LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 10
Ha pasado una semana desde que se realizaron los pactos de Dina y los monstruos, gracias a los últimos Axel se enteró de cosas esenciales de este mundo y que no eran de conocimiento humano. Parece ser que entre los monstruos existen dos tipos, lo que viven como cualquier ser viviente y aquellos que caen en la locura, los segundos son los más peligrosos pues tienden a atacar a los humanos y monstruos por igual, si un monstruo es asesinado por estos, revive en estado de locura continuando este ciclo y si asesinan humanos se vuelven bestias de gran poder llegando a ser consideras catástrofes.
Axel entendió que algunos de los monstruos que atacaron antes el campamento, como las arañas humanoides, esos osos fornidos y murciélagos gigantes, estaban bajo efectos de locura, por eso, aunque les hablara no hacían caso alguno y buscaban solo matar a todo lo que se moviera. En cambio, la osa que entró al campamento, solo lo hizo buscando comida para su cría y tras entender sus motivos Axel la dejó irse con alimentos.
Durante este tiempo, él ha estado practicando las habilidades de combate físico obtenidas de los bandidos, el uso de espadas, hachas, arcos y lanzas, ha alcanzado a dominarlas a un nivel básico, pero compensa su inexperiencia con los altos atributos que posee. Poco a poco su cuerpo se va acostumbrando a las armas, pareciera que puede liberar la experiencia y estilo de combate de sus víctimas consumidas.
El joven demonio, decidió usar el pacto para darles las ordenes a sus nuevos subordinados, les dijo que con sus estadísticas tan altas y nuevas habilidades, ellos se encargarían de atacar únicamente a los bandidos que entren al bosque negro, serian su alimento y sustento, así mismo de encontrar a cualquier monstruo en locura, se encargarían de eliminarlo para evitar problemas. Los lobos y los dos osos ahora vivirían en ese campamento como su guarida, desde ahí podrían moverse libremente, pues la barrera ilusoria evitar que aventureros novatos entren. También les dio una orden más, harían lo posible por no ser descubiertos, ya que ahora eran monstruos inusuales, los lobos mostraban el nombre de [Lobo Demoníaco De Sangre Oscura], los osos tomaron el nombre de [Ursa Demoníaco De Garras Pétreas]. No solo el nombre les cambio, también recibieron un incremento en sus estadísticas del triple de las anteriores y nuevas habilidades que según Mirtha nunca habían sido registradas de esas especies.
—Desde el pacto con el Señor Axel, siento que mi unión con la oscuridad se ha hecho más fuerte. Estas habilidades serán un regalo que usaremos para servirle. —El Alfa de los lobos bajó su cabeza como respeto y lo siguieron los miembros de su manada.
—Le debemos nuestra vida, Señor Axel. Acataremos todas sus órdenes. —Aquella osa mostró sus respetos y su osezno la imitó.
—Ahora este campamento será su hogar, yo no puedo quedarme aquí por más tiempo, pero vendré de vez en cuando para ver que tal les va. En cuanto a la tasa de natalidad, ahora que su esperanza de vida ha mejorado, les pido que eviten la sobrepoblación, eso puede comenzar a llamar la atención de los humanos y es algo que no quiero. —Les dijo Axel, el Alfa de los lobos soltó una pequeña risa.
—No se preocupe por ello, las hembras de nuestra especie solo tienen una camada por año y hasta la próxima primavera no entraran en celo. Pero Señor Axel ¿Está seguro de irse? Dos humanas de su grupo están rotas, sería mejor acabar con su sufrimiento y evitar que le sean una carga. —Mencionó el lobo Alfa preocupado.
—No digas tonterías, Alfa. Esas humanas son manada de la señora Dina… Sin importar que tan heridas estén, ella no las abandonará. —Le increpó la osa, de una de las carpas salió Dina.
