Limit Breaker: Tokio Dungeon - 17
Nekomina ríe a carcajadas por las palabras casi absurdas de Yujin, y es que es muy entendible, debido a la naturaleza casi irreal y antinatural, los yokais no representan una forma de vida humana o similar, por lo que a partir de eso muchas teorías, cientos de ellas, fueron quebrantadas ante la lógica mas común.
Pero la mirada y expresión del coreano es lo suficientemente seria como para tomárselo enserio. Nekomina no puede creer que esa teoría para él no lo sea sino más bien una realidad:
Nekomina: “Tiene que ser una broma. Es totalmente imposible que algo así sea real. Miles de científicos en estos casi 40 años intentaron probarlo y nunca resulto y ahora vienes con que al final es verdad ¿acaso perdiste la cabeza?”
Yujin: “Neko ¿Cómo puedo probártelo?”
Nekomina: “Las pruebas saltan a la vista Yujin. Ese yokai jamás podría ser un humano y el que tenga afinidad con la chica me deja en que pensar” — se sincera
Yujin: “¿Te deja pensando en que puede ser una probabilidad?” — sonríe al ver que el asunto atrae la atención de la líder yakuza
Nekomina: “Haaa” — suspira y se masajea los costados de la cabeza — “mira, suponiendo que algo así pueda ser verdad y además sea comprobable ¿Cuál es tu idea?”
Yujin: “¿Conoces la clase cazadora de domadores?” — pregunta
Nekomina: “Algo así. No es muy común en oriente, pero en occidente hay inclusive en África y Sudamérica”
Yujin: “Kyubo es un yokai incompleto, por lo que su energía es demasiado limitada y quizás su existencia en este mundo corra peligro por esa falta de maná faltante para mantenerse aquí”
Nekomina: “¿Por qué no simplemente vuelve a su lugar de origen? ¿Por qué correr ese riesgo?”
Yujin: “Eso es algo que no lo se con certeza ni él por su pérdida de memoria”
Nekomina: “Entonces estamos en una especia de limbo respecto a la información ¿Cuál es la conexión entre eso de domador y el yokai?” — al pensarlo mejor se hace una pequeña idea de lo que pretende — “E-Espera un momento”
Yujin: “Tenemos que intentarlo o sino Ichika podría no llegar siquiera a abrir los ojos”
Nekomina: “No podría ser factible lo que quieres. Es casi impensado”
Kamal: “Disculpen, no entiendo de que hablan, pero me gustaría retirarme” — se pone de pie con intenciones de abandonar tímidamente la oficina de Nekomina
Nekomina: “Ni un centímetro te muevas o saldrás de aquí con los dedos de la mano rota. No confío en tu gente y a pesar de haber tratado de salvarlos, te permitiré explicarme luego quien eres y que quieres así que quédate aquí” — le dice, amenazante al tratarse de un gurka
A pesar de que fuera, en palabras de Yujin, un gurka inofensivo y que incluso ha intentado ayudar al grupo, Nekomina no hace mucho caso al ser parte de una gresca entre ese grupo nepalés y los yakuza japoneses, enemigos acérrimos durante muchos años y que aun continua con gran intensidad al ser liderados por mujeres poderosas y de gran carácter.
No está bien definido el porqué de esa rivalidad, muchos atribuyen a un conflicto que casi sucede durante la década de 1980 con el auge de la influencia de los nepaleses que acaba llegando a Japón, otros a la década del 2030 con el auge de los cazadores en Asia, pero muchos concuerdan que el conflicto alcanzó su punto mas sangriento durante el 2020 cuando ambas organizaciones se encontraban en caos por el surgimiento de los portales. De igual manera, a pesar de que existe una especie de tregua invisible, ambos bandos se matarían unos a otros si tuvieran la oportunidad:
Kamal: “E-Entendido” — responde, asustado por el aura intimidante de la mujer y vuelve al sofá
Nekomina: “Explícate por favor. Mi cabeza va a explotar” — regresa su mirada hacia Yujin
Yujin: “Ya, ya, no te inquietes ¿conoces la conferencia de Lisboa?”
Nekomina: “Algo he oído. Entiendo que es una conferencia entre los 100 científicos más prominentes del mundo, pero ¿Qué tiene que ver con esto?”
Yujin: “En esa conferencia, un grupo de 5 prestigiosos médicos expuso una teoría que fue tan polémica que incluso fueron expulsados de los organismos internacionales de medicina. Dicha teoría no solo expuso la manera para vencer a la enfermedad del barril, sino también traer consigo una cura a ese mal”
Nekomina: “Creía que eras un monje budista y no creías tanto en medicina occidental. Hasta recuerdo que tu poder de sanación es conocido también por ejecutar hechizos mientras recitas sutras”
Nekomina no olvida que Yujin fue parte de la elite del ejército surcoreano, y además muy bien conocido entre las fuerzas por su afición al budismo, inculcado por su abuelo pero que, con la muerte de su pareja, se convirtió en el consuelo para su dolor.
