Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 114
Mientras tanto en el santuario subterráneo, los cazadores y militares supervivientes se preparan con las escasas armas que se pudieron salvar, entre ellas las armas de fuego y las mágicas, y a su lado los ejecutivos que no dudan en prestar apoyo y soporte ya que es su deber y sienten que deben darlo todo para pelear contra el enemigo de la humanidad.
Al mismo tiempo que hombres y mujeres que están predispuestos a defender su tierra, Kargroot escucha gracias a la habilidad de Martin que conecta a todos entre si y permite la comunicación telepática:
Kargroot: “Sigo diciéndolo, esta habilidad de Lazos es increíblemente útil y conveniente para comunicarnos”
Arakneida: “Jujuju, eso imaginé” — dice con orgullo
Kargroot: “Al menos evita mostrarte orgullosa de manera tan evidente” — la mira con expresión nerviosa— “¿huh?” — mira a un lado y ve como de entre los escombros sale sangre y el agua se torna roja
Arakneida: “¿Lo sentiste?”
Kargroot: “Es la zona maná de Cromana. Me sorprende que lo haya usado”
Arakneida: “¿Sabías que podía usar esa técnica de tal magnitud?”
Kargroot: “La estaba guardando para poder usarla contra Kassio pero me sorprende que fue Necriria la que estaba detrás de eso pero no imprevisto”
Arakneida: “Desde el momento en que subieron hacia la superficie sabían que debían ir enserio, pero ¿a qué te refieres con que no es imprevisto? ¿Qué es lo que sabes?”
Los supervivientes empiezan a avanzar rumbo a la superficie. Después de dejar a Lee Bao con varios cazadores y un puñado de sanadores mientras sigue inconsciente y sin ánimos de vivir por la presión, Kargroot y Arakneida avanzan al frente mientras que Julio permanece con el grupo que cuida del máximo cazador chino. Todo esto a petición del mismo cazador argentino quien cree que el actual top 3 del mundo tiene un papel vital que cumplir en la liberación del país y lo que posiblemente sea la mayor batalla de la historia asiática:
Kargroot: “El imperio de la muerte fue conocido como uno de los 3 mas fuertes y temidos del universo de maná, pero también se lo ha considerado como el mas pacifico. Aztaergon fue el emperador anterior y entre todos ellos el que mas tiempo llevó sin guerras. Amaba la paz y no hacia uso de su ejercito cuando había conflicto sino usaba la palabra”
Arakneida: “Eso habla muy bien de lo que fue como emperador”
Kargroot: “¿Sabes porque ha durado tanto tiempo en paz y sin conflicto interno?”
Arakneida: “¿Por qué?”
Kagroot: “Porque se ha rodeado siempre por seres de confianza y honor que también confiaban en él. Hasta que esa mujer llegó a nuestro circulo…Necriria señora del abismo con sus ideas retorcidas de volver al imperio de la muerte su nuevo territorio del abismo”
Arakneida: “Hmmm…algo había oído en reuniones de reyes insecto. Se ha critico mucho a Aztaergon por no incluir a mujeres en sus fuerzas principales”
Kargroot: “¿Sabes cuál es la razón de ello? No existe el género entre los no muertos a excepción de aquellos cuyas armas son usadas para crear nueva vida, pero esa técnica se ha implementado a partir de Cromana. Por eso es que ella es una mujer y Necriria un ser que va más allá del género”
Arakneida: “Entonces ¿Por qué tal resentimiento?”
Kargroot: “No lo sé, pero mientras fui su comandante mas poderoso luego de la muerte de mi señor Aztaergon y cuando tomó la apariencia de Kassio, Necriria aparentó desaparición. Muchos rumores circularon y eso no hizo mas que acrecentar su poder e influencia sobre todo el territorio”
Arakneida: “La historia que me dices…siento que tiene muchas lagunas. ¿Cómo hizo para evitar que los demás comandantes y otros monstruos de alto rango supieran? Es inevitable que cuando un emperador muere inmediatamente otro debe reemplazarlo para continuar el ciclo e impedir que un imperio caiga, pero si no hubo un pase de poder oficial y solo Kassio apareció de la nada como nuevo soberano. Es confuso”
Kargroot: “Tienes razón y eso es porque Necriria volvió a todos los monstruos del imperio sus subordinados cuando derramó su propia y oscura sangre sobre todo el territorio. Usando el cráneo de mi señor Aztaergon como un catalizador con el cual controlar el lugar obligó a todos a servirla. Ese es el secreto de su poder sobre todos menos nosotros”
Arakneida: “Los más leales”
Kargroot: “Si me lo preguntas, aún siguen quedando muchas cosas incoherentes y dudo que podamos descubrirlas, aunque la derrotemos, pero gracias a la habilidad de lazos y tanto a Cromana y Lorkamos, pudimos descubrir de quien se trata. Ahora solo resta pelear y vencerla”
Para Kargroot ya no se trata de pelear en venganza por su señor Aztaergon sino apoyar en la supervivencia de los seres humanos y fundamentalmente, la sensación de que esa pelea contra Necriria no le pertenece sino a su compañera Cromana, quien ha perdido mucho mas y la ira que la carcome puede sentirlo gracias a dicha habilidad de la marca imperial.
