LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 41
Axel y sus compañeros están en un gran problema, el mapa les advierte de la llegada de personas y monstruos que los atacaran apenas los vean y con lo exhaustos que quedaron por la anterior pelea, es imposible que puedan hacerles frente. Discutieron un rato sobre qué hacer, pensaron en escapar por el túnel donde vienen los monstruos, pero con tan poco espacio sería muy arriesgado y podrían resultar heridos de gravedad. Apelar a que estas personas los entiendan no es un opción, con la última pelea saben que las manifestaciones de Durgea los incitaron a matarlos y lo más lógico es acabar con la vida de unos pocos para salvar a muchos. Tamir se quedó callado mostrando un rostro de renuencia, vio con atención las marcas que venían a la caverna y tras un suspiro llamó la atención de sus tres compañeros.
—¡Chicos!… No queda de otra, colapsemos las salidas de los grupos de personas —todos vieron a Tamir sorprendidos—. Miren bien el mapa, el túnel de los monstruos es el único que conecta hacia Holee y Galur —revisando los mapas, notaron que es verdad—. Ya vimos que es inútil intentar dialogar con ellos, esa mujer de tierra los debió convencer de matarnos. —Tamir habla sin ninguna duda en sus palabras.
«Tamir siempre fue el mejor en idear planes, tiene una mente fría para tomar las mejores decisiones y por su rostro sé que no quería llegar a esto… Él simplemente pudo elegir matarme, sin embargo, esta aquí ayudándome a sobrevivir», Axel miró a su amigo usando [Visión demoníaca], él no emanaba sentimientos de malicia al sugerir su plan.
—¿Co-Como vamos a hacerlo? —Preguntó Amaku con un leve titubeo.
—Tú y Axel sellaran el túnel de la izquierda con tus plantas, rocas y esas telarañas. Ángelo y yo derrumbaremos el túnel de la derecha, lo haremos con el elemento tierra. Intenten no cansarse demasiado, aún no sabemos la clase de monstruos que están viniendo. —Tras dar las ordenes, Tamir giró hacia su posición sin decir nada y solo le hizo un gesto a Ángelo para indicar que lo siguiera.
El demonio subió al techo de la caverna con sus patas de araña, transformó sus brazos en los de gorberin para romper las estalactitas y arrojarlas con fuerza hacia el túnel que le tocaba. Cuando hubo suficientes como para tapar la entrada, bajó para lanzar varias telarañas que pegaron las estalactitas, así vino Amaku sacando cuatro semillas de su báculo, las empapó con sangre de sus heridas aun no cerradas para luego plantarlas y les ordenó crecer metiéndose entre las estalactitas y aferrándose profundamente en la pared.
Por su lado, Tamir había dirigido agua de la cascada con su espada, usado [Caminante Terrenal] volvió lodoso el suelo, las paredes internas y el techo del túnel, se concentró en hacer muy resbalosa esa zona. Lo siguiente fue darle paso a Ángelo, quien usó [Impacto Sísmico] para golpear consecutivamente las paredes exteriores del túnel, el interior comenzó a desmoronarse por lo inestable que Tamir dejó el terreno, lentamente piedras más grandes fueron colapsando y sellándose con el lodo.
Axel había comenzado a extraer las habilidades de los cadáveres, se actualizó su misión para ser un [Warlock] y le quedaba asesinar 5 Clérigos para cumplirla. Cuando fue por las arqueras, notó que a la primera que le tiró el esclavo del escudo estaba agonizando y ella se había arrastrado sutilmente intentando ocultarse. Los compañeros de Axel la vieron con pena, sabían que lo más humanitario era acabar con su sufrimiento y Axel tomó la responsabilidad dándole una estocada en la nuca para no hacerla sufrir. Revisando sus cosas solo uno de los arcos estaba en buen estado para llevárselo junto con la aljaba de fechas.
—Parecían buenos sujetos, pero eran ellos o nosotros… Axel, tomaras los cadáveres para arrojarlos contra los monstruos que vienen. Debemos motivar a esas alas escamosas para que los ataquen, así pasaremos por su túnel sin tener una pelea innecesaria. —Tamir se agachó para cortar con una daga las muñecas, cuellos y vientres de los cadáveres.
—¿Por qué estas cortándolos? —Preguntó Amaku algo perturbada por lo que hacía.