—Durante esta semana las he calmado lo suficiente, pero sus mentes están arruinadas. Podremos llevarlas tranquilas en la carreta, estarán calladas y no serán un estorbo. —Dina sujetaba con sus manos su nueva cola, está aún se movía sin que ella la controlara.
—Es gracioso verte de esa forma ¿Cuánto vas domar esa cola? —Preguntó Axel entre risas.
—Señor Axel, no se ría… Es un problema serio. Para cocinar tengo que amarrármela a la pierna, si no lo hago termina botando las cosas que tengo alrededor —dando un leve aleteo—. Y estas alas me dificultan dormir, no puedo encontrar una posición cómoda sin que se me entumezca el cuerpo. —Dina se mostraba agobiada por los problemas de su nueva apariencia.
—Me gustaría decirte que te acostumbraras, pero no quisiera mentirte con algo que ni siquiera yo sé. Espero hayas estado practicando tus habilidades de combate, recuerda que tendrás que aprender a defenderte sola. —Al decirle esto Dina miró a otra parte.
—So-Sobre eso… Entre cuidar a los pequeños, cocinar para todos y conseguir comida en el bosque… Pues terminó muy cansada como para entrenar, por eso le pedí a Mirtha y Lulú que entre días cuidaran de los niños. —Dina sintió la severa mirada de Axel y se preocupó.
—Debes decirme sobre esas cosas, bueno, aprovechemos el tiempo y practiquemos tus ataques. —Le dijo Axel tomándola de la mano, se la llevó a una parte baldía del campamento y los monstruos a su alrededor decidieron seguirlos como espectadores.
La forma demoníaca de Dina, desarrolló elementos base de Fuego/Oscuridad, especialmente ese brazo de magma le dio las habilidades de [Disparo ígneo] [Tierra ardiente], la primera habilidad es una pequeña boca que se abre en medio de su palma, desde ahí sale un disparo espeso de fuego que incinera al contacto con un objetivo. La segunda habilidad se aplica tras dar una palmada al suelo, lo rompe calentando un área de 10 metros en radio, dentro de esta área la velocidad de Dina aumenta, cada golpe que da genera calor y de su cuerpo brota un vapor dorado.
El pequeño duelo de práctica comenzó, Dina tiene ataques tanto de corto y largo alcance, así que puede centrarse en ir la ofensiva sin problemas. Lo primero que hizo fue aplicar [Tierra ardiente], para beneficiarse con la velocidad, sus pasos prenden en llamas el suelo bajo sus pies y el físico de su nuevo cuerpo le permiten moverse ágilmente. Ella comenzó con acortar la distancia mientras usaba [Disparo Ígneo], quería que Axel se moviera a donde ella quería y mantener el combate en su ritmo.
Él transforma sus brazos en zarpas de oso, bloqueando los disparos de fuego con ese espeso pelaje sin problemas y decidió combatir elemento contra elemento así que usó [Saeta de fuego] para contrarrestar los disparos de Dina. La practica con Mirtha había dado frutos pues era más certero que antes, aunque los primeros disparos no fueron tan efectivos y pasó por que Axel calculó mal la cantidad de mana que ponía en sus saetas. Un [Disparo ígneo] de Dina, rompía tres [Saeta de fuego] normales sin casi ningún esfuerzo, al percatarse de ello Axel moduló el mana que pone en su magia y progresivamente lo calculó correctamente.
—La señora Dina es muy ágil, su velocidad y flexibilidad le da mucha ventaja. —Mencionaba la osa viéndolos pelear.
—Tiene buenos movimientos, pero ella olvida fijarse en lo que la rodea… Vas darte cuenta de su error. —Alfa notó que la tierra cerca de Axel estaba moviéndose y dio una sonrisa como si supiera que pasaría.
