LISMATUS: SENDA DEL HERALDO - 55.1
Mes de Azujo (Junio), templo de la sabia elfa de la noche
Unos pasos tranquilos se escuchan por un piso hecho de mármol blanco, quien camina entre enormes paredes inmaculadas es Denis, su andar es lento mientras mira tres desviaciones en su delante y sin pensarlo mucho toma la del centro e inmediatamente las otras dos se cierran bruscamente.
«Llevo tres días recorriendo este lugar, pude haber llegado a la salida en 5 minutos, pero Gregory me dijo que no muestres mis habilidades tan descuidadamente y ya me estoy aburriendo de esquivar trampas tan obvias. Para mi buena fortuna este lugar está bajo tierra, la luz del sol no es una molestia y tengo comida suficiente para terminar esto», Denis da un gran bostezo, tiene en su mano una manzana la cual come mientras camina y luego correr para esquivar estacas blancas que se levantaron dónde estaba parado.
«Lo único que me molesta de este lugar, es que sea del color que más odio ¡Blanco! Maldita sea, estoy estresado de ver ese color a donde quiera que mire… En serio, no existe color más sucio que el blanco —arrastrando su pie en un paso, mira como el suelo se mancha con la suciedad de su bota—. Ese color es tan fácil de manchar y a veces lo relaciono con las personas que conocí en mi mundo», Denis se fija en una puerta creándose de una pared, la mira unos segundos y entra para encontrarse rodeado de oscuridad.
Hace una semana, Maritza informó a Denis de un templo oculto perteneciente a una alta elfa de nombre Dismal, le dijo que este templo guarda armas de gran potencial que esperan por cada generación de héroes invocados y que recorrer este complicado laberinto es una prueba para analizar si quien lo termina es digno de esas armas legendarias. Maritza conoce la habilidad especial de su mellizo, sabe que requiere de armas poderosas para activarlas a su máximo potencial y esta búsqueda a la que mandó a Denis es para darle un obsequio de cumpleaños a Gregory.
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La oscuridad por donde caminaba Denis comienza a volverse difusa, lentamente se va aclarando en un amplio jardín con pasto de verde muy vivaz, fuentes de agua hechas de mármol, frondosos árboles, al fondo una enorme mansión estilo victoriana que sorprendió al héroe y al toparse con ese radiante sol expulsó de sus hombreras aquella niebla blanca que lo cubre.
—No es necesario que hagas eso, jovencito —una elfa estaba sentada alrededor de una fina mesa dorada—. Este sol solo es mana dentro de un cristal creado con mi magia, nutre las plantas y no causa daño a los espectros. —Esa elfa parecía una niña de 14 años, tenía la cabellera lacia platinada con un brillo traslucido, vestía con un ropaje gótico color vino, su piel era blanca como la nieve, resaltando en su rostro unos hermosos ojos morados, labios rosados y un flequillo recto.
Esa elfa tomaba delicadamente con sus dedos una taza de porcelana, a su lado estaba un elegante mayordomo de la raza de los espectros, de cabellera negra corta, ojos carmesís en una mirada cortante, piel plomiza típica de esta raza y guantes blancos de adornos dorados.
—Me siento más cómodo de esta forma, no soy alguien que guste de mostrarse mucho —notando al mayor molesto, Denis hace una reverencia—. Mi nombre es Denis Aguirre, el héroe invocado por Regis, quien fue criado en el seno de los espectros y posee la clase [Asesino] —Se presenta el muchacho viendo como el mayordomo se calmó.
—Soy Dismal Li Faimira, la alta elfa que hace décadas se le encargó resguardar las armas para los héroes y este es mi fiel sirviente Siszai. Me alegran los modales en los jóvenes, generalmente cuando héroes vienen a mi recinto se comportan de manera presumida y Siszai tiene que castigarlos para hacerles conocer su lugar. —Dismal se levantó de su asiento para presentarse y caminó hacia el héroe siendo acompañada por su mayordomo.
—Señorita, es muy improbable que un solo héroe sobreviviera al laberinto, generalmente llegan cuatro y ni así superan la prueba al primer intento. Pero él parecía muy confiado, como si conociera de antemano la activación de las trampas y el camino correcto a tomar para evadirlas. —Mencionó Siszai cuya voz sonaba gutural.
