Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 105
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- 105 - Capítulo II: Suplicio de los supervivientes
Julio se adentra en el edificio abandonado y destrozado, donde al ver dentro de esta estructura encuentra un agujero en medio de la entrada y allí es donde escucha muchas voces entre ellas de alaridos de dolor y llanto por las muertes de aquellos que no pudieron continuar.
Por un momento duda en continuar al creer que quizás sea trampa del enemigo. Cualquier cosa podría pasar en un territorio tan tenebroso y lleno de no muertos, pero en su nivel actual hasta podría presentar batalla a cualquier menos a los emperadores o monstruos cuyo rango sea casi igual como hay casos confirmados.
Él, finalmente decide bajar por ese agujero el cual sirve como una especie de tobogán donde se desliza por varias decenas de metros hasta caer sobre aguas estancadas y escombros cubiertos de sangre. Su caída sobre el charco empapa sus botas, gabardina y pantalón, pero eso no lo detiene:
Julio: “Sangre y este hedor pestilente. Parece veneno” — se cubre la nariz debido al olor insoportable— “hmmm…”— cierra sus ojos y siente que sus camaradas se encuentran en camino— “si, debo continuar. Posiblemente encuentre a los supervivientes”
Tras varias horas recorriendo por solo un camino a través de las alcantarillas que inusualmente el tamaño es anormal como para estar debajo de la ciudad. Lo primero que piensa Julio es que posiblemente haya sido construido durante una época conflictiva del país ya que hay muchos ejemplos de ese tipo de lugares como en estados unidos o Europa del este. Principalmente porque hubo una necesidad de defenderse mas que presentar batalla.
A medida que se aleja, el olor venenoso de putrefacción se va reduciendo y frente a él un grupo de personas armadas lo espera con sus auras mágicas a flor de piel como si estuvieran preparados para enfrentar a Julio. Este, incapaz de pelear contra personas que son humanos y cazadores, asustados y cuyas familias y amigos fallecieron, se acerca con las manos levantadas y presenta su persona:
Julio: “No soy un no muerto. Me llamo Julio y vengo de parte de Victory y Martin”
Lee Bao: “Es bueno saber que nuestras súplicas fueron escuchadas” — baja sus armas y desaparece el aura mágica, lo siguen los demás cazadores y civiles
Julio: “¿No van a revisar que sea una persona ordinaria?” — se sorprende de que le hayan creído tan fácilmente
Lee Bao: “En lo absoluto” — niega con la cabeza— “tu aura a pesar de ser extremadamente densa no representa hostilidad sino de confianza. Descuida, confiaré en ti”
Julio: “Dice eso, pero puedo notar que está asustado. A pesar de ser uno de los cazadores top del mundo posiblemente se haya enfrentado al emperador y el resultado lo haya desmotivado demasiado” — piensa mientras observa su espalda cubierta por un tatuaje con forma de dragón
Lo guía junto con lo demás hacia donde se encuentran los supervivientes. Mujeres, niños, ancianos, enfermos y cerca de 2.000 personas que aún pueden pelear en constante estado de alerta por si es necesario que deban defender el lugar o salir a buscar suministros para poder vivir un día mas al menos.
Julio: “Ahora entiendo la urgencia” — dice perplejo por las pésimas condiciones en las que se encuentran los supervivientes— “¿Cómo ocurrió esto?”
Lee Bao: “No sabría decirlo. Pasó todo rápido sin que tuviéramos la oportunidad de responder. Un día el cielo dejó de ser celeste para pasar a ser oscuridad perpetua. Los lagos y ríos se volvieron venenosos y nidos para criaturas repulsivas que masacraban a pescadores y pueblos aledaños. Cuando nos dimos cuenta un ejercito de cientos de miles de zombis que salían de enormes portales se nos vinieron encima. Fue un desastre y eso nos obligo a vivir en estos subterráneos construidos durante la guerra civil de 1911. Al principio éramos 100.000, ahora apenas quedamos 10.000. Nos levantamos muchas veces para poder recuperar la ciudad, pero solo acrecentamos los números de ellos. Inclusive mi gremio fue casi aniquilado” — explica con gran pesar por las pérdidas humanas
Julio: “A este nivel llega un emperador. Esto es en verdad un desastre” — piensa mientras camina junto a Lee Bao a través de los túneles con supervivientes durmiendo a los costados y otros enfermos por el veneno en el aire— “¿Hay mas cazadores? ¿alguna autoridad que haya sobrevivido?”
