LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 45
En la parte central del laberinto subterráneo, se encuentra el órgano principal del [Útero Eterno], siendo este el lugar donde los restos de las ofrendas son traídos para ser procesados y también donde se selecciona a la prole correcta para que se unan a este aberrante ecosistema. En este lugar trabajan las cocineras del laberinto subterráneo, son entidades con formas femeninas hechas de diversos órganos, el color de su piel es morado claro, los ojos les resplandecen con un tenue brillo rojizo, en sus nucas presentan un grueso tentáculo palpitante que las une al [Útero Eterno], sus cabelleras están compuestas de intestinos y sus piernas son tentáculos con los cuales reptan por el suelo.
Estas inusuales entidades tiene diferentes labores, unas hacen de parteras que vigilan a los engendros nacidos del [Útero Eterno], cuando son expulsados de ese órgano compuesto de innumerables victimas femeninas, ellas revisan a la prole buscando malformaciones, si presentan corrupciones en sus cuerpos proceden a trozarlos y devolverlos para que sean nuevamente engullidos. Otras se encargan de extraer energía remanente de los cadáveres, ponen sus palmas frente a estos y en sus manos se va formando un resplandor rojo, al cual condensan en una materia casi sólida y la arrojan a una acequia que la mezcla constantemente. Las ultimas tienen el trabajo de encargarse de las ofrendas que por casualidad llegaron a sus dominios, ellas las torturan de distintos modos para que sus cuerpos generen un tipo especial de mana/chakra mortuorio y condensan esa energía para verterla en un enorme abismo donde espera unirse con el contenido de la acequia antes mencionada.
Lo que nutre a estos mundos, es la energía generada por las ofrendas en circunstancias de absoluto, dolor, agresividad, esfuerzo, tristeza, arrepentimiento, miedo, ira y rencor. Esta energía remanente explota a su máximo pico de intensidad cuando las ofrendas mueren, siendo las cocineras encargadas de purificarla, procesarla y mezclarla constantemente para que sea correctamente distribuida por el mundo.
Un grupo de diecisiete cocineras conversan amenamente mientras cortan las extremidades de unos desdichados, entre ellas se encuentra Vilma contándoles sobre como hizo sufrir a Eveldra y la forma en que arrinconó a Axel para que asesinara al bebe de esta. Repentinamente un hilo dorado se fue formando en el pecho de Vilma, lentamente se iba elevando hacia el techo, al percatarse de ello la regordeta mujer soltó un chillido agonizante y caminó temblando hacia una pared donde comenzó a golpearse la cabeza.
—Vilma, cálmate por favor… Ya entendemos lo que sucedió, pero si te mantienes unida al [Útero Eterno] puedes sobrevivir y alargar tu vida para siempre. —Una de las cocineras sujetó a Vilma para evitar que siga golpeándose la cabeza contra la pared.
—Tiene razón, aunque sea doloroso puedes sobrevivir a la habilidad del señor Horos… Quédate con nosotras, Vilma. —Le decía preocupada otra cocinera que la tomó de los hombros.
—¡No! ¡Wulfdog me necesita! ¡Mi lugar es con él! —poniendo sus manos en el tentáculo de su nuca que la conecta al [Útero Eterno], comenzó a apretarlo con fuerza—. Gr-Gracias a todas, les agradezco el tiempo que pasaron conmigo, pero mi vida es a lado de mi esposo… Despídanme de las demás. —Vilma cortó el tentáculo de su nuca, inmediatamente se lanzó contra una pared que se abrió para permitirle entrar y comenzó a nadar entre una bastedad de órganos.
—Esos tipos desconocen que no es necesario matar al supervisor a cargo de la zona… Pobre Vilma, parecía muy desconsolada. —Otra cocinera se arrodilló intentando limpiar sus lágrimas.
—Tantos años trabajando junto esa niña, es una lástima perderla para siempre… Pero esta es su decisión y debemos respetarla… Adiós, Vilma. —Las cocineras miraban con tristeza el sitio por donde Vilma se fue.
«Wulfdog, me prometiste que siempre regresarías a mi lado. El destino nos unió por un error que cometiste, me diste una vida que nunca hubiera podido soñar e incluso fuimos bendecidos por nuestra santa madre», mientras Vilma nadaba entre un océano de sangre, en su mente solo podía pensar en la amable sonrisa de Wulfdog.
Alguien corre desesperadamente por los túneles subterráneos, pasa por estrechos espacios rasgándose la piel con las filosas rocas, tiene las manos ensangrentadas de tanto trepar y hace un último esfuerzo por subir a una salida que mira sobre ella. Al percibir la luz de esa caverna, corre con todas sus fuerzas hacia ella, dentro mira a una bestia de pelaje plateado cubierto de sangre y esta de un zarpazo incinera a un hombre. Quien entró a la caverna de esa imponente bestia, es una delgada chica de sucios risos dorados, tiene el cuerpo lleno de heridas, ojeras marcadas, cicatrices de latigazos y un aro de esclavitud en su brazo izquierdo.
—Eres la primera mujer de la temporada, supongo que el señor Toño estuvo haciendo un trabajo excelente. —La bestia lobuna va cambiando su apariencia a una más humana conforme avanza, se trata de un joven Wulfdog que se para delante de esa escuálida muchacha de risos dorados y le extiende su mano para ayudarla a levantarse.
—[…] —Ella lo mira fijamente con unos ojos vacíos de vida, se queda en silencio y mira con tristeza el suelo.
—¿Eres muda o algo así? Yo no asesino mujeres, así que puedes irte por alguno de esos túneles e intentar llegar a la salida. —Wulfdog le dio la espalda y volvió al centro de la caverna a esperar por nuevas ofrendas.
«No tengo nada bueno en mi pasado, pero aún recuerdo ese día con cariño, siendo el momento donde mi vida cambaría a una mejor y todo se lo debo a ese deforme hubeast que me encontró».
El tiempo comenzó a pasar, varias personas entraban a la caverna de Wulfdog a enfrentarlo y como el mencionaba no atacaba a las mujeres. Grupos de personas le hacían frente, logrando algunas de ellas pasar por los túneles tras el supervisor y dirigirse hacia un destino desconocido. Solo esa demacrada chica se quedó sentada en una esquina, lo miraba cometer asesinato tras asesinato, ser lastimado por diversas armas y levantarse con férrea voluntad a seguir cumpliendo su extraña labor. Un fuerte temblor tuvo lugar en la caverna, acompañado por el sonido del viento saliendo abruptamente por los túneles y ante este suceso Wulfdog miró las estalactitas en el techo.
