Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 104
Arakneida abre un pequeño portal que conecta a Buenos Aires con Beijing donde al otro lado se escucha el silencio mortuorio, almas en pena deambulando, zombies, rugidos de bestias oscuras y hambrientas de carne de seres vivos.
Un enorme dragón esquelético y con aliento de fuego azul, gélido como el hielo y aspecto tenebroso como la muerte misma sobrevuela por los grandes edificios ya en ruinas. Kargroot es el primero en entrar por el portal y aparecer en uno de los edificios altos, luego Cromana, Julio, Lorkamos y finalmente la poderosa señora y reina de las arañas:
Arakneida: “¿Qué creen? ¿habremos llegado tarde?” — pregunta al ver tal destrucción y desolación donde la luz del sol no llega por la neblina venenosa y nubes tan negras como el carbón.
Julio: “…”— se queda sin habla debido al shock por tal destrucción. Sin embargo, las esperanzas no se marchitan y busca con su mirada algún indicio de vida.
Lorkamos: “Debe haber gente aún. Sino ¿Por qué se comunicaron esos supervivientes?”
Cromana: “Posiblemente sea una trampa y nos hicieron venir hasta acá”
Arakneida: “Quizás sea una buena razón, aunque ¿no es extraño?”
Lorkamos: “¿Qué cosa?”
Arakneida: “A decir verdad cree un portal siguiendo la mayor cantidad de maná en el país. Si, es cierto que el esfuerzo es bastante grande, pero nos llevó hasta aquí”
Kargroot: “No entiendo que insinúas”
Julio: “Hay una fuente de enorme cantidad de maná en este lugar y es la razón de tantos cadáveres abajo” — indica hacia abajo del edificio
Se acercan al borde y ven cuerpos sin moverse de esqueletos de todo tipo, zombies, abominación que fueron en su momento trolls pero debido a experimentación por parte de Kassio ahora parecen como si fueran construidos con partes de otros seres, también acólitos de la oscuridad, magos revividos, ghouls entre otros. Sin embargo, también yacen junto a estos monstruos los cuerpos sin vida de personas que decidieron luchar para permitirles tener tiempo a los demás, civiles y cazadores:
Julio: “Es extraño. Esos monstruos están muertos, pero no han desaparecido”
Kargroot: “La zona maná de Kassio evita que se desintegren. Este es su mundo y el escribe las reglas. Tranquilamente esos que están muertos sean humanos o no muertos pueden volver a la vida”
Julio: “Que macabro”
Kargroot: “No es alguien fácil de enfrentar por eso tenemos que tener cuidado”
Julio: “Por eso estamos aquí, Kagroot. Para terminar con esto de una buena vez”
Nadie había previsto la masacre que el país estuvo sufriendo por tantos meses, ni las grandes naciones o gremios, siquiera Martin y su gente pudo predecir lo que se estuvo llevando a cabo, pero ahora con sus propios ojos, Arakneida, Cromana y Lorkamos al otro lado de donde se encuentran Julio y Kagroot da testimonio de las masas de no muertos que hicieron suya a la gran y orgullosa nación de China.
Por supuesto que, así como los no muertos tomaron como suyo el territorio, también hay personas que no se han rendido y continúa peleando como pueden.
Entonces desde uno de los edificios sale volando una munición antiaérea e impacta contra el dragón no muerto haciéndolo estallar en pedazos, pero, así como la muerte arrebata la vida, la zona maná de Kassio reúne las piezas que están cayendo y se reúnen una vez más para dar forma al dragón que con gran furia lanza un feroz rugido y mira al causante de su dolor. Un grupo de hombres harapientos y mujeres con vendas que intentan tratar a los heridos que no pudieron lograr escapar pero que se mantuvieron a salvo como pudieron:
Arakneida: “Julio, te pido permiso para actuar”
Julio: “No hace falta que lo digas. Vinimos para hacer algo de ruido y ayudar a estas personas” — responde con su mirada seria sobre los enemigos que rodean a los supervivientes chinos— “y eso incluye a no reprimirnos” — de su claymore salen llamas tan poderosas que le sería fácil reducir hasta la roca más dura.
Cromana: “Por fin. Me estaba aburriendo de ver a estos traidores moverse como quieren”
Kargroot: “Recuerda Cromana, vinimos a salvar vidas y…”
Cromana: “Lo sé, lo se. Kassio es tuyo”
Lorkamos: “Me será difícil usar mi nueva forma, pero prometo no decepcionarlos”
Arakneida: “Solo procura no confiarte”
Julio: “No hay más que decir, Ejecutivos de Victory …” — dice en voz alta mientras clava su enorme espada en el suelo y de esta salen poderosas llamaradas que potencian el cuerpo de Julio a niveles físico tan grandes que fácilmente se podría encontrar al nivel de los mejores 3 cazadores del mundo. Su limitador como humano ha llegado a ese nivel donde podría enfrentar a William mano a mano.
