LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 54
Es una noche oscura, donde el viento recorre entre las frondosas copas de los árboles, el lustre oscuro de una luna negra se yergue en lo alto y se hace presente el sonido de unas fuertes patas azotando el suelo al correr. No sabe hacia dónde va, su mente esta nublada por un insufrible pitido que lo aterra, sus ojos adaptados a esta oscuridad le permiten escabullirse entre los árboles y con una agilidad sorprendente salta de un risco hacia una meseta.
«E-Este lugar… Lo reconozco ¿Pero de dónde? ¿Qui-Quién soy? ¿Por qué estoy escapando?», sus pensamientos difusos lo sumergen en una retrospectiva sin resultados.
Un ruido tras esta entidad lo hace correr nuevamente, mira hacia atrás notando que el camino donde estuvo fue engullido por la oscuridad y con su corazón latiendo cada vez más fuerte, se esfuerza por escapar de ese desconocido enemigo. Saltar desde una gran roca lo llevó a otro risco, donde un camino formado por el hombre lo guía a un recuerdo inentendible y con aun más ahínco siente sus cuatro patas arder por la fuerza de sus pisadas. Todo este tiempo se trató de un lobo cuyo pelaje es de un naranja claro, con manchas plomas en su lomo, una pata delantera color azabache y sangre cayendo de varias heridas en su cuerpo.
Este animal llegó a donde su instinto lo guiaba, se trataba de una casa elegante, donde sus patas pisan un jardín bien cuidado, tras de sí puede ver aquella oscuridad consumiendo el paraje y con sigilosos pasos se acerca a ese hogar. Puede escuchar dentro las voces de personas que le parecen familiares, la discusión de un hombre con su hijo y la repentina salida al patio trasero de ese niño enojado. Aquel moribundo lobo rodea la casa, sus pasos van volviéndose más lentos, un leve olfateo al entorno le hace captar la esencia del niño y va tras de él extrañado por su actuar. El lobo lo mira sin que este se dé cuenta, aquel niño estaba vomitando apoyándose en un árbol y refunfuña palabras que el animal parece reconocer.
«Má-Mátalo… Má-Máta-lo… Máta-lo… ¡Mátalo! ¡Mátalo! ¡Mátalo! De-Devora su carne ¡Hazlo ahora!», irrumpe una prominente voz en la mente del animal, lo hace agitar su cabeza y los ojos verdes de este animal se van inyectando con sangre.
«Tengo tanta hambre, sería fácil comérmelo y saciar este sentimiento… Pero… Es-Esto no… No debería ser así», el hocico del lobo estaba salivando sin cesar.
«¡Mátalo! ¡Destrózalo! ¡Obedéceme!», aquella prominente voz vuelve a insistirle, el estruendo que causa en la mente del lobo ocasiona que haga un ruido y que el niño gire lentamente hacia él.
«¡Cállate! ¡No me digas que hacer! No lo haré porque… E-Ese… Ese soy ¿Yo?», los ojos del lobo volvieron a la normalidad, frente a él estaba una versión joven Tamir y sin tenerle miedo ese niño se acercó al animal.
Justo cuando esa joven versión de Tamir estaba por tocar al lobo, se percató de la oscuridad que los rodeaba, de aquel manto tenebroso que se comió el pasto saltó el esqueleto de un canido y su objetivo era el niño aterrado. El lobo de pelaje naranja reaccionó a tiempo para interceptar al esqueleto, lo tacleó con tanta fuerza que lo estrelló contra un árbol donde se separaron, luego se quedaron viéndose en paralelo mientras analizaban el momento de atacarse y el sonido de un paso hacia atrás del niño les dio la señal.
Era una lucha sin tregua, el lobo de pelaje naranja intentaba sujetarlo de algún lado pero al ser solo huesos esa entidad se le escapaba, comenzó mordiéndolo con esos pronunciados colmillos sin encías y haciéndolo gruñir adolorido. Cambiando de estrategia el lobo de pelaje naranja se dedicó a golpearlo con su cuerpo, esquivaba las fauces blanquecinas junto con los arañados de esas patas sin piel, se escabullía a la más mínima oportunidad para darle un cabezazo con el cual desestabilizarlo y con un tacle de su cuerpo notó que esos viejos huesos se quebraban.
Un mal movimiento del lobo de pelaje naranja le costó una profunda herida en el hocico, los huesos le habían arrancado toda la piel del lado derecho de la cara, ocasionándole que sangrara en cantidad manchando el poco pasto que quedaba sin ser consumido por esa brea negra y al rezagarse por el dolor fue mordido a un costado del cuello. La lucha parecía tener un ganador, pues el lobo óseo no paraba de apretar sus mandíbulas, los gruñidos de agonía eran fuertes al forcejear por liberarse e intentó usar sus patas para arañarlo sin resultado alguno.
Repentinamente la pata negra del lobo de pelaje naranja cambió a un tentáculo que se enrolló al lobo óseo, el fuerte musculo lo estrujó obligándolo a soltar el cuello que mordía y estando fuera de peligro esa pata volvió a la normalidad. Aquel esqueleto aprovechó que el lobo de pelaje naranja perdió sus fuerzas por el daño que sufrió, comenzó a correr hacia el niño con sus fauces abiertas al máximo para morderlo, sin embargo, del poco pasto que quedaba crecieron gruesos tallos que le impidieron el paso y se entramaron en su cuerpo inmovilizándolo.
«Ya-Ya lo recuerdo… Este brazo y esas plantas… Son de gente que conozco —la cabeza del lobo óseo se desprendió de su cuerpo y reptó hacia el niño—, Ja,Ja,Ja Que tonto… ¡Yo nunca fui un cobarde!», el lobo de pelaje naranja miraba tranquilamente la escena, ese joven Tamir cerró su mano en un puño, golpeó el cráneo de esa entidad con tanta fuerza que la hizo polvo, pasándole lo mismo al cuerpo y ese polvo comenzó a entrar en el lobo herido que reposa a unos metros.
La oscuridad había consumido casi por completo ese lugar, aquel niño caminó hacia el lobo moribundo, lo levantó para abrazarlo con ternura y el animal se volvió una prominente luz que entró en el joven Tamir. Al terminar este proceso, un fuerte destello iluminó todo disipando la brea antes de que alcanzara al niño, su forma brillante iba creciendo en tamaño mientras su cuerpo se modificaba y cerró su puño derecho levantándolo hacia esa luna negra.
Unos ojos se abrían para ver su entorno, apoyándose en su mano comenzó a levantarse pero al verla se dio cuenta de sangre cubriendo su piel, sus uñas habían crecido hasta volverse garras pronunciadas, en la otra mano encontró que empuñaba la espada que Amaku le confió y a su alrededor estaban varias hojas verdes rodeándolo.
Tamir se levantaba sintiendo su cuerpo diferente, en especial cierta sensación en su espalda baja que lo guio hacia una cola de lobo color naranja, asustado se tocó la cabeza sintiendo un par de orejas caninas aparte del par humano que posee, al llevarse las manos al rostro notó que habían huesos hundiéndose en su piel, lentamente su cara volvía a la normalidad y con sus dedos sintió el interior de su boca con caninos pronunciados.
—A la mier… Pensaré en eso más adelante ¿Dónde están los demás? ¿Qué paso con la pelea? ¿Dónde está mi otra espada? ¡Carajo tantas preguntas y nadie que me responda! —Tamir tomó la espada de Amaku, salió del refugio que la amazona creó para él y dando una olfateada sintió un aroma familiar que lo puso en curso hacia alguien.
*
Volviendo con Holee y Axel, ambos estaban a punto de hacerle frente al supervisor y este se paró firmemente ante ellos.
—Ya quedan pocos minutos para que mi caverna colapse —poniéndose la mano izquierda al pecho—. Dentro de mí están dos de tus habilidades, Axel, creo que son la de idioma y la de Slime que te permitía disfrazarte de humano. Si no puedes vencerme hasta que la caverna se derrumbe, vas a perderlas para siempre y harás tu vida más complicada de lo que ya es. —Horos se puso el martillo al hombro.
«Sera difícil vivir sin ellas, pero no me importa perderlas si con eso salimos vivos de aquí», gruño Axel siendo entendido por Holee.
—Me imaginaba que pensarías de esa forma. Horos no es como Durgea, Axel. Él si puede ser herido, Ángelo estuvo a punto de vencerlo y también pude herirlo al cubrirlo de mucosidad… Creo que una forma para que no se esconda en la tierra, es que este cubierto de sustancias y aprovechar esos momentos para atacarlo. —Mencionó Holee en voz baja con su compañero.
«Por lo que he visto, no caerá dos veces con el mismo truco. Atacaremos uno tras otro y abriremos su defensa en algún momento ¿Lista? —viéndola asentir—. ¡Vamos!», Axel fue al frente en su forma de serpiente phurukatari.
El primer ataque de Axel fue arrojar una nube de veneno, de la cual Horos se protegió levantando un muro de tierra, creando de este una mano para atrapar al demonio y se llevó una sorpresa al ver que su construcción había sido destruida por Holee. La muchacha entró al veneno sin miedo alguno, su rostro estaba cubierto por un exoesqueleto completo que tapaba todo orificio, al verla sin percepción de su entorno, Horos lanzó su martillo contra la muchacha, sin embargo, las antenas de esta reaccionaron a tiempo para advertirle del peligro y hacerla prender vuelo para esquivar el arma.
