LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 34
La sangre iba deslizándose por el suelo, tiñendo las rocas de rojo, dejando un charco espeso que salía del cadáver de una joven mujer y esta convulsionaba en pequeños espasmos. Crysmir nunca fue una chica con suerte, tuvo que hacerse cargo de sus hermanos menores a muy temprana edad, pues sus padres murieron durante una proliferación de monstruos cerca de su pueblo. Tras la tragedia tuvieron que ser adoptados por un tío, sin embargo, esos años fueron de abusos y sobreexplotación, ya que el hombre que se hizo cargo de ellos era un alcohólico enredado en crímenes menores.
Durante el tiempo que trabajaba en las calles como carterista, ella terminó por azares del destino llegando con un amable hombre y este la volvió su ayudante al salvarla de los guardias que la atraparon. Él aventurero que la acogió le enseñó la profesión de [Explorador], a la cual tiempo después ella tomaría como su oficio. Tras un pago por lo bajo y algunas conexiones de su maestro, Crysmir logró volverse aventurera sin pasar el entrenamiento en los cuarteles, motivo por el cual no tiene un entrenamiento físico apropiado y su resistencia le juega mucho en contra.
Su trabajo en los grupos siempre fue de prevención, un [Explorador] se encarga principalmente de verificar terrenos, trazar mapas físicos, documentar monstruos de la zona, rastreo de monstruos y búsqueda de materias primas. Generalmente participan en misiones de recolección de materiales, donde brillan por sus aptitudes de rápida localización y conocimiento de diversos ecosistemas.
—Lo único que esta chica quería era vivir tranquilamente, casarse y tener una típica familia feliz… Ahora todo eso se truncó por tu culpa, tomaste su vida y su futuro. Mocoso, no pongas esa cara. —Aquella pequeña Durgea miraba como los tentáculos en la nuca de Axel entraban en el cadáver de Crysmir, era él quien causaba esos espasmos.
«Esta perra, de verdad goza haciéndome sentir mal, no tenía que contarme la vida de esta chica… Pero no puedo dejar que sus habilidades se desperdicien, al menos Durgea me dejó mi [Hegemonía Genética] y con ella puedo sustentar las habilidades que perdí», Axel estaba en silencio, no quería hablar con esa sádica Diosa y cuando terminó de consumir las partes internas de Crysmir, retiró sus delgados tentáculos del cadáver.
>>>Ruta de [Explorador], adquirida… Asimilación de habilidades finalizada…
>>Trazar Mapas
>>Identificación de Monstruos
>>Identificación de Recursos
>>Valoración
>>Lanzamiento Certero
—Apresúrate en salir de aquí, este laberinto colapsará y se llevará a todos consigo. Te aconsejo ir por este lado, encontraras algo de diversión… Mejor dicho, seré yo la que se divierta. —La pequeña Durgea se hundió en el suelo, tras señalarle un túnel al fondo de esa cueva.
«Seguro está guiándome hacia más personas que intentaran matarme, la muy maldita se divierte viéndome sufrir para salir vivo», Axel caminaba despacio pues sus heridas aún no se curaban por completo. Recogió su espada, las dagas de Crysmir, aquella pequeña mochila que ella llevaba en su cintura y se la acomodo como ella hacía en vida.
Cuando salió de esa cueva, notó que se activó la habilidad de [Trazar mapas] que acababa de tomar de Crysmir, esta le daba una imagen mental del sitio donde estuvo y se iba completando mientras más avanzaba. Axel notó que era muy inferior a su habilidad de mapa de antes, pues con la anterior se le mostraba una pantalla con más información del sitio donde estaba, incluso partes ocultas y posibles enemigos.
Los túneles estaban hechos de rocas negras, corrían por el suelo delgados hilos de agua que humedecían el ambiente y permitían que crecieran plantas.
«Tengo tanta sed ¿Sera prudente tomar esa agua? Bueno, a falta de mi [Analizar Superior] puedo usar [Identificación de Recursos] y ver que tal resulta», Axel se acercó a una roca por donde caía esa agua, la miró fijamente para activar la habilidad que mencionó.
>>>Agua Mineral consumible… [Valoración, Activada] 2 monedas de cobre por litro.
«Si dice consumible, entonces no me enfermará del estómago… Sería una total desgracia que me de diarrea en esta situación», el muchacho reunió agua en sus palmas, comenzó a tomarla con sorbos apresurados y sintió algo extraño el sabor a mineral que tenía esa agua, le recordó un poco a los productos de su mundo.
Con su sed saciada Axel siguió caminando adentrándose más en esos túneles, caminaba con sumo cuidado ya que es consciente de que Durgea lo guiaba hacia un próximo enfrentamiento y que tal vez en sus condiciones no podría sobrevivir. Se encontró con una bifurcación del túnel, decidió ir por la derecha y llegó hasta una caverna similar a aquella donde mató a Crysmir. Un sonido llamó su atención, se trataban de dos prisioneros que estaban mirando por un túnel al otro lado de la caverna, así Axel se puso a caminar despacio hacia ellos para no alertarlos.
—¿Qu-Que es esa cosa que gruñe ahí adentro? —Preguntaba un prisionero de siquiera 40 años, en sus manos sostenía una lanza algo vieja.
—Carajo, no lo sé y no me importa. Siquiera encontramos armas para defendernos, iremos lo más lejos posible de esos chillidos —viendo el sable en sus manos—. Quien diría que hay tantas armas tiradas por ahí… —Respondió el otro prisionero, se trataba de un anciano con una cicatriz en la cara, sus manos estaban vendadas y a pesar de estar viejo tenía un cuerpo entrenado.
—Psss, miren detrás de ustedes… —Murmuró una voz con esos dos prisioneros, los cuales le hicieron caso y sorprendieron a Axel dirigiéndose hacia una piedra donde pensaba esconderse. Quien advirtió a ese par, era una diminuta Durgea hecha de tierra y luego desapareció haciéndose polvo.
—¡Hijo de puta! ¡Ahí estas! —Grito el anciano tomando piedras en su mano libre, se las arrojó a Axel para permitirle a su compañero atacar.
