Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 88
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- 88 - Capítulo XVIII: El lamento del desafortunado
En ese momento mira sus manos como una especie de reflejo automático y recuerda haber sostenido a aquel bebe tan indefenso y débil, habiéndole prometido protegerlo y quebrar aquella ideología tan agresiva de que todos los que poseen el poder deben ser los que gobiernen a los débiles, pero con el correr del tiempo, eso desaparece para formar un pensamiento basado en que el fuerte debe proteger al débil, aunque cueste la vida.
El pensar que alguna vez juró proteger a su gente amada para luego cometer genocidios contra un pueblo e inocentes lo hace querer vomitar y despellejarse por el odio que se tiene a su mismo.
Sin embargo, el orgullo pesa aún más que eso. A pesar de todo, su voluntad logra desvanecer la grotesca forma demoniaca que lo había poseído hace un rato hasta volver a ser humano:
William: “Con estas manos había sostenido esa pequeña y débil vida. Claro, yo había jurado protegerlo porque soy fuerte y por sobre todas las cosas, no debía cometer los pecados de mi padre. Si que soy patético” — se queda observando las manos mientras Martin espera a la distancia — “¿Qué fue lo que hice mal? Asesinar a miles de personas, enloquecer al punto de querer matar a quien sea ¿eso fue lo que hice? Eso fue lo que Clhoe quería proteger, quería que yo sea alguien mejor que cualquiera, pero mierda…mierda…” — aprieta sus dientes, odiándose a sí mismo por haber fallado al amor de su vida — “soy una basura sin valor…solo…solo me queda…morir…”
Martin: “¿Qué es lo que hace?” — se pregunta al verlo tan calmado — “está balbuceando cosas extrañas” — mantiene la guardia en alza
William: “Hey chico” — lo mira mientras el color de la piel regresa al original y los remanentes oscuros desaparecen
Martin: “¿Huh?”
William: “Me gustaría preguntar algo antes de continuar”
Martin: “¿Qué?”
William: “¿Tienes personas importantes?” — le pregunta — “si, toda persona de bien que busca salvar a inocentes tiene alguien a quien proteger y no se corrompe con facilidad” — piensa aliviado después de haberse liberado de esa maldición
Martin: “Si, las tengo. Muchas personas inclusive dependen de mí y no quiero abandonarlas” — piensa en su madre y en Estela — “¿Qué le pasa? Hace unos minutos quería matarme sin preocuparse por nadie y ahora está mucho más calmado. No, no debo desviarme del objetivo de esto” — se pregunta intrigado por el cambio de actitud del estadounidense
William: “Ya veo. Entonces no tengo más que decir. Enfrentémonos, Martin, cazador de Argentina y top 1 del mundo a puño limpio. Sin habilidades, sin nada extraño, solo con la fuerza de nuestros puños y voluntad propia” — extiende su puño, desafiándolo con una sincera sonrisa — “eso es lo mejor para todos, morir en esta batalla. Lo siento Jeff y Morgan, pero es lo mejor que se me ocurre. Mi crianza fue de esa forma y siento remordimiento por muchas cosas, pero…es momento de reunirme con mi amor y mi orgullo que me esperan”
Martin: “No sé qué pretende, pero tengo que matarlo. Aunque se vea como humano de nuevo sigue siendo un homicida en masa. Es peligroso dejarlo con vida” — piensa con expresión seria sin atender a lo que dice, solo a resolver la pelea sin habilidades, a puño desnudo — “hay algo que no comprendo ¿no usas armas?”
William: “Las armas son para monstruos, no deseo ensuciarme las manos con esas criaturas, pero contra ti o cualquiera a quien vea como un verdadero reto, uso mis manos sin nada más” — responde con calma — “entonces ¿empezamos?”
Martin: “Si”
Solo un cazador puede enfrentar a tal bestia que está en la cúspide de los seres humanos con poder mágico. Pasan unos pocos segundos hasta que ambos desaparecen por la abrumadora velocidad que exponen ante una multitud que a pesar de las advertencias de las fuerzas de seguridad y el ejercito quienes tratan de evitar el acercamiento de civiles.
