Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 149
La batalla trae como algo inusitado consigo, una nueva aliada que jamás imaginaron que se podría unir a ellos. Junto a un Martín, herido y algo débil pero que se acerca a ellos, Leza en su forma absoluta lo sigue con todo el potencial que había perdido. Los familiares se sienten intimidados porque Leza es por mucho el más poderoso familiar del cazador y se dan cuenta de que ahora forma parte del grupo de Victory.
Leza los mira unos breves momentos y luego sonríe, pero una sonrisa animada y amable. Por fin sale su personalidad a flote y los reconforta sin duda.
Julio sale entre llamas del capullo, totalmente recuperado gracias a que Martín produjo en sus aliados y familiares una recuperación a velocidad surreal:
Martín: “¿Estás bien?” —mira preocupado a Julio
Julio: “Muy bien, gracias por eso”
Martín: “No, gracias a todos ustedes. Nunca dejaron de pelear para salvarme”
Arakneida: “Es lo que haríamos sin dudarlo”
Kargroot: “Me sorprende que te hayas unido a nosotros, Leza”
Leza: “Una larga historia, pero, así como ustedes se sienten en deuda con Martín, también yo lo estoy”
Arakneida: “Eso es todo lo que necesitamos para saber que contamos contigo”
Detrás de ellos, Zarael está petrificado lleno de intimidación al sentir todo el poder que brota de Martín. A diferencia de lo que pasó en China, siente como si la sangre se congela y no puede dar un solo paso ni mover su mano para mantener en alza su espada.
Su mano extendida empieza a temblar sin control:
Zarael: “¡¿Qué mierda está ocurriendo?! ese humano se siente diferente, más brutal e inhumano. Me está…obligando a permanecer quieto y con la cabeza agachada. ¿Qué mierda soy para este humano que me observa desde arriba? ¡se supone que soy Zarael, un verdadero desastre natural, pero me está humillando un maldito gusano!” —piensa con horror
Mientras el monstruo de rango SSS+ retrocede lentamente entre temblores, Martín desvía la mirada hacia él y sin saberlo desprende una intensa sed de sangre como nunca antes había sentido Zarael en toda su existencia. Al menos tres seres lograron tal hazaña debido a la enorme diferencia de poder, Astapoh en cuanto a su lucha por ver quien lideraría al grupo, Dramonzuk cuando este lo desterraría del imperio draconiano y una cierta entidad que fácilmente se colocaría en el pináculo de todos. Pero Martín sin duda que supera por mucho a los dos señores de los dragones, incluso se pone a la par de esa extraña entidad que se le apareció en una cierta cueva en una cierta era desconocida para cualquier ser.
Su antiguo rol como encargado de los ritos del imperio de los dragones lo ha hecho hacer y ver cuantiosas cosas que los rangos más débiles no podrían visualizar. Tener de frente a un simple humano, pero con el poder para hacerlo sentir incomodo y hasta temeroso destroza su orgullo como dragón.
Mientras más lo piensa, más se da cuenta de que si permite ser intimidado de esa forma por una criatura inferior, entonces no puede ser parte de ningún grupo extremadamente poderoso y hasta podría ser erradicado por el mismo Astapoh. La muerte es lo de menos para Zarael, su esencia podría formar parte del universo de maná, sin embargo, siente que debe cumplir con una cierta meta y es necesario cumplir con la misión de los All Warrior Watchers. Una meta que se relaciona mucho a vencer a Dramonzuk pero que se acerca a tener cara a cara a esa entidad.
Zarael siente que enfrentar a Martín puede llevarlo a confrontar directamente a esa entidad que de la misma forma que en aquel momento, ahora lo doblega alguien similar con apariencia humana, pero en cuya esencia se esconde como una mujer de color resplandeciente casi sin apariencia pero que se ve su largo cabello, cuerpo desnudo y bien dotado, pero no pudo ver piel o color de pelo, simplemente era una entidad luminosa.
En ello recuerda que tiene la espada en la mano lista para ser usada, solo le falta voluntad para alzarse con ella y atacar. El miedo lo paraliza e intenta salir de ese extraño transe de terror.
De un pisotón al suelo se libera apenas del miedo y mira de frente a Martín:
Zarael: “Tengo que enfrentarlo sea como sea. Es un simple humano, aunque tenga una monstruosa presencia que puede inquietarme. Si, lo reconozco humano” —dice mirando a Martín
Martín: “Vamos Leza”
Leza: “¿Estás seguro?”
Martín: “Si queremos terminar con esto, habrá que enfrentarlos” —responde— “Arakneida”
Arakneida: “¿S-Sí?”
