Limit Breaker: Tokio Dungeon - 24
Unas horas más tarde en los fríos, oscuros y silenciosos calabozos del castillo.
El complejo destinado exclusivamente para criminales, traidores y toda clase de personas que son consideradas como un peligro para la organización, esperan tras las rejas para su ejecución, sin juicio ni alguna manera para defenderse, solo esperar a la inminente muerte por parte de un ejecutor.
Allí se encuentra un viejo miembro de los Cuchillas Rojas y considerado actualmente como un traidor, Kamal, cubierto de heridas y moretones como golpes, cortadas, quemaduras entre otras. Es aún más atroz con la luz iluminando su cuerpo, pero en plena oscuridad ni él se percata del daño que le han causado, siquiera el peor de todos para él, el arrebatamiento de su miembro viril por parte de la sádica Ildra y sin que Indira se haya enterado, usando una cuchilla a temperatura infernal.
La voz de Kamal se encuentra apagada por los alaridos de dolor de cuando ocurrió la tragedia en medio de las torturas incesantes.
De repente se escuchan sonidos de pasos que lentamente descienden a través de las escaleras de piedras que conectan al subsuelo con el sector de los calabozos y donde apenas hay guardias vigilando. Cada tanto baja alguien para darles de comer y arrojar agua que hiela hasta los huesos para asearlos.
Indira se acerca hacia donde se encuentra Kamal, cubriéndose la nariz por el hedor nauseabundo de algunos cadáveres en otras jaulas, orina, mierda y la suciedad de los pocos presos que queda:
Kamal: “N… me esperaba…tener su visita” — levanta un poco su rostro, revelando cortes y la nariz rota
Indira: “No vengo aquí para hacer sociales, menos con alguien como tú, traidor. Tan solo mírate el estado en que te encuentras y todo por las estúpidas decisiones que tomas” — regaña enfurecida
Kamal: “¿Y…Bien?” — pregunta, adolorido con sus pulmones lastimados
Indira: “Necesito que confirmes algo para mí. No es muy difícil y estoy segura que para alguien con tus limitadas capacidades será sencillo”
Kamal: “¿Qué…es?”
Indira: “Quiero que me digas porque no regresaste y que estuviste haciendo estos casi 3 meses en Japón”
Kamal sonríe, sabiendo hacia dónde va el interrogatorio:
Kamal: “Al grano… ¿eh? Pero…no puedo hacer tal cosa. Haré lo que quieras, pero nunca seré un soplón”
Lejos de molestarse, Indira saca de su bolsillo la foto con la esposa de Kamal, desnuda y cubierta de barro y encadenada a un poste de madera en medio del centro de entrenamiento, donde los gurkas más feroces entrenan para matar, siendo parte de la unidad más agresiva y aislada de la organización:
Indira: “¿Eso es todo lo que vale tu esposa? No me sorprende para nada. Los gurkas son un montón de insensatos que no valoran su vida, pero piensan en su propio placer. Veamos si me lo dices ahora” — abre la jaula y refriega la foto sobre el rostro del nepalés
Kamal: “¡No, por favor, no le hagan daño!” — se desespera al ver a su esposa en tal condición. Agita sus brazos y retuerce su cuerpo para liberarse
Indira: “¡Entonces dime Kamal! ¡¿Dónde mierda estuviste y con quién?!”