—¡Oye mujer! ¡El festival acabará pronto y este lugar colapsará! —Wulfdog estaba con varias heridas sangrantes en el cuerpo, tenía flechas clavadas en su espalda, espadas rotas atravesando sus brazos y su ojo derecho estaba mutilado por un corte.
—[…] —La extraña muchacha se levantó para caminar hacia él, los temblores se hacían más violentos y a pesar de tambalearse esta no cambió de rumbo.
—¿Eh? La salida es al otro lado, idio… —varias estalactitas se deprendieron del techo e iban a aplastar a ese delgada muchacha—. ¡Cuidado! [Frenesí] —Wulfdog desapareció de su posición y en instantes salvó a esa muchacha cargándola en brazos—. ¿Eres retrasada o que te pasa? Tienes que es irte de… ¡Maldita sea! —La caverna comenzó a desplomarse sobre ellos, usando su extraordinaria velocidad Wulfdog salió ileso junto a la muchacha que cargaba y estando seguro dentro de un túnel soltó un gran suspiro.
—Ya se acabó mi turno en este festival —dejando a la chica en el suelo—. Me voy, tanto trabajo me dio sed y solo quiero pasar la noche en la taberna —dando un paso sintió que fue tomado del pelaje de su cola—. ¡Eh! Sera mejor que me sueltes, mujer… No tienes más asuntos conmigo. —Wulfdog quería irse pero esa muchacha comenzó a seguirlo, aumentó su velocidad para perderla y solo escuchó sus penosos pasos al dejarla atrás.
—¿Sabes que hiciste mal tu trabajo, no? —Frente a Wulfdog apareció una copia de Durgea, el reaccionó asustado por la sorpresa de verla e inmediatamente se arrodilló de forma nerviosa.
—Mi-Mi santa madre, le juro que no fue mi intención salvar a esa mujer, solo reaccioné y… —sintiendo la severa mirada de la Diosa—. Lo-Lo siento, se-se la entregaré al Señor Toño para que disponga de ella. —Wulfdog bajó su frente hasta el suelo pidiendo disculpas.
—Ay pequeño, te lo dejaré pasar por ser tu primer error en siete años… Pero te desecharé por incompetente si cometes otro más. Recuerda que tu responsabilidad es administrar a las ofrendas que llegan a tu área y juzgar si muren por tus manos o se mueven a la siguiente zona. Como castigo se me ocurrió algo muy divertido, por ahora la traerás viva al salón principal…. —La copia de Durgea de desplomó y Wulfdog fue inmediatamente a buscar a esa chica.
«Habiendo sido criada como un animal, poco podía entender cuando ese deforme hubeast vino a llevarme como un costal bajo su brazo y cuando me dejó en el suelo me hizo postrar la cabeza ante nuestra santa madre. Los otros supervisores de ese entonces apelaron por Wulfdog, querían evitar que lo mataran por haberme salvado, sin embargo, nuestra santa madre ya había ideado algo para nosotros y ordenó al señor Horos el vincular nuestras almas con una de sus habilidades. Yo sería el error que Wulfdog cargaría por el resto de su vida, si uno de los dos moría él otro le seguiría y así fuimos obligados a estar juntos… Esto me lo contó Wulfdog años después».
—Es un buen castigo para un hombre con tu estilo de vida, la tomaras como esposa olvidándote de las cosas que más te gustan, ya no habrán visitas a los burdeles, ni borracheras hasta el día siguiente y deberás respetarla como lo más importante en tu vida… —Las palabras de la Durgea original dejaron temblando a Wulfdog, pues sabe que nunca más podrá hacer las cosas que disfrutaba.
—Debes alegrarte, siquiera tendrás a alguien que puede llegar a amarte por quien eres… Algunos no tenemos esa suerte, Wulfdog. —Mencionó Toño animando a su compañero.
—Los burdeles serán menos animados sin ti, Wulfdog, pero las órdenes de nuestra santa madre son absolutas. Esfuérzate por hacer feliz a esa muchacha. —Horos sostenía en sus manos un enorme martillo de metal negro, en cuya cabeza tenia incrustada una gema blanca que mandaba hilos dorados a los corazones de Wulfdog y esa joven escuálida.
—S-Si este es el castigo por mi error, lo aceptaré con la cabeza en alto —mirando a la muchacha—. ¿Cu-Cuál es tu nombre? —Preguntó el falso hubeast viéndosele desanimado.
—[…] —Ella solo le devolvió la mirada girando su rostro a un lado y mostraba una expresión de desconcierto.
—No creo que pueda hablar —viendo unos pergaminos—. Aquí está su información, uhm ella no tiene nombre y fue donada por qué el anterior propietario ¿La rompió? Eso no suena nada bien… Muchacha, quítate esos andrajos. —Dijo Horos mirándola fijamente, ella se asustó y se escondió tras Wulfdog tomándolo del brazo.
—El señor Horos te dio una orden —notándola temblar con miedo—. No te vamos a hacer nada malo, solo queremos ver el estado de tu cuerpo… Tranquila, no te va a pasar nada. —La preocupación era notoria en Wulfdog, le dio unas palmadas en la cabeza para tranquilizarla y la muchacha entendió que estaba bien hacer lo que le decían.
—[…] —Ella se levantó dejando caer sus andrajos, bajo estos tenia cicatrices profundas de quemaduras, marcas de dientes que le habían arrancado trozos de piel, un enorme corte que iba desde su intimidad hasta medio abdomen y al examinarlo más profundamente notaron que su clítoris había sido mutilado.
—Las marcas son de alguien con mucho rencor, busca castigar a sus víctimas por motivos personales, consigue alivio al oírlas sufrir y se nota que solo quiere estropear su juguete para traer uno nuevo… —Agregó Toño tras analizar con su mirada el cuerpo de esa chica.
—Los humanos sí que hacen cosas sin sentido, en su estado no vivirá más de dos días —generando piedras verdes en la palma de su mano—. Que coma de estas [Piedras de vigor], la curaran tanto de lesiones y de enfermedades. —Durgea entregó las [Piedras de vigor] a Wulfdog y este las tomó con fuerza en sus manos.
