Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 123
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- 123 - Capítulo XX: Rompiendo los limites propios
En la base que se estableció en las afueras del domo por parte de las arañas y los aliados asiáticos, Julio se pase de un lado hacia el otro, intentando ayudar a los heridos y manteniendo a raya a los no muertos que buscan alcanzar a los cazadores y cualquier personal que decidió dar apoyo voluntario.
Las tiendas médicas, improvisadas con lo que se pudo rescatar de los transportes y algunos supervivientes, se llenan de heridos leves, mutilados y cuerpos sin vida a los que se les tiene que decapitar, ya que al abundar energía mágica del abismo y muerte es obvio que se levantan y mutan como monstruos no muertos. Esa es la feroz y macabra magia de la emperatriz Necriria.
Julio enfrenta a un no muerto gigante con la barriga abierta y de está saliendo otros cuerpos retorciéndose e intentando escapar. En su mano sostiene una cuchilla oxidada y en la otra solo aplasta todo lo que se le cruza por su camino, y eso que es un cadáver de rango A+ pero con potencial para poner en problemas a un grupo de cazadores de ese mismo rango.
Sin embargo, Julio lo atraviesa con su claymore envuelta en llamas y la arrastra hacia arriba, separando el cuerpo de manera vertical como si nada. Ese es el poder de uno de los más fuertes en Victory.
Detrás de los remanentes de la criatura gigante con el nombre de “Abominación” se asoman otros 5 de ellos. El argentino deja escapar un suspiro de agotamiento e impulsa con la fuerza de sus pies hacia esos gigantes no muertos. Agita varias veces la enorme arma contra ellos y los cortas en varios pedazos a los que extendiendo su mano incinera con llamaradas que salen de la palma.
Las abominaciones continúan llegando hasta que cuando hace desaparecer a la numero 20, los no muertos detienen su ataque por lo que se da un momento para descansar, cayéndose al suelo y quedándose sentado con la espada descansando en su hombro y fuerte dolor en el cuerpo:
Julio: “Haaaa…haa…espero sean los últimos. Ya no me queda maná para sostener una batalla”
En su cabeza empieza a escuchar la voz de Martín:
Julio: “¿Martín? ¿Qué sucede?”
Martín: “Ah, qué bueno. Escucha Julio, no hay mucho tiempo. Necesito que me contactes con Arakneida. Es urgente”
Julio: “Te oyes desesperado”
Martín: “Descubrí algo importante y necesito explicarle a ella”
Julio: “De acuerdo, pero…tengo delante varios kilómetros. En unos 20 minutos estaré con ella”
Martín: “¿Dónde estás?”
Julio: “Llegaron nuestros aliados de diferentes partes de Asia y tuve que prestarles apoyo. Arakneida está peleando con la emperatriz. ¿Por qué no puedes comunicarte con ella directamente? ¿No tienes esa habilidad de lazos?”
Martín: “Ese es el asunto Julio. No puedo contactarla. Hay algo más que obstruye mi conexión”
Julio mira en dirección a donde lucha Arakneida contra la colosal bestia y que aún no ha hecho su aparición de manera completa:
Julio: “Esos insurgentes que Necriria quiere traer a la tierra ¿tendrán que ver?”
Martín: “No me digas que ya están…”
Julio: “El ritual ha comenzado pero el circulo mágico no está activo”
Martín: “Apenas tenemos tiempo. Ve con Arakneida y pídele que abra un portal con su magia espacial. Tengo que ir allí”
Julio: “Entendido” —responde mientras a duras penas se pone de pie, guarda su espada y mira hacia atrás donde se encuentra Yujin— “¡Yujin!”
Yujin: “Julio ¿A dónde vas?” —se acerca con el rostro exhausto
Julio: “Tengo que volver a donde están mis aliados. Por un tiempo no habrá monstruos de rango alto así que estarán bien”
Yujin: “Bien. Te cuidado”
Julio: “Claro” —responde y se impulsa violentamente en dirección hacia el verdadero campo de batalla— “¿Qué está ocurriendo? ¿acaso omitimos algo o ese monstruo nos ha estado engañando?
***PARTE II***
En el otro extremo, explosiones adornan los cielos donde Arakneida ataca a Necriria con bolsas de seda explosivas. La criatura, que aún no se ha manifestado completamente, defiende a su invocadora con poderosos tentáculos y zarpazos dignos de una bestia colosal.
