Limit Breaker: Tokio Dungeon - 44

Una columna de luz violeta, cálida y enérgica rodea a Ichika, reparando sus órganos y todo aquel dolor que sentía desde hace tiempo ahora desaparece como si nunca hubiera existido mientras que Kyubo se desintegra, uniéndose en cuerpo y alma a la joven. Posiblemente sea el contrato de familiar mas exitoso en la historia y el único registrado con tales niveles de maná desbordando de la persona nuclear sin que esta vea su vida en peligro.

La columna desaparece, dejando ver la expresión solloza y furiosa de la joven:

Estadísticas de Ichika

Aventurero Rango SA+ (Cazadora intermedia entre S y SS+)

Inteligencia: S+

Fuerza: A+

Agilidad: S+

Velocidad: SS+

Poder Destructivo: S+

Mana: S+

Puntos vitales: A+

Katón: “Eres peligrosa humana. Mucho mas que estas tres muertas” — dice, aferrándose a su mazo con fuerza despiadada — “te mataré”

El yokai se abalanza con gran velocidad hacia ella, pero en cuestión de segundos desaparece sin rastro. De repente lo ataca desde un costado y al instante le produce un largo corte hasta casi el cuello. Esto lo obliga a retroceder y buscar refugio en la distancia:

Katón: “¿Huh?” — se toca el corte y nota pequeños hilos electros — “¿Qué es esto?”

Ichika no dice ni una sola palabra. Kyubo se aparece por detrás en su forma de zorro con nueve colas, la forma mas poderosa de su clase y con su maná completo. Por primera vez ambos rebosan de confianza sin temer a sus enfermedades:

Katón: “Humana ¿Qué has hecho? Hace unos momentos estabas muriendo. No me digas que tu…”

Ichika: “No le daré respuesta a una basura como tú” — responde con sus ojos envueltos en color violeta y rayos expulsando al exterior

Katón vuelve a perder de vista a Ichika y de la nada recibe otro corte, esta vez en sus extremidades para debilitarlo lentamente. Sin embargo, al ser un yokai clase oni es mucho mas resiste y fuerte. Considerando las posibilidades de vencerlo con ayuda de Kyubo y el nuevo poder, Ichika extiende a un lado su brazo y crea el Genkido pero con más energía y capacidad destructiva digna del verdadero potencial de ella.

Katón frunce el ceño ante la férrea intención de la chica para matarlo de una buena vez. Es mas que suficiente darse cuenta al verla a los ojos que desea acabar con todo el mal producido por el yokai, el asesino de su gran amiga y figura materna:

Katón: “Déjame preguntarte algo humana. Si me matas ¿Qué es lo que sigue? No vas a impedir que lo que se viene abandone su curso de acción. Incluso te doy el beneficio de la duda si me derrotas o no. Aún así ¿crees que vas a derrotarme con solo velocidad y cortes superficiales? Y mas importante aún ¿sabes que es lo que se está gestando ahora? No pareces comprenderlo”

Ichika: “Se lo que debo hacer. Tengo frente a mi a un enemigo que no dudó en asesinar a mi amiga. Lo que venga después es algo que arreglaré sin dudas. Lo haré”

El cielo se oscurece con negras nubes y a continuación caen gruesas gotas de lluvia con relámpagos que sacuden las alturas, iluminando también las montañas y todo debajo. La base de los pies de Ichika se hunden por la presión ejercida por ella y se impulsa hacia el oni una vez más. Con la Genkido siendo portada por ambas manos lo apuñala al costado del torso:

Katón: “¿Q-Que…que ha pasado? Su ataque fue más veloz que antes” — piensa preocupado — “y no solo eso, esta humana está atacando mas fuerte que antes como si lo de antes haya sido una prueba… ¡i-imposible!” — entra en pánico

Ichika: “¿Qué pasa yokai? ¿Dónde está esa confianza de la que tanto desbordabas hace un rato? ¿temes que una humana débil y moribunda te derrote?” — lo insulta

Katón: “¡Tsk! ¡no me provoques humana!” — aprieta sus dientas y alza su brazo con el mazo en mano con intenciones de termina de un golpe, pero acaba impactando contra el suelo y destrozando varios metros a la redonda. Nota que Ichika no recibió el impacto — “¡maldición! No le di” — mira a su alrededor y no la encuentra

Ichika sonríe a metros del yokai:

Kyubo: “Ichika, no te relajes. Es un peligroso comandante del emperador nagga, si no terminamos cuanto antes podría ser peor en el futuro” — le advierte

Ichika: “Lo sé y me disculpo. Se que no debería tomarlo a la ligera, pero por primera vez me siento tan bien y liberada. Aún así te noto mas nervioso y preocupado que yo. ¿Qué sucede?”

