LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 07
Axel había despertado estirando su cuerpo, estaba revisándose minuciosamente frente a un escudo que lo reflejaba, comenzó con sus músculos, el cabello rojo que ahora tenía, sus ojos de reptil y tocaba sus cuernos para saber si le dolían. Salió fuera de la carpa donde pasó la noche, fue sorprendido por algo que le dejó un nudo en la garganta, eso fue ver el hermoso amanecer en este bosque, pues a esta hora los rayos del sol dejaban un sentimiento de calma y era la primera vez que lo miraba pues antes estaba encerrado.
—Un nuevo día en este mundo extraño… Ciertamente la vista es mejor que la de mi habitación, es la primera vez que puedo levantarme sin preocuparme de molestar a mi familia… Uhm… Ahora que lo pienso ¿Que estarán haciendo mis amigos? ¿Y mis padres? —Decía Axel para sí mismo mientras respiraba profundamente, pensar en los amigos que dejó atrás lo entristeció, al recordar a sus padres lo hizo con algo de desagrado y era obvio la falta de afecto que les tenia.
Durante la noche, dejó a esas aventureras descansar en otras carpas vacías tras limpiarlas, aunque era imposible que estuvieran tranquilas sabiendo la situación en la que estaban, al menos bajo el efecto de los aros de esclavitud demoniaca, él puede estar seguro de que no harán una tontería. Axel no piensa lastimarlas de ninguna forma, que ellas crean que lo hará es algo muy diferente, pero bueno, es mejor que supongan lo peor y se queden tranquilas por ello.
Esa mañana se dedicó a probar su nuevo cuerpo, ciertamente ayer notó la gran diferencia con su cuerpo humano, él supone que, al consumir a ese puma de las tinieblas, fue cuando comenzaron los cambios. Axel no quería cortar un árbol solo para probar su fuerza, así que se decidió por levantar la roca más pesada que veía en sus cercanías, encontró una que medía 2 metros en la superficie, logró cargarla y ver que era de poco más 3 metros en total. Uso toda su fuerza para ello, lo logró haciendo mucho esfuerzo y al apretarla terminó partiéndola… Ahí se dio cuenta de que debía tener cuidado, sino controla su fuerza terminara rompiendo cosas de uso diario y eso sería una molestia para la convivencia. En cuanto a su velocidad, sin el usó de habilidades siquiera se mueve tres veces más rápido que antes, lanzó un plato hacia arriba para que le cayera y reaccionó a para tomarlo justo antes de que se rompa.
«Increíble, me siento tan liviano y fuerte… Podría hacer cualquier cosa», pensó mientras hacía poses geniales de un anime que le enseñó Ernesto.
—¿Qué tanto aumentara mi fuerza y velocidad usando habilidades? No, incluso podría tener algún tipo de espíritu que me acompañe… Un stand como los jo… —Decía Axel mientras se inclinaba hacia atrás señalando con el dedo hacia adelante, pero un ruido hizo que su corazón se detuviera y se trataban aplausos que venían detrás de él.
—Es increíble, Señor Axel ¿Si me vuelvo un demonio haré lo mismo? —Dina estaba sorprendida pues lo vio desde que cargo la piedra, algo avergonzado le agradeció por ello y no la miró por lo roja que estaba su cara.
—Ejem… Si, supongo… Cuando eso pase aprenderemos como usar nuestros cuerpos… Ahora si me disculpas… —Axel caminó algo rígido a su carpa.
«¡Joder que verguenzaaaaa! No quería que me viera haciendo algo tan vergonzoso, peor aún después de lo que pasó anoche, maldita sea, se me pegó la manía de Ernesto y terminé haciendo poses animes», pensó Axel tapando su rostro con pieles que usó como almohadas.
Ya siendo medio día, las cosas para estos muchachos andan ¿Bien? Su campamento recibió ataques de monstruos locales, entre ellos los osos agresivos de antes, unos murciélagos de más de un metro de altura y enormes arañas humanoides que arrojaban telarañas de sus brazos. Algunos no marcaban a Axel como objetivo, principalmente iban por las chicas del campamento, así que ordenó a Mirtha y Lulú que le ayudaran a eliminarlo y ahí pudo ver sus habilidades como aventureras.
Ayer, en cuanto tuvieron oportunidad Axel les permitió a las tres tomar un baño, lo hicieron junto a las conocidas de Dina, las cuales por su estado mental requerían asistencia. Ellas necesitaban desesperadamente quitarse la suciedad que tenían, se tallaron fuertemente la piel intentando olvidar las cosas que esos bandidos les hacían, tras ello buscaron las ropas que les fueron arrebatadas para lavarlas y que estén secas para el día siguiente. Para su buena fortuna sus prendas de vestir estaban en buen estado, parece que lo bandidos pensaban venderlas para ganar algún dinero extra.