Martín: “Les encargo al resto de ex candidatos”
Al decir esto, surgen figuras de energía pura emergiendo desde unos portales. Demiurge, Daek y Kerba se muestran ante ellos. Cualquiera del grupo es más poderoso que Necriria, por lo que conocer en qué nivel se encuentran es fácil de adivinar. Todos ellos se encuentran a la par de Leza o un poco menos, pero siguen siendo más poderosos que todos los demás emperadores. Solo Dramonzuk es el que se disfruta de su lugar como el más fuerte de entre los emperadores y ex candidatos. El más temido, respetado y odiado entre los monstruos de mazmorra:
Arakneida: “Entiendo. Kargroot, Cromana, Lorkamos, Julio ¿creen poder aguantar la pelea contra ellos?”
Marchello: “¡Oye, monstruo!”
Arakneida: “¡¿Huh?! ¡¿sigues con vida?!”
Marchello: “Cuéntenme para esta pelea. Tengo algo contra estos imbéciles”
Cromana: “Olvídalo tonto. Ustedes no han hecho más que hacernos la vida imposible…”
Martín: “Déjenlo que se una. Necesitamos más brazos y nuestra batalla jamás fue contra la iglesia o sus cazadores”
Kargroot: “¿Estás seguro?”
Martín: “Solo procuren mantenerse a salvo y protejan al gremio por favor. Se los encargo”
Daek ríe a carcajadas, acompañado por el resto de los All Warrior Watcher quienes ve a Martín acercarse con Leza. Se ríen de él ya que creen que está siendo muy suicida a pesar de haber recuperado su potencial, lo siguen viendo como inferior y evidentemente eso alimenta al valor de Zarael, que sintiéndose respaldado por los demás se acerca velozmente en su forma más poderosa liberada y con su espada cubierta en llamas con relámpagos color negro.
La bestia alada con forma de dragón agita su espada hacia atrás y antes de llegar ante el humano, mueve su arma hacia adelante apuntando al cuello. Sin embargo, los rostros de burla de los ex candidatos se transforman rápidamente en asombro y luego terror cuando ven la espada de Zarael siendo detenida por Martín solo con dos dedos. El espacio entre el dedo índice y el anular permite sostener del filo de la hoja y dominar a voluntad al monstruo.
Entre ellos dos se forman una onda expansiva de color negro con pequeños tintes rojos por el lado de Zarael y de Martín color rojo claro.
Lo que fue una buena idea ahora se convierte en lo que lo sentencia a morir a manos del humano. Entonces bate sus alas para retroceder con la espada, aunque en su intento no logra moverse ni un centímetro, es más, cada vez que ejerce fuerza para salir de la zona de Martín con la espada, esta empieza a agrietarse.
Finalmente, la espada se parte a la mitad cuando intenta una vez más en retroceder.
Ve como ha quedado la espada y luego observa al frente que no está Martín, solo para pestañear y verse cara a cara con él. Su expresión es seria y de los ojos salen destellos rojos mientras sostiene su puño y lo mide hasta que le da un puñetazo de lleno al rostro de Zarael que lo envía muchos, pero muchos metros hacia la cúpula del Vaticano. El impacto hace que se venga abajo el techo de la cúpula. La fuerza es tan monstruosa que Zarael atraviesa todo el techo circular y sale volando hasta la ciudad, destrozando con su cuerpo varios edificios e impacta contra el suelo varias veces, dejando un camino de humo, tierra y escombros difícil de ocultar:
Martín: “¿Vamos?” —pregunta a Leza
Leza: “S-Si”
A medida que avanzan, Martín expulsa una fracción enorme de su poder para demostrarle a los ex candidatos presentes que no es una broma meterse con él y que no tiene intenciones de enfrentarlos a ellos. Mas bien, están interesados en darle lo que se merece a Astapoh y Banshee. Es por eso que los tres monstruos que se acaban de presentar para mostrarse orgullosos y belicosos se sienten intimidados como para sostenerle la mirada. Se apartan a un lado en silencio y sin mover un solo musculo.
Leza, como nueva familia de Martín, no alcanza a comprender muchas cosas en su nuevo rol. Los sentimientos, las emociones tanto positivas como negativas de Martín, así como la oscuridad y luz que se cierne sobre él es algo nuevo. De lo que sí está segura es que tiene una deuda de por vida que está tercamente vinculada a su propósito en el momento más indicado.
Una vez que saltan al vacío, Daek suspira aliviado y luego golpea el suelo con su pie debido a la frustración de lo que acaba de vivir. Toda su vida fue de pelear contra el más fuerte y vencer sin problema, la sensación de ser el rey de los no muertos, un título inferior al antiguo emperador de la muerte y uno al que Kargroot jamás anhelo.