—Ella dijo que, si te matamos todos seriamos libres. —Aquel de la lanza corrió hacia Axel con la intención de apuñalarlo, inmediatamente el muchacho desenvainó su espada logrando bloquear el filo de su atacante y al pensar un poco se dio cuenta de algo preocupante.
«Mierda, esto es malo… No… No tengo mis habilidades con armas, perdí todos los estilos que había adquirido… Ahora solo soy un maldito novato», Axel se percató de esto al darse cuenta que su cuerpo no reaccionaba como antes, no se podía hacer una idea clara de cómo manejar su espada correctamente.
Axel soltó un grito de susto alejándose hacia atrás con miedo, este semblante fue captado por ese par de prisioneros y entendieron que él no podía defenderse. Inmediatamente al verle ese gesto de debilidad tomaron más confianza para atacarlo, ambos fueron a agredirlo para arrinconarlo contra las rocas. Axel solo podía agitar su espada torpemente, ni siquiera tenía un correcto agarre del mango y esto casi le hace quedar desarmado, cuando el prisionero de la lanza le cortó el dorso de la mano.
Los gruñidos del muchacho eran guturales, intentaba gritar que se detengan, pero este par de hombres comenzó a disfrutar el hostigarlo. Cuando estaba retrocediendo para evitar ser apuñado nuevamente por la lanza, aquel prisionero anciano soltó su sable y dando una palmada señaló el suelo tras Axel con sus dedos índice y medio gritando [Agujero Traicionero]. La tierra bajo los pies del demonio comenzó a reaccionar, se hundió una pequeña parte formándose un hoyo donde tropezó y cayó de espaldas. Justo tras golpear el suelo, Axel vio el reflejo opaco de la lanza dirigiéndose a su pecho, se hizo hacia la derecha rodando mientras buscaba en su pierna una de las dagas que recogió de Crysmir, usando la habilidad de [Lanzamiento Certero] arrojó la daga hacia el ojo del prisionero de la lanza, este hombre soltó un agudo grito de dolor al agarrarse la herida, por ultimo Axel se paró lo más rápido que pudo y blandió su espada como pudo logrando cortarle la garganta.
—Puto imbécil, para nada sirves granjero de porquería. Pero sin esos chinchilicos de mierda de los sellando nuestra energía, ahora puedo volver a usar mis habilidades. [Palma Ígnea] Es bueno sentir el chakra corriendo otra vez por mi cuerpo. —Dijo el anciano molesto, tomó una postura de pelea con las piernas separadas, las manos listas para defender o atacar, esta posición es conocida como Shuto Uke en karate y las palmas de este anciano fueron rodeadas por un halo rojo.
«Esto es malo, aunque recuperé mi regeneración de demonio, aún no he sanado las heridas que me hizo Crysmir… Me duele mucho la cadera y no creo que pueda escapar así… Piensa… Tengo que hacer algo o me matará», Axel no perdía de vista a su enemigo, es consciente de que el anciano usa el elemento fuego, por el agujero que le hizo al suelo, posiblemente también sería elemento tierra y eso era muy poca información como para arriesgarse precipitadamente.
El anciano se impuso hacia el demonio dando un golpe de karate con su mano derecha, Axel logró bloquearlo blandiendo su espada, pero repentinamente, se causó una leve explosión de calor que atravesó hasta el pecho de Axel y él se sintió sofocado por un ardor en la zona afectada. Ese dolor lo desequilibró agachándose un poco, él no pudo esquivar el puñetazo hacia su barbilla lanzado por el anciano, al contacto se generó nuevamente esa onda de calor, quemándolo desde parte de la barbilla izquierda, parte del labio inferior y la oreja, Axel quedó desarmado pues soltó su espada a causa del daño sufrido. El anciano lo tomó con ambas manos de la nuca, jaló la cabeza del muchacho hacia su rodilla y ante este ataque, Axel solo pudo poner su brazo izquierdo para bloquéalo, se esforzó por arremeter contra el anciano y en un movimiento de su cabeza logro apuñalarlo con sus cuernos en las costillas. Ese viejo hombre gritó de dolor cuando Axel lo aplastó contra la pared, el halo rojo de sus manos desapareció, así el muchacho siguió corneándolo para perforar más adentro, pero el anciano comenzó a darle codazos en la espalda, rodillazos en el pecho, junto sus manos entrecruzando los dedos para golpearlo cerca de los riñones, este impacto superó la resistencia de Axel y lo obligó a arrodillarse gimiendo de dolor. El anciano aprovechó esto para agarrarlo por la nuca, dándole una fuerte palmada en el oído derecho, luego lo empujo para quitarse los cuernos que clavaban sus costillas y terminó dándole una patada en el estómago para alejarlo.
Axel a penas se mantenía de pie, de no ser porque chocó contra una gran roca estaría en el suelo, él se sentía mareado, ese golpe en su oído había sido crítico y estaba afectando su equilibrio, solo podía escuchar un atormentante pitido mientras intentaba no caerse, se agachó desesperado para respirar. Su enemigo intento usar [Palma Ígnea] nuevamente, sin embargo, tosió sangre fallando en esto pues sus manos no fueron rodeadas por ese halo rojo, viendo este resultado corrió hacia la lanza del prisionero muerto y empuñándola se dirigió hacia Axel para apuñalarlo.
«Tengo que hacer algo… De-Debo detenerlo —viendo en su cintura la pequeña mochila que tomó de Crysmir—, cierto… Ella, ella tenía herramientas», Axel hizo lo posible para ponerse firme, podía sentir las experiencias de Crysmir en su cuerpo, así bajó su mano sutilmente hacia esa bolsa en su cintura y en un rápido movimiento la abrió para sacar una pequeña bolsa de tela color blanco.
El muchacho hizo el ademan como si fuera a lanzarla, ocasionando que el anciano se ponga alerta para esquivarla, sin embargo, Axel apretó la pequeña bolsa en su mano y la agitó para esparcir el polvo que contenía, inmediatamente se cubrió la boca y nariz con su antebrazo. Aquel material se disipó frente al anciano sin que pudiera responder, este dio una fuerte bocanada de eso y comenzó a lagrimearle los ojos, tocia fuertemente casi ahogándose y su rostro se tornó de un color rojo irritado. Axel entrecerró los ojos, evitó respirar lo más que pudo el polvo y corrió casi cayéndose hacia su espada, al empuñarla levanto la hoja metálica y cortó el cuello del anciano, este cayó al suelo donde el muchacho lo apuñaló dos veces más en la espada, por ultimo retrocedió para evitar ser afectado por el polvo que aún no se disipaba y él cayó rendido en una pared.
