LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 36
«Sigo sin entender por qué acepté este destino… Comparado a lo que antes era mi vida, definitivamente no estaba tan mal… Tenía un hogar, aunque ahí era odiado, tenía un padre con el cual anhelaba vivir y tenía amigos con quienes disfrutaba pasar el tiempo. Me forzaron a venir a este mundo, solo para encontrar un sufrimiento aún más grande, para arrinconarme en situaciones que ninguna persona debería vivir y para obligarme a hacer cosas que… Quiero arrancar de mi memoria»
Los oscuros túneles se iban iluminando conforme Axel corría por ellos, había hecho su elección y decidió ir por el camino que no llevaba hacia Ángelo. El joven demonio sabía que estaba en peligro, aunque recuperó sus brazos aun es vulnerable al elemento luz y una lucha contra Ysmel podría ser una sentencia de muerte.
«¿Exactamente que quiero hacer con mi vida? ¿Puedo mandar a la mierda lo de ser un Rey Demonio? ¿Puedo huir a ese destino y vivir siendo Minos De Lacroix? ¿O puedo ser solo Axel el aventurero?»
El cuerpo de Axel se iba haciendo más pesado conforme sus dudas iban creciendo, su corazón parecía dolerle a pesar de no estar herido, sentía sus piernas temblar y la garganta cerrándosele… Pero al ver su mano titubeando, por un segundo sintió un calor familiar, recordó el toque de una persona que lo necesitaba y al instante que se percató de ello, aquella esencia que rastreaba de Ángelo cambió a una débil de color azul.
«Ho-Holee, es cierto, si no hubiera escogido este destino… Lulú y Mirtha hubieran sido vendidas como esclavas sexuales, Dina digo Anais estaría muerta por las perversiones de algún desgraciado, los lobos y los osos que dejé en el bosque negro habrían sido cazados o caído en locura… Keimi, Lucios y Remi hubieran sido asesinados por sus colas. Los slime hubieran sido derrotados por ese monstruo y los tesoros de esa mazmorra habrían sido saqueados. Si no detenía a los goblins toda Trinity perecería en unos meses… Si no hubiera estado ahí para pactar con Holee, ella seguiría deseando morir en esa habitación. A pesar de que elegí ser un Rey Demonio sin entender que significaba eso, hice cosas que me parecieron buenas y quienes me acompañan están vivos gracias a mí. Cada una de esas elecciones fue hecha por mi voluntad, cambié sus destinos cuando llegué este mundo y a pesar de tenerla difícil compartí buenos momentos con todos… Ya lo entiendo, esta vida no solo me pertenece a mí, cargo con los destinos de todos ellos sobre mis hombros y ahora tengo a quienes esperan mi regreso… No voy a permitir que me quiten esa felicidad que yo mismo forjé con mis manos, seguiré la senda del Rey Demonio, pero lo haré a mi manera», Axel recordó todo lo que había hecho desde su llegada a este mundo, esos momentos le trajeron una nueva determinación para afrontar esta situación.
El muchacho se palmeó las mejillas con ambas manos para espabilarse, soltó un largo suspiro mirando al suelo y levantó su rostro determinado hacia el final de ese túnel. Esta pelea la afrontaría con todas sus fuerzas y demostrará a esa cruel Diosa que él puede labrar un destino diferente.
Al dar el primer pasó fuera del túnel, la tenue luz de los cristales dentro de la cueva a la que daba le permitieron ver el entorno. Esperando en la mitad de ese lugar, se topó a su contrincante y este se levantó poniéndose en guardia.
—Te atreviste a usar las armas de mi novia contra mí ¿Cuánto más mancillaras su recuerdo? —Ysmel sujeta un cristal fluorescente que tira contra Axel y luego baja de su hombro a una pequeña copia de Durgea.
«Este tipo —viendo a la diminuta Diosa caminar hacia atrás, pudo notarle esa sonrisa que tanto le molesta—. Era obvio que lo estuvo guiando hacia mí. Tengo que hacer lo posible para evitar contacto directo, aunque he recuperado la transformación de mis brazos… No es suficiente como para pelear correctamente», pensaba Axel poniéndose en guardia.
