LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 38
Unos pasos se dirigen lentamente hacia un hueco, dentro se encontraba el cadáver mutilado de Aluwa, quien está su lado se quedó mirándola unos segundos y acercó sus manos para cerrarle los ojos. Era Ángelo quien hizo este acto, miró a un costado la espada que le pertenecía a esa amazona y la tomó con cuidado recordando algo que su dueña le dijo.
—Grandulón, sé que no nos conocemos pero si algo me pasa… Por favor, salva a mi hermana, ella intenta con todas sus fuerzas ser alguien de confianza, pero es una chiquilla asustada del mundo. Si puedes, sácala de esta locura… —Esas fueron las palabras que recordó de Aluwa, en silencio el muchacho recogió la espada y la colgó en su cinturón.
Cerca de los demás cadáveres se encontraba Axel, él estaba usando los tentáculos de su nuca para extraer habilidades de ellos, pero era algo difícil pues muchos cuerpos fueron deteriorados y los restos que quedaban no le eran útiles. Axel demoró siquiera 30 segundos para extraer habilidades de los cadáveres, tiempo en el cual se encuentra indefenso y por eso pidió a Ángelo que lo protegiera por si venían más monstruos.
«No puedo explicarle a Ángelo lo que estoy haciendo, pero él puede intuir que lo hago por necesidad. Tamir y yo nos dimos cuenta de que a pesar de su apariencia, Ángelo es alguien muy sensible y empático», pensaba Axel retirando sus delgados tentáculos de los restos de aquella hubeast escorpión.
Patio de las barracas del personal – 9:00 PM
Axel, Tamir y Ángelo – Cuarto día de trabajo
Tras su primer día, los nuevos vigilantes se han puesto de acuerdo para entrenar tras el trabajo, ya que Horos les explicó de los peligrosos monstruos que habitan los interiores de la mina. En este momento están Ángelo y Tamir usando armas de entrenamiento que pidieron en el almacén, se encuentran enfrascados en un pequeño duelo de práctica para medir sus habilidades.
—Me agradan estas espadas por su peso, son mejores que las de madera y muy seguras por la melaza en los filos. Bien pensado para evitar accidentes. —Tamir sostenía dos espadas cortas, como mencionó los filos de estas tenían un recubrimiento color miel y su punta estaba totalmente redondeada.
—Es importante tener en cuenta el peso de espadas reales, estoy sorprendido por cuán bien las hicieron. Supongo que así se evitan lesiones y ausencias al trabajo. —Axel estaba detrás de sus amigos y sostiene una espada recubierta con melaza.
—Aún estoy enojado contigo… Con esa cara de niño rico, peleas como todo un bandido ¡Que te quede claro que solo fue suerte! Para mañana voy a dejarte 3-0. —Contestó Tamir algo molesto.
—[…] —Ángelo golpeó su hacha de entrenamiento en el suelo, lo hizo como señal de que estaba listo y sacó otra pequeña hacha con melaza de su cinturón.
Ambos muchachos se pusieron en guardia, mirándose para analizar cómo atacaría el otro y a la señal de Axel fue Tamir quien se lanzó a gran velocidad. Tamir usa sus dos espadas maniobrándolas en sus manos, aprovechando su pequeño tamaño puede pelear al ras del suelo y levantar sus hojas en zonas donde sale de la visión de su ponente. Tamir estaba apuntando sus ataques a las piernas de Ángelo, bloqueando con sus espadas las hachas e intentando seguirle los pasos.
Ángelo por su parte tiene un buen dominio de su espacio, daba cortos saltos uno a uno con sus pies para evadir la espadas y logra mantener a Tamir a raya. Los giros de las hachas eran muy fuertes, en cierto modo parecía como si Ángelo estuviera bailando con los brazos abiertos, precipitándose al suelo con tal de alejar a Tamir, pero este pequeño joven es muy ágil con los pies y usando la rodilla de Ángelo como apoyo, logró darle una patada alta en el cuello, sin embargo, se había dejado desprotegido y Ángelo soltó su hacha pequeña, lo tomó en el aire del cuello y estrelló contra el suelo. Ambos se quedaron trabados, Tamir había posicionado su espada por debajo de la axila izquierda de Ángelo y este tenía su hacha apuntándole a la garganta.