Los días como teniente y médico, lo situaron como alguien prominente a tan corta edad y con ello su falta de diversión, algo que incluso Nekomina le recalcaba. No se divertía y veía todo con una seriedad preocupante para quienes le aconsejaban que disfrute de la juventud, ya que es un regalo de la vida que resulta efímera. Entre estudios y su carrera como oficial, su relación con Rikka se sostenía por el amor que se profesaban entre si a pesar de que llegaban a estar casi 6 meses separados entre las misiones de mazmorra de ella y las operaciones militares de él:
Yujin: “No olvides que fui parte de las fuerzas especiales surcoreanas como médico, pero esa no es la cuestión principal sino lo que estos médicos expusieron” — añade sin orgullo — “Carlos Olivera de Colombia, Ray Dublin de Escocia, Mohammed All-Hullah de Egipto, Benicio Manfredi de Italia y Hamilton Traballuz de Singapur, intentaron demostrar que no solo es posible curar la enfermedad sino también una manera de usar a los yokais”
Nekomina: “Eso debe de ser una broma. Se sabe que el maná de un yokai a diferencia de un humano es pútrido. Es como si quisieras mezclar agua con aceite para que armonicen, al final no servirá porque terminarán separados” — dice incrédula y dudando de lo que dice Yujin a pesar de que haya un sustento científico por parte de renombrados científicos y expertos en la medicina — “hasta se podría alterar la naturaleza del maná de la chica” — agrega
Yujin: “Desde una perspectiva en que el yokai es un ser antinatural creado por el maná, pero ¿Qué pasaría si ese yokai fue mitad humano y permita que esa posibilidad exista?”
Nekomina: “Continua, creo que suena interesante”
Yujin: “De acuerdo. Ichika está en la fase terminal de la enfermedad. No creo que le quede más de un par de semanas por lo que estamos a contrarreloj y Kyubo es una entidad al parecer temporal por lo que acabará esfumándose, debido a que no tiene suficiente maná como para sustentar su presencia en el mundo humano. Pero si hacemos que ambos se unan…”
Nekomina: “Espera ¿Qué estas planeando?”
Yujin: “¿Conoces el pacto de Gevaudan?”
Nekomina: “Muy vagamente. Se supone que es una práctica occidental que jamás se llevó a cabo, lo cual es contradictorio”
Kamal: “Disculpen ¿Qué es el pacto de Gevaudan?”
Yujin: “Es un hechizo que consiste en que un ser humano convierta a un yokai más débil en su familiar. Podría decirse que es algo bastante inusual al punto de que no hay registro de humanos que hayan logrado eso con estos seres”
Denominado como el sitio donde la legendaria y misteriosa criatura “La Bestia de Gevaudan” ocasiono múltiples muertes a campesinos durante el siglo XVIII, esta pecto lleva su nombre al tratarse de un pacto entre un ser humano con un yokai del tipo bestia.
A pesar de que las pruebas de ese pacto son muy escasas, o inexistentes, muchos expertos afirman que existe la posibilidad de que un cazador pueda realizar un pacto con un yokai de la clase bestia, siempre y cuando el humano sea de mayor rango ya que el maná podría ser corrompido y morir de envenenamiento. Sin embargo, en el caso de Ichika, su enfermedad, la increíble cantidad de maná que posee y el no saber que rango posee ella hace imposible implementar el plan, al menos no hasta que despierte.
La mayor preocupación se encuentra en el estado de salud de Ichika, ya que el uso masivo de energía mágica que ha usado durante su pelea contra Hetasi y el hecho de que también su enfermedad mostró síntomas muy agresivos pudo ocasionar el deterioro extenso y más rápido de los órganos:
Nekomina: “Entonces lo que quieres hacer es que Ichika pacte con Kyubo y ambos compartan no solo un mismo maná, lo cual haría que ella se salvase por tener un colchón a quien dar su energía extra, y él al ser un soporte para evitar que la enfermedad la mate. Curioso y bastante arriesgado si alguna de las dos partes se niega ¿lo consultaste en algún momento con ella?”
Yujin: “No, y a decir verdad jamás le mencione sobre quien soy ni que hago”
Nekomina: “Bueno, te aconsejo que lo pienses cuando ella se despierte”
Yujin: “¿Decidiste algo?”
Nekomina: “Hmmm…” — lo mira fijamente mientras guarda silencio unos momentos — “lo pensaré. Aun no confío en el yokai y debo priorizar no solo a mi gente sino también a los civiles. Entonces quieres convertir en una domadora a la chica”
Yujin: “Si no nos ponemos en marcha con alguna solución, jamás sabremos si ella puede salvarse”
Nekomina: “Así que, una chica con la enfermedad del barril que consiste en una inmensa cantidad de energía acumulada en un sitio y sin probabilidad de ser usada a pleno que mata lentamente como veneno a su contenedor y un yokai que al parecer es mitad humano con déficit de maná” — piensa en silencio mientras Yujin y Kamal beben café con galletas — “pobre niña ¿Cómo es que acabaste de esa manera, luchando contra una yokai peligrosa y exponiéndote a tal peligro por personas que no conoces?” — se pregunta, impotente por la chica a la cual no conoce pero su instinto de madre clama para que le de un espacio en su hogar
Después de un rato en silencio, Nekomina mira a Kamal y mientras da pequeños sorbos a su tercera taza de café le pregunta de forma directa:
Nekomina: “Gurka ¿tú qué haces con ellos?”