—¡Se acabaron los juegos! Lamento no hacerlo, pero no me daré el tiempo de torturarte como te lo mereces. —Ysmel metió su mano derecha dentro de las correas de su cruz, la portaba como un escudo a un lado y le daba facilidad de moverla.
«Pareces un buen tipo, no tuvimos contacto durante el viaje a Equidna, pero se nota que solo quieres hacer lo correcto… Ni siquiera podría disculparme por lo que le hice a tu novia, estas en todo tu derecho de estar enojado y querer venganza. Ella era una inocente involucrada por esa Diosa enferma… Pero yo tampoco me voy a andar por las ramas, haré lo necesario para sobrevivir y regresar con las personas que quiero», Axel transformó sus brazos en los de esos arácnidos del bosque negro.
Se vieron unos segundos fijamente, intentaban adivinar como se atacarían. En este ámbito Axel tenía ventaja, ya vio algunos de los ataques de Ysmel y en su mente se formuló estrategias para contrarrestarlo. Por su parte, Ysmel tenía problemas, pues estaba desconcertado por como ese demonio recuperó el brazo que antes le inutilizó, incluso podía verlo más amenazante que antes y esto comenzó a preocuparlo.
Ysmel fue el primero en atacar, saltó para impactar el suelo con su cruz plateada a la voz de [Onda Magna], nuevamente aquella ráfaga de energía partía el suelo en dirección a Axel, pero a diferencia de la otra vez, él ya no se quedó paralizado por el miedo. Lanzó hilos de telarañas desde sus brazos hasta el techo, adhiriéndose a las estalactitas, cambió su brazo izquierdo al de un gorberin y golpeó con esos puños varias de las estalactitas para hacerlas caer, incluso partió una para sujetarla y arrojarla contra Ysmel.
La [Onda Magna] ya había chocado contra la pared del fondo, dividiéndose en tres partes que la recorrían subiendo hacia donde estaba Axel. Al darse cuenta de esto, con su movilidad actual le fue fácil esquivarlas y verlas colisionar, ocasionando que más piedras de diversos tamaños sean disparas a toda la caverna. Volviendo al suelo nuevamente, Axel lanzó telarañas hacia las rocas que cayeron para jalarlas y arrojárselas a Ysmel, era obvio que quería mantenerlo a distancia para evitar ser afectado por el elemento luz que el [Cruzado] usa.
Ante los molestos ataques de Axel, el [Cruzado] sostuvo firmemente su cruz de plata contra el suelo, susurró [Temple de Hierro] y comenzó a formar brillos dorados de su arma. Una barrera traslucida fue levantada y detuvo el hostigamiento que el demonio estaba aplicándole.
—Alabado sea Regis Dios de la Luz, bajo su sombra camino y por su voluntad avanzo. Se la fortaleza que mi cuerpo necesita, dame tu protección para hacer frente a este mal… [Fe Erguida]. —Un resplandor comenzó a expandirse del pecho de Ysmel, se disipó por su cuerpo dotándolo de un resplandor dorado que lo bordeaba.
Una de las rocas lanzada por Axel destruyó la barrera de Ysmel, sin embargo, la siguiente que logró impactarle el cuerpo no tuvo ningún efecto. La cruz de Ysmel se abrió por el medio, comenzado a mostrar un brillo blanco que delineaba sus contornos y como si no pesará nada levantó la punta de abajo hacia Axel.
—No eres el único que puede atacar a distancia [Estaca Sacra]. —Exclamó el [Cruzado] disparando desde esa punta una púa blanca a gran velocidad.
Ese ataque tomó por sorpresa a Axel, a la última fracción de segundo pudo reaccionar para hacerse a un lado y permitir que la [Estaca Sacra] impacté detrás suyo, sin embargo, cuando ese ataque chocó contras las piedras tras Axel, causó una explosión de luz que lo obligó a escapar de ella. Le tomó dos segundos a Axel para apreciar la magnitud del área afectada, era de siquiera 5 metros de diámetro, no causaba destrucción, pero sí dejó rastros de que la zona fue irradiada por energía, pues había marcas similares a quemaduras en el suelo.
