Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 109

Mientras tanto en lo que alguna vez fue la ciudad fronteriza de Tijuana en México, Martin lidera un equipo compuesto por Daniel, Lucas, Claustro, Octavio y María para investigar sobre los hechos ocurridos en aquel sitio que se llevó a cientos de miles de vidas en un instante y sus cuerpos quemados desaparecieron en una marcha fúnebre para servir a un propósito que el mismo y oscuro emperador del abismo les dio.

Después de pedir el permiso correspondiente para permanecer en el país al menos unos días y con ayuda del gremio Wiplash que permitió usar a uno de sus cazadores con magia espacial, Martin y su gente llega al territorio sin tener que lidiar con el largo viaje ni la burocracia sobre todo porque el mismo presidente, en agradecimiento, dio dicha persona sin pensárselo dos veces.

Una vez allí, Martin se acerca a los escombros de lo que alguna vez fue una afluente ciudad fronteriza entre México y Estados Unidos en el norte. Toca con su mano izquierda el suelo quemado y siente como la temperatura es caliente a pesar de que hace mucho tiempo que ocurrió la matanza indiscriminada. Varios meses en total. Al mismo tiempo, María siente como la sensación de esterilidad en la tierra es inmensa y parecería que avanza con el correr del tiempo:

María: “Es muy extraño. Las plantas no pueden nacer y aquellas que tratan de salir hacia la superficie son quemadas por algo que está en el suelo”

Lucas: “Tampoco puedo usar mi magia de hielo. Se derrite al manifestarse” — mantiene su mano en alza y trata de manifestar hielo desde la palma de su mano sin éxito.

Martin: “No solo este territorio se está quedando estéril de vida sino también de magia. El asunto es muy grave. Tenemos que avisarle al presidente de la Asociación, al presidente del país y también a Whiplash” — se pone de pie y mira a Octavio— “Octavio, te lo encargo”

Octavio: “Entendido”

Leonardo: “Deja que te lleve al gremio. Luego podrás pedir el permiso para ir con el presidente de la AMC”

Octavio: “Muchas gracias”

Claustro levanta su mano con expresión inocente pero que oculta deseos maliciosos y un orgullo desmedido. Martín se vio venir eso por parte del nuevo y misterioso miembro de Victory y que busca desestabilizar a los miembros por venganza contra Octavio:

Martín: “¿Si, Claustro?”

Claustro: “Permítame ir con Octavio. Es mejor que seamos dos por si ocurre algo”

Martín: “¿Por qué habría de ocurrir algo? no hay enemigos” — lo mira fijamente— “a menos que tu desees tal cosa”

Claustro: “No, no jefe. Solo quiero apoyar al grupo sea como sea. Por eso creo mejor que un apoyo en esta situación es mejor. Además, mis habilidades no son muy útiles”

Martin: “Muy bien. Ve con Octavio y tú también Daniel”

Claustro intenta disimular su expresión, pero inconscientemente frunce el ceño. Sin mas que decir, Leonardo abre un portal que los lleva al campamento de Whiplash en la ciudad más próxima para ir con el maestro de gremio.

Lucas camina hacia Martin y mira lo que queda del portal que se termina cerrando, dejando al grupo solo para continuar la investigación:

Lucas: “¿Estas seguro de eso? Ese chico, Claustro, no parece tener buenas intenciones”

María: “Pienso igual. Desde el día en que se presentó y empezó a preguntar por Octavio no ha dejado de darme escalofríos”

Martin: “Tranquilos. Él va a solucionar ese problema de la mejor manera posible. Nosotros solo debemos esperar a que ocurra”

María: “¿Qué hacemos ahora?”