Horos se había quedado sin objetivos, rápidamente algo pequeño se escabulló al ras de la niebla venenosa, de esta salió Axel en su forma de goblin y con ese liviano cuerpo se tiró hacia el supervisor para escupirle un [Gargajo pegajoso] a los ojos. El hibrido hizo su cabeza a un lado esquivando el gargajo, blandiendo su mano hizo crecer púas del suelo hacia Axel, quien tuvo que cambiar a su forma de araña para pisar con sus patas las púas e impulsarse en un salto largo hacia arriba. Estando en el aire le era imposible esquivar el martillo de Horos, el cual le venía por la espalda girando para ganar impulso por orden de su dueño, repentinamente Holee cayó en picada aplastando el arma en el suelo, dándole tiempo a Axel para que creara dos brazos más aparte de los dos que tenía su forma de araña y lanzara de sus muñecas varios filamentos blancos para inmovilizar a Horos.
«¡Holee, es tu turno! ¡Ve!», Exclamó Axel cambiando a su forma de gorberin para ganar peso.
—¡Te lo encargo! —Holee sujetó el martillo de Horos con sus manos y dando un giro lo tiró lo más lejos que pudo.
«Niña ¿Crees que tienes la fuerza para alejar mi arma?», Horos levantó su mano indicándole a su martillo venir a él.
Axel había caído al suelo en su forma de gorberin, aplastó el martillo con sus enormes palmas en el suelo y empujó con toda su fuerza para evitar que regrese con su dueño. Horos se quedó sorprendido pues esperaba que lo atacaran juntos, no podía creer la confianza que se tenían, para defenderse irguió un par de manos de roca a su lado, pensaba usar una para atacar mientras que la otra era para quitarse los filamentos que lo ataban. Holee podía ver una de esas manos dirigiéndose hacia ella, en una fracción de segundo las alas de la muchacha se expandieron batiéndose para que ganara velocidad, su brazo izquierdo se volvió aquella apéndice capaz de romper rocas y el derecho se formó en un sólido puño de caparazón negro. De un solo zarpazo destrozó la mano de tierra que iba por ella, la atravesó totalmente tomando a Horos por sorpresa, quien estaba forcejeando con la telaraña de Axel, este terminó recibiendo un golpe que lo despegó del suelo y lo estrelló contra una roca a unos 20 metros de distancia.
Axel no pudo seguir sujetando el martillo, este se le escapó entre los dedos casi golpeando a Holee en el trayecto hacia su dueño y una columna de tierra se levantó rodeando a Horos.
—Ja,Ja,Ja No esperaba menos de ustedes, chicos… Eso sí que me dolió y ahora han despertado mis ansias de pelear. —La prominente voz de Horos se hizo presente, la caverna comenzó a temblar partiéndose completamente.
*
Por otra parte, Tamir escalaba para salir de una de las zanjas creadas por la pelea contra Horos y lo hacía con facilidad debido a la nueva fuerza en su agarre, gracias a las garras que ahora posee. Al llegar a lo alto el muchacho olfateó su entorno, entonces se percató de la esencia que había y algo extraño en el ambiente le hizo preocuparse tanto como para acelerar el paso. La agilidad de Tamir se había incrementado junto con velocidad, no tenía ningún problema para esquivar las estalactitas que caían, saltar por las rocas o trepar rápidamente para moverse por el accidentado terreno. Llegado su momento desenvainó la espada que Amaku le dio, corrió velozmente de una roca enorme y en certeros espadazos mató a un par de mukis que iban tras alguien que se arrastraba pidiendo ayuda.
—E-Espero haber llegado a tiempo, Amaku… Responde por favor, dime que estas bien. —Tamir se arrodilló cerca de Amaku que estaba tirada de pecho en el suelo y al escucharlo esta chica reaccionó.
—¿Ta-Tamir? ¿De verdad eres tú? —La amazona sonaba adolorida, al ser volteada por su compañero este se llevó una desagradable sorpresa y era que los ojos de la muchacha habían sido cortados por un arañazo.
—¡Puta mierda! ¿Quién te hizo eso? —Preguntó el joven tomándola con cuidado entre sus brazos para cargarla.
—Después de vencer a Warawisa, fui rodeada por un par de mukis y con tan pocos recursos me hirieron los ojos… Ya-Ya me estaba resignado a morir, gra-gracias po-por salvarme, Tamir. —La amazona se aferró a la ropa ensangrentada de su compañero, sus lágrimas se mesclaban con la sangre que caía de sus ojos y a pesar de ello se le veía aliviada.
—N-No te preocupes, ya-ya maté a eso enanos de mierda… —notando la cantidad de sangre que caía de su herida—. Si-Si llegamos con Axel él puede hacer lo mismo que hizo conmigo, si te da sus ojos quedaras como nueva y-y no-no quedaras ciega… Así que aguanta, Amaku. —Tamir se quitó los jirones de la ropa en su pecho y los usó para proteger los ojos de la amazona.
—Eso lo dejaremos para después, ahora es muy importante llegar con los demás y darles la información que obtuve… Hay una forma de vencer a Horos. —Amaku priorizaba la misión a su propio bienestar y soportó el dolor aferrándose a esa pequeña oportunidad.
—Lo entiendo —olfateando el ambiente, a lo lejos podía percibir a tres personas—. Sé dónde están Yukiko, Hotai y Ángelo, estamos a pocos metros de ellos —olfateando en otra dirección—. Esos de ahí son Holee, Axel y Horos, están peleando con todo lo que tienen —olfateando a otro lado—. Uhm por allá esta Aegar y más lejos… Este olor no lo reconozco. —En la mente de Tamir aparecían caminos distintos a las esencias que captó.
—¿Có-Cómo sabes todo eso? ¿Usaste el mapa que te dio Axel? —Preguntó Amaku desconcertada.
—No, el mapa solo marca a enemigos más no a los aliados. Te vas a sorprender con lo que me pasó —moviendo sus nuevas orejas caninas—. Ni yo mismo lo entiendo pero aprovecharé estos dones para salvarlos. —La nueva cola de Tamir se balanceaba a los lados incomodándolo.
—¿Fue difícil por lo que pásate, Tamir? —Amaku estaba sosteniéndose con fuerza al cuello del muchacho.
—Sí, entre el dolor y las alucinaciones que tenía me era difícil percibir algo. Hubo una parte que fue como un sueño raro, donde mi cuerpo era como el de un animal, vagando por encontrarme a mí mismo y una voz horrenda me ordenaba asesinarme o algo así… —Tamir tenía fragmentos del sueño que tuvo antes de despertar pero no recordaba nada claro.
—Me alegro que volvieras con nosotros, eso da esperanzas para que acabemos con esta locura… Lamento haber tenido que dejarte solo y que no pudiera detener a Warawisa cuando lastimó a Ángelo. —Amaku parecía arrepentida por como terminaron las cosas.
—No te preocupes, Amaku, hiciste lo que pudiste y le cobraste a esa idiota su estupidez. En cierto modo cuando estaba en ese sueño, sentí que tu espada y el brazo que me dio Axel me ayudaron a superarlo… En serio les debo mucho a ambos y voy a pagárselos con creces… Por mientras ponme al tanto de lo que pasó, Amaku. —Tamir estaba algo avergonzado por lo que dijo y solo sujetó a Amaku con más firmeza.
*
Amaku le contó los sucesos desde que quedó herido mortalmente por ese parasito, comenzando con la reunión que tuvieron para decidir cómo ayudarlo, la orden de Durgea para excluirlo de la prueba, como la Diosa les reveló el pasado del supervisor y el ataque que lideró Aegar contra Horos. Como Sylchel tomó la decisión para que Hotai la llevara ante el enemigo, el cobarde intento de Warawisa para asesinar a Ángelo, que ella logró asesinar a su compatriota y como esperan que el pacto con Axel pueda salvar a su compañero. Obviamente una amalgama de emociones brotó del muchacho, se sentía frustrado por no estar presente cuando tantas cosas pasaron, enojado por las acciones de Warawisa y preocupado por el estado de Ángelo. La amazona le decía que no tenía por qué sentirse de esa forma, simplemente lo que pasaron es muy difícil y que estos eventos nadie podía evitarlos, sin embargo, los «hubiera» no dejaban la mente del muchacho.
A lo lejos, Tamir pudo ver el lugar donde Yukiko creó su fortaleza de hielo, rodeando el sitio se encontraba Hotai peleando aguerridamente contra varios mukis y esta muchacha no parecía ceder ante el asedio de estos monstruos.
—Aquí están Yukiko, Hotai y Ángelo —dejando a Amaku descansando en una roca—, quédate aquí, Amaku. Iré ayudar a Hotai con esos enanos y vendré por ti cuando sea seguro. —Dijo Tamir desenvainando su espada.
—E-Espera Tamir ¿Estaré bien yo sola? —Obviamente ella tenía miedo por estar ciega.
—Claro, no te dejaría así si no tuviera una forma de mantenerte segura. El mapa me avisara de cualquier muki que se te acerque, confía en mí. —Dicho esto Tamir salió corriendo a enfrentar a estos escurridizos enemigos.
Hotai estaba rodeada de tres mukis, había otros cuatro golpeando la fortaleza helada con garrotes de tierra y dos lanzaban potentes ataques con picos de piedra para golpear uno de los lados. Un cuarto muki comenzó a salir por los pies de la hubeast, la cual dio un corto salto hacia atrás, dio un giro con su martillo para evitar que los mukis la atacaran y tomando el mango con ambas manos aplastó la cabeza del que quería sorprenderla por debajo. Dos de esos mukis aprovecharon el retraso que tenía para levantar su martillo, crearon estacas de tierra para disparárselas, Hotai quedó totalmente expuesta al ataque sin poder evitarlo, sin embargo, unas hojas verdes chocaron con las estacas desviando su trayecto y uno de los mukis fue decapitado por el filo de una espada.