«¡Maldito elemento luz! No contaba con que este tipo tuviera más ataques de área. Debo mantenerme en movimiento, una habilidad tan fuerte debe estar consumiendo su chakra muy rápido y si espero quedará totalmente agorado», Ysmel estaba cargando otra [Estaca Sacra] y al percatarse de eso Axel comenzó a rodarlo columpiándose con su telaraña y sujetándose a las estalactitas.
Axel no dejó de atacar mientras rodeaba a su enemigo, le seguía lanzando rocas y cristales fluorescentes, pero ninguno de estos ataques parecía hacerle el mínimo de daño al [Cruzado], este se dedicaba solamente a atacar cada 4 segundos. El demonio intentó usar esos intervalos para acercarse, sin embargo, apenas estuvo cerca para atacarlo directamente con un puñetazo de gorberin, Ysmel disparó la [Estaca Sacra] a sus propios pies y con ello el resplandor residual del ataque forzó al demonio a detenerse.
—Solo un poco más y habré acabado ¡Por Crysmir! ¡Dame tu fuerza, Regis! —Ysmel disparó dos [Estacas Sacras] al techo para obligar a Axel a bajar al suelo.
«Es imposible que esquive mientras está cayendo», pensaba Ysmel apuntándole al demonio en el aire.
Este disparo de [Estaca Sacra] causó un sonido similar a un chasquido, cuando la ráfaga blanca salió de la cruz, esta se apagó cerrando su centro e Ysmel se arrodilló jadeando de cansancio, aun no bajó su rostro pues quería ver la muerte del demonio que le quitó lo que más amaba. En el aire, Axel caía de espaldas viendo con el rabillo del ojo como ese ataque estaba cada vez más próximo, lanzar una telaraña no lo iba a salvar a tiempo, así que cambio la forma de sus brazos a alas de murciélago, con ellas dio un aleteo para impulsarse hacia arriba y lograr esquivar la [Estaca Sacra], la cual explotó en el techo lejos de él. Las alas de murciélago que tenía no estaban diseñadas para aguantar su peso actual, por ello solo pudo planear para caer de forma segura y cuando tocó el suelo… Vomitó un cumulo de sangre.
«¿Qu-Que? ¿Qué mierda es esto? —viendo su mano manchada de rojo—. No me dio ninguno de sus ataques ¿Porque estoy sufriendo daño?», pensó Axel rugiendo de dolor, notó su salud y la vio decrecer lentamente.
Axel se percató entonces de ello, el ataque de Ysmel no solo era para dañarlo en gran medida, cada una de esas estacas había dejado el área con residuos de energía dañinos para él. Desde un inicio ese fue el plan de Ysmel, causarle daño prolongado, reducir la zona donde puede pelear y forzarlo a luchar en el suelo.
«De-Debo salir de aquí… Ese tipo debió quemar todo su chakra para esto… Tengo una chance de matarlo», Axel se alejó de esa área donde estaba parado e intentaba recordar algún sitio no afectado por [Estaca Sacra].
Ysmel no perdió tiempo, al verlo correr afectado por su ataque de área fue tras él para interceptarlo. Sujetando su cruz plateada de las agarraderas, aumentó su velocidad para alcanzarlo. Axel dejó de sentir dolor cuando uno de sus pasos lo llevó fuera del peligro, sin embargo, cuando vio a Ysmel corriendo hacia él, sacó el esportón que tomó de Tintaya y bloqueó la arremetida del [Cruzado].
Lo que menos quería se llevó a cabo, Axel estaba enfrascado en un combate cuerpo a cuerpo y no tuvo más opción que arriesgarse. La diferencia de equipamientos era notoria, la consistente cruz de Ysmel tenía más ventaja en los combates de armas, varias veces Axel fue arrojado metros atrás por defenderse de esos pesados golpes y poco a poco el [Cruzado] lo estaba arrinconando hacia las zonas dañinas.
