Limit Breaker: Tokio Dungeon - 15
Hetasi: “E-Esto es imposible” — murmura — “esto es imposible, esto es imposible” — repite una vez mas
Es como si frente a ella no se encontrase un zorro o tejo, sino a un tigre listo para saltar sobre ella y devorarla sin pensárselo dos veces. Algo así no es normal en un humano. Los dos ojos de Ichika desprenden destellos color violeta mientras que de su cuerpo libera pequeños hilos eléctricos.
En su vestimenta no encuentra armas que pueda usar la chica, por lo que Hetasi se siente un poco aliviada, aunque no del todo y no pretende confiarse frente a tal peligrosa enemiga.
La tensión es enorme, tanto que no se mueve para evitar una confrontación directa sin saber de qué es capaz la ex sacerdotisa. En cambio, decide mantener la distancia y pensar una estrategia, ya que ni intimidarla ha funcionado y si planea atacarla, quizás salga mal para la yokai.
En otras palabras, la guardia de la reina Viperina se encuentra extremadamente alta y con temor de incentivarla para que combata con todo lo que tiene:
Hetasi: “No puedo confiarme sin saber de qué es capaz. Aun así, no dejo de sentir como si estuviera perdido este combate. Algo dentro mío intenta decirme que huya de aquí o mi vida podría terminar, pero ¿Cómo podría hacer eso? Tengo mi orgullo como un ser inmortal, jamás dejaría que una mocosa humana me intimide hasta el punto de escapar como una cobarde” — piensa, molesta al verse en tal situación ocasionada por una humana — “quizás esto me ocurre por creer que los humanos son débiles y aquí me veo, frente a una humana mortal con tal presencia. Debo estar perdiendo la cabeza” — añade a sus dudas
Hetasi piensa un poco las alternativas que tiene y como si la respuesta se apareciera como por arte de magia, empieza a sonreír llena de satisfacción. Ichika solo la observa con seriedad mientras la energía mágica que libera lentamente la envuelve para crear un extraño vapor violeta acompañado por aquellos hilos eléctricos.
Inhala y exhala con calma. Su aliento sale con pequeñas descargas. Se inclina y apoya con fuerza sus pies sobre el suelo e impulsa con tanta fuerza que rompe la zona de su apoyo para atacar veloz y violentamente a Hetasi con su puño derecho.
El golpe es tan fuerte que Hetasi acaba siendo enviada decenas de metros contra varios árboles una vez más, tal y como Kyubo pudo hacerlo hasta hace momentos:
Hetasi: ¡Aaaaaaaahh, maldita humana! ¡¿Cómo te atreves?! ¡deberías conocer tu lugar, maldita seas mocosa!” — grita y maldice, odiando a muerte a Ichika por la abrumadora diferencia y la humillación que le está propinando no solo a su cuerpo sino también a su orgullo
Ichika: “¿No te lo dije? No voy a perdonarte monstruo. Te borrare de la faz de la tierra. Por todas las muertes que traes bajo tu existencia” — responde de manera contunde
Hetasi: “Oh, ya veo. Entonces ¿esto se supone que es algo así como una venganza? No me hagas reír. La realidad es muy simple ¿sabes?” — le explica mientras extiende y desliza su cola entre los árboles para atacar por la espalda de Ichika — “los seres humanos, así como cualquier animal de este mundo no es más que una existencia innecesaria. Son meros mortales, hasta la brisa más débil puede derribarlos, matarlos, enfermarlos. En cambio, nosotros, los seres inmortales hechos con maná podemos hacer lo que nos plazca…” — llega a metros de su espalda y lanza su ataque con la punta extendida, apuntando al corazón de Ichika — “ustedes…ya…muéranse” — dice y sonríe
