Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 125
Necriria: “¿Q-Que…que acaba de pasar? ¿Cómo es que Levithan…una de las entidades más brutales, salvajes y belicosas del abismo fue derrotado por un fracaso del pasado? E-Esto no tiene el más mínimo sentido” —piensa incrédula mientras ve como la cabeza cercenada de la bestia desaparece, así como su cuerpo sin liberar en los cielos
Al mismo tiempo, Julio ve el remolino de energía mágica de la bestia ascender y desaparecer completamente. Incluso esa misma vista llega hasta el campamento de la alianza asiática. Todos presencian la esperanza que da ver al enemigo ser arrinconado:
Julio: “Esto es un giro bastante bueno para la batalla. Estoy a nada de llegar, debo darme prisa” — se impulsa violentamente para correr más veloz— “Aun así esto resulta extraño. La comunicación de Arakneida fue cortada ¿acaso eso es posible siendo Martín el usuario imperial? Algo no cuadra de todo esto” —en ese instante se da cuenta de lo que en verdad estaba ocurriendo gracias a los datos que Martín pudo darle
Con cada metro que se acerca al sitio donde da lugar a la batalla, Julio siente como una energía abrumadora lo hace dudar. Algo acecha y no tienen ni idea de que puede ser.
Desde ese punto, Julio mira a todos los rincones y aumenta la aceleración con la que se mueve. Lo primero que piensa ante las dudas es que quizás el verdadero enemigo no se encuentra a la vista y espera su momento de asestar el gran golpe.
Tras la destrucción del Leviathan, el cielo va retomando su color original revelando que se encuentran en el amanecer de un nuevo día y con ello el entusiasmo de los humanos por acabar con los invasores.
El ambiente mejora el humor y los no muertos retroceden, desistiendo de su ataque constante y se esconden entre escombros y edificios maltrechos, pero aún erguidos.
La mayoría festeja ese hecho, pero un puñado sigue con dudas, entre ellos el equipo de Ichika que al tener mayor experiencia no se fían de lo que ven. Así como Julio sospecha, ese grupo hace lo mismo ya que un emperador que supera hasta los cazadores rango SS+ no es para confiarse.
Musume da unos pasos hacia donde se ubicaba el grueso del ejército no muerto y nota sombras que como un efecto letargo retroceden hacia los monstruos. Troma ve lo mismo peor en otra ubicación, cerca de la avenida donde Julio fue corriendo para regresar al lugar de la batalla:
Troma: “Musume”
Musume: “Si, algo extraño sucede”
Yujin: “¿Qué es lo que han visto?”
Musume: “Allí ¿los ves” —señala como las sombras retroceden de forma anormal y sin haber acompañado al cuerpo físico de los monstruos— “jamás había visto algo así ni con los no muertos”
Yujin: “Oye Kamal ¿puedes usar tu magia de sombra?”
Kamal: “Déjame intentarlo” —se acerca las sombras que aún permanecen inmóviles y junta ambas manos de las que salen finas ventiscas color negro— “Magia de Sombra: Anclaje de las sombras”
El Anclaje de las sombras es una técnica de la magia de sombra que permite al usuario impedir que la sombra del enemigo pueda retirarse lo cual hace que el monstruo o humano pierda fuerza vital y deba permanecer con ella de forma obligada.
Sin embargo, cuando obliga a la sombra a quedarse, Kamal siente una colosal presión y desesperado desaparece su magia porque sus manos y piernas tiemblan y de su nariz sale sangre.
Yujin lo ve colapsar sobre el suelo y socorre con su magia de aire para curarlo:
Yujin: “¡Santo cielo, Kamal! ¡¿estas bien?! ¡¿Qué sucedió?!”
Kamal: “H-H-H-He visto…algo…macabro…una sombra gigantesca que me observaba con desdén…una presencia demasiado poderosa…t-t-t-tenemos que alertar a todos… ¡ya!”
Musume: “¡Kamal! ¿Qué pasó Yujin?”
Yujin: “Estamos en algo mucho más terrible” —murmura el surcoreano
Troma: “¿Qué dices?”
Yujin: “¡Tenemos que alertar a todos que el enemigo no es ese monstruo del abismo! ¡hay que sacar también a Ichika y Kyubo de ese lugar rápido!”
Musume busca por todas partes a Arakneida, luego de haber dejado a los supervivientes, así como a Lee Bao sus rastros desaparecieron sin que nadie pudiera preguntarle algo o darle las gracias.