—Lo sé y eso llamó mucho mi interés, entre Siszai y yo apostamos que tienes una habilidad para ver el futuro o una que te informa constantemente de peligros en el entorno y yo me inclino más por la segunda. Así que dinos, jovencito, cuéntanos de ti. —Agrega Dismal con un ademan de que permitía al héroe hablar.
—Mi compatriota acertó, mi habilidad especial trata de una visión que me permite mirar distintos futuros a las acciones que tomaré y solo tengo que elegir las correctas para cualquier situación que me parezca riesgosa. —Respondió Denis caminando cuando Dismal le indicó que la siguiera.
—Maldición, no puedo creer que perdiera y apostara por algo de análisis… Supongo que no esperaba que las habilidades de los héroes invocados mejoraran tanto, los últimos héroes que vinieron no eran tan sobresalientes y por ello murieron en su enfrentamiento final. —Dismal se mostraba molesta pero tras un suspiro se calmó.
—Me gustaría escuchar más sobre eso ¿Podría contarme sobre los héroes que la visitaron? —Preguntó Denis notando como Siszai lo observaba sutilmente y caminó más lento para alejarse de la alta elfa.
—Siszai, te dije que te comportes con nuestros invitados y dejes de ser tan sobreprotector. Tienes que disculparlo, él desconfía mucho de los héroes invocados por una mala experiencia con ellos. En cuanto a tu pregunta, la mayoría actúa como si fuera el dueño de este mundo y piensan que por tener habilidades especiales pueden hacer lo que se les da la gana. Toma como ejemplo a Siszai, hace más 300 años esa generación de héroes lo trajo como carnada para activar las trampas de mi laberinto, llegó medio muerto tras el milagro de sobrevivir toda esa tortura, luego esos héroes tomaron sus armas para dejarlo como basura en mi mansión y desde ese entonces considera a los invocados como seres maliciosos indignos de confianza. —Le comentó Dismal deteniéndose ante una puerta para que su mayordomo la abra.
—Fue gracias a señorita Dismal que pude sanar mis heridas, como pago por su generosidad decidí quedarme a servirle como su guardián y ser quien castigue a los invocados soberbios que le falten el respeto. —Siszai abrió aquella enorme puerta, mostrando una gigantesca habitación que tenía muros llenos de compartimientos y candados robustos para proteger el contenido.
—En total son 351 armas, divididas en grupos de seis para cada raza a la que ascendieron y la única regla es que solo pueden tomar una de ellas… Bueno, si encuentran o forjan un arma poderosa, podemos acordar un trueque y cambiar su elección por una que les sea más útil. Déjame guiarte a la sección de los espectros, sus armas son mis favoritas y me divierte intentar adivinar cuales escogerán. —Dismal dio unos pasos pero sintió que Denis no se movía.
—¿No te preocupa perder para siempre una de esas armas? Tal vez algún héroe regrese a su mundo llevándose la que escogió y concuerdo con Siszai con que muchos no son dignos de confianza. —Dijo Denis mirando los numerosos casilleros a su alrededor.
—Ja,Ja,Ja Para nada, tarde o temprano regresarán aquí y tal vez volverán a ser empuñadas por la siguiente generación de héroe… No existe héroe que pueda pasarse de listo conmigo. —Contestó Dismal sin voltear a verlo pero Denis se quedó atrás.
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«Que esté tan segura solo significa que conoce del destino de los héroes, seguro que los reinos recogen las armas y se las regresan por alguna clase de acuerdo… Vaya, es una pena pues me estaba comenzando a caer bien», pensó el muchacho causando que su anfitriona se molestara por su desobediencia.
—La señorita Dismal dijo que la siguieras, le sugiero no la haga esperar y se mueva a donde le esta ordenando. —Agregó Siszai con un semblante de ira.