Martin: «Lucas, revisa los alrededores. Necesitamos saber si se extendió más está maldición. María, quiero que uses tu magia de planta para saber si en verdad es posible recuperar esta zona»

Lucas: «Seguro»— extiende su mano hacia el frente y congela varios metros creando una resbaladiza rampa con la que se aleja de los demás

María: «¿Crees que esto es alguna magia?»—se agacha y trata de invocar su magia— «Magia de Planta: Jardín dorado»

Martin: «No tengo la menor duda, pero es sin duda uno mucho más perversa. Es magia de la muerte»

María: «Que terrible lo que pasó aquí. No puedo creer que esa persona, Kassio pudiera hacer algo tan terrible no solo con vidas humanas sino también a la naturaleza misma»—se lamenta mientras prueba una vez más su magia, pero sin éxito— «Martín, no puedo usar mí magia. Está maldición persiste, aunque use incontables veces mí magia de planta. ¿Qué haremos?»

Martin mira a su alrededor como la codicia de Kassio mermó ese territorio hasta dejarlo estéril.

María vuelve a intentar crear plantas sobre la superficie del suelo. El fracaso persiste y vuelve a mirar a Martín, esperando que le diga algo:

Martin: «Ve con Lucas y regresen al campamento de Whiplash»

María: «¿Tu que harás?»

Martin: «Me quedaré. Quiero revisar algo. No te preocupes, me reuniré con ustedes más tarde»

María: «Entendido. Avísame si necesitas algo»

María corre en dirección a donde Lucas se fue para continuar la investigación. Mientras tanto, Martín recorre lo que fueron las calles de Tijuana ahora convertidas en escombros casi irreconocibles, quemados por una explosión nociva y un persistente olor a muerte sin que haya cadáveres.

Tras caminar por un par de horas, casi llegando al anochecer, Martín se queda en cuchillas y toca con su mano la tierra quemada y cierra los ojos para poder contactar a la diosa que responde amablemente:

—Hola mí cielo hace tiempo no hablamos. ¿Cómo estás? ¿Pasó algo?

Martin: «Podría decirse. ¿Qué sabes sobre las maldiciones?»

—Maldiciones. Me sorprende lo que me preguntas. ¿Qué acontecimiento ha ocurrido en tu mundo? —pregunta intrigada

Martin: «Una ciudad enteré fue borrada del mapa y los residuos de esa explosión son de una magia de maldición. Al parecer muy peligrosa»—explica

—La magia de maldición es cierto que es peligrosa. Funciona como si fuera una radiación en términos humanos. Puede volver estéril un lugar y ocasión graves consecuencias a la salud, pero a diferencia de lo que ustedes llaman bomba nuclear, el efecto de la maldición dura unas horas después de la magia que lo cataliza»

Martin: «En pocas palabras no ha afectado una maldición al suelo y los alrededores de la ciudad sino algo más siniestro.  ¿Qué clase de magia podría hacer eso?»

—Bueno, en algo te equivocas.

Martin: «¿En qué?

—La magia es de maldición y sin duda es el efecto de una.

Martin: «Dime diosa ¿Que es entonces?»

La voz de la diosa se detiene, dejando hablar solo a Martín quien repite la palabra diosa una, y otra vez con desesperación hasta que se rinde sobre el suelo maldecido:

Martin: «¿Que está pasando?»—se pregunta, impotente

El bolsillo empieza a vibrar y genera un fuerte sonido y de esta saca un modesto teléfono celular con pantalla táctil. Ve que Lucas lo está llamando e inmediatamente corre a su encuentro mientras contesta la llamada:

Martin: «¿Encontraron algo?»

Lucas: «Si y no es nada alentador»

Martin: «Estoy en camino. Tengan cuidado ya que no es una magia ordinaria»

Al llegar al lugar ve a Lucas y María mirando en dirección hacia unos bosques y luego lo que quedó de la ciudad fronteriza:

Martin: «¿Pasa algo?»

María: «Tenías razón. Al parecer es una fuerte magia de maldición»

Lucas: «Sobre todo porque según lo que pude averiguar algo o alguien escribió un gigantesco ritual que rodeó a la ciudad»

Martin: «Ya veo»—se queda pensando sobre lo que pasó con la ciudad— «William atacó Tijuana, pero eso fue el medio para algo y con esto se confirma que fue apenas un solo paso para el fin»

Lucas: «Por cierto ¿Tan peligrosa es la magia de maldición?»