—Joder… Me arriesgue mucho con esa patada —bajando su espada—. Tienes una buena defensa, Ángelo, esos giros que das son difíciles de atravesar. Solo podría hacerlo imbuyéndome con elemento viento. —Tamir se medio sentó respirando cansado.
—[…] —Ángelo le extendió su mano para ayudarlo a levantarse.
—Eso fue genial ¿Pero por qué Ángelo no usa dos hachas iguales? —Preguntó Axel acercándoseles y se sorprendió al ver a Tamir reír.
—No seas tonto, Axel, el manejo de armas dobles no es tan sencillo. No es como si pudieras tomar dos armas iguales y blandirlas para pelear, terminaras muerto sin el entrenamiento correcto —notando a ambos desconcertados—. Podría creerlo de este torpe pero no de ti, Ángelo. —Tamir estaba algo molesto por las aptitudes de sus compañeros.
—Bueno señor experto, te agradecería si me explicaras eso. —Axel le arrojó una cantimplora de agua, le entregó otra a Ángelo y él abrió la suya.
—Todos los que emprendemos la ruta del combate cuerpo a cuerpo, comenzamos con la clase [Guerrero] como la primera que obtenemos. De ahí según las armas que usamos cambiamos de clase, en mi caso por dedicarme únicamente a las espadas me volví un [Espadachín] y de ahí tras entrenar duramente en el uso de dos espadas, se me otorgó la clase [Espadachín Dual]. Para un humano es difícil obtener las clases [Dual], nuestros músculos no se desarrollan tan rápido con los de otras razas. Por eso cuando logramos dominar dos armas iguales, somos bendecidos por [La Diosa de la guerra, Zaira] y ella fortalece nuestro cuerpo para soportar las armas. —Explicó Tamir mostrándole una marca color ocre en su nuca, era un círculo con partes internas abiertas.
«¡Espera! ¿Yo también tengo de eso en mi nuca?», pensó Axel sorprendido, nunca se había visto esa parte del cuerpo.
—¿Cuánto tiempo te tomó conseguir la clase Dual? —Preguntó Axel un tanto nervioso.
—Desde niño tenía pensado lo que quería ser, comencé a entrenar correctamente con espadas a los 14 años, dejé de ser un [Espadachín novato] a los 18 y me volví un [Espadachín Dual] hace seis meses a mis 23. El primer requisito para ser un [Espadachín Dual], es poder usar la espada en ambas manos y con total destreza, ambos brazos tienen que ser dominantes. El segundo requisito, consiste en soportar el peso de las espadas sin que sea un impedimento, es lo que más tarda y tienes que practicar mucho. Pero usarlo en un combate real puede llevarte a morir de no estar preparado, por eso se requiere entrenamientos continuos hasta llegar a cambiar de clase. —Tamir maniobró sus espadas en similitud con ambas manos, los movimientos de su muñeca no mostraban error alguno.
—Entiendo, en mi caso soy capaz de manejar varias armas diferentes… Aun no me he decidió por ninguna y creo que es mejor así —mirando a Ángelo—. Te vamos a ayudar a alcanzar la clase Dual, Ángelo. Entrenaremos duramente hasta que lo consigas. —Axel le sonrió decidido a su amigo, le extendió el puño como señal de que los chocasen.
—[…] —Ángelo lo miraba desconcertado, solo tomó el puño se Axel con sus dedos y lo hizo de arriba abajo tres veces.
—No, Ángelo —chocando los puños con Axel—. Así es como se hace, inténtalo ahora —le dijo Tamir motivándolo y Ángelo lo imitó—. Tu caso es extraño, Axel. Según lo que dices quieres volverte un [Combatiente Armado], es una ruta difícil y pocos humanos llegan a dominar más de 3 armas en su vida útil, tampoco reconozco la marca de Zaira en tu nuca. —Comentó Tamir haciendo que su compañero se tocara la nuca incómodo.