Axel decidió cambiar de estrategia, comenzó a utilizar ahora [Saetas Terra], así levantó unas seis saetas de 180 centímetros y las mantuvo verticalmente a unos 3 metros sobre Dina. Él movía las saetas cuidadosamente alistando el momento para soltarlas, pero le era difícil pues la muchacha se percató de esto y decidió ir cuerpo a cuerpo para interrupirlo. La velocidad de Dina era sorprendente, intentaba rasgar el cuerpo de Axel con su brazo de lava, incluso hacia una combinación de patadas que puso en aprietos a su amo y a causa de esto Dina tomó confianza para arriesgarse a lanzarse con todo.
Fue entones que las [Saetas Terra] cayeron detrás de Dina clavándose en el suelo a 1 metro de ella, lo cual le sorprendió y pensó que Axel las había soltado al no poder concentrarse por recibir sus ataques, pero repentinamente Axel cerró las garras de oso en un puño y golpeó con toda su fuerza a Dina, estrellándola contra las [Saetas Terra]. La muchacha intentó pararse, pero se quedó quieta al sentir las fauces de una cabeza de puma en su cuello y vio que el brazo de Axel había tomado la forma de la cabeza de ese animal.
—Me sorprendió mucho que pudieras pelear de esa manera. Para haber sido una aldeana sabes defenderte muy bien, te felicito. —Axel destransforma su brazo y le ayuda a Dina a levantarse.
—Yo no sabía nada de pelear, es como si ahora mi cuerpo me dijera que hacer ¿Sera por volverme un demonio? —Dina se muestra contenta de recibir ese alago.
—Tal vez sea una especie de instinto de pelea demoníaco, sea cual sea el motivo, ahora eres alguien de confianza. Pero recuerda seguir entrenándote, puedo cuidar a mis niños cuando quieras practicar con tus habilidades. —Tras decir esto Axel regresa junto a Dina a la parte delantera el campamento.
Por el bosque vinieron Lulú y Mirtha, junto a ellas estaban cinco lobos demoníacos y tres de estos servían de montura a los pequeños de Axel, al verlo bajaron a toda prisa de sus transportes y fueron corriendo a abrazarlo.
Durante estos últimos días, la inteligencia de estos niños les permitió aprender lo básico del lenguaje humano, incluso desarrollaron sus propias personalidades y ego marcadamente diferentes. Sus mentes maduraron al igual que sus cuerpos, parece que tendrán un crecimiento acelerado y eso hizo pensar al demonio en el tiempo que estaría con ellos. Axel supone que según vaya compartiendo su incremento de niveles, sus niños se irán desarrollando progresivamente, pero en realidad esto tiene un pequeño secreto del que se enterara más adelante.
—Papi, papi… Mira lo que encontré en el bosque. —Este niño tenía los ojos amarillos, las orejas de felino que salían de su cabeza eran color blanco, pero tenían puntas negras, tiene la cabellera rubia hasta los hombros. Traía una bolsa de tela en manos, al vaciarla soltó bayas maduras y recogió varias para mostrárselas a Axel.
—Vaya Remi, que ricas bayas has traído. Espero no las hayas comido aun, recuerda que siempre se tienen que lavar los alimentos. —Axel tomó las bayas y confirmó si estaban maduras.
«A este pequeño lo llamé Remi, es alegre, enérgico y gusta de estar curioseando todo lo que encuentra. Es un niño muy lindo y cariñoso, diferente a mi cuando tenía esa edad», Axel acariciaba la cabeza de Remi con cariño y sentía como movía sus orejas levemente.
—Eso no es nada, padre. El tonto de Remi siempre anda jugando. En cambio, mira lo que yo cacé —de un atado en su espalda dejó caer el cadáver de un dodo color verde—. La manada de Alfa me llevó a un sitio donde hay muchos de estos. —Un niño se acercó muy campante, era más alto que Remi con la piel y cabellera oscura, sus ojos eran de color verde y sus orejas negras terminaban con puntas blancas.
—¡Un dodo! En mi mundo estas cosas fueron extintas. Pero te he dicho muchas veces que tengas cuidado, pudiste resultar lastimado por intentar cazarlo. —Axel notó que el dodo tenía un corte en el cuello, eran marcas de garras así que supuso que su hijo lo hizo.