El joven demonio aprendió de manera dolorosa, que golpear con su piel desnuda a Ysmel, le causaba leves espasmos dolorosos. Axel no podía usar complemente la habilidad obtenida de Tintaya con su esportón, pues el estilo de pelea con esta arma se basa en combinaciones de estocadas rápidas y golpes de cuerpo. Durante una de estas desventajosas grescas, Axel pudo evadir la defensa de Ysmel y ocasionarle un [Golpe Critico] que impactó en el hombro del [Cruzado], llegando a romper parte de su pechera e hiriéndolo. Aprovechando esta abertura en la posición de Ysmel, Axel dividió el esportón como lo hacía Tintaya y con la parte de madera golpeó la mano izquierda de su enemigo, luego se disponía a apuñarlo en el cuello, pero Ysmel dejó caer su cruz plateada en dirección de Axel. Al ser sorprendido por esto, el demonio reaccionó sosteniéndola con su brazo para apartarla, en ese instante una punzada eléctrica recorrió su cuerpo y tuvo que cancelar su ataque. Teniendo la oportunidad, Ysmel le dio un puñetazo en el pecho para alejarlo y le arrojó un pequeño cristal fluorescente para desestabilizarlo.
«¡Duele como mierda! Si-Siento que se me va a partir el pecho —notando la piel en su pecho retorciéndose—. Pero lastimé su mano, eso le hará más difícil que pueda maniobrar su cruz», Axel rugía sujetándose el pecho.
«Demonio de porquería, me rompió tres dedos de la mano izquierda. No se arriesgará a acercarse nuevamente… Lo siento amigos, pero sacrificaré todo para salvarlos», Ysmel se arrancó la pechera, dejando caer la pesada armadura al suelo.
—En tus manos encomiendo mi espíritu —usando la mano derecha, clavo sus dedos en su pecho hasta sacarse sangre—. Vuelve mi cuerpo un instrumento de tu santa palabra, dale rienda suelta a mi fe y úsala para destruir al mal que ante mí se arrastra… [Consagración Sacra]. —Una fuerte luz azul comenzó a destellar del pecho de Ysmel, delgadas arterias de energía celeste se esparcían desde las heridas que se abrió con sus dedos, los ojos de este [Cruzado] brillaban de color celeste e incluso su boca y heridas expulsaban un brillo de ese color.
Por instinto Axel supo que ahora estaba en sumo peligro, guardó ambas mitades del esportón en su espalda, apenas vio a Ysmel correr hacia él disparó telarañas para traer una roca e impactarla contra el [Cruzado], sin embargo, aunque la roca se partió en el cuerpo de ese hombre, este solo gritó con furia y no se detuvo en su arremetida. Ysmel levantó su cruz para aplastar a Axel, era un ataque simple que el demonio pudo esquivar, pero la cantidad de energía que expulsó ese golpe era otro asunto, pues solo la onda de impacto lo mandó volando contra la pared.
«¿Este hijo de puta que mierda hizo? Estoy seguro que no le quedaba chakra ¿De dónde sacó tanto poder? —viendo a Ysmel gritar como una bestia—. A-A menos que… Este tipo está quemando su vida ¡Lo apostó todo en ese momento!», Axel había desplegado la patas de arácnido de sus brazos para pegarse a la pared, notó desde ahí el comportamiento errático de su enemigo y se sintió algo mareado viendo las cosas nubladas.
Axel había sido lanzado a una de esas zonas dañinas para él, huyó de ahí rápidamente lanzando telaraña a una estalactita para columpiarse, pero vio a Ysmel usar tres [Onda Magna] consecutivamente, aquellos ataques de energía comenzaron a circular la cueva en tres direcciones distintas y yendo contra el demonio. Ahora era todo diferente, los sitios donde Axel podía escapar se habían reducido, la primera [Onda Magna] chocó contra la pared para dividirse en tres, Ysmel estaba corriendo debajo de Axel y miraba como las ráfagas de energía que lanzó le cortaban las vías de escape al demonio.
Axel tardó en reaccionar y saltó precipitadamente hacia otra estalactita, a su espalda explotó aquel lugar donde había estado colgado y las rocas que salieron disparadas cortaron la telaraña con la cual se sujetaba. Arriba del demonio las otras dos «Onda Magna» se habían dividido en tres cada una, explotando el techo y causando el derrumbe de la caverna. Ysmel destrozaba las piedras que caían con su cruz plateada, daba fuertes gritos que hacían eco en el lugar y al percatarse de la precaria situación de Axel, comenzó a correr para recibirlo con un golpe de su arma.