¿Cuánto poder se habrá de requerir para domar a tal poderoso cazador como William?, es se pregunta Arakneida al ver la descomunal cantidad de magia que desborda de su cuerpo con cada ataque que realiza. No es como si ella admitiera que William la supera. Lo que más le sorprende es que un humano pueda llegar al nivel de los emperadores, a pesar de que la estrategia o técnica que usa pone en peligro el cuerpo del usuario, debilitando y gradualmente matándolo si el tiempo transcurre. Sin embargo, es el solo el punto de vista de la emperatriz, porque, así como William es el número 1 de entre los humanos, ella piensa que su señor, Martin, está muy por arriba de él, argumentando que nadie sería capaz de derrotarlo en un 1 vs 1 aunque usase todos los artefactos mágicos, las armas de mayor nivel y los hechizos más fuertes. Esto claro está en tono orgulloso:
Kargroot: “Sus movimientos son extremadamente rápidos. Cromana ¿puedes seguirlos?”
Cromana: “Kargroot, ni con mis sentidos mejorados puedo verlos” — lo mira incrédula
Kargroot: “Para darnos esta misión, Kassio debió de saber el alcanza en el poder de esos dos” — dice nervioso — “sabiendo eso, nos envió prácticamente a nuestra muerte si nos enfrentábamos a alguno de ellos”
Arakneida: “Ciertamente fue una mala estrategia sin saber que mi señor no estaría solo”
Kargroot: “Eso también es algo que no estaba previsto. Mi nivel en comparación con el tuyo es menor a pesar de que sea por poco. Sumado al hecho de que ese chico troll ha evolucionado a una clase superior ¿Qué demonios está pasando?”
Cromana: “Teníamos las de perder desde un inicio, eso es seguro”
Lorkamos: “Tener tiempo para inseguridades es un lujo que se pueden dar hasta que Martin hable con ustedes”
Kargroot: “Inseguridades, no creo que sea eso. Mas bien es preocupación de no saber que pasa y que pretende Kassio. Ese infeliz hijo de puta” — aprieta su puño y una intensa sed de sangre sale de él cuando piensa en Kassio, su sonrisa y mirada prepotente — “quiero su cabeza en una estaca para ponerlo en el punto más alto del planeta”
Arakneida: “Oh, tipo muy temperamental. Me agrada, me agrada”
Cromana: “No tienes una idea de cuanto es”
El estado de los dos cazadores es lamentable de ver. William ha sufrido varias laceraciones en el rostro, cinco costillas rotas, un hombro dislocado, perdida temporal en la vista de su ojo derecho, además de heridas sangrantes en ese mismo ojo, nariz, torso, incluso la ropa se encuentra rasgada, pero por primera vez se siente feliz de estar en tal condición crítica. Por su parte, Martin se encuentra con menos heridas, pero nunca en su vida ha tenido tal pelea. Varios dedos rotos, dos costillas fracturadas, heridas sangrantes en su rostro y torso, son el resultado de la batalla frente al cazador más fuerte del mundo quien de alguna manera busca la muerte, pero a la vez desea mantener su trono de ser el más fuerte entre los seres humanos.
Lo cierto también es que, a simple vista, Martin no es la clase de persona que pueda ser herida fácilmente, más que nada por su poder con la marca imperial, pero ese es un gran error ya que al fin y al cabo es un ser humano y puede ser herido. Además, hay un detalle en particular y es que desde hace tiempo que los efectos de la marca dejaron de tener efecto por decisión propia del cazador, que desea enfrentar a William sin nada que produzca una ventaja para él tan abrumadora.