«Este es Lucios, le gusta demostrar que es mejor que su hermano y a Remi parece no importarle mucho. Su personalidad es algo agresiva buscando siempre peleas, me recuerda a los gamberros que había en mi primaria… A pesar de eso es muy buen chico, pero tiene ese carácter explosivo y competitivo», Axel puso al dodo a un costado, igualmente le dio cariño a Lucios y este le sonrió de manera retadora a su hermano Remi.
—Pa-Papá… Yo solo llené las bolsas con agua para el viaje… —Despacio se acercó una niña de voz suave, en su espalda traía tres bolsas de cuero llenas de agua. Esta pequeña tenía la cabellera blanca hasta la cintura, con esas orejas totalmente negras resaltando, sus ojos eran de un color rosa pálido y su piel blanca como la nieve.
—No tienes por qué sentirte mal con ello, el agua es de vital importancia y veo que estás haciéndote más fuerte para cargarlas tu sola. —Él recibió las bolsas de agua y las guardó para cuando partieran.
«La niña de mis ojos, la llame Keimi por el personaje de un anime que me gustaba. Es algo tímida y recatada, a diferencia de sus hermanos ella actúa más acorde a una niña de su edad, me gustaría que vistiera algo mejor que esa ropa de los bandidos… Es una niña linda y debería vestir con algo mejor», también acarició la cabeza de su hija y esta parecía feliz por ello.
Tras hablar con los tres niños, Axel les da un gran abrazo y actúa como el padre que hubiera querido tener. Dentro si, recordaba el tiempo de calidad que pasó con su padre biológico, así como la forma en que le enseñaba cosas de la vida y lo llevaba a sitios divertidos.
Al campamento llegaron el par de aventureras, parecían cansadas de su viaje, según informaron los tres pequeños son muy inquietos y tienden a separarse cada quien por su lado. Remi anda tan distraído con su entorno que no se da cuenta de que se alejó del grupo, pero su olfato lo lleva de vuelta sin problemas. Lucios siempre está queriendo medir su fuerza contra cualquier cosa nueva que encuentra, para ser un niño puede usar habilidades de su especie. Keimi es la más calmada de los dos, pero es algo retraída y suele esconderse cuando se siente incómoda, motivo por el cual tardan mucho en buscarla.
—Oye, se supone que somos aventureras, no niñeras de unos seres como esos… Es agobiante tener que estar detrás de ellos, ni siquiera en misiones de caza me he agotado tanto. —Le reprochaba Lulú molesta.
—Estoy de acuerdo con Lulú, necesito estudiar los libros de magia que los bandidos robaron y con ellos cerca no puedo concentrarme. Necesito un respiro de vez en cuando. —Agrega Mirtha dándose masajes en los hombros.
—Oigan par de tontas ¿Saben siquiera de quienes están hablando? Son los hijos del Señor Axel y él es su amo, deberían sentirse contentas de tener algo de libertad. —Dina caminó agresivamente hacia ellas, por lo cual ambas se pusieron a la defensiva y era obvio que aún le tenían cierta desconfianza.
—Ya cálmense las tres, sé que es un poco difícil, pero es un favor que les estoy pidiendo. Solo será hasta que puedan defenderse solos, por cómo han creído eso será pronto, solo aguanten un poco… Cambiando de tema, ya está todo listo para partir mañana. Saldremos hacia el sur del Bosque Negro y evitaremos los caminos humanos, no quiero problemas innecesarios. —Con esto dicho Axel fue a revisar todas las cosas para el viaje.
Armaron dos carretas, en la primera que es la mediana están yendo Mirtha, Lulú, Dina y sus amigas, ellas llevan los alimentos, agua y utensilios de cocina. En la segunda que es más grande están sus tres niños y Axel, son los encargados de llevar las carpas que usaran para dormir, algunos bienes que los bandidos robaron y el oro que recolectaron de ellos. Axel le enseñó a Remi como manejar la carreta, su apariencia pasa desapercibida y su carácter es tranquilo para esta tarea, si se topan con humanos en el camino, difícilmente sospecharan que hay demonios dentro de las carretas.