***PARTE II***
Kargroot cae al suelo casi sin poder moverse. Su transformación desaparece debido a que ya no posee maná como para mantener su forma y pelear a pleno. Un monstruo de su rango y poder pero que por primera vez usa la zona maná es lo suficiente como para drenar hasta la última gota de su energía mágica. Cualquier monstruo al que le ocurra eso desaparece porque lo que le permite mantener su forma corpórea en el mundo humano ya no existe, pero gracias a que están sujetos a Martín como sus familiares, ayuda a que no desaparezca.
Lorkamos corre hacia Kargroot y lo ayuda a levantarse. Por un breve instante, el caballero de la muerte siente un ligero cosquilleo en sus extremidades y malestar en el pecho:
Lorkamos: “¿Kargroot? ¿estás bien?”
Kargroot: “Si, es solo que esto de usar mi zona maná por primera vez me ha drenado toda mi energía mágica” —responde, dudando incluso de sus propias palabras
Lorkamos: “Ese fue un gran corte”
Kargroot: “No lo hubiera hecho sin tu ayuda. Me sorprende que mantengas demasiado bien tu zona maná siendo tan joven”
Lorkamos: “Fue gracias a Arakneida que pude crear mi zona maná y casi sin riesgos”
Kargroot: “Bueno, supongo que tendré que pedirle ayuda y consejos”
De repente, escuchan que se abre un portal detrás de ellos y una respuesta los hace voltear sorprendidos:
Arakneida: “Tendrás que esperar porque de regreso tengo una cita con mi humano”
Lorkamos: “¡Arakneida!”
Arakneida: “Lo hiciste bien mocoso. Esa zona maná luce hermosa”
Lorkamos: “Gracias anciana”
Kargroot: “Arakneida, quiero preguntarte algo” —la mira, serio
Arakneida: “Creo saber de qué hablas. No he parado de sentir un cierto malestar”
Lorkamos: “¿D-De que hablan?”
Kargroot: “Lorkamos ¿no sientes algo extraño en tu cuerpo como punzadas en el las extremidades o malestar en el pecho?”
Lorkamos: “Si, pero ¿no es por el combate?”
Arakneida: “No, y creo que estamos ante algo peor que Necriria o esa enorme bestia”
Con cierto tono de preocupación e ironía, Kargroot no evita preguntarse si ya parece algo clásico el que empeore la situación para superar sus propios límites y salvar a los humanos.
A metros de ellos, Necriria sigue lamentándose por la derrota que su técnica definitiva sufrió a manos de Kargroot y Lorkamos, algo que ni en sus pesadillas hubiera imaginado. La ira y frustración es inimaginable, tan solo le queda acelerar sus planes. Entonces, lleva su mano hacia el pecho donde se encuentra por dentro el cristal donde reside el maná de cada monstruo, pero al hacerlo se detiene justo donde sus uñas color negro tocan la piel.
En ese momento siente como una entidad misteriosa la detiene y aparta a la fuerza su mano:
Necriria: “¿Q-Que…está…pasándome?” —intenta luchar contra esa fuerza que la controla, pero es inútil ya que de un tirón le rompe el brazo y esta grita de dolor
Arakneida mira fijamente y nota un aura invisible que envuelve a la emperatriz del abismo. Sin que los demás se den cuenta, mueve sus hilos para el momento en que suceda algo que haga peligrar sus vidas. No puede confiarse de lo que ve, entonces planifica un plan B con tal de escapar con sus compañeros y reagruparse para saber a qué se enfrentan.
Avanzando como puede, Kargroot también se da cuenta de que hay algo destrozando el cuerpo de Necriria con tal de reducirla contra su propia voluntad:
Lorkamos: “¿Qué le está pasando? ¿Por qué rompió su propio brazo?” —pregunta en voz alta, incapaz de ver a esa aura extraña
Arakneida: “¿Acaso no lo puedes ver?” —mira al joven monstruo y luego piensa que a pesar de que ambos estén casi al mismo rango, no puede ver más allá de lo físico salvo en algunas excepciones. De igual manera no se queda quieta y ordena a Lorkamos que se aparte
Lorkamos: “Debo pelear también Arakneida”
Arakneida: “Entiendo cómo te sientes, pero Macarena se pondrá triste si algo te llegase a pasar. Obedéceme y ve al campamento de los aliados” —abre un portal al lado del elfo azul
Lorkamos mira a Kargroot y busca la aprobación del poderoso monstruo, pero este se queda en silencio y mirando a la emperatriz del abismo:
Lorkamos: “Kar…groot…”
Kargroot: “Opino como ella. Tienes mucha voluntad y talento, pero por primera vez creo que lo mejor es que permanezcas con Cromana. Ella te necesita más que a mí o Arakneida” —se da vuelta y con una sonrisa continua— “sé que estaban planeando una salida de compras y al cine con ella, Macarena y Daniel, así que es mejor que vuelvas sano y salvo…”—lo empuja violentamente hacia el portal
Luego de que el elfo gélido entrase al portal y se cerrara, Arakneida suspira y dice aliviada:
Arakneida: “Fue lo mejor que tú lo digas. Suelo ser demasiado directa y es muy joven. Tú tienes un mejor don con ellos”
Kargroot: “Te equivocas, solo soy justo con lo que creo. Él es un gran chico y sé que prioriza más su amistad con Macarena que esta misión. Solo ayudé a que tomé la decisión en su corazón. ¿Por qué no regresas también? Tienes esa cita con Oscar ¿verdad?”