Lee Bao: “…”— mueve su cabeza de un lado al otro negando lo segundo— “sin embargo quedamos alrededor de 1.000 cazadores de los cuales 400 son de mi gremio, los restantes pertenecen a otros 25 que fueron derrotados en la ciudad” — responde algo esperanzado
Julio: “¿La comunicación con las otras ciudades?”
Lee Bao: “Perdimos comunicación a la tercer semana”
Julio: “Entiendo” — rasca su barbilla para pensar— “¿tienes algún centro de comando?”
Lee Bao: “Si, estamos a setecientos metros, allí” — señala un pequeño puesto improvisado en el medio de una enorme plataforma donde cientos de personas residen
Julio: “Perfecto. Si tienes comandantes reúnelos”
Lee Bao: “¿No tendríamos que esperar a los demás?”
Julio: “Descuida, ellos están en camino”
Mientras esperan por los comandantes y los demás miembros de los ejecutivos que se encuentran afuera, Julio toma asiento junto a la mesa donde un mapa se encuentra en el centro con varios pedazos de madera que simbolizan a ambos bandos. Aprovechando la espera, Julio pide un vaso de agua a Lee Bao, quien rápidamente llena un vaso con un bidón y se lo entrega al argentino:
Julio: “…”— bebe con entusiasmo y desprende su boca del vaso para dar un largo suspiro— “¡hace un largo rato que no bebo nada!”
Lee Bao: “Espero haya sido grato. Tenemos de sobra. Es de las pocas cosas que pudimos rescatar. Eso y la comida”
Julio: “Me alegro que así sea. Por cierto…Lee Bao…”— lo mira seriamente
Lee Bao: “¿Sí?” — devuelve la mirada
Julio: “Me gustaría preguntar ¿Qué es lo que temes tanto?”
Lee Bao: “¿Disculpa?”
Julio: “Perdón, es que te noto demasiado tenso y pensé que…”
Lee Bao: “N-No, no te preocupes. Yo no le temo a nada así que por favor te agradecería que no vuelvas a preguntarme sobre eso” — sale del lugar, pero se detiene antes de alejarse de la vista de Julio— “tengo personas que dependen de mi voluntad y valor. No pienso dejar que esto me descorazone. Esta gente…”— regresa por su camino
Habiendo dicho eso, deja la certeza a Julio de que Lee Bao oculta algo para nada agradable y que pone en juego el honor de un hombre que debe mantenerse firme como símbolo de lucha para que su pueblo sobreviva a la posible extinción.
El orgulloso pueblo chino siente el ímpetu necesario para continuar luchando y resistiendo contra todo mal y Julio se da cuenta de lo que intenta el cazador top 1 del mundo, con la muerte del 2 mejor y el exilio obligatorio de William Scott.
Julio: “Yo haría lo mismo si tuviera que mostrarme fuerte para los míos” — dice en voz baja— “haaaa… ¿Qué estará haciendo María?” — se pregunta con la mirada puesta en el mapa de China
En cuanto a los comandantes de Lee Bao, bueno, no son precisamente lo que Julio se esperaba ya que, al ser un reducido número, solo 1 es cazador mientras que los restantes 3 eran de la guardia Urbana que se había formado previo al terrible desastre que somete a la población.
Julio ve los ojos de cada uno inclusive al del Cazador y nota un temor intenso, inusual y desgarrador que solo es equivalente a la de un niño frente al oso que lo acecha. Así de complejo a nivel psicológico.
En lo que respecta a la preparación, salvo el cazador y Lee Bao, ninguno de los presentes tiene experiencia enfrentando a no muertos y eso sin duda es una falencia grave pero como son los de mayor carácter de liderazgo y fortaleza física para comandar es propicio ser honesto, aunque no les guste:
Julio: “Espero puedan perdonarme, pero salvo tu- señala al cazador- y tu Lee, ninguno podría ser eficaz en la línea de batalla. Discúlpenme, pero como bien dije, sin entrenamiento ni preparación, solo incrementarían los números enemigos”
Lee Bao: “Yo…no sabría decirlo…” — dice cabizbajo y con la moral baja.
Julio: “P-Perdóname, yo no debería haber dicho eso, es por eso que estamos aquí. No permitiremos que ustedes tengan que pasar por toda esta situación”
Lee Bao: “Hey, ¿Que te pasa? ¿Cuál es tu problema?” — se acerca muy molesto por las palabras tan fuertes de Julio.
