Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 93
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- 93 - Capítulo XXIII: Acusación y Juicio parte II
A mirada de los jueces, la actitud arrogante de Martin es una muestra clara de que no acataría la más mínima orden o resultado en el juicio, atentando inclusive con la integridad del sistema Judicial de los Estados Unidos, pero por sobre todas las cosas, arruinaría la reputación y orgullo de aquellos que deberían imponer respeto y justicia.
Charles se pone de pie abruptamente y comienza a insultarlo, molesto ante la actitud en rebeldía del joven:
Charles: “Maldito hijo de perra, mocoso de mierda ¡¿acaso sabes a quien estas enfrentando?! ¡te deje pasar lo de hace un rato, pero ahora colmaste mi paciencia! ¡asqueroso argentino sin cerebro”
Martin: “Puedes decir lo que quieras” — sonríe — “Pero esta estupidez solo muestra el acto más corrupto de este sistema. Vine aquí por respeto a las leyes, ya que me considero alguien que no desea tener problemas, pero desde que me volví cazador rango S y ahora alto rango, parece como si el mundo deseara eliminarme porque molesto de alguna manera” — se dirige hacia la multitud de periodistas, civiles y personas armadas que le apuntan al cuerpo — “ciertamente me equivoque con que no debería buscar problemas, ya que han llegado a mi varias veces. Desde la forma de un cazador traidor, un gremio que buscó problemas o una mazmorra llena de monstruos de hielo, ahora la justicia pretende encerrarme. Que mal chiste” — dice, decepcionado
Charles: “Parece que no captas la situación, mocoso. Estas aquí porque se te acusa de atentar contra la raza humana, eres una maldita amenaza y debes ser detenido para que no lastimes…”
Martin: “¿A quién se supone que no debo lastimar?” — interrumpe, aproximándose sin que se dé cuenta y parándose frente a frente a pocos centímetros
Charles: “¿Huh? ¿Cómo es que avanzó tanto sin que pudiera verlo?”
Martin: “Espero una respuesta, señor juez” — dice irónico — “de igual manera no van a encerrarme en ningún lado”
Charles: “¡No, t-tú debes acatar las leyes!”
Martin: “¿Las leyes de quien o quienes? ¿ustedes? ¿su país? No me hagas reír, solo me acusan de cosas sin peso ni base. Todo esto para mostrarse fuertes, pero mírate, solo eres un viejo que se sienta en un escritorio mientras soldados, médicos, policías y cazadores permanecen en las líneas de la batalla. No hay ley alguna que me haga cambiar de parecer”
Charles: “¡Hijo de p…todos ustedes, deténganlo!” — les orden a los que apuntan con sus armas a Martin
Quedándose en sus posiciones y sin despegarse de sus armas, ninguno acata las ordenes de uno de los jueces de la suprema corte, ignorando los posibles castigos por tal acto de desobediencia.
El juicio, que se había desarrollado absolutamente favorable hacia el lado de los funcionarios del país, ahora se muestra con el tablero dado vuelta. Martin no permitirá que su persona ni los suyos sean mancillados por falsas acusaciones.
El rostro de Charles se deforma por el enojo. Las venas de su frente se hinchan y el color de su piel se torna roja. Aprieta con fuerza el martillo con el que anuncia la sentencia bajo golpeteos, por lo general 3 cada veredicto final. Sus ganas de verlo muerto al cazador son tan grandes que lanza un ataque innecesario para golpear con el martillo al rostro del joven, pero ni bien impacta en la piel se rompe en pedazos, quedando ambos cara a cara y los ojos enfrentados:
Charles: “Vas a caer, no me importa la clase de cosas que deba hacer” — amenaza mientras tiembla y de sus pantalones se desliza una gran cantidad de orina
Martin: “Dices mucho, pero lo cierto es que nada de lo que planeen hará que caiga en la cárcel”
El juez aparta desesperadamente su mirada del cazador, sintiendo un temor que jamás había sentido en toda su vida ni aun sentenciando a penas de muerte a los peores criminales del país. Lo cierto es que siempre tuvo una sonrisa a la hora de dar la decisión final a aquellos criminales que no tenían salvación ni, aunque tuvieran 5 pena perpetua, el regocijo que ese hombre siempre tuvo nunca pudo ser detenido.
