Limit Breaker: Conquistando Mazmorras - 151
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- 151 - Capítulo XX: La Voluntad de los despojados de todo derecho
Martín observa sus nudillos como el impacto con la piel gruesa de Astapoh dejó hinchado el puño del joven argentino. Inmediatamente sabe que no es un rival como los que había enfrentado, ni Necriria ni William, ambos posiblemente en la cúspide de los que enfrentó y de alguna manera hizo doblegar.
Los escombros caen como una montaña de hojas después de que se hayan acumulado tras el otoño frio y el viento las disipa. Astapoh sale de entre las rocas que fácilmente puede pesar mas de 500kg, y las mueve como si fueran nada. Sin dejar de mirar fijamente al humano, se toma de la mandíbula aún sintiendo el tremendo dolor de ese puñetazo que recibió hace instantes:
Astapoh: “Ese fue un gran golpe” —reconoce al humano por su enorme fuerza— “pero no estás peleando contra un goblin u orco sino contra un ser que sobrepasa por completo tu propia lógica mundana y terrenal…”
Martín: “¿Me debe de importar eso?”
Astapoh: “¡Jajaja! Por supuesto que parece que no. Se siente hasta aquí tu sed de sangre contra mí así que ¿Por qué seguir extendiendo lo que es inevitable?” —expulsa una enorme cantidad de energía mágica pero que no llega siquiera a hacer retroceder a Martín— “Sorpréndeme…huma…”
Cuando Astapoh se da cuenta, la silueta de Martín se encuentra muy cerca de él y con una patada el costado del rostro manda a volar al feroz dragón contra las paredes rocosas.
Los escombros explotan y de allí sale volando con enormes alas el ex candidato a emperador dragón. Tambien porta su forma híbrida por lo que su poder es decenas de veces superior a lo que en su forma humanoide muestra.
Sin embargo, Martín sigue sin inmutarse. Su ropa le molesta, sobre todo la chaqueta con capucha que lo caracteriza, pero gracias a los cazadores que trabajan como herreros, le forjaron un articulo de esa clase para aumentar su poder físico. Aunque no lo requiera claro está:
Astapoh: “¿Enserio creíste que esos dos puñetazos son lo suficientemente poderosos como para dejarme fuera de combate? No me hagas reír. Te quedaste con esa imagen de otros debiluchos, no me compares con ellos”
Martín: “No, no lo hago”
Astapoh: “Maldito humano arrogante” —exclama con enojo mientras su cuerpo se llena de venas hinchas con color azul
El monstruo usa su gran velocidad para impulsarse desde el aire y lanzarle una patada que sorpresivamente deja a Martín sin poder defenderse y luego por el impacto ser arrastrado varios metros contra una columna y atravesarla hasta golpear el cuerpo en la para siguiente.
Tras esto, Astapoh prosigue atacando con llamaradas que salen de su boca provocando una lluvia de fuego sobre el argentino.
Ni Astapoh en sus millones de años de sabiduría ni todo el poder que ostenta lo prepara para lo que tiene sobre su cabeza. Siente una presión gigantesca de algo que lo observa omnipresente, así que mira hacia arriba y ve al humano que tanto denigra con su puño dirigiéndose hacia él.
Lo primero que piensa es cuales son las posibilidades de que fuera a sobrevivir o escapar de sus llamas o quizás no fue eso, quizás la situación fue otra:
Astapoh: “En cuanto impactó contra la pared de rocas se movió para evitar mis llamas…ese bastardo”
El puño da de lleno contra le mejilla del dragón y lo hunde contra el suelo.
El cráter donde cayó se empieza a agrandar violentamente mientras Martín cae sutilmente de pie en el suelo.
Incluso para Astapoh, monstruo considerado como desastre nivel universal, la paliza que está recibiendo es fuera de lo normal y su orgullo de monstruo está siendo herido. Todos los enemigos de mazmorras a los que Martín enfrentó han sabido caer en la desesperación provocada por la destrucción del orgullo, Astapoh no está lejos de eso.
