía en su momento, pero el aprecio tampoco ha disminuido:
Jin: “Vaya que llegaste tarde. ¿Comiste? ¿estas durmiendo? ¡Te veo muy sucio, aséate!
Lee: “Si, si, cuando pueda”
Jin: “Hazlo después de la comunicación”
Las personas que los rodean se quedan boquiabiertos por como Jin trata a Lee, uno de los cazadores más imponentes del mundo y actual luz de esperanza para el pueblo chino, luego empiezan a reír por la tan rara escena, pero simpática:
Lee: “Esta bien” — le dice con una sonrisa mientras la ve irse con una cesta de papas para el estofado que se está haciendo. Mira al aparato de comunicación rustica que se usaba en la década de 1970 por los soldados chinos durante las guerras regionales — “hola aquí Lee Bao ¿me oye?”
La comunicación se entorpece por estar en las cloacas y lo viejo que es el aparato, pero se escuchan voces eléctricas:
María: “Aquí María Maeng”
Lee: “¿No eres Estela? Suenas asiática ¿Quién eres?”
María: “Soy la maestra de gremio sustituta”
Lee: “Entiendo”
María: “Recibí tu carta y la situación que atraviesan en estos momentos. Pero no podremos acudir en estos momentos. Son demasiados papeleríos y…”
Lee: “¡¿Qué?! ¡pero tu confirmaste hace no mucho que nos ayudarían!” — grita, interrumpiéndola desconcertado mientras soldados y cazadores miran sorprendidos de que haya perdido la calma — “entraron en Brasil sin esos papeles, no entiendo porque rechazan”
María: “Lo de Brasil fue un tema personal. Me disculpo, pero la misión en los Estados Unidos se ha vuelto más complicado de lo que creíamos y no terminara pronto”
Lee guarda un momento de silencio, preocupado por lo que pase de ahora en más. Enfrentando quizás la aniquilación de su gente por mera burocracia entre países. Sin embargo, sabe que eso ya no tiene sentido porque su gobierno no existe y toda mera formalidad de papeles es una excusa si se sabe la situación:
Lee: “El gobierno fue aniquilado señorita, la embajada fue borrada del mapa, el 90% de la población en China fue aniquilada, está desaparecida o simplemente ha escapado del país”
María: “Juro que entiendo lo que pasan, pero esto en verdad supera mi capacidad. Por más que desee ayudar no puedo hacer nada”
Lee: “Tenemos mujeres, niños, ancianos, enfermos. Yo solo no puedo frente a este monstruo ¡creía que ustedes nos apoyarían!” — se desespera por conseguir la ayuda del único gremio capaz de poder lograrlo
María: “Yo…” — siente la presión por las demandas desesperadas de Lee. No todos los días se puede hablar con un cazador rango mundial y menos mantener una acalorada discusión, pero ella no puede decir nada y se siente muy mal por ello hasta que Octavio agarra el comunicador
Octavio se da cuenta de que María está siendo superada por la actitud del cazador rango mundial y la ayuda al comunicarse también con Lee:
Octavio: “Hola, aquí Octavio. Señor Lee entendemos la situación que están atravesando, pero también comprenda que nuestros mejores cazadores se fueron a una misión. Intente calmarse. En cuanto ellos lleguen podremos organizar algo, pero llegados a este punto es difícil con las cuestiones entre países por más que ya no exista un gobierno que lo respalde en esas formalidades legales”
Lee: “Si, me disculpo por lo de recién y a la señorita María. Es que cada día que pasa nuestros números se reducen bruscamente”
Se oye del otro lado la voz de la mujer que pide a Octavio continuar la comunicación con el cazador SS+:
María: “Hola soy María. Le pedí a Octavio que me deje continuar la conversación. Lo que pides es demasiado pero no vamos a simplemente ignorar lo que pasa” — se pone firme a diferencia de hace momentos atrás y mucho más calmada
Lee: “¿Eso significa que van a ayudarnos?” — dice en tono entusiasta
María: “Solo hay una condición que necesitamos de su parte”
Lee: “Claro, lo que sea”
María: “Aguanten, aguanten todo lo que puedan hasta que Martin y los demás regresen…eso es todo lo que pedimos. Les prometo que la caballería ira pronto”
Se corta la comunicación, dejando a Lee pensativo sobre esa petición de María:
Lee: “Aguantar ¿heh?” — mira a su gente con rostros agotados, sin dormir y mal alimentados — “si fuera tan fácil no estaríamos sufriendo todo esto…”
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