Sin embargo, la realidad ante él es otra porque de frente tiene a un chico que tiene al menos de la mitad de su edad, pero con la rebeldía de un hombre que no teme a nada ni nadie. Si, es lo que más molesta a Charles, alguien que no teme a sus sentencias y el hacerlo ridiculizar ante tal multitud de personas y medios del mundo transmitiendo cada segundo del juicio.
Su orgullo, honor y dignidad destruidos en cuestión de segundos al derramar su propia orina en el suelo por el miedo al chico.
Después de todo, es el muchacho que venció al héroe William, si logró tal proeza puede simplemente resistirse y borrar la ciudad entera de la tierra con apenas un simple enojo. Ya no hay vuelta atrás ante la soberbia del juez, solo queda seguir manteniéndose en las palabras y representar a los funcionarios insultados:
Charles: “Niño, niño” — sonríe desesperadamente para mostrarse entero, aunque la realidad es que se encuentra al borde de la locura — “tu…no entiendes nada de lo que ocurre, tu solo eres un simple peón en un mundo más grande y complejo”
Martin: “¿Qué dices? ¿acaso te escuchas?” —lo mira cómo va perdiéndose en la locura
Charles: “T-Tu…vas a morir en prisión” — dice mientras señala con el dedo índice
Martin: “Sigue con eso, pero mi decisión es esta” — se da media vuelta y camina hacia la mesa donde lo espera su abogado en silencio
Charles: “De ninguna manera… ¡no me vas a dar la espalda!” — se acerca y toma violentamente del hombro a Martin para darle vuelta y confrontarlo, pero al hacerlo es invadido por una sensación mucho mayor de horror al mirarlo a los ojos y ver que no es un humano — “¿q-q-q-quien…que eres?” — tiembla y cae al suelo
Nada de lo que dice Charles hace que Martin responda y este regresa con su abogado.
Ante la incapacidad del juez de seguir encargado del juicio, es llevado por varios guardias a la sala para que sea atendido por varios psicólogos y médicos que le revisan la presión, la glucosa, y si tuvo un brote psicótico por el absurdo estrés presentado.
Sin un juez que se encargue, Glen se autoelige para encargarse de todo lo que Charles no pudo bajo una ciega soberbia y orgullo desmedido:
Glen: “B-Buenas noches, soy el juez Glen. Ante la incapacidad del juez Charles, yo me hare cargo de todo a partir de ahora” — se sienta en donde estaba ubicado Charles y revisa los papeles, cuestionando en voz baja la sentencia — “entiendo que se ha tomado una prematura decisión y de la que yo estoy indirectamente involucrado. Por favor señor Martin ¿podría acercarse al estrado y contarnos su versión de la historia? Es algo que no se pudo debido al cómo se manejó el juicio”
Richard: “¿Qué haces? ¿no ves que ya está tomada la decisión?”
Glen: “Usando mi firma para conseguir la totalidad. Muy poco transparente ¿no te parece, Richard?”
Richard: “No importa el modo, las formas y como se haga, la justicia siempre tendrá mayor importancia”
Glen: “No es lo que Charles decía hace momentos o tú en la reunión al burlarte de los que apoyan al chico.
Richard: “Has lo que quieras, negare todo”
Glen: “Seguro que si”
Al verlo a los ojos, Martin se da cuenta de que ese juez no parece ser corrupto e inclusive se ve brillo en su mirada como si tuviera esperanza en el cazador, no, más bien en las personas, pero por las cuestionables formas de actuar de sus compañeros no tiene de otra que callar. El resultado ahora es diferente, puesto que el juez Glen se encuentra cara a cara con el cazador en quien deposita la esperanza de que todo mejore y la justicia pueda tener de nuevo su lugar:
Glen: “Por favor Martin, cuéntenos los hechos”
Sonríe el cazador, sin responder a la petición de Glen más que una simple frase:
Martin: “Lo haría, pero preferiría que esa persona venga aquí para hacerlo”
Glen: “¿De qué persona habla?”