—Buen trabajo soportándolos, Hotai, ahora acabemos con esto. —Tamir lanzó su espada contra el segundo muki y terminó atravesándole el pecho con ella.
—Ta-Tamir ¡Gracias a Regis que estas bien! —La hubeast estaba muy animada de ver sano al muchacho y corrió hacia el tercer muki para golpearlo con la punta de su martillo.
—Voy por los cuatro con garrotes, tu ve por uno de los están levantando tierra. —Tamir sobrepasó a Hotai y tomó su espada en el camino.
Tamir recogió una roca del suelo, la lanzó contra uno de los mukis para llamar la atención de los otros tres, una vez logrado se abalanzó sin miedo alguno contra ellos y tuvo varios cruces de armas contra los monstruos. El muchacho podía sentir los músculos de sus extremidades ensancharse con cada golpe que daba, la fuerza con la que blandía su espada se incrementó hasta el punto de poder partir dos mukis de un solo corte, uno de los monstruos intentó huir trepando por la construcción de hielo, fue perseguido por Tamir que llegó a superarlo en velocidad y logró darle una estocada en la espalda.
Por su parte, Hotai agitó su martillo para que uno de los que lanzaban picos de tierra a la fortaleza se detuviera, al ser este muki provocado expandió sus garras volviéndolas afiladas y se movió al ras del suelo intentando buscar una abertura por donde atacar a la hubeast. Ella sabía que cualquier contacto físico podía provocar la posesión, no podía confiar en el escudo de Warawisa pues desconocía cuanta duración le quedaba, en un arriesgado juego de pies pudo golpear al monstruo en la cara con el mango del martillo y al tumbarlo al suelo le aplastó la cabeza con un contundente golpe.
—Yukiko, ya está todo despejado. Tenemos que reunirnos urgente. —Exclamó Tamir dejando caer el cadáver del ultimo muki que atacaba la fortaleza e inmediatamente fue a recoger a Amaku para mantenerla segura.
Yukiko canceló la canalización de la magia que formaba la fortaleza, se abrió a un costado de la estructura un hueco del tamaño promedio de un humano y permitió que sus compañeros entraran. Al pasar se toparon con algo que los preocupó, el cuerpo de Yukiko estaba completamente congelado a excepción de su cabeza y este hielo rápidamente comenzaba a derretirse mostrando quemaduras de frío en su piel.
—Yu-Yukiko pe-pero ¿Todo este tiempo estuviste sufriendo de esta forma? —Hotai caminó hacia ella preocupada y con los ojos vidriosos.
—Hotai-san, no es nada… Mi cuerpo está acostumbrado a estos efectos, solo que sin un arma que module mi mana, terminó hiriéndome a mí misma —viendo a Tamir cargando a Amaku—. Es bueno volver a verte de pie, Tamir-san —notando las vendas ensangrentadas en los ojos de la amazona—. ¡No! ¿Qué le pasó a Amaku-san? —Aunque Yukiko quería moverse no podía hacerlo por el hielo que la cubría.
—Un muki se lo hizo, felizmente las defensas mágicas que nos puso Warawisa aún estaban activas y no la poseyó. Hotai, usa algo de ese hielo para tratar las heridas de Amaku, frótalo con suavidad para que le baje el dolor y limpie su herida. —Tamir dejó a Amaku en manos de Hotai y se dirigió hacia donde reposaba Ángelo.
—Desde que Axel-san lo transformó en demonio no ha despertado. No sé qué hacer o si estará bien ¿Pero no debería curarse rápido? —Dudaba Yukiko mientras el hielo de sus piernas se rompía.
—Axel quería hacerte lo mismo, Tamir, pero mencionó que el parasito en tu cuerpo evitaba que formaran el pacto. —Agregó Amaku rezagándose por sentir el hielo frío sobre sus ojos lastimados.
—Intentaré despertar a Ángelo, tal vez necesite algún estímulo para que abra los ojos —viéndole los pequeños cuernos en su cabeza, los tocó con las yemas de sus dedos—. Ja,Ja,Ja Ahora tu apariencia es mucha más intimidante, amigo mío. —Tamir comenzó a zarandear a Ángelo mientras lo llamaba y repentinamente un fuerte temblor hizo que todos perdieran el equilibrio.
*
El gran muchacho podía escuchar la voz de su compañero, sin embargo, él se encontraba en una extraña prisión mental, la manifestación de su cuerpo estaba parada sobre un rio de sangre que le llegaba a las rodillas, todo este tiempo estuvo caminando por este pues podía escuchar una voz llamándolo, sin tener un lugar donde ir decidió seguir a esa voz y al oír a Tamir apresuró su andar.
Ángelo podía ver a su alrededor, en las horillas de ese rio habían miles de capullos carnosos, palpitaban iluminándose tenuemente mientras que en sus interiores podía verse siluetas humanoides y todos estos capullos tenían cierto órgano similar a un intestino con un corte cicatrizado. Los ojos del muchacho enfocaron algo a lo lejos, se trataba de una larga subida hacia lo que parecía una cruz, al fijarlo como su meta se adentró más en el rio de sangre y notó que la profundidad de este comenzó a aumentar gradualmente. Nadando con desesperación Ángelo llegó hasta un lago, en cuyo centro había un pedazo de tierra negra, posada ahí estaba una cruz invertida y clavado a esta una persona decrepita que cuya boca sin labios formulaban el llamado que Ángelo siguió.
—Viniste… ¿Por qué eres como yo? No debería existir otro en este mundo… —Le dijo ese hombre que solo era piel sobre los huesos, sus ojos habían sido extraídos, sus extremidades cortadas hasta las rodillas y codos, su pecho estaba abierto mostrando su seco corazón palpitando a ritmo lento, la piel de su rostro le había sido arrancada y se encontraba amarrado a la cruz por sus propias entrañas.
—Mi nombre es Ángelo ¿Quién eres tú? —Preguntó el muchacho con una inocente voz infantil, a la cual este decrepito hombre sonrió de forma perturbadora.
—Oh, eres un niño pero que raro suceso… Puedes llamarme Zurie Nix, el progenitor de los espectros y una criatura única en el mundo aparte de ti… Acércate pequeño, duele mucho levantar mi voz. —La voz de ese hombre comenzaba a apagarse y Ángelo le hizo caso sin miedo alguno.
—Antes estaba con un amigo, él me salvó de morir y ahora no puedo salir de aquí ¿Dónde estamos? ¿Qué este lugar? —Ángelo subió a la tierra donde reposaba la cruz y la sangre que lo cubría parecía tener vida propia pues se arrastró de su cuerpo al lago.
—Aquí es donde mis hijos me encerraron, cortaron su conexión conmigo y me mutilaron para que no escape. Fui traído de otro mundo para pelear contra un Rey Demonio, se suponía que al matarlo le podría fin a nuestra maldición, que regresaría a nuestro mundo con el don de caminar bajo el sol sin morir… Pero por orden de su Dios, me traicionaron y crearon esta prisión para nutrir su mundo… Mi niño, libérame… Ayuda a un igual… Acércate por favor. —Zurie suplicaba con una voz quebrada que le dio lastima a Ángelo, este se agachó a su nivel para oírlo mejor y sin que se diera cuenta los intestinos que lo ataban comenzaron a moverse sutilmente.
—Mi amigo Axel también dijo que llegó de otro mundo, pero no entiendo lo que dices… ¿También eres un demonio? Porque mi amigo Axel lo es y me dijo que me convertiría en uno para salvarme. —Cuando Ángelo estuvo más cerca de Zurie, los intestinos de este sujetaron al muchacho del brazo y lo jalaron para que el decrepito hombre estirara su cara con la intensión de morderlo.
—Demonio no ¡Vampiro! —Los gruñidos de Zurie eran horrendos, cuando estuvo a centímetros de morder a Ángelo, una fuerte luz blanca emanó del gran muchacho y en su espalda comenzaron a materializarse dos alas derechas con plumaje blanco muy brillante.
—Eres un hombre malo ¡Aléjate de mí! —La fuerte luz comenzó a aumentar en intensidad, fue acompañada por un lustre oscuro que se materializó en dos alas izquierdas de murciélago color azabache y tal resplandor desintegró los intestinos que sujetaban a Ángelo.
—¡Imposible! ¡E-Esto! ¡No eres un vampiro como yo! ¡Estas corrompido por algo más! ¡Aggg! ¿Oscuridad y luz? ¿Qué clase de abominación eres? —Gritaba Zurie a todo pulmón casi rompiéndose la garganta, comenzó a sangrar por la boca y por los intestinos que la luz le desintegró.
—No entiendo lo que dices y no me importa, no ayudaré a un hombre malo. —La sangre que brotaba de Zurie flotó hacia el pecho de Ángelo y formó un emblema color carmesí con forma tribal.
—¡E-Espera! ¡Lo siento! ¡No me dejes! ¡Libérame por favor! ¡O mátame de una vez! ¡Cualquier cosa pero no quiero seguir encerrado! —Zurie sonaba desesperado y Ángelo lentamente comenzaba a elevarse hacia una luz en lo alto de ese escenario.