—Para empapar a esos cuatro monstruos con sangre y viseras, vi que algunos pelean por comida y nos beneficiará si se ponen a matarse entre ellos. Hagan lo mismo con los demás cuerpos y recojan cosas que podamos cargar. —Tamir encontró pequeñas dagas anchas dentro de la armadura del hombre de la espada larga, las guardó en una bolsa que extrajo de la clériga y dentro habían hierbas medicinales.
El momento esperado se dio, las personas llegaron a las entradas tapeadas y comenzaron a gritar con desesperación mientras golpeaban inútilmente las rocas. El grupo de cuatro jóvenes se sentía mal escuchando esos lamentos, entre gritos escuchaban que el túnel interior estaba desmoronándose, luego oyeron piedras cayendo y por ultimo… Un mortuorio silencio. Los cuatro monstruos habían apareció por la entrada superior, Axel los vio primero e inmediatamente obtuvo información de ellos.
*Nombre: Engendro rencoroso, cuchilla ósea.
Descripción: Monstruo gestado en el útero eterno con cadáveres de quienes murieron en horribles circunstancias, adquirió una apariencia deforme con filosas cuchillas de hueso que lo ayudan a destrozar a sus víctimas.
*Nombre: Engendro rencoroso, gusano chillante.
Descripción: Monstruo gestado en el útero eterno con cadáveres de quienes murieron en horribles circunstancias, su deforme apariencia se debe a los sentimientos de estar arrinconado. Repta lentamente buscando víctimas, a las cuales escupe un ácido que las derrite al instante y luego succiona los sus fluidos.
—Prepárate, Axel. Corren hacia nosotros y les arrojas los cadáveres. —Dijo Tamir corriendo al frente para llamar la atención de los monstruos.
Los tres cuchilla ósea fueron los primeros en lanzarse al ataque, pero se detuvieron en seco cuando Axel los impactó con el cadáver del hombre del martillo, ese cuerpo explotó llenando a los monstruos de órganos y sangre. Al instante aquellos pequeños seres alados que volaban cerca del techo, comenzaron a descender apresurados, se posaron encima de los monstruo y los picaron hasta dejarlos paralizados.
El gusano chillante era grotesco, tenía su cuerpo conformado por rostros humanoides que sueltan alaridos y sus deformes extremidades se alzaban buscando comida. Axel le tiró los cadáveres de las arqueras, fue tan fuerte el impacto que lo tumbó y desesperadamente ese monstruo se movía intentando alcanzar la carne que tenía encima, luego el ser fue llenándose de alas escamosas que lo paralizaron. Con las criaturas inmovilizadas los muchachos fueron al túnel por donde estos vinieron y dejaron para siempre esa caverna.
Usar el mapa les permite avanzar por los túneles sin miedo de ser emboscados, según lo que pueden leer, la próxima caverna estaba a unos 300 metros y en ese lugar se encuentra la marca de Holee. Para intentar hacer un ambiente menos tenso, Tamir comenzó a contar cosas de su vida antes de las minas y motivó a Amaku para conocerse mejor.
Tamir viene de un tranquilo pueblo pequeño, vivía en una lujosa mansión casi únicamente con su madre y supo por ella que su padre es un juez importante en la ciudad de Cuarin, que se ubica cerca de Trinity. Este hombre visitaba su hogar una semana al mes, luego se iba dejándolos a su suerte y por más que preguntaba a su madre esta no le daba una respuesta clara de esa rutina. Él era muy pequeño para entender lo que sucedida, así que solo imaginaba que su padre iba a trabajar y durante esos tempranos años pensaba en su padre como un hombre muy trabajador. Al comenzar a crecer supo la verdad, Tamir es hijo de una relación ilícita y su madre es la amante escondida de tan importante figura pública.
Por años Tamir no preguntaba sobre el trabajo de su padre, sin embargo, comenzó a escuchar habladurías de otros niños e incluso llegó a pelear con ellos cuando insultaron la honra de su madre. Pero cierto comentario dejó pensando al joven de 14 años, uno de ellos llamó a su padre corrupto y que por su culpa habían sometido al padre de este niño a una condena injusta. Tamir tenía la sangre del niño que ofendió a su madre en sus nudillos, estaba encima de este tras haberlo golpeado en la cara y a pesar de triunfar justamente en esa pelea… Él se sintió como basura por alguna razón desconocida, pues veía que ese niño no lloraba por los golpes que recibió, sino por el padre que nunca volvería a ver y maldecía con intensidad al padre de Tamir.
