LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 39
«Fabián me lo reprochaba muchas veces cuando jugábamos en línea, «Tienes que estar atento al mapa, no sabes cuando la situación pueden cambiar», solía decirme eso una y otra vez. Cometía ese error frecuentemente, me centraba tanto en las peleas grupales, que olvidaba por completo que tenía un mapa avisándome del movimiento de mis enemigos y aliados… A cualquiera le frustra un error así de sus compañeros del juego, pero en la vida real… Duele mucho», Axel recordó a su antiguo amigo durante esos momentos, ahora él tenía el filo de una espada casi cortándole el cuello y lo único que lo salvó fue ese pelaje de puma que le cubre sus hombros como adorno.
Axel tomó la espada con su mano derecha mientras se iba haciendo visible una silueta humana, ponía toda su fuerza para alejarla de su cuerpo, sin embargo, la sorpresa al ver a su agresor lo pasmó e hizo que cediera por ello. Era Tamir quien había atacado a Axel, en su mano izquierda sostenía su otra espada preparándola para dar una segunda estocada, pero Ángelo se interpuso tomándola de la punta con su mano desnuda y sujetando el filo de la que cortaba a Axel con su otra mano, este gran muchacho dio un empujón con su hombro al demonio y lo sacó del peligro.
—¿Que mierda te pasa, Ángelo? ¿Por qué estas ayudando al demonio? ¿Qué te hizo? —Tamir usó el cuerpo el de Ángelo para apoyarse en su rodilla, abdomen y terminar dándole una patada en el pecho que lo tumbó al suelo, la brusquedad de ese movimiento cortó las palmas de Ángelo.
—[…] —Ángelo intentó pararse pero cayó nuevamente al sentir el dolor de apoyarse sobre sus palmas cortadas, estiraba su mano hacia Tamir gesticulando sonidos inentendibles.
—No te preocupes, Ángelo. Voy a matarlo para liberarte de su control, voy a rescatarlos a todos. —Tamir cargó nuevamente contra Axel, el demonio estaba en el suelo y se defendió con su espada logrando bloquear el golpe de Tamir.
La herida en el cuello de Axel estaba regenerándose lentamente, él usó su fuerza demoniaca para empujar a Tamir hacia atrás y tomar una distancia segura de él. Tamir hizo la espada de su mano derecha a un lado a la voz de [Reforzamiento de fuego]», señaló al demonio con la espada de su mano izquierda a la voz de [Reforzamiento de viento], una espada comenzó a ser imbuida por un halo rojo que soltaba pequeñas flamas y la otra fue rodeada por un tornado verde.
«Esto es malo, Tamir está yendo en serio para matarme… Te-Tengo que hacer que me reconozca», pensaba Axel usando [Analizar Superior] en su amigo.
Nombre: Tamir Colwyn
Edad: 23 años
Nivel: 58
Clases: Espadachín (Dual)/Elementalista (Menor)
Grado: I
Afinidad Elemental: Fuego/Viento/Agua
Trabajo: Vigilante de mina
Título: [Ofrenda a Durgea] [Culpa familiar] [Amante de las plumas] [Bastardo]
Valor como esclavo: 25 monedas de oro
Dificultad de captura: Alto
Estado: Saludable/ Bajo efectos de; [Reforzamiento de fuego] [Reforzamiento de viento] [Pies ligeros]
Tamir se lanzó con una velocidad impresionante, blandía su espada derecha soltando llamas carmesís que ampliaban su rango de ataque, los movimientos de su espada izquierda creaban corrientes de aire que desequilibraban a Axel y lo hacían moverse hacia donde Tamir quería. El demonio podía transformarse, crear los tentáculos con los que mató a esos guerreros de antes, sin embargo, no lo hizo y solo se quedó bloqueando con su espada. Tamir golpeó una cantimplora de piel en su pierna derecha, haciendo que agua salga expulsada de esta, blandiendo su espada izquierda la empapó y agitó en un rápido corte hacia Axel. El agua que cubría la hoja metálica salió dispara como balas sólidas de hielo [Dardo de Hielo] e impactaron el brazo, pierna y rodilla del demonio. Por el dolor Axel quedó aturdido unos segundos, fue lo suficiente para que Tamir aprovechara en darle una patada en el rostro y tumbarlo al suelo.
