Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 137
El papa baja en silencio por las escaleras y llega a un pasillo largo de piedras, el mismo donde escucha a decenas de investigadores que trabajan en el más absoluto secreto, así como un selecto grupo que vigila la zona entre ellos, Marchello. Victoria intenta de ignorar lo que sucede, pero siempre es lo mismo para ella, acompaña al papa en el recorrido por las catacumbas y presencia las curdas investigaciones que superan lo prohibido por las asociaciones de mazmorras y cazadores en todo el mundo. Se burlan de ellos y también escupen en la cara de la religión y los fieles.
El olor nauseabundo de las pútridas criaturas que son torturadas y el deleite por la investigación prohibida hace que la cazadora y maestra del gremio mas fuerte de Italia se cubra la nariz y no pueda continuar. Es demasiado sensible para aguantar el olor y la situación que se ve allí.
Uno de los cazadores, al verla así, camina hacia ella y le entrega un pañuelo para que no sea tan brutal el hedor o al menos pueda soportarlo mejor:
Victoria: “Gracias” —agradece al cazador y continua detrás del papa— “No logro acostumbrarme”
Theodosius: “Es normal para aquellos que no conciben la idea de investigar a las criaturas del infierno como estas”
Victoria: “Y por eso es que no logro acostumbrarme”
Theodosius: “Ya lo harás. Es necesario para el cambio de rumbo al que se tendrá que someter el mundo ¿verdad?”
Al decir eso, unas siluetas se forman entre la oscuridad en un sitio donde solo el papa y la cazadora pueden verlos. Estas siluetas buscan ocultarse para no levantar sospechas y evitar que el plan en el cual involucran a la cabeza del catolicismo pueda acabar mal para todos:
“Si tienes lo que hace falta…incluso siendo un humano puedes alcanzar la meta que pretendemos”
Victoria: “Hasta donde yo sé, el papa no tiene que hacer pactos con ningún ser…y también entiendo que…no son de naturaleza ordinaria. Mas bien los estoy viendo como…intrusos de la santa sede” —desenvaina lentamente su espada
Theodosius: “Maestra de gremio Victoria, por favor intenta no cometer alguna locura porque no es rival para ellos”
Victoria: “Su santidad, es mi deber protegerlo de cualquier cosa y también de criaturas como esas” —señala con la hoja de su espada
“No pretendemos nada mas que mejorar al mundo que los rodea. Incluso en una era donde la tecnología ha superado con creces las expectativas, las creencias espirituales siguen siendo reducidas a algo de superstición. Nosotros queremos cambiar eso”
Theodosius: “Cazadora Victoria, quizás lo mejor sea que no bajes conmigo, al menos por un tiempo”
Victoria: “Si su santidad lo cree conveniente, entonces no vendré”
El papa espera a que la maestra de gremio desaparezca de su vista para poder continuar con los planes. La silueta, de pequeñas proporciones, libera su tamaño real que triplica al de un hombre joven y gran porte. No es un ser humano, pero no preocupa al papa, si el hecho de que liberase una cierta energía perversa y agresiva que solo él puede sentir:
“¿Confías en esa cazadora?”
Theodosius: “No tengo que confiar en ella, mas bien tendrá que hacer lo que le diga si pretende mantener cuerda su fe. Ella es muy dependiente de la santa iglesia católica”
El papa confía en poder controlar toda la estructura de cazadores en el país solo con la fe, aunque eso suponga quebrantar ciertas leyes de la religión y reglas de moralidad. Pero la desconfianza en la cazadora Victoria crece con lo que acaba de suceder ya que, en su concepción, el papa no puede estar codeándose con seres tan macabros en imagen muy distante a la que representa a dios. Si ya sospechaba que hay cosas fueras de lugar en la santa sede y que se requiere de espíritus fuertes y benditos, esto significa que necesita de la ayuda de ciertas personas para poder averiguar qué pasa.
De regreso a la superficie, Victoria busca por todos los pasillos y cada rincón de las habitaciones hasta que llega a la puerta donde del otro lado está Martín, durmiendo y con profunda tristeza.
Victoria toma unos respiros antes de golpear la puerta, pero antes de que pudiera impactar con sus nudillos la madera, una voz la hace voltear. Julio y María la detienen y piden que los siga en el más absoluto secreto. La guían hasta una habitación en el otro extremo y allí le preguntan que sucede, tratando de indagar en el tema y sobre lo que ocultan los hombres de fe:
Victoria: “¿Qué sucede con el cazador Martín?”
María: “Es una larga historia”
Julio: “Mejor dinos porque quisiste buscarlo”
Victoria: “Por favor, necesito de su ayuda. Algo malo ocurre con el santo padre y…”
Julio: “¿Algo malo ocurre con el papa?” —cruza mirada con María— “Déjame preguntarte algo”
Victoria: “¿Sí?”