«No puedo esquivar tantas rocas, me va a dar apenas este en su rango», Axel había desplegado patas de arácnido e intentaba saltar de roca en roca, pero la cantidad era tanta que terminó golpeado por dos en la espalda.
Ysmel estaba babeando un líquido azul, tomó con firmeza su cruz plateada y esta comenzó a lanzar fuertes destellos azules que estaban rajando su arma e incluso se comenzó a romper mientras el metal crujía. Axel ya estaba a casi 5 metros de llegar al suelo, reaccionó a tiempo para transformar sus brazos en alas de murciélago y planear unos segundos para esquivar aquel descomunal ataque. El demonio había salido bien librado, cayó precipitadamente al suelo rodando unas vueltas. El [Cruzado] había dado con su golpe cargado a una enorme roca, tal impacto destrozó por completo la roca, pero lo dejó desequilibrado, él estaba jadeando y giró su cuerpo hacia Axel.
El joven demonio se levantó como pudo, ensambló el arma de Tintaya para lanzar un ataque frontal, aprovechando que el [Cruzado] no recuperaba una posición de combate correcta. Ysmel levantó con esfuerzo su cruz poniéndola adelante para defenderse, Axel frenó en seco delante de él y giró el esportón en sus manos para darle impulso, dio un golpe contundente con la punta del esportón, contra el centro brillante de la cruz plateada. [Penetrador de escudos] se había activado aumentando la fuerza de su ataque, la punta del esportón brilló de color rojo fuego, atravesó la cruz plateada llegando a clavarse entre las costillas de Ysmel y perforando su cuerpo hasta el otro lado.
La cruz plateada comenzó a desquebrajarse, ante el rostro de sorpresa de Ysmel caían pedazos de metal de sus manos, sin embargo, eso duró poco pues cerró sus puños y dirigió ese golpe hacia el estómago de Axel. El demonio soltó el esportón dejándole clavada su arma, torció su cadera lo más que pudo abriendo su brazo izquierdo en varias patas de arácnido, así atrapó el brazo de Ysmel bajo el suyo y sintió el dolor de tener contacto con él. Ysmel iba a darle un codazo con su brazo libre, pero Axel apretó bien los dientes como seña de aguantar el dolor que sentía, transformó su brazo derecho en el de garras de arácnido y atravesó el pecho de Ysmel con esas filosas puntas. Axel sentía su piel retorcerse, así que aprovechó eso y creo varias patas de arácnido dentro del cuerpo del [Cruzado], las cuales le desgarraron todos los órganos internos.
En los últimos difusos pensamientos de Ysmel, solo pudo fantasear con Crysmir dándole la bienvenida a un cálido hogar, sus ojos opacos dejaron de ver segundos antes y con esa última imaginaria escena, su corazón fue destrozado a la voz de «Bienvenido a casa» de aquella mujer que tanto amó. El cadáver se Ysmel cayó sobre Axel, ya sin el mínimo rastro de chakra en su cuerpo, este no le causaba más daño al demonio y solo procedió a tumbarlo hacia adelante para que se desplomara por su propio peso.
Un túnel se abría en una gran roca, de este salieron unas delicadas manos blancas y con cautela esa persona se quedó mirando el interior de la caverna a donde había llegado. Pudo ver el sitio lleno de gruesos tentáculos que habían comenzado a tapar los caminos, palpitaban mientras avanzaban y otros se retraían trayendo en sus puntas a personas que inútilmente los golpeaban para que los liberaran.
—E-Esto es horrible ¿Ti-Tintaya está aquí? —Quien salió del túnel era Warawisa, sobre su hombro tenía una de las diminutas copias de Durgea.
—Sí, la mujer que me describiste. Yo la vi luchando contra los monstruos de esta caverna, pero hay algo malo… Un demonio, un demonio se infiltró aquí y está perturbando el dominio de nuestra Diosa. —Le susurró al oído la pequeña copia.