—¡Muere! ¡[Tajo Ígneo, Dual]! —Tamir puso ambas espadas a su costado derecho, al levantarlas activando su habilidad el filo de estas se tornó de un carmesí muy intento y sus puntas tenía un brillo rojo que iluminaron la zona e incluso cegaron a Axel.
El demonio se repuso medio arrodillándose, clavó su espada en el suelo para mostrársela a Tamir, este se percató de la espada y la reconoció, sin embargo pensó en la muerte de su amigo y solo se enojó más. Las espadas llameantes estaban a punto de impactar con Axel, pero Tamir fue abrazado desde atrás por Ángelo y le sujetó las manos para detenerlo, la sangre de sus palmas empapó las ropas de su colega.
—¡Suéltame, este hijo de puta mato a Axel! ¡Voy a…! ¿Qu-Que estas…? —Tamir no podía creer lo que veía, ese demonio abrió los brazos dejándose totalmente expuesto y lo miraba fijamente soportando el brillo frente a él.
—[…] —Ángelo intentaba formular algunos sonidos, cualquiera que sea lo más parecido al nombre de Axel, se aferró a Tamir negando con su cabeza y gimoteando para que se detenga.
—¡No! ¡No puede ser posible! ¡Dame una prueba, maldita sea! —Tamir no bajó la guardia, aún seguía con su técnica activa y le dio la oportunidad a Axel de moverse, este sacó de su cuello el collar con el emblema de su familia.
«Date cuenta, hice esto cuando estábamos bañándonos… Sabes que solo tres personas estábamos ahí», Axel giró la delgada cadena de una forma peculiar entre sus dedos. Tamir la recordó como el mismo ademan que hizo Axel cuando estaban conversando en las duchas.
—¿A-Axel? ¡Mierda! ¡Deténganse! ¡No lo hagan! —Tamir detuvo su técnica, soltó sus espadas al suelo y agitó los brazos como queriendo dar un mensaje a alguien.
[Dardo envenenado, Nivel 9] [Torrente de agua, Nivel 6 detectado] [Orbe eléctrico, Nivel 4 detectado]
Axel miró su mapa notando que había tres personas que no entraron a la caverna, estas se quedaron en la entrada y era de ahí donde él detectó los ataques próximos a venirle. Tamir corrió hacia ese sitio gritando que se detengan, fue entonces que los mensajes de advertencia desaparecieron, solo que uno tardo más en hacerlo y era el de [Dardo envenenado]. Tamir se quedó unos minutos en esa entrada, sus dos amigos podían verlo discutir, luego hizo una seña para que ellos vinieran, así dejaron sus armas y Ángelo ayudó a Axel caminar.
—Les digo, no sé cómo pasó pero estoy seguro de que es él —viéndolos acercase desarmados—. Uff, que bueno que dejaron sus armas. No quería que se dé un mal entendido. —Tamir hizo entrar a tres personas.
Una era la hermana menor de aquella amazona espadachín Aluwa, esta chica portaba un báculo con tallados extraños y pequeños brotes de flores rojas, sus ropas estaban sucias, tenía moretones y en su mano izquierda un vendaje improvisado sobre un corte que paró de sangrar. La otra era la segunda al mando de las amazonas, aquella mujer de nombre Juri e igualmente tenia notorios rastros de lucha. Por último estaba un hubeast de la especie león, su altura era de 180 cm, sus rasgos faciales muy humanos, resaltaban sus bigotes, sus orejas redondas y esa melena de tonalidades claras.
—¡Esto es una estupidez! ¿Por qué deberíamos creerte? —Replica molesta Juri, pues mira con enojo a Axel y este sintió sus intenciones de lastimarlo.
—Por favor escuchémoslo, Señora Juri. Tamir nos ayudó a sobrevivir cuando esos monstruos nos emboscaron, al menos deberíamos darle el beneficio de la duda. —Intervino la amazona del baculo llamada Amaku intentando calmar el ambiente.
—¿Ahora lo llamas por su nombre? ¿Qué no tienes orgullo de mujer? —Regañó Juri a Amaku, la última bajó la cabeza apretando su falda con notoria frustración.
—Estoy de acuerdo con Juri, lo que nos dices es ilógico sin las pruebas necesarias. —Agregó el hubeast león acercándose con los brazos cruzados.