Sin embargo, esa desesperación se manifiesta en una excitación violenta combinada con destrucción que no puede controlar. De sus fauces expulsa llamas negras que, al tocar las rocas, por ejemplo, lo desintegra. Leza alcanza a esquivar el ataque tirándose a un costado, pero Banshee recibe de lleno en su espalda y un agujero se forma en su cuerpo voluptuoso ahora desvaneciéndose por el irresponsable compañero de grupo que acepto seguir.
Las llamas salen desde la tierra y destrozan el Vaticano, así como a cientos de personas que estaban dentro.
Para calmar al monstruo, Martín se acerca sigilosamente y le da un impactante golpe al estomago que se ve como al hundirse el puño termina por verse como se forma un impacto del otro lado sin que penetre esa zona.
Astapoh acaba sin aire y tambaleándose hacia atrás, lejos del argentino:
Astapoh: “E-Eres un maldito…aaaaghhhh, desgraciado…infeliz”
Martin: “Solo soy una persona que busca defender a su mundo de idiotas como tú. Ya tuve la desagradable experiencia de eso en China. No voy a permitir que lo vuelvan hacer”
Astapoh: “Eso no lo puedes decidir tu, por más que tengas la marca imperial de tu lado”
Martín: “Leza, vete de aquí”
Leza: “S-Si…de acuerdo” —corre por los escombros, saltando uno arriba del otro para llegar a la superficie
Astapoh: “¡¿Crees que dejaré a la traidora?!” —exclama y una vez mas expulsa llamas negras de su boca
En el momento en que el ataque es liberado, Martín se mueve rápido y cruzando sus brazos entre sí, recibe las llamas y explosivo impacto.
Para Astapoh, no existe nadie que haya sobrevivido a su ataque de llamas negras y no ve como es que el humano pueda. Sin embargo, cuando el humo se disipa ve la silueta del humano de pie, pero con uno de sus brazos quemados.
No fue lo que esperaba, pero el ex candidato empieza a reírse a carcajadas y burlarse de Martín por haber recibido de lleno el ataque:
Astapoh: “¡Jajajaja, deberías haber dejado que esa traidora reciba el ataque!”
Martín: “¿Por qué?”
Astapoh: “¿Huh, que dices?”
Martín: “¿Por qué habría de dejar que Leza sea lastimada?”
Astapoh: “¿Qué cosas extrañas dices? Es tu subordinada, no sirven para nada mas que para ser carne de cañón”
Martín: “Para ti, pero no son eso para mi”
Astapoh: “Me estás cansando humano. Tu y tus ideas son peor que un virus”
Martín: “Por fin pensamos lo mismo del otro” —se quita la chaqueta y la tira al suelo— “voy a ir con todo”
Astapoh: “Si, no veo porque seguir reprimiendo”
Ambos se mueven a una velocidad incalculable para chocar sus puños y dejar atrás un rastro de caos y destrucción. Solo el choque de sus nudillos es suficiente como para generar relámpagos. Martín le da una patada en el costado de la cabeza que de nuevo deja atontado al monstruo y en respuesta, el dragón lanza un zarpazo contra el cuerpo. Los dos retroceden por la fuerza del ataque físico del otro.
Las catacumbas empiezan a temblar y sucumbir lentamente por el daño estructural causado por la violenta batalla entre ambas fuerzas catastróficas.
El golpe de hace unos momentos deja mareado de repente a Astapoh, mientras que Martín intenta mantenerse de pie. A pesar de ser mas fuerte que el ex candidato, está limitado por su condición de ser humano que ni con el poder de la marca lo hace inmune al daño a órganos, músculos o huesos:
Astapoh: “Al final sigues siendo un humano común y corriente” —exclama con orgullo ser un ser diferente
Pero aquellas declaraciones de Astapoh no merman la voluntad del chico, quien sonríe alegremente y con sus puños en guardia llama al monstruo para continuar luchando. Ahora es una pelea a muerte.