—Mi santa madre, si ahora nuestras vidas están vinculadas, quisiera cobrar venganza contra la persona que le hizo esto a mi otra mitad… ¿Se me es permitido? —Wulfdog estaba muy enojado, sus ojos se inyectaron en sangre y su pelaje se erizo.
—Claro que sí, pero tienes que traerlo como una ofrenda para el próximo festival. —Dijo Durgea con una sonrisa.
—Entonces tenemos alrededor de seis meses para divertimos —mirando a la muchacha—. Mi nombre es Wulfdog Dinato. Desde hoy me encargaré de tu felicidad, te llamaras Vilma y cuando estés en edad nos casaremos. —Wulfdog se acercó a Vilma, la tomó del mentón y le dio a comer la [Piedras de vigor].
—Voy a prepararles una boda especial, me servirá como practica para la mía con Ishtar… Solo avísame de la fecha. —Durgea estaba animada por la decisión de su supervisor.
«Wulfdog se enteró por la investigación del señor Horos, que mi dueña era noble con negocios de comercio entre ciudades, ella disfrutaba de vaciar sus frustraciones en niñas que compraba de familias pobres y a las cuales prometía que vivirían como criadas en alguna casona de sus conocidos. Cuando dio con ella liberó a todas las demás, trayéndolas como personal para las minas de Equidna y haciendo que sus cortas vidas sean más cómodas. Luego entregó a esa noble a quien mejor estaba capacitado para «cobrarle» todo lo que hizo, el señor Toño me enseñó la manera correcta de torturar, como extender el sufrimiento de una persona para evitar que muera y desde ese momento comencé a tener gusto por el desollamiento».
«Durante el día limpiaba las habitaciones de los supervisores, comencé a interesarme en la cocina y me uní al personal encargado de ello. En las tardes el señor Horos me enseñó a hablar, escribir y lo básico de modales para no comportarme como una salvaje. Esperaba a Wulfdog como una esposa en su hogar, aunque él no me puso una mano encima por consideración a mi pasado e incluso soportó su condición por ser un hubeast singular y llegado a su límite hice mi mejor esfuerzo por ser el desahogo para su libido».
«Años más tarde, nuestra santa madre Durgea llevó a cabo la ceremonia que prometió e invitó a los diferentes supervisores de todas las minas al evento… Nunca me había sentido tan nerviosa. Y cuando mencionó lo de un regalo de boda, para mí ya era suficiente con lo que hizo, pero deseaba dedicarle toda mi existencia y le pedí me convirtiera una cocinera a su servicio».
«La cocineras son seres únicos en el laberinto subterráneo, nacen de la amalgama de conciencias de todas las mujeres asimiladas en el [Útero Eterno], olvidan quienes eran para solo tener en mente una importante labor, siendo esa la de preparar los nutrientes que sanan al mundo y las pone en un lugar crucial en el laberinto subterráneo. Si quería servir a nuestra santa madre Durgea, debía entregar mi cuerpo a superar la cantidad de mentes fracturadas que intentarían ganar el dominio sobre mí y si fallaba significaba perderme para siempre… Aposté todo por seguir a lado de Wulfdog».
En unas de las cavernas más profundas, cerca del núcleo central del [Útero Eterno], se encontraban Wulfdog con un rostro nervioso, Toño a su lado dándole ánimos, Horos sostenido su enorme martillo con un hilo que conecta al pecho de Wulfdog y otro a un capullo palpitante hecho de carne que se hincha conforme más retumba.
—Esa niña… Mira que pedirle tal cosa a nuestra santa madre, sí que se volvió engreída con todos los años que estuvimos consintiéndola. —Decía Horos con los ojos cerrados como si se concentrara.
—Pero nuestra santa madre parecía contenta, a ella le gusta este tipo de situaciones donde se ponen las vidas en riesgos inciertos… —Agregó Toño viendo palpitar con más violencia el capullo de carne.
—¡Pero no con mi vida! No estaba al tanto de que iba a pedir algo como esto, yo le dije que rechazara eso del regalo porque nuestra santa madre ya había hecho más que suficiente con perdonarnos la vida. Si Vilma falla en su conversión, nos vamos a morir los dos. —Wulfdog se sujetó la cabeza con preocupación.
—¿Dudas de tu esposa, Wulfdog? —Preguntó Horos emanando un aura amenazante.
—¡Claro que las tengo! ¡Tengo miedo de perderla, de que seamos separados y que nunca más podamos estar juntos! De-De verdad amo a mi Vilma… —Wulfdog bajó la cabeza con tristeza, repentinamente el capullo explotó liberando sangre, órganos y una regordeta figura salió caminando de este.
—Yo también te amo, mi Wulfdog. —Se trataba de una mujer obesa, con risos dorados mojados de sangre, partes de carne colgando de su cuerpo y un tentáculo grueso en su nuca que la unía a esa abominable masa de carne.
—¿Vi-Vilma? ¿Qué mierda te pasó? ¿Por qué tienes esa forma? —Los tres supervisores estaban perplejos.
—¿Esto? —abriendo la boca fue vomitada una Vilma en su apariencia esbelta—. No quería que nadie más que mi esposo me vea como soy en realidad, por siempre y para siempre solo los ojos de Wulfdog verán mi verdadero ser. —Vilma se abrazó a su esposo sonriéndole con cariño.
«A pesar de ser una existencia diferente, ninguna cocinera me discriminó o me vio como una extraña y aprendí de ellas a llevar a cabo el trabajo que me fue asignado. Con el tiempo entendí mejor la importante labor de una cocinera en el laberinto subterráneo, nunca sentí pena, remordimiento o culpa por las personas que torturé hasta la muerte y acepté este trabajo con orgullo por el bien del mundo… Pero ahora… Mi tiempo de servicio está acabando y no pienso dejar solo a mi esposo».