Martin: «Si te digo te miento. Jamás he visto esa magia, pero en una conversación con Kargroot me comentó sobre una magia del mundo del abismo que trasciende a la muerte y marchita la vida. Pero va mucho más allá que ese simple concepto»

La magia de maldición es un tipo de magia centrada en retener la existencia contra la víctima. Se la puede considerar no solo en el mundo humano sino también en el universo del maná como una magia sacrílega al corromper la estructura de cualquier ser hasta volverlo algo desconocido es por ese motivo que dicha magia se prohibió y en el caso del mundo humano su conocimiento es demasiado escaso.

Si bien la magia de maldición pertenece a una rama de la magia de sombra, es riesgosa de usar ya que puede corromper la existencia del usuario si no posee ciertos requisitos como por ejemplo pertenecer a la clase oscura en la que se engloban a no muertos en su mayoría, pero también, muy importante, deben ser de cierto rango para evitar consecuencias graves.

En el caso de Kassio, su rango y clase le permiten no solo manifestar tal magia sino también usarla completamente sin pensar ni preocuparse en lo que sucederá luego ya que en su esencia se encuentran corrompido.

***PARTE II***

En Ensenada, una de las tantas ciudades portuaria de Baja California en México, Martin, María y Lucas llegan al hotel por la noche cerca de las 9 para cenar y descansar y continuar las investigaciones sobre lo que sucedió en Tijuana por la mañana:

Martin: “Descansen y recuerden que nos reuniremos aquí para la cena” — señala la gran cafetería del hotel donde sirven mariscos y pescados de excelente calidad

María: “Ya era hora de poder darme una buena ducha”

Martin: “¿Quieres hablar con Julio? Puedo hacer que te comuniques con él a través de Arakneida”

María: “No, no” — niega con su cabeza y una sonrisa amable en su rostro— “él esta cumpliendo con su deber así que no puedo molestarlo. Además, yo también estoy cumpliendo con mis tareas”

Martin: “Si, entiendo” — sonríe— “Entonces descansen y luego nos reuniremos con los demás para comer y…”— ve que Lucas se aleja— “¿A dónde vas Lucas?”

Lucas: “La noche es joven y dicen que el tequila es una maravilla y también…”— se voltea y guiña el ojo— “los hombres de por aquí son tan apasionados como nosotros los argentinos y los franceses. Llegaré a tiempo para dormir”

El cazador se agarra de la cabeza por la personalidad de libertinaje de Lucas, pero no cabe la menor duda de que la confianza en él por parte de los miembros de Victory hace que no se preocupe. María admira la actitud del joven a quien considera un hermano menor y alguien a quien aprecia durante el poco tiempo que lleva en el gremio.

Martin vuelve hacia María y deja que vaya a descansar mientras él recorre las calles en busca de algo de información y se dirige hacia donde el gremio de Whiplash descansa con la mayoría de sus miembros. En el camino se encuentra con Miguel, un hombre de mediana edad, pero con mucha trayectoria en Whiplash y que ejerce actualmente de reclutador:

Martin: “Señor Miguel, un placer volver a verlo” — le extiende su mano

Miguel: “Oh, Martin, eres tú. Cuanto tiempo sin verte” — le devuelve el gesto al apretar la mano del joven cazador— “¿Qué te trae por aquí?”

Martin: “Venimos a descansar. Estuvimos investigando lo que pasó en Tijuana así que estaremos un par de días”

Miguel: “¿Pudieron averiguar algo?”

Martin: “Bueno, es secreto de estado que solo altos mandos pueden saber”
Miguel: “¡E-Entiendo! ¡No pregunte nada!”

Una vez dicho eso, Miguel invita unos tragos al joven quien acepta cortésmente pero solo un vaso de cerveza como condición. El destino es una cervecería muy conocida que sirve junto a la bebida una bandeja de camarones y pescado frito, una delicia reservada para aquellos con las papilas gustativas amantes de las delicias marinas:

Miguel: “¿Recuerdas cuando fui a reclutarte? Tenias ¿Cuánto? ¿16? ¿17 años?”

