LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 05
Estando en su forma humana entró al cubil, Jeremy recogió a sus tres cachorros, repentinamente su vestimenta formó un bolsillo similar al de un canguro y lo uso para transportarlos dentro. Luego activo nuevamente el sigilo de [Hijo de la sombra], para moverse sin preocupaciones de ser visto y aun así tuvo cuidado de no toparse con nada peligroso. Jeremy vagó por el bosque siguiendo el camino de aquel mago que asesinó, como tenía su carne en su cuerpo, logró pasar la barrera ilusoria que el otro mago puso y lo hizo sin ser detectado. Llegado al campamento buscó la ubicación de los otros siete trúhanes, dos estaban bebiendo licor en una tienda, dos se encontraban violando a las mujeres que tenían cautivas, uno daba alimentos a las chicas que venderían y los últimos dos esperaban por un compañero que no regresaría.
Jeremy llegó por la espalda del que daba de comer a las prisioneras, estaba retirándose frustrado por no poder usarlas y renegaba por la renuencia de ambas a no complacerlo. Jeremy lo embistió de improvisto arrinconándolo contra la pared, tapándole la boca con su mano izquierda, usó [Fauces letales] con la derecha, transformándola en la cabeza del puma le destrozó la garganta y al terminar de matarlo le apareció la opción para consumirlo. Él pensó en dejarlo para más tarde, así que escondió el cuerpo tras unos barriles de agua, ahora la prioridad era poner en resguardo a sus crías y encargarse del resto de bandidos.
Jeremy entró en sigilo a la carpa donde estaban cautivas la aldeana, la peleadora novata y la maga novata, las encontró vistiendo telas de costales y estaban sucias por su periodo de cautiverio. De las tres pensó en la aldeana para confiarle lo más importante que tenía y se hizo visible ante esa muchacha casi matándola del susto. Tuvo que hacerle una señal de que guarde silencio, lentamente fue quitándole la mordaza y le tapó la boca con la mano para que no hablara.
—Voy a retirar mi mano, no voy a hacerte nada así que no grites por favor. —Le dijo el muchacho intentando parecer apacible, la aldeana le afirmó asintiendo con nerviosismo y él le cortó las amarras que sujetaban sus brazos y piernas a la pared.
—T-Tu eres el otro aldeano… ¿Qué esta…? —La chica estaba confundida sobándose los moretones que tenía por las amarras, pero calló al ver a Jeremy separar la bolsa que se creó en su vestimenta.
—Hablaremos más tarde, por ahora quédate segura aquí y cuida de estos pequeños… No hagas nada más que esperar mi regreso. Voy a ver cómo me encargo de esos bastardos ¿Entiendes? —Le dijo mirándola con seriedad, ella lo miró desconcertada mientras recibía la bolsa con los cachorros y se quedó sentada en el suelo sosteniéndolos sobre sus piernas.
Las dos aventureras que estaban amordazadas parecían querer decir algo, soltaban constantes quejidos insistentes, así que Jeremy les dijo que guarden silencio o arruinarían todo.
«No confió en esas dos para liberarlas, pueden intentar una tontería… Especialmente esa peleadora novata. Ellas están acostumbradas a matar monstruos ¿Quién sabe qué harían si les confiara mis crías?», pensaba Jeremy viendo con sospecha a la peleadora novata, procedió a retirarse dejando las cosas como estaban y aunque esas aventureras insistían a la aldeana para que las liberara, esta no lo hizo.
Al salir de la carpa continúo por ese par de violadores, usó sus propias espadas para decapitarlos de un golpe, él nunca había usado un arma como esta y solo la blandió como un bate de béisbol. Ni él mismo se creía la fuerza que ahora poseía, fue un solo tajo para cada uno y sus cabezas rodaron por debajo de sus pies. Por ultimo separó los cuerpos inertes de sus víctimas, las chicas solo se aferraron a una esquina llorando y temblando del susto, esto creó un fuerte sentimiento de lastima en Jeremy. Antes de irse recogió una de las espadas de esos tipos.