Tras la lucha contra Wulfdog, Axel estaba ayudando a Tamir a levantarse pues resultó muy herido por el supervisor, el demonio le notó cierto detalle en la mordedura de su hombro y cuando iba a sacarle los colmillos que se le incrustaban tuvo lugar un fuerte temblor que los hizo caer al suelo. Por otra parte, Amaku y Ángelo ayudaban a una seriamente quemada Yukiko a tranquilizarse, sentía un agonizante dolor en las costras de su piel sanándose, no paraba de gritar mientras sujetaba con fuerza la mano de Ángelo y al sentir el temblor se pusieron alertas por un nuevo posible ataque.
El techo, paredes y suelo comenzaron a deformarse como si fueran inflados desde abajo, se formaron de ellos tumores palpitantes que se rompieron expulsando grandes cantidades de órganos ensangrentados, fue tanta la cantidad de materia que arrastró a Axel y Tamir como si hubieran sido golpeados por olas.
—¡Axel! ¡Tamir! ¿Dónde están? —Gritó Amaku preocupada al ver como ese espeso líquido los cubrió a ambos.
—¡Aquí! ¡Estamos bien! ¡Vayan a una parte alta, hacia la salida! —Tamir había sido sujetado a tiempo por Axel, su amigo le subía la cabeza a la superficie para que respire y él se aferraba a unas estalagmitas con los tentáculos que salían de su espalda.
«¿De dónde carajo sale toda esta mierda? ¡Ag! Algo de eso entró en mi boca», Axel estaba escupiendo y no se dio cuenta que algo pasaba en su espalda.
Un chillido se originó cerca de ese par que intentaba no ahogarse con toda esa asquerosa materia, ambos lo reconocieron y la única palabra que pasaba por sus mentes era «imposible». Axel gritó adolorido pues sintió un fuerte dolor en su espalda, un par de tensas se sujetaron a su hombro y vio con el rabillo del ojo el rostro de Holee formándose de gusanos. La [Colmena Dimensional] de esta muchacha, había recibido alimento cuando fueron arrastrados por la marea de sangre, ocasionando que se regenerada la mitad superior de su cuerpo y creara dos tenazas que reemplazan sus brazos para sujetarse a Axel.
«Holee… Despierta… ¿Cómo es que aún no estas recuperada?», pensaba Axel usando [Analizar Superior] en su pactante para leer sus estados.
>>Pactante Holee Tunes está bajo efectos primarios de [Conciencia Disipada] y [Furia Ciega], requiere regresar al «Pozo de Unión Espiritual» para depurar efectos dañinos…
«¿Qué chingados es el [Pozo de Unión Espiritual]? Duele… No me claves más las tenazas», Axel creó dos tentáculos de su cadera para sujetar a Holee del cuello, podía ver como los gusanos en su rostro comenzaban a unirse para formar un exoesqueleto negro.
>>Pozo de Unión Espiritual: Forma que adquiere el demonio prototipo para realizar el pacto demoniaco, la materia oscura permite descomponer al pactante y reformarlo en una apariencia basada en el subconsciente de ambos.
—¿De-De verdad es Holee? ¿Lo de despellejarla no sirvió de nada? —notando que los tentáculos de Axel cedían de las estalagmitas que sujetaban—. Axel, suéltame para que te ocupes de Holee… Ya puedo nadar por mi cuenta, no te preocupes por mí. —Tamir palmeó el tentáculo que lo agarraba, fue soltado y con esfuerzo llegó hasta una roca donde se aferró para no ser llevado por la corriente.
Toda la asquerosa materia conformada de trozos de cadáveres, sangre y demás fluidos, se drenaba por un túnel en declive de la caverna y dejaba solo restos de órganos en el suelo. Cuando la corriente fue débil, Tamir pudo ponerse de pie por sí mismo, Axel soltó los tentáculos con los cuales se anclaba a las estalagmitas y centró su atención en una enajenada Holee que saltó de su espalda al suelo.
Por otro lado, en medio de la caverna quedo un tumor palpitante que se infló hasta explotar y de ahí salió Vilma con su apariencia de mujer regordeta. La cocinera parecía severamente herida, pues la piel se le caía en jirones y con cada paso que daba se iba mostrando el desnudo cuerpo de una joven mujer esbelta.
—Han sido tantos años a tu lado, Wulfdog… Fue gracias a ti que un desecho como yo pudo tener una vida feliz y donde al fin encontré un hogar. —Los pedazos de carne cayeron completamente del cuerpo de Vilma, en su nuca quedo un órgano tubular que estaba arrancado y de este brotaba un líquido dorado.
—Mierda… No podemos estar tranquilos que aparece otro monstruo —tomando sus espadas se pone en guardia—. ¿Quién eres y que quieres? —Exclamó Tamir intentando ganar tiempo, hizo una señal de que se quedaran ahí a Amaku y Ángelo.
—Soy la esposa del hombre que asesinaron… Solo él podía verme en mi forma verdadera, pero ahora ya no me importa. —Vilma señaló a Tamir con su mano, repentinamente el suelo fue roto dejando salir intestinos que se lanzaron contra el muchacho.
—¿Entonces es venganza lo que quieres? ¡Él intentó matarnos como todo lo que hay en este maldito lugar! ¡Murió por nuestras manos, pero lo hizo peleando como un guerrero! —Tamir blandía sus espadas lo más que podía, el dolor causado por la mordedura aun persistía en su cuerpo y le era muy difícil mover el brazo.
—Mi trabajo se trata de hacer sufrir a las ofrendas, que liberen el máximo de sentimientos y sean procesados como nutrientes para sanar el mundo. Wulfdog salvó mi vida, gracias a él me volví una cocinera bendecida por nuestra santa madre y usarè lo que me queda de vida contra ustedes. —Vilma ordenaba a los intestinos que salían del suelo a atacar con violencia a Tamir, varias otras tripas fueron tras Amaku y Ángelo quienes defendieron a la aun incapacitada Yukiko.
El rostro de Vilma se iba volviendo piedra mientras caminaba hacia el cadáver de su esposo, arterias negras se formaban en sus extremidades y aquel hilo dorado en su pecho presionaba su corazón con cada segundo que pasaba.
—Wulfdog dijo lo mismo, que hacen todo esto por el bien del mundo y que deberíamos verlo como una noble causa por la cual morir… ¡Váyanse a la mierda! Lo que hagamos con nuestra vida solo nos concierne a nosotros, no vamos a morir inútilmente por cuestiones que desconocemos y no nos rendiremos ante toda la mierda que nos manden. —Tamir prendió una de sus espadas en llamas, pero al activar su habilidad forzó su cuerpo de mala manera sintiendo un agudo dolor que lo estremeció y terminó siendo latigueado en la pierna por un intestino.