Julio: “¿Fuiste tu la que nos contacto el primer día en la noche? ¿la encapuchada?”
Victoria: “Si, fui yo”
María: “¿Cuál sería el motivo por el que nos contactaste?”
Victoria: “Algo malo está ocurriendo en las…”
Julio: “Déjame adivinar, las catacumbas. Intentan hacer algo fuera de la vista de todos y para evitar que salga a la luz toda persona que no posea ese cristal que tiene en el centro las cruzas especiales” —señala la cruz que porta Victoria en su cuello— “tiene la entrada prohibida. Podrían hasta encarcelarlo con cualquier clase de acusaciones y ejecutado según las leyes del Vaticano ¿estoy en lo correcto?”
Victoria: “Eso es cierto”
María: “Pero ¿Qué les hace creer que nos van a retener por tanto tiempo sin iniciar una pelea? Es decir, tenemos cuatro familiares de rango superior a los altos rangos mundiales, tenemos tres que son rango SS+ y además tenemos a Martín que de por sí tiene la fuerza entera de… ¿todo el mundo?”
Victoria: “Entiendo lo que intentan decir y no tengo la respuesta. El papa cree que tiene el control y esas extrañas siluetas negras la tienen, no creo que…”
Julio se exalta y la detiene en medio de la explicación:
Julio: “¿Dijiste siluetas negras como sombras?”
Victoria: “Si, así es”
Julio: “No creo que sea coincidencia, pero ¿y si son ellos?”
María: “¿Existe esa posibilidad?”
Julio: “Victoria, ¿el papa alguna vez ha actuado diferente de este ultimo tiempo o siempre ha sido así?”
En sus memorias, Victoria recuerda que el papa siempre fue un hombre atento, amoroso y comprensible, amable con las personas y siempre buscaba velar por la paz y no la guerra o batallas que consideraba como algo innecesario e impuro. Lejos está de lo que alguna vez fue como cabeza del catolicismo y sus actuales ideas radicales:
Victoria: “A decir verdad, hace algún tiempo recibió la visita de una persona muy extraña. Una mujer de cabello negro y ojos grises. Muy hermosa pero su aura era tan oscura como perversa como jamás había visto en una persona. Vino a pedirnos ayuda, y nadie sabia como es que logró evadir la seguridad, solo se apareció en medio del salón donde el santo padre recibía a las personas bajo estrictos protocolos de seguridad”
Julio: “¿De casualidad su nombre empezaba con N?”
Victoria: “Si mal recuerdo se presentó bajo el nombre de Naura”
María: “¿Será ella?”
Julio: “Coincidencia o no, todo concuerda. Victoria ¿recuerdas hace cuanto sucedió su llegada?”
Victoria: “Creo que hace unos 6 meses”
Julio se toma del rostro y luego regresa a la conversación:
Julio: “Victoria, escúchame. Algo grave está por ocurrir y es necesario que todos nos preparemos para eso. ¿Hay alguien en tu gremio confiable? He visto que muchos están a favor del papa”
Victoria: “No lo creo, pero si conozco a un gremio que podría ayudarnos, pero ¿Martín no nos ayudará?”
María: “En estos momentos lidia con algo más complejo y peligroso que una mazmorra”
Julio: “Lo mas importante es que esto se haga en el mas absoluto de los secretos”
Victoria: “N-No entiendo ¿Qué está pasando? ¿el papa siempre fue así? Estoy realmente confundida”
Julio: “Tampoco sabemos que ocurre a ciencia cierta, pero algo hace la iglesia que no quiere que se sepa, pero si no me equivoco tiene que ver con algo que el papa planeó con monstruos de alto nivel y extremadamente peligrosos para toda la humanidad”
Victoria camina a toda prisa en búsqueda del gremio británico mientras piensa en quien puede confiar dentro de su propia gente. Marchello es su primera opción, ya que si bien se declara como un católico puro y lleno de principios, quizás se ablande y decida ponerse del lado de ella con ver lo que hace Theodosius. Todo va a depender de lo que sus ojos quieran y pretendan ver.
Sin embargo, Marchello sabe el gran secreto como miembro de la elite que el papa seleccionó para proteger las catacumbas y experimentos impulsados por la iglesia. Ella tiene la esperanza de que entre en razón y decida apoyarla. Ambos están unidos por un pasado en común en las campiñas italianas en la zona de Cerdeña, ella apenas mayor que él, pero como vecinos crecieron apoyándose el único con la otra y por esa razón cree en Marchello:
María: “¿Es posible que Necriria está con vida aún de lo que pasó en China?”
Julio: “Lo dudo y eso nos deja margen para una nueva teoría”
María: “N-No, no puede ser. ¿Ellos? ¿aquí?”