El joven Tamir esperó la semana que su padre regresa, lo confrontó sobre lo sucedido con el padre de ese niño que golpeó y la respuesta que obtuvo del suyo es algo que siempre quedara en su memoria. El padre de Tamir piensa en las personas como fichas para mover a su conveniencia, no le importaba el estatus, procedencia, género o edad, si pueden darle algún beneficio los usará sin dudarlo. Tamir lo entendió, todas las habladurías de su padre son ciertas, tras la discusión e irse a un sitio alejado, este joven vomitó en el suelo al pensar en la cantidad de vidas que se arruinaron para que él pueda vivir cómodamente. Miró su ropa lujosa, los juguetes que usa, la mansión en la que vive y solo podía pensar en cuantas familias se rompieron para que pueda tener ese estilo de vida.
Como todo joven de su edad, él había participado en entrenamientos para ser aventurero solo como un pasatiempo, nunca le tomó importancia a un trabajo donde se arriesgaba la vida por unas cuantas monedas, pero si le interesaba la fama de algunos aventureros por sus hazañas y esto lo motivó a finalizar el adiestramiento. Tras la discusión con su padre, se puso como meta ganar su propio dinero e irse a vivir con su madre sin tener que depender de nadie. Como señal de hacerse una promesa consigo mismo, Tamir rapó su cabellera anaranjada que era el distintivo más sobresaliente que heredó de su padre y al principio por tener ciertas irregularidades en su cabeza pasó un tiempo acomplejado por su apariencia. Lentamente tomó confianza para ser alguien extrovertido, que se vale más por sus habilidades y demuestra su valor en el campo de batalla.
Se mantuvo firme ante las suplicas de su madre para que no sea un aventurero, ella lo entendió al verlo tan constante con su entrenamiento y siempre antes de ir a entrenamientos o misiones, su madre lo despedía en la puerta dándole la bendición y haciéndole prometer que regresaría con vida. Por ello el joven se esforzó el doble para fortalecerse y nunca hacer llorar a su madre con la noticia de su muerte. Durante ese tiempo era poco el contacto que tenía con su padre, este no parecía nada interesado en el bienestar de Tamir, pues era mejor si su bastardo moría en alguna misión y quedaba en el olvido para siempre. La única razón por la cual nunca se deshizo del muchacho, era porque aún no había concebido un heredero con su esposa legitima y ningún hombre quiere dejar este mundo sin preservar su linaje.
Ya cuando alcanzó sus 18 años, tuvo una seria charla con su madre y le preguntó el motivo por el cual permanecía junto a ese juez corrupto y la respuesta que recibió solo lo llenó de ira. La familia de la madre de Tamir es una de las tantas beneficiarias de las transas de ese hombre, cuando ella recién cumplía los quince años el negocio de su familia se vio envuelto en cuestiones ilegales y con la ley a punto de caerles encima, él recién nombrado juez de Cuarin movió sus influencias para desviar evidencias a los competidores de esa familia, a cambio de este favor les pidió a su joven hija como paga. Pero no para ser una esposa pues él ya estaba comprometido con una doncella de buena alcurnia, sino como una amante de la cual disponer cuando quisiera, después la amenazó a ella con la seguridad de su familia en caso intentara escapar, así la tuvo por completo bajo su poder y exigencias.
Tamir sabe bien que no puede arrancar a su madre del estilo de vida que llevó por años, así que tuvo que tragarse toda la ira que sentía contra su padre, únicamente dedicándose a fortalecer su cuerpo, espíritu y mente. Desde que comenzó a trabajar como aventurero, ha ahorrado dinero junto a su madre, está cerca de tener lo suficiente para llevársela y trabajar duro para una modesta vida.
—Por uno de mis vecinos me enteré del trabajo en Equidna, fue fácil entrar porque tenía el nivel necesario, la experiencia en combate y buenas recomendaciones de mi gremio. A primera vista me pareció un trabajo excelente, la paga por seis meses es equivalente a mis ingresos de dos años como aventurero… Supongo que mi ambición me condenó a este destino. —Decía Tamir mientras ayudaba a Amaku a pasar por encima de una profunda zanja.