Sin embargo, la sonrisa que su rostro esboza se convierte en una expresión de temor cuando la chica da un paso hacia ella y libera una inmensa cantidad de maná hacia la yokai:
Ichika: “Ya, deja de decir estupideces” — dice molesta
Habiendo dicho eso, extiende su mano izquierda con los dedos en alto y se voltea. En un movimiento como si fuera una espada, corta la cola y deja la herida cauterizada con doloras descargas eléctricas:
Hetasi: “¡Aaaaaaaagghhhh!” — grita de dolor — “esta mocosa, sabía que mi ataque consistiría en usar mi cola. Maldita sea, es demasiado astuta y no sé cuánto más pueda resistir. Si escapo, mi orgullo se verá afecta. Si continúo peleando, es posible que me aplaste y decapite. No vendrá nada bueno si no pienso en algo ahora”
Ichika: “¿Piensas en cómo salir airosa de aquí? Deja de hacer eso. Sabes que no permitiré que escapes de aquí”
Hetasi: “Por un momento creí que eras peso muerto para ese zorro y el humano. Veo que me equivoque y te reconozco, pero…” — de la cola cercenada salen 3 colas más y con puntas hacia afuera apuntando a la chica — “te aconsejo que no me subestimes, humana” — su cabello se eriza, dando forma a muchas serpientes color purpura
Hetasi mueve su cuerpo para impulsar su ataque con las tres colas a más velocidad y acabar con ella de una vez. Probablemente con la seguridad de que no podría escapar a tan corta distancia, sin embargo, da un pequeño paso y sobrepasa la línea de visión de Hetasi, parándose detrás de ella y con una fuerza abrumadora le patea en el costado del cuerpo, arrojándola contra los árboles una vez más.
Su cuerpo es herido de nuevo y esta vez Ichika no espera a que se levante. Se acerca a gran velocidad y ataca con veloces puñetazos en todas direcciones, dejándole severos cortes y moretones.
En medio del ataque, Hetasi envuelve el pie derecho de Ichika, quien se encuentra saltando y la avienta contra el suelo, hiriéndola a la altura de las costillas y brazo. Varias veces impacta contra el suelo, dañando varios órganos y empeorando su condición.
“No te des por vencida” — Siente como un susurro que la anima a continuar peleando.
Al instante en que esa voz desaparece, un aura intensa del color de su elemento la envuelve y otorga aún más poder que antes e impulso para la pelea.
Se pone de pie y pisa con firmeza el suelo, al mismo tiempo que el fragmento de cola que la envuelve, empieza a disolverse por la explosiva energía eléctrica liberada de la pierna de Ichika.
El cabello se eriza aún más y venas sobresalen. Sin darse cuenta, su cuerpo empieza a sufrir los efectos de sobre exigirse demasiado y llevar más allá su propia condición humana. Ademas, ella no ha pensado siquiera en la enfermedad que la acoge.
Durante varios minutos la sangre que sale de sus ojos, oídos, boca y nariz aumenta cada minuto hasta que deja de oler, deja de escuchar y lentamente su vista se vuelve borrosa. Llegada a ese punto, Ichika se da cuenta, pero no da importancia, ya que para ella su pelea contra la Viperia es más importante que su propia vida y hasta no destruirla, nada la detendrá.
Como si su orgullo no fuera doblegado, la yokai se burla aun estando en el suelo, cubierta de tierra y heridas:
Hetasi: “Sigues siendo una mera humana que solo sirve para alimentar a mis hijas e hijos”
Ichika: “¿Tu que sabes sobre los humanos?”