«Solo me quedan dos de esas bolsas irritantes —tocándose la parte que le quemaron—, si tuviera mi habilidad de [Vampirismo], curaría estas heridas más rápido bebiendo sangre», Axel notó que el polvo que arrojó se había ido.
Con algo de dificultad gateó hasta el cadáver del anciano, extendió los tentáculos de su nuca y los metió dentro de ese cuerpo, tras un corto tiempo consumió los órganos que necesitaba y luego hizo lo mismo con el otro prisionero.
>>>Ruta de artista Marcial, Adquirida… Asimilación de habilidades finalizada…
>>Palma Ígnea
>>Agujero Traicionero
>>Musculatura defensiva
>>Pies ligeros
>>>Ruta de Campesino, Adquirida… Asimilación de habilidades finalizada…
>>Cultivar
>>Afinidad con animales de granja
«Esas cuatro habilidades deben ser del viejo, ¿Pero por que usaba algo como karate? ¿Quién se lo enseñó? Esta de cultivar y de la granja… Supongo que el otro prisionero era un campesino, tal vez no pagó impuestos y lo metieron preso. Debo seguir moviéndome, tengo que encontrar a Holee y salir de aquí, solo espero no toparme con mis compañeros… No quiero pelear contra ellos», pensaba Axel recogiendo aquella lanza vieja, la usaba como apoyo para ayudarse a caminar.
Un grotesco chillido recorrió los túneles, varios de los sobrevivientes de las zonas anteriores lo escucharon y sintieron un escalofrió. Dentro de una amplia cueva se podía oír los aguerridos gritos de cinco personas, parecían advertirse en su idioma sobre posibles peligros y sugerirse posiciones seguras para luchar contra algo. La caverna estaba repleta de varios cadáveres, los cuales presentaban signos de muertes horribles, algunos empalados en largas púas purpuras, otros cortados a la mitad, apuñalados y derretidos por una sustancia carmesí.
Un arquero mitad elfo y una arquera humana disparaban sus flechas a un gran cuerpo que se enterraba en suelo, este par de arqueros tenía la respiración agitada, miraba alrededor suyo poniendo sus sentidos al máximo para percibir el lugar por donde saldría su enemigo. Era notoria la tensión en el ambiente, pues ese mortuorio silencio solo ponía más estrés en los presentes, aquellos arqueros miraron a los otros tres que peleaban junto a ellos, se trataba de la espadachín hubeast de especie lobo, su compañero medio elfo y una de las amazonas subordinadas de Tintaya, estos tres estaban cubiertos de sangre, tenían heridas y apuntaban sus armas alrededor.
El suelo tembló unos segundos, la tierra fue rota por la salida de varias púas gruesas que se dirigían hacia los arqueros, estos dispararon sus flechas sin resultado alguno, pues lo que los atacaba estaba oculto bajo el suelo. Ese ataque subterráneo cortó las vías de escape, ambos comenzaron a correr hacia unas grandes rocas para estar seguros en terreno elevado, en su trayecto fueron superados en velocidad por las púas, sus cuerpos fueron atravesados dejándolos moribundos y cuando tocaron el suelo una segunda oleada de púas los empaló acabando por completo con sus vidas.
Los tres guerreros que estaban atrás miraron con horror la situación, inmediatamente intentaron buscar un sitio elevado y fueron alejándose del cráter por donde esa criatura entró. Un chillido retumbó en el caverna, segundos después una gran sombra salió disparada del agujero en el suelo, lo hizo con dirección hacia el medio elfo, un par de filosas garras con forma de guadañas se clavaban en el suelo para impulsarse, teniendo a su objetivo dentro de su rango lo cortó a la mitad, tal brusco movimiento desparramó los órganos de ese desdichado, salpicando de sangre a los otros dos guerreros que miraban atónitos detrás de ellos, pues no tenían otra opción más que pelear por sobrevivir.
La criatura podía ser apreciada en su totalidad, mide cerca de tres metros de alto y poco más cinco de largo. Se trata de un ser con cuerpo largo, su coraza es color morado oscuro muy brillante, motas redondas color carmesí adornan su cuerpo, presenta tres pares de gruesas patas que termina en garras, brazos con cuchillas similares a los de una mantis religiosa, su boca es de mandíbulas de ciempiés, dentro hay varios colmillos hasta el fondo, este ser no presentaba ojos en su cabeza solo unas protuberancias que se abrían y cerraban, las cuales le daban una percepción térmica e imagen mental de las pulsos provocados por las cosas que la rodean.
Este ser avanzaba reptando por el suelo, la amazona lo atacó con su lanza, sin embargo, al impactar con esa coraza su arma terminó rompiéndose y ella cayendo sentada por inercia. La criatura giró su cuerpo hacia esa desdichada, su extremidad de mantis religiosa se transformó en la cabeza de un escarabajo de ojos rojos, aquella cabeza vomito un líquido carmesí que derritió a la amazona en segundos. La espadachín hubeast retrocedía con miedo en cortos y desesperanzados pasos, su espalda chocó contra la pared de roca y se arrimó lo más que pudo en ella. Ese ser se dirigió hacia la espadachín, fue irguiéndose mientras extendía sus extremidades, entonces fue revelado algo bajo el vientre del monstruo, había un cuerpo femenino fusionado con la carne de la criatura, sus extremidades estaban unidas a la coraza, su rostro parecía estar en algún trance pues sus ojos tenían una mirada vacía y esos eran los restos de Holee. Sin comprender lo que pasaba, la espadachín fue decapitada por las grandes fauces del monstruo, comenzó a comérsela mientras la sangre salpicaba el rostro de Holee, cuyos ojos miraban los espasmos de la espadachín sin expresar emoción.