—Sí, me lo han dicho algunas veces, pero bueno… Haré lo que pueda ¿No? —Sonreía Axel algo nervioso y Tamir no dejaba de verlo con sospecha, pero su atención se volcó en Ángelo, pues este miraba el cielo nocturno y levantó una mano hacia las estrellas.
—Algunas veces lo veo hacer eso ¿Crees que sea una costumbre de su niñez? —Preguntó Axel sentándose cerca de Ángelo.
—Lo había estado sospechando… A diferencia de nosotros él no sabe leer, fuera del trabajo está divagando y tiende a aislarse cuando se siente incómodo. Había un sujeto así en mi ciudad que me recordó a él, no hablaba mucho, solo trabajaba en construcción y se quedaba absorto en ello hasta terminar su turno… Supongo que algunos nacen bajo una estrella diferente. —Tamir también se sentó a lado de Ángelo.
—Fuera de todo eso es un buen tipo, costó que nos tomara confianza pero creo que siente que queremos apoyarlo. Hay que estar atentos cuando le den algún pergamino, así se lo leemos y le diremos que hacer para que no tenga problemas. —Dijo Axel siguiendo con la mirada el lugar donde apuntaba Ángelo.
—Cualquiera que arriesga su cuello por otro en batalla, siempre tendrá mi respeto y confianza. Cuando vengan Bando y Galur, hay que avisarles sobre cómo ayudar a Ángelo —bostezando—. Ya va siendo muy noche. Un suave baño con trapos húmedos y a dormir. —Tamir se estiró volviendo a bostezar. Los tres se quedaron unos minutos más bajo ese cielo estrellado.
«Es agradable pasar tiempo con otros hombres, extrañaba este sentimiento de camaradería… Me recuerda los días con Fabián y Ernesto», pensó Axel sintiéndose cómodo junto a esos dos nuevos amigos.
Regresando a la actualidad, Axel estaba metiendo sus finos tentáculos dentro del grueso tentáculo monstruoso que cortó Ángelo, extrañamente recibía varios mensajes de adquisición de ADN. Su compañero estaba a su lado esperándolo, revisándose las heridas que tenía y se ponía algo de saliva en ellas.
«Mierda… No puedo más —sacando precipitadamente sus tentáculos del monstruo—. Siento que me va explotar la cabeza, creo que he sobrecargado mi habilidad», Axel retrocedió unos pasos y luego cayó sobre su trasero jadeando de cansancio y sujetándose el rostro con un leve temblor en sus manos.
—[…] —Ángelo se le acercó preocupado y lo ayudó a ponerse de pie.
«Gracias, ayúdame a caminar un rato hasta que me recupere», Axel le señaló uno de los túneles y con cuidado fue llevado ahí.
Ya que ambos no pueden hablar, Axel tuvo que ingeniárselas para comunicar a Ángelo sus planes, fue así que con ademanes y gestos describió a Tamir y le indicó a su amigo que sabía dónde estaba. Pero inesperadamente le salió un cuadro de diálogo, donde ponía la opción de hacer grupo con Ángelo y compartir su mapa, una vez aceptado la pequeña pantalla se creó para el gran muchacho. Este vio el camino que llevaba a los demás y aunque no entendía que significaba confió en Axel
«Usando [Analizar Superior] en Ángelo, me doy cuenta de que ha subido poco más de 20 niveles, matar tantos monstruos le ayudó a progresar rápido. Supongo que dentro de poco alcanzara la clase Dual, pero necesitará mejores armas si quiere aprovechar sus habilidades. Uhm, tenía curiosidad por eso de [Berserker], creía que perdería el control de sí mismo como en las leyendas o los animes, sin embargo, en esa forma que lo encontré parecía muy consiente», Axel vio el cuadro de información de Ángelo y los detalles de sus características llamaban su atención.