—Nunca podrían entenderlo, ustedes no saben la verdad y su pecado es la ignorancia —llegando a hueco donde quedó el cadáver de Wolfdog, ella toma los restos entre sus brazos—. Estaremos juntos hasta que se consuma mi vida, aun en la eternidad nunca estarás solo, mi amor. —El hombro de Vilma se despezado como una roca haciéndose añicos.
—¡Axel, me ocuparé de esto! ¡Tú encárgate de Holee! —El brazo de Tamir ya no soportó el peso de su espada izquierda, la dejó caer al suelo para empuñar con dificultad la espada que le dio Amaku y se quedó luchando contra esas tripas que se movían como serpientes al ataque.
«¡Holee, maldita sea dete…!», Axel iba a dar una orden pero recordó los mensajes de advertencia que le apreciaron antes y corrió hacia su pactante para llamar su atención.
>>Segunda orden no acatada, por seguridad se eliminara inmediatamente al pactante al desobedecer por tercera vez…
El cuerpo de Holee se había regenerado solo desde abdomen, pecho, brazos y cabeza, usaba las tenazas en sus brazos para arrastrarse de forma amenazante y tocia algunos gusanos que se unían a su cuerpo. Los gusanos que la conforman estaban creándole un exoesqueleto similar a la forma en que antes la combatieron, el demonio sabía que si le permite transformarse completamente seria mortal para todos y tiene un mal presentimiento al ver un tumor palpitando en la mitad de la caverna.
Axel adoptó su forma de demonio normal, se puso en una postura de pelea gracias al conocimiento de artes marciales que adquirió del anciano que consumió antes y soltando un suspiro dio un paso largo hacia Holee. Axel bloqueó la tenaza derecha con su palma izquierda, creando una abertura donde darle un puñetazo entre las costillas a Holee y ese fuerte golpe la mando al suelo donde chillaba mostrándole su boca transformándose en fauces de ciempiés. Holee golpeó sus tenazas en el suelo hasta romperlas, inmediatamente esas extremidades fueron reemplazadas por las cuchillas de mantis que usa y el hueso de su columna vertebral comenzó a crecer alargadamente hasta parecerse a la cola de un escorpión.
La enloquecida muchacha se impulsaba clavando sus cuchillas en el suelo, daba saltos usando su cola de escorpión y arrojaba aguijones de su boca de insecto. Axel no se transformó en ningún momento, solo bloqueaba los ataque con sus manos desnudas, repelía el cuerpo de Holee con una combinación de patadas y ocasionalmente le daba un combo de puñetazos que la estrellaban contra la pared. Todo el daño recibido iba rompiendo el exoesqueleto de Holee, obligándola a gastar más de los pocos gusanos que formaban su armadura e impidiéndole convertirse a su forma definitiva.
Ya solo le quedaba la cuchilla del brazo izquierdo, la parte inferior de las mandíbulas de ciempiés, unos vestigios de caparazón de escarabajo en la espalda, un ala de libélula amorfa que no llegó a tomar consistencia y la cola de escorpión con la cual se impulsaba para atacar. El demonio interceptó la arremetida de Holee, sujetándola del brazo que le queda por la parte sin filo, le dio una fuerte palmada que destrozó por completo esa extremidad, luego arrojó la cuchilla de mantis a un lado y la tomó con fuerza frente a sí mismo. Holee no paraba de chillar amenazantemente, aprovechó un momento de duda en Axel para abrir lo que le queda de mandíbula, de donde salió una probóscide afilada que apuñaló al demonio en la clavícula, aun con ese dolor él no la soltó y giró junto con Holee al darse cuenta de que Tamir le hacía señas.
La espada que Amaku prestó a Tamir vino volando dando vueltas en el aire, se clavó en la espalda de la enloquecida muchacha, al tenerla paralizada por el dolor Axel usó sus garras para abrir a Holee por sus fauces, partiéndola completamente y arrojando su cerebro a unos metros lejos de él. Los restos de Holee cayeron inertes al suelo, el agujero de su [Colmena Dimensional] dejó de producir larvas a la velocidad que lo hacía y únicamente salían pocos gusanos que intentaban reconstruir su forma. A lo lejos, aquel tumor palpitante en medio de la caverna explotó repentinamente, liberando de su interior más entrañas que fueron desperdigadas por todas partes, algunas fueron tras Amaku, Yukiko y Ángelo, otras cayeron muy lejos y las últimas rodearon el sitio donde estaban Tamir y Axel.
Axel estaba más preocupado por su pactante que por el entorno, es consciente de que tiene que adoptar su forma de [Pozo de Unión Espiritual] para sanar a Holee, pero él no sabe cómo hacerlo y supone que cada segundo que pasa puede ser mortal para la mente de Holee.
«No he hecho esto sin que haya un pacto de por medio, pero si me lo sugiere es porque está dentro de mis posibilidades… ¡Vamos, llévanos a ese sitio otra vez!», Axel caminó hacia los restos de Holee clavándose profundamente sus propias garras en el pecho, jaló con fuerza su interior y al hacerlo su cuerpo fue deformándose hasta adquirir una extraña apariencia.
Los compañeros de Axel lo vieron transformarse en esa grotesca forma, solo era una enorme cabeza deformada de poco más de tres metros, abrió su boca dejando salir una esencia que enturbio el ambiente a su alrededor, dentro estaba ese pozo de materia azabache que burbujeaba violentamente y ante el asombro de todos vieron algo inusual. Del interior de ese espeso liquido negro, se levantó una silueta humanoide que estiró sus derretidos bazos hacia el cerebro de Holee, ese ser se arrastraba gimiendo con desesperación hacia ella y sutilmente esta comenzó a alejarse de él.
Varios de los delgados intestinos que contralaba Vilma habían sujetado los restos de Holee, intentaba alejarlo de Axel y al ver eso Tamir salió corriendo para evitar que se la llevara. En su camino intentó recoger la espada que se le cayó, lamentablemente se le resbalo de la mano y tuvo que dejarla ahí pues esas entrañas estaban por llevarse el cerebro de Holee por un hueco en el suelo.