Ángelo miraba con lastima al vampiro llamado Zurie Nix, su mente no podía entender muchas cosas que se dijo ahí, es mas no le preocupaban pues ignoraba los trascendental de esta información. Mientras se elevaba, los órganos cicatrizados de todos los capullos comenzaron a apuntarle y varias gotas de ese rio de sangre lo seguían.
*
Los ojos de Ángelo se abrieron de golpe, Tamir que estaba dándole suaves cachetadas se asustó al notar los ojos de su amigo, su esclerótica estaba teñida de negro, sus pupilas se tornaron de una azul intenso y en su pecho se formó repentinamente un emblema rojo.
—Ángelo, felizmente despertaste ¿Te pasó algo raro? —Preguntó Tamir viéndolo sentarse mientras se sujeta la cabeza.
—[…] —Ángelo recordó lo que sucedió con Zurie y solo levantó los hombros con desconcierto.
—Lamento perdirte esto, Ángelo, pero tenemos que apurarnos en ayudar a Holee y Axel… Yukiko y Amaku me dieron información importante, podemos vencer a Horos definitivamente y salir de este juego enfermo. —Las sacudidas de la caverna se hacía más fuertes y Tamir extendió su mano para ayudar a Ángelo a pararse.
—Tamir, tu plan consiste en cuatro pasos que debemos ejecutar sin fallar… ¿Cómo haremos para decírselo a Axel y Holee? —Agregó preocupada Amaku, Hotai le había cambiado la tela que cubría sus ojos y ahora parecía menos afectada por el dolor.
—Yo me encargaré de contarles, ustedes resguárdense y preparen todo como les indiqué —viendo que Ángelo se ofrecía a ir con él—. No, Ángelo, tienes que quedarte para defender a las chicas, además dudo que sepas lo que puedes hacer como demonio y no es momento de arriesgarnos a que lo averigües —tomando uno de los mazos de piedra que usaban los mukis—. No sé qué tanto puede ayudarte esto, pero es mejor que no tener nada para defenderse. —Tras entregarle el arma Tamir abandonó la fortaleza helada.
—Hotai-san, haz guardia en los alrededores y Ángelo-san cuidada de Amaku-san que es quien más lo necesita. Yo voy a concentrarme para cumplir el plan de Tamir-san. —Yukiko levantó sus aún quemados brazos, al instante de hacerlo el techo de la fortaleza explotó y ella miró de forma decidida el brillo de sus manos que aumentaba en intensidad con su esfuerzo.
—Aun no te esfuerces mucho, Yukiko, solo ten todo listo para cuando sea el momento. —Mencionó Amaku sintiendo el frio aumentar a su alrededor y tras ella todo estaba comenzando a congelarse.
*
La pelea de Axel y Holee continuaba, Horos había salido de la columna de tierra con la cual se cubrió, ahora tenía fragmentos de piedras flotando alrededor suyo y soltó un potente rugido que hizo estremecer el sitio. El supervisor comenzó a girar el martillo sobre su cabeza, haciendo que varias estalactitas fueran arrancadas y dirigidas hacia el par de demonios como proyectiles. Axel sugirió a Holee esquivarlas e ir acercándose volando para rodear a Horos, saben que tienen que alejarlo del suelo y evitar que tenga contacto con el terreno para disminuir su control sobre la tierra.
La primera oleada de estalactitas arrasó el suelo dejándolo con profundos huecos, la gran percepción de Holee le permitió escabullirse entre todas las rocas sin problemas, Axel por su parte alternaba entre sus formas de murciélago, goblin y puma de las tinieblas para saltar entre las rocas. Estando cerca el demonio cambió a su forma de arácnido humanoide, lanzó varias telarañas hacia a Horos con la intención de jalarlo hacia el aire, sin embargo, las piedras que rodean al hibrido interceptaron los hilos para enredarlos y a su orden fue él quien hizo que esas rocas ascendieran junto con Axel al techo.
Axel cortó demasiado tarde los hilos que salían de sus muñecas, fue tirado donde tuvo que transformarse en murciélago para intentar estabilizarse en el aire, pero sin que se diera cuenta del suelo comenzaron a crecer estalagmitas y fueron disparas causando que unas tres golpearan su frágil forma. Al instante Holee fue afectada por los [Nodos Espirituales] causando que cayera al suelo por el dolor, a lo lejos Yukiko que estaba expandiendo hielo sobre una amplia área gritó de dolor y aun así lo aguantó para no cancelar su conjuración.
En su abrupto descenso al suelo, Axel no reaccionaba cuando Horos había saltado desde la pared donde estaba sujetado, él cargaba un potente brillo en su martillo y apuntaba al pecho del murciélago. Unos aguijones detuvieron el ataque de Horos, pues este usó las rocas que lo rodeaban para bloquearlos, dio tiempo suficiente para Axel se golpeara contra el suelo y Holee se ponga delante suyo para protegerlo.
«Lo-Lo siento, me descuide», Axel volvió a su forma de demonio.
—No te preocupes. Pero ahora con esas rocas será imposible atarlo, necesitamos hacer que gaste todas o sacarlo de ese escudo. —Mencionó Holee intentando pensar en algo.
«Solo nos queda un combate cercano, aprovechar cada oportunidad para lanzarle fluidos que rompan su conexión con la tierra y debilitarlo lo más que podamos… Estoy muy cansado, no creo poder aguantar transfórmame completamente otra vez y ya se dio cuenta de cuando soy más vulnerable», Axel desenvainó su espada y sujetó el mango con fuerza para quitarse el temblor de la mano.
*
Holee prendió vuelo lanzando varios de sus aguijones contra Horos, nuevamente todos fueron bloqueados por las piedras que lo rodean, por su parte Axel había aprovechado para transformar sus piernas en cuerpo de serpiente y reptó lo más rápido que pudo para llegar con su enemigo. Apenas Horos lo divisó mandó un par de brazos de roca contra él, las piernas de Axel cambiaron a las de arácnido y subió por las estructuras para lanzarse con su espada. La fuerza del supervisor aún estaba en su pico más alto, era obvio que una espada no podía defenderlo de los contundentes ataques del martillo, por ello el demonio tuvo que esforzarse al máximo para evadir y dadas las oportunidades creaba tentáculos en su espalda para azotar al hibrido. Varios de estos molestos ataque acertaron contra el supervisor, llegaron incluso a tirar de su casco desacomodándoselo y a causa de esta acción Horos tiró su martillo al aire para evitar que Holee se acercara.
Con sus manos libres el supervisor tomó del cuello a Axel, se acomodó el casco sacudiendo su cabeza y chocó su frente con la del demonio en un golpe que resonó por la caverna. Axel casi queda aturdido por tan fuerte golpe, su visión daba vueltas mientras un ensordecedor chillido abarrotaba sus mente, sutilmente cuando su cabeza se balanceaba sin control, sus ojos enfocaron por unos segundos un brillo a lo lejos y este se trataba de un resplandor que el demonio conocía muy bien. Por el dolor compartido de los [Nodos Espirituales] Holee se rezagó, siendo golpeada en una pierna por el martillo que la acosaba, a pesar de ello Holee se sujetó al arma para caer junto a esta y transformando su brazo izquierdo en la cabeza de un gusano, le vomitó un líquido pegajoso para sujetarlo al suelo.
El supervisor ordenó a las piedras que lo rodean tomar una larga distancia, levantó a Axel del cuello lo más que puedo y al darse cuenta de lo que pasaría el demonio comenzó a gruñir desesperado. Horos manipuló las rocas para que regresaran con velocidad, iban dirigidas hacia la cabeza del muchacho y ante el peligro Axel no miraba una forma de librarse. Repentinamente la hoja de una espada dirigida hacia el cuello de Horos lo obligó a moverse, recibiendo solo un tajo a un lado de su cuello, el supervisor no soltaba a Axel para terminar su ataque, sin embargo, ser apuñalado a un costado del abdomen lo hizo blandir al demonio como quien se sacude con un trapo y al soltarlo este afortunado chico fue sostenido por Tamir.
—Maldita sea, solo era unos centímetros más y lo decapitaba ¡Axel, reponte de una vez, no le dejemos recuperarse! —Dijo Tamir soltando al demonio para que se pare por sí mismo.
—¿Cómo diantres te acercaste tanto sin que te notara? —sujetándose la herida al costado de su abdomen—. Esas garras son tan afiladas como una espada, tendré que arrancártelas desde la muñeca… —Horos blandió su mano a un lado para llamar a su martillo, sin embargo, este no regresaba y al aplicar más intención se escuchó el sonido de tierra rompiéndose.
El martillo regresaba a su dueño a toda velocidad, estaba jalando consigo un gran trozo de tierra pegado al fluido que le tiró Holee y por la rapidez con la que volaba esta sedimento comenzó a caerse a pedazos. Cuando el martillo estuvo a unos diez metro de Horos la tierra se le cayó por completo, rebelando que tras esta se encontraba Holee sujetándose al mango, por la sorpresa de tan inesperado evento no pudo detener el movimiento de su martillo, con el impulso obtenido la muchacha le acertó un fuerte puñetazo al pecho y mandó a volar al supervisor contra una pared.
Holee voló hasta estar cerca de Tamir y Axel, ambos vieron como ella abrió su vientre para disparar aguijones, Axel aprovechó el momento de aturdimiento de Horos para transformar su cabeza en la de serpiente phurukatari, exhalándose una nube de veneno que casi llega a darle de lleno, sin embargo, nuevamente un pilar de tierra se levantó para esconder a Horos y que pudiera escapar por este a otra posición
—¡Mierda! Otra vez se nos volvió a escapar, mientras siga en contacto con el suelo no vamos a derrotarlo. —Exclamó Holee frustrada al patear con ira el suelo.