Nombre: Ángelo Deinsu
Edad: 21 años
Nivel: 67
Clases: [Combatiente] (Hachero)/ [Berserker]
Grado: I
Afinidad Elemental: Viento/Tierra
Trabajo: Vigilante de mina
Títulos: [Ofrenda a Durgea] [Noble Desechado] [Silencio Perpetuo] [Campeón de coliseo] [Camino de la pureza]
Valor como esclavo: 25 monedas de oro
Dificultad de captura: Bajo
Estado: Saludable/Mutilado (Lengua)/Fatigado
Pasaron unos minutos mientras caminaban, Axel intentaba explicarle con gestos a Ángelo el significado de los puntos rojos y blancos, este medio lo entendió y entonces Axel notó algo que lo preocupo.
«¿Q-Qué haré cuando otras personas vengan a matarme? Una cosa es que él me ayude contra los monstruos, pero no puedo obligarlo a asesinar gente por mí… Soy un imbécil, no pensé bien las cosas y ahora estoy exponiéndolo a algo peligroso. Lo mejor que puedo hacer es aprovechar el mapa y evitar encontrármelos», Axel comenzó a caminar lento conforme sus dudas crecían y Ángelo notó esto.
Llegado a un túnel se percataron que estaba bloqueado, la única salida visible era una en vertical, para ello Axel usó sus brazos de araña para subir primero, luego puso telarañas como soporte y ayudó a Ángelo a subir por ellas. Al mirar el mapa nuevamente, notaron que los puntos blancos que representaban a las personas estaban acercándoseles, pues el mapa había cambiado y repentinamente el túnel por el que treparon se selló con tierra.
«Esto debe ser culpa de Durgea, está guiándolos hacia nosotros para que nos ataquen. Será mejor que encuentre el rastro de Holee y Tamir, ellos eran los que estaban más cerca», pensó Axel activando [Despertar de cazador].
El demonio podía ver los caminos que llevaban a sus amigos, a ambos se les marcó en el mapa las posiciones de ellos y se sorprendieron al ver que Tamir estaba dirigiéndoseles junto a varias otras personas. Por otra parte, la marca de Holee estaba en una caverna con 16 puntos blancos que iban desapareciendo, Axel entendió inmediatamente lo que estaba pasando y mediante los rastros encontró un camino seguro para llegar a ella.
Los túneles comenzaron a cerrarse, se abrían otros por los cuales llegarían quienes buscan matar a Axel, sin más opción el demonio indicó a su amigo que permaneciera atrás en un lugar seguro. Axel salió corriendo hacia un túnel que lo llevaría hacia una amplia caverna, al entrar notó que las paredes iban abriéndose y formando túneles, por los cuales eran audible las voces de gente desesperada por salir de ahí, eran un total de treintaitrés.
«No puedo usar mana ni conjuros… Únicamente dispongo de mi espada y el esportón, las habilidades físicas que adquirí de esos tipos y la transformación de mis brazos y piernas. Si hay magos entre esas personas, tendré que ocuparme primero de ellos y ubicar a los clérigos o cruzados», ideó Axel poniéndose en cuatro, sus brazos explotaron soltando de ellos cuatro tentáculos delgados, dos de estos en las puntas tenían pequeñas cuchillas de hueso y dos formaban manos con las cuales sujeto sus armas. Sus piernas de dividieron volviéndose seis patas de arácnido separadas, su altura llego a casi los 3 metros.
Axel miró en su mapa el túnel por donde saldrían siete personas, se movió con rapidez hacia ese lugar pero lo hacía torpemente, como si no coordinara bien su cuerpo y abrió más sus patas como apoyo para no caerse. Llegado a la pared trepó por ella hacia arriba de la entrada y esperó con sus tentáculos listos para atacar. Cuando esas personas salieron, resultaron ser esclavos y prisioneros que portaban armas, el demonio cayó detrás de ellos y usó sus tentáculos para atravesarles los pechos, solo dos lo habían esquivado, pero al ver esa monstruosa forma se petrificaron del miedo y el muchacho lo aprovechó para cortarles la garganta con las cuchillas de sus tentáculos.