Por los túneles alguien apresuradamente, se detenía en entradas a cuevas y observaba por unos segundos dentro de estas, continuó haciendo lo mismo hasta que las voces de unas personas llamaron su atención y corrió hacia esa cueva desenvainando sus espadas.
—Ga-Galur… ¡Galur, me alegra que estés bien! —Quien llegó era Tamir, dentro de esa caverna encontró a su compañero Galur apoyado en una pared, a la amazona Juri a su lado y tres prisioneros que estaban en su grupo.
—Llegas en buen momento, estábamos pensando que hacer con este estorbo. —Mencionó Juri de forma fría, Tamir no le hizo caso y fue a revisar el estado de a su amigo.
—Joder Galur, estaba muy preocupado por ustedes ¿Junto a quién apareciste? —Preguntó Tamir ayudándolo a caminar.
—M-Me alegra verte, Tamir… Estaba junto a Ángelo, un par de amazonas y gente que hablaba en otro idioma… Estuvimos peleando contra monstruos que salían de túneles, fu-fue horrible… ¿Tú estabas con los demás? —Galur se detuvo un momento, respiró calmadamente sintiéndose mejor.
—Estuve con Juri y estos dos prisioneros, habían lenguas que atacaba desde el techo y a duras penas salimos vivos. Pero no vi a Axel, Bando o Ángelo, supongo que al atravesar ese portal nos mandaron a distintas partes de este laberinto. Cuando me di cuenta, estaba solo dentro de estas cavernas y corrí buscando a más gente. —Tamir recordó lo desconcertado que estuvo tras entrar al portal y no ver a nadie a su lado.
—A saber dónde estén, esa maldita sombra que nos habló no dijo nada de ser separados y por esos chillidos que escuchamos… No tengo un buen presentimiento, tenemos que alejarnos de ese lugar. —Galur levantó su mano para indicarle a su compañero que estaba mejor y que podía caminar por sí mismo.
—Nos ordenó matar a un demonio, por como lucia está herido y creo que si jugamos bien nuestras cartas podemos hacerlo. Lo mejor será avanzar con cuidado, encontrarnos con más personas y atacarlo en grupo. El camino por donde vine está vacío, lo mejor será seguir hacia adelante. —Tamir sacó una roca colorada de su bolsillo, hizo una marca en la entrada del túnel por donde vino.
—¿Eso no alertará al demonio de nuestra posición? —Agrego Juri, mirando con desconfianza la marca que dejó Tamir.
—Para evitar ataques por la espalda, ustedes se encargaran de vigilar que nada extraño se nos acerque. —Les dijo Tamir a esos tres, los prisioneros estaban de acuerdo.
—No soy nada de ti para que me des órdenes… —Contestó groseramente Juri.
—Oye, es gracias a mí que escapaste viva de esos tentáculos. Porque si recuerdo bien, cierta personita se orinó de miedo cuando los tuvo cerca. —Respondió Tamir molestando a Juri.
—¡Eres un…! —Levantando su cerbatana con la intención de atacarlo.
—¿Vas a iniciar una jodida pelea? Si quieres puedes quedarte aquí y esperar por tus amigas, tal vez tengas suerte y te topes con monstruos o ese demonio —viéndola bajar su arma—. No te estoy ordenado nada difícil, ni siquiera algo ofensivo para que te pongas así. —Tamir siguió su camino, Juri pensaba atacarlo por la espalda pero razonó mejor las cosas y evitó hacerlo.
Cuando los cinco estaban saliendo de esa caverna, una pequeña Durgea se levantó cerca de la marca dejada por Tamir. Esta los miró irse y notó un resplandor brillando dentro de uno de ellos.
—Je,Je,Je Interesante ¿Debería guiar a ese tonto hacia ellos? Me gustaría verle la cara cuando sus amigos intenten matarlo… —Notando un [Orbe de Vigilancia] seguir al grupo de Tamir y Galur—. Esas cosas han estado rondando por todas partes, no las veo interferir así que puedo ignorarlas. —Esa pequeña Durgea se desplomó haciéndose polvo.
Axel corría por los túneles, no pensaba mucho para decidir por cual bifurcación de estos irse, decidió hacerlo siempre por la derecha y dejar una marca en la entrada para no perderse. Durante estas caminatas pisó un sitio donde el suelo se desplomó, él terminó cayendo pero logró sujetarse de la pared y evitarse un fuerte golpe. El polvo llenó el ambiente, él tosiendo con dificultad apenas podía ver lo que tenía en frente y caminó apoyado en la pared.
El sonido de una rocas cayendo por su espalda llamó su atención, fue entonces que gracias al polvo pudo ver una silueta acercándosele por detrás, Axel pudo reaccionar a tiempo y ponerse alerta para esquivar un lazo negro que iba a su cuello, ese ataque terminó envolviéndose en su brazo izquierdo pero le permitió desenvainar su espada.
—Les dije que el polvo iba a descubrirme, estúpidos de mierda. —El lazo negro que ataba el brazo izquierdo de Axel, tenía su origen en un hombre moreno que se hizo visible y por su apariencia era uno de los prisioneros.
—Solo mantenlo inmóvil, nos encargaremos de este demonio. —Dijo una voz proveniente de arriba, una de las rocas se movió y bajo esta se encontraba oculto un criminal hubeast de especie reptil, tenía una daga ondulada y la lamió con su lengua viperina cubriéndola de un líquido amarillo.
«Fui descuidado, caí en una jodida trampa… Pero no es tiempo de lamentarme ¡Es tiempo de actuar!», Axel cortó la atadura negra que lo inmovilizaba, notó que le había estado robando mana y reconoció esa habilidad como [Atadura sombría].
Una vez libre sacó las dagas que obtuvo de Crysmir, las arrojó contra el que lo inmovilizó pero este logró esquivarlas, vio a ese prisionero hacerse invisible y salir del polvo que lo revelaba. Luego soportó con su espada el peso del hubeast reptil que se le tiro desde arriba, el muchacho tuvo que rodar por el suelo para alejarse de su atacante. Axel se levantó a tiempo para protegerse y terminar en un cruce de armas, notó que su oponente abría la boca e hizo su cabeza a un costado, justo para esquivar una espesa baba que ese hubeast le quiso escupir a los ojos, por este abrupto movimiento Axel no pudo responder al golpe de una cola escamosa, terminó por lastimarse la pierna izquierda y obligado a retroceder.