—Tengo un plan para eso, pero tienen que escucharme atentamente. Vengan rápido antes de que vuelva a aparecer. —Intervino Tamir llamándolos para que se acercaran.
—Ta-Tamir, no me había dado cuenta de —notando sus orejas, cola, pelaje en brazos y garras rojas—. ¿Qué te paso? —Holee estaba boquiabierta por la sorpresa.
«También me quede así de asombrado, supongo que sobrevivió a la infección del parasito», agregó Axel rascándose la cabeza con muchas dudas en su mente.
—Podemos hablar de eso después de salir de aquí, no tenemos tiempo que perder… Y por cierto, Ángelo despertó y está cuidando a las chicas mientras preparan todo por ese lado. —Tamir señaló la posición de los demás, susurró algunas palabras rápidas con sus compañeros y ambos se quedaron asombrados por el plan del joven.
—Okey lo entiendo… Pero el último paso es lo que nos falta, ninguno tiene un ataque de tan alto calibre. —Dijo Holee intentando pensar en alguna solución.
«Holee, creo que puedo conseguir algo como eso, pero tienen que aguantar a Horos solos por unos minutos ¿Podrán esperarme?», le dijo Axel a su pactante y esta le informó a Tamir sobre ello.
—No te preocupes por eso, Axel, ya les he dejado este problema por mucho tiempo y ahora es mi turno de protegerlos —recibiendo la espada de Axel—. E-Esta es tu espada familiar ¿Estás seguro de confiarme algo tan valioso? —viéndolo asentir—. Cierto, lo que importa ahora es salir ilesos de aquí. —Tamir tomó ambas espadas en sus manos, aspiró aire despacio para relajarse y sentir mejor el peso de las armas.
—Ya está viniendo —sintiendo sus antenas reaccionar—, Axel, lo que vayas a hacer tiene que ser ahora. —Holee hizo crecer aquel exoesqueleto negro sobre sus brazos, el caparazón de su espalda se alargó en forma defensiva y cubrió sus ojos con membranas que simulaban los ojos compuestos de un insecto.
«Dile a Tamir que no me defienda de lo que voy a hacer, necesito que Horos se quede aquí para que no interfiera y que ustedes finjan estar preocupados por mí», el demonio caminó al frente mientras su compañera le daba el mensaje a Tamir.
*
«Esta tal vez sea la peor estupidez que vaya a hacer, si lo que dijo Tamir es correcto, Yukiko aún está unida a nosotros por los [Nodos Espirituales] y espero no interferir con su labor», pensaba Axel pasando saliva con dificultar y anticipando en su mapa por donde iba a salir Horos.
Una gran porción del techo llena de estalactitas cayó dirigiéndose a Axel, él tuvo que usar el rápido movimiento de su extremidad de serpiente para reptar fuera de peligro, cuando vio a Horos parado a varios metros de él, se le lanzó en su forma de demonio con solo su brazo izquierdo transformado en una cuchilla ósea y con sutileza miraba sobre hombro para localizar algún lugar en específico.
—¿Tan desesperado estas para venir en un ataque frontal? ¿Acaso discutieron y quieres demostrar tu valor? Pobre tonto… —Horos se puso en guardia sin perder a Axel de vista.
«El siguiente movimiento lo define todo, si elijo mal lo haré protegerse, escapar a otro lugar o hundirse en la tierra para buscar un mejor punto de ataque… Solo tengo esta oportunidad para hacerlo… Perdóname Yukiko», Axel continuó corriendo hacia Horos con una expresión de ira, rugía de forma desafiante mientras preparaba la cuchilla de hueso en su brazo y el golpe que daría con ella.
Horos aceptó la mirada retadora del demonio, giró su martillo varias veces en su mano y tomándolo firmemente cargó un potente contraataque. A las últimas fracciones de segundos Axel puso una cara de arrepentimiento, se detuvo en seco transformado sus brazos en los de gorila gorberin para defenderse y ante la reacción del muchacho Horos parecía decepcionado. El supervisor golpeó los brazos que puso Axel para disminuir el daño que recibiría, el cuerpo de Axel se había vuelto en su forma más frágil de murciélago y por el impacto terminó saliendo despedido por tal descomunal fuerza.
El demonio pasó volando por un lado de sus amigos, los cuales exclamaron su nombre con notoria preocupación y en su trayecto Axel comenzó a transformar su cuerpo en el de gorila gorberin. Todo tomó unos segundos, donde la mente de Axel se esforzaba por buscar entre todas sus apariencias adquiridas, la combinación perfecta que pudiera reducir el daño del impacto próximo a suceder. El muchacho terminó estrellándose contra los muros al otro extremo de la caverna, su enorme cuerpo ocasionó que varias piedras sean despedidas a los alrededores y el leve grito de una mujer se hizo presente.
—Niña, hiciste un mal trabajo escondiéndote. Esperaba que esto pasara frente a sus amigos y que vieran lo que haría contigo. —Dijo una pequeña copia de Durgea que estaba cómodamente echada sobre una roca.
—¿Qu-Qué fue eso? ¡Ag! —Aranavia estaba en el suelo con pequeñas heridas causadas por las piedras que saltaron tras el impacto de Axel.
—¿Qué estas esperando? Sera mejor que luches o todo acaba aquí. —Le dijo la pequeña Durgea y Aranavia escuchó algo moverse dentro de esa nube de polvo.
«N-No sé quién seas y eso no me importa ahora… Pero… Necesito tomarlo ¡Ahora!», los rugidos de Axel pusieron alerta a Aranavia, ella se paró lo más rápido que pudo apuntando con su rosario a la silueta dentro del polvo y repentinamente un largo tentáculo la azotó en las canillas haciéndola caer.
—¡A-Aléjate de mí! ¡Ayúdenme por favor! ¡Alguien ayúdeme! ¡A-Aegar! Ae… Gar [Temple de Espa…] —El rosario de la [Chaman] comenzaba a brillar, pero su cara fue impactada por el [Gargajo Pegajoso] que Axel le escupió a la boca para silenciarla.
El demonio estaba con su cuerpo medio transformado, daba lentos pasos pues aún estaba adolorido por el fuerte golpe que se dio y sus ojos podían ver con claridad el brillo que emanaba de la garganta de Aranavia. La [Chaman] quiso huir arrastrándose pero al darle la espalda a Axel, este se transformó en su forma de serpiente, reptó en segundos hacia ella rodeando el cuerpo de la chica con sus fuertes músculos, con una mano se arrancó la garganta sin duda alguna y con la otra tomó la tráquea de Aranavia para arrancársela e inmediatamente ponérsela él. Axel podía sentir la sangre de esta joven cayendo sobre su cuerpo escamoso, los espasmos que daba ocasionados por el trauma fueron sofocados por la constricción de esos músculos y por ultimo liberó los delgados tentáculos de su nuca para asimilar a Aranavia.
>>Habilidad de conjuración, ha sido recuperada.
>>Se ha desbloqueado todo el mana almacenado.
>>Acceso a habilidades que requieren mana concedido…
>>Se han detectado tres pactantes vinculados al [Demonio Prototipo]… [Fusión Sincrónica] ha sido adquirida.
>>Pasivas grupales obtenidas, [Ataque Coordinado] [Defensa Cooperativa] [Esfuerzo Conjunto]
«Esto es increíble —viendo sus estadísticas—, mi mana está al 100% y puedo compartir todos estos beneficios con mis pactantes… Aunque solo está habilitado el de [Ataque Coordinado], debe faltar algo para que los demás se activen», pensó Axel mientras miraba como un aura brotaba de su cuerpo.
—Solo te queda recuperar las habilidades que le di a Horos ¿Podrás hacerlo antes de que esto se derrumbe? —Mencionó la manifestación de Durgea, Axel sin voltear a verla tomó su forma de phurukatari y el viento a su alrededor le dio un impulso que aumentó su velocidad.
Axel tenía poco tiempo, no podía analizar a detalle las habilidades que había recuperado y las nuevas que estaban desbloqueándosele por volver a tener mana. En su trayecto hacia el campo de batalla, vio en el suelo un árbol y su nueva visión le permitió distinguir el cadáver de Warawisa.
«Aun la recuerdo, esta tipa fue la que atacó a Ángelo y era una especie de bruja si no me equivoco… La asimilaré por si acaso», Axel descendió lo suficiente, arrancó con su cola el árbol que estrujó a la amazona e inmediatamente comenzó a consumirla mientras volaba para no perder tiempo y tras terminar la soltó el cadáver a un barranco.
*
Mientras Axel estaba en la búsqueda de su habilidad, Holee y Tamir tenían que hacerle frente al furioso supervisor y este parecía más enojado por como Axel reaccionó a su ataque.
—Por lo que he visto, sin su martillo no puede manipular la tierra a gran escala. —Dijo Tamir poniéndose en guardia con sus espadas.
—Si está cubierto por otro elemento no puede traspasar el suelo para escapar… Te lo reconozco, Tamir, tu plan es perfecto y ahora te tengo en una mejor estima. —Contestó Holee cubriendo sus puños con más exoesqueleto negro y dándoles una apariencia más sólida.
—Solo te decía esas cosas porque es divertido fastidiarte, sueles exaltarte de una linda manera y supongo que eso es lo que le gusta a Axel de ti —notando su reacción—. Ya tendremos mucho de qué hablar, con unas copas de licor en nuestras manos sería lo mejor y para que eso suceda tenemos que esforzarnos al máximo ¡Vamos, Holee! —Tamir salió corriendo con ambas espadas extendidas, aquella que le dio Amaku brilló de color verde mientras tornados la rodean y la que obtuvo de Axel fue cubierta por un halo rojo que desprendía ascuas.