Kamal: “Y-Yo…”
Indira: “Es en vano que intentes hacer algo que no sea agitar tus brazos. Esas cadenas que te atan a la pared están hechas con material antimaná. Un artículo que conseguimos en el mercado negro mágico mundial. Tengo que decir que ese grupo terrorista es muy eficiente a la hora de comerciar ciertos productos prohibidos. No recuerdo bien su nombre, creo que era algo así como Alaizter Cruise. Son un montón de retorcido, pero sus artículos de lo más raro y efectivo. Creen que el mundo estaba bien sin cazadores y que las mazmorras surgieron con el despertar de la humanidad, como si fuera nuestra culpa, jajaja, vaya tontos. Pero eso no viene al caso”
Kamal: “Si, es verdad…no viene al caso…se supone que ibas a cambiarlo todo…pero…no eres diferente a los anteriores imbéciles…eres peor”
Indira: “No estás en posición de seguir diciendo esas estupideces. Pero te aclararé algo, yo quiero lo mejor para mi gente, pero ellos no saben lo que es mejor para ellos. Quizás lo entiendas más adelante”
Se acerca a un banco de madera que se encuentra a un lado y con su mano desnuda quita la sangre y suciedad. Poco importándole lo que haya. Se acomoda la larga falda que lleva puesta y se sienta muy cerca de él, impidiéndole mover las piernas y pisando la sangre que derramo el miembro de Kamal cuando fue extirpado:
Indira: “Si quieres puedo traer varios artículos más especializados en tortura porque si no me dices lo que necesito saber, voy a no solo torturarte hasta la muerte, sino que tu esposa se reunirá contigo”
Kamal: “¡No!” — se resiste entre lagrimas
Indira: “¡Vamos, solo dime! ¿no ves que lloras como una niña?”
Kamal: “N-No puedo…yo…”
Indira: “¡¿Qué vas a priorizar?! ¡¿un grupo de desconocidos o a tu esposa?! ¡elige! ¡abandona ese estúpido honor que tienes!”
Kamal: “Yo…no podría traicionarlos…no podría…no podría…”
Indira: “Ohoo, entonces hablamos de un grupo aliado. Es bueno saber que no tuve que mancharme las manos para conseguir algo de información. Seria realmente desafortunado tener que ir a platicar con Sryza con la mente intranquila. Es una gran chica ¿sabes? Por eso ya no tengo dudas a la hora de proteger a los míos, pero con los traidores…eso es otra cosa diferente” — toma a Kamal del cabello y le levanta el rostro de manera violenta
Kamal: “E-Eres una sádica”
Indira: “Te equivocas. Este es el mundo real. El crudo y bestial mundo real”
Kamal: “James…comprendí porque haces todo esto…”
Indira: “Para aclarar las cosas, yo no soy quien ordenó las cosas que has visto en algunas de tus misiones y aunque fuera el caso mi prioridad son los números más bajos de daño colateral de inocentes. Aunque a veces lo que deseamos jamás se hacen realidad. Ni las metas ni los deseos”
Kamal: “¿Qué cosas…tan incoherentes…dices?”
Indira: “Creo que necesitarás un poco más de tiempo en este agujero. Buena suerte aguantando la locura” — dice decepcionada y camina hacia la salida
Después de ver la condición de Kamal, Indira llega a la conclusión de que ya no le sirve para la organización y en los próximos días tiene que desaparecerlo a él y a su esposa para continuar con los planes de mantener al actual gobierno como centro de poder en el país.
Indira toma la reja y cuando la cierra escucha los balbuceos de Kamal:
Kamal: “E-Espera un segundo…Indira” — dice, mientras su boca derrama sangre
Indira: “¿Huh?” — se voltea y lo mira, asqueada por tan deprimente condición
Kamal: “Ahora quizás te sientas poderosa y libre de hacer lo que te plazca, pero eso…no es más que una fantasía ¿sabes?”
Indira: “Explícate” — se intriga por tales palabras que no parecen las de alguien que se volvió loco
Kamal: “Tú sabes a que me refiero…” — sonríe
Indira: “¿Sabes? Tienes demasiadas agallas para ser alguien que está muy herido y con desesperación por saber si su esposa está con vida y pudriéndose debajo de la tierra”
Kamal: “Digas lo que digas…no terminaras bien…”
Indira: “¿Qué es lo que te hace creer que ocurrirá? ¿no ves la situación en la que te encuentras?”