Lo cierto también es que Daek era un viejo subordinado del emperador de la muerte incluso antes de que Kargroot se convirtiera en el segundo al mando. Su existencia era legendaria como alguien que seguía muy de cerca al poder del emperador y por eso se posó como un candidato a sucederlo. El título de rey de los no muerto viene de la mano de su origen como un ghoul o zombie:
Daek: “¡Maldición, maldición, maldición! ¡¿Cómo mierda nos hemos quedado inmóviles frente a ese maldito humano?!”
Kerba: “Es inevitable. Él recuperó sus poderes de la marca imperial. Ahora es imparable para cualquiera de nosotros”
Demiurge: “¿Crees que podamos vencerlo si peleamos contra él? Fuiste tú quien estuvo drenando su maná”
Kerba: “¿Siendo honesta? No podríamos ni usando nuestra zona maná. La cantidad de energía mágica es irreal y lo que acabamos de ver que sucedió con Zarael, no tiene sentido, pero ahí está”
Daek: “¿Será que al menos haya una oportunidad?”
Kerba: “Lo dudo además…allí en frente nuestro hay otras 3 existencias que no tengo duda de que algo les pasó que obtuvieron más poder que antes”
Demiurge: “¡Maldición! Y Zarael está muerto por un puto puñetazo. Ya debe de haber desaparecido”
Mientras tanto, Arakneida, Lorkamos, Kargroot, Cromana, Julio y Marchello se paran uno al lado del otro apenas separados por uno o dos metros. Al italiano le resulta asqueroso estar en el mismo sitio y luchando en el mismo lado que los monstruos, pero su venganza personal es lo primero y si puede aliarse con seres tan o más poderoso que él, entonces bien por ello.
Arakneida siente el regocijo de haberle cambiado la expresión a los All Warrior Watcher frente a ellos. A sabiendas de que tienen superioridad numérica despliega, sin que lo noten, un domo con telas de araña que los rodea a ambos bandos con la intención que no haya daño colateral ni más destrucción:
Lorkamos: “¿Estás segura que es la mejor opción? Podríamos irnos a otro sitio”
Arakneida: “Ellos no aceptaran a menos que se vean obligados. Además…mi tela de araña es muy resistente”
Cromana: “Esperaba no tener que usar de nuevo mi zona maná. Aún no la domino del todo”
Kargroot: “Tranquila, vas a lograrlo”
Julio: “La prioridad está en evitar que se siga destruyendo la ciudad”
Marchello: “¡Ya dejen de hablar basura!” —gritan enfurecido y corre a toda velocidad, con sus manoplas en llamas
Arakneida: “¡E-Espera!”
***PARTE II***
A un par de kilómetros, Estela desciende hasta una de las calles que lleva directamente a una de las entradas del Vaticano.
En su vuelo había visto a unas arañas gigantes recorrer la zona rumbo a donde está el gremio británico e italiano. Con una de las sacerdotisas de Arakneida al frente del grupo de aspecto humano, pero con cuerpo arácnido.
La ve a Estela y saluda en muestra de que es una aliada:
Estela: “Hola, tu debes ser una de las sacerdotisas de Arakneida”
Theberya: “Así señorita Estela. Me llamo Theberya”
Estela: “¿Qué hacen aquí? ¿ella los mandó?”
Theberya: “En efecto. Tenemos ordenes de corroborar que usted se encuentre bien y los cazadores por ese sector también”
Estela: “Entiendo, vayan en esa dirección” —señala donde se ubican los europeos— “los encontrarán a un par de calles de aquí”
Theberya: “Se lo agradezco mucho. Los sacaremos de la ciudad para evitar que sean parte del daño colateral”
Estela: “¿Saben que está pasando en el Vaticano?”
Theberya: “Como mantenemos una conexión con nuestra señora Arakneida podemos saber qué es lo que pasa allí. Luchan contra uno de los ex candidatos a emperadores. Sin embargo, por lo que sentimos, la lucha estaba detenida hasta hace un rato. Solo eso podemos decirle”
Estela: “Está bien. Entonces nos vemos. Mucha suerte”
Theberya: “Y a usted y cuídese”
Estela emprende de nuevo el vuelo, esta ve a una enorme velocidad. Tras escuchar la situación de parte de la subordinada de Arakneida, tiene la esperanza de llegar a tiempo y apoyar a sus compañeros.
El cielo se oscurece y trae consigo una tempestuosa lluvia que vaticina algo peor de lo que jamás habrían imaginado. El cambio de era…una de cambio…una de oscuridad…para todos…
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