Horos blandió su martillo rasgando el suelo, al instante se levantó una gran porción de tierra asemejando una ola, Tamir aprovechó algunas rocas grandes para saltar sobre ellas y llegar a terreno alto donde podría esquivar la avalancha. Holee ascendió lo más que pudo evadiendo las estalactitas que cayeron por el temblor, no perdió a Horos de vista hasta que decidió bajar en picada y al sobrevolarlo le disparó aguijones pero fueron bloqueados por las rocas que lo rodean. Tamir corría encima de la ola de tierra, gracias a su control del elemento tierra podía pisarla sin ser engullido y estando a unos metros del supervisor le arrojó un pequeño tornado para disipar las piedras que lo protegían.
—¡Eso es! —Holee volvió a disparar sus aguijones y obligó a que Horos tenga que usar su martillo para bloquearlos.
—No solo tú puedes controlar la tierra, Horos. —La espada de Tamir se clavó en el terreno cerca de los pies del supervisor y a su orden la tierra se volvió lodo que lo desestabilizó.
—¿Y crees que estas a mi nivel? —No tardó nada en que el suelo recuperara su estabilidad y Horos levantara su martillo para impactarlo en Tamir.
—Qué tal si me lo prestas un momento. —Holee había transformado su brazo derecho en la cabeza de un gusano, de esa boca le escupió un líquido amarillento que cubrió el brazo del supervisor y lo pegó a su arma.
Holee jalaba el brazo del hibrido para que no diera el golpe con su martillo, Tamir aprovechó ese momento para cargar un potente ataque de fuego en la espada que le dio Axel y le acertó una estocada al pecho que expulsó fuego cubriéndolo por completo. El muchacho sonrió creyendo que había logrado hacerle gran daño, pero al darse cuenta lo que estaba apuñalando era una copia de Horos hecha de tierra, el supervisor había manipulado el suelo para que pasara por su cuerpo intangible, dejando solo la mano que Holee sujetaba y saltando hacia atrás para evadir la estocada de Tamir.
—Eso estuvo cerca, Tamir. —Horos jaló a Holee de la mucosidad con la que esta lo sujetaba, iba a estrellarla contra su réplica de tierra y esta copia comenzó a hincharse dando a entender que explotaría.
—¡Holee, cúbrete! —Tamir intentó escapar de la zona que sería afectada, en tan poco tiempo pudo lanzarse al suelo cubriéndose la cabeza con sus brazos.
La réplica terrosa de Horos explotó, lanzando a toda el área varias pequeñas estacas de sedimento que se clavaron alrededor, ante este suceso a Holee solo tuvo tiempo de protegerse con sus brazos recubiertos de exoesqueleto negro, pero al estar tan cerca la potencia de estos proyectiles fue tanta como para apuñalar toda su armadura biológica y lograron romperla al punto de quebrarla en varias partes. Por la explosión Holee salió rodando varios metros, el exoesqueleto de sus brazos se caía a pedazos mientras intentaba levantarse adolorida, los ojos compuestos que tenía en su rostro también se rompieron y varios de los gusano que conforman su cuerpo estaban cayendo muertos al suelo.
«Duele mucho… Yo puedo aguantarlo pero Yukiko debe estas sufriendo más que yo», pensaba la muchacha tropezándose con sus inestables piernas, las cuales tenían clavadas varias púas de tierra y estaban deshaciéndose en los gusanos que les dan forma.
—Lo han hecho bien, si por mi fuera los hubiera dejado salir hace mucho, pero las ordenes de nuestra santa madre deben ser cumplidas —Horos golpeó el suelo con su martillo, al instante varias púas crecieron obligando a Tamir a salir de su escondite y se podía ver al muchacho con tres estacas clavadas en su espalda.
*
Horos levantó el martillo sobre su cabeza sujetándolo con ambas manos, la gema en este comenzó a destellar de forma agresiva, antes de que pudiera completar su ataque, un ciento de saetas ígneas cayeron del cielo y causaron varias explosiones de las cuales el supervisor tuvo que escapar atravesando la tierra. Desde lo alto cayó Axel en su forma de phurukatari, con sus alas totalmente expandidas creó un fuerte viento que dirigieron las llamas al lado contrario de sus compañeros y regresó a su forma de demonio para ir con Holee.
«Ya recuperé mis habilidades de conjuración y muchas otras que nos serán muy útiles. Holee, dile a Tamir que vaya a preparar lo que planeó. Nosotros acabaremos esto, solo no te asustes por lo que vaya a pasarnos», Axel miró con confianza a Holee y le extendió su mano.
—¡Ta-Tamir! ¡Ahora es el momento, ve con los otros! Axel, si estamos juntos no tengo por qué asustarme. —Holee tomó la mano de Axel, al hacerlo el cuerpo del demonio explotó en una especie de masa negra cubriendo el cuerpo de la muchacha y con cada segundo se amoldaba palpitando constantemente en diversas formas.
—¿Qu-Qué carajo? Deben ser las extrañezas de Axel —viendo detrás de él que la tierra comenzaba cubrir las llamas dejadas por su compañero—, se los encargo. —Tamir usó sus espadas para sacarse las estacas que se le clavaron, sorpresivamente sus heridas estaban curándose rápido y sin perder tiempo se fue corriendo.
«¿A-Axel? ¿Qué está pasando? Siento mi cuerpo como flotando en el aire, con un calor tan fuerte que parece estuviera hirviendo y esta presión en mi pecho», Holee no podía percibir donde terminaba su cuerpo y comenzaba el de Axel.
«Esta es una habilidad que obtuve por tener tres pactantes, según entiendo cuándo pactamos sus almas pasaron a ser de mi propiedad y con esto puedo fundirme a ustedes para tomarlos dentro de mi… No sé qué más pasará pero me pareció la mejor manera de aprovechar todo el mana que tengo y evitar que seamos dañados individualmente», la voz de Axel se escuchaba en todo el entorno que rodeaba a su pactante.
«Si tú dices que está bien, no tengo por qué dudar de… ¿Eh? ¿Me-Me estas tocando? ¿Por qué siento tus manos en todo…? ¡En todo mi cuerpo!», Holee no sabía cómo explicar esa situación y solo se tranquilizó esperando que se desarrollara sola.
Cuando Horos salió del suelo vio algo que lo sorprendió, una masa palpitante de carne estaba tomando forma humanoide, lentamente los colores pasaron de una escala de blancos, cremas a unos marrones y con manchas amarillas adornando su superficie. Aquella carnosidad se endureció formando una armadura liviana alrededor de esta entidad, tenía protecciones espinosas en las piernas, hombreras de coraza dura con orificios, las alas de su espalda se inflaron hasta tomar consistencia, cuatro tentáculos comenzaron a menearse en la nuca y el rostro lo tenía cubierto por una especie de casco de donde salían un par de antenas.
—Cuando dije que no podía ser vencido en combate singular, no me refería a que llegaran al extremo de «unirse» tan profundamente y que se mesclaran de esa forma rara. —Dijo el supervisor intentando no reírse para no hacerlos sentir mal.
—Oh por Regis ¿Qué? A-Axel, estas en todo mi cuerpo, demasiado pegado a mi cuerpo ¡Literalmente te tengo todo encima de mí! I-Incluso a-aquí —ella bajo los dedos de su nueva armadura sobre sus pechos y llegó hasta su entrepierna—, di-dime que no te estoy sintiendo… ¿Ahí? —Las manos de la muchacha temblaban por la vergüenza que sentía.
«No voy a mentirte, Holee… Es cierto… No pensé bien esto y ahora que lo pones de esa forma también me siento avergonzado… Por favor perdóname y mátame a golpes después… Pero ahora tenemos algo muy importante que hacer», mencionó el muchacho intentando calmar a su compañera y esta solo aspiró aire y lo exhaló despacio para cobrar la compostura.
—Vamos a tener mucho de qué hablar, Axel. —Holee comenzó a correr sintiendo ganar una velocidad increíble.
*
En menos de un segundo llegaron a ponerse a un costado de Horos, sorprendiendo al hibrido por alcanzar tal velocidad, sus manos se convirtieron en cuchillas de mantis y con tan solo agitarlas mandaron una ráfaga luminosa que impactó a Horos haciéndolo retroceder. El supervisor no podía creer la fuerza con la cual lo golpearon, inmediatamente blandió su martillo levantando una ola de tierra y señalando con su mano el techo hizo caer un gran número de estalactitas. Los tentáculos en su espalda comenzaron a menearse creando varios círculos mágicos alrededor, de estos fueron expulsados diversos tipos de [Saeta Elemental], todos chocando contra las estalactitas que caían y golpeando sus puños contra el suelo a la voz de [Muerte de Territorio] detuvieron la ola de tierra al instante.
«Holee, preocúpate del combate físico y yo me encargaré de lanzar hechizos», pensó Axel siento escuchado por su compañera.
«Esto es raro, si-siento que puedo hacer muchas cosas pero es difícil decidir una forma de atacar», agregó Holee sintiéndose abrumada por tanta información.
«Holee, lamento decirte que cosas como esta no duran mucho —viendo una pequeña pantalla que muestra una cuenta regresiva en 06:32—, esto consume mi mana y nos queda 6 minutos que van disminuyendo cada vez que uso magia», con eso dicho por Axel vieron sus manos cambiar de forma.