Después siguió con los guardias de la entrada, [Hijo de la sombra] es una habilidad perfecta para estas situaciones, a pesar de que tenían un nivel alto, era obvio que un golpe fatal los fulminaría rápidamente. Jeremy transformó sus brazos en cabezas de puma para arrancarles las gargantas de una mordida, ahora matar se había vuelto algo más fácil, él estaba sorprendido por su falta de remordimiento… Pero bueno, al final de cuentas, eran ellos o él y Jeremy no pensaba morir a manos tales escorias.
Ya estando más confiado, fue por el bandido de mayor nivel y su acompañante de bebida, el segundo resultó ser quien le puso el aro de esclavitud. Este tipo ni siquiera supo que le pasó, cuando su propia maza de púas le aplastó el cráneo y así se quedó uno a uno con el más fuerte de este grupo de bandidos.
—¿De dónde saliste, hijo de puta? ¡A sus posiciones! — Exclamó a todo pulmón sin recibir respuesta.
—Están muertos, para ti tengo otra cosa en mente. Vamos, levanta tu espada y pelea. Te daré esa oportunidad. —Le dijo con un tono que no revelara nerviosismo y sujetó la espada que tomó antes.
«Me siento como el rey del mundo, estas habilidades son sorprendentes, pero necesito probarlas en un combate real. No solo puedo vivir atacando por la espalda»
Este bandido pertenecía a la clase «Espadachín» y su nivel era 30, usaba como arma una cimitarra y maniobraba bien mostrando su destreza.
«Reforzamiento de fuego Nivel 8, detectado»
«Mejora de golpe critico Nivel 12, detectado»
«Aura llameante Nivel 8, detectado»
«Pies ligeros Nivel 12, detectado».
«Mierda acaba de *buffearse, si recuerdo bien en los juegos de Fabián, esto de [Aura llameante], me quemará si ataco cuerpo a cuerpo. El mago que consumí me servirá», Jeremy buscó en su mente el recuerdo de uno de los hechizos que ese mago usaba.
*Buff: Tipos de habilidades que mejoran los atributos básicos.
Jeremy retrocedió un poco, gritó a toda voz [Saeta Elemental], al instante se formó una estaca de tierra a su lado y comenzó a dar vueltas, pero no se alejaba de su costado. El líder de los bandidos lo vio como una tontería, atacó sin dudarlo con su cimitarra que se prendió en llamas, tal efecto le agregó más rango a su ataque y aunque Jeremy lo bloqueó con la espada que tenía, era obvio el resultado al tener nula experiencia en un combate real y terminó por sentir las llamas quemando su brazo derecho. Aquel bandido era experimentado en combate, al notar que su oponente estaba desestabilizado, sacó una daga de su cinturón y la dirigió hacia el ojo izquierdo de Jeremy. Pero entonces un escudo celeste bloqueó el ataque y se rompió repeliendo la puñalada, ese era el [Escudo de Mana], aquel impacto hizo retroceder al bandido.
El muchacho lo embistió con su hombro, le dio un cabezazo en la quijada y lo mandó fuera de la carpa. Teniendo distancia del muchacho, el truhan sacó de su pecho pequeñas dagas plateadas, lanzó tres que sorprendieron a Jeremy e iban dirigidas a su cuello, pero solo terminó con dos clavadas en su hombro, la herida era pequeña gracias a su vestimenta de cuero y huesos. Usando la saeta de tierra que giraba a su lado, la tiró hacia los pies del bandido, esto rompió el terreno al impacto contra el suelo, soltando esquilas pequeñas de tierra que se le clavaron al bandido en los talones y piernas.
Fue entonces que Jeremy aprovechó el haberlo herido, usó [Zarpa Umbría] sorprendiendo a su contrincante y cuando sus manos se trasformaron en garras, de un salto largo le llegó a arañar el pecho dejándole cierta materia negra en la herida. Tanto los pies y manos del muchacho eran ahora garras, se puso en la postura de un felino al ataque y rodeó al bandido dándole ataques consecutivos de [Zarpa Umbría]. Este truhan se puso a la defensiva desesperado por no comprender que sucedía, llegado a las cinco acumulaciones, un calambre recorrió el cuerpo y cayó de rodillas ante Jeremy, fue entonces que formó otra saeta de tierra y le perforó la clavícula con esta.