Kamal: “Vaya, que directa. Responderé de acuerdo a tu pregunta. Soy un asesino enviado por Indira para eliminar a Kyubo, no me preguntes por qué. En realidad, me da igual, no me preocupa su bienestar”
Nekomina: “Ya veo, pero aun así estás con ellos y no intentaste matarlos durante todo ese tiempo, es más, hasta intentaste ayudarlos contra la yokai serpiente”
Kamal: “¿Qué, eres la policía?” — pregunta, molesto al ser cuestionado
Nekomina: “Veras, soy la líder de esta organización y yo mando aquí. Si te lo preguntas, sí, soy la policía también así que responde mi maldita pregunta” — le dice aún más molesta que él
Kamal: “Mi esposa…”
Nekomina: “¿Qué?”
Kamal: “Mi esposa es rehén de la organización de los Cuchillas Rojas. Desde hace unos meses ella es cautiva de Indira y hasta no cumplir con ciertas misiones, no podre volver a verla ni ser libre. Mis manos tienen demasiada sangre como para volver a pensar que en algún momento tuve color característico de mi gente” — le cuenta con tristeza
Nekomina: “Mencionaste a Indira” — deja escapar — “ese pedazo de basura inmoral continúa haciendo desastres” — aprieta sus dientes al volver a escuchar sobre ella. El suelo y sofá donde se encuentra sentada empieza a congelarse lentamente — “oh, perdón, perdón” — el congelamiento retrocede — “perdí los estribos, me disculpo”
Yujin: “¿Estas bien?”
Nekomina: “S-Si, solo…tengo que hacer unas cosas. Pueden irse” — les dice — “esa infeliz bastarda. Creí que había muerto durante esa misión. Parece como si todo se hubiera unido de forma inesperada por el destino. Yujin…Indira…Rikka…maldita sea…” — piensa enfurecida al recordar a Indira
***PARTE II***
Mientras tanto por la noche en las montañas de Mera Peak, sede de los Cuchillas Rojas. Indira prepara una comitiva para viajar a Japón, molesta por los últimos resultados de la organización y la ausencia de Kamal en los últimos días que, por la urgencia del tiempo, no debería tardarse en reportar:
Indira: “Ese bastardo sin valor no se ha reportado en ningún momento ¿acaso entiende lo que eso significa? Patético, indecoroso, infeliz, hijo de puta” — se muerde el dedo hasta sangrar en un estado de nerviosismo muy grande
Ildra: “50 gurkas listos para partir en 2 transportes ¿Por qué pienso que iras mas a una guerra que a una simple misión de extracción?” — pregunta mientras se acerca a Indira y la abraza por detrás
Indira: “Es por pura practica de nuestro poderío. Últimamente nos han visto débiles y estoy segura que Kamal pensó lo mismo como para no temer a las represalias. Con su falta de respeto la esposa que ama será ejecutada y expondremos su cabeza en la ventana”
Ildra: “Afirmación demasiado osada mi amor, pero no es conveniente al menos no por ahora”
Indira: “¿Tienes algo mejor?”
Ildra: “Mejor que decapitarla” — recorre con su mano el cuerpo de Indira mientras gime excitada — “tu entenderás de que hablo”
Indira: “Si…aahhh…eres la experta en eso” — gira su cuerpo y la besa — “rómpela por completo, ese maldito imbécil tiene que conocer su lugar”
Ildra: “Claro que si ¿Qué pensabas que hacía durante estas semanas?”
Indira: “Lo se. Eres la única en quien confío. Por cierto, no es extracción…es secuestro”
Sin perder mucho tiempo, Ildra camina apresurada para continuar con las extrañas torturas que acostumbra con cada prisionera mujer. A comparación con las torturas de los hombres, donde les esperan amputaciones a sus miembros o ser azotados con peligrosas sogas con puntas de clavo oxidadas amarrados a ellas, la tortura a las mujeres no es tan peligroso a simple vista, pero mientras ellas sufren violaciones constantes, sus mentes se atrofian al punto de volverse esclavas dependientes de sus jefas.
Incluso para Indira, esas acciones que comete su compañera de cama resultan ser desagradables, pero con la eficacia espectacular para dejarla ser.
Una extraña sensación la incómoda, como si a pesar de lo que planee hacer solo acabaría en una desgracia perjudicial para la organización:
Indira: “Algo extraño va a suceder si no nos movemos rápido. Estoy segura que tiene que ver ese bastardo” — su expresión se vuelve agresiva con una intensa sed de sangre — “cuando regreses te voy hacer vivir un infierno” — piensa al no perdonar la posible traición de su subordinado
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