Los ojos de Astapoh se abren aún mas y el rostro se deforma, mostrándose mas que furioso, con una mezcla entre ese sentimiento de profundo odio y emoción violenta. Quiere derrotarlo y mostrar su cadáver a sus aliados, destruir su moral y hacer lo mismo con ellos, matarlos a golpes o incinerarlos. Su naturaleza extremadamente peligrosa y llena de violencia es lo que caracteriza a los dragones. Territoriales y sedientos de poder.
Astapoh extiende sus largas alas y las agitada para ascender ante la vista de Martín.
Martín se da cuenta de lo que planea, así que mira a su alrededor algún sitio para evitar los ataques aéreos, pero cuando se da cuenta, mira hacia arriba y una patada lo hace golpea contra el suelo y luego rebotar contra los escombros.
Incluso para el usuario imperial, tener habilidad de vuelo es muy difícil. Quizás el antecedente de China dista bastante, pero la ayuda de Estela fue clave en aquella batalla.
De cualquier manera, se reincorpora y saca de un pequeño portal una pequeña daga color dorado en la cual envuelve energía mágica a su hoja.
Entonces una pregunta transita por la mente del ex candidato a emperador:
Astapoh: “¿Por qué está usando ataques físicos y no el verdadero poder de la marca? ¿Qué es lo que está pasando aquí?”
Martín no lo ignora esto y constantemente busca usar las habilidades mágicas de la marca, pero solo alcanza a sacar todo el potencial físico. Pudo volver familiar a un monstruo de rango SSS+, el mas alto de los subordinados del joven, pero apenas eso.
Pronto la preocupación del dragón se disipa y un espantoso poder mágico brota de él en la forma de explosiones y columna de fuego que lo vuelven imposible de visualizar. Menos aún por el calor que se siente sofocador para cualquier ser vivo.
Entonces ataca a Martín, pero este, sin previo aviso le da otro puñetazo que hiere en el medio de la cara y manda a volar contra la pared que está sobre el altar. Martín no queda exento de esto porque lanza un grito de dolor porque su mano queda rota y su otro brazo está quemado por el fuego negro:
Astapoh: “Ciertamente…no puedes usar tu poder mágico, pero no quita el hecho de que tengas el suficiente poder físico como para hacerme frente. Velocidad, fuerza, resistencia, reflejos, adaptabilidad, todo eso sin duda que me supera con creces a mí. Es indignante, lo reconozco, que un humano me doblegue, aunque esté usando todo mi poder, pero no está en mi naturaleza rendirme con un ser inferior”
Martín: “¿Todavía sigues con eso de que eres algo superior? Ustedes llegaron hace muchos años y pusieron a mi mundo en jaque ¿ahora somos nosotros los que tenemos condición de inferiores? No tiene el más mínimo sentido”
Astapoh: “En lo que a mi concierne, ustedes son solo una pieza y como bien te dije…el conquistar nunca estuvo en mis planes. Mas bien, es lo último que necesito, pero en estos momentos forma parte de lo que sirve como herramienta”
Martín: “¿Ahora nos tomas como herramientas? Maldita estupidez acabas de decir…”— se quita la camiseta y arroja a un lado. Cuando la prenda cae al suelo deja un pequeño cráter como si hubiera ciado un trozo de roca enorme. Astapoh observa eso y luego la chaqueta que se había quemado y tuvo que quitársela el joven para poder moverse mejor. La sorpresa en el rostro del monstruo es monumental al ver que la caída de la camiseta es mucho más destructiva.