«Estoy dudando que fuera buena idea que hicieras esto», Holee transformó sus manos en puños gruesos cubiertos de exoesqueleto negro, en los cuales habían pequeños agujeros en los nudillos.
Horos levantó una roca del suelo para subirse en ella, la hacía flotar por encima del suelo para evitar la habilidad de [Muerte de Territorio] y mientras se acercaba a los muchachos disparaba estacas de tierra contra estos. Levantando su martillo hizo descender del techo dos puños de tierra, dirigió ambos hacia sus adversarios pero estos fueron soportados por dos grandes brazos de gorberin que salían de un portal negro y al instante las extremidades de este primate fueron recubiertas por el exoesqueleto negro que usa Holee.
«¿De dónde salió eso?», preguntó Holee ordenando a esos brazos destrozar a golpes la construcción con la cual Horos los atacó.
«Ese portal se parece al de tu [Colmena Dimensional], creo que puedes invocar mis transformaciones por ahí», dos de los tentáculos sobre los hombros de Holee comenzaron a retorcerse, en cada uno se formó una [Lanza Negativa] y las arrojó contra Horos.
El supervisor tuvo que levantar cuatro muros de piedra para bloquear ese potente ataque, el cual causó una explosión tan fuerte que expandió una nube de polvo por el entorno, de esta salieron los muchachos con sus manos transformadas en panales de insectos y arrojaron cientos de aguijones contra Horos. Este al ser sorprendido tuvo que hundirse en la tierra para evadirlos, gracias al mapa que posee Axel pudieron detectar su movimiento por el subsuelo, prendieron vuelo creando un fuerte zumbido con sus alas y frente a ellos se abrió un portal del cual apareció la cabeza de un enorme gusano DeepDigger.
Holee se lanzó en picada usando al gusano como taladro, perforó la tierra en segundos y el suelo comenzó a partirse siendo atravesado desde abajo por decenas de aguijones y dado un momento Horos saltó del suelo con sus brazos abiertos para esperar el ataque. El supervisor volvió a descender dos brazos de piedra del techo, usó uno para subirse encima, al otro lo deshizo para volverlo estacas y les ordenó descender con fuerza contra el suelo. Holee saltó a tiempo para escapar de ese ataque, sus manos estaban transformadas en gruesas cuchillas óseas con las cuales soportaron las puñaladas de esas púas y las puntas de los cuatro tentáculos que Axel controla comenzaron a brillar de un color rojo intenso. Estos tentáculos abrieron pequeñas bocas, de estas fueron disparadas esferas de fuego que explotaron en línea recta y rompieron la mano de tierra que sostenía a Horos precipitándolo al suelo.
«¿Te diste cuenta, Holee? Ya no suelta su martillo como lo hacía antes, estamos comenzando a acorralarlo», mencionó Axel conjurando [Lanza Negativa] en sus cuatro tentáculos.
«Tienes razón, entonces debemos comenzar a separarlo de su arma», Holee puso su cuerpo en cuclillas, sus piernas comenzaron a hincharse ganando musculatura y dio un potente salto largo hacia el supervisor que estaba en el aire.
Horos se estabilizó impulsándose con su martillo, había ordenado que una columna ascienda del suelo a su posición y que otra columna descienda del techo en paralelo a la primera. Ambas construcciones atraparon al supervisor en medio de ellas protegiéndolo, Axel tiró las cuatro [Lanza Negativa] que creó a las bases de estas dos columnas para colapsarlas y en su mapa podía ver como Horos detuvo su huida. Holee impactó contra los restos de la columna quebrándolas aún más, sus manos se transformaron en apéndices de insecto excavador y con solo golpear las rocas lanzaba grandes cantidades de tierra a los lados. Uno de esos fuertes golpes descubrió al hibrido sacándolo de su elemento, un portal encima de ella manifestó a una serpiente phurukatari que estaba preparándose para escupir su nube de veneno, sin embargo, el supervisor le dio un golpe con su martillo obligándola a regresar al portal.
—¡Te tenemos! —Dijo la voz de Holee combinada con los gruñidos de Axel.
Gracias a las habilidades de artes marciales que Axel obtuvo antes, en rápidos movimientos de sus puños pudo golpear a Horos de la forma correcta para desarmarlo y viendo la oportunidad le dio un golpe con sus puños cubiertos de exoesqueleto. Pudieron sentir que acertaron a algo sólido, estaban felices por el resultado pero en segundos esa emoción se fue al extremo contrario, Horos había dejado un dorso suyo hecho de tierra y eso fue lo que golpearon mientras el supervisor escapaba por un costado. El hibrido levantó su mano llamando a su martillo, al tenerlo inmediatamente lo lanzó contra su propia replica, al impacto se creó una fuerte luz que cegó a los muchacho y ese dorso de tierra comenzó hincharse hasta explotar soltando varias estacas de tierra.
*
Ambos se precipitaban al suelo con el exoesqueleto de Holee cayéndose a pedazos, la explosión le destrozó la mano izquierda hasta la muñeca, parte del casco que cubría su cabeza se partió a la mitad, sus alas habían sido perforadas evitándole usarlas para cambiar la dirección de su caída, dos de los tentáculos de Axel fueron cortados y su compañera había quedado aturdida.
«Ho-Holee, reacciona rápido… Vamos a estrellarnos contra el suelo ¡Holee!», le decía Axel con intensidad dentro de su mente, él intentaba crear alas de murciélago para frenar su caída pero sin que Holee pudiera batirlas le eran inútiles y dado un momento él la abofeteó fuertemente en la mejilla con sus tentáculos.
«¡Auch! Ya-Ya estoy despierta, e-eso me dolió», Holee hizo su cuerpo a un costado usando esas alas de murciélago para planear y cayó con fuerza rodando en el suelo.
«A nuestra fusión le queda algo de tres minutos, superamos a Horos en ataques pero el bastardo es muy escurridizo… Así no vamos a vencerlo», mencionó Axel mientras cambiaba a las alas de insecto que está acostumbrada Holee.
«¡Au! Otra vez… —viendo su brazo derecho donde sintió dolor, se percató te tenia marcas de dientes—, esa es la señal, Tamir y los demás ya prepararon todo», informó con cierta alegría la muchacha.
«Es el último esfuerzo, Holee, podemos hacerlo antes de que se termine nuestra unión», Axel intentó regenerar los dos tentáculos que perdió y los muñones se cayeron al suelo como señal de que estaba llegando a su límite.
Holee se puso en posición de a cuatro patas, su exoesqueleto comenzó a hincarse mientras las grietas que tenías se hacían más grandes y al visualizar a Horos frente a ella se lanzó corriendo contra él. El supervisor levantó varios muros de piedra para frenar su avance, se le notaba agotado mientras jadeaba con intensidad, los movimientos que daba junto a su martillo se hicieron más bruscos y prácticamente toda la zona alrededor de ambos demonios comenzó agitarse como si de aguas embravecías se trataran. Holee esquivó gran parte de las manos de tierra que se levantaban del suelo para atraparla, usando los portales invocó los brazos de gorberin para destrozarlas antes de que se posicionaran sobre ella, Axel desplegaba escudos mágicos para deslizarse sobre la tierra, estos los obtuvo de un compañero que olvidó hace un tiempo, de un salto se elevaron lo suficiente como para comenzar a volar a la máxima velocidad que les permitan sus alas y un enorme brazo que descendía del techo fue la última defensa del supervisor para detenerlos.
Aquel brazo de piedra se interponía entre los muchachos y su objetivo, un nuevo portal oscuro permitió invocar al gusano DeepDigger que se destrozó atravesando aquel consistente brazo de piedra y ante lo atónito que quedó Horos ambos llegaron a estar a un metro suyo. El supervisor extendió sus brazos arrojando de su pecho estacas de tierra que estaba extrayendo del suelo que pisaba, los demonios no detuvieron su avance y en un segundo Axel activo la habilidad del puma de las tinieblas [Hijo de las sombras], la cual les permitió transportarse usando las sombras generadas por las rocas que les arrojó Horos y estando en el rango más cercano usaron [Silbido Aturdidor] para hacerle perder la conciencia por unos segundos.
Los ojos de Horos se apagaron, su mano soltó el martillo que fue encerrado dentro de una barrera creada por un tentáculo de Axel, esa extremidad lo arrojó lo más lejos que pudo mientras que en el muñón de la mano de Holee generó las apéndices que crean telarañas y tras desvanecerse la barrera disparó una gran bola de esta secreción para atar el arma al suelo. El hibrido recobró el conocimiento, al verse desarmado quiso huir nuevamente pero sus ojos fueron cubierto por [Gargajo pegajoso] que fue lanzado de uno de los tentáculos que Axel controlaba, inmediatamente Holee le disparó una bola le telaraña para cubrirlo completamente y al tenerlo en sus redes ambos pusieron toda su fuerza para estrellarlo contra el suelo varias veces.
Horos no podía escapar por el material que lo cubría, comenzó a disparar varias estacas de tierra que guardó dentro de su cuerpo para intentar salir de su prisión, estas hicieron varios huecos en el capullo donde estaba encerrado y rápidamente los demonios se lo llevaron volando para separarlo del suelo. Un hueco en el capullo fue lo suficientemente grande como para el hibrido sacara una mano, hacia ademanes para atraer a su martillo pero su arma está bien sujeta por los hilos blancos al piso, al ver esto disparó varias estacas de tierra hacia su arma para rasgar la telaraña. Holee y Axel evitaron que siguiera haciendo eso golpeando el capullo contra el techo de la caverna, al instante lo atrajeron hacia ellos para darle puñetazos con la mano libre que tenían, dando un giro en el aire se estrellaron junto a Horos en el suelo y extrañamente se oyó un sonido similar a vidrio rompiéndose.