Arakneida: “Claro que sí y regresaré con todos ustedes. Digamos que tengo prisa y debo estar lo más bella posible”
Kargroot: “Je” —deja escapar una leve carcajada— “sí que te dejaste influir por los humanos”
Arakneida: “Deja de fastidiar y enfócate”
Kargroot: “Si, sí. ¿Algún plan?””
Mientras tanto, Julio llega a donde se encuentra Kyubo e Ichika. La chica se encuentra en brazos del joven kitsune, agotada y con la piel pálida, respiración agitada y desmayada por el agotamiento de haber usado su zona maná y otorgar su poder para reforzar a los aliados de Victory:
Kyubo: “Eres tú”
Julio: “Ella ¿se encuentra…?”—pregunta con mucha preocupación por la chica
Kyubo: “Está bien, solo se sobre esforzó”
Julio: “Es un alivio”
Kyubo: “Oye ¿sabes que está ocurriendo? Se supone que al vencer a esa bestia la emperatriz no podría seguir de pie”
Julio: “No estoy seguro, pero aconsejo que se vayan de aquí” —siente como esas auras destrozan internamente a la emperatriz
Kyubo: “¿Qué?”
Julio: “¡Váyanse rápido de aquí!” —corre lo más rápido posible para llegar a Arakneida y Kargroot. A lo lejos los ve y lanza un grito con todas fuerzas— “¡Arakneida, esto no ha terminado, el enemigo…ya está aquí!”
De repente, Necriria hace movimientos muy extraños como si algo estuviera tratando de salir despedido del cuerpo. Su vientre se deforma y al llegar a su pecho este se parte y abre un hoyo allí.
La emperatriz mueve a duras penas su cabeza y ve que se empieza a formar un cuerpo masculino, fornido y con marcas doradas en la piel morena de este al mismo tiempo que el pánico se traslada al rostro de ella:
Necriria: “¿P-P-Por qué? S-S-Se suponía que…estábamos…juntos…en esto…”
“Benditos tus podridos oídos al escucharme decir que…solo fuiste un peón para nosotros…”—toma el cristal con sus manos y lo destroza al apretar su puño
Arakneida, Kargroot y Julio observan atentamente toda la situación, pero la soberana de las arañas no desea esperar a que algo más aparezca, entonces usa su magia espacial para abrir varios portales y con ellos disparar varios hilos de seda con punta tan filosa como una lanza. Solo llega a atravesar el cuerpo de Necriria que solo desaparece y con sus manos intenta de alcanzar el cielo, preguntándose tantas cosas, pero fundamentalmente:
Necriria: “¿Qué fue lo que hice mal? ¿acaso buscar un hogar a mi gente del abismo fue el peor error o confiar en estas basuras?” —mira a Kargroot y sonríe— “no tengo arrepentimientos, no…no los hay mas que haber borrado a todos los clavos sueltos…”
Sus últimos pensamientos fueron tan irónicos como de punzante odio al haber sido traicionada y no completar tu misión en toda su existencia. Tales dificultades hasta llegar a ese punto, desprecia infinitamente al culpable de todo, Kargroot:
Arakneida: “¡Tsk! ¡¿A dónde se fueron? ¡desaparecieron de la nada, búsquenlos!”
Julio: “No pudieron haberse ido tan lejos”
Kargroot: “¡Allí veo algo!” —señala a los lejos sobre la parte más alta de un edificio de 80
pisos
La Soberana de las arañas y el veneno mira reacia a los nuevos enemigos que han aparecido, uno mas fuerte que el anterior pero cada uno con algo que los une, son mas poderosos que la misma Necriria porque cada uno fue candidato a los emperadores. Les recomienda tanto a Julio como Kargroot que presten mucha atención a cada movimiento que hagan porque son enemigos extremadamente peligrosos, incluso para ella.