—Titor, sabes que no nos arriesgaría por algo inútil, como les digo… Creo que este demonio es mi amigo, se llama Axel. Las pruebas que tengo son la espada que porta, el collar que me mostró y un gesto que solo Ángelo y yo lo vimos hacer. Además de que no nos está atacando en este momento ¿No? Vamos Axel, ayúdame con esto y diles algo. —Tamir se puso en medio de ambos grupos, Axel bajó su cabeza como afirmando lo que decía.
«Tamir, si pudiera hablar no dudaría en hacerlo. Ellos tienen razón de desconfiar, nadie permitiría que un demonio se le acercara tanto, peor aún con la orden de Durgea para matarme por su libertad», Axel comenzó a dar unos gruñidos inentendibles, Juri, Amaku, Titor y Tamir lo miraron desconcertados.
—¿Alguien sabe lo que este imbécil acaba de decir? —Preguntó Juri mirándolo de forma despectiva y comenzaron a discutir nuevamente.
—[…] —Ángelo se acercó a Amaku, la muchacha se intimidó un poco por su tamaño, pero cuando le vio a los ojos notó tristeza. Este muchacho le entregó la espada de su hermana y bajó la cabeza como pidiendo disculpas.
—A-Aluwa… M-Mi hermana… ¿E-Ella está? —Los ojos de Aluwa se empañaron, cayó arrodillada pegando la espada a su rostro y permitiendo que algunas lágrimas cayeran sobre el metal.
—Seguro que fue este demonio quien la mató, ya lo vimos asesinar a esos grupos de antes. —Juri estaba sacando su cerbatana pero Ángelo se puso delante de ella y le negó, se señaló los ojos, la espada y por ultimo hacia abajo. Señaló a Axel e hizo un ademan de negación con los dedos.
—Creo entender que vio a tu hermana morir y que el demonio no lo hizo… ¿Ninguno de estos dos puede hablar? —Agregó Titor sobándose la melena de forma pensativa.
—¿Axel, no puedes hablar? —viéndolo negar—. Esto es un problema ¿Sabes quién nos trajo o por qué estamos aquí? —viéndolo afirmar dos veces—. Bien, es un avance ¿Hay alguna forma de escapar sin…? —Cuando Tamir hacia sus preguntas, fue interrumpido por un motón de tierra levantándose y tomando forma humanoide.
—Ya les dije que la única forma de escapar, es que den muerte a este demonio de pacotilla. —Una Durgea de siquiera 150 cm de alto se formó en medio, apenas apareció hizo que la tierra rodeara el cuerpo de Axel y Ángelo para inmovilizarlos.
Axel se encontraba en una situación precaria, nuevamente Durgea había aparecido para ser la molestia en su vida, Tamir desenvainó sus espadas, pero una de estas fue destrozada por una roca que la Diosa le disparó.
—Sera mejor que no hagan estupideces, mocosos —notando a los tres ponerse a la defensiva—. Ahora presten atención y todo irá bien para ustedes. Hay una forma de escapar de mi laberinto, como les dije deben matar a este demonio, ahora también al humano que lo protege y solo así serán libres. No es muy difícil ¿No? —Les dijo Durgea ordenando a la tierra que postrara a Axel y Ángelo en el suelo.
—¡Estás loca, no pien…! —Tamir estaba replicándole, pero se detuvo al ver a Juri y Titor sacando sus armas—. ¿Qué están haciendo? —Inmediatamente él se interpuso para detenerlos.
—¿Mas bien tú que estás haciendo? Apártate si eres muy cobarde para hacerlo. —Juri lo empujó a un lado pero Tamir la jaló del brazo haciendo que ella se enojara.
—Detente de una vez, Tamir, esto es lo más razonable por hacer. Ya la oíste, solo matando a esos dos vamos a ser libres. —Titor levantaba sus manos, en cuyos dedos tenía tres anillos que comenzaron a brillar.
—¡No lo hagan! Esto es mal… ¿Por qué tienen que morir solo porque ella lo dice? —Amaku se levantó llamando la atención de todos.
—¿De que estas hablando, idiota? Tu hermana murió, deberías ser la más interesada en cobrar venganza por ella. —Juri miró colérica a Amaku, sin embargo, esta puso firme al recordar a su hermana y sostuvo su espada con fuerza.
