Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 118
Ichika y su grupo son escoltados por decenas de otros cazadores que abren el camino. Troma y Musume se desvían donde se encuentran los monstruos llamados “aberraciones”, enormes criaturas formadas por cientos de cadáveres y que miden más de 10 metros y sus barrigas están abiertas, dejando ver grotescos seres agonizantes.
Yujin: “¿Otra vez las perdimos?”
Kamal: “Oh rayos, recuerdos de Vietnam”
Kyubo: “No tenemos que recordar lo que paso en Hanoi, todo menos eso”
Yujin: “Ichika ¿Qué hacemos?”
Ichika: “Son las dos cazadoras más poderosas del mundo. No hace falta detenerlas ¿cierto?” — se voltea y guiña con su ojo
Sin embargo, Ichika se siente muy inquieta como todos los cazadores que se acercan cada vez más a la zona de la batalla:
Ichika: “Si lo que nuestras fuentes nos han dicho, más adelante las fuerzas lideradas por Victory for San Martin están peleando contra la emperatriz y sus fuerzas”
Después de avanzar varios kilómetros, se detienen al ver una grotesca criatura con forma de gusano acompañado por otros alados y zombies especiales, armados con claymore mágicas y armaduras tan duras que simples arqueros no podrían hacer frente:
Tanya: “Ya no es posible seguir avanzando y por lo visto estos monstruos son clase especial. Diría que entre rango B y A ¿Qué hacemos Ichika? Perdimos de vista a las otras dos entusiastas”
Yujin: “Por lo visto somos los únicos que llegamos hasta aquí”
Kyubo: “Seguramente habrán quedado atascados por las enormes hordas”
Kamal: “Supongo que nos retrasaremos un poco más”
Ichika desenvaina su espada a la cual decidió llamar “Destello de Verano” y extiende su mano hacia la criatura de mayor tamaño y poder. De su cuerpo sale un aura, acompañado por destellos eléctricos y los ojos cambian a un color purpura mientras el cabello se eriza:
Ichika: “No tenemos tiempo que perder. Mientras estamos rodeado, hay personas sufriendo y aliados en problemas. Vamos a pasar por arriba de ellos” — dice con voz firme— “Magia de Rayo: Gekido no Susano’ O” — se forma en su otra mano una espada eléctrica muy poderosa y la fusiona con su preciado Destello de Verano para darle más poder
Kyubo: “Bien dicho…roaaaaaaaarr” — aúlla transformado en su forma de zorro con 9 colas
Tanya: “Magia de Acero: Hacha de los desposeído” — crea un hacha enorme con un filo explosivo muy peligroso
Kamal: “Santo cielo, podrías al menos esperarnos” — se queja— “Magia Oscura: Cuchillas negras” — crea unas cuchillas que flotan a su alrededor color negro
Yujin: “Los voy a asistir” — levanta sus manos— “Magia de Aire: Gran Circulo de Sanación” — manifiesta un gran circulo color verde que cura a los aliados y evita la caída de resistencia
Movidos por un gran instinto de proteger y hacer el bien, así como también un trabajo grupal sublime donde se conocen muy bien, Ichika al frente junto con Tanya, Kyubo asistiendo a los lados, Kamal atacando a distancia y Yujin sosteniendo la salud de cada miembro, atacan y atacan sin parar, destruyendo a la mayoría de los no muertos con un solo ataque. Ninguna de las criaturas queda librada y caen como moscas, apilándose en las calles.
Ichika se mueve velozmente con su magia de rayo entre los zombis, aberraciones y abominaciones, cortándoles la cabeza, brazos y piernas. Kyubo lanza llamaradas de su boca, quemando por completo a los monstruos y Tanya asistiendo a su compañera con poderosos cortes a las criaturas aladas.
Kamal lanza sus cuchillas a los objetivos más lejanos y que vuelan muy alto y son ágiles. Mientras tanto, Yujin encuentra heridas en sus compañeros el más mínimo raspón y lo sana sin problemas. A pesar de verse vulnerable en la parte de atrás, muy lejos de la batalla y con zombis acercándose por detrás, la magia de viento no solo asiste para sanar sino también cualquiera que no sea humano o aliado, recibe un corte tan feroz que en el caso de enemigos solo extirpa miembros, por lo que sería un suicidio acercársele:
Kyubo: “¡Ichika, son demasiado y cada vez se acercan más”
Ichika: “Si, lo se. Pero no podemos hacer nada”
Kamal: “¡Todo es culpa de esas dos despreocupadas!” — se queja de nuevo
De repente, uno de los edificios cae sobre los no muertos, aplastándolos y haciéndolos desaparecer del mundo humano. Ichika y los demás se quedan estupefactos cuando de otro edificio en paralelo al que cayó, Troma y Musume atraviesan la pared y con sus armas listas, atacan a los monstruos que se encuentran en el camino:
Troma: “¡¿Nos llamaban?!” — pregunta sonriendo
Musume: “¡Troma, te dije que no te alejaras! ¡Casi nos perdemos, tonta!”
