Limit Breaker: Tokio Dungeon - 21
Días más tarde, la situación político y social en Nepal es crítica con protestas por todo el país y sobre todo escaladas de violencia en la capital, Katmandú, donde se le pide al gobierno que hagan algo contra los gurkas y su excesiva ejecución de opositores a su ideología. A esto, sumado el hecho de que el mismo presidente es reconocido ex gurka y actual simpatizante de las acciones, la población ya pobre no tolera tales hechos que no solo involucra a la violencia de este grupo, sino también a la corrupción y poco apoyo del extranjero por los conflictos que traen.
Desde la ineficacia del ejército, que como si fuera un gobierno paralelo al oficial actúa en favor de los intereses del pueblo un caso único en el mundo, en su intento de enfrentarlos hasta el rechazo internacional por las infames acciones de los Cuchillas Rojas. Esto lo sabe perfectamente Indira, quien hace caso omiso a la situación de su país y planifica cuidadosamente su próximo movimiento en su misterioso objetivo que abarca todo el sector sur de Asia:
Indira: “Capitán, quiero que me informe sobre las actividades de los campos de amapola, así como las de trigo, soja y la maderera” — ordena mientras se sienta en el escritorio adornado con pieles. Entre cuadernos, mapas y papeles sueltos encuentra un informe de hace días de parte de un subordinado — “oh, cierto. Es el informe de Arikhuo. Me había olvidado completamente de esto. ¿Huh?” — mira que ya está sellado — “¿Por qué está mi sello de aprobación siendo que es un informe de petición?”
Su expresión se vuelve iracunda, a punto de explotar con sangre en sus ojos e intensa sed de sangre. Lo que está en el informe no es mas que una petición de arrasar una población cerca a la sede gurka y que se habían resistido a formar parte de los centros de cultivo de algodón para la irracional, pero organizada secta y además proveía voluntariamente de suministros como arroz y pieles.
No solo el perder a tal centro económico hace enfurecer a Indira, sino lo que se produjo posteriormente y que queda plasmado en aquel informe que se encuentra frente a ella. Las preguntas no cesan ¿Por qué alguien sellaría algo así? ¿Quién fue? ¿Qué está ocurriendo aquí? Pero solo una incógnita resalta sobre todas, la única que tiene el poder por debajo de Indira para sellar ordenes es Ildra, su amante y persona de mayor confianza. Sin embargo, para aprobar las ordenes por mas pequeña o simple que fuera, debe pasar por Indira, siendo la de mayor poder y líder de la organización.
En lo que respecta al contenido del informe, masacrar a todo un pueblo es pecaminoso a los ojos de ella, mas que nada porque no hubo distinción de niños, mujeres, embarazadas o ancianos, grupos vulnerables que se ha dictaminado hace años que no deben ser tocados bajo ningún precepto. Este código ético y moral surge por orden de la misma Indira, quien, al haber sufrido tratos terribles y la perdida de sus seres queridos, hizo que optara por civilizar a los miembros de su organización y al mismo tiempo eliminar a la raíz más infecciosa.
Después de leer todo el informe, llama a su subordinado encargado de tal desobediencia al código creado por Indira, quien asume que ella se encuentra muy agradecida de tal exitosa misión, según su parámetro retorcido. La expresión con la que se encuentra a Indira es la de un feroz tiburón, enloquecido por destrozarle los huesos:
Arikhuo: “¿S-Señora? ¿le pasa algo?” — se intimida al verla tan feroz
Indira: “¿Tienes alguna idea de lo que hiciste?” — pregunta con voz áspera
Arikhuo: “Cumplí mi misión de forma eficaz” — responde inocentemente
Indira: “Dime ¿hace cuanto que eres miembro de la organización?”