—¿Y por qué debería cobrarla con ellos? La espada que Ángelo me entregó, puedo sentir que no fue tomada a la fuerza. Aluwa nunca la encargaría a alguien en quien no confiara y él de verdad está arrepentido de verla morir… ¡No creo que ellos tengan la culpa de mi desgracia! —Gritó Amaku dejándolos en silencio.
—Axel, mírame a los ojos y respóndeme con sinceridad ¿Es tu culpa que estemos encerrados aquí? —Preguntó Tamir mirando a su amigo, este hizo un esfuerzo por levantar su rostro y Tamir lo entendió al verlo.
—Sea su culpa o no, solo debemos sacrificar dos vidas para salvarnos muchas otras. No seas irracional, Tamir, solo haz lo correcto por nuestro bienestar. —Titor comenzó a cargar un hechizo.
—¿Sacrificar dos inocentes te parece correcto? He escuchado tantas veces esa mierda de mi padre… Está bien ver por tu bienestar ¡Pero nunca podría vivir tranquilo sobre el sufrimiento de otro! —Tamir blandió su espada hacia Titor para detenerlo, este esquivó el golpe y tomó distancia.
—Suficiente, ya estaba harta de este bastardo. Amaku, sirve para algo y potencia mi cuerpo. —Juri se puso a lado de Titor, empuñó su cerbatana en una mano y tomó una pequeña daga con la otra.
—Tres contra uno ¿No? He salido de situaciones más difícil… —Tamir se puso en guardia, estaba fingiendo seguridad pues había perdido una de sus espadas. Pero fue sorprendido cuando Amaku fue a su lado y le entregó la espada de su hermana.
—¡Perra! ¿Qué acabas de hacer? —Gritó enojada Juri mirando con repudio a Amaku.
—Fue su culpa, mi hermana y yo no queríamos venir a esta misión. No queríamos ir a ese festival, pero Tintaya insistió solo para cortejar a esa chica Holee. Ya estoy cansada de ti y de Tintaya, varias veces nos trataron como basura solo por ser sus subordinaras de menor rango… A pesar de las veces que le decía a Tintaya que se detenga, ella seguía obligándome a —apretando sus puños con fuerza—. ¡Si hay alguien culpable aquí, son ustedes! —Amaku señaló con su báculo a Tamir a la voz de [Escudo de Hojas], tras un brillo verde oscuro en la gema de su báculo, salieron hojas alrededor del muchacho y ella se agachó jadeando.
—Detente Amaku, estas muy cansada tras usar el sacrificio de sangre para volverme invisible. —Tamir se puso delante de Amaku, la espada que le prestaron la empuñaba en su mano derecha, esta comenzó a brillar con tonalidades verdes y salieron hojas de la empuñadura que lo rodearon junto a las otras.
—Estaré bien, Tamir. La espada de mi hermana es especial, aun no sabes usarla pero te ayuda por ahora… Encárgate de Titor, Juri usa venenos nocivos para alguien que no vive en la selva. —Amaku se puso firme, señaló con su báculo a Juri y le lanzó una mirada retadora, la cual tuvo efecto pues su superior estaba furiosa por esa osadía.
—Excelente, esto ya se puso interesante. Vamos, peleen entre si y veamos quien gana. Si los idiotas que defenderán al demonio y su amigo o los que tienen el cerebro para aceptar mi oferta. —Durgea creó una silla de roca para sentarse, ordenó a la tierra posicionar a Axel y Ángelo para que miren la pelea.
Las parejas se habían separado, mirándose mientras analizaban la forma más óptima para atacarse. Titor sobaba sus anillos pensando en algún hechizo adecuado, él había visto luchar a Tamir antes y conoce el estilo de pelea que usa. El hubeast león tomó su decisión, puso su mano al frente y el anillo negro que portaba brilló, así de sus pies comenzó a arrastrarse una sombra deforme, la cual se dividía en caminos para cerrarle el paso al muchacho. Tamir usó [Pies ligeros] para aumentar su velocidad, con hábiles movimientos logró esquivar la sombra que intentaba atraparlo y activó [Reforzamiento de fuego], encendiendo la espada que normalmente usa. El muchacho blandía su espada cortando la sombra que lo acosaba, por un descuido cayó en una distracción y una filosa púa negra proveniente de esa sombra iba a apuñalarlo, no obstante ese ataque fue repelido por las hojas que lo rodean y le permitió alejarse para tomar aire.