*
«Tamir, tu plan consiste en cuatro pasos que debemos ejecutar sin fallar«, el recuerdo de lo dicho por Amaku se hizo presente y fue seguido por como Tamir explicó el plan.
«Como Yukiko está aún unida a ustedes, tendré que morderle el brazo derecho para que el dolor les avise que todo está listo. Lo primero, es apartar a Horos de la tierra encerrándolo en un entorno de otro elemento y para ello el hielo de Yukiko es perfecto»
El supervisor se levantaba vomitando una gran cantidad de sangre, jadeó con ira llevándose una enorme sorpresa al ver su propio aliento, sus ojos fueron enfocándose cuando se percató del entorno donde estaba. A unos 10 metros de Horos estaba Yukiko casi completamente cubierta de hielo, sus brazos estaban muy lastimados, tenía una herida en la frente con sangre congelada y a su alrededor el suelo entero estaba cubierto de hielo con varios mukis congelados y con una neblina gélida que se elevaba obstruyendo la visión del supervisor.
«Lo segundo, es inmovilizar su cuerpo para evitar que haga cualquier cosa que pueda liberarlo del hielo».
Horos intuyó lo peor, el suelo donde lo estrellaron sonó como vidrio rompiéndose porque se trataba de hielo, lo habían aislado completamente de su elemento y al verse en tan precaria situación pensaba disparar todas las estacas que le quedaban para matar a Yukiko haciendo que sus enemigos se dispersaran. Sin embargo, una bola hecha de gruesas enredaderas espinosas lo golpeó en la espalda, gritando de dolor giró su rostro lo más que pudo viendo a Tamir sosteniendo de la cintura a Amaku y ambos tenían sus armas señalando al supervisor para ordenarle a la enredadera cubrirlo para mantener las estacas de tierra en su interior.
«Lo tercero, es separarlo completamente de su arma y no dejar bajo ninguna circunstancia que llegue a sus manos… Sin importar que tan difícil sea no podemos permitirle recuperarla»
En su desesperación, Horos puso toda su concentración en llamar a su martillo, el cual por el daño en las redes que lo sostenían terminó por romperlas e ir a una tan extrema velocidad que rompía el suelo por donde pasaba volando. El trayecto del martillo fue abruptamente detenido por un enorme cuerpo que se interpuso en medio, se traba de Ángelo que soportó la potencia del impacto con sus brazos cruzados para defenderse, este retrocedió unos 10 metros disminuyendo la velocidad del martillo que fue sujetado del mango por Hotai y ayudada casi al instante por Ángelo para sostenerlo con fuerza evitando que regresara con su dueño. La intención de tener su arma en manos no disminuyó, esta deseaba regresar con Horos al punto que la fuerza que ejercía terminó dislocando un brazo de Hotai y con aun más esmero ambos jóvenes gritaron con fuerza para darse motivación en este tire y jale.
«Y lo cuarto, esto es lo más importante y se trata de un ataque devastador que pueda fulminarlo sin opción de quedar herido»
Los pies de Horos fueron cubiertos por hielo, lentamente este elemento se arrastraba por su cuerpo y fue cuando sus ojos enfocaron una luz rojiza frente a él. La niebla helada se disipó para mostrar a los demonios fusionados, la mano de esa chica se abría como si de una flor se tratara, en cuyo centro varias motas negras se reunían generando una gran concentración de energía pura. Los pies de Holee también estaban congelados, el hielo subía por sus piernas pero esto parecía no impórtales y solo estaban concentrados en seguir incrementando el tamaño de esa bola de energía bicolor.
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—Bien hecho, chicos. —Horos suspiró con una sonrisa de satisfacción y su martillo cayó inerte al suelo quedando en la mano de Hotai.
—Espero esto te saque de tu incertidumbre, Horos. [Cañón Sincrónico] —La energía acumulada fue dispara a la voz de Holee y los gruñidos de Axel, tardó segundos en desintegrar las enredaderas espinosas, el cuerpo de Horos y el suelo donde estuvo parado el supervisor, en donde quedaron dos pequeñas gemas. Los [Nodos Espirituales] en Amaku, Holee, Hotai y Yukiko se desvanecieron, siendo la máxima prueba de la muerte del supervisor.
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El calor generado por ese ataque fue tanto que derritió el hielo que cubría a ambos demonios, la armadura que estaba sobre el cuerpo de Holee comenzó a derretirse dejando su cuerpo, frente a ella se reformó Axel que caminó hacia las gemas que quedaron flotando y al tomarlas en sus manos se las metió sin duda alguna en la boca.
>>Habilidad de lenguaje mundial, ha sido recuperada.
>>Potencial slime, ha sido recuperado… Atributo de Slime Mimético, ha sido reconectado con éxito.
Los presentes vieron con sorpresa como una masa gris cubría el cuerpo del demonio, lentamente fue tomando una forma humanoide hasta mostrar la apariencia con la que conocieron a Axel y se trataba de ese joven noble Minos De la Croix muerto hace tantos meses.
—Gra-Gracias a todos, nunca voy a poder pagarles lo que han hecho por mí. —Esas fueron las primeras palabras entendibles que escucharon de Axel, quien tenía los ojos vidriosos por la emoción de haber sobrevivido a tan intenso combate.
—Ya tendremos tiempo para celebrar —viendo las estalactitas cayendo—, debemos largarnos de aquí ¡Ahora! —Advirtió Tamir haciéndolos percibir el peligro en que se encontraban.
Axel usó leves llamas generadas en sus manos para derretir el hielo que cubría a Yukiko, la pobre zorra de hielo se había desmayado por todo lo que soportó, siendo cargada en la espalda de Ángelo quien la protegería y por otra parte Tamir llevaba a una avergonzada Amaku en brazos como si fuera una princesa. Holee y Axel se ayudaban a caminar mutuamente, pues tal estrés en el cuerpo de la chica hizo que sus piernas cedieran de cansancio y que los gusanos que le daban forma comenzaron a desestabilizarse. Hotai estaba al frente de todos, ella sostenía el martillo de Horos pues por sugerencia de Tamir lo llevaba en caso de necesitar defenderse y en su trayecto a la salida al fondo de la caverna encontraron a Aegar arrastrándose.
—¿A-Aegar? ¿Aún estabas con vida? Es un milagro que llegaras tan lejos. —Decía Hotai corriendo hacia él y notó las heridas dejadas por el [Temple de Espadas] con que lo atacó Aranavia.
—Si… Fui herido por estacas de tierra que me arrojaron unos mukis. Pensé que me matarían pero tan solo se fueron sin herirme. —Aegar se reposó en el hombro de Hotai para caminar.
—Con eso ya estamos todos ¿Alguien recuerda a otra persona? —Agregó Tamir haciéndolos pensar unos segundos y tras negar la pregunta continuaron su camino.
«Este tipo ¿Lo que dice es cierto? Porque gracias a [Visión Demoníaca] veo que hay pecados rodeándolo y esta entidad ¿Quién es? Parece que le guarda mucho rencor», pensaba Axel viendo como sombras se movían en la espalda de Aegar, en especial había una con la forma de un hubeast con el cuerpo cubierto de placas.
Ya entrando al túnel pudieron sentir como la caverna colapsaba, vieron asustados el suelo romperse e irguiéndose una infinidad de tentáculos que llenaron todo el entorno donde pelearon.
—Debo decir que fue emocionante lo que hicieron, me divertí mucho viendo cada uno de sus esfuerzos y por ello aquí tienen su recompensa. —La voz de Durgea llamó la atención de todos, encontraron una manifestación de la Diosa con el tamaño de un niño sentada sobre roca y tras hacer un círculo con su dedo creó un portal.
—No, no, no, no, ya vencimos al supervisor y no planeamos seguir siendo tus juguetes. —Intervino Tamir yendo al frente.
—Y por eso les doy esto, el portal los llevara al túnel de la última caverna que da a la salida del laberinto y por mi parte no he hecho nada ahí… Je,Je,Je Créanme, se han ganado su libertad y no interferiré más con ustedes. —Dijo la Diosa con algo de malicia en su última frase y tras esto se desmoronó.
—No creo que mienta, pero algo me da mala espina sobre lo que encontraremos. —Dijo Axel acercándose junto con Holee al portal.
—Tampoco nos queda mucho tiempo para andar vagando por los túneles —viendo los tentáculos arrastrarse de la caverna que abandonaron—, esas cosas colmaran el lugar dentro de poco. —Agregó Holee afirmando para tomar el portal.
—Solo vámonos de una vez, tenemos que tratar nuestras heridas… Hotai, pasa por el portal… —Mencionó Aegar ordenándole a la hubeast.
—Tienes razón —viendo la sangre seca en las vendas de Amaku—, ya que más da, solo entremos y que sea lo que Regis quiera. —Tamir fue el primero en entrar y uno a uno lo siguieron.
Para su buena suerte llegaron todos juntos sin ser separados como antes, gracias al mapa que Axel compartía con sus compañeros notaron la última caverna que prometió Durgea y tras unos dos minutos de caminata vieron la salida de ese túnel. Lo primero que los preocupó fue ver a alguien recostado contra la pared, al acercarse más pudieron reconocer que estaba muerto y se trataba de un joven casi calvo un tanto regordete con varias heridas de tortura.
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