Por tres tuéneles vinieron más grupos de personas, al ver a Axel unos intentaron regresar por donde vinieron, pero la tierra cerró sus caminos y se vieron obligados a quedarse. Algunos arqueros dispararon flechas contra él, así que usaba sus apéndices ondeantes para repelerlas, sin embargo, algunas lograban pasar su defensa y clavársele en el pecho.
«¡Mierda! Controlar tantas extremidades no es fácil, debo intentar moverlas independientemente», Axel tomó algunos de los cadáveres que dejó, los arrojó contra los arqueros para hacerlos correr y se puso en una torpe marcha con sus patas de arácnido.
El demonio se detuvo frente a un grupo de nueve personas, unió los tentáculos de su brazos en un par gruesos, con ellos dio dos barridas al ras del suelo que hicieron caer a sus enemigos, luego volvió a separar sus tentáculos en cuatro y azotó el suelo consecutivamente. La mayoría de esos esclavos y prisioneros estaban muertos, los que tuvieron la peor suerte estaban agonizando con sus órganos internos destrozados.
[Bola de fuego, Nivel 5 detectada] [Saeta de fuego, Nivel 20 detectada] [Descarga eléctrica, Nivel 5 detectada] [Atadura de tierra, Nivel 8 detectada]
Los mensajes de advertencia habían aparecido, Axel miró sus patas de araña y notó como partes del suelo estaban moviéndose para hundirlo, así cambió a una forma humanoide y lanzó una telaraña al techo para escapar de la zona de ataque. Al columpiarse a un lugar seguro, pudo escuchar a su espalda los estruendos de todos esos ataques y llegado al techo buscó con sus ojos la ubicación de los magos. Eran cuatro que estaban a unos 50 metros lejos de él, con seis guerreros al frente que parecían estar encargados de protegerlos, el muchacho se columpió lanzando telarañas a las estalactitas hasta estar arriba de los guerreros.
El demonio cayó con impulso en medio de ellos, desplegó de sus brazos los tentáculos con las cuchillas de hueso, moviéndolos de forma aleatoria para azotar todo lo que esté a su alcance. Tal brusco movimiento confundió a los guerreros, que se quedaron firmes aguantando sus ataques y al estar tan cerca evitó que los magos dispararan hechizos, ya que podrían darle a sus aliados. Un guerrero que portaba un martillo de pico se le aproximó peligrosamente por la espalda, Axel lo miró con el rabillo del ojo y se relamió los labios, [Silbido aturdidor], pensó mientras el sonido que producía desorientó a ese guerrero, fue ahí que el demonio transformó su brazo izquierdo en una gruesa cuchilla de ósea y decapitó al del martillo. Con su brazo derecho aun transformado en dos tentáculos y una mano que sostenía su espada, perforó la cabeza de una mujer lancera, luego usó la espada para atravesar la defensa de una joven espadachín y la degolló de un corte.
De los tres que quedaban, uno le arrojó una daga y aunque la habilidad de detección de Axel le había avisado, no pudo esquivarlo y terminó con dos dagas en su espalda. Usando sus tentáculos con las puntas transformadas en manos, se arrancó una para tirársela a su dueño de regreso, logrando clavársela en el ojo y la otra fue tomada por su tentáculo para apuñalarlo en la cabeza.
[Tiro vendaval Intenso, Nivel 6 detectado] [Impacto de Fuego, Nivel 4 detectado] [Múltiple Disparo Reforzado, Nivel 9 detectado]
Axel se había dejado desprotegido tras su último asesinato, al leer los mensajes transformó ambos brazos en gruesas cuchillas óseas y las puso en dirección dónde venían los ataques para bloquearlos. A lo lejos había tres hombres de armaduras ligeras portando ballestas, las saetas en estas brillaban con colores de su elemento al salir disparadas. La primera saeta, estaba rodeada de un fuerte tornado color verde, que le generaba más fuerza conforme iba ganando distancia y al impactar con Axel lo arrojó 5 metros atrás. La segunda saeta, iba incinerándose con llamas rojas que golpearon el suelo donde Axel cayó y lo hicieron explotar. El demonio había salido volando unos metros en el aire por la fuerza de la explosión, intentó crear sus alas de murciélago para darse estabilidad, pero fueron rotas por cinco saetas que lo atravesaron consecutivamente.