Martín: “Jajaja, tenia 16 años. En ese momento tu estabas en el gremio de Mandíbulas de Tiburón de Veracruz”

Miguel: “Lastimosamente ya no existe ese gremio y tuve que irme porque mi lugar allí había terminado. Pero fue bueno conocer a talentosos jóvenes como tú”

Martín: “Gracias por tus palabras”

Miguel: “Me enteré de muchas hazañas de tu y tu gente. Ahora eres un líder con todas las letras. No podría estar más orgulloso”

Martin: “Debo crecer aún más. Sigo sintiéndome extraño al líder. A veces tengo miedo ¿sabes?”

En su juventud, Martin mostró mucho talento como cazador, atrayendo la atención de pequeños gremios como la Mandíbula de Tiburón que contaba apenas con treinta miembros y se consideraba como un gremio que obedecía a otros mas grandes como los Jaguares. En aquel momento Miguel fue enviado a Argentina porque se decía que un joven tenía mucho talento como clase asesino, pero también existía otro rumor de que ese mismo joven era extremadamente talentoso como guerrero y tanque. Una confusión tras otra de rumores que lo posicionaban en varias clases, algo imposible.

Cuando Martín fue contactado por Miguel, era tan solo un niño de 16 años, impetuoso y solitario que intentaba luchar en una vida que solo su madre lo era todo. Antes de que Estela fuera parte de ella y luego todo Victory. Sin embargo, el chico rechazó una oferta mas que jugosa, pero durante varios meses mantuvo el contacto con Miguel y lentamente se forjó una gran amistad hasta que el gremio de Mandíbulas desapareció y con ello toda comunicación con el hombre:

Miguel: “¿Qué seria del miedo sin la fuerza de voluntad que tenemos para afrontarla?”

Martin: “La fuerza de voluntad…que seria de mi sin ellos” — da un largo sorbo a la cerveza

Miguel: “Tu gente ¿verdad? Por algo eres su líder y según pude ver a la distancia ellos te respetan no solo por tu poder sino o confiable que eres”

Martin: “Un día tendrías que venir a Argentina y conocer a mi gremio”

Miguel: “Entiendo que hay varios monstruos de altísimo nivel que convertiste en tus familiares. Muy impresionante y claro que sí, iré sin dudas” —come un poco de pescado frito y bebe su cerveza

Martin: “Lo prometido es deuda”

Chocan sus vasos y ríen a carcajadas, contándose anécdotas y cosas lejos de la misión de investigación.

***PARTE III***

A metros del hotel donde se hospeda Whiplash junto a las aguas del pacifico que bañan la costa Oeste de México, Claustro interrumpe el paso de Octavio hacia el edificio para informar sobre lo que averiguaron, la poca información adquirida. Octavio se queda inmóvil y la mirada baja, intimidado por ese chico:

Claustro: “Tenemos un asunto que tratar ¿lo olvidaste?”

Octavio: “Tengo que pasar y dar este informe” — responde con voz temblorosa

Claustro: “Un informe de cinco palabras. Vaya que se esfuerza Martin” — dice en tono de burla

Daniel: “Hey, ten mucho cuidado con lo que dices de él” — advierte

Claustro: “¡Cierra la boca, maldito y asqueroso brasilero! Tener a un asesino como este idiota no lo hace de fiar al maestro de gremio” — le dice a Daniel mientras señala a Octavio

Daniel: “Conoce tu lugar chico. ¿Eres o no parte de este gremio?”

Claustro: “Este gremio me importa un carajo así que puedes ir y meterte a todos en el maldito…”— levanta un poco su mirada y ve a Octavio saltando sobre él con mirada asesina y venas hinchadas en su rostro y en su mano derecha preparando el mazo

Octavio ataca con su mazo a Claustro quien solo logra esquivar una y otra vez sin posibilidad de contraataque, cegado por la ira de escuchar tales blasfemias contra su gremio y a quienes considera como amigos y familia.