Arakneida: “Limit Breaker: Emperatriz del Veneno y Señora de las Huestes Arácnidas” — su maná color verde la envuelve adoptando la forma humana fusionada con la arácnida. La belleza no se disipa y aun así se muestra peligrosa y poderosa.
Kagroot: “Limit Breaker: Rey Caballero de la Muerte” — una armadura color purpura y ligera cubre el cuerpo delgado, pero atlético de Kargroot. De su cintura descansa una espada cuyo mango por sí solo tiene el peso de un tanque blindado.
Cromana: “¡A ver si me quitan el aburrimiento, idiotas!” — señala las huestes de no muertos que se acercan a ellos— “Limit Breaker: Duquesa de la Sangre” — su apariencia se vuelve un poco más madura. La piel se aclara aún más que antes y la vestimenta que la cubre es de una sirviente que porta una gigantesca cuchilla que supera por muy poco su cuerpo, pero sigue siendo enorme.
Lorkamos: “Cielos, quiero volver con Macarena” — se queja— “Limit Breaker: Monarca elfo de Hielo y señor de los trolls de montaña” — la tez de su piel se vuelve azulada. Las orejas se tornan puntiagudas y el cabello crece en color rubio. Su estatura llega hasta el metro 90 y una inusual belleza adorna la expresión de su rostro. Lanza y arco son las armas que evolucionaron junto a él.
La liberación del poder del grupo hace que se produzcan estallidos de energía mágica en el edificio, atrayendo la atención de los monstruos y permitiendo a los civiles escapar en los subterráneos:
Arakneida: “Puedo detectar al menos a 200.000 no muertos” — dice luego de haber extendido millones de telas de araña en todas direcciones.
Julio: “Arakneida ve con Lorkamos al centro de la ciudad. Cromana y Kargroot, atráiganlos para sacarlos del área. Yo…”
Arakneida: “Tu ve con los humanos y hablar con ellos”
Julio: “¡¿Qué?! ¡no, no, yo planeo!”
Kargroot: “Sabemos que quieres hacer. No servirá de nada que enfrentes al dragón. Además, lo mejor es que vayas con los humanos supervivientes para que no se asusten y permitan reunirnos con Bao”
Julio: “De acuerdo, pero cuídense ¿de acuerdo?”
Cromana: “¡Ja! No me debería de sorprender que un humano se preocupe por nosotros, pero sigue siendo extraño”
Lorkamos: “Te acostumbraras”
Después de eso, el equipo se separa siguiendo las indicaciones de Julio. Lorkamos y Arakneida saltan entre el techo de los edificios a gran velocidad y captando la atención de enormes gusanos que salen de la tierra y con sus fauces llenos de cadáveres que se retuercen y usa para arrastrar a cualquier ser vivo.
El tamaño es absurdo, puesto que los edificios de 30 pisos quedan como nada a comparación de los gusanos. La emperatriz del veneno da un vistazo hacia atrás y no se impresiona por lo que ve:
Arakneida: “Hooo, esa cosa asquerosa me suena a algo que hubiera comandado Esfutyox. Oye, niño, ¿crees que podrías?”
Lorkamos: “Déjame de decir así, vieja. Y claro que puedo” — responde mientras crea con su magia de hielo una flecha y la coloca en el arco que tensa lentamente y dispara con una violencia tan grande que deja un camino de gélido
La flecha da por dentro de la boca del gusano, haciendo que se congele y se destruya por las bajas temperaturas que ni el enorme parasito asqueroso no muerto puede soportar por el gigantesco poder que desprende:
Lorkamos: “¡Ja! Me debes una bebida”
Arakneida: “Cuando volvamos a casa te daré una gaseosa como buen niño que eres”
Lorkamos: “Deja de decirme así maldita vieja. Pero…siempre y cuando haya para Macarena” — sonríe sin que se dé cuenta
Arakneida: “Con que así te pones cuando piensas en ella. Quién lo diría” — lo mira disimuladamente y también sonríe— “Esta bien, pero asegúrate de hacer esto bien”
***PARTE II***
Mientras tanto en el otro extremo, Kargroot y Cromana atraen a cientos de miles de no muertos, sus hermanos a una trampa que la duquesa de sangre había puesto mucho antes de partir hacia allí.
En su forma liberada, el poder se despega a niveles que superan a los cazadores altos rango y se ponen al de los emperadores por gracia de la marca imperial que posee Martin. Gracias a esto, Cromana manipula toda la sangre que para su pesar correspondía a inocentes que no han podido escapar. Niños, ancianos, jóvenes, mujeres, hombres, animales, todo será usado para vengar sus muertes y a pesar de que la vampiresa de rango superior al de su propia raza no se lamente, su expresión demuestra cuan enojada se encuentra por saber la cantidad de víctimas por tal insolente destrucción provocada por su ex amo y señor:
Kargroot: “¿Estás lista?”
