Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 97
El día es soleado y las aves cantan, comen y vuelan a lo largo de enormes campos cubiertos por los recuerdos de aquellas personas que ya no pertenecen al mundo físico sino al espiritual.
Sin haberle dicho la verdad sobre lo que le paso al hermano de Lucas, Martin solo pudo mentirle al decir que sus restos yacen en la memoria de él y que puede visitar como forma simbólica a su tumba en el Cementerio de Chacarita, un enorme complejo donde se encuentran más de 300.000 tumbas y es visitado por al menos 3 millones de personas al año.
En un principio, Lucas prefirió que al menos recuperase una parte para convertirla en cenizas y esparcirlas en su provincia natal, ya que ambos hermanos no nacieron en Chaco sino en la provincia de Corrientes, pero por asuntos familiares tuvieron que irse con sus padres a la capital.
En total solemnidad se acerca donde descansa su hermano y presenta sus respetos ante el difunto, algo que en los últimos años se ha hecho común entre la población argentina, ya que los muertos en mazmorras se habían multiplicado exponencialmente en los últimos 10 años. Por esa razón se optó por un cierto cambio en la cultura del despido de aquellos seres queridos y respetados, algo muy propio de los inmigrantes italianos, y es el realzar la figura de esas personas en vida y mantenerlo presente incluso en la muerte de estas.
Lo primero que surge en la mente del joven es sentimiento de culpa, luego de odio y por último cuan estúpido fue de su parte haberlo dejado solo en el bosque del impenetrable chaqueño. Aun siendo la 10ma vez que visita la tumba de su hermano en menos de 2 semanas, Lucas no deja de tener esos sentimientos de perdida por la que todos los días se maldice a sí mismo:
Lucas: “Vaya, aun tienes las flores que te deje la última vez” — saca las viejas y coloca las nuevas que compró afuera del cementerio — “¿sabes? Estas personas del gremio son un tanto especiales. Algo locos y caóticos, me ponen de muy malhumor y a veces deseo irme. Pero es extraño porque cuando no estoy con ellos me siento vacío por dentro. Supongo que es lo que llamo familia sustituta. Me encantaría decir que es algo que puedo manejar, pero ¿Cómo no sentirme un poco mal por estar solo en este mundo?” — empieza a llorar, consternado por sentirse solo, sin su única familia que en verdad lo amó — “dime algo David, hermano mayor ¿Por qué tengo que estar solo? ¿Por qué tuve que irme a Europa por mi estúpido capricho?”
En su frustración, mira el nombre, fecha y dedicatoria en la lápida de su hermano, toma la botella de cerveza y la arroja contra el duro mármol:
Lucas: “Patético. Hablando en un cementerio con la lápida vacía de mi hermano muerto ¿cuán bajo he caído?” — se sienta junto a la lápida y vuelve a sollozar — “¿Qué hago hermano? Debería sentirme bien, feliz y pleno, pero…este sentimiento angustiante me destruye” — suspira, agotado de tanto sentimiento negativo
Recuerda en cuan felices eran ambos hermanos cuando tenían su familia y eso es lo que le da la fuerza suficiente para sonreír levemente y sentir que no todo está mal, pues no se encuentra solo, sino que hay gente a su alrededor que lo recibe con ambos brazos abiertos:
Lucas: “A quien engaño, solo soy un estúpido que teme ser rechazado. Por eso es que me aíslo de personas que quizás me amen, pero yo solo acepto el hecho de que mientras más siento ese aprecio, más sencillo es que todo se arruine”
A lo lejos una figura monstruosa lo observa junto a una delicada y femenina:
Arakneida: “¿Estás seguro de esto? Es tu hermano y necesita de ti”
David: “Será lo mejor para todos. Tengo una misión en Paraguay, mientras que él ya tiene a una familia de verdad. Presentarme como tal sería devastador y aunque me aceptase no podríamos volver a ser familia”
Arakneida: “No creo entender las relaciones humanas. Al menos no del todo. Aun me son complicadas ya que hay diferentes clases, pero con el correr del tiempo relacionándome con ellos puedo estar segura de que cuando una conexión se establece de verdad es imposible que se destruya. Creo que la relación que existe entre hermanos es única, destructiva si existe la maldad y bondadosa si hay amor”
David: “Si, es por eso que les encargo a mi pequeño hermanito. Él podrá ser tosco y siempre estará a la defensiva por su elección sexual, aun así, en el fondo es alguien bueno, honesto y que defenderá hasta la muerte a las personas que ama, Estoy seguro que a todo Victory lo ama y ser parte del grupo es la mayor dicha de su vida. Cuídenlo ¿sí?”