Astapoh: “Así que estuviste restringiendo gran parte de tu potencial”
Martín: “Una parte muy grande y aunque no pueda usar mi poder mágico no quita el hecho de que puede manifestar todo mi potencial físico”
Nivel de Poder Manifiesto: 80%
***PARTE II***
Leza logra llegar a la superficie y ve una zona de guerra donde surgen explosiones a lo lejos de grupos que batallan contra los cazadores y los homúnculos del papa.
El poder manifestado de Martín se siente entre los familiares de él, pero lejos de preocuparse se involucra Leza a la batalla frente a sus ojos. Los ex candidatos a emperadores pudieron esquivar el ataque de Astapoh en todas direcciones y los aliados de Martín apenas pudieron salir airosos, aunque Lorkamos y Kargroot sufrieron daños bastante serios.
Se da media vuelta y ve el cuerpo calcinado y desapareciendo lentamente de Zarael en su forma hibrida y con su potencial al 100%.
Todo lo que ha ocurrido en tan poco tiempo y ahora solo el ataque del dragón fue decisivo para volver a poner contra la pared a Victory.
Aunque ella sea una entidad cuyo poder está a la par de los ex candidatos e incluso superior a algunos de ellos, no la hace invencible frente a varios de ellos. Esa fue una de las razones por las que acabó encarcelada y torturada mucho tiempo.
Kerba, Daek y Desiurge intenta hacer que entre en razón y se una a ellos, ya que si no lo hace puede acabar como Zarael o los humanos y sus “mascotas” pero ni se lo piensa y pone en el camino para confrontarlos:
Leza: “Ellos ahora son mi gente así que no permitiré que les hagan daño”
Daek: “¡Haaaaa! ¡eres una maldita plaga! ¡¿lo sabias?! ¡me enfermas!” —se enfurece y golpea el suelo con fuerza
Desiurge: “Ella ha escogido su lugar. No hay nada que se pueda hacer”
Kerba: “En verdad es una lástima. Podría haber sido una gran pieza para nosotros”
Daek: “¡Ya, entonces la mataré yo mismo!”
Desiurge: “Parece que el ataque de Astapoh redujo nuestras fuerzas. Zarael y Saloma, maldición que idiotas. Bien, supongo que jamás sirvieron del todo”
Kerba: “Podemos crear homúnculos con el poder mágico que le quité al humano”
Daek: “¿Para qué? Si murieron es porque fueron basura desde el principio como el maldito de Borac”
Esas palabras que dicen frente a Leza hacen que ella manifiesta una intensa sed de sangre. Desde su punto de vista los monstruos son seres que merecen respeto, aunque sea de parte de sus pares y piedad desde los que los superan. Escuchar que destruyen sus memorias a pesar de que tuvieran muy malas intenciones hace que lance un grito de indignación y los confronte con duras palabras:
Leza: “¡¿Por qué dicen eso?! ¡¿Qué no eran aliados?! ¡¿compañeros?!”
Kerba: “No tengo idea de a que te refieres” —responde con total frialdad
Desiurge: “Leza, fuiste emperatriz salvaje y aún no supiste como entender tu posición. Por eso es que fallaste”
Leza: “No, ustedes son de verdad la peor clase de escoria. Nunca se preocuparon por su gente y ahora busca destruir este mundo que, aunque sea pequeño es completamente pacifico y hermoso. Tendría que al menos comprender a esta gente y velar por su seguridad ¡porque de eso se trata ser un emperador!”
Daek: “¡Que pedazo de estupidez!”
Desiurge lo aparta y da unos pasos mas para intercambiar unas palabras. La verdad es que Desiurge fue alguna vez un serio candidato para suceder a Leza, pero al ver la diferencia poder y habilidades en combate entre ambos, decidió que ella tendría que permanecer eternamente. Aunque esa fue su decisión, la de alejarse, muchas de las bestias nocturnas lo nombraron su señor y jamás apartó la mirada en el trono del imperio de las bestias.