Arikhuo: “C-Creo que 4 meses”
Indira: “Solo unos pocos meses”
Arikhuo: “Si, señora. Y sin dudas que siempre sirviéndole sin importar las consecuencias” — dice orgullosamente
Indira ve con desagrado el intento arduo del joven en demostrar que esta calificado y siempre dispuesto a ser leal, aunque tenga que masacrar a su propia familia. Esto casi la hace vomitar:
Indira: “Creo que malinterpretaste muchas cosas y una de ellas es el maldito código que cree para que imbéciles como tú no actúen como simios incivilizados como en antaño”
Arikhuo: “M-Me disculpo, pero no comprendo”
Indira: “¿La parte en que debería romperte los huesos por matar a inocentes o el hecho de que mis ordenes no fueron siquiera correspondidas?” — responde mientras libera una impresionante cantidad de maná contra el subordinado de apenas rango C+ — “déjame recordarte que esta organización ya no asesina inocentes a menos que sean un verdadero peligro para nosotros. En ese caso se dictamina el reclutamiento de los miembros más jóvenes. Niños, ancianos, embarazadas, ninguno de ellos debe ser blanco de nada. Viendo que eres un novato lo perdonaré”
Arikhuo: “Mis más sentidas disculpas y agradezco su comprensión”
Indira: “Vuelves a malinterpretar las cosas” — lo mira de nuevo con expresión sedienta de sangre
En el instante en que la atmosfera se torna fría y hostil, y la sombra de la muerte se cierne sobre el arrepentido y asustado subordinado, Indira se pone de pie y camina hacia la puerta, sobrepasando la figura del joven que solo se queda en su sitio sin poder hacer nada.
Una vez llega a la puerta, Indira no mira hacia atrás, pero advierte a pesar de todo:
Indira: “Aquel que hace oídos sordos y no da cuenta de su propia ignorancia tiende a sucumbir a la muerte sin que lo sepa. Una vez alguien me ha preguntado algo interesante. ¿Cuál es tu justicia? Nunca pude responder porque mis manos tienen mucha sangre por lo que pensar en una justicia es realmente imposible para mí. Solo puedo hablar de un castigo” — reconoce en tono arrepentido por las muertes que carga en sus hombros — “Eso es lo que mereces también por tu pecado…”
Mueve suavemente su mano hacia un lado y en un instante la cabeza de Arikhuo se desprende del cuello, y cae al suelo. Sin la cabeza, el cuello expulsa varios chorros de sangre hasta que después de varios segundos se desploma muy fuerte.
La misteriosa magia de Indira es lo suficientemente peligrosa como para actuar sin que nadie lo sepa ni cuando se tiene la guardia alta.
Luego de la cruel muerte del joven, abre la puerta y llama a otro de sus subordinados:
Indira: “Trae a 4 compañeros tuyos y quiero que saquen el cuerpo de mi oficina y quiero que la limpie sin dejar un solo rastro de su porquería. Además, necesito que le digan a Ildra que venga hasta aquí. Tengo que hablar con ella” — ordena indiferente de que ha asesinado a un subordinado
Indira no encuentra palabras para lo que para ella es traición a su persona y el código que tan rigurosamente hace cumplir a los suyos. El que Ildra sea capaz de ir contra todo eso es mas que suficiente como para dudar de cualquiera.
Pensamientos horrendos contra la lealtad hacen temblar la imparable actitud de hierre con la que dirige a la organización. Inclusive muchos ya han empezado a divulgar ciertos rumores en el que Ildra es quien dirige el lugar por sobre Indira.
La líder de los gurkas regresa a la oficina después de que una cuadrilla se deshiciera del cuerpo y limpiase el sitio. A ella le da igual lo que los demás vea y piensen de ella sobre su forma de aplicar castigo, pero sin duda que odia la suciedad y peor que venga de otra persona. Su insistencia con la limpieza a veces ocasiona molestia entre los subordinados quienes se quejan en silencio, pero el respeto muchas veces es suficiente como para acallar rumores o malestar.
Ildra abre la puerta y entra a la oficina con aires de grandeza que solo se equipara con su inusual belleza nepalesa. Allí se encuentra con la indiferente actitud de Indira, pero más molesta de lo usual:
Ildra: “¿Me mandaste a llamar?”