Arakneida: “Los humanos siguen pareciéndome extraños” — forma un círculo con su mano que se abre lo suficiente como para que David y su forma monstruosa pueda pasar — “sabes que si necesitas algo puedes comunicarte conmigo con la habilidad de lazos”
David: “Si, te agradezco profundamente lo que has hecho” — entra al portal que lo regresa al pueblo donde vive actualmente
Arakneida: “Podrías haber usado tu forma humana. Aunque él te podría haber reconocido” — mira a Lucas que sigue hablando con la lápida — “en verdad los humanos me siguen pareciendo interesantes” — el teléfono celular en su bolsillo trasero empieza a vibrar — “¿huh?” — saca el aparato y mira quien la está llamando — “Oscar…ohhhh, ya recuerdo que tenía una cita con él — se sonroja
***PARTE II***
Por la noche, Arakneida y Oscar organizan una reunión en un lujoso restaurante de Palermo, una de las zonas más exclusivas de Buenos Aires, compitiendo en igual de condiciones con Puerto Madero en lo conlleva ser lugares brillantes para la clase más alta de la sociedad, y eso también incluye a cazadores reconocidos a nivel nacional y con los cambios que se vienen sucediendo hace unos días, internacional.
Como siempre en cada ocasión especial, Oscar se presenta de manera puntual en la sede de Victory a las 20hs para esperar a Arakneida, quien, con su maravillosa y deslumbrante presencia, encandila con la belleza que la caracteriza al presidente de la A.A.C. La mira durante unos momentos y traga saliva. Ella se percata y sonríe de forma coqueta:
Arakneida: “Ara ara, ¿Qué tanto estas mirando? ¿tienes curiosidad?”
Oscar: “Y-Yo…hummm…” — se pone nervioso
Martin: “Arakneida, deja de molestarlo”
Arakneida: “Lo siento, es que es muy divertido”
Martin: “Cielos”
Oscar: “Espero no te incomode esto”
Martin: “A decir verdad es algo interesante y no es para nada incomodo. Prefiero que salga en lugar de estar todo el tiempo vigilando el edificio o protegiendo a cada miembro del grupo” — su celular vibra en la mano — “oh, no de nuevo. Siento tener que irme, pero tengo unos asuntos pendientes con dos miembros jóvenes. Que se diviertan”
Oscar: “Gracias. Entonces, ¿vamos?” — le ofrece su brazo para llevarla al auto que se encuentra frente a la puerta del edificio
Arakneida: “Vaya, que caballeroso. Muchas gracias, cariño”
Oscar lleva al lujoso restaurante en la que sería la primera cita formal entre ambos.
Después de conducir por varios kilómetros, llegan hasta un enorme edificio que emula a las antiguas estructuras arquitectónicas del siglo XIX. Se bajan del auto y caminan hacia la entrada donde son recibidos por un mozo de buen aspecto, tanto en lo personal como la vestimenta y los guía hacia una mesa ubicada en la parte más exclusiva del lugar.
Las paredes están cubiertas por cientos de fotos de celebridades que han pasado por ese lugar. Los candelabros adornan el techo, realzando con luces muy cuidada el ya glorioso ambiente que expresa tal estructura de época. Al menos unas ciento cincuenta mesas en un largo espacio muestran que la capacidad es inmensa.