«Los motivos de Tamir son más que suficientes como para haber aceptado venir, me gustaría saber cómo llegó Ángelo a este lugar», pensó Axel saltando encima de la zanja.
—En mi caso fue diferente, nunca quise venir a este sitio pero estaba obligada por la líder de mi escuadrón… No podía negarme a ello, pues mi aldea cayó en deshonra cuando mis antepasados cometieron un sacrilegio contra la realeza… —Explicó Amaku viendo el báculo de madera que sostiene y la espada que le prestó a Tamir.
La selva donde viven las amazonas está en un plano diferente al que se puede ver, no está documentada en los mapas y es rodeada de varios mitos acerca de esta particular cultura donde gobiernan las mujeres. Ellas comparten su habitad junto a hubeast y monstruos singulares, haciendo su vida una lucha constante por sobrevivir, donde el más fuerte es el que domina. El acceso y salida a esta zona solo puede lograrse por hechiceros arcanos de alto nivel, aquellos que habitan dentro de ese plano o ciertas irregularidades en los planos que abren accesos a esa desconocida tierra.
Las amazonas tienen ritos tradicionales muy arraigados desde tiempo antiguos, uno de estos es la caza de ciertos hubeast de especie conejo con los cuales están en constantes conflictos, pues estos hubeast tienen acceso a una clase única llamada [Sacerdote Lunar]. Para lograr la comunión con la diosa de luna Ekilla, ellas deben capturar a un Sacerdote Lunar para procrear y el rito culminaba en un hórrido sacrificio del hubeast capturado. Las amazonas embarazadas dan a luz bebes completamente humanos, a los cuales sus poderes del lado hubeast son usados para encantar armas y darles propiedades únicas.
Una antepasado de la aldea de Amaku, fue elegida para este ritual por la inusual manifestación de mana/chakra en su linaje, la afinidad elemental con la naturaleza y ser capaz de dominar magia de [Sacrificio de Sangre]. A ella se le encargaría la importante misión de generar armas legendarias para la realeza amazona. Tras capturar al [Sacerdote Lunar], a este se le confinó para experimentos que exprimirían toda su esencia vital y así generar poderosas armas inigualables, sin embargo, la encargada de llevar el ritual cometió un grandísimo error. Por el tiempo que pasó estudiando al sacrificio, ella desarrolló sentimientos por este y contra toda lógica de su cultura, esa mujer amó de verdad a ese hubeast.
En el día del ritual, el antepasado de Amaku intentó huir con el sacrificio, pero fueron capturados. Al verse él acorralado acabó con su vida de una forma que no quedaran restos de su cuerpo, creando cierto acto sacrílego que mancillaría para siempre la comunión de las amazonas con su Diosa Ekilla y que traería una época de desgracia a toda esa sociedad. Con la liturgia incompleta solo se generaron dos armas extraordinarias, a las cuales antes de su suicidio el [Sacerdote Lunar] las maldijo para que únicamente existan mientras que su descendencia viva, con ello protegió a la mujer que lo ayudó y aseguro el bienestar de sus hijas.
Desde ese entonces, el ritual de comunión con la Diosa Ekilla cambió para siempre. Ninguna otra amazona fuera del linaje de ese [Sacerdote Lunar] podría generar armas, si todas las descendientes mueren lo harán junto con las mejores armas de las amazonas y si eso sucede se verán vulnerables ante cualquier peligro. Por su pecado la familia Kappalla quedaría marcada para siempre como traidores, únicamente vivos para mantener las armas activas, siendo despreciadas hasta la actualidad y conservadas como poco más que esclavas de los miembros de la realeza.
La espada y él báculo que Amaku lleva consigo, son tesoros que su familia ocultó de su sociedad para poder defenderse y por eso nunca mostró la magia que contienen frente a otras amazonas. Siendo hija única heredó ambas armas, Amaku no entiende el motivo por el cual trajo la espada si no puede usarla, esto se debe a que actualmente algo afectó su memoria y le arrancó partes importantes de sus recuerdos. Los otros miembros de la familia de Amaku aún viven en la selva, siendo humilladas por la tribu y forzadas a procrear para generar más armas.