«Gracias a ellas pude asimilar los cadáveres de esos monstruos, pero no de la forma en que lo hacía antes. Ahora me doy cuenta de lo que significaba que mi habilidad [Hegemonía Genética] subiera de nivel, al último bandido que intenté consumir no lo hice de la forma usual, de mi nuca salieron dos delgados tentáculos que entraron en su cuerpo, uno a su cerebro por el oído y otro a su corazón por la boca. Ahora no necesito tragarme todo el cuerpo, estos delgados tentáculos en mi nuca buscaban algo dentro de sus cabezas, corazones y columna vertebral ¿Sera que en esos sitios se hayan las habilidades? Al mismo tiempo sacaron ese cristal extraño que guardé como los anteriores», recordaba Axel consumiendo los monstruos que asesinó.
«Pelaje Resistente Niv 1»: El daño físico es reducido.
«Gran Zarpa, Nivel 1»: Mejora a todos los ataques con garras, daño y área de efecto incrementado.
«Grandes Fauces, Nivel 1»: Mejora a todos los ataques de mordidas, daño y área de efecto incrementado.
«Sonar, Nivel 1»: La emisión de sonidos permite un conocimiento profundo del entorno.
«Vampirismo, Nivel 1»: Beber sangre restablece una mínima parte de la vitalidad.
«Colmillos venenosos, Nivel 1»: Los ataques de tipo mordida, ahora infectan al objetivo con un veneno leve.
«Telaraña, Nivel 1»: Fabricación natural de hilos adhesivos.
En cuanto a sus ayudantes forzadas, Mirtha es una [Mago Novato], tiene hechizos como [Saeta elemental], [Escudo de mana] y [Drenado de mana], su elemento base es agua. Sabe administrar bien sus hechizos, así evita sucumbir al cansancio físico y la falta de mana. Pero hay algo que le preocupa de ella, pues no deja de mirarlo fijamente cuando usa sus habilidades y parece que quiere decirle algo, pero termina retractándose.
Lulú tiene la clase [Peleador Novato], está más centrada en el reforzamiento físico, sus habilidades en este campo son; [Golpe de chakra], [Defensa de hierro], [Pies ligeros] y [Explosión de chakra]. Todas estas habilidades mejoran sus capacidades físicas, por lo visto su elemento principal es tierra. Lulú es difícil de tratar, de no tener las órdenes impuestas ella, habría intentado asesinar a Axel sin dudarlo. Maneja un estilo de combate similar al karate y boxeo
«¿Alguien de mi mundo vino aquí antes?», pensó Axel intrigado en ese detalle y notó que Lulú tiene buen control de su respiración.
Dina es solo una aldeana normal, sus habilidades no salen de este campo, son más de ayuda en la vida diaria, como [Cultivar] y [Cocinar]. A Axel le molesta que lo trate tan formalmente, ser llamado señor le hace sentir viejo, él solo será dos años mayor que ella. Con una seria charla, él logró convencerla de que solo lo llame Señor Axel, en vez de Señor Lorudus como hacía antes. Pero Dina está obsesionada con su venganza, él puede ver como los sentimientos negativos se acumulan a su alrededor y se basan únicamente en como matará al líder de los bandidos. Dina lo ve como una especie de salvador, tiende a querer satisfacerlo en cualquier cosa y eso le causó problemas en la noche.
Como saben, Axel decidió usar la carpa del bandido encargado de dirigir a este grupo y a las chicas las mandó a dormir en otras. A mitad de la noche sintió a alguien meterse en su lecho, al pararse asustado se topó con que se trataba de Dina, estaba desnuda sobre su entrepierna y con una mirada de resignación.
—E-Estoy lista para usted, mi Señor Axel. Me he limpiado bien y puede usarme como guste. —Le dijo mirándolo con unos ojos vidriosos, ciertamente su cuerpo era hermoso, delgado por la mala alimentación, unos pechos pequeños pero rosados y su piel trigueña le daba cierto encanto que le hizo desear tocarla.
Durante un minuto cedió a sus deseos, recorrió con las yemas de sus dedos esa fina cintura, sintiendo el frío de una piel que se erizaba al calor de su tacto, Axel se atrevió a rosar esos aún no bien formados senos y sintió un leve gemido. Lamentablemente cuando recobró la compostura, notó la realidad de sus actos… Dina estaba con los ojos llorosos, se mordida los labios como aguantando el peso del mundo sobre sus hombros y tenía la mirada como si deseara estar en otra parte.