—Voy a buscarla, debo rescatarla de cualquier forma. —Warawisa entró a la caverna y comenzó a recorrer los túneles aun no congestionados de tentáculos, en su camino encontró un machete y decidió cargarlo para defenderse.
Después de que Warawisa dejara el lugar donde apareció, ella corrió dentro del túnel donde le pareció escuchar las voces de sus compañeras, tras mucho tiempo yendo más adentro y dejando atrás a los presos que fueron a investigar, la joven amazona llegó hasta un portal morado. Ella no sabía que era eso, sin embargo, al pegar más su oído al portal, escuchó voces que le hicieron tomar esta decisión y en especial la voz de Tintaya ordenando a sus subordinadas.
Warawisa entró al portal, lo primero que vieron sus ojos fue una enorme pendiente, por la cual casi cae de no reaccionar rápido y al levantar su mirada se topó con un camino de piedra que la llevaría con seguridad hasta otro túnel. En su precavido andar, ella encontró en el suelo a una de las copias de Durgea y tras picarla con su dedo la despertó. La amazona le preguntó sobre donde estaban y si había visto a gente como ella, pero esa diminuta manifestación le dijo que estaban en los dominios de la Diosa Durgea y que vio a muchas amazonas corriendo por los túneles inferiores, así Warawisa le pidió que la llevara con ellas y esta copia aceptó de buena gana.
«Si la historia de esa mujer es verdad, no puedo confiar en este espíritu de tierra… Me parece sospechoso que decidiera ayudarme sin más, pero si me guía con Tintaya le voy a seguir el juego», pensaba Warawisa mientras miraba con sospecha a la copia de Durgea que recogió.
La amazona vio de primera mano, cómo las victimas de ese lugar eran devoradas por las Cabeza arácnidas del laberinto, estos seres se subían sobre los cadáveres para comenzar a devorarlos y se metían tanto en su alimentación que no se les importaba nada más. Con los monstruos distraídos, Warawisa podía avanzar sin preocuparse de que la atacaran y cuando se adentró cerca de una bifurcación vio como varios tentáculos saltaron de ahí y comenzaron a llevarse los cadáveres. Ella se había tapado la boca para no gritar, se quedó quieta mirando como los tentáculos se retraían para perderse en esa oscuridad y dejando un rastro de sangre de los cuerpos que arrastraban. La joven tomó el otro camino despejado, siguió los susurros de la Durgea en su hombro y cuando dio vuelta dentro de una desviación, se topó con un charco de sangre y encima de este un cadáver.
Aquella miniatura de Durgea saltó de su hombro, frente a Warawisa estaba el cuerpo inerte de Tintaya, tenía encima unas seis Cabeza arácnidas del laberinto, se estaban comiendo sus intestinos, mordisqueaban las piernas y le habían arrancado trozos del pecho. Por un segundo todo se quedó en silencio para Warawisa, sentía un extraño frío bajarle por la espalda, la garganta hecha un nudo y nada más le importaba que ver esa grotesca escena ante ella. Warawisa corrió empuñando aquel machete que recogió, había perdido su razón y solo actuaba por una enorme ira que iba en aumento dentro de ella. Con un primer tajo cortó a una de esas arácnidas cabezas por la mitad, pateó a otra contra la pared para aplastarla con su pie y al verse abruptamente interrumpidas, dos de esos monstruos se le lanzaron encima. Ella se arrancó uno del hombro para machetearlo dos veces, al otro lo presionó contra su pierna para cortarle las fauces a la mitad. Los otros dos que mordisqueaban el cadáver se pusieron a la defensiva al verse en peligro, de sus bocas escupieron una baba blanca de la cual Warawisa se defendió con su escudo tribal, al ver su equipo derretirse se lo quitó para lanzar los restos contra uno de los arácnidos, teniéndolo inmovilizado lo cortó de un tajo vertical, luego se tiró contra el último que quedaba, sujetándolo con sus manos le cortó las paratas para finalmente darle un golpe seco partiéndolo a la mitad y dejándole el machete.
