Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 134
- Inicio
- Limit Breaker: Conquistando Mazmorras
- 134 - Capítulo III: Lo que se oculta en la luz
La alarma suena con las 5.30 am, junto a Martín y abre sus ojos. Mira a su izquierda y ve como duerme Estela por unos cinco minutos, sonriendo en el proceso y le besa le frente. Tras esto se ducha y prepara su ropa de salida, la usual para combatir en mazmorras. Para no atraer miradas de sospecha se comunica con Arakneida para que le abra un portal y pueda reencontrarse con sus familiares.
La soberana crea un portal y el joven cazador se adentra donde es recibido dentro de la habitación del hotel por los monstruos con forma de humanos. Cromana lo abraza al igual que Lorkamos, Kargroot le palpa la espalda y Arakneida los aleja un poco para que le permitan respirar:
Martín: “Yo también los eché de menos, aunque fueron unas horas solamente. ¿Están bien? ¿no se aburrieron?”
Arakneida: “Para nada. A decir verdad, estos dos estaban muy inquietos” —señala a Cromana y Lorkamos, los más jóvenes.
Lorkamos: “¿Cómo está Macarena? ¿está bien?”
Martín: “Si, tranquilo. Octavio la está cuidando”
Lorkamos: “Ah, menos mal” —dice aliviado
Kargroot: “Vayamos al grano. Martín ¿Qué es lo que pasa en el edificio principal?”
Arakneida: “Es cierto. Desde anoche que hay movimientos extraños afuera. Cada vez más vigilancia y se sumaron cazadores ingleses”
Martín: “¿Cazadores ingleses? Entonces es más crítico de lo que imaginé. Nosotros no tuvimos un trato diferente al de ustedes. Somos vigilados y tanto los cazadores del país como los miembros de la iglesia se mantienen distantes. Como si desconfiaran”
Cromana: “No es para menos si consideramos que es una iglesia que odia a los monstruos y a todo aquel que tenga contacto”
De la nada empieza a caer nieve y el cielo se ennegrece debido a la tormenta de nieve que se aproxima. Martín se acerca a una de las camas y toma asiento en uno de los bordes. Se queda pensativo. Entonces, Arakneida se asoma a la puerta que da al pasillo y con brazos cruzados comenta algo que averiguó durante la madrugada:
Arakneida: “Martín”
Martín: “¿Huh?”
Arakneida: “Por la noche intenté espiar todos los rincones de la basílica y pude encontrar un pasadizo que lleva a las catacumbas. Martín, había una energía tan oscura como perversa. Mi familiar intentó convencerme de regresar, pero tuve que obligarlo a seguir. No pudo ir más allá de la puerta porque algo lo desintegró apenas tocó la manija. Como llamas oscuras”
Martín: “¿Llamas oscuras? ¿eran llamas oscuras dices?”
Arakneida asienta con su cabeza y esto deja perplejo a Martín.
En ese momento, Martín siente deseos de que algo así no estuviera pasando, pero ¿y si en verdad su temor ocurriera? Kargroot no tiene que adivinar lo que sucede, tampoco Cromana ya que conocen esa clase de magia y no es nada natural. Incluso es una distorsión de la magia noble elemental de fuego:
Kargroot: “Tengo entendido que no existe humano alguno capaz de manipular esa magia profana, pero ¿y si haya un humano jugando con algo más que magia?”
Lorkamos: “No entiendo ¿Qué tan peligrosa es esa magia?”
Cromana: “Es un tipo de magia que involucra a un elemento puro y noble, en este caso el fuego y se lo distorsiona con magia oscura o, mejor dicho, del abismo”
Lorkamos: “E-Esperen un momento ¿Qué no había muerto Necriria?”
Arakneida: “Ella murió, pero su magia y las formas de uso siguen presentes. La pregunta es ¿Quién está usándolo y de qué manera?”
Martín: “Cazadores ingleses, magia profana y movimientos sospechosos en las catacumbas. No cabe la menor duda de que aquí están haciendo algo y nosotros estamos en medio de eso”
Arakneida: “¿Seguimos investigando?”
Martín: “Si, hasta que encontremos algo que una estas tres cosas”
Arakneida: “Entendido”
Martín: “Y por cierto…lamento que se haya dado de esta manera. Es decir, no quería que estuvieran encerrados aquí y…”
Kargroot: “Ya, ya, mucho parloteo. ¿Por qué no sales un poco con Estela y se distraen un poco?”
Cromana: “A decir verdad hace tiempo no salen. Quizás sea lo mejor y el lugar no parece tan mal”
Lorkamos: “¡Yo solo quiero ver a mi Maca!”