«Esta espada es increíble, no pesa casi nada y es muy consistente. Por lo que veo usa elementos de tierra, agua y viento. Aún no uso bien el elemento agua, pero creo que puedo comenzar a acostumbrarme desde ahora», pensó Tamir clavando la espada normal en el suelo, tomó la de espada de Aluwa horizontalmente del mango y de la punta diciendo [Caminante Terrenal].
A la voz de Tamir salió un pulso de su cuerpo hacia el suelo, la tierra que pisaba comenzó a volverse lodo y el muchacho corrió hacia Titor causando el mismo efecto en el suelo que lo rodeaba. Su oponente siguió atacando, sin embargo, ahora la sombra era repelida por la tierra que se levantaba como barro y pasaba al blandir de la espada de Tamir. Este astuto muchacho comenzó a rodear a Titor, volviendo en lodo el terreno que lo rodeaba y dejandolo sin mucho espacio donde pueda moverse. El hubeast levantó su mano al techo, ahí brilló su anillo blanco, luego comenzaron a materializarse estacas eléctricas sobre el mago y a su orden las arrojó contra Tamir.
Viendo el ataque aproximarse, Tamir paleó tierra con la espada de Aluwa y una gran cantidad de lodo se levantó con dirección a Titor, este levantó su tercer anillo y creó una barrera en frente para bloquear ese sucio ataque. El lodo impactó con la barrera cubriéndola por completo, con su visión comprometida Titor apuntó su anillo negro contra una silueta que se movía en su delante, las púas de la sombra que comanda atravesaron algo, sin embargo, cuando el lodo comenzó a deslizarse por su barrera, notó que lo que había apuñalado solo era un cumulo de lodo levantado que se desmoronaba. El suelo tras del hubeast comenzó a hacerse liquido causando que perdiera el equilibrio, Tamir salió impulsado del suelo lodoso por la espalda del hubeast, aprovechando el momento golpeó con el mango de su espada en la nuca de su enemigo y Titor cayó al suelo tan solo adolorido pues su melena amortiguo mucho del impacto.
—Tira todos tus anillos, ya has perdido. —Le dijo Tamir poniendo su espada llameante cerca del rostro de Titor, al sentir el calor quemando su pelaje este comenzó a quitarse sus anillos y los arrojó a un costado.
Mientras que Tamir y Titor tenía su combate, Amaku se encontraba tomando distancia de Juri, la segunda disparó dardos de su cerbatana y la druida amazona puso su báculo al frente. La larga barra de madera comenzó a deformarse, creciéndole ramas que la transformaron en un escudo sólido y con este bloqueó los dardos. Amaku sacó semillas de un compartimiento de su arma, al tenerlas en sus manos se abrió la herida en su palma para empaparlas con sangre y luego las tiró hacia Juri. En el aire las semillas fueron rodeadas por un aura roja, comenzaron a tomar más velocidad al descender e impactaron alrededor de Juri, ella logró golpear con su puño una de esas semillas y la regresó hacia Amaku. Al verse en esa situación, la amazona de la cerbatana se alejó de la zona, donde del suelo comenzaron a crecer tallos gruesos que se trenzaban y atacaron a Juri. Quien esquivó los azotes haciéndose a los lados, pero uno de estos tallos salió por sus pies y la arrojó por los aires.
—Siempre fui mejor que tú en los entrenamientos, pero cuando ganaba mandabas a las otras a hostigarme. —La gema del escudo de Amaku estaba trasladándose al centro del escudo.
—¡Maldita mocosa, no seas tan engreída! —Juri mordió algo en su brazalete, luego lo tiró por su cerbatana.
Una pequeña bola negra cayo a los pies de Amaku, al verla ella comenzó a alejarse pero una nube de gas negro comenzó a salir y llegó a atraparla aspirando un poco de este. Juri cayó rodando al suelo, se ayudó a correr con las manos hacia Amaku y le dio una patada en el estómago que la hizo retroceder. Continúo con un puñetazo a la mejilla con la mano donde sostenía su cerbatana, luego le apuntó un dardo y se lo lanzó al brazo donde sostenía su escudo, sin embargo, Amaku hizo todo lo posible para recibir el dardo en su otro hombro.
—Eres basura, Amaku. Tú y tu hermana vinieron solo como desechos de su asquerosa aldea de traidoras, así que muérete de una vez… ¿Qu-Qué es tan gracioso? —Juri tomó a Amaku del cuello, estaba preparando un filo oculto en su cerbatana para apuñalarla, pero se detuvo al verla sonreír.