«No soy del tipo que disfruta esto, en mi mundo prefería el porno normal… Verle ese rostro de resignación, solo me quita las ganas», Axel le retiró sus manos.
—Ponte la ropa y regresa a tu carpa. —Le dijo haciéndose hacia atrás.
—Se-Señor Axel… ¿Acaso no le gusta mi cuerpo? No tengo experiencia, pero si me dice que hacer yo pue… —La cara que tenía y lo que decía no concordaba, la sujetó de las muñecas y tumbó poniéndose encima, Dina estaba notoriamente asustada.
—¿Me crees igual que esos bastardos? Estas a punto de llorar solo porque te toqué ¿Crees excitarme así? No soy un violador para hacerlo de esta forma, vete de aquí y no hablaremos de esto. —Tras decirle eso la soltó, ella miraba el suelo decepcionada de sí misma. Tomó las pieles de la cama y salió corriendo, Axel paso frío esa noche.
«Desde ese incidente Dina ha marcado cierta distancia de mí, parece que las otras dos se dieron cuenta de que salió a mitad de la noche y no dejan de verme con cierto desprecio. Decidí hablar con las aventureras por separado, si vamos a estar viviendo juntos, al menos debería conocer más de ellas»
Axel comenzó por la que le parecía más fácil de tratar, pueden adivinar que era Mirtha. Había un poco de vino de los bandidos, así que le pidió compartir unas copas y obviamente no podía negarse por el aro de esclavitud demoníaca, pero no parecía renuente a la idea. Mirtha es oriunda del norte de reino de Yjeret, el cual es la principal fuerza en este continente, según cuenta ella y a sus 12 años se descubrieron sus aptitudes como maga. Fue así que la asociación de aventureros le dio una beca en una academia mágica, pasó cerca de 5 años con el título de aprendiz y tras graduarse ascendió a maga novata.
Algo especial llamó la atención de Axel, es sobre que ella tiene el sueño de ayudar a los héroes que vencerían al Rey Demonio Brumad, estudió por varios años sobre demonología, la ciencia que estudia a los demonios y criaturas de la oscuridad. Parece que seguir estos estudios te causa mala fama, pues únicamente las brujas se sumergen tanto en ellos. Mirtha fue considerada una estudiante excéntrica, casi no tuvo amigos que quieran tenerla en sus grupos de estudios y aun así esta chica se graduó con lo que sería una tesis de los antiguos Reyes Demonios.
Sucede que a causa de eso era su interés en Axel, los demonios son una raza que casi no deja restos cuando mueren y esto obstaculizo su estudio, pues lo único que se puede recuperar de ellos son colmillos, fragmentos de huesos, cuernos y uno que otro ojo.
—Algo que me dejó en duda ¿Por qué cuándo las capturaron dijiste que eran vírgenes? —Preguntó Axel tomando un sorbo de vino.
—Eso… En las academias te advierten de los peligros de volverte una aventurera, ser atrapada por bandidos y vendidas como esclavas sexuales es algo común. Como consejo recomiendan decir eso y esperar dos posibles resultados, uno es el que nos sucedió, ser guardadas como mercancía valiosa y esperar a que nos rescaten ¿Pero cuánto tiempo pasaría? ¿Quién lo haría? Muchas veces terminan vendiéndote en el mercado de esclavos y hay una mínima chance de que te libres de eso. El otro resultado es que al decirles que eres virgen, termines motivando a esos hombres a violarte en grupo, ser torturada y muchas veces asesinada por su salvajismo… Todo depende de cuan urgidos o conscientes sean tus captores. —Mirtha lo dijo con una calma inquietante, se imaginó siendo violada y por ello tomó de golpe un gran trago de vino.
Su conversación pasaba, Axel le contaba cosas de su mundo que la maravillaron y el vino fue quitando las inhibiciones de Mirtha, así que le dijo sin tapujos su deseo. Ella quería estudiar su cuerpo, saber los secretos que oculta, crear un libro donde plasmaría sus descubrimientos y quedar en los anales de la historia como la primera en documentar profundamente la biología de un demonio.
—Me asustaba un poco la forma en que me mirabas, he visto esos mismos ojos en mi hermana… Especialmente cuando desmembraba insectos… Maritza solía hacer cosas muy perturbadoras. —Dijo Axel desviando la mirada incomodo, a pesar de esa apariencia tranquila, esta chica es obsesiva con su investigación y lo miraba intensamente.