Los magos estaban cargando un hechizo combinado más potente, los mensajes de advertencia le aparecieron a Axel, pero estaba en una difícil situación pues su cuerpo terminó entumecido al instante que cayó al suelo. Axel miraba como era rodeado por sus atacantes, atrás los magos, adelante los de las ballestas y los últimos dos guerreros estaban reagrupándose. De no reponerse pronto, acabaría muerto por la descomunal cantidad de ataques que se le venían.
Esos magos tenían sus manos levantadas, encima de ellos iba creciendo una esfera negra que chispeaba rayos morados al suelo, su conjuro se llama [Orbe de extinción definitiva], consistía en una descarga de energía que absorbía toda la fuerza vital en el área afectada. Cerca de terminar de conjurar, un filo terminó decapitando a uno de esos magos, los otros dos al estar tan inmersos en la concentración no podían moverse y un brusco giro les abrió el pecho y el estómago, ocasionando que la conjuración del «Orbe de extinción definitiva» fuera interrumpida.
—[…] —Ángelo estaba parado cerca de los cuerpos de los magos, jadeaba con notoria preocupación por lo que había hecho.
—¡Un sirviente del demonio! ¡Mátenlo rápido! —Exclamaron los guerreros dirigiéndose hacia Ángelo.
«¿Á-Ángelo? ¿Por qué viniste? No quería que mancharas tus manos por mí. Si ellos me mataban aquí, hubieras sido libre y no tendrías culpa de mi muerte», pensó Axel medio levantándose, transformó sus brazos en seis tentáculos con las puntas como las garras de arácnido y disparó varias telarañas contra los ballesteros.
Los tiradores de la ballestas estaban inmovilizados por todas las telarañas que los ataban, Axel giró su mirada hacia atrás y vio a Ángelo aun conmocionado por haber asesinado a esos magos. Tenía dos opciones, aprovechaba la inmovilización de los ballesteros para matarlos o iba a ayudar a su amigo contra esos dos guerreros. No le tomó mucho tiempo pensarlo, ya en mejor estado se levantó transformando sus piernas en patas de araña, corrió hacia donde iba a ser atacado Ángelo, sin embargo, al dar unos pasos comenzó a caer al suelo y a mover sus aprendices extras de manera errática.
«¿Q-Qué está pasando? N-No puedo controlar estas patas, es-es como si no supiera caminar con ellas… Un momento ¡Es cierto! Las extremidades son algo que controla el cerebro y la columna, mientras que no pueda transformar esas partes, no podré moverlas con la libertad que debería», al darse cuenta de su problema, Axel regresó sus piernas al estado normal, usando sus brazos como apoyo se levantó y continuó su camino.
Uno de esos dos guerreros portaba una cimitarra, le dio un golpe en la mejilla a Ángelo que lo tumbó al suelo mientras lo llamaba tarado, él otro de estos guerreros empuñaba una masa estrellada y vio a Axel corriendo hacia ellos.
—¡Mata a ese retrasado de una vez! ¡El demonio viene hacia nosotros y los ballesteros aún no están libres! —El hombre de la maza estrellada tomó posición de combate, levantó su maza hacia arriba y golpeó el suelo a la voz de [Impacto Sísmico].
El suelo comenzó a romperse en dirección a Axel, de las grietas salían resplandores blancos que iluminaron el lugar y lo cegaron. Axel tenía su visión comprometida, ese fuerte brillo lo había desorientado y ahora estaba corriendo sin saber a qué distancia estaba, así transformó sus brazos en cuatro tentáculos y los pasó por encima del suelo palpándolo al azotarlo, pero sintió un fuerte dolor en uno ellos pues este había sido aplastado por la masa de su oponente. Teniendo una pista de su ubicación, Axel barrió con fuerza sus otros tres tentáculos, sintiendo que había golpeado a alguien y que otra persona se había lanzado al suelo para esquivarlo.