Hetasi: “Oh, se lo suficiente como para asegurarte que tu raza no es más que una excusa de existencia. Efímera, inestable, violenta y que solo se parece a una plaga que arrasa con todo”
Ichika: “Plaga o no, somos así y no hay manera de cambiar nuestra esencia. Además, no siempre habrá gente de la peor clase, yo lo sé muy bien…” — aprieta su puño y mantiene presente a las personas que le han tendido una mano, Ino, Ima, sus amigas que a pesar de todo jamás bajaron los brazos para conseguir su amistad — “hay gente que sin duda se esfuerza por hacer el bien y eso es algo de lo que no deberías burlarte. Inclusive…quien no es humano puede esforzarse por luchar por los débiles sin importarle que sea yokai o no” — refiriéndose a Kyubo y su bondad para con las personas a pesar de ser tosco y muy directo
Hetasi: “Ja…di cuanto quieras. No cambiaras el hecho…de que siguen siendo…humanos” — se pone de pie, adolorida pero decidida a acabar con la vida de la chica — “mírate, estas moribunda y en las últimas. Apenas puedes mantenerte de pie”
Ichika: “Tiene razón, casi no puedo escuchar. Mi cuerpo se siente pesado. Mi cabeza duele terriblemente. Mi vista casi está en negro y no tengo fuerza para levantar mis brazos. Además, siento como si la fiebre estuviera elevándose” — piensa, apunto de desmayarse
La magia eléctrica que hace momentos intimidó de manera abrumadora a la yokai serpiente, va desapareciendo debido a que Ichika se debilita hasta que ya no logra mantener su energía activa. Incluso siendo la magia de rayo, junto con la de fuego, el más violento de los elementos y más complicados a la hora de manipular y entrenar, el hecho de que sin preparación alguna, Ichika haya logrado usarlo por tan solo 5 minutos, es todo un logro para los humanos.
También la cantidad de la misma que requiere para tenerla activada es demasiado para su cuerpo ya débil por la enfermedad:
Hetasi: “Supongo que mis heridas no son nada comparadas a las que tienes” — sonríe, burlándose de la condición de Ichika — “deja de pelear y acepta que llegaste hasta este punto” — aprovecha la situación donde la magia de la chica desaparece y abre sus fauces como si fuera una anaconda, lista para devorar a su presa y lentamente se acerca a Ichika, quien casi no se puede mantener de pie
Ichika: “Si, es verdad. Su capacidad de recuperación es demasiado alta…yo…” — lentamente cae sobre el suelo, sin poder mantener la consciencia — “creo que…ya es todo…lo siento tanto…” — se lamenta mientras espera a ser devorada
De repente, Ichika desaparece ante la vista de incrédula de la yokai, quien detiene su ataque y busca en todas direcciones a donde se ha ido la chica hasta que el sonido de hojas secas por el otoño la perturba y llama poderosamente su atención a pocos metros detrás de ella.
Allí ve a una mujer de casi treinta años, con vestido negro y abertura en su pollera larga que permite ver unas sensuales piernas pero que a la vez están tonificadas por un arduo entrenamiento durante la juventud. La mujer en cuestión tiene su cabello recogido con una coleta como accesorio de forma de gato negro, una lanza sobre su espalda y una hombrera de mithrill en su hombro izquierdo producto de una lesión que su esposo le ha hecho en una de sus tantas rabietas contra ella:
Hetasi: “¿Quién demonios es ahora? ¡no dejan de aparecer estos insectos con un demonio!” — grita molesta
Nekomina: “Insectos dices, pero te ha apaleado en la peor condición posible una niña sin preparación, enferma terminal y con todos sus sentidos y cuerpo comprometido. Debes sentirte afortunada al decir eso o muy estúpida al tener tu orgullo de yokai herido” — dirige su mirada hacia Hetasi, infundiéndole temor debido a que es una cazadora de rango S+ muy poderosa
Hetasi: “Maldita sea, otra humana que me deja esta sensación tan desagradable ¿de dónde salen?” — piensa mientras intenta sanar sus heridas, pero ninguna de las que ya le ha propinado Ichika puede curarse — “es extraño, no puedo curar mi cola a pesar de haber podido crear más en medio del combate. Esa cicatriz eléctrica que aún me duele…es demasiado intensa”
Hetasi ve como grupos de personas con traje se reúnen dónde están Kyubo, Kamal y Yujin para socorrerlos de sus heridas. Mira Nekomina con seriedad:
Hetasi: “Tu ¿Quién eres?”