Kamal: “No…ha…” — escupe sangre a un lado — “no hablo de mi…maldición me duele…” — se queja — “piensas que me encuentro solo y que nadie puede detenerte y eso es verdad…pero en tu imaginación…”
Indira: “Estas molestándome. Detente o te decapitaré”
Kamal: “Hay alguien que no dejará las cosas, así como así. Estoy muy seguro que no se quedará quieta. De alguna manera…agghhh…se cómo actúan las personas como ella porque es así como mi amada esposa actúa”
Indira: “Por más que lo amenace continúa hablando de ese alguien. Me intriga demasiado” — piensa
Kamal vuelve a sonreír a pesar de sentir dolor en todo cuerpo. Intenta no moverse para evitar las puntadas en los órganos y músculos debido a las graves heridas internas sufridas por las torturas. Su mirada se torna roja a pesar de encontrarse en un lugar apenas iluminado por antorchas una separada de la otra cada 2 metros. Si no fuera por su entrenamiento como gurka, habría muerto por el frio intenso en Mera Peak.
Al verla tan intrigada, Kamal continúa:
Kamal: “Veo que capté tu atención”
Indira: “Si, posiblemente. ¿De quién hablas tan orgullosamente?”
Kamal: “Posiblemente de la única persona que estaría dispuesta a venir hasta este infierno y plantarte cara”
Indira: “¡Ja! No me hagas reír. Nekomina respeto su jurisdicción, es imposible que venga hasta aquí sin una más que buena razón o en todo caso, una provocación”
Kamal: “En eso te equivocas. ¿Qué intervenga la líder de los yakuza? Por favor no digas estupideces…aaagghhh…nunca mencioné a Nekomina. De quien hablo es alguien más joven. A decir verdad, la primera vez no me pareció la gran cosa hasta que presencié esa feroz batalla donde mostró su verdadero potencial. Santo cielo que me cague hasta las patas con solo estar a pocos metros de ella. ¿Rango S+? ¿Qué importa? Esa chica se encuentra en un nivel completamente diferente y tu no podrías ni acercártele”
Indira: “¿Estás seguro?” — acerca sus cuchillas en todas las direcciones sobre el cuerpo desnudo de Kamal para poder amenazarlo y disminuir su espíritu de lucha, pero lo que nota en los ojos del gurka no es temor sino confianza en esa persona— “veo que no es broma. Lo tendré en cuenta…” — se retira algo frustrada del lugar y muerte sus uñas — “no es la primera vez que escucho algo así sobre una bastarda que posiblemente este al nivel de los altos rango” — piensa y maldice mientras sube las escaleras
En silencio, Kamal siente satisfacción por haberla inquietado, en venganza por todo lo que ha sufrido su esposa y lo que está sufriendo él en consecuencia por los abusos de los ejecutivos de mayor rango en la organización. Dentro de su momento de agonía, Kamal piensa en Yujin, Kyubo e Ichika, quienes, a pesar de haber sido en un primer momento enemigos, finalmente pudo conseguir el perdón y considerarlos como amigos, pero al mismo tiempo no deja de pensar en la vida de su esposa que arruino por su torpe acción.
De cualquier manera y a pesar de arrepentirse de lo que hizo, se siente bien por causar un mínimo de caos a la organización y jugar con la mente ya estresada y confundida de Indira:
Kamal: “Haaa…eso no salió como esperaba, pero al menos la pondrá en alerta. Solo espero que me perdonen por haberlos puesto en peligro. No puedo hacerlo solo. Dios, soy una pésima persona” — se lamenta entre lágrimas y con sus puños cerrados, sentado en tal incómoda posición sobre el mojado suelo con orina — “con que estas son las famosas cadenas anti magia. Para haberlas conseguido en el mercado negro de artefactos mágicos tuvieron que haber gastado una enorme cantidad de dólares” — lanza una breve carcajada — “¿Cuántas vidas arruinaste para conseguir el dinero?”