Julio: “Hay que avisar a los demás y rápido. Ahora sabemos que quieren algo aquí”
María: “Me preocupa que Martín y Estela sigan sin hablarse”
Julio: “Es la primera relación que ambos tienen. Tiene sentido que sea doloroso distanciarse, aunque el momento y lugar no sean los adecuados”
María: “¿Vamos con ellos?”
Julio: “Ajá”
Julio abre la puerta y se encuentra con varios miembros de la seguridad y cazadores esperando a la pareja. María se acerca y ve la situación, aparta su mano y la mueve mientras usa su magia de planta, pero ve a Julio hacerse señas desde su espalda para que no haga nada y mantenga la calma:
Julio: “Caballeros, díganme ¿Qué pasa?”
Corino: “Como miembro del cuerpo de cazadores responsables de la seguridad de la santa sede es mi deber detenerlo bajo los estatutos 1857 y 2778 sobre las amenazas exteriores”
María: “¿Detención? Si no hicimos nada malo”
Corino: “Eso lo decidiremos en la sala de detención de la santa sede. Por favor sígannos sin armar un escándalo”
Julio: “Deteniéndonos sin una orden y bajo la advertencia de no hacer escándalo. Perdónenme, pero es demasiado sospechoso”
Nota que los cazadores y guardias preparan sus armas y poder mágico para hacerle frente si hay alguna mínima chance de resistencia por parte de los argentinos.
De las habitaciones correspondientes a Martín y Estela salen varios cazadores y caminan hacia ellos mientras niegan con la cabeza en silencio. El que lidera la detención, Corino, exclama un breve y solemne “santo cielos”, entonces Julio capta de inmediato la situación y se voltea a ver a su esposa:
Julio: “Síganoslos, amor”
María: “¿Seguro?”
Julio: “Si”
Corino: “Entreguen sus armas”
Julio: “No la tengo aquí y mi esposa deja su báculo en la habitación”
Corino: “Entonces síganme”
Julio: “Haaa…”—suspira lleno de decepción
María: “¿Estás bien?” —se preocupa por cómo se siente su esposo, ya que de nuevo tiene que sufrir la amarga experiencia de ser considerado criminales y terminar tras los barrotes.
Julio: “Maso menos. Es bastante triste que me tenga que encarcelar otra vez”
María: “Esta vez no dejaré que nos separen. Vamos a compartir la misma celda”
Julio: “Gracias mi cielo”
Rodeados por al menos una docena de hombres y mujeres bien armados con armas mágicas, Julio y María son guiados hasta los calabozos exclusivos para intrusos y quienes pretendan atentar contra la vida del papa o cualquier persona dentro de las instalaciones.
Al mismo tiempo en el marco de la ventana, Martín se sostiene con su mano derecha y ambos pies contra la pared para darse estabilidad. Observa todo el panorama de la ciudad y la Basílica, mientras usa su habilidad de “Percepción Imperial”, el cual le permite ver, oír y encontrar a los enemigos. Se enfurece saber que tanto Julio como María están siendo llevados detenidos como criminales. Lo que mas lo enoja es que su compañero y a quien considera como hermano mayor tenga que pasar una vez mas por la experiencia de ser llevados a otro calabozo al igual que cuando fue culpado de asesinato.
Martín se impulsa de regreso hacia la habitación y sale de su habitación, donde se encuentra con Estela y ambos se abrazan mientras piden disculpas una y otra vez y se besan con fuerza.
Después de eso, Martín le explica la situación en la que se encuentra y ella le cuenta que decidió ocultarse en el techo del edificio usando su habilidad de vuelo:
Estela: “Aunque pude esconderme la seguridad en los techos y tejados son verdaderamente impresionantes. No cabe la menor duda de que es el lugar mas seguro en el mundo”
Martín: “Seguro si, pero no por las razones como lo cotidianos”
Estela: “¿Dices que tiene que ver con que no quieren que salga de este lugar lo que hacen en las catacumbas?”
Martín: “Digo que algo se acerca y hace ya varias horas que no aparece el grupo de Macarena, Daniel, Lucas, Claustro y Octavio. Los familiares siguen rodeados en el hotel muy lejos de aquí y tanto Julio como María fueron detenidos. Parece que nos quieren separar a todos”
Estela: “Una trampa que engloba a un país entero. Como lo que pasó en Estados Unidos”
Martín: “Sea cual sea el motivo, todo es para cuidar lo que planean en el subsuelo de este lugar…”—aprieta su puño y es envuelto por destellos eléctricos— “y por eso mis amigos están siendo tratados como la peor basura del mundo…no voy a perdonarlo bajo ninguna circunstancia”
Porcentaje de poder manifiesto: 70%
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