El puño de William se mueve a gran velocidad, a pesar de tener el cuerpo maltrecho, y golpea en el rostro de Martin. Si fuese cualquier otro, ese golpe hasta podría tirar contra el suelo y acabar en la muerte, pero el joven argentino no se inmuta y aguanta la fuerza e inclusive empuja con todo lo que puede el brazo:
William: “Un golpe así podría haberte matado, pero no hay duda de que tu nivel es completamente diferente a la de cualquiera. No podría darte más elogios ¡pero cielos santo, eres increíble!” — grita, eufórico
Martin no muestra expresión alguna para evitar caer en el juego tan petulante del cazador, sin saber que lo que más desea el estadounidense es una muerta en batalla con todo lo que posee.
Aun en tales condiciones, Martin expulsa una insana cantidad de energía mágica frente a un William que se queda perplejo por presenciar tal cosa. Sin darse cuenta, el puño de Martin impacta en el mentón de William, no solo desestabilizándolo sino también enviándolo varios cientos de metros a las alturas. Mientras sigue subiendo, Martin da un enorme salto mucho más arriba, junta ambas manos y le golpea la espalda, formándose una onda expansiva por el impacto que en su camino estalla los vidrios de los edificios y abre los cielos una vez más como aquel día en la frontera.
El cuerpo de William cae al vacío a velocidades incalculables frente a las miradas de cientos de personas que son atraídas por tal pelea entre monstruos. Finalmente, cae en medio del gigantesco Central Park y dejando un cráter tan grande como una manzana pequeña. Aquel hermoso símbolo natural de la ciudad de Nueva York ahora es un campo de batalla con cráteres por doquier, arboles derrumbados, puentes colapsados, algo así prácticamente se podría catalogar como desastre para la ciudad ya que tales destrozos se calcularían por más de 2 mil millones de dólares y el conteo sigue elevando:
William: “Las palabras sobran, pero se cuándo decir esto…eres sorprendente Martin y cada puño que intercambio contigo me hace recordar muchas cosas nostálgicas”
Martin: “No me importa lo que pienses o sientas. Ya muchos han sufrido por culpa de tu soberbia y el creer que la gente es un juguete de tu diversión. Hoy y aquí te mataré”
William: “Si, eso imagine. Entiendo que sea tu misión así que no voy a juzgarte”
William vuelve al ataque con ahora torpes puñetazos. Martin los esquiva y asesta un rodillazo al estómago del cazador, luego un puñetazo de nuevo el rostro pero que es retenido por el mismo William, quien hace lo mismo que el argentino hacía unos momentos. Le devuelve los mismos golpes con toda la fuerza que tiene:
William: “Te he devuelto los mismos golpes. Espero que sea suficiente para que veas que no soy un debilucho y puedo confrontarte”
Martin: “Su resistencia está en otro nivel. Contando los tres golpes de recién, le di más de 2000 y aún sigue de pie. Incluso peleándole, siento que mi cuerpo está decayendo ¿quizás es porque excedí mi limite humano? Creía que la marca imperial me haría más fuerte pero solo en la superficie, porque internamente estoy colapsando. No, no puedo pensar en ello ahora, tengo que ganarle” — piensa al sentir que su cuerpo se ha desgastado sin las características potenciadoras de la marca imperial activada
Martin desaparece ante la vista cansada de William, y reaparece por un costado de él por la gran velocidad en que se mueve y le da un nuevo puñetazo en el rostro.
William, que rebota contra el suelo varias veces hasta impactar contra una estructura de agua hecha de metal y ladrillos. Los escombros caen sobre el cazador. Con toda la fuerza que aun demuestra el joven, William abandona toda clase de arrogancia y aún más que antes, lo considera más que un igual y empieza a aplaudirlo mientras sale de entre los escombros. Su deseo de morir puede cumplirse gracias a que se ha presentado tal increíblemente poderoso cazador:
William: “Hoy por fin puede ser el día…” — murmura sonriente
Durante años, desde el asesinato de su esposa e hijo, William ha dedicado mucho a tiempo a pensar en su muerte, suicido o envenenamiento por sobredosis de drogas, alcohol o lo que sea. Su depresión no ha dejado de crecer al punto de sentir fragilidad emocional y constantemente sentir la presión del mundo sobre sus hombros. A pesar de ver a los del gremio como su familia, un sentimiento de que no hay nada en el mundo para él no dejaba de crecer:
William: “Creo que por fin ha llegado el momento. Clhoe, hijo mío, espérenme que ya estaremos juntos” — deja caer sus brazos y se entrega a la muerte inminente. Sin embargo, escucha gritos desde algún lugar lejano. Sus ojos, que se habían cerrado hacen momentos, se abren y observan que Jeff y Morgan le gritan cosas
Jeff: “¡Vamos William! ¡eres el cazador más fuerte! ¡confiamos en ti!”