Indira: “Ildra. Es bueno saber que al menos respondes a mis órdenes”
Ildra: “No entiendo”
Indira: “Hablo de esto” — arroja hacia ella los documentos con el informe del fallecido gurka
Ildra: “Informe de Arikhuo. Con que al final pudo hacerlo” — murmura mientras lee cada hoja en el informe
Indira: “Quiero que seas honesto, Ildra. Y mas te vale que sea toda la verdad”
Ildra se acerca y toma asiento en una de las sillas de madera, ubicada junto al escritorio. Deja con cuidado el informe sobre la mesa y mira a Indira a los ojos:
Ildra: “Esto es inusual. Verte tan enojada”
Indira: “Ildra, más te vale que me expliques porque mierda ordenaste la masacre en esa aldea”
Ildra: “¿Qué puedo decir? Ordenes necesarias para mantener la seguridad y el poder de nuestra organización” — se acerca hacia atrás de Indira y la abraza — “imagino que debes estar molesta, pero comprende que todo lo que hago es por tu bien” — besa el cuello de Indira
Indira: “Apártate” —la empuja levemente
Ildra: “Que actitud” — dice con sarcasmo
Al ver como ha afectado el resultado de tal monstruosa orden a Indira, comienza a preocuparse por como cambie la relación en un futuro y su propia posición si la líder se ve débil. Porque al final todo resulta en un plan que ha hilado durante años desde que ambas se unieron a la organización de manera voluntaria a pesar de que tuvieron diferentes recorridos e inicios. Ildra como un rango D+ pero de increíble inteligencia y capacidad para influir en los demás e Indira, rango S+ con la crueldad y talento para los negocios y para infundir miedo profundo tanto en sus aliados como en sus enemigos:
Ildra: “Esta es la primera vez que la veo tan molesta. Supongo que mi orden ha ido demasiado lejos. Tendré suerte si solo permanece enojada durante meses” — piensa mientras mantiene una expresión muy común en ella, sonriente y seductora, pero por dentro se encuentra molesta ante el fracaso de que se haya filtrado pruebas incriminatorias
Indira: “Entonces ¿Qué crees que pase ahora?”
Ildra: “No lo sé, eres la líder y yo una simple subordinada”
Indira: “Subordinada que se sublevó”
Ildra: “Puedes tomarlo como que cumplo con la voluntad de la organización. Vamos Indira, sabes que era necesario. Esa gente ha incumplido muchas veces con las entregas de suministro y el no haber tenido carne y arroz durante la reunión con esos empresarios fue totalmente bochornoso” — critica — “además eres tú la que ordena masacrar pueblos que se resisten a ser anexionados. ¿Sabes? De alguna manera eres algo hipócrita. Te conozco desde hace mucho tiempo, y se cuando necesitas que alguien te regañe” — agrega
Ildra toca una fibra muy sensible en Indira, quien expulsa una siniestra y fría aura asesina mientras que invoca cuchillas de acero, sostenidas por sangre coagulada, una técnica muy usada por ella y que combina la magia de acero y sangre, ambas muy contradictorias y dispares pero perfeccionadas en su fusión. Estas cuchillas rodean a Ildra, apoyando la punta filosa de estas en cada superficie de la piel con intensiones de destrozarla sin piedad:
Indira: “¿Entiendes lo que dices o tengo que mostrártelo por intermedio del dolor?”
Ildra: “M-Me disculpo” — dice mientras intenta no moverse o su cuello sería degollado por el simple roce
Indira: “Mis ordenes siempre han sido que no habrá lugar para matar gente inocente, Ni niños, ni ancianos, enfermos o embarazadas. Siempre he seguido ese código y siempre he ordenado a los demás que lo sigan. Además, el que seamos compañeras en la cama y amigas de toda la vida no te da el derecho de actuar de manera altanera. Sigo siendo tu líder y si no te gusta puedes irte cuando gustes, en el nombre de nuestra amistad” — amenaza
Ildra: “¡Tsk!” — se muestra molesta frente a Indira
Indira: “¿Entendido?”
Ildra: “S-Si, perdóname”
Indira: “Vete. No quiero que algo así ocurra de nuevo”
Ildra sale de la oficina con la cabeza agachada y avergonzada, o al menos eso es lo que ella pretende mostrar frente a Indira porque en cuanto cierra la puerta y camina a través de los pasillos de piedra, vigilados por gurkas que patrullan, una sonrisa se dibuja en su rostro, impaciente y deseosa de más.
Mientras tanto, Indira observa a través de la ventana en la oficina como el sol de oculta lentamente y espera a su cena que por lo general consiste en pollo, queso y verduras, acompañados por una copa de vino.
La sensación que la discusión le ha dejado es inquietante y no deja de pensar en que algo sucede no solo con Indira sino con los movimientos en el extranjero y es que desde hace pocos días ha recibido información de que varios centros de inteligencia asiáticos posaron su atención sobre la organización y en particular el Mossa, la mayor agencia de inteligencia en el mundo y desde que comenzó a implementar a cazadores como agentes especiales, también se ha especializado en asesinatos y recuperación de pruebas para juicios internacionales:
Indira: “Ildra y esa orden. Los agentes del Mossad. Kamal. ¿Por qué no simplemente se quedan callados y aceptan que no podrán conmigo?” — piensa molesta — “Aunque ese bastardo estuviera en los calabozos no para de suplicar por su esposa. Dios santo, no dejan de darme problemas. Maldita Ildra y su fanatismo por el sadomasoquismo”
Comments for chapter "21"
QUE TE PARECIÓ?