Julio: “Te estoy siendo honesto y a ellos también. Solo míralos, no están bien alimentados. Se nota a kilómetros que descansaron muy poco quien sabe si su moral sigue en alza o solo quiero morir. Lee, no quiero que te enojes, pero esta gente que firma tu grupo de comandantes solo aparenta eso porque en la práctica dudo que lleguen a sobrevivir al próximo enfrentamiento”
Lee Bao: “C-Creo que tienes razón, pero ¿Tenemos algo más para hacer la diferencia? Míranos, hemos perdido todo. Es solo cuestión de tiempo para desear morir y ofrecernos al enemigo para ello”
Julio: “Lee, te prometí que no permitiremos que algo así pase. Ayudaremos a resolver esto”
Detrás de Julio, 4 figuras aparecen entre la oscuridad, Arakneida, Cromana, Kargroot y Lorkamos se presentan ante los comandantes y Lee Bao con sus formas liberadas. Sin embargo, para ahorrar energía mágica regresan a las formas humanas como familiares de Martin:
Arakneida: “¿Llegamos tarde? — pregunta Arakneida.
Lee Bao: “No, recién empezamos la reunión” — responde sorprendido por no haber sentido la presencia de los ejecutivos, comprendiendo que sus niveles son demasiado altos
Arakneida: “Bien, porque tenemos problemas bastante graves”
Julio: “¿Qué pasó?” — pregunta al ver a Cromana agitada
Kargroot: “La situación no es como lo pensábamos. Esta zona maná como creíamos…sospechamos que algo ocurre. Algo que está alejada a la naturaleza misma de esa técnica”
Julio: “Te veo preocupado Kargroot. ¿Qué paso allá?” — pregunta
Kargroot: “Kassio no ha mostrado todas sus cartas y Cromana cayó sin siquiera haberlo tocado” — responde Reacio.
Lee Bao: “Creo que puedo responder a eso” — dice Lee Bao
“¿Huh?” — los ejecutivos dejan escapar al unísono
Lee Bao: “Lo que le ocurrió posiblemente a tu compañera es el efecto propio de la zona maná. Debilita al cuerpo o más bien, drena la energía vital y la entrega a los comandantes o al mismo Kassio” — explica Lee.
Lorkamos: “Aun así, no explica porque Cromana sufrió los efectos de la zona maná mientras que nosotros no” — duda
Cromana: “Eso…es porque…había usado una de mis técnicas y me deje llevar por la ira. Es más que seguro aprovechó eso y drenó mí energía vital” — dice avergonzada por haber caído en una trampa tan predecible.
Hao Tzeng: “Todo esto es solo suposición ¿Verdad?” — pregunta, dubitativo uno de los comandantes civiles con voz temblorosa
Lee Bao: “No debemos dejar afuera ninguna posibilidad. Por lo pronto vayan a descansar. Hoy me toca vigilar la entrada así que pueden estar seguros que no habrá peligro mientras yo esté” — se golpea el pecho y sonríe para darle fuerza a los demás presentes
***PARTE II***
Horas mas tarde, Julio se reúne con Lee Bao en la entrada, donde el cazador chino vigila junto a un grupo numeroso de civiles que valientemente pidieron ser guardias en ese turno considerado como peligroso ya que muchas veces se infiltran zombis y alimañas, mutadas por el veneno y energía oscura en el aire, al sistema de drenaje y túneles. Las mismas criaturas que con empeño tratan de extinguir a los últimos supervivientes en el país:
Lee Bao: “Es silencioso ¿no te parece? Normalmente vigilamos bajo esta tensión casi fúnebre cuando montamos guardia en la noche. ¿Puedes creer que me pone nervioso esto? Yo…uno de los cazadores mas fuertes en el mundo, temiendo y sintiendo nervios solo por montar guardia cuando esto mismo lo hice miles de veces en mazmorras”
Julio: “Quizás no sientes nervios por ti mismo sino por quienes te rodean. A veces los sentimientos que nos afectan no son porque sintamos inseguros sino porque queremos con toda justicia el bienestar de quienes nos siguen”
Lee Bao: “Si, supongo que tienes razón. Pero tampoco es como si la esperanza abunde. Habrás visto sus rostros” — ve a Julio saca un cigarro de su bolsillo y lo enciende con mucha elegancia que llama la atención del chino— “¿eres fumador?”
Julio: “Si ¿Por qué?”