Nekomina: “Solo alguien que no puede evitar sentirse asqueada al no haber podido hacer nada mientras que una niña puso su vida en juego. Pero descuida, aquí se termina el incidente de la niebla purpura, mejor dicho, tu zona maná”
Hetasi: “Veo que no eres alguien cualquiera. Ya de por si desprendes una sed de sangre intensa”
Cualquiera en la posición de Neko podría sentir impotencia al ver a una adolescente pelear contra un yokai sediento de sangre, pero en cambio la mafiosa siente una intensa ira a raíz de permitir que ocurra tal hecho y que derive en el sufrimiento de una joven. Sea por su instinto de madre o por los recuerdos de su hermana menor fallecida durante una misión hace 5 años atrás, Nekomina desea proteger con todas sus fuerzas a Ichika, quien yace en sus brazos y la coloca despacio junto a un árbol mientras observa horrorizada las heridas y la sangre que ha perdido:
Nekomina: “Los adultos tendríamos que protegerlos, pero en cambio nos ocultamos detrás del orgullo. Aún tenemos que aprender mucho y, para empezar, si quiero darles un mundo mejor a mis hijos y a esta chica, es mi deber como adulta responsable luchar por ello” — acaricia la cabeza de Ichika, quien yace desmayada — “pobre niña. Tengo que llevarla urgente a un hospital o puede que muera más por la pérdida de sangre que por las heridas” — piensa preocupada
Hetasi: “Buen monologo, pero no me has dicho quién eres humana, pero creo que es mejor dejar los protocolos a un lado. Veras, no tengo el menor interés en pelear contra ti así que ¿Por qué no dejamos esto aquí y yo me marcho?” — propone, buscando una solución donde no requiera pelear contra Nekomina. Viéndola mejor, Hetasi siente que en verdad no podría ganar ni jugando sucio
Nekomina: “Hey, Hetasi ¿Por qué no lo terminamos hoy y ahora?”
Hetasi: “¿Huh?” — se sorprende ante la determinación de la mujer — “¡¿acaso estás demente, humana?! ¡ya estoy harta de todos ustedes y aun mi maná se mantiene en cantidad! ¡voy a aplastarte como a esa mocosa!” — extiende sus manos hacia el frente — “pedirás clemencia. Zona Ma-”
Nekomina: “Zona Maná…” — interrumpe el hechizo mágico de Hetasi con su propia zona maná
Hetasi: “¿Heh?” — abre sus ojos de par en par y siente como la temperatura baja drásticamente, adormeciendo su cuerpo
Nekomina: “Castillo Gélido”
Un gigantesco castillo se forma desde el suelo congelado que abarca al menos, 100 metros pero que reduce a los enemigos de Nekomina a simples montículos helados. Aquellos que son sensibles a esa técnica ultra avanzada se ven afectados al punto de no poder mover sus extremidades:
Hetasi: “N-No puedo moverme, maldición…mi señora, en verdad me gustaría volver a ver su rostro…posiblemente he cometido el peor error posible. Solo por cuestionarla a usted decidí traicionar su confianza…” — dice arrepentida y cae de su ojo izquierdo una lagrima, siendo la única muestra emocional de la yokai por alguien — “posiblemente la muerte no sea ajena a nosotros…al final somos pedazo de carnes sin valor que desaparece de la existencia y la memoria…” — cierra sus ojos mientras una luz azul la borra para siempre y convierte en partículas de maná que se esfuman en el aire
Comments for chapter "15"
QUE TE PARECIÓ?
Voy ha poner un checkpoint acá, y mientras voy haciendo el recorrido voy dando la opinión que tenga al respecto de cada capítulo, ojo, no he leído ningún capítulo desde el 2 hasta acá, por internet y dispositivos. Tengo altas espectativas al respecto de esta lectura, y yo del futuro, que tal la novela?
Jajajaaj, espero te agrade n.n