Los objetos que robaron estos bandidos, en general son instrumentos de plata, pieles curtidas para vestimentas, telas finas, libros de magia intermedia y decoraciones que parecen tener buen valor. Entre los tesoros que tenían, hay un total de 182 monedas de oro, 327 monedas de plata y 558 monedas de cobre. Según Mirtha le informó, 5 monedas de oro son suficientes para una semana de alojamiento en una posada decente, incluyendo tres comidas… Lamentablemente es algo de lo cual no podrán gozar, Axel sabe que con su apariencia es imposible entrar a la ciudad y es algo a que se resignó en hacer. Lo que le preocupa más son sus pequeños, no puede tenerlos viviendo como salvajes y aislándolos de la sociedad solo por protegerlos… Ser padre es muy difícil, ellos no son monstruos y quiere darles una vida con educación.
Otro dato que le dieron, es que sus hijos son considerados hubeast llamados [Ascendidos oscuros] Mirtha le explicó más afondo de esto, parece ser que los hombres bestias normales, son resultado de la evolución natural de animales a una forma humanoide. Pero los [Ascendidos oscuros], son monstruos que tras haber asesinado humanos y por algún motivo desconocido, el Dios oscuro Ishtar les da poderes especiales para tomar forma humana, estos seres son considerados bestias peligrosas, pues en su mayoría se dedican a engañar y seguir asesinando, incluso pueden reproducirse con humanos u otras especies, dando como descendencia seres de poderes abrumadores, los cuales son cazados inmediatamente antes de que maduren y sean un peligro.
Los hijos de Axel podrían pasar desapercibidos como hubeast normales, lo malo es que tienen cierta marca en sus espaldas que los diferencia, se trata de una cresta negra de bordes dorados que es la marca del Dios oscuro Ishtar, mientras no sea mostrada estarán bien. Parece que en cierta edad pueden esconder a voluntad esta marca, pero siendo niños aún carecen de esta habilidad.
Una nueva mañana a llegado, Axel esta frente a las carretas con su pequeño grupo, frente a él están los lobos y osos demoníacos. Dentro de la carrosa ya estaban los niños durmiendo tranquilos.
—Como les dije, tienen permitido matar bandidos y monstruos en locura. Eviten por cualquier método ser descubiertos, ya saben a lo que me refiero… Como último recurso mataran a los testigos sin importar quienes sean. —Les dijo Axel con voz seria.
—¿Entonces no importara que sean mujeres o niños? ¿Simplemente dejaras que los maten? —Increpó Lulú viéndolo fríamente.
—Se trata de supervivencia, Lulú. Solo lo harán como último recurso —viendo a las dos aventureras—. Entiendan que haré lo necesario para sobrevivir, puede que sean testigo cosas que vayan en contra de su moral, les recomiendo acostumbrarse a ello y saben que no pueden negarse a mis órdenes. —La mirada de Axel era directa, ambas chicas bajaron la cabeza cuando vieron que señaló sus aros de esclavitud demoníaca.
—Señor Axel, mi cuerpo y alma es suyo, no importa su orden para mi será absoluta. Esto no lo digo porque el pacto me obligue, lo digo porque se ha ganado mi total lealtad. —Dina se arrodilló ante Axel, lo hacía de una forma solemne.
—Que Ishtar guie su camino, Señor Axel. Les de la fuerza para matar a sus enemigos y abra la senda hacia la grandeza que les espera. Mi manada estará siempre para usted, chicos, despidamos a nuestro amo con orgullo. —A la orden de Alfa, lo demás lobos comenzaron a aullar mientras se iban e incluso la osa rugía con su osezno, como señal de respeto hacia el demonio con el cual pactaron.
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