—Es por eso que te confió la espada, Tamir. Estoy harta de todos los abusos que sufrí, quiero regresar a mi aldea y liberar a mi familia de las cadenas que nos atan. Y si es posible, recuperar las armas legendarias que mi antepasado creó. —Le dijo Amaku con una calmada y sincera voz.
—Va-Vaya… No hubiera imaginado que cargabas un peso tan grande sobre tus hombros, Amaku. Te voy a ser sincero, si salimos vivos de esta locura… Te juro ayudarte a liberar a tu familia, es más, por ayudarnos estos dos van a regresarte el favor y lo haremos juntos. —Tamir miró a sus compañeros sorprendiéndolos.
«No hagas promesas en nombre de otros —mirando a Amaku y recordando sobre la corrupción que le está generando—. Mierda, de verdad no quiero meterme en eso, pero me siento culpable con Amaku», pensaba Axel dudando sobre qué hacer y al final afirmó con la cabeza.
—[…] —Ángelo solo asintió animado, él no había entendido muy bien a que lo comprometieron, pero lo hará sin dudar si es por ayudar a sus amigos.
—¡Ves! Puedes confiar en nosotros, Amaku. Pero en serio ¿Por qué trajiste una espada si no puedes usarla? —Preguntó Tamir interesado en la respuesta.
—N-No lo sé, recuerdo que Ángelo me la trajo… Pero por que la tenía él, es algo a lo que no le encuentro lógica… Cre-Creo que estoy olvidando una cosa muy importante. —Amaku se llevó la mano a la frente y se mostraba confundida.
«Es cierto… Ángelo recogió esa espada y había más tiradas por ahí ¿Por qué recogió «esa» exactamente? Un momento… ¿Fue cuando recuperé mis piernas? ¿De quién las tomé? ¿Y mis brazos y mis ojos? ¿Las tomé de quiénes?», un zumbido pasaba por la cabeza de Axel, junto con un llanto que puso pálido su rostro. Él intentaba recordar con mucho esfuerzo, pero ese llanto se hacía más fuerte y perturbador.
—¡Alto! Tenemos un problema. —Exclamó Tamir alertando a sus acompañantes, todos se detuvieron de golpe y miraron frente a ellos que el camino iba en bajada.
—El mapa no decía nada de esto. —Amaku miró su mapa, donde marcaba el camino recto visto desde arriba, Axel usó sus dedos para darle vuelta de forma horizontal y ahí recién notaron el declive en diagonal que estaba en su delante.
—Que útil es este mapa, me lo quiero quedar… ¿Entonces, bajamos corriendo a lo loco? —Mencionó Tamir rascándose la quijada de forma pensativa, pero se pusieron alertas por un fuerte chillido proviniendo del final de ese declive.
—¿Qu-Que es esa cosa? De-Definitivamente no podemos ir por ahí. —Amaku se quedó temblando a causa del escalofriante sonido.
«No puede ser —mirando el mapa, en una de las cavernas del fondo estaba el rastro de Holee y dirigiéndose hacia ella, estaba el rastro de Galur— Tamir, tenemos que bajar rápido a ese sitio», Axel golpeó el hombro de su compañero y con gestos le indicó que bajaran por ese sendero.
Axel transformó sus brazos y piernas en los de arácnidos, comenzó a disparar varias telarañas para ayudar a sus compañeros a bajar por ellas. Tamir tuvo que tranquilizar a Amaku, explicándole que sus amigos se encuentran yendo hacia esas oscuras profundidades y con algo de renuencia la muchacha aceptó bajar por las telarañas.
Una vez tocaron el suelo, se toparon con un túnel corto que los guiaba a la caverna, desde ahí eran más audibles los gritos de personas, suplicas por ayuda y ese atemorizante chillido que les helaba la piel. El mapa de todos mostraba a Holee en la caverna, su marca se movía en el medio y conforme se desplazaba iban desapareciendo las demás marcas de monstruos o personas. Axel avanzó apresuradamente, siendo seguido al instante por los otros que le decían que regresara a esconderse, pero el demonio los ignoró y siguió con su camino. Al salir pudo apreciar completamente el interior, salió por un túnel superior que daba a una larga bajada hacia el suelo, algo vino volando cerca de él y al protegerse con sus brazos vio caer al piso la mitad superior de un torso humano partido a la mitad.
—A-Agáchate… —Tamir entró quedándose unos segundos pasmado por lo que vio al frente, tomó a Axel de los cuernos y lo hizo esconderse al ras del suelo.