La larga desidia de milenios donde aquellos comandantes más leales a Aztaergon, alejados de los ideales propuestos por Necriria en la piel de Kassio ocasionaron muchos gritos en su contra, pero tan solo un puñado supieron agachar la cabeza y sobrevivir para encontrar el momento en el cual apuntar con sus colmillos al cuello del enemigo.
Martín les ha dado esa oportunidad anhelada y la certeza de que lucharán, aunque tengan que morir en el proceso. Pero eso ahora forma parte de un claro tan cierto y sorpresivo, ayudar a la humanidad que hasta hace no mucho estaban exterminando en el este de Europa solo para mantenerse alejados de la mirada acusatoria y de sospecha de la emperatriz del abismo. Solo para llegar a ese momento.
Kargroot deja escapar una sincera sonrisa y mirada envuelta en llamas oscuras que detona en la creación de una enorme espada similar a una claymore pero con una calavera entre el mango y la hoja recubierta de un vapor negro y toxico para enemigos, mas no peligroso para aliados solo cuando se la toca inocentemente. Arakneida ve que ya está preparado y no duda en que no pelea por venganza, ya no, sino por la vida, el honor y por sus camaradas:
Arakneida: “Debo admitir que me sentí igual la primera vez”
Kargroot: “¿Qué? ¿de qué hablas?”
Arakneida: “Cuando empecé como familiar de Martín, mi instinto como monstruo me hacia odiar a los seres humanos a excepción de mi señor, sus aliados y familia, pero con el correr del tiempo, los conflictos, el odio, el sentimiento de asco por estar entre los humanos fue disminuyendo hasta extinguirse como el fuego en un incendio. Amigos, familiar, un amor…”—piensa en Oscar y sonríe— “eso puede darte fuerza y la seguridad de que el cambio es posible y solo debes abrazarlo. Veo que estas decidido a pelear, pero no por la venganza que nos explicaste hace tiempo”
Kargroot: “Si, tienes razón y aunque odie admitir que me siento desesperado por arrancarle la cabeza del cuello a Necriria, hay alguien que debe y merece crecer aún mas que yo” — responde, esperando a que su compañera que lucha en la superficie pueda entender los sentimientos propios y no abandone la idea de vivir por y para alguien, y no solo la venganza. Que aún hay mas allá a morir peleando y matando a quien destruyó su mundo y a quienes quería.
***PARTE II***
En la superficie, Cromana libera todo su poder mágico en la creación de un castillo formado con sangre, el suelo tornándose rojo carmesí y estacas en todos los rincones en 50 kilómetros a la redonda. Una zona maná monstruosa de proporciones inmensas que rivaliza con la de los emperadores. Siendo la primera de ese nivel.
Sin embargo, así como grandes técnicas y hechizos mágicos de tamaño, poder, defensa, resistencia o cambios en todo el ambiente, requiere enormes cantidades de energía mágica y eso para un monstruo es peligroso si no se mide la cuanto usar ya que al agotarse por completo podría ser borrada de la existencia y convertida en polvo mágico.
La zona maná no es una técnica ordinaria, su exigencia hace que el usuario esté obligado a medirse en todo sentido y si está en plena batalla 1vs1 es necesario que tenga que usar aún mas cantidad de energía. Para la vampiresa es peligroso lo que hace y sabe que ello supondrá el final de su existencia en el plano de la tierra y el universo maná. Sin embargo, no le importa, solo desea eliminar a Necriria aunque tenga que inmolarse en el proceso:
Necriria: “Una zona maná que puede manipular a este nivel la superficie y las estructuras. Además, tiene un poder defensivo en ese castillo bastante importante y las estacas que están por todas partes deben tener algún uso ofensivo…”—una estaca impacta en el pecho, otra al costado del cuerpo y otra atraviesa el ala derecha justo en el centro— “¿huh? ¿Cómo es que…?”—
Cuando se da cuenta, mira hacia arriba y ve a Cromana con su puño dirigiéndose hacia ella, el cual impacta en el rostro y a una velocidad muy alta impacta contra el suelo de la avenida. Del violento impacto vuelan autos, grandes rocas, se levantan columnas de humano y un enorme cráter se forma donde yace Necriria, algo adolorida y sorprendida por el ataque.
La emperatriz regenera su cuerpo con facilidad, pero el dolor es intenso. Vuelve a extender sus diabólicas alas y emprende el vuelo una vez mas hacia los cielos y plantarle cara a su ex subordinada:
Necriria: “Eso dolió. Me sorprende que poseas tanta fuerza sin siquiera tener un verdadero señor que te comande”
Cromana: “Yo tengo quien me de la fuerza necesaria…un compañero…aliados…un amo a quien sigo sin importar que… ¡tú ya no eres mi ama!” — dice desafiante— “¡mi amigo…no te lo perdonaré!”