Uno de esos zarpazos da en pleno aire a la poderosa soberana y la envía contra el suelo, destruyendo el concreto y dejando un gran cráter 10 veces más grande que la misma Arakneida cuando se encontraba en su forma original hace tiempo. Se levanta rápidamente y mira a la criatura que parece casi invencible, por esa razón decide ir con todo para eliminarlo y luego acabar con la emperatriz.
Sin embargo, cuando se impulsa hacia esa invocación masiva es agarrada por un pequeño tentáculo que sale de la tierra y arrastra contra un edificio cercano hasta el último piso. Luego la lleva varios pisos hasta el suelo:
Necriria: “Estúpida traidor ¿acaso creías poder enfrentarme sin salir ilesa? Que estupidez” —mueve sus dedos en dirección hacia arriba con la que mueve esas extensiones filosas para levantar a su víctima— “patético” —cierra su puño abruptamente y con ello, espinas salen de los tentáculos, pero antes de que atreviese a la soberana, esta desaparece— “¡¿huh?!”
De repente, Arakneida reaparece detrás de Necriria y logra asestarle un puñetazo que altera a la bestia. Entonces, se arrastra fuera del cielo hasta quedar solo la mitad superior del cuerpo en dirección a la ciudad y grandes alas que sobresalen de su espalda lo acompañan.
Arakneida regresa al suelo y retrocede mientras observa lo que pasa en el cielo, donde se va tornando cada vez más negro y reduciendo la visión:
Arakneida: “Esto es muy malo. Si no hacemos algo rápido tendremos que…”—piensa preocupada
Necriria: “Dime algo, Arakneida, ¿haber matado a tu antiguo señor te ha liberado o solo fue la maldición de su muerte la que te ha hecho padecer hasta ahora?”
Arakneida: “¡¿De qué hablas?!”
Necriria: “Vamos, asquerosa traidora, sabes que matar a un superior hace que su energía mágica se adhiera a tu cuerpo y adquieras mayor poder. Sin embargo, es lo que también te vuelve loca y lentamente te hace colapsar”
Arakneida: “¿Colapsar? ¡jajaja!”
Necriria: “¿Qué es tan divertido?”
Arakneida: “Bastarda ignorante. Yo no he colapsado en ningún momento ni me he vuelto loca. Soy más poderosa que nunca y eso no me ha hecho como tú. Es más, ahora tengo muchas más ganas de liquidarte”
Necriria la mira con indiferencia, pero sus palabras hacen que pregunta:
Necriria: “¿Cómo es que tu…?”
Arakneida: “Nunca absorbí la energía mágica de Esfutyox, a decir verdad, las repelí cuando ingresaron a mi cuerpo. La marca imperial de mi señor expulsó esa energía para protegerme”
Necriria: “Con que eso era. Tu energía es limpia. Ya veo”
Arakneida: “Me sorprende que ahora pueda mantener una conversación a pesar de que hace instantes estaba en trance mientras usaba su zona maná, pero hay algo más…”
Necriria hace que su invocación se desprenda un poco más del cielo y ataca con otro feroz zarpazo. Arakneida mira detrás y nota que está demasiado cerca de la entrada al refugio por lo que decide no moverse y usar su magia para protegerse:
Arakneida: “Magia de Seda: Muro de diez mil cortinas”
De la palma de sus manos salen cientos y cientos de hilos de seda que forman un muro de casi 100 metros de altura y de largo. A pesar de no ser tan duro como un muro es tan resistente como para soportar la embestida del zarpazo. Finalmente, las suposiciones son correctas y el muro soporta con eficacia el ataque e inclusive se adhiera a la mano de la criatura.
Arakneida sonríe mientras sostiene su mano levantada en dirección a su creación:
Arakneida: “Te recuerdo que ya no soy la reina arácnida ¿sabes?”
Necriria: “¿Ahora que estás diciendo”
Arakneida: “Mis poderoses ya no son de un monstruo arácnido que solo hace sedas o tiene magia espacial. Mi estatus actual es soberana arácnida y…”—cierra su puño y el gran muro se convierte en un líquido verde y viscoso, además de un vapor del mismo color que se acerca hasta el rostro del titán monstruos— “soberana del veneno”
Necriria: “¡¿Qué?!”
Arakneida: “Magia de Veneno: Tampa Arácnida”
El veneno liquido derrite la pata de la invocación hasta que no queda nada mientras que el vapor se filtra en su nariz con forma de hacha y hace que sienta irritación al punto de usar sus otras garras para destrozarse el rostro como un animal desesperado:
Necriria: “¡Maldita seas perra traidora!”