La cansada amazona jadeaba por tanto movimiento, giró su rostro hacia el cadáver de aquella mujer que amó, gateó hasta ese inerte cuerpo sintiendo la sangre derramada en sus rodillas. Ella recordó cómo se conocieron en su aldea, como esa fuerte mujer la enamoró con sus atenciones, las veces que intimaron con pasión y como juraron amarse bajo la luna llena… También recordó cómo fue despreciada por Tintaya, como fue fácilmente desechada para ser reemplazada por una de sus compañeras y como coqueteaba con Holee en la última misión.
—Y-Yo lo sabía, nunca fui la única en tu vida… Sabía que andas acostándote con las otras. Pe-Pero me convencí de que no importaba mientras yo sea la primera en tu corazón, pero nunca lo fui ¿Verdad? —metiéndose los dedos dentro de su cabellera, se apretó con fuerza la cabeza—. Me sacrifiqué por todas, soporté que ese hombre me violara todos los días y me denigrada constantemente… Y lo único que hiciste fue reemplazarme y olvidarte de mí ¿Dónde estuvieron ellas? ¿Alguna te ayudó? ¿Alguna se sacrificó por ti? ¡Nadie lo hizo! ¿Verdad? Ninguna de ellas podía amarte como yo lo hice… Como aun lo hago… No te voy a dejar aquí, mi amor. Va-Vamos a salir de aquí, vamos a regresar juntas a nuestra aldea y descansaremos para siempre en la tierra que nos vio nacer. —Warawisa vio el machete incrustado en el monstruo que mató, lo tomó con ambas manos para ir al cadáver de Tintaya viéndolo con una sonrisa y lágrimas cayendo por sus mejillas.
La copia de Durgea miró todo con atención, ponía una cara de satisfacción cada vez que el machete golpeaba la fría carne, la sangre salpicaba las paredes hasta manchar los brazos y el rostro de Warawisa.
«Los mortales son tan interesantes, es divertido verlos perder la cordura cuando caen en la desesperación ¡Maravilloso!», pensaba la copia de Durgea.
Warawisa arrancó parte de su ropa, limpió el rostro ensangrentado de la cabeza cercenada de Tintaya, lo hizo hasta dejarle la piel con pocos rastros de sangre, luego sacó una bolsa de tela que cargaba en su cintura y tras vaciarla de sus pertenencias puso ahí dentro la cabeza de esa mujer que amó.
—O-Oye espíritu de la tierra ¿Sa-Sabes quién le hizo esto a Tintaya? —Preguntó la amazona mirando a la copia de Durgea en el suelo.
—Debió ser el demonio que invadió el terreno de la Diosa, ahora debe haberse dirigido a los pisos superiores. —Le dijo la miniatura señalando el camino.
—Tal vez no tenga la fuerza para matar a un demonio, pero al menos puedo ayudar a otros y que le den muerte. Por favor, te pido que me guíes con otros sobrevivientes. —Warawisa se postró ante la copia de la Diosa, esta sonrió de satisfacción.
—No bajes la cabeza ante mí, eliminar al demonio que amenaza el equilibrio es necesario. Ponme en tu hombro, te llevaré donde mis hermanas han detectado a otras personas. —La copia de Durgea levantó sus brazos, fue puesta nuevamente en el hombro de Warawisa para indicarle el camino seguro.
Por otra parte, dentro de una caverna con notorios rastros de una feroz lucha. Unas manos daban pequeños espasmos contra el suelo, los brazos se le movían despacio y el pecho sangrante se expandía como si algo se moviera por dentro. Ysmel estaba siendo consumido por el demonio, este le había abierto la cabeza para comerle parte del cerebro, sostenía el cuerpo sobre sus piernas para que los tentáculos de su nuca entren por el oído y boca del cadáver.
—Eso es ¿Ya le agarraste el gusto? Para un demonio comer humanos es algo natural, incluso aumentará tu poder y en esta situación te ayudará a sanar tus heridas. —Una de las copias de Durgea estaba sentada frente a Axel.