—¡Eres mío! —El prisionero moreno sorprendió a Axel haciéndose visible por su espalda, dio un suave silbido que por 2 segundos hicieron sentir al muchacho mareado, este hombre aprovechó para golpearlo con un pequeño mazo en el brazo haciéndolo soltar su espalda y al siguiente instante volvió a desparecer de la vista de Axel.
«Me es imposible defenderme de esos ataque sorpresas —sintiendo un dolor en la frente—. ¿Qu-Qué mierda me hizo? Todo me da vueltas…», el hubeast reptil arremetió contra Axel intentando apuñalarlo con su daga, sin embargo, el muchacho lo paró poniéndose a la defensiva y golpeándolo con su hombro para alejarlo.
Axel tomó algo de distancia, miró las sonrisas confiadas de sus atacantes y tomó una postura de pelea igual a la del anciano que mató antes, dijo [Palma Ígnea] mientras exhalaba calmándose, así sus manos y pies fueron rodeados por un halo rojo. Ese hubeast se puso en cuatro, reptó a gran velocidad atacando con sus garras, cola y la daga que portaba, en respuesta a eso Axel se defendía con sus manos, los movimientos de artes marciales estaban en su mente, en hábiles posturas logró tener mejor balance y calmando su respiración pudo superar a su oponente en velocidad. Con un juego de pies logró desequilibrar a ese prisionero, acertándole un golpe de karate en el cuello que causó una pequeña explosión de calor, por ultimo Axel usó sus dedos medio e índice para golpear en la garganta de este hubeast y le causó una asfixia inmediata que lo tumbó al suelo.
Axel no dudó en acabar con la vida del prisionero hubeast, cerró su mano en un firme puño, con un seco golpe le hundió la nariz hasta dentro del cráneo, así cerró por completo el paso de oxígeno y el desangre hizo lo mismo con la garganta que le daño antes. El muchacho tomaba un segundo para reponerse, sin embargo, aquellos lazos negros lo ataron por el cuello y sometieron al suelo.
«Ca-Carajo… No puedo bajar la guardia», pensaba Axel gruñendo mientras intentaba liberarse, así apareció delante de él ese prisionero moreno que usa sigilo.
La habilidad de [Palma Ígnea] había acabado, en su estado actual no podía volver a activarla sin la respiración correcta, intentó usar sus garras para cortar la [Atadura Sombría] pero no tenía suficiente fuerza para eso. Él era arrastrado hacia su captor, quien tenía preparado ese pequeño maso para golpearlo, en el trayecto Axel tomó tierra en sus manos, al sentir que estaba dentro del rango de ese prisionero, le tiró la tierra a los ojos para cegarlo y así cancelar la [Atadura Sombría].
Axel se medió paró, con su brazo derecho jalo el pie del prisionero para hacerlo caer y al tenerlo tan cerca lo embistió repetidamente con sus cuernos. Al no ser algo que está acostumbrado a hacer, falló varias cornadas hasta que las tres últimas entraron por el ojo, nariz y cuello del prisionero, siendo heridas mortales que le causaron la muerte a los pocos segundos. Al sentir que su enemigo no se movía, Axel cayó cansado al costado y comenzó a reír lastimosamente.
«¿Po-Porque me siento así? Me duele todo el cuerpo, tengo varias heridas que demoraran en sanar y estos desgraciados estuvieron a punto de matarme… ¿Por qué mierda me estoy riendo?», se preguntaba Axel mientras su risa se volvía un lamento de frustración, así comenzó a arrastrarse hacia los cadáveres y liberar los tentáculos de su nuca.
>>>Ruta de Esclavista, Adquirida… Asimilación de habilidades finalizada…
>>Silbido aturdidor
>>Atadura Sombría… Habilidad bloqueada
>>Ataque sorpresa
>>Valoración… Habilidad actualizada… [Valoración] ahora puede mostrar precio de las personas, la dificultad de captura y dificultad de sometimiento.
>>>Ruta de los varánidos (Varano de komodo), Adquirida… Asimilación de habilidades finalizada…
>>Saliva venenosa
>>Escamas duras
>>Coletazo Critico
>>Zarpas envenenadas
«¿Qué diantres? ¿Por qué tengo esas habilidades bloqueadas? Esperaba usar [Atadura Sombría] para recuperar energía… Y las habilidades de ese hubeast reptil, no puedo usar ninguna», pensó Axel preocupado y comenzó a morderse las garras sintiéndose estresado.
—No podrás usar hechizos que requiera mana, hasta que consumas a quien tiene tus habilidades de conjuración… Tampoco puedes usar habilidades de transformación, retiré y dividí esa capacidad de tu cuerpo… ¿Quién sabe dentro de quienes estén repartidas? —Una pequeña Durgea se formó tras Axel, se sentó ahí dándole una mirada de burla.
«Hija de puta… ¿Puede leer mi mente? Pero tiene razón, ninguna de las habilidades que usé requerían mana, solo usé las que son físicas y requieren chakra ¿Qué mierda está planeando ahora?», pensó el muchacho alejándose.
—Es fácil saber lo que estas pensado por tus expresiones. Ahora estás enojado y pensando en que problema voy a meterte, bueno, déjame decirte que aún no has acabo aquí. Por cierto, si vas por este túnel encontraras algo interesante… Ja,Ja,Ja va tu cuenta hacerme caso o no, luego no te pongas a llorar por tus decisiones. —Aquella pequeña Durgea se desplomó haciéndose polvo.
«Cierto, ese hombre moreno lo mencionó «Les dije», no solo estaba hablando con el hubeast reptil, debe haber alguien más escondido… Y debe ser esa persona la que hizo el hueco por el que caí, ninguno de esos dos tenía habilidades de tierra… Tengo que tener cuidado, puede estar escondido esperando la más mínima oportunidad para atacar… Tengo que obligarlo a salir», Axel fingió estar desprevenido y herido, se arrastró hacia uno de los cadáveres y comenzó a cortarlo con su daga, simuló estar comiendo la carne de ese hubeast reptil.