Lee Bao: “Por nada es solo que al verte pensé que alguien tan elegante en su forma de vestir no podría tener tal costumbre. Forma de pensar supongo”
Julio: “Tienes razón. Es para nada elegante fumar, pero mantiene mi cabeza tranquila, aunque esté realmente temeroso”
Lee Bao: “¿Enserio? Creí que era el único. Sobre todo, porque tu poder mágico es similar al mío o hasta puedo asegurar que superior”
Julio: “Me das mucho crédito, aunque el mejor cazador del mundo sigues siendo tu”
Lee Bao: “¿Y Martin? Tengo entendido por mis fuentes que derrotó a William y eso es tan impresionante que lo consideran el mejor del mundo”
Julio: “Martin…él…está en otra liga. Perdona mi franqueza”
Lee Bao: “Jajaja, no te disculpes. Soy demasiado orgulloso respecto a mi talento como cazador, pero se cuando alguien es mejor que yo. Por algo pedí la ayuda de su gremio”
En medio de las sombras se escuchan gruñidos que alteran el ya nervioso temple de los hombres que vigilan las entradas. Lee Bao y Julio saca sus armas mientras que los hombres también se posicionan a la espera de ver quién es el enemigo.
El miedo se disipa cuando los gruñidos vienen de un gato que se había perdido y deambula entre escombros y túneles de cloacas. Los hombres suspiran aliviados mientras que los mas experimentados en las mazmorras mantienen la tensión en sus cuerpos. Mientras tanto el gato desaparece al meterse a un pequeño túnel cuya reja se encuentra a un costado:
Julio: “Una lastima que el pequeño minino se haya ido, conozco a una mocosa que ama a estos animales domésticos”
Lee Bao: “Al menos los hombres se calmaron” — mira a su alrededor como los civiles se relajan luego de tal momento
Lejos de lo que puede ser un cazador top mundial como lo es Lee Bao, este no muestra soberbia ni desprecio al hombre común. Tranquilamente podría haber escapado apenas su gremio cayó y sus hombres se encontraban reducidos a mucho menos que la mitad, pero ahí está, liderando a las cedulas de resistencia en todo el país y planificando escape para aquellos que no pueden luchar. Buscando aliados y dejando de lado todo orgullo que por años forjó como el cazador mas fuerte en Asia.
No solo son estas las cualidades de un líder que hace empatizar y admirar a Julio por Lee, sino que detrás de sus tatuajes intimidantes, músculos tan enormes y la forma feroz en que mira a todos, sino que la bondad dentro suyo hace que aquellos que lo rodean se sientan reconfortados solo con su presencia. El aura que desprende le recuerda a Martin:
Julio: “Ambos se parecen mucho” — murmura al ver como Lee Bao conversa preocupado por su gente
Sin embargo, el momento es interrumpido por gritos de pelea en idioma local. Inmediatamente Lee Bao y Julio corren hacia el origen del problema, llegando hacia el lado este del lugar donde se encuentra en opinión del cazador, la parte mas conflictiva del refugio, hogar de muchos criminales que tuvieron la dicha de sobrevivir.
Un padre de familia discute con un ex recluso condenado a 10 años de prisión por violar de 12 niñas en una escuela primaria y asesinar a otras 4. La razón de su sentencia es porque el juez era amigo y eso perjudico a la justicia.
Lee interviene, pero el hombre honesto le lanza un puñetazo al criminal, quien esquiva el ataque y apuñala al costado del estómago, empujándolo contra el suelo y dejándolo desangrar mientras unos se apartan asustados y otros intentando con mucha violencia matarlo:
Lee Bao: “¡¿Estás demente?!” — le grita al sujeto, liberando inconscientemente un poco de su energía mágica la cual disipa rápidamente y se acerca al pobre hombre que pierde sangre a cantaros— “¡diablos está sangrando mucho!”
Julio: “¿Necesitas ayuda?”
Lee Bao: “Si tuviéramos algún aparato o sanador sería más fácil”
Julio: “¿No hay sanadores?”
Lee Bao: “El ultimo murió hace 5 días en un ataque de dragones esqueléticos”
Julio: “¡Maldición si María o Estela estuviera aquí!”
Detrás de los dos hombres se acerca una figura femenina que no escapa a la mirada de los presentes:
Arakneida: “¿Necesitan ayuda?”
Julio: “¿Huh? Arakneida…este hombre fue apuñalado y no tenemos manera de salvarlo”
Arakneida: “Hmmm” — se agacha y levanta la camiseta del hombre para observar la herida— “no se ve muy bien. El corte es demasiado profundo”
Kargroot: “¿Quién fue el imbécil que intentó asesinarlo?”