Kyubo: “Todo esto me parece extraño. No conozco al emperador nagga pero Katón no pertenecía a sus filas sino a las de la emperatriz salvaje. Para peor, esa energía oscura que lo rodea y la habilidad de fundirse en la oscuridad tampoco es propia, mencionó algo de Kassio. Nada de esto tiene sentido”

Ichika: “Significa que juega en tres bandos distintos”

Kyubo: “Es posible pero no quiero que lo averigüemos. Si lo vencemos quizás podamos acabar con el plan que intentaban ejecutar”

Envuelta en su técnica de la armadura resplandeciente, Ichika procede a lanzar poderosas ráfagas de cortes sobre todo el cuerpo de Katón, quien no puede hacer nada frente a tal despliegue ofensivo. Pero a medida que es humillado sin vacilación, el oni se enloquece y entra a su modo berserker muy propio de su clase donde expulsa toda su ira y la fuerza supera con crece al estado base. Sin embargo, por permitirse ser mas fuerte deja reducida la defensa haciendo que un ataque directo pudiera matarlo en cuestión de segundos. Aún así no lo piensa dos veces y entra en esa forma, liberando todo su poder, apareciéndole en su frente un enorme cuerno, grandes colmillos, un cuerpo aun mas voluminoso y uñas afiladas. Las venas de su cuerpo se hinchan y el color de la piel se torna rojo sangre debido a la excesiva circulación. Su inteligencia se ve reducida y todo al que ve se convierte en enemigo.

***PARTE II***

A varios kilómetros del castillo, Leonika corre en busca de ayuda más próxima como bien le había pedido Tanya hasta que escucha los estruendos y estallidos provenientes de aquel lugar:

Leonika: “¿Qué está ocurriendo?” — mira en dirección al castillo y ve columnas de polvo y relámpagos explotando — “q-que increíble poder. Me pregunto si… ¡no!” — se golpea las mejillas — “¡debo seguir mi camino y pedir ayuda!” — cuando mira al frente observa a un enorme grupo de japoneses e hindúes que avanzan hacia el castillo — “¿huh?”

Musume: “Oye, ¿eres Leonika de casualidad?”

Leonika: “¿Qué? Ah, sí, si ¿y ustedes?” — pregunta al borde del desmayo por agotamiento mental

Troma: “No parece estar bien” — ve que la chica se tambalea — “¡hey hey!” — alcanza a sostenerla en brazo

Leonika: “Allí…están…peleando” — le dice mientras señala hacia donde se encuentra el castillo a pocos kilómetros

Troma: “Hay que apurarse”

Musume: “Somos los refuerzos. Me disculpo por la tardanza, es que bueno tuvimos que usar otro medio para llegar” — le dice para mantenerla tranquila — “quédense ustedes con ella. Los demás vengan con nosotros”

Troma: “Oye Kamish, quédate con ella y cuídenla. Está deshidratada y agotada. ¡Vamos, rápido!” — la deja sobre una cama improvisada con mantas y abrigos para el frio gélido que surge al anochecer

El resto del grupo se apresura a llegar al sitio de la pelea. Mientras tanto a lo lejos la tierra se sacuda y elevan columnas de rayos y rocas salen volando:

Troma: “¿Puedes sentirlo también?”

Musume: “Si. Es el despertar de una nueva promesa. Si mis sospechas son ciertas entonces el continente asiático va a cambiar en todo sentido”

***PARTE III***

Katón balancea su mazo de un lado hacia el otro con todas sus fuerzas y expresión de frustración ante la velocidad de Ichika y sus veloces ataques. Ningún golpe llega al objetivo y cada segundo es un corte mas en el ya dañado cuerpo del oni que a pesar de la dureza de su piel a la larga empieza a colapsar.

El impacto de su arma provoca una serie de explosión de maná a la que llama el yokai “Kanabo Explosivo”.