—Lo sabíamos, ya éramos muchas en nuestra aldea y era obvio que iban a deshacerse de nosotras… Pero yo sé por qué las mandaron a Equidna… La princesa, ella se enteró que Tintaya robó a su favorita… La mandaron a morir junto a su patético escuadrón como castigo. Tú eres tan desechable como yo, Juri ¡Nunca más me lastimaran! —La gema en el escudo de Amaku brilló con intensos tonos verdes, unas lianas salieron de este aprisionando a Juri y alejándola de Amaku.
Las ramas comenzaron a envolver el cuerpo de la amazona, ella soltó sus armas mientras sentía como las espinas en esa verdosa superficie se le clavaban, incluso atravesaron su piel metiéndosele por las heridas. Bajo el escudo de Amaku, ella tenía una rama atravesándole el brazo y absorbiendo su sangre, cuando esa rama dejó su piel la amazona del escudo se arrodilló exhausta.
—¡Ah! ¿Cuándo aprendiste esto? ¡Maldita, tu gente no debería tener esas armas!—Gritaba Juri mientras las ramas atravesaban sus mejillas y se metían por su garganta.
—Aluwa y yo pensábamos escapar cuando tuviéramos oportunidad, entrenamos habilidades que nunca les mostramos. [Sacrificio de Sangre, Desgarre Natural] ¡Vete a la mierda, Juri! —A la voz de Amaku, las ramas que sujetaban a Juri la destrozaron desde adentro, la sangre de esa amazona salpicó el suelo y el rostro de Amaku. Esta chica cual cayó de espaldas jadeando más fuerte y sujetándose la herida de su brazo para evitar seguir desangrándose.
Tamir había visto la muerte de Juri, solo bajo la mirada mientras negaba con la cabeza, luego escuchó unos cínicos aplausos y giró su mirada hacia Durgea. Esta tenía una sonrisa de satisfacción, al ver como la sangre escurría por esas ramas verdes y teñía de rojo la tierra.
—Bien, eso fue muy divertido. Esa chica traía tanto odio dentro, cuando muera servirá como un buen nutriente —viendo a Tamir acercándosele—. ¿Por qué tienes esa mirada, mocoso? Ganaron y alégrate por ello. Pero piénsalo bien ¿Vale tanto la vida de este inútil? —Durgea se levantó de su asiento y ordenó a la tierra que trajera a Axel a su costado.
—Eso no debe importarte ¡Vete a la mierda, perra! —Tamir miraba enojado a Durgea, le levantó el dedo del medio mientras sonreía con burla.
—¡Mo-Mocoso insolente! ¿Sabes con quien estás hablando? —La diosa estaba sorprendida y enojada por las palabras de ese humano.
—¡Con una puta sádica, con eso estoy hablando! ¡Ahora cumple tu palabra y libera a mis amigos! —Tamir le hizo un gesto soez con sus brazos.
—¡Mocoso! Ja,Ja,Ja voy a disfrutar verte morir, no sabes cuánto voy a reírme cuando te vea llorando de arrepentimiento. Ya que has hecho tu elección, la otra manera de que salgan es llegando al final de las cavernas… Pero en su camino encontraran a mis tres supervisores. Veamos cuanto tiempo soporta su amistad de mierda. —Esa copia de Durgea comenzó a desmoronarse, no paraba de reírse mientras la tierra que sujeta a Axel y Ángelo los liberaba.
«¡Tamir, ¿Qué cara vas a poner cuando sepas a quien llamaste perra y puta?», pensaba Axel sonriendo por las acciones de su amigo, se levantó yendo junto a Ángelo hacia los dos que pelearon por ellos.
Los tres jóvenes fueron a ayudar a Amaku, esta tenía notorias heridas y su pérdida de sangre era lo más preocupante. Haciendo un esfuerzo la amazona les decía algo sobre una fruta, luego les señaló las ramas con las que asesino a Juri y vieron entre ellas algo similar a una cereza del tamaño de un puño. El hubeast Titor estaba cerca de ellos, como estaba desarmado no lo vieron como una amenaza y decidieron solo vigilarlo.