Necriria: “Vamos, eso ya es demasiado tonto de tu parte. Eres la vampiresa, pero actúas como una tonta humana. Pensándolo bien no es de extrañar. Fuiste una humana y eso no podrás cambiar”
Cromana: “Eso no tiene que ver. Tu me quitaste a mi gente, destruiste mi vida por tus caprichos…voy a eliminarte, aunque me cueste la vida” — dice con ojos llorosos
Necriria: “Y eso es una debilidad tan grande que te hará caer patéticamente. Nosotras tenemos que hacer sentir como el martillo golpeará sobre aquellos que por milenios y millones de años nos han opacado por temor a que seamos igual de influyentes que ellos”
Cromana: “¿Nosotras? Hablas por ti misma. Jamás necesite de poder ni ninguna estupidez guiada por el si eres o no mujer. Es demasiado estúpido”
Necriria: “Tu ¿Qué sabes de eso? No tienes mas que un par de miles de años. ¿Crees entender lo que se siente? ¿acaso tienes alguna idea del sufrimiento de aquellos que estaban bajo mi mando y tuvieron que someterse para seguir sobreviviendo?”
Cromana: “Eso es algo que te has inventado para justificarte a ti misma. Nunca existió tal cosa. Me lo contó Kargroot, tu solo llegaste porque aceptaste entregar el abismo a Aztaergon siendo que él jamás deseó una guerra. Según mi parecer, tu solo quisiste el poder porque te falta algo…”
Necriria: “Sigue parloteando y verás como haré caer…”— levante su mano hacia el cielo y crea un torbellino de oscuridad con relámpagos rojos y vientos cortantes que ni el más duro diamante podría mantenerse entero— “todo el poder del abismo sobre ti, basura sin valor” — baja abruptamente la mano y descarga todo su poder en el torbellino e impacta contra el castillo de sangre, destruyéndolo sin dificultad— “al final no ha durado nada ese intento de zona maná” — se burla
Por detrás de la emperatriz, surge con alas una figura que vuela rápidamente hacia ella, pero antes de ser atacada, Necriria se da media vuelta y alcanza a tomar del cuello a Cromana y apretarle con expresión de gozo que solo la señora del abismo podría. Llena de odio, perversión, desprecio por la vida algo ajeno a lo que Aztaergon profesaba siendo el señor de la muerte. Necriria acerca a Cromana y le dice al oído:
Necriria: “Me encantaría tenerte en mis filas, pero honestamente tengo algo mejor que solo una caprichosa sin valor con deseos suicidas. Pero descuida, te mandaré al otro mundo como bien deseas. Envíale saludos a Aztaergon y sobre todo a tus padres…si es que los encuentras entre el polvo derramado por el aire” — sonríe y le atraviesa el pecho, en el camino destroza el cristal que funciona para mantenerla con vida
Del agujero de su pecho brota sangre, de su boca, ojos, nariz y oídos, Cromana no puede moverse y solo mira al cielo, lamentándose de morir a manos de la persona que mas odia en la existencia. Se siente impotente. Desea gritar y maldecir, pero solo alcanza a decir una cosa muy breve:
Cromana: “Te perseguiré…hasta…incluso la muerte…basura…”— desafía
Necriria: “Di algo con mayor gracia” — le suelta el cuello y la deja caer a varios cientos de metros de altura
Cromana: “Ahora…Lorkamos…”
Lorkamos: “Zona Maná Arma definitiva del Dios Gélido: Arco del Ártico perpetuo”
El elfo azoláceo sostiene en su mano un arco de enorme tamaño, con ornamentos de cristales tan fríos que fácilmente podría congelar a cualquier en un radio de diez metros, así como unas cuerdas que parecen congeladas, pero son mas que una apariencia. El arma es producto de la zona maná de Lorkamos, quien en lugar de manifestar un cambio notorio en la zona buscó de crear un objeto para mayor control y que lo defina en su totalidad tal como es el caso del arco y la flecha. Lejos está de la lanza que en su tiempo como troll supo usar de mejor manera.
Con ojos llorosos por ver a su compañera caer al borde de la muerte al vacío y con el pecho abierto, Lorkamos tensa su arco y de sus dedos se forma una flecha con punta gris mientras apunta hacia la emperatriz, quien no se queda quieta y vuela rumbo hacia el elfo:
Lorkamos: “Vamos, cálmate…cálmate…”— piensa para darse calma y olvidar que su compañera se encuentra en estado critico
Necriria: “Esa zona maná es demasiado peligrosa incluso mas que la de Cromana. Debo eliminarlo antes de que…”— mira a un lado y ve una enorme espada surgir del suelo en el medio del camino y fácilmente le corta su ala izquierda— “¿huh?”
Kargroot: “Te olvidaste de nosotros, Necriria”
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