Ahora que la tiene de frente, nota que esa diferencia mermó bastante, aunque sigue estando muy por arriba de cualquier de los presente a excepción de Astapoh:
Desiurge: “Quien hizo falta a su posición fuiste tu…Leza. Dejaste tu actitud de fiera guerrera y adoptaste el papel de una especie de madre para todos tus súbditos. En un principio fue gracioso y luego curioso, pero al final me terminó por dar un gran asco. Al final tendría que haber sido yo el que te sucediera y darte descanso por fin”
Leza: “No te temo Desiurge. Estoy dispuesta a pelear por ellos sin dudarlo”
Desiurge: “Bien, entonces…”
Daek: “¡Ja, ahora es mi turno!”
Desiurge: “¡Daek, ya te lo repetí!”
Daek sale despedido a toda prisa con sus puños endurecidos por la magia de hielo y dos pares de brazos esqueléticos salen de su espalda mientras que la boca se abre a los costados, revelando una tétrica expresión con las comisuras abiertas de lado a lado y una lengua casi viperina. Se abre la camiseta color negra y allí se encuentra una boca que se abre desde el cuello hasta el vientre. Su verdadera forma “Forma Glotona de Vida”.
Leza saca su hacha lista para recibir el ataque de su enemigo y darle batalla sin dudarlo.
Sin embargo, todo sucede demasiado rápido. Arakneida la atrae hacia sus nuevos aliados y casi como si fuera una secuencia ultra veloz, una silueta se acerca dando un salto ante la vista de los demás. Daek ve una bota que se aproxima e impacta contra su rostro y manda a volar varios metros hacia el edificio del vaticano.
Allí esa persona cae violentamente de pie y todo lo que alcanzan a ver es una espalda ancha y un tatuaje que podrían reconocer desde cualquier lugar:
Arakneida: “Tiene que ser una maldita broma”
Julio: “¿En verdad tenía que pasar esto?”
Kargroot: “No puede ser”
Estela llega volando y ve la situación con gran alivio de que hayan llegado los refuerzo:
Arakneida: “¡Estela! ¿estás bien?!”
Estela: “Si, y veo que por fin llegó”
Arakneida: “Tú lo sabías?”
Estela: “Lo había presentido cuando estaba de camino”
La espalda ancha en la que descansa un águila calva y la bandera de los Estados Unidos se encuentra firme y en un gran estado. Una espalda que jamás conoció la derrota hasta que luchó contra una fuerza desconocida y nueva como la de un joven sudamericano.
Si, quizás Victory está solo en una batalla que para ellos solo deben afrontarla por el bien de la humanidad. Sin embargo, hay un grupo que sin dudarlo se ha acercado para reparar el daño hecho, ayudando y dándole tiempo a los demás de poder escapar y ofrecer, aunque sea una mínima oportunidad de ganar.
No está seguro de poder ponerse a la altura ya que la diferencia es muchísimas veces superior, pero desde que ocurrió aquella batalla en el Central Park de Nueva York, se nota distinto, renovado y mucho mas humano que antes. Su tatuaje del águila es acompañado por el símbolo de una tribu a la que sirvió en África y espera volver ya que esa gente humilde y vulnerable, se ganó su belicoso corazón.
Un aparato en el oído suena y toca el botón rojo para responder:
“Si, ya estamos aquí, Oscar. Haré todo lo que puedan, William fuera”
Arakneida: “¿Oscar?”
William: “Que los heridos se acerquen a la costa. Hay varios barcos que trajimos desde Argelia. Mi gente está guiando a los demás incluyendo a los europeos y un cuerpo sin vida”
Arakneida: “¿Qué crees que haces?
William: “Nada que amerite seguir hablando. Prioricen la pelea contra estos bastardos”
Arakneida: “Si, es verdad. No pienso perdonarte lo que pasó en México”
William: “Eso es justo. Ahora tengo que aplastarle el cráneo a este idiota y regresar con ellos”
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