Por la espalda de Axel unas rocas se movían lentamente para no hacer ruido, una pequeña sombra salió de entre ellas y empuñaba una daga bañada con la saliva del hubeast reptil. Con sigilosos y titubeantes paso caminó acercándose al demonio, Axel podía más o menos calcular la distancia que los separaba y optó por hacer más creíble su actuación, tomó parte de la carne del hubeast reptil y comenzó a masticara con ganas dentro de su boca, emitía fuertes sonidos al masticarla para así hacerle creer a su atacante que estaba inmerso en su comida.
Aquella daga imbuida en saliva se levantó apuntando a la nuca del demonio, él pudo ver la sombra de su atacante posicionándose y antes de que lo apuñalara, Axel giró su rostro escupiendo la sangre que tenía en la boca a la cara de su atacante. Cegado por aquel liquido rojo en sus ojos, esa persona no pudo ver lo que sucedía, solo sintió ser tomado de la muñeca y que usaran su propio brazo para apuñalarlo en la garganta. Axel lo hizo tan rápido que no prestó atención a quien era, solo cuando lo vio dando gemidos ahogados de dolor y retrocediendo mientras se desangraba pudo verla. Era una joven hubeast de la especie roedor, tenía el aro de esclavitud en su tobillo, su pelaje marrón se teñía rápidamente con el rojo de su sangre y se arrodilló sujetando inútilmente su herida, pues en segundos el veneno y el desangré le arrancaron la vida.
«Ella debe tener las habilidades de tierra —mirando el cadáver mientras escupía y se limpiaba la boca—. Mierda, esta chica es menor que yo, debe tener sus 13 o 14 años… Siento truncar tu vida», Axel miró con lastima a esa joven, usó los tentáculos de su nuca para extraerle las habilidades.
>>>Ruta de los Marmotini (Cynomys), Adquirida… Asimilación de habilidades finalizada…
>>Excavar… Habilidad bloqueada.
>>Pelaje resistente… Habilidad bloqueada.
>>Dientes afilados… Habilidad bloqueada.
>>Tetrakinesis… Habilidad bloqueada.
«Es cierto, si no puedo crear colas, garras o colmillos, cualquier habilidad que las implique me es inútil —mirando sus garras—. Estas no pueden cavar en la tierra como lo haría alguien nacido para ello… Tengo que encontrar mis habilidades de transformación rápidamente —viendo el camino que le señaló Durgea—. No pienso hacerle caso a esa Diosa de mierda, me voy por el camino contrario y que se joda», Axel recogió su espada y dagas para irse rápidamente de esa cueva.
Alguien corría desesperadamente por los túneles, una pequeña Durgea se encontraba en su hombrera cubierta de sangre y la miniatura de la Diosa le señalaba la ruta como guiándolo hacia un lugar en específico. Este hombre estaba cansado, el sudor caía por su rostro y sostenía con fuerza la cruz de metal que carga con orgullo, se trataba del cruzado llamado Ysmel.
—Confió en ti, pequeño espíritu de la tierra. Solo llévame donde esta Crysmir… Por favor. —Le decía Ysmel preocupado mientras giraba en una curva.
—Sí, recuerdo a la chica que me describiste… La vi aparecer en esa cueva al final de este túnel, solo espero que puedas encontrarte con ella. —Decía esa pequeña Durgea ocultando su sonrisa con sus manos.
—¡Cysmir! ¡Cysmir! ¿Dónde estás? ¿Respóndeme? —Ysmel entró a la cueva, cuando notó los rastros de explosiones comenzó a preocuparse, siguió caminando al interior mientras llamaba a su amada y cuando pasó en medio de una rocas.
El cadáver de Crysmir yacía en el suelo tal y como lo dejó Axel, el charco de sangre era más grande y cuando los ojos de Ysmel se posaron en la escena, este comenzó a dar lentos pasos hasta arrodillarse sobre la sangre. Este hombre tomó el cuerpo inerte de su pareja en brazos, le cerró los parpados pues su mirada era reflejo de la agonía que sintió antes de morir, le hizo a un lado el cabello, se arrancó un trozo ropa para limpiarle el rostro, sus lamentos eran ahogados mientras hacía todo ello y por último la abrazo con fuerza mientras gritaba todo su dolor.
—Lo siento, si te hubiera encontrado antes… —La pequeña Durgea fingía tristeza mientras intentaba consolar a Ysmel.
—¿Qu-Que clase de monstruo haría algo así? —sintiendo la herida por donde le extrajeron el corazón y viendo las marcas en su cuello—. E-Esto no es común, estas heridas… A Crysmir no la mató cualquier monstruo —notándole la cintura—. Se-Se atrevieron a robarle después de matarla y profanaron su cuerpo… Voy a encontrar al hijo de puta que lo hizo ¡Voy a hacer pedazos a esa mierda! —Ysmel estaba furioso, dejó el cuerpo de Crysmir echado en el suelo y recordó cuando él le regaló a Crysmir aquel bolso que Axel se llevó.
—Tienes razón en eso, conozco los monstruos de estas cavernas y ninguno mata de esa forma… —Mencionó la pequeña Durgea.
—Esto es algo que solo haría un demonio ¿Puedes guiarme a él? —Preguntó Ysmel limpiándose las lágrimas.
—Creo que puedo hacerlo, si hablo con mis hermanas ellas podrían decirme donde está ocultándose. —Le dijo la pequeña Durgea al oído.
—Entonces hazlo, te pagaré de cualquier forma que me lo pidas, pero llévame con ese demonio —mirando el cuerpo de Crysmir—. Lamento no haber estado para protegerte, pero juro que te vengaré. —Ysmel salió corriendo de la caverna sin mirar atrás.
Axel había seguido por un camino diferente al que Durgea lo guiaba, ahora estaba atravesando un rio subterráneo, la corriente era suave y no le causaba problemas al caminar. Al usar [Identificación de Recursos] en el rio, le salió la misma información que la anterior vez, era agua mineral sin peligro alguno, sin embargo, algo extraño sucedió cuando llegó al otro lado del rio. En el ambiente había el fuerte hedor a sangre, era tan abrumador que le dio arcadas al muchacho, era obvio que había algo peligroso más al fondo, su instinto le dijo que tomó una mala decisión, sin embargo, cuando tuvo la intención de regresar por el túnel que llegó… lo vio cerrarse rápidamente.