Arakneida: “Tienen razón…bueno…casi todos. Ella seguramente querrá estar contigo en una cita romántica. No desperdicies este lugar”
Martín: “Chicos, si, lo haré” —sonríe contento.
***PARTE II***
Por la tarde, Martín y Estela recorren las calles de Roma con un grupo de seguridad que para nada disimula su presencia y la pareja, por culpa de eso, no pasa desapercibida. Francotirador en los tejados, cazadores de civil, pero portando armas en la calle y soldados y miembros de la seguridad urbana en coche siguiéndolos en caravana:
Martín: “Si van a vigilarnos al menos no lo hagan tan abiertamente” —piensa el joven
Estela: “¿Estás bien? Te veo tenso”
Martín: “Si, eso creo”
Estela: “¿Será porque nos siguen desde que salimos de la Basílica?”
Martín: “Son molestos incluso en situaciones demasiado personales”
Martín intenta mover su cabeza para ver la distancia que los siguen, pero sería demasiado sospechoso, incluso podrían pensar que el argentino intenta algo fuera de lo normal. Estela le acomoda el rostro y lo besa:
Estela: “Ven, que no nos echen a perder nuestra sita”
Este tiene la gran habilidad de devolverle la sonrisa a Martín y una vez más salen de un momento incomodo metiéndose dentro de una cafetería. Al entrar son recibidos por un hombre de camisa y pantalón jean con un gracioso bigote en punta y fina.
Después de darles la bienvenida los lleva a una mesa junto a uno de los mostradores donde hay diferentes tipos de pasteles, de chocolate, de vainilla, frutales entre otras. Estela elige su favorito, el de durazno y Martín siempre a lo clásico, el de chocolate y que curiosamente es un pastel que también tiene dulce de leche.
Luego echan un vistazo en la carta la sección de bebidas, Ella pide un café y él un licuado de banana a lo que la joven lanza una carcajada:
Martín: “¿Dije algo raro?” —pregunta, desconcertado.
Estela: “No, para nada, es solo que estamos en Europa y sigues pidiendo licuado de banana. Eres demasiado simple. Amo mucho eso de ti”
Martín: “Y yo amo cuando al comer tu pastel de durazno te queda en la mejilla un poco de crema pastelera”
Estela: “¡¿Huh?!” —se sonroja y saca de su bolsillo un espejo para verse el rostro— “¡Q-Que vergüenza!” — piensa y luego se echa a reír en voz baja— “tonto”
Martín: “Eso es lo que me hacía falta”
Estela: “¿Sucede algo? No estás como siempre. Además, últimamente estás algo distraído y no es normal en ti’”
Martín: “No puedo engañarte ¿huh? La verdad es que desde que llegamos no puedo estar tranquilo. Los chicos siguen vigilados, Arakneida, Cromana, Kargroot y Lorkamos siguen sin poder salir y se sumó a ellos un gremio de Inglaterra, quizás el más fuerte del país. El misterio de las catacumbas, es todo muy extraño y no sé cómo proceder para evitar una declaración de guerra”
Estela: “El asunto es realmente serio. ¿Averiguo algo más Arakneida?”
Martín: “Casi nada, solo que antes de poder entrar a la parte más profunda de las catacumbas su familiar fue consumido por llamas oscuras”
Estela: “¿Llamas oscuras dices? Esa es magia perversa y que esté involucrada la sede del cristianismo lo hace aún más terrible”
Martín: “Sobre todo porque se intentó crear ese tipo de magia”
Estela: “Conozco la historia ¿Cuándo fue? ¿2024? ¿2025?”
Martín: “2027 en tres lugares en ese mismo año. En Colombia, Austria y Corea del Sur y todas salieron mal. Se dice que para lograr algo así se requiere de entre otras cosas una cantidad de maná tan grande como la que puedan proveer los cazadores de todo un continente o incluso más”
Estela bebe un poco de su café y Martín prosigue a dar pequeños sorbos a su licuado, pensando sobre la siguiente toma de acción para poder averiguar lo que está pasando, llamas oscuras, y el misterio alrededor de la catacumba.
Martín mira fijamente a los ojos de su pareja, sintiendo una gran paz en el interior que por unos momentos lo hacen olvidar y solo disfruta de ese lugar con la mejor compañía posible.