Arakneida: “Je, eso te pasa por menospreciarme, estúpida infeliz”
Hace tiempo que Arakneida ya no subestimaba a los humanos sino todo lo contraria, los considera como sus pares. A pesar de no corresponderles en cuestión de poder o fuerza, ellos lo hacen con determinación, valentía e inteligencia, por esa razón la soberana del veneno y las arañas ataca con un plan de respaldo y siempre con la intención de proteger a los humanos que ahora considera como dignos de considerar.
De repente, cientos y cientos de tentáculos con punta filosa salen del suelo, cubriendo todos los espacios disponibles a donde ella podría escapar. Le encierran los espacios y la atacan a muy corta distancia. La suficiente como para no darle tiempo de responder defensivamente:
Arakneida: “¡Mierda, no llegaré a usar mi magia espacial!” —piensa mientras observa como las puntas llegan hasta su cuerpo
Desde lo lejos se escucha un susurro salvaje en el viento y los tentáculos son cortados en miles de pedazos. Arakneida ve a lo lejos como se acerca alguien con una espada en el hombro y a paso pesado y emanando una presión enorme. En ello, Arakneida sonríe y se da media vuelta
Arakneida: “Si que te tomaste tu tiempo, caballero de la muerte”
Kargroot: “Oye, ese golpe me envió varios kilómetros lejos y no tengo magia espacial”
Arakneida: “Un segundo más y me hubiera convertido en queso”
Kargroot: “Al menos llegué”
Arakneida: “Como sea. Tenemos una emperatriz que derrotar y su zona maná es demasiado fuerte”
Kargroot: “¿Algún plan?”
Arakneida: “No lo se. Es extraño que Necriria no se mueva, me da mala espina”
Kargroot concuerda con su compañera, porque la zona maná es una técnica que no restringe el movimiento a ningún usuario, pero a cambio lo debilita y consume mucho más maná:
Kargroot: “Necriria podría vencernos si pelea con su zona maná”
Arakneida: “Suenas pesimista”
Kargroot: “Créeme, si la hubieras conocidos en batalla como aliada, te sorprenderías”
Arakneida: “Con más razón es extraño todo esto”
El caballero de la muerte nunca había atestiguado la zona maná de la emperatriz ni cuando se había disfrazado del sucesor de su señor por lo que todo es raro para él. Todo eso hace que no dude y de un paso al frente para hacer frente con todo su poder al enemigo frente a él.
Arakneida se da cuenta y camina de regreso al refugio para abrir un portal con su magia espacial y transportar a los que quedan en el edificio hacia el campamento de la alianza asiática:
Arakneida: “Intenta no destruirlo todo” —bromea
Kargroot: “¿Por quién me tomas?” —responde sonriente
Arakneida: “Solo procura que no te maten y volver con nosotros…compañero”
Kargroot: “Si señora”
Después de que Arakneida se alejase, Kargroot levanta su espada de forma amenazante contra quien fue su líder. Lejos de sorprenderse, Necriria empieza a reír y sentir desprecio por su ex subordinado, todo al mismo tiempo. La manera en la que se dio todo le resulta chistoso, incluso irónico ya que su mayor deseo era deshacerse de los remanentes del antiguo emperador de la muerte:
Necriria: “En verdad todo se dio de la mejor manera posible. Ahora puedo matarte con mis propias manos y todo gracias a ese estúpido humano con la marca imperial. Mis problemas se están solucionando”
Kargroot: “Vuelve a llamar estúpido humano a Martín y te cortaré en pedazos, Necriria”
Necriria: “Vaya falta de respeto para un idiota que continúa siguiendo a un maldito erradicado del universo”
Kargroot: “Mi señor…mi antiguo señor fue el más benevolente de todos los emperadores. Tu nunca podrías llegar a ser ni la más pequeña parte de lo que él fue”
Necriria: “La única diferencia es que yo puedo lograr mis objetivos. Tu solo tienes que desaparecer para lograrlo. Solo necesito un ser de inmenso poder para ello. Si no pudo ser esa perra entonces lo serás tú”
Kargroot está asqueado de la emperatriz.
Sus ojos se envuelven en una oscuridad que se convierte en vapor negro y su cuerpo emana tan intensa presión que el suelo se rompe violentamente. Toma del mango a la espada con ambas manos e incrusta en el suelo:
Kargroot: “Zona Maná…”—expulsa todo su poder mágico y distorsiona todo el lugar— “Pandemonium”
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