Cromana: “Por supuesto” — extiende sus manos— “Magia de Sangre: Campo de lanzas sangrientas” — inunda el suelo con la sangre que ella había reunido hace momentos y atraviesa a los no muertos que pisa dicha zona— “Malditos…traidores…”— dice con indiferencia y haciendo una mueca de desagrado hacia los enemigos frente a ella
Kargroot: “Ellos no saben lo que hacen, Cromana. No los culpes. Solo reciben ordenes de alguien más poderoso”
Cromana: “Ya lo sé, pero… ¡tsk!” — se molesta con solo pensar que las cosas pudieran ser de otra manera
Kargroot: “Vamos, tenemos que seguir. En cuanto acabemos nos reuniremos con Julio”
Cromana: “¿Los demás estarán bien?”
Kargroot: “Bueno, eso lo veremos cuando acabemos aquí”
En ese momento, una fuerte presión los pone en alerta como si se tratase de un animal salvaje y ellos las presas:
Cromana: “Lo sientes ¿verdad?”
Kargroot: “Si, esa enorme cantidad de energía mágica y tan siniestra. No puedo equivocarme, es ese bastardo hijo de puta”
Cromana: “Se está acercando”
Desde los cielos, una figura humanoide desciende con alas tan grandes que pareciera una feroz criatura del infierno. Ojos negros y profundos que se podría vislumbrar el abismo más oscuro y tétrico. Cabello tan largo y rostro precioso pero que en cuya apariencia esconde la criatura más terrible y con deseos de conquista mayores al del emperador dragón, emperatriz salvaje o al nagga. Kassio en todo su esplendor llega y toca con sus pies el campo de sangre que Cromana invocó para derrotar a los miles de criaturas no muertas.
Kassio se les queda mirando sin moverse si quiera y detrás de él un pequeño grupo de monstruo de alto rango con forma humanoide que lo respalda se apresura para posicionarse a su lado:
Kassio: “Ha pasado tiempo. Kargroot, Cromana, sí que han cambiado. Supongo que serán las maravillas de la marca imperial. ¿Qué se siente ser las mascotas del humano?”
Cromana: “Bastardo”
Kargroot: “Cálmate Cromana. ¿Qué estás planeando hacer aquí? Nunca fuiste sincero con nosotros sobre lo que pretendías, Inclusive Vulkotros y Litch desaparecieron sin dejar rastros”
Kassio: “¿Por qué habría de contarles? Ya ni siquiera son mis subordinados y precisamente por esa razón tuve que ensuciarme las manos para adquirir nuevas fuerzas. Creo que no los he presentado” — extiende sus brazos para presentar orgullosamente a su élite— “Estos cuatro individuos son los no muertos más fuertes que existen después de mí, claro”
Cromana: “¿Q-Que hiciste con Vulkotros y Litch?” — murmura mientras camina cabizbaja hacia Kassio
Kargroot: “¡Cromana, deja de caminar!” — la detiene
Kassio: “¿Aún te preocupas por ellos? Cielos santos ¡ellos ya forman parte de mis fuerzas! Aunque…jejeje…ellos son historia…”— se burla de Cromana para incentivar un ataque
Cromana: “¡Devuélveme a mi mejor amigo!” — grita furiosa y expulsa una insana cantidad de energía mágica color sangre que hace temblar la tierra por tal explosivo poder y se lanza al ataque
Kargroot: “¡Cromana detente! ¿huh?”
En el instante en que Cromana se dispara contra Kassio después de haber reunido muchas lanzas sangrientas esta cae desmayada apenas sobrepasa la línea de visión de Kargroot:
Kargroot: “¡Cromana!” — corre hacia ella— “algo no está bien…debo…debo…debo huir” — toma a Cromana entre sus brazos y escapa a toda velocidad de regreso a donde se encuentra Julio.
Alaer: “¿Los seguimos?” — pregunta el jinete de la tortura
Kargroot: “No, por el momento no representan una amenaza. Además, no saben la verdad sobre mi territorio. Por el momento tenemos que ultimar los preparativos para traer a nuestros aliados”
Alaer: “Si, mi señor”
Kargroot: “Pero me gustaría que hagas algo…Zatia”
Zatia: “Dígame, mi lord” — se acerca a Kassio con sus extrañas orejas levantadas
Kargroot: “¿Le implantaste a Cromana la maldición?”
Zatia: “Fue sencillo porque su guardia estaba baja debido a la ira que la dominó, pero si hubiera sido lo opuesto me habría dificultado el trabajo. Por supuesto, jamás se enteró”
Kargroot: “Me basta con eso. Ellos no lo saben, pero esta batalla se ha terminado antes de comenzar” — se da media vuelta y camina lejos del lugar— “vamos, aún tenemos cosas que hacer. El Sur de este país sigue siendo impenetrable por alguna razón. Supongo que la influencia de mi magia no es suficientemente grande”
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