El cuerpo del muchacho volvió a su forma humana, usó [Atadura Sombría] para inmovilizarlo y lentamente el mana de su presa era robado para regenerar el suyo. Ciertamente, aunque la experiencia es algo de suma importancia, quedar atemorizado por algo que no se entiende lograría desmoronar la moral de alguien no entrenado ante ello. Jeremy tenía heridas pequeñas por la pelea, al verlas más de cerca notó que estas comenzaban a cerrarse despacio y jadeando caminó hacia el bandido.
—E-Eres un monstruo… A-Aléjate de mí, asqueroso… ¡Ayuda por favor! —Gritaba desesperadamente el bandido, pero por todo su campamento solo se encontraban los cuerpos de sus lacayos.
—Cállate de una vez, no quiero escuchar tus gritos. La única razón por la estas vivo es para darme información, así que hasta pronto… —Jeremy lo golpeó con fuerza en la cara hasta noquearlo. Tras desaparecer [Atadura Sombría] buscó todas las armas de ese sujeto, se las quitó y lo amarró amordazado a un árbol.
Jeremy caminaba en círculos dentro de una carpa, tenía una expresión rara entre renuencia a hacer algo que no quería y asco, delante de él estaban los cuerpos de esos tipos que violaban a las aldeanas. Esas dos chicas estaban gimoteando asustadas, el confinamiento y el trauma las había roto profundamente, él solo se llevó los cadáveres para que no vieran lo que haría. Nuevamente esos tentáculos con cabezas de puma salieron de su espalda, los usó para tragarse los cuerpos de esos bandidos y recorrió todo el campamente haciendo lo mismo. Los cuerpos solo dejaban esos extraños cristales vítreos, al usar [Analiza] se le mostró el nombre de [Fragmento de vitalidad humana], así que también los guardó por si acaso. Terminando con casi todos los cadáveres, fue por aquel que escondió tras los barriles de agua y lo arrastró consigo cuando se presentó ante las chicas cautivas.
—Re-Regresaste, yo he cuidado de estos cachorros como me dijiste, aún están dormidos ¿Puedo irme ahora? —Le dijo esa aldeana mostrándole la bolsa con sus pequeños, ella lo vio arrastrando el cadáver del tipo que las alimentaba y Jeremy lo tiró delante de las prisioneras.
—Te doy las gracias, pero aún no confió en ti, es lo mismo con esas dos aventureras —arrodillándose cerca del cadáver—. Voy a mostrarles algo y decidiré que hacer con ustedes, solo quédense ahí y observen. —Jeremy comenzó a sacar seis tentáculos con cabezas felinas de su espalda, estos devoraron ese cuerpo ante la mirada incrédula de las chicas y sin previo aviso algo diferente sucedió.
* Requisitos completados, ascenso a la raza demonio permitido… Iniciando renacimiento.
* Hegemonía genética, subió a nivel 1
La vestimenta de Jeremy se expandió cubriéndolo por completo, fue formando una especie de capullo carnoso color morado y palpitaba aumentando su velocidad conforme pasaba el tiempo. Dentro lo último que el muchacho percibió fue una gran sombra cubrirle, era tan oscuro, pero al mismo tiempo se sentía relajado, de alguna manera le generó un sentimiento de estar protegido y cerró sus ojos para dejarse llevar. Dentro de esa oscuridad sintió como que algo atravesaba su cuerpo, comenzaba a entrar por cada perforación que le hacía y lo sentía inyectar un líquido bajo su piel, era un sentimiento desagradable, pero tras unos minutos se acostumbró a ello.
Perdio la visión por unos minutos, sintiendo su boca, nariz y oídos arder, tenía la garganta tan seca que prácticamente rogaba por agua. Entonces sucedió lo peor de todo, le dolía tanto la cabeza cerca de la frente, era un dolor agudo como si algo explotara de ahí, sintió su piel romperse y algo crecer en su cabeza.
El tiempo pasaba en ese estado, repentinamente tuvo la necesidad de pararse y lo hizo como saliendo de entre las mantas de una cama. Una mano rompió la membrana carnosa desde el interior, iba abriéndose paso hacia afuera donde lo primero que vio fue lo radiante de las antorchas que iluminaban esa cueva.
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