Con los tentáculos de sus brazos extendidos, los clavó en el suelo para impulsarse con ellos y al estar en el aire transformó sus piernas en dos patas de arácnido con las puntas muy filosas. Axel había perforado algo con sus patas, su visión se fue aclarando confirmando que vio al hombre de la maza estrellada, lo había atravesado en el abdomen y con uno de los tentáculos en su brazo derecho lo estranguló hasta romperle el cuello. El otro hombre de la cimitarra estaba en el suelo, se arrastraba asustado intentando huir pero se topó con la sombra de Ángelo.
—¿Qu-Que estás haciendo, imbécil? ¡Ataca a ese demonio, no a nosotros! ¡Maldito pedazo de porquería! —Le gritaba ese hombre a Ángelo mientras intentaba pararse, sin embargo, el gran muchacho le dio una patada en la quijada.
—[…] —Esos segundos parecían eternos para este chico, miraba a su amigo con una forma bestial, cubierto con la sangre de esos hombres y dirigiéndose hacia él mientras bufaba gruñidos inentendibles. Veía al tipo que hace unos instantes estaba por matarlo, gritándole colérico sobre su actuar y preparando su arma para atacarlo. Ángelo respiraba con fuerza de forma agitada, levantó su hacha más grande y de un tajo degolló al sujeto de la cimitarra.
Axel llegó corriendo con su amigo, se puso delante de él transformando sus brazos en anchas cuchillas óseas, las cruzó para levantar una fuerte defensa contra los ataques de los ballesteros. Estos hombres dispararon una lluvia de saetas, ninguno de estos ataques estaban potenciados, pues parecía que querían mantenerlo en ese lugar y esto le dio un mal presentimiento al demonio.
«An-Ángelo, no tenías que asesinar por mí… Ya tenía suficiente con que me reconocieras y que no me vieras con ojos de asco… Eres un buen amigo, Ángelo… Disculpa por meterte en esto», pensaba el demonio mirando a su amigo con el rabillo del ojo, creó un pequeño tentáculo con una mano y le indicaba a Ángelo que se fuera.
—[…] —Ángelo le negó con la cabeza, chasqueó los dientes tomando sus dos hachas con una expresión determinada y salió corriendo por un costado de Axel en dirección a los ballesteros.
Axel le gritaba en su mente que no lo hiciera, que escape mientras le da una oportunidad, pero ninguno de sus deseos podía llegar a su amigo. Ángelo giró su hacha más pequeña en su mano para darle impulso, la arrojó contra los ballesteros y le acertó a uno en la pierna, estos cambiaron su objetivo hacia el muchacho que corría hacia ellos y Ángelo les tiró su hacha más grande para hacer que se dispersaran. El arma impactó contra el suelo cumpliendo su objetivo, entonces Ángelo saltó usando una roca como apoyo y golpeó a los ballesteros que aún estaban de pie. Su primer puñetazo acertó la cara de uno mandándolo al suelo, estos hombres sacaron dagas escondidas en sus cinturones y atacaron al muchacho inmediatamente, quien terminó siendo apuñalado cerca del hombro y recibió un golpe con la culata de una ballesta en la espalda.
Al ya no ser violentado con la lluvia de saetas, Axel corrió inmediatamente para ayudar a Ángelo, lo hizo extendiendo las cuchillas óseas de sus brazos y apuñaló partiendo a la mitad a esos ballesteros. Al estar cerca de las hachas que arrojó, Ángelo las tomó para ayudar a su amigo a matar a esos hombres y cuando terminaron se vieron fijamente jadeando sobre cadáveres.
«Eres un loco, Ángelo… No sabes cuánto te agradez…», Axel estaba extendiéndole su puño a Ángelo como saludo, pero repentinamente la hoja de una espada impactó el cuello del demonio.
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