—No te costara nada dejarme… Tomar unas muestras, te abriré solo un poco… Los demonios tienen una regeneración alta, así que una o dos horas abierto no… No harán mucho daño. —Dijo entre eructos con el rostro rojo por estar algo ebria.
—¿Qué tan dispuesta estas por estudiarme? —Axel se levantó de su asiento y se puso tras ella, la tomó de los hombros y se acercó a su oído para susurrárselo.
—Si me dejas hacer todo lo que desee, cedería a ciertas exigencias. —Mirtha tenía una respiración agitada, ensanchaba su pecho haciendo más abajo el escote de su túnica para mostrarle algo del paisaje.
«Ella es el tipo de mujer que me gusta visualmente, cabello largo y castaño separado en dos gruesas coletas, unos lentes redondos que quedan sexys, piel blanca por el tiempo que pasó encerrada estudiando, cuida bien su figura a pesar de estar todo el día entre libros y quién lo diría, bajo esa gruesa túnica se ocultaban unos pechos grandes, calculo siquiera una talla ¿F?… Solo había visto unas así en pornos, pero eran apetitosos el verlos en vivo y en directo», Axel centraba su mirada en el escote de Mirtha, intentaba no parecer alguien sin experiencia.
—Vaya que esto es una sorpresa, espero no esté hablando solamente el alcohol. —Dijo mostrando notorio interés en sus pechos, ella le cerró esa vista y le apoyó su cabeza en la mejilla.
«Pasaron unos 5 Mississippi hasta que me di cuenta, se había quedado profundamente dormida en esa posición. Joder parece que estaba muy borracha, misión abortada chico, aún no tendrás diversión», Axel solo la cargó hasta su carpa, donde se encontró a Lulú haciendo guardia en la entrada.
La agresiva [Peleadora Novata] le dirigió una mirada de repudio, él vio como cerraba su puño enojada, pero bajo sus órdenes era imposible que atentara en su contra.
—No tienes que mirarme así cada vez que estoy cerca. Y no te preocupes por ella, solo tomamos algo de vino hasta que se quedó dormida. Y no, no le hice nada… «Aunque ganas no faltaban», te soy sincero con eso. —Le dijo entrando en la carpa, puso a Mirtha en su cama y la abrigó con pieles de animales.
—Nunca confiaría en la palabra de un demonio, te lo juro monstruo… Cuando tenga la más mínima oportunidad, voy a matarte con mis propias manos. —Ver esos sentimientos de odio era algo atemorizante, Axel se sentó ahí mismo delante de ella y tocó su aro de esclavitud demoníaca.
—Te ordeno sentarte y contarme, el porqué de tu odio contra los demonios. —Lo dijo con voz firme y ella así lo hizo.
—Ma-Maldito… E-Ellos destruyeron mi pueblo en el este de Yjeret, lo hicieron mientras entrenaba en los cuarteles de aventureros… El Rey Demonio Brumad, quería una mina de piedras mágicas cercanas a mi pueblo y lo quemaron todo con tal de tomarlo… Mató, torturó y secuestró a los aldeanos… Por eso juré que lo vería morir, que vengaría a mis padres, amigos y conocidos. Por eso odio a los de tu tipo… —Dijo mostrando renuencia a hablar, pero fue obligada por los efectos del aro de esclavitud demoníaca.
—Con eso me basta, mira Lulú, quiero que entiendas algo. Yo no ataqué tu pueblo, no maté a tus conocidos y ni siquiera nacimos en el mismo mundo. Tu misma me viste tomar esta forma, así que no me consideres como los que masacraron tu pueblo. —Dicho eso estaba por irse.
—Un demonio es un demonio, no importa si no lo eras antes… Ahora eres tan despreciable como ellos, estoy segura que veré como te convertirás en un ser abominable. —Lulú lo dijo con tal seguridad, que dejó pensando a Axel.
«Desde que llegué a este mundo he pasado por muchas cosas, casi me matan al descubrir lo que sería, la Reina Gretel me sugirió seguir este camino, he usado la túnica que me dio y poco a poco descubro más de esta. Fui capturado, esclavizado, he visto morir personas en mi misma situación, comencé a consumir a esos monstruos, maté a los bandidos que nos capturaron y mi cuerpo ha cambiado completamente ¿En verdad sigo siendo yo mismo?», pensaba Axel mirando sus manos inhumanas, tenía un fuerte sentimiento de desolación por tener a nadie que lo comprenda.
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