Uno de esos monstruos, el que dio fin a la existencia de Necriria, da un pequeño salto al vacío y cae con todo el peso como si fuera un meteorito hasta el suelo, destruyendo todo a su alrededor. Lo siguen los demás que cada quien a su estilo llegan con ese imponente ser:
Astapoh: “Dichosos los que presencian nuestra forma física. Finalmente hemos de gobernar como corresponde” —dice el monstruo de apariencia humana, piel morena, cabello largo y líneas doradas en su cuerpo
Astapoh, Señor Dragón demoniaco de la guerra.
Monstruo Clase Imperial Rango SSS+
Inteligencia: A+
Fuerza: SSS+
Agilidad: A+
Velocidad: S+
Poder Destructivo: SSS+
Maná: SSS+
Daek Janmu: “Si, si, lo que tu digas. Solo matemos a estas cucarachas ¿quieres?” —exclama uno de ellos, de apariencia también humana, pero con rastros de piel muerta en el cuerpo y su boca presenta marcas de abertura a los costados
Daek Janmu, Rey de los Ghouls
Monstruo Clase Imperial Rango SSS+
Inteligencia: C+
Fuerza: SS+
Agilidad: SS+
Velocidad: SSS+
Poder Destructivo: S+
Maná: SS+
Saloma: “En verdad Daek, eres demasiado molesto a veces. No tienes una pisca de elegancia” —dice una mujer extremadamente hermosa, cuerpo voluptuoso y cabello largo oscuro, mirada seductora y que emana un aura intimidante. En ese momento su rostro se vuelve sádico cuando ve a Kargroot— “oh, veo que sigues con vida…hermanito…”
Saloma, Reina Banshee de la Muerte
Monstruo Clase Imperial Rango SSS+
Inteligencia: SSS+
Fuerza: A+
Agilidad: A+
Velocidad: S+
Poder Destructivo: SS+
Maná: SSS+
Daek: “¡Ya mujer, déjame ser! ¡Después de muchísimo tiempo y ya fuera de esa porquería de prisión continúas molestándome!”
Kerba: “Por eso nunca conseguirás pareja. Tonto” —añade una joven mujer de vestido y cola que sale de su parte baja del cuerpo
Kerba, Señora de las Ninfas
Monstruo Clase Imperial Rango SSS+
Inteligencia: SS+
Fuerza: A+
Agilidad: SS+
Velocidad: SSS+
Poder Destructivo: S+
Maná: SSS+
Julio: “¿H-Hermanito?” —se queda sorprendido
Kargroot: “Es una historia larga”
Daek: “Entonces bien…”—visualiza a Arakneida y sonríe— “ya tengo a mi futura esposa” —se relame— “y vaya que tengo buen ojo”
Arakneida escucha al necrófago y rápida los arrastra tanto a Kargroot como a Julio a un lado. Luego, el rey de los ghouls avanza sin oposición y sin que ella logre percatarse hasta su posición y le hunde el puño en el estomago y la arroja contra todo lo que se cruce por el camino:
Julio: “¡Arakneida!”
Kargroot: “¡Maldición!” —fuerza su cuerpo a levantarse, pero el terror lo hace permanecer en el suelo— “¡No, no, no, mis piernas, estoy demasiado débil para enfrentarlos!”
Tras atravesar más de 90 edificios y a varios metros de altura, Arakneida es golpeada en el rostro por Daek e impacta contra el suelo, levantando rocas, polvo y quien sabe que más, dejando un rotundo caos y destrucción y formándose un enorme cráter donde ella se encuentra bajo múltiples escombros y a duras penas respirando:
Arakneida: “¿Huh? ¿Qué fue lo que pasó?” —piensa y mira a su alrededor, donde no ve nada, solo rocas sobre ella e incapaz de moverse intenta expandir sus redes para apartar los escombros—“en ese momento fui capaz de sacarlos de su camino, pero ¿Qué clase de velocidad fue esa? Es increíble”
Por primera vez en un tiempo, la soberana se encuentra en peligro frente a un enemigo mas poderoso, veloz y resistente:
Daek: “Bien, ya casi estás lista para que seas mi pareja” —sonríe mientras avanza hacia donde se encuentra ella y mareas de sombras se acercan amenazantes
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