Troma: “Perdón, es que me pareció muy divertido”
Kamal: “Esas dos…son demasiado tontas”
Yujin: “Si lo son”
Tanya: “No lo dudo”
Kyubo: “Tienes razón”
Ichika: “Ya, ya, ahora que estamos todos, vamos a donde están nuestros aliados”
Al unísono todos asientan y responden decididos a pelear por defender a la humanidad de las criaturas que se atrevieron a invadir:
—¡Sí!
***PARTE II***
Hiu Tan lanza otro zarpazo hacia Lee Bao, que lo esquiva moviéndose a un lado y de una patada lo envía varios metros contra el suelo y luego golpea su cuerpo contra una pared de concreto:
Lee Bao: “Dijiste que traicionaste a la emperatriz salvaje. ¿Dónde se encuentra tal amenaza?”
Hiu Tan: “No te preocupes por ello. Ya está en posesión humana en un lugar que simple y llanamente se está convirtiendo en una bomba de tiempo para toda la humanidad, jejeje”
Lee Bao: “¿Qué es lo que dices?”
El monstruo se abalanza con sus cuatro patas a toda velocidad y logra tomar a Lee Bao del cuerpo y entierra sus fauces en el costado del torso. Si no fuera por la dureza de su entrenamiento y cubrirse de maná con elemento de fuego, le podría cortar un enorme trozo de cuerpo, hiriéndolo de gravedad incluso matándolo por la innegable pérdida de sangre.
Se para en sus dos patas traseras y con fuerza zamarrea el cuerpo de Lee Bao hasta que se resbala de entre sus dientes y acaba golpeándose contra una de las columnas hasta atravesarla.
En términos de fuerza, Hiu Tan resulta ser un poco más fuerte que su ex líder pero el humano posee tanto poder que en igualdad de condiciones física podría fácilmente derrotarlo. El hecho de que recién se esté recuperando de un daño fatal a su propia vida hace que no esté en el mejor momento para un combate contra tal terrible amenaza. Sin embargo, no por nada es después de Martin y Julio, uno de los mejores y más poderosos cazadores del mundo:
Hiu Tan: “Muchos años esperé para poder romperte el cuello con mis propias manos. No sabes cuanto deseo desparramar tu sangre por todo este lugar, símbolo de la resistencia de este mísero país. Al menos dame el placer de matarte con tu poder máximo ¡bastardo hijo de perra!” — lo toma del brazo y levanta como si fuera un muñeco de trapo— “¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tienes una expresión tan lamentable si no estas usando todo tu poder?!”
Lee Bao: “Es mi carga” — responde triste
Hiu Tan: “¿Carga?”
Lee Bao: “Siento que he llevado una carga todo este tiempo, pero cuando más lo pienso, más llego a la misma conclusión incluso después de haber despertado”
Hiu Tan: “¿De qué mierda hablas?”
Lee Bao: “Todo este tiempo me he preguntado que se siente ser un verdadero líder cuando la respuesta siempre estuvo en mis narices”
Hiu Tan siente como su mano empieza a ser quemada lentamente por vapores que salen del cuerpo de Lee Bao y así como la piel de este se vuelve de rosado a rojo intenso:
Hiu Tan: “¿Quema?” — mira su mano tornándose de un color rojizo
Intenta soltarlo, pero es Lee Bao quien se aferra a la mano de la bestia:
Hiu Tan: “¡O-Oye, suelta mi mano! ¡aaaaaaaaagggghhh queeeemaaaaaaaa!” — agita su mano para zafarse del agarre de Lee Bao, pero este se reúsa a soltar
Lee Bao: “Hiu Tan, un verdadero líder está dispuesto a sacrificarse por los suyos, pero también llega un momento en que ellos merecen ser considerados a la par. Martin, el líder de Victory, es alguien extremadamente poderoso incluso más que yo y aun así no se siente que está por sobre su gente del gremio, es más, cada opinión cuenta y en talento por igual. El acepta ayuda y opiniones desde el segundo más fuerte hasta quien es considerada la más débil de entre ellos. Eso es un verdadero líder y yo jamás lo interpreté de esa manera hasta ahora y me arrepiento porque esto que pasa se podría haber evitado”
En un arrebato de llamas le quema todo el brazo a Hiu Tan y da una patada al rostro que lo manda a volar contra varias columnas y finalmente es detenido por una pared al final del camino que deja un círculo de grietas:
Lee Bao: “¿Dónde está la emperatriz salvaje?”