Martin: “Señor juez, parece ser muy honesto a diferencia de sus compañeros. Le diré que a pesar de que tenga la verdad, no soy quien deba rendir cuentas a la sociedad y esa persona hará lo correcto mientras exista la bondad en su corazón”
Glen: “¿Podría decir su nombre a los jueces presentes?”
Martin: “No hace falta hacerlo. Ustedes ya lo conocen”
Glen: “¿Se refiere a…?”
***PARTE II***
Mientras tanto en uno de los edificios más exclusivos de Washington DC, donde las celebridades más importantes se reúnen cada año para las colectas anuales y ciertos días los miembros de Dark Eagle pasan unas semanas para descansar o realizan fiestas, William y su gente más cercana miran en el televisor lo que ocurre en el juicio.
Jamás había imaginado que tal situación en un juicio se pudiera dar vuelta con tal facilidad, aun con Charles como juez, uno de los mayores funcionarios y considerado como el más tirano entre los suyos.
Naturalmente William reconoce a Martin como alguien capaz de doblar la fuerza de voluntad en los más orgullosos y soberbios, por lo que no resulta extraño que pueda hacer tal cosa y frente a cientos de cámaras de todas partes del mundo. Además, cada acción del cazador en el juicio es festejado por el cazador como si se tratase del partido de futbol de su hijo, sintiendo orgullo por ser el que perdió contra tal sorprendente joven.
William: “¡Jajaja, vaya actitud tan desafiante, ese mocoso no deja de sorprenderme!” — sonríe — “y lo que es más insolente de su parte es que sabe que puede contra lo que sea. Eso lo hace muy peligroso y confiable. Además, puso a su favor la situación, que hijo de perra más increíble”
Morgan: “¿No te enoja que haya insultado a los Estados Unidos?”
William: “Para nada, en verdad nuestra nación fue fundada bajo conceptos nobles y esos imbéciles de los funcionarios están manchando a nuestro país con su soberbia y codicia”
Jeff: “¿Qué tan bajo ha caído el congreso y el actual presidente como para culpar a alguien que no tuvo intenciones de causar daño?”
Morgan: “Quieren y necesitan mantener la credibilidad. Además, el asesinato masivo de congresistas, senadores, todos los funcionarios es algo que afecto demasiado. Pero ¿se puede ser tan imbécil? Políticos tenían que ser. Jamás imagine que el presidente electo fuera tan imprudente como para caer en ese juego”
William se pone de pie, luego de ver las imágenes sobre el juicio que está siendo transmitido a todo el mundo y con altas expectativas para que Martin pueda salir de tal situación. Sin embargo, el cazador estadounidense sabe que no es tan fácil como se presupone por más que se ponga en actitud desafiante:
William: “Hey, Jeff”
Jeff: “¿Huh? ¿sí?”
William: “Se que siempre fui duro para las palabras y de alguna manera culpo a mi insensible padre por ello, pero ¿saben? Estoy muy aliviado de tenerlos conmigo. Amo mi país, amo a mis compatriotas, pero por sobre todas las cosas…amo a la humanidad. Jeff, busca a Anthony”
Jeff: “¿Anthony?”
William: “Es el cazador rango D que empezó hace una semana, es el hijo del juez Glen Reman. Se que tiene magia espacial y de gran alcance”
Jeff: “Vaya me sorprende que se acuerde de los novatos. Supongo que no es extraño, a pesar de siempre verse dispuesto a pelear con quien sea, nunca olvide que es un maestro y el ejemplo a seguir para los demás” — piensa sorprendido al ver que William conoce muy bien a cada miembro del gremio
William: “Tráelo a mi oficina de urgencia”
Jeff: “¿Qué le digo? Se que se asustara de tan solo verte”
William: “No te preocupes, dile que quiero ir al juicio de Martin. Es momento de aclarar las cosas”
Jeff: “Entendido”
William: “Ah, y una cosa más. Envía un comunicado a todos nuestros cazadores y empleados. Diles que a partir de hoy…Dark Eagle queda disuelto” — sonríe inocentemente como si fuera un niño pequeño
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