—No, no, no… Tomaste una decisión, ahora tendrás que ser responsable por ella Ja,Ja,Ja —Era una pequeña Durgea quien le cerró el túnel y desapareció dándole una tétrica sonrisa a Axel.
«Esto es malo, esa Diosa de mierda planeó algo y no será nada bueno…», Axel estaba girando su mirada hacia el camino que tenía delante de él.
El suelo se partía sin que él se diera cuenta, así explotó de improviso sorprendiendo al muchacho, salió mucha sangre como si de un pozo petrolero se tratara, incluso trozos de órganos bañaron las paredes y Axel solo pudo ver que algo se puso en su delante.
Era una mujer con algo de sobrepeso, con ondulados cabellos castaños teñidos de sangre y adornados con restos de carne, rostro redondo, ojos hundidos en oscuridad y vistiendo de cocinera. Esta extraña mujer le arrancó ambos ojos con sus dedos, incluso le había roto los parpados y Axel gritó de dolor pues no pudo hacer nada ante tan fugas ataque.
—Je,Je,Je eso fue más fácil de lo que esperaba, no puedo creer que algo de sangre y carne te dejara pasmado —aplastando los ojos de Axel en sus manos—. Bienvenido a mi parte del laberinto, aquí me encargo de procesar los cadáveres de las ofrendas. Oh ¿Pero dónde están mis modales? Mi nombre es Vilma, soy la cocinera en jefe de Equidna y una sierva de la gran Diosa Durgea. —Se presentó esa mujer saliendo completamente del suelo, bajo la tierra que se partió había una masa palpitante de carne que sangraba y varias venas moradas forraban las paredes de ese túnel hasta el interior.
«¡Estoy muerto! ¡Estoy muerto! ¡Estoy muerto! No puedo ver nada, me va matar sin que pueda defenderme», Axel desenvainó su espada, retrocedió blandiéndola bruscamente para alejar a su atacante, dejó de importarle el dolor que sentía, pues ahora su vida estaba en un predicamento.
—Basta con eso, niño estúpido. Vas a lastimar a alguien si sigues haciendo esas tonterías —tomando el filo de la espada, le golpeó la mano para que la suelte—. Matarte ahora sería tan sencillo como hervir un huevo, pero esas no son las órdenes de mi Diosa… Ella me dijo que si te atrevías a venir aquí, te diera un castigo que marcaría tu mente. —Un largo intestino rodeo el brazo de Vilma, este órgano atrapó el cuello de Axel y esta mujer lo usó como una correa para llevarlo a arrastras.
«¿Qué está pasando? Esta cosa, ni-ni siquiera con mi fuerza de demonio puedo romperla», pensaba Axel intentando librarse del intestino que lo ahorcaba cada vez que se reusaba a ser jalado.
—Te lo explicaré rápido, son tres los supervisores en Equidna a servicio de la Diosa Durgea, cada uno se encarga de una diferente labor y durante el acto de las ofrendas, tienen la misión de juzgar a aquellos que salieron del laberinto. Si son dignos pueden volverse un supervisor por la gracia de nuestra Diosa, si no lo son serán sacrificados como el resto. Horos, se encarga de administrar las minas y crear la comunión con la Diosa para traerle a las ofrendas. Mi querido Wulfdoc, maneja la fábrica de manufactura, las negociaciones y la exportación de la materia prima. Toño, tiene el trabajo de romper la voluntad de ciertas personas, eso generando el rencor y sentimientos oscuros que nutren la tierra. Por mi parte, estoy a cargo de descomponer los cuerpos como alimento para el mundo. —Vilma había arrastrado a Axel todo el trayecto mientras le hablaba, también había recogido la espada de este y lo llevaba a las profundidades de esos túneles donde la tierra presentaba grandes tumores que palpitaban.
«¿Horos y Wulfdoc, ese par sirve a esa Diosa de mierda? Y ese tal Toño, escuché a Holee mencionarlo… Esto es malo, en mi condición a duras penas pudo pelear contra los sujetos que intentan matarme, sobrevivir a esos supervisores es imposible», Axel sintió que lo levantaban, luego fue arrojado desde lo alto dentro de una cueva.
Cuando Axel golpeó el suelo, pudo sentir que fue soltado por el intestino que lo ahorcaba, así tras tomar una larga bocanada de aire tosió precipitadamente y estando sin ojos solo le quedó arrastrarse por el suelo para intentar protegerse. Su respiración agitada, el sudor cayendo por sus mejillas y el miedo de no sabe dónde se encuentra comenzaron a desesperarlo, sin embargo, cuando levantó su rostro pudo sentir algo al frente. En su mente podía visualizar un par de brillos especiales, eran iguales al brillo que emanaba del cuerpo de Crysmir, que resultó ser la gema con su habilidad que ocultaron en su corazón.
—Sabes, Eveldra es una de las personas más puras que he visto llegar a este lugar. Una chica inocente, la cual fue engañada por un truhan que la abandonó tras embarazarla y cuyo padre la condenó a morir junto a su pequeño en estas minas… La vida es horrible, a veces creemos en las personas equivocadas y pagamos de la peor forma posible por nuestro error. —Vilma miraba todo desde arriba de esa cueva
«¿E-Eveldra, estas aquí? Por favor, dime que mi habilidad no está dentro de ti. N-No podría hacerte eso», Axel cayó sentado de espalda, se fue arrastrándose intentando alejarse de ese brillo, pero chocó contra algo detrás de él y al tocarlo sintió una textura húmeda.
—Eveldra fue uno de mis mejores trabajos, su fino cuerpo fue perfecto para romper mi record de velocidad al desollar a una mujer. Fue una chica fuerte, aguantó sin perder el conocimiento o la razón por la promesa de que yo no lastimara a su bebe… Le arranqué los parpados, así pude contemplar cómo sus ojos nunca se apartaron de su hijo, es una madre extraordinaria y se ganó mi respeto por ello. —Vilma parecía orgullosa de su logro, miró como Axel comenzaba a pararse mientras se sujetaba de algo colgado en medio de la cueva.