Echando agresivas acusaciones, las personas empiezan a alterarse y señalar con el dedo hacia aquello que no les agradan ya sea por haber obtenido un pedazo de comida de más, así como los que apelan al sentido común y dicen que fue el hombre condenado a tan pocos años de prisión. Sin embargo y frente a los ejecutivos, la discordia se siembra ante el pánico de que el enemigo también sea un mero ser humano malintencionado y con muchos antecedentes de crímenes terribles.
Por la madruga y después de la pelea, Lee Bao regresa a descansar tras quedarse con el padre de familia herido mortalmente. Todo lo que ha ocurrido le pesa lo suficiente como para tomar un cigarro entre sus cosas escondido y dar varias pitadas desesperado.
Se da cuenta de que al lado de la entrada de la tienda de campaña se encuentra Julio quien también fuma algo intranquilo por lo sucedido y le pregunta:
Julio: “¿Sobrevivió?” — pregunta por el padre de familia
Lee Bao: “Una herida en el estómago y sin médicos o artículos de hospital, te podrás imaginar que el hombre no pudo llegar siquiera al amanecer” — se lamenta
Julio: “¿Sin médicos? ¿Qué sucedió?”
Lee Bao: “Lo que ocurre cuando hay tal crisis. El gobierno decidió usar a todo médico, personal de hospital y sanadores mágicos para enfrentar a los no muertos. Es cierto que…”— da otra pitada— “es cierto que en este tiempo hubo despertares entre los supervivientes, pero prefiero no exponerlos. La mayoría son niños. Por eso es que deseo que no se sepa”
Julio: “Entiendo. ¿Ya hablaste con sus padres?”
Lee Bao: “Si, pero muchos son huérfanos y están siendo cuidados por otros civiles. Todo es una absoluta mierda, je” — sonríe incómodamente
Julio: “Parece que llegamos en un mal momento” — da una pitada a su cigarro y continua— “escucha Lee, tenemos un plan para sacarlos de aquí. Es simple, pero hay un paso previo que es demasiado complicado. Vaya ironía”
Lee Bao: “Dímelo. Necesito que esta gente sea salvada no me importa morir en el proceso”
Julio: “No, tampoco lo harás. Nadie más va a morir aquí”
Lee Bao sale de la tienda de campaña y encuentra a Arakneida, Cromana, Lorkamos y Kargroot quienes esperan a que el cazador chino pidiera saber el plan. Julio se pone de pie y arroja el cigarro. Le extiende la mano a Lee con toda seguridad para que se forme oficialmente la alianza para luchar contra Kassio.
***PARTE III***
Kassio contempla las ruinas de lo que alguna vez fue una ciudad conocida por ser de las mas pobladas en el mundo, inclusive con la mayor cantidad de cazadores per cápita en el planeta. A lo lejos mira con orgullo un portal inusualmente grande que duplica el tamaño de un troll de montaña, los cuales son tan enormes como el un edificio de 3 pisos:
Zatia: “Mi señor” — se presenta por detrás, hincada de rodillas— “estamos terminando los preparativos, pero hay un problema”
Kassio: “¿Huh? ¿Qué problema dices?”
Zatia: “Necesitamos un poco mas de energía para que no haya margen de error”
Kassio: “Ya veo entonces habrá que cazar a los humanos restantes en esta nación. Prepara a mis fuerzas”
Zatia: “Disculpe mi señor, pero ¿no sería mejor dar caza a los monstruos traidores? Estoy segura que…”
Kassio se molesta brevemente cuando escucha el cuestionamiento de su subordinada, pero inmediatamente recupera la calma, todo en pocos segundos al darse cuenta de que tiene sentido lo que dice:
Kassio: “Si, eso es verdad, pero no es el momento aún. Tenemos que erradicar a los supervivientes restantes para que el ritual funcione. De anda servirá enfrentarnos a un grupo que casi iguala nuestro poder” — interrumpe sin apartarle la mirada a Zatia
Zatia: “Entendido. Prepararé a las fuerzas para que ataquen en todas direcciones” — dice para luego desaparecer”
Kassio cierra brevemente sus ojos y los vuelve abrir. De sus ropajes finos y extrañamente similar al de un sacerdote de Europa del este saca un cráneo y su mano cambia de forma.
La mano cambia de tamaño y las uñas crecen para adquirir un bello color carmesí, así como la tez de la piel en blanco casi pálido como si fuera un vampiro. El cabello negro se torna gris y la estatura se reduce varios centímetros como si fuera una mujer:
Kassio: “Tal parece que tendré que actuar yo misma para que esto funcione” — su delicada boca muestra una macabra pero sensual sonrisa
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