En ese instante siente punzantes ruidos en la cabeza lo cual obliga a que mueve su cabeza a un costado para calmar esa sensación terrible pero cada vez que intenta quitárselo es cuando el sonido aumenta, volviéndolo insoportablemente doloroso y que se transforma en una palabra que se repite una y otra vez, “mátalos, mátalos, mátalos”. La locura por ese dolor en la cabeza lo hacen ponerse de pie y grita furioso:
Martín: “¡Ya para, cierra la puta boca!”
Estela: “¿Martín?” —se pregunta.
Tras esto, Martín paga la cuenta y sale con Estela, confundida por lo sucedido le pregunta:
Estela: “¿Quieres hablar sobre lo que acaba de suceder?”
Martín: “Preferiría que no. Esto es algo que…bueno…no importa”
Estela lo toma del hombro y voltea para confrontarlo:
Estela: “¡Pues a mí si me importa porque tú me importes mucho así que por favor confía…confía en mi…por favor!
Martín aparta la mirada llena de vergüenza. Esto molesta un poco a Estela e intenta abrazarlo, pero él vuelve a moverse, esta vez hacia atrás y baja la mirada. Lógicamente que esto hiere un poco a la chica y sin mediar palabras ambos regresan a la Basílica.
Por la tarde, Martín sale de su habitación y da unos pasos hacia la puerta de Estela. Da unos ligeros golpeteos y escucha unos pasos que se acercan. La mujer contesta a los golpeteos pregunta quién es y Martín, dudoso, regresa al cuarto. No es normal que ambos discutan.
Martín se encierra en su habitación y deja de atender a cualquier persona y hasta incluso los familiares que cada tanto se intentan comunicar, pero este no les responde.
Octavio, Macarena y Claustro se acercan a la puerta de Estela y ella los recibe haciéndolos entrar a la habitación:
Octavio: “Estela ¿sabes que le sucede a Martín? Desde hace varias horas que no podemos comunicarnos con él”
Macarena: “No es normal en él. Estamos muy preocupados”
Claustro: “Además de que nos están vigilando mucho más que antes”
Estela se sienta en el borde de su cama y se toma del brazo y mirando al costado con rostro lleno de tristeza responde:
Estela: “Tuvimos una discusión”
Eso los toma por sorpresa y se quedan boquiabierto:
Macarena: “¿Cómo que tuvieron una discusión? ¿Qué sucedió?”
Estela: “Martín…él…últimamente ha estado muy extraño. Distraído, agresivo, pensativo, y hoy discutimos porque él no quiere contarme que le sucede. Siento que algo le pasa y no quiere que lo sepa”
Octavio: “Lo sentimos”
Claustro: “Si, en verdad no es algo que guste escuchar”
Estela: “Gracias. Seguramente hablemos mañana. Él sabe que puede confiar en mi si tiene algo que le molesta o incomoda. Desde que vinimos aquí tampoco me sentí cómoda”
Macarena golpea con su pequeño puño la pared y todos se le quedan viendo:
Estela: “¿Maca? ¿te sientes mal?”
Macarena: “Yo…no…no puedo concebir… ¡que eso haya pasado con ustedes!”
Estela: “¿Qué?”
Macarena: “Estela, tu y Martín…son como mi familia…no puedo creer que se haya peleado…ustedes son lo mejor que existe y merecen estar juntos”
Estela: “Tranquila Maca, solo fue una discusión”
La joven cazadora dice eso, pero por dentro las dudas sobre si en verada Martín confía en ella empieza a crecer. No son dudas que hayan surgido hace tiempo, pero no ha parado de sentir que Martín, desde la misión en la Antártida no es el mismo de antes. La frustración con la que no pudo evitar que millones de chinos hayan muerto por Kassio. La ira con la que enfrentó a William hasta casi matarlo con sus propias manos y la muerte de miles de mexicanos en Tijuana. Hasta actualmente en el Vaticano, donde sabe que hay algo más y no puede hacer nada porque ameritaría una guerra entre su país e Italia con Inglaterra y gran parte de Europa detrás.
Tristemente es solo una sumatoria de cosas ya que los candidatos siguen sueltos y Martín casi es asesinado además de eso, sus propios amigos y compañeros también sufren las consecuencias de haber enfrentado a poderosos monstruos que ya son desastres universales.
Macarena, quien les tomo un cariño enorme a la pareja hasta el punto de considerarlos como sus hermanos mayores, no logra entender que hayan tenido una pelea y Estela o Martín no hayan hecho nada para arreglarlo. Siente una profunda tristeza que se convierte en frustración e impotencia.