***PARTE II***
Unas horas más tarde en el salón de las armas dentro del castillo en Mera Peak, Indira se reúne con un grupo de cuatro gurkas muy famosos dentro de la organización ya que conforman la mayor fuerza de elite. Respetados, temidos y siempre requeridos para misiones de extremo cuidado, así como de vital importancia.
Entre otras misiones, son enviados a zonas complicadas para cumplir diversas funciones como asesinato, secuestro, usurpación de mazmorras en otros países que, según los tratados internacionales, está prohibido dichas acciones e inclusive desestabilización de gobiernos dictatoriales o de factos, según crea conveniente la líder y la billetera del interesado en cuestión.
Indira: “Se que estaban en una misión importante con el gobierno en el asunto de los traidores, pero hay algo más urgente y espero que lo entiendan”
Gurung: “No se preocupe mi señora, confiamos en que sus razones son lo suficientemente validas como para convocarnos” — dice solemnemente el líder del grupo y quien más respeta a Indira
Thairi: “Concuerdo con mi compañero. No es necesario que nos explique, solo díganos a quien tenemos que cazar o que misión cumplir y con gusto lo haremos” — añade la esposa de Gurung
Indira: “Siempre tan predispuestos” — sonríe — “en lo personal detesto a los gurkas pero por alguna razón siento que puedo confiar en estos 4 jóvenes cazadores y asesinos para lo que sea. A pesar de que esa bastarda sea fuerte, quien quiera que sea, no será capaz de hacer algo si no está entrenada y en el caso de mi mayor fuerza de elite, será muy sencillo”
Calamoir: “Da igual la misión, solo denos los nombres para salpicar con su sangre el suelo” — lame la hoja de su cuchilla mientras yace sentado sobre unas cajas
Thairi: “Calamoir, guarda un poco más de respeto frente a la líder”
A pesar de ser la mayor elite de los gurkas, es bien sabido que los Leopardos de Mera Peak no son un grupo muy unido que digamos, siendo la mayor razón de las disputas el hecho de quien se llevará el crédito por éxito en la misión o cantidad de asesinatos. Las disputas suelen alcanzar incidentes donde inocentes son asesinados como parte del daño colateral.
Siempre que ocurren estos hechos, Indira acaba castigándolos al enviarlos hacia lugares lejanos para cumplir tareas que llevarían meses solo para que a los pocos días regresen con éxito. Se podría considerar como una pequeña fuerza militar que arrasaría pequeños y débiles países:
Thairi: “¿No vas a decir nada?” — mira a la sombra de un imponente hombre de al menos 2 metros de altura
Jarsin: “Déjalo ser Thairi. La motivación es bienvenida si trae consigo algo por lo que arriesgarse ¿cierto Indira?”
Indira: “Sabes el lenguaje de la económica Jarsin, no por algo fui yo misma a la universidad de Katmandú por tus habilitades como el mejor de tu clase”
Jarsin: “Querrás decir donde me derrotaste en una pelea singular” — la mira feroz
Indira: “Eran las condiciones que estableciste. Deja de llorar y pónganse en marcha” — responde con una mirada igual de intimidante
La atmosfera se envuelve en una peligrosa tensión donde cualquier cosa, el aleteo de una mosca, la caída de una hoja al suelo o el simple suspira podría derivar en una peligrosa pelea por orgullo. Sin embargo, Indira se da media vuelta y priorizar mantener la calma con tal peligroso grupo que mantiene sus propias convicciones e ideales por eso ella los mantiene todo el tiempo fuera del castillo:
Indira: “Solo mantengan la seguridad y no permitan que nadie penetre en el castillo. Recibirán identificaciones que demuestren que son de la seguridad y tienen amplias funciones. Además, serán los rangos más altos. Podrían considerarse como ejecutivos” — les dice — “espero que no piensen que son más importantes solo porque los ascendí para esta misión. Al final siguen siendo unos revoltosos, de los más confiables, pero al final veré cual es la verdadera lealtad” — piensa mientras se aleja de ellos rumbo a la oficina para conversar con Sryza
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