—¿Qu-Que esa cosa? —Mencionó temblorosa Amaku para ser inmediatamente jalada por Ángelo para ponerse de cuclillas.
«¡Maldita seas, Diosa de mierda! E-Ella… ¿Co-Como pudiste hacerle algo así?», Axel arañaba la tierra con furia, sus ojos brillaron acentuando más el color dorado de estos y su colérica expresión llamó la atención de sus acompañantes.
El suelo de la caverna estaba completamente pavimentado de sangre, órganos, trozos de carne, armaduras y armas destrozadas. Las personas que salían corriendo de los túneles que colapsaban tras ellos, veían con horror el sitio donde llegaban y eran recibidas por una enorme bestia que iba tras ellos apenas los divisaba, incluso salían monstruos que iban a pelear contra el enorme ser en medio de la caverna.
La forma bestial de Holee cambio un poco, mide cerca de cinco metros de alto y poco más siete de largo. Su cuerpo alargado era cubierto por una coraza morado oscuro que reflejaba la luz de los cristales, sus motas redondas color carmesí simulaban su rostro humano con expresiones vacías, conserva tres pares de gruesas patas que finalizan en garras, brazos con cuchillas similares a los de una mantis religiosa y su boca es de mandíbulas de ciempiés. Ahora tiene una cola idéntica a la de un escorpión por la cual arroja ácido, la coraza en su cabeza la priva de ojos pero le provee una percepción diferente y la usa para rastrear a sus presas en segundos.
—¿Dónde está Holee? El mapa la marca cerca de esa bestia… —Tamir miraba escondido tras una piedra, intentaba ubicar a la chica sin tener éxito.
«Tamir, date cuenta», Axel lo jaló de la manga, señaló la marca de Holee en su mapa y luego a la bestia que partía a una mujer en dos con sus cuchillas.
—No-No me jodas… E-Es eso —viéndolo asentir— ¿Fue esa mujer de tierra? ¿Le hizo lo mismo que a ti? —Tamir apoyó su espalda en la roca donde se escondía, tenía un rostro de frustración y enojo al recibir la afirmación de Axel.
—¿Entonces que vamos a hacer? ¿La dejaremos? —Preguntó Amaku mirando por encima de su escondite como Holee masacraba a dos personas al lanzarles ácido de la cola y cortaba con sus tenazas a los monstruos deformes que iban a atacarla.
—¿Axel, ella siquiera puede ser salvada? ¿Si hablamos con ella nos reconocerá? —Tamir miró más la cueva donde estaban, quería tener una buena percepción para poder planear algo.
«No lo sé… ¿Qué puedo hacer con Holee? ¿Tal vez? ¿Tal vez si retiro toda la carne que cubre su cuerpo real? ¿Si retiramos su coraza, ella volvería a la normalidad? Tengo que hacerles entender esto», Axel se descubrió el brazo izquierdo convirtiéndolo en el de un arácnido, usó una de las dagas que recogió para arrancarse la coraza del cuerpo y luego señaló a Holee.
—¿Despellejarla viva? ¿Seguro que eso la salvará? —Amaku tenía sus dudas en cuanto al mensaje de Axel, este solo levantó los hombros como algo incierto.
—Axel sabe más que nosotros sobre eso, de alguna forma tendremos que hacerlo… Entonces este es el plan, iré al túnel por donde saldrá Galur y los sujetos que lo acompañen, intentaré convencerlos de luchar junto a nosotros. Si esos tipos se ponen violentos, me llevaré a Galur para explicarle todo. Ustedes me seguirán de cerca ocultándose para que puedan observarme, usaremos la misma formación de antes y evitaremos cualquier riesgo innecesario. —Tamir había encontrado un camino por donde llegaría al túnel que mencionó.
—¿Cómo puedes estar tan seguro de que tu amigo no nos traicionara? Él puede tomar la decisión de atacarnos a la primera oportunidad y escapar de aquí. —Dijo Amaku viendo con seriedad a Tamir.
—Conocí a Galur lo suficiente para saber que es un oportunista, sin embargo, no es alguien que apuñale por la espalda… Sé que es mucho pedirte, Amaku, pero por favor confía en mí una vez más. —Tamir comenzó a avanzar y fue seguido por los otros tres.
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