«Cállate de una puta vez ¡Mierda! Pero ti-tiene razón, es la primera vez que pruebo algo tan delicioso, ahora solo puedo pensar en cómo sabría mejor si lo cocino y me está volviendo loco —mordiendo algo duro—. ¡Aquí esta!», Axel había sujetado una gema con sus dientes, despacio la sacó del cerebro de Ysmel y se la comió.
>>>Habilidades de Análisis obtenidas… Analizar… Mapeo real… Analizar Superior… Descripción Genuina… Conocimiento mundial… Habilidades inferiores se fusionarán con las avanzadas.
>>>¡Peligro!, [Campo sacro, Nivel 3. Detectado], se recomienda abandonar las áreas purificadas.
«¡Bien, carajo! Al fin algo bueno, esto es lo que necesitaba. Ahora solo tengo que encargarme del otro asunto y esperar que esta perra se largue», pensaba Axel mostrándose feliz.
—Sé que recuperaste tu precioso [Analizar Superior], ni siquiera puedo imaginar donde conseguiste algo tan importante. Pero bueno, será mejor que quites esa estúpida sonrisa. Recuerda que un fragmento de tus habilidades de transformación está en… ¿Peligro? Eso… Eso no estaba en mis planes. Te dejo por ahora —Dijo la copia de Durgea, al final parecía desconcertada por algo y se desplomó inmediatamente.
«¿Qué diantres fue eso? Que importa, seguro pronto lo sabré», Axel notó que se presentaron varios mensajes de advertencia.
«Onda Magna, nivel 1» Incompatible
«Temple de hierro, nivel 1» Incompatible
«Fe Erguida, nivel 1» Incompatible
«Estaca Sacra, nivel 1» Incompatible
«Consagración Sacra, nivel 1» Incompatible
«Habilidades incompatibles con el usuario serán eliminadas».
>>>Ruta del sacrílego actualizada
>>Misión: Asesina 10 Clérigos ofreciéndoselos a Ishtar. (4/10)… Asesinar un [Cruzado] equivale a 4 [Clérigos]
>>>Recompensa: Clase Warlock.
«Cada vez más cerca de desbloquear la clase [Warlock], en verdad eso me ayudará mucho. Pero no quiero volver a encontrarme con un tipo como este», pensó Axel sintiendo escalofríos de recordar la pelea.
Axel se levantó poniéndose firme, respiraba lentamente mientras se tranquilizaba, luego pensó en Ángelo, así se le activó [Despertar de cazador] y pudo ver con [Mapeo real] el laberinto subterráneo completo en ese mapa traslucido que se le muestra. Con eso presente no perdió más tiempo, salió corriendo hacia el túnel por donde vio la ruta marcada. Según su mapa, Ángelo estaba dos niveles más arriba, el antes confuso laberinto al cual temía avanzar sin cuidado, ahora era fácil de pasar. En el mapa de Axel se mostraba los monstruos como pequeños puntos rojos, si fijaba su atención en ellos le salía los nombres de esas criaturas, las personas eran mostradas como puntos blancos y Ángelo como un tintineante punto azul.
«¿Q-Que? Unos puntos blancos acaban de desaparecer en la caverna donde anda Ángelo… Esto me da mala espina», pensó el muchacho percatándose de ese detalle, mirando otros lugares del mapa notó lo mismo y extrañamente una gruesa línea roja comenzar a bloquear los túneles.
El demonio subió los túneles verticales usando las ocho patas de arácnido, le tomó pocos minutos recorrer todo, hasta estar frente a la caverna donde supuestamente estaba su compañero de trabajo. Axel se quedó en la puerta, miró su mapa y notó que aquella gruesa línea roja estaba retrocediendo velozmente.
Al entrar en la caverna, el joven demonio se llevó una gran sorpresa, el sitio entero tenia lo que parecía ser cadáveres humanos por todo el sitio, un enorme tentáculo carnoso se retorcía aplastando a Ángelo contra una pared, este apenas soportaba con su gran hacha el peso para alejarlo, extrañamente el amigo de Axel tenía la piel de tonos rosas y algo similar a tatuajes con forma de plumas en su cuerpo.
«¿Qué mierda paso aquí?», exclamó Axel como gruñidos inentendibles, esto llamó la atención de Ángelo.
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