Hiu Tan: “Lo siento, pero si hay algo que no se es su ubicación, jeje” — se pone de pie y quita la sangre de su boca con su antebrazo— “tu fuerza sigue siendo bestial, lo reconozco”
Lee Bao: “¿Cuántas vidas crees que han perecido por este capricho tuyo?”
Hiu Tan: “No las suficientes me temo”
Lee Bao: “Ya veo, supongo que también deseas traer a los candidatos a emperadores”
Hiu Tan: “Eso me importa un bledo, pero me gustaría traer un poco más de destrucción”
Hiu Tan regresa a su forma humana, mira el brazo completamente quemado casi hasta los huesos y lo toma con su otra mano y lo arranca de raíz frente a Lee Bao. Debido a las quemaduras no puede desangrarse, pero el dolor es tan insoportable que se puede notar en el rostro de Hiu Tan como las venas se hinchan en su rostro y zonas particulares del cuerpo:
Hiu Tan: “Si puedo decirte una cosa”
Lee Bao: “¿Qué cosa?”
Hiu Tan: “Tienes que saber también que la iglesia católica es tan corrupta que la emperatriz del abismo ha estado cultivando las semillas de su caída”
Lee Bao: “Se más claro”
Hiu Tan: “Para ser más preciso, el papa Theodosius I albergar en su santa sede diferentes artículos y artefactos de origen siniestro que podrían llevar a la destrucción del mundo humano. ¿No te la viste venir?”
Lee Bao: “¿Qué? Eso tiene que ser una broma”
Hiu Tan: “Llevamos conversando un largo rato y aún no crees en lo que te digo? Si que tienes mucho musculo y poco cerebro para ser alguien de los más respetados en el continente”
Hiu Tan se siente decepcionado ante la falta de perspectiva de su ex líder de gremio, pero lo que más lo frustra es que aún a pesar de todo, Lee Bao lo siga viendo como aquel humano que lo había albergado durante años. Tanto tiempo moviéndose entre las sombras, controlando lo que su ahora señora emperatriz del abismo ordenase y ahora con la victoria frente a sus ojos no puede avanzar más que ese pequeño escalón que lo separa del más poderoso cazador de Asia.
El ahora mitad monstruo y mitad cazador desea sacrificarse a sí mismo en favor de la victoria personal que es llevarse consigo a Lee Bao a la muerte:
Lee Bao: “¿Fuiste parte de todo esto? ¿tu ayudaste a que nuestro mundo estuviera en peligro?” — sigue sin caer en la traición de Hiu Tan como si no quisiera creerlo
Hiu Tan: “¿De qué te sorprende? Además, ya no es mi mundo. Dejó de pertenecerme una vez que fui bendecido con este poder tan abrumador” — admite con una sonrisa que no se sabe si es de disfrute o dolor por el brazo perdido
Lee Bao: “Un poder con el que traicionaste a quien te lo dio y a tu mundo. Eso me deja muy en claro que debo eliminarte sin preocupaciones por lo que alguna vez fue nuestra amistad” — se pone en posición de combate y funde en llamas intensas los dos puños
Hiu Tan: “¡Jajaja! Siempre tan emotivo. Lo hubieras pensado antes de destacar como lo hiciste durante muchos años” — mira su herida y no evita sentirse molesto— “dije eso, pero no creo poder pelear en igual de condiciones con un solo brazo y mucho menos contra Lee Bao
Lee Bao: “¡Yo nunca quise destacar ni ser parte de las manipulaciones del gobierno! ¡para empezar jamás fui parte de este país!”
Hiu Tan: “Ya sé que no perteneces a China, pero ¿eso que importa? Sigues siendo un bastardo que obtuvo un poder enorme siendo nadie y aquellos que lo anhelábamos más que nada en el mundo solo podíamos ver la espalda de gente como tú y una sonrisa prepotente”
***PARTE III***
Los cazadores de todos los rincones en Asia llegan desde los cielos y otros que apenas tocan tierra firme, avanzan con firmeza, barriendo monstruos y asistiendo a posibles heridos. Necriria siente como sus legiones de millones se van reduciendo de a poco, pero reduciéndose al fin.