***PARTE III***
Julio permanece a un lado de la puerta, donde no pueden verlo, y María al otro extremo. Se siente mal por la pelea entre Martín y Estela, pero no hay de otra más que ser espectadores. Julio siente un ambiente extraño donde los ánimos se encuentran en un estado crítico, y es que no paran de llover malas noticias para los miembros del grupo.
Entre los tantos sucesos, Lucas, debido a su orientación sexual es discriminado por la guardia suiza y cazadores de férrea fe. Daniel tiene una violenta rivalidad con Marchello, quien lo trata agresivamente por la traición al Fortaleza de Brasil:
María: “Fue un error haber respondido a la invitación de la iglesia”
Julio: “Estoy de acuerdo y por eso tenemos que llegar al fondo del asunto”
María: “¿Cómo nos comunicaremos con Arakneida y los demás?”
Julio: “Eso es lo que también me pone impaciente”
María: “Odio este lugar, desde que llegamos no ha pasado nada bueno”
Julio: “Yo también”
Al final se van de allí, dejando que los más jóvenes conversen de los problemas sin interferir. Julio se da cuenta de que los están vigilando desde las sombras, ni para deambular entre los pasillos los dejan solos. En ese momento, Julio recibe la visita de una araña pequeña que atraviesa el portal y este hace gestos, curiosos y simpáticos para que la sigan. Para Julio resulta inquietante, pero María lo ve tierno y la sigue, claro, tomando de la mano a su esposo para que también vaya.
La pequeña araña los lleva a una habitación vacía, Julio y María se meten dentro y allí se encuentran con Arakneida y Kargroot en versiones humanas para no despertar sospechas:
Julio: “Sabia que los encontraríamos tarde o temprano”
María: “Araknieda, Kargroot, que bueno verlos”
Arakneida: “Lo mismo digo. Escuchen, no tenemos mucho tiempo. En estos momentos la seguridad y los que nos están vigilando sospecharán”
Kargroot: “Tenemos menos de 10 minutos”
Arakneida: “Por alguna razón no he podido comunicarme con Martín ¿saben si está bien? Tampoco Estela me responde”
Julio: “Si, sobre eso. Están en un momento complicado y es mejor dejarlos así”
Arakneida: “Con que así. Bien, la cuestión es la siguiente…”
Arakneida les explica sobre la magia de fuego oscuro y lo que ocurre en las catacumbas. Al inicio, Julio se muestra inexpresivo, pero lentamente su rostro se muestra preocupado ante el desconocimiento de parte de las personas que viven en Roma e Italia en general. María se queda callada.
Julio se sienta en una de las sillas de la habitación y apoya sus manos en el rostro. Luego despeja las manos y pregunta:
Julio: “Supongo que Martín y Estela ya lo sabían”
Arakneida: “Así es”
Julio: “Entonces el hecho de que nos hayas contado esto tiene una sola posibilidad. Como Martín y Estela no están disponibles, nos contaste esto porque además de la información que tienes, averiguaron algo más y querías previamente contárselo a ellos dos. Es decir, de una forma u otra, hay algo nuevo y peor”
Arakneida: “Logré infiltrar a un familiar dentro de las catacumbas. Lo que encontró es un sitio tan macabro que lo de China se queda empequeñecido”
María: “¿Qué es, Arakneida?”
Arakneida: “Jaulas, decenas de jaula con monstruos dentro. Hay otros encadenados a las paredes y otros tantos…abiertos en sus barrigas, pero vivos y obispos encerrados en domos donde hacen experimentos con ellos”
Julio: “¿Qué demonios? Eso va contra todo lo que la iglesia dicta”
Kargroot: “Y no solo eso, Julio”
Arakneida: “Mi familiar alcanzó a ver una figura pequeña pero llena de tubos y su pecho abierto. Aún está con vida, pero parece ser un monstruo de rango increíblemente alto porque le están drenando todo el poder mágico. Allí abajo están haciendo algo y ni mi nivel de poder es suficiente como para investigar a mis anchas”
Después de eso, Arakneida y Kargroot regresan rápidamente al hotel, atravesando uno de los portales que la soberana del veneno y las arañas puede crear.
Julio se queda pensando sobre la silla y María guarda silencio, incrédula ante la posibilidad de que la iglesia planee algo cruel con ellos. La moral y cada uno de los miembros de Victory, partiendo por el más fuerte de ellos Martín, se encuentra en un estado realmente penoso y el único con la madurez suficiente como para ayudar a levantar los ánimos está dubitativo:
Julio: “¿Qué está pasando en este lugar?” —piensa, tomándose de la cabeza ante la vista de su esposa.
Comments for chapter "134"
QUE TE PARECIÓ?