—El [Sacrificio de Sangre] es aterrador, pero son habilidades muy convenientes. Espero esto te haga bien, Amaku. —Tamir partió esa peculiar cereza para dársela de comer a la amazona.
«Tamir mencionó que ella usó ese sacrificio para volverlo invisible, será por eso que mis habilidades de análisis no lo detectaron ¿Qué será esa fruta tan rara?», pensaba Axel usando [Analizar Superior] en la cereza.
>>>Nombre: Cereza de vitalidad
>>>Calidad: Rara Valoración: 250 monedas de oro
>>>Descripción: Fruto obtenido tras un asesinato con [Desgarre Natural], permite a quien la consuma curar sus heridas y restaurar parte de su energía. El consumo continuo causara adicción, perdida de sentidos, paros respiratorios y muerte.
—Gra-Gracias, denme unos cinco minutos y podré caminar por mi cuenta. —Amaku se quedó echada en el suelo, Tamir le había puesto parte de su ropa como almohada.
—Me alegra oír eso. Te regreso la espada de tu hermana, debe ser importante para ti. —Tamir le puso la espada de Aluwa a su costado y Amaku acarició el mango recordando a su hermana.
—Mi báculo y la espada son tesoros secretos que heredamos de nuestra familia. Tómala por ahora, Tamir… Tú puedes darle un mejor uso. —Respondió la amazona acercándole la espada.
—Está bien, prometo regresártela cuando salgamos de aquí —mirando a Axel—. Tenemos que pensar por donde irnos, tal vez encontremos a Galur y Bando con vida. Ja,Ja,Ja Se van a ir de espaldas cuando te vean, Axel. —Tamir parecía más animado, pero se sorprendió al ver el mapa de Axel aparecerle.
«Tamir, eres alguien listo y estoy seguro que sabes cómo leer ese mapa», Axel le señaló el mapa para indicarle donde estaban.
—¡Santa mierda! Axel, aquí está todo este maldito lugar, los túneles cambiando, los monstruos, las personas y… ¡la ubicación de nuestros amigos! Espera… ¿Tenias esto cuando estábamos trabajando? —viéndolo afirmar con vergüenza—. ¿No lo compartiste por algún motivo importante? —Tras verlo afirmar nuevamente, él soltó un suspiro—. ¡Axel! En serio, vas a tener que darnos muchas explicaciones cuando puedas hablar. Necesitamos saber toda la verdad si quieres que confiemos en ti. —La mirada de Tamir era muy seria, igualmente Ángelo lo miró de la misma forma.
«Juro por lo que más quiero, que les diré todo… Han arriesgado su vida por mí a pesar de verme en esta forma. Tienen mi total confianza», Axel afirmó con animosidad y sus dos amigos solo sonrieron.
—Un momento, déjame revisar a Amaku. —Titor se acercó por el lado de Axel.
[Aguja Mágica, Nivel 10], detectada.
El dedo meñique de Titor brilló, tenía un anillo muy delgado oculto bajo su pelaje y de este se creó una púa dorada de 20 cm. Tamir y Ángelo lo vieron muy tarde, ambos estaban por lanzarse sobre el hubeast león, pero Axel transformó su brazo derecho en garras de arácnido, sus dedos se estiraron atravesando a Titor en el pecho y alejándolo de él.
—¡Titor, imbécil! ¿Por qué hiciste eso? —Preguntó Tamir viendo como las garras de Axel salían del cuerpo de ese hubeast y este sujeto cayó al suelo moribundo.
—U-Ustedes son los imbéciles… No-No hay razón tr-tras su decisión… ¿Arri-esgaran su vida por-por un demonio? Yo hice lo-lo más lo-lógico. —Titor comenzó a escupir una gran cantidad de sangre.
—Ya te lo dije, no es un demonio ¡Es nuestro amigo! Hay cosas que están más allá de la lógica, si nos ayudabas… Tal vez tendríamos más oportunidades de sobrevivir. —Tamir miró a sus amigos.
—Qu-Que infantil e i-ingenuo… Eres un ton-to, Tamir… —Titor se desplomó en el suelo.
—Tal vez sea un pensamiento infantil pero es en lo que creo, tomamos nuestras decisiones y tu tomaste la tuya, Titor. No he perdido mi confianza en Axel, él solo estaba defendiéndose de un ataque. —Tamir caminó hacia sus compañeros y se sentó junto a ellos para analizar el mapa en silencio.
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