—¿Qué no sabes cuándo rendirte? ¿Aun agonizando piensas seguir jodiéndonos? —Tamir se tiró al suelo con sus últimas fuerzas, llegando justo a tiempo para arrancar a Holee de las tripas que la raptaban y la sujetó con fuerza usando su mano izquierda contra su pecho.
«Esto es lo último que puedo hacer… Voy a inundarlos de desesperación», pensaba Vilma con todo su cuerpo desplomándose en polvo, ya solo quedaba su cabeza agrietándose velozmente.
Tamir corrió hacia Axel pero fue sujetado por las entrañas, estas se enrollaron a su mano derecha, se clavaron en su muñeca para comenzar a tirar de él y buscaban meterlo por aquel hueco en el suelo. El muchacho quiso arrojar a Holee hacia el ente azabache que suponía era Axel, cuando puso su fuerza para el lanzamiento fue tirado por las tripas e hizo un mal cálculo que terminó con el cerebro de la muchacha a medio camino. Otros intestinos se arrastraban como serpientes hacia Holee, viendo tal situación Tamir intentó arrancar los que se le clavaron en la mano, los arañaba y jalaba con sus uñas pero era inútil. El muchacho miró detrás suyo para encontrar a Ángelo luchando a lo lejos, él peleaba contra otras entrañas que fueron tras Yukiko, Amaku usaba su báculo para golpear a las que sobrepasaron a Ángelo y al volver la mirada al frente tenia a mas entrañas arrastrándose hacia Holee.
—¡Suéltame de una maldita vez! —bajo sus pies estaba una de las cuchillas que Axel le arrancó a Holee—. Esto debe servir. —Tamir recogió esa cuchilla e intentó cortar las entrañas que lo ataban y se habían trenzado con fuerza, al ser atacadas se contrajeron haciéndolo gritar de dolor y por ello casi es llevado al hueco.
«He visto a Holee cortar armaduras con estas cuchillas, pero estas tripas son muy resbalosas, se han anclado a mi mano y no tengo el ángulo para cortarlas… Si no las ataco una vez más me van a jalar a ese hueco… ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! Espero que mi suposición sea correcta», Tamir levantó la cuchilla sujetándola con empeño en su mano, mordió con fuerza sus dientes mientras jadeaba asustado y dio un rápido tajo a la mitad de su brazo cercenándoselo por arriba de la muñeca.
Las tripas se llevaron el brazo de Tamir por el hueco, este chico cayó de espalda al suelo, inmediatamente corrió casi cayéndose hacia el cerebro de Holee tomándolo antes de que sea agarrado por las entrañas y se la llevó para entregársela a ese ente azabache que intentaba alcanzarla. Al tenerla en sus manos, ese ente regresó velozmente al pozo de materia negra y cerró la boca haciendo un gesto como si los engullera.
En una absoluta oscuridad solo eran audibles unos extraños sonidos, como si muchas cosas se arrastraran sobre sí mismas, eran acompañados por zumbidos similares a vibraciones y leves susurros inentendibles. En medio de esa oscuridad alguien se abría paso como si nadara hacia la superficie, demoró varios minutos hasta divisar la tenue luz de una salida en lo alto y frenética fue hacia ella para poder respirar. Una mano se levantó de entre millares de gusanos, se trataba de Axel desnudo en su verdadera forma humana, con desesperación intentaba mantenerse a frote sobre ese rio de larvas y cuando lo logró miró a los lados solo encontrando que habían gusanos hasta donde alcanzaba la vista.
—¡Holee! ¡Escucha mi voz! ¿Dónde estás? —Grita el muchacho nadando sobre todos esos pequeños seres.
«¿Qué es este sitio? La última vez que vinimos aquí encontramos el mar con la luna azul en lo alto ¿Que está pasando? », piensa Axel esforzándose por abrirse paso entre la marea de gusanos, al ver el cielo solo encontró nubes negras arremolinándose que parecían tronar al chocar entre ellas y ese estruendo le puso la piel de gallina.
Para Axel el tiempo parecía pasar rápidamente, sobre sí mismo veía las nubes moverse con violencia y podía sentir una fuerte briza golpeando los gusanos para levantarlos en olas medianas. A lo lejos vio una roca erguiste sobre todos los gusanos, nadó hacia ella escupiendo de su boca a varios que se le metían y sobre esforzándose por no ser llevado por las corrientes.
—¡Holee, responde por favor! ¿Dónde est…? —Antes de terminar de hablar, escuchó algo que llamó su atención y guardó silencio para oírlo mejor.
—¿Axel? ¡Aquí! ¡Estoy aquí! —La voz de Holee se hizo presente y le dio fuerzas para nadar hacia su origen.
Axel llegó ante la roca que visualizó a lo lejos, esta era golpeada por olas formadas de gusanos y ahí estaba Holee pegada a la roca. El cuerpo de esta chica tenía muchos pequeños orificios donde gusanos habían entrado, escarbaban profundamente en su carne hasta desaparecen dentro y cada vez que las olas la azotaban gritaba el nombre de Axel entre pedidos de ayuda.
—Axel… Ayúdame… Tengo miedo… Me están comiendo viva, otra vez esas repulsivas cosas están devorándome desde adentro. —Las muñecas, tobillos, cuello y costillas de Holee tenían cadenas que la anclaban a la roca.
—Aguanta un poco, voy a sacarte de ahí. —Axel logró aferrarse a la roca y al hacerlo las olas que la golpeaban comenzaron a agitarse con bravura.
—Lo siento, fue mi culpa que nos pasara esto… Si hubiera escapado cuando me lo dijiste, no habría asesinado a tanta gente… Incluso… Incluso a tu amigo… Yo… Yo… ¡Perdóname! —Holee se lamentaba llorando, el fuerte viento azotaba la roca y causaba que las olas vinieran con más potencia.
—No es tu culpa, Holee. Es solo mía, debí obligarte a irte con una orden del pacto demoniaco… Pero me hizo feliz que te quedaras a mi lado, de verdad me alegró que no me abandonaras en ese momento y mira como acabaste por mi egoísmo… Prometí protegerte y te hicieron sufrir por mi culpa, si alguien debe pedir perdón ¡Debo ser yo! —Axel estaba al nivel de las cadenas que sujetaban a Holee pero al verlas detenidamente se llevó una gran sorpresa.