El tacto del muchacho le permitió intuir lo que tocaba, las yemas de sus dedos tocaron unos pies con la carne sin piel, palpó mientras subía más arriba para sentir las piernas que chorreaban sangre, cuando sus dedos alcanzaron el abdomen, notó un vientre abierto con las entrañas expuestas. Él se alejó gruñendo mientras se hacía una imagen mental de lo que había tocado, cuando se percató de la verdad soltó un grito de impotencia y cuando golpeó el suelo con sus manos escuchó un chapoteo… La cueva entera estaba forrada de órganos, sangre, trozos de carne y tumores que palpitaban a un ritmo lento.
El suelo estaba mojado por la sangre de quien sabe cuántos murieron ahí, las entrañas de Eveldra la ataban al techo y por el brusco movimiento de Axel esta comenzó a balancearse. Si aquella amable cocinera estaba atrás de él, significaba que el par de brillos que sentía adelante suyo no venían de ella… Fue entonces que el llanto de un bebe lo hizo reaccionar, llorando sangre gimoteó mientras daba lentos pasos hacia esos brillos, estiraba su mano sintiendo en su mente la distancia que los separaba de ellos, cuando los tuvo cerca bajó sus manos y palpó su procedencia… Los brillos… Mejor dicho, las gemas que contienen su habilidad robada… Estaban dentro de los ojos del hijo de Eveldra.
—Es horrible ¿no? Si seguías el camino que la Diosa Durgea te señaló, hubieras llegado ante un enfrentamiento no tan difícil como esta situación. Una vez «reemplaces» los ojos de ese bebe por los que te arranque, recuperaras la visión y la habilidad que te fue robada ¿Serán tus transformaciones? ¿Tus habilidades de combate con armas? ¿La habilidad de conjurar? ¿O tal vez algo inútil que no vayas a usar aquí? Sea lo que sea, pronto voy a expulsarte de esta caverna a otra parte del laberinto y si decidiste no recuperar tus ojos… Pues es obvio lo que pasará, así que apúrate. —Vilma comenzó a ordenas a los tumores del suelo que rodearan a Axel, estos palpitaban más fuerte mientras se movían, era un sonido que comenzó a desesperar al muchacho.
Los segundos parecían eternos, aquel joven cargó al bebe en brazos, sintiendo sus manitas tocándolo y escuchando la pequeña risa de ese inocente que cargaba… Él se quedó en silencio escuchando aquellos tumores arrastrándose por su espalda, cerrándole cada vía de escape y precipitándolo en la desesperación. Axel puso su mano en la cálida mejilla del bebe, de su nuca se liberaron los delgados tentáculos que suele usar para extraer trozos de cadáveres y ahora les daría un abominable uso.
Esas pequeñas risas de alegría, se fueron volviendo llantos horridos que retumbaban en la caverna, él le tapó la boca con sus manos pues ese agudo llanto estaba haciéndolo desistir de la decisión que tomó. Axel lo sostenía con fuerza en sus brazos, evitando que el bebé se moviera y podía sentir como sus manos eran mojadas por la cálida sangre que chorreaba… Repentinamente el inútil forcejeo se detuvo, los tentáculos de Axel habían cumplido su misión, llevaban los ojos del bebe a las cuencas vacías en el rostro del muchacho y tras un dolor intenso más allá del físico, su visión regresó y contempló de primera mano su despreciable acto. En brazos solo cargaba un cuerpo muerto, ese rostro de agonía en él bebe quedaría grabado en su subconsciente para siempre y sería un pecado que nunca podría expiar.
Axel giró su cuerpo aun cargando el cadáver, sus nuevos ojos aún estaban acostumbrándose a la oscuridad de la caverna y cuando miró su entorno, sintió una penetrante mirada de odio. Axel levantó su vista, se esforzó por ver claramente lo que tenía en frente y se llevó una grotesca sorpresa que lo dejó mudo y sin aliento. Eveldra estaba desollada, con sus órganos esparcidos por el lugar, colgada a las estalactitas por intestinos que la ataban y amordazaban para callarla… Aun así ella estaba viva, había sido muda testigo del pecado de Axel y esa mirada de odio que tenía en sus irritados ojos, eran comparables al fuego de las llamas del infierno.
—Nunca dije que ella estaba muerta, solo que fue uno de mis mejores trabajos y ahora gracias a ti es perfecta…. Le prometí que yo y los monstruos de subsuelo no lastimaríamos a su bebe, pero tú no perteneces a este lugar… Mírala bien, mocoso ¡Mírala bien, maldita sea! No logré quebrar su espíritu a pesar de todo lo que le hice, pero tu rompiste más que eso con lo que has hecho Ja,Ja,Ja ¡Felicidades, mocoso! —Vilma casqueó los dedos, ordenando así a las tripas que ataban a Eveldra la soltaran.
Aquella mujer desollada golpeó el suelo salpicando sangre alrededor, varias gotas cayeron en el rostro de un atónito Axel y por el susto soltó el pequeño cadáver que cargaba. Retrocedió dando ahogados gruñidos de incredulidad, viendo como Eveldra hacia un esfuerzo sobre humano para alcanzar a su bebe muerto y moviendo horridamente sus labios, ella intentaba gesticular unas palabras…
—A-Atare… e… ¡Atare! ¡teee matareee! ¡Ah! —El último grito de Eveldra rompió el espíritu de Axel, al cual los tumores del suelo habían rodeado y comenzaron a aplastarlo hasta meterlo dentro de ellos.
Eveldra logró alcanzar a su hijo muerto, lo acurrucaba lastimosamente mientras lloraba sangre por lo que quedaba de sus lagrimales y gritaba de dolor mientras maldecía entre gemidos al monstruo que mató a su bebe. Vilma observaba todo desde lo alto, finamente se limpiaba una lagrima de su mejilla, pues ella estaba conmovida por tal espectáculo y por último se lanzó dentro de la caverna, donde segundos después una gran cantidad de sangre fue disparada en un grueso chorro de viseras y trozos de carne.
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