Aun cuando Arakneida se muestra entera, y sin expresiones que la igualen con un mero humano, ella se entusiasma por el lugar y el lujo. Sobre todo, se pregunta ¿Qué es lo que ofrecerá de comer? Ya que, a diferencia de una dama humana, ella tiene un apetito voraz por la gran cantidad de energía mágica que constantemente usa para otros propósitos y excepto Martín, cualquier persona no puede percatarse.
Aunque su apetito sea tan grande, sabe que necesita guardar apariencias, a pesar de que Oscar sepa su identidad como monstruo y la alienta a comer carne. Sin embargo, ella recibe una ensalada completa que había pedido hace momentos:
Arakneida: “Esta ensalada es deliciosa. Con tomate, lechuga, rúcula, una gran variedad. Es exquisita” — degusta emocionada la comida
Oscar: “Me alegra que te guste. Son verduras frescas y recién traídas. Este lugar es clásico de la ciudad. Mas bien su existencia data del siglo XIX. Aquí concurrían personalidades importantes del país y lógicamente es un hecho de que…” — se percata de que Arakneida lo mira fijamente y emana una sensación de que le importa muy poco sobre historia, siendo su mayor debilidad a la hora de que lo primordial sea la lógica y no tanto los hechos — “perdón jejeje”
Arakneida: “Descuida. Esas cosas son del interés de Lorkamos. Aunque me agrada escuchar tu voz” — dice encogida de hombros por la vergüenza
Oscar: “Muchas gracias por tus palabras” — lleva un pedazo de carne a su boca y saborea con entusiasmo — “¿Cómo van los preparativos para China? Tengo entendido que irán 5 del grupo, pero me preocupa lo que vayan hacer allí”
Arakneida: “Ni yo lo se. Esperamos encontrarnos con un desastre, pero ojalá me equivoque. Sabes que la situación de allá es demasiado grave”
Oscar: “Estuve contactando con conocidos en países con satélites para saber un poco más de la situación. No pudimos averiguar nada”
Arakneida: “Eso es muy simple. Todo ese país o al menos gran parte se ha vuelto una mazmorra de Kassio”
Oscar: “Ya veo ¿y ese Kassio que clase de monstruo es?”
Arakneida: “Ojalá supiera. El problema es que no hace mucho surgió como emperador. Diría que un par de millones de años”
Oscar: “Ah…es todo un novato”
Arakneida: “Tampoco puedo afirmar cuanto poder llegue a tener, ya que, a diferencia de los demás emperadores, no es tan fuerte, al contrario, se destaca por su inteligencia y astucia. Su habilidad para manipular es destacable”
Oscar: “Parece que lo conoces un poco”
Arakneida: “Son los pocos recuerdos que mantengo de Esfutyox, aunque a la larga ya no servirá porque es un fragmento de pocos. Hey ¿Por qué no me cuentas algo de ti?
Oscar: “¿De mí?”
Arakneida: “¿Qué historia tienes tu, Oscar? Me da curiosidad como se forman los humanos y estoy segura de que tu caso a pesar de que fuera inferior a mi señor, es algo especial”
Oscar: “¿Por qué debes recalcar que soy inferior a él? Jajaja. Que puedo decir, solo soy presidente de la A.A.C, nada para destacar. Quizás algo aburrido para ti”
Arakneida: “No lo creas” — le guiña el ojo de forma coqueta y acaricia la mano de Oscar — “solo cuéntame todo lo que no me has contado ¿sí?” — lo mira fijamente, mostrando un genuino interés por él
Oscar: “V-Vaya, jejeje” — sonríe tímidamente — “supongo que puedo contarte algo más que mi aburrida vida”
Arakneida: “Si, cada humano tiene lo suyo a pesar de ser muy diferentes. Él no será la clase de persona que tenga las soluciones a su vida, pero en verdad…” — sonríe al verlo mientras habla con un mozo para que le traiga a ella un postre después de la comida — “me siento muy cómoda con él”
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