Las cadenas no sujetaban el cuerpo de la muchacha, era más preciso decir que estaban hechas a partir de su carne y rodeaban la roca agarrando su cuerpo a esta. Al tocarlas las sintió cálidas, muy diferente al tacto que tendrías al sentir metal y al verlas detenidamente se percató que estaban hechas de los mismos gusanos que conforman a Holee.
—Acaba conmigo, Axel… Ya no hay esperanza para mí, si regreso terminaré matándote a ti y las personas que con tantos esfuerzos protegiste. —Holee forcejeaba las cadenas y causaba que las olas arremetieran con más fuerza.
—Ya lo entiendo… Holee, date cuenta… Las cadenas no existen en realidad, este lugar es una representación de lo que sientes… Tienes miedo… Holee… —Una fuerte ola de gusanos azotó la espalda de Axel, fue tan intensa que casi lo tiró de la roca y a duras penas pudo aferrarse.
—Claro que tengo miedo, soy un monstruo e hice cosas horrendas… Maté a todas esas personas y lo peor de todo es que lo disfrute… Me diste una segunda oportunidad, gracias a ti vi el mundo que solo imaginaba en los claustros de la iglesia y pude sentirme viva tras tanto tiempo encerrada… Gracias por llegar aquí, deseaba con todo mi corazón despedirme de ti y darte las gracias por sacarme de esa iglesia… Nunca me sentí más contenta que en esas semanas que pasamos juntos… Axel, mátame por favor. —Holee comenzó a llorar dejando caer sus lágrimas sobre el rostro de Axel, quien peleaba para agarrarse de la roca y no ser llevado por la marea de insectos.
—¡No eres un monstruo, Holee! —esforzándose por trepar hacia ella—. No voy a desecharte como un objeto, no perderé a la primera persona que no me abandonó y te prometo que saldremos juntos de esta locura… Holee, ya entiendo que es lo que te pasa… Escucha cuidadosamente, olvídate de todo y vacía tu mente por unos instantes… ¡Óyelos, ellos no son tus enemigos! —A pesar de ser golpeado por las olas, Axel logró ponerse a un lado de Holee y la protegió con su cuerpo de las bravas mareas.
—¿Escuchar? ¿Qu-Que debo escuchar? —Preguntó la muchacha confundida.
—A todos ellos, no quieren lastimarte. Solo están confundidos porque las estas rechazando y les temes… Durgea casi te asesinó, te atacaron muchas veces y ellos estuvieron protegiéndote… ¡Escúchalos! —una fuerte ola impactó la espalda de Axel y mordiendo sus dientes aguantó el dolor—. Solo cálmate un momento, lo vas a entender… —Axel había cogido algunos gusanos con su mano y los puso cerca del oído de Holee.
—[Asusta] [Ayuda] [Frío] [Miedo] [Duele] [Frío] [Duele] [Ayuda] [Solo] [No abandonar] [Por favor] [Salvar] —Por un segundo la muchacha escuchó incontables susurros similares a su propia voz, era poco lo que se podía entender de ellos y Holee miró atentamente la próxima ola que se aproximaba a golpearlos.
—Todo este tiempo fui yo, me desesperé por los traumas de mi pasado y perturbé a todos aquí adentro… ¡Basta! —Exclamó Holee con autoridad y al instante la ola que venía se transformó en agua, lentamente el mar de insectos se volvió un mar normal y el cielo fue tiñéndose como uno nocturno con la luna Azul en lo alto.
—Durgea dijo que anidarían varios insectos en tu cuerpo, pero ella desconoce los límites de tu habilidad especial y nunca sabría que al unirse a ti todos esos seres se volvieran una extensión de tu consciencia… Si tienes miedo, ellos también lo tendrán y buscaran la forma de protegerte. Holee, eres la reina de la [Colmena Dimensional] y todo ese lugar es tu dominio —tomándola de la mejilla—. Antes me dijiste que tenías miedo de dejar de ser tú por usar tus habilidades, yo también he experimentado ese sentimiento y lo mejor que podemos hacer es aceptar lo que somos y apoyarnos para no olvidar las cosas importantes. Salgamos de aquí, demostrémosle a esa Diosa de mierda que podemos ser mejores de lo que cree… —La roca donde estaban se desintegró uniéndose con el océano abstracto, Axel llevó a Holee a las profundidades y la agarró de la mano con fuerza como señal de que no quería dejarla ir.
En la caverna, Tamir estaba desangrándose por haberse cortado el brazo y era rodeado de las tripas que se contraían para atacarlo. Ángelo estaba cansado por soportar el hostigamiento constante de esos intestinos, sin sus armas lo único que podía hacer era romperlos con sus manos y atrás de él Amaku intentaba con desesperación alejarlos de la aun herida Yukiko. Repentinamente las entrañas se detuvieron con rudeza, comenzaron a retorcerse soltando un chillido agonizante mientras se secaban rápidamente y se quedaron con una consistencia similar a la ceniza. Donde estaba el cadáver de Wulfdog, los restos de Vilma se habían solidificado completamente y se quebraron dejando solo vestigios de un cuerpo femenino abrazando a su esposo.
—¿A-Acabo? Ya estamos a salvo. —Preguntó Yukiko medio levantándose, tenía 20% del cuerpo quemado y las ampollas que iban desde su vientre al pecho aún estaban sanándose.
—Tal vez… Pero en este lugar no podemos estar seguros ¡Ángelo, quédate con Yukiko, ella aun no puede moverse! —Amaku se levantó sujetándose las marcas de azotes en sus brazos, símbolo de la lucha contra las entrañas.
—[…] —Ángelo hizo caso inmediatamente, retrocedió sin perder de vista el lugar donde murió Vilma y miró preocupado a su amigo herido que intentaba parar la hemorragia de su brazo.
—¿Estas demente o que te pasa? ¿Cómo no dudaste en hacer tal estupidez? —Amaku llegó lo más rápido que pudo con Tamir, en el camino había creado una delgada liana de su báculo y la usó para hacerle un torniquete a su compañero.
—Si no lo hacia esa desgraciada se hubiera llevado a Holee, perderla ahora nos hubiera condenado contra los últimos dos supervisores… ¡Auch! —Él intentaba aguantar el dolor de su muñón siendo atado y Amaku hizo caer una corteza de su báculo para que la mordiera. Tamir tenía un color de piel pálido, ojeras marcadas y respiraba agitadamente.