Sin embargo, así como la dureza de Katón decae también lo hace la resistencia de Ichika. Su velocidad, el enorme gasto de maná y la poca adaptación hace que se debilite poco a poco:

Kyubo: “¡Ichika, tienes que calmarte y no atacar tanto! ¡vas a agotar tus energías antes de que Katón caiga!” — le pide mientras continúa ayudándola a manejar su maná

Ichika: “Lo sé, pero tengo que terminar lo antes posible. O si no…” — en ese momento recuerda las víctimas de la batalla y aquellos a los que asesino del grupo de Leopardos de Mera Peak. Aún la sensación de tener sangre en sus manos es abrumadora

Kyubo: “¿Ichika?” — la nota extraña — “hey ¿estás bien?” — pregunta muy preocupado de que la armadura desaparezca de repente y ella deje de atacar

Ichika: “Yo…no quiero matar…jamás lo he hecho, pero…esas personas…mate a humanos…”

Kyubo: “Ichika, ¿aún lidias con eso?”

Ichika: “Cada gota de sangre que yo misma derramé hace que me aleje de la humanidad. Jamás me había sentido así. Duele mucho”

Kyubo: “Entonces yo compartiré tu dolor porque así yo lo deseo” — la consuela con todo el cariño que le tiene

Katón aprovecha la situación y choca con todas sus fuerzas las palmas de sus manos y de este se desprende una inmensa y amarillenta cantidad de energía mágica de elemento tierra:

Katón: “Humana, eres la primera que me obliga a esto. Prepárate para morir ¡maldito saco de carne!” — golpea con sus manos el suelo — “Zona Maná: Gran Cañón del Oni”

De la tierra surgen enormes acantilados que destruyen todo el castillo y mueven violentamente los cadáveres, así como remueven de sus lugares a los arboles y derriban una parte de las montañas. Todo el lugar se ve modificado de la nada para formar un gran cañón de pura energía mágica agresiva y a la vez que destructiva.

La Zona Maná Gran Cañón del Oni le otorga a Katón una fuerza desmedida y facilidad de moverse en todo el lugar además de ventaja en el terreno que es propio de ese tipo de yokai:

Katón: “Prepárate para morir, asquerosa humana” — dice molesto y envuelto en una feroz energía oscura similar a la de los no muertos

Kyubo: “Ichika ¿Qué haremos?” — pregunta, perplejo por el despliegue de poder del oni

Ichika: “No hay otra manera Kyubo. Tendremos que usarlo”

Kyubo: “¿De qué hablas?”

Ichika: “Tengo que vencerlo. Siento que soy la única que puede”

Kyubo: “E-Espera, no me digas que vas a usar…”

Ichika se aferra a Genkido desde el mango con ambas manos y la hoja hacia abajo. Cierra sus ojos y concentra todo lo que queda de su maná para un último ataque:

Ichika: “Puedo hacerlo. Se que puede…hacerlo…” — levanta su espada hacia arriba y de esta un cegador destello violeta sale de la hoja aún afilada mientras respira lentamente y relaja su cuerpo. Los ojos se tornan del mismo color que su energía. El cabello se eriza y el suelo se quiebra debajo de sus pies y las rocas empiezan a levitar. La presión es abrumadora, incluso las manos de Katón sufren leves temblores — “Zona Maná: Campo Infinito de los mil cerezos”

La tierra desolada por la zona maná del oni cambia a un color purpura con energía eléctrica emanando de ella en una feroz explosión de pétalos de cerezos. En el medio, junto a Ichika sale un árbol del mismo color que su aura y alrededor le sobrevuelan los pétalos, potenciando todo su poder y girando en la hoja del Genkido.

El principio de las zonas maná se aplica en todo su esplendor cuando el Campo Infinito de los Mil Cerezo destruye al gran cañón del oni, reduciéndolo a la nada y llevando a Katón a ser debilitado. El mazo se desintegra. Las heridas producidas durante el combate por Ichika empieza abrirse y de estas salen dolorosos destellos eléctricos, quemándole la carne y reduciendo su movilidad hasta quedar casi arrodillado, preguntándose que sucede:

Katón: “E-Esto es imposible. Se supone…se supone que no te quedaba mucha energía…se supone que mi zona maná era más fuerte… ¡¿Cómo es posible que una maldita humana como tu pudiera hacer esto contra mi…un oni! ¡la cúspide de la fuerza!” — grita, enfurecido — “¡yo tengo una misión! ¡un propósito! ¡¿te crees la heroína de los seres humanos?! ¡solo eres un maldito saco de carne que respira!”

Ichika: “Yo…no soy ninguna heroína…” —aprieta el mango de la espada con mucha fuerza — “pero valoro la vida por sobre todas las cosas…nunca permitiré que basuras como tu las menosprecien…” —rápidamente mueve su espada hacia el frente, liberando un poderoso corte que va directo hacia el oni — “Kami no Senko”