Su ventaja en números y territorio era muy segura, pero con la llegada de refuerzos humanos la hace enloquecer por no tener ese control que en su cabeza ya estaba concreto. Ahora solo se dedica a esquivar los ataques de su enemigo Lorkamos y Kargroot mientras se mantiene al tanto de sus fuerzas sin poder dar órdenes claras:
Necriria: “¡Mierda, mierda, mierda! ¡¿Qué carajos está pasando?! ¡se supone que no había refuerzos humanos y ahora están cayendo de a cientos desde el cielo! ¡¿entonces de eso se trataba la ausencia de mis dragones gélidos?! ¡malditos humanos!”
A doscientos metros de distancia observa como Alaer sale volando contra un enorme edificio y enormes telas de araña aparecen para rodear a la estructura y comprimirla para derribar sobre el comandante. El estruendo resuena en toda la ciudad y bajo ninguna circunstancia los soldados no muertos se atreven a acercársele a Arakneida, ya que debido a su fuerte aura es casi imposible enfrentarla.
Necriria se percata de otra cosa, un pedazo largo de tela de araña que cae directamente desde el cielo y no de donde cayó el edifico sobre su subordinado. Ahí es cuando se da cuenta de que el haber perdido contacto con sus dragones era cosa de la soberana de las arañas:
Necriria: “Esa maldita perra” — piensa y extendiendo su mano a un costado, manifiesta en la palma un pequeño agujero negro que arroja hacia Arakneida
En el camino, un enorme dragón cae y es succionado por la poderosa energía oscura. Necriria mira hacia arriba y ve caer a decenas de esas bestias no muertas que escupen fuego gélido.
Lorkamos aprovecha la situación para asestarle un flechazo al hombro de la emperatriz y Kargroot le da un feroz puñetazo al rostro y luego otro al estómago. Para finalizar con el combo, el caballero de la muerte la toma detrás de la cabeza y lleva el rostro contra el suelo, formando un gigantesco cráter y desde las alturas una columna de polvo y tierra:
Lorkamos: “¿Lo logramos?” — pregunta, exhausto. Su zona maná empieza a desvanecerse por el intenso uso y desgaste ocasionado al liberar tanto poder mágico
Kargroot: “No, apenas comienza”
Kargroot retrocede y los escombros salen volando al estallar de energía oscura el cuerpo de Necriria. Ella se siente tan furiosa que le importa muy poco sus propios subordinados y el objetivo que tanto ansiaba:
Necriria: “¡Los mataré, los mataré, los mataré a todos!” — exclama furiosa con el rostro ensangrentado
Kargroot: “Lorkamos”
Lorkamso: “¿Sí?”
Kargroot: “Toma Cromana y escapen lo más rápido posible”
Lorkamos: “¡¿A dónde quieres que vayamos?! ¡estamos completamente rodeados Kargroot y el estado de Cromana es muy grave!”
Kargroot: “Perdón, no se me ocurre nada en estos momentos. Solo quiero despedazar a Necriria. En este punto me siento demasiado impotente”
A lo lejos, Beelzatios es envuelto en una telaraña cubierta de energía mágica venenosa y por alguna razón que no puede explicarse Necriria cuando lo ve, esa asquerosa y abrumadora masa negra que se alimenta de lo orgánico e inorgánico se detiene, es más, su influencia ya no puede continuar.
En el interior, Zatia es devorada por la corrupta sustancia. Si la masa no puede avanzar como lo dicta su propia naturaleza entonces es capaz de alimentarse del recipiente, haciendo que la ninfa oscura del abismo empiece a perder sus brazos y piernas, hasta que solo queda el cristal que le daba vida y este se agrieta hasta desaparecer:
Necriria: “¿Z-Zatia?” — se queda paralizada
Kargroot: “Parece que la situación se dio vuelta”
Necriria: “No te pongas tan arrogante basura sin valor. Mascota de los humanos”
Kargroot: “¿Huh?”
Necriria: “Si…yo dominaré todo y a todos… ¡jajaja, van a caer uno a uno!” — entra en un estado de locura por los continuos fracasos de sus fuerzas
El cielo se oscurece con nubes color rojo intenso y lluvias torrenciales empiezan a caer con relámpagos que golpean todos los rincones. Necriria, quien se encuentra cabizbaja, levanta la mirada y abriéndose el pecho con sus propias manos, libera una monstruosa cantidad de energía oscura que impacta en los cielos de la tierra, consumiendo lentamente a todo el continente y con esta acción tan desesperada, impulsada también por la locura de ver sus planes en peligro dice:
Necriria: “¡Van a caer malditos humanos!”
Kargroot: “¡No, no, no puede ser! ¡ocúltense rápido!” — grita a los humanos que se asoman para prestar ayuda
Necriria: “Zona Maná” — detrás de ella se manifiesta un torbellino oscuro con relámpagos purpuras— “Camino al abismo”
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