—Pues ahora tenemos un peleador menos, no podrás hacer nada con un solo brazo… Viste que Holee aun es el monstruo que enfrentamos, dudo que pueda pelear junto a nosotros sin matarnos. —La amazona terminó por poner hojas sobre la herida de Tamir.
—No soy tan estúpido como para mutilarme sin tener un plan de respaldo. —Dijo Tamir escupiendo la corteza.
—¿Y qué harás? ¿Esperar a que te crezca un…? ¡No! ¡Es imposible! No me digas que lo hiciste pensando en algo tan descabellado. —Amaku miró la enorme cabeza cercenada que era Axel.
—Le pusimos los brazos y el corazón de Galur, por lo que mencionaste de los tatuajes él ya se había implantado otras extremidades. Si mis sospechas de su habilidad de transformación son correctas, Axel podría transferir sus órganos a otros seres vivos y basado en eso tomé la decisión de sacrificar mi brazo. —El muchacho se paró caminando lentamente hacia Axel, fue seguido por Amaku que le hacía señas a Ángelo y Yukiko de que todo estaba bien.
Tamir y Amaku se sentaron juntos cerca de Axel, podían ver como esa masa carnosa que antes era su amigo palpitaba y curiosos acercaron sus oídos para tal vez escuchar algo. No tenían miedo, pues son conscientes de que esa extraña cosa es Axel y nunca los lastimó ni los lastimaría. Al pegar más sus oídos escucharon leves susurros, eran inentendibles pero se percibían como palabras de aliento y repentinamente la inusual carnosidad comenzó a temblar. Los ojos de esa cabeza cercenada se abrieron, siendo iguales a los de Axel en su forma de demonio, abrió sus fauces lo más que pudo y dentro el poso de materia azabache burbujeó con fuerza para comenzar a desbordarse. Lentamente la cabeza fue volteándose de adentro hacia fuera, siendo cubierta por ese líquido negruzco, reduciendo su tamaño hasta siluetas humanoides que se tomaban de las manos y cuando la materia azabache se replegó completamente solo quedaron Holee y Axel mirándose fijamente.
«Que alegría verte otra vez, Holee», Axel tenía varias partes de su piel expuesta, como si hubiera sido despellejado y tambaleándose se arrodilló jadeando.
—Gracias por esforzarte tanto por mí, Axel. —Holee estaba completamente desnuda, preocupada fue hacia el demonio y lo ayudó a mantearse estable.
«E-Espera ¿Puedes entenderme?», preguntó Axel sorprendido al percatarse de ello.
—¿Eh? ¿Por qué no debería? —La muchacha estaba extrañada por la pregunta y repentinamente sintió unos ojos mirándola fijamente.
—Ufff no me esperaba tal espectáculo, estoy agradecido con Regis por esto. —Tamir miraba fijamente el cuerpo desnudo de Holee, ella al percatarse de su desnudes gritó avergonzada y se sentó intentando cubrirse con los brazos.
—¡Deja de verme, pervertido! ¿Dónde está mi ropa? ¿Qué carajo pasó en todo este tiempo? —Holee estaba notoriamente molesta, quería pegarle a Tamir por su atrevimiento pero era mayor su vergüenza de estar totalmente expuesta.
—Que sea mi pago por cortarme el brazo y salvarte, Holee. Pero joder… Sí que nos causaste muchos problemas. Préstame esto, Axel. —Tamir caminó hacia Axel sin perder de vista a Holee que no dejaba de refunfuñar, con cuidado retiró la capa del demonio y se la lanzó a la muchacha para que se cubriera.
—¿Entonces eso es todo? ¿Ya no vas a enloquecer y querer comernos? —Amaku se reunió con ellos, aún tenía cierta desconfianza con Holee y un repentino temblor los puso alertas.
«Holee, diles que puedes entenderme y que tenemos que salir de aquí… Les explicaré lo que pueda a través de ti cuando estemos seguros», Axel intentó pararse por sí mismo pero aún estaba mareado y fue sostenido por las dos chicas a su alrededor.
—Puedo entender a Axel, dice que huyamos a un sitio para que les explique algunas cosas. —Holee miró tras ella la salida, ahí estaban Ángelo esperándolos y Yukiko en mejor estado de salud.
—Eso me basta ¡Ángelo, prepárate para mover a Yukiko! —viendo su muñón—. Esto puede esperar un poco más. —Tamir junto a los otros tres fueron hacia sus otros compañeros.
Holee notó desde lejos que Yukiko también estaba desnuda, entonces ella se cubrió con la capa de Axel y bajo esta creó placas de exoesqueleto café sobre sus partes íntimas para cubrirlas. Se formó una coraza dura color café sobre sus pies, los cuales se convirtieron en patas de insecto aserradas, sus piernas eran protegidas por el exoesqueleto al igual que su entrepierna, su abdomen quedó expuesto, el exoesqueleto creció sobre sus pechos rodeando su espalda, ahí le creció un caparazón alargado que guardaba sus alas, sus hombros quedaron descubiertos y en la frente se le formaron un par de antenas similares a las de una polilla. Holee se quitó la capa de Axel para cubrir Yukiko, todos quedaron sorprendidos por la nueva apariencia que mostraba y tal atención hizo que se avergonzara.
—Vaya Holee, se te mira más sexy de esa forma que estando desnuda Je,Je auch… Ni reírme puedo que me duele… —Comentó Tamir haciéndola avergonzar.
—No me gusta mostrar tanto mi cuerpo, pero esto es lo máximo que puedo expandir mi coraza sin cansarme… ¡Ya deja de mirarme! —notando que Axel la mira—. ¿Tú también? ¿Qué todos los hombres son iguales? —Holee estaba enfadada e intentaba cubrirse con los brazos.
«Es que es cierto, el brillo de tu coraza es bonito y muy llamativo… Te-Te ves muy hermosa», mencionó Axel haciéndola sonrojar y ella volteó su cara al frente para no verlo.
Estando todos listos, se dividieron para ayudar a los heridos a salir de esa caverna y ya en el túnel escucharon como se derrumbaba el sitio donde dos esposos descansarían para siempre.
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