Morgan: “Con un demonio, sigue peleando, no te rindas”
William: “¿Huh? ¿Qué hacen ese par tan ruidoso? ¿Por qué no están peleando con los intrusos?” — dice en voz baja — “¿Por qué están con ellos?” — ve que Julio, Estela y Daniel están al lado de Jeff y Morgan, sin saber que todo el gremio fue derrotado por el nuevo poder de los miembros de Victory
Después de todo, es el cazador más fuerte del mundo y el más poderoso de la historia de los Estados Unidos, de por si tiene el poder destructivo de todo el ejército de su país y es tan temido por otras naciones como por los demás altos rangos del mundo. Perder no es una opción y tampoco de la patética manera en la que pretende. Al darse cuenta de eso, William ruge como un feroz león y de este una onda expansiva arrastra todo a su paso:
William: “¡Roooooooooooaaaaaaarrrrrrr! ¡sí, no puedo perder frente a este niño! ¡¿Dónde ha quedado mi orgullo?!” — grita con fuerza
Martin: “Aquí viene” — se prepara para el impacto
William: “Lo siento chico, pero iré con todo lo que me queda” — le dice en voz alta — “esta podrá ser mi última pelea, pero será una en la que te demuestra que no soy débil” — le advierte
Por alguna razón, Martin siente un poco de empatía por él, aunque por dentro la decisión ya está tomada y él es el único en poder mancharse las manos con alguien que ha asesinado en masa.
Los pies de William se hunden en el suelo y de un salto hacia el frente, destroza en cientos de pedazos y levanta grandes placas de este con ráfagas de viento que arrastra la tierra y arboles detrás. En su mano derecha acumula toda la energía posible para un ataque final, mientras que Martin hace lo mismo. Ambos deciden usar su magia elemental característica, el fuego rojo, básico y siempre tan destructivo.
Estela se anticipa a lo que se viene al ponerse firme delante de todos y extender sus manos, de los cuales salen pequeños tornados que se expanden formando una gigantesca barrera que envuelve la plaza completa. El nivel de la cazadora ya no es de un mero rango A+, su evolución la ha llevado a ser tan fuerte como un alto rango:
Estela: “Julio, Daniel, por favor revisen por la zona que no haya personas atrapadas”
Julio: “Esta bien. Resiste”
Daniel: “A la orden. No nos tardaremos”
Estela: “Jeff, Morgan”
Jeff: “No hace falta mencionarlo. Morgan, avísale al capitán de las unidades que despierte a sus hombres y ayuden a la gente. No aceptare una mierda que sigan holgazaneando mientras nuestra gente sigue sufriendo por estupideces de nuestro gremio”
Morgan: “Eso es un hecho” — golpea sus nudillos entre si
William es el primero que llega al encuentro con Martin. Agita su puño, cargado con toda la magia de fuego posible. Un destello explosivo se libera cuando los dos puños se encuentran a pocos centímetros. Relámpagos rojos se forman del impacto, onda expansiva rodea a los cazadores y el suelo se quiebra como si fuera un misil tras otro.
El explosivo choque de puños debilita la barrera que Estela había creado hace instantes hasta que se agrieta como las paredes de concreto. El poder de ataque y la magia aumentan sin control. De repente, explota entre fuego, maná concentrado, tierra, árboles y polvo en un domo que crece lentamente y destruye la barrera formada con magia de viento.
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