—Basta del teatrito, Siszai. Ya cumplieron su rol con abrir la puerta a esta bóveda, era el único lugar al que no podía acceder por estar encerrado en otro plano y ahora ya no los necesito. Pero me deja intrigado saber por qué tienen vidas tan largas, se supone que Regis limitó la mortalidad de todas sus creaciones y ustedes exceden por mucho esa regla para sus razas. —La niebla que cubría a Denis comenzaba esparcirse por el suelo.
—Así que terminaste siendo un idiota como los demás, apuesto a que también mentiste con lo de tu habilidad y ahora veré que te tiene tan confiado, pequeño y falso espectro [Analizar Super… —Dismal aplicó la habilidad hacia Denis, solo vio un cuadro de texto borroso antes de que repentinamente un fuerte zumbido irrumpiera sus pensamientos, las arterias de sus ojos se rompieron causándole derrames oculares, a su lado un ojo de pupila roja con alas de murciélago se materializó y le disparó un rayo que destrozó el ojo derecho de la alta elfa.
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>>(UR) [Mascara, Deleite Mortal]: Protege al portador del robo de información personal por habilidades de análisis. Localiza, marca y disipa habilidades de sigilo del agresor.
>>Habilidad secreta por completar el Set [Oscuridad Viviente (1/4)]: Genera un [Ente de Oscuridad Ver. 1] que ataca al agresor con [Mirada al abismo], causa efectos de deterioro de resistencias mágicas, destrucción de escudos e incapacita al enemigo.
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—Se-Señorita Dismal! ¿Qué mierda fue lo que hiciste? —El cuerpo de Siszai comenzó a deformarse, se volvió una criatura humanoide compuesta de tentáculos, señaló con varias de esas extremidades hacia el héroe y en esas puntas se formaron diversas armas que comenzaban a acumular energía.
El mayordomo se lanzó a un ataque frontal, sus tentáculos disparaban escamas cortantes que atravesaron a Denis sin causarle daño y se clavaron muy profundamente en el suelo. Los tentáculos que cubrían la boca de Siszai se levantaron, mostraron debajo un agujero del cual expulsó un rocío morado similar a tinta y al instante la niebla que reptaba por el suelo reaccionó chocando contra esa sustancia.
—Esto no es simple niebla, es similar a la que rodea la necrópolis ¡Que no la toque, Señorita Dismal! —Advirtió Siszai comenzando un combate cercano con Denis, las diversas armas en los tentáculos del mayordomo eran bloqueadas por las garras metálicas del héroe, cada roce hacia salir pedazos de oscuridad del peto de ese muchacho y alrededor de ambos se formaron más de esas criaturas oculares con alas pero ahora sus pupilas eran amarillas.
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>>(UR) [Peto, Oscuridad Viviente]: Nulifica el daño de ataques inferiores a la agilidad del portador. Genera una niebla viva que absorbe la vitalidad de los enemigos que tengan contacto con ella. Cada impacto recibido crea un [Ente de Oscuridad Ver. 2], el cual explota al impacto y decrepita las defensas físicas de los afectados.
>>Habilidad secreta por completar el Set [Oscuridad Viviente (2/4)]: La niebla debilitante pasa a convertirse [Niebla Perpetua], esta no puede ser disipada, consumida o anulada.
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Siszai se percató muy tarde de la cantidad de [Entes de Oscuridad] que lo habían rodeado, intentó alejarse de ellos pero estas criaturas se movían a una velocidad impresionante, cuando el espectro golpeó a uno para destruirlo este explotó soltando un gas naranja que derritió la piel del mayordomo.
—¡Tenemos que irnos, Siszai! ¡E-Esa cosa no es un invocado normal! Su-Su equipo, sus características, los títulos y su habilidad especial están corrompidos… Nunca necesito ninguna de nuestras armas [Trampa de Éxtasis]. —Un emblema parecido a una flor se formó en la pupila sana de Dismal, una proyección igual a ese emblema apareció en la cabeza de Denis causando que se detenga y al instante ella jaló a su sirviente de uno de sus tentáculos.
—I-Imposible ¿Tan fuerte es como para sacrificar su seguro de vida? Eso nos comprara unas horas hasta que trasportemos las armas a otro sitio e informemos a la administradora de… —Siszai no dudó de la orden de su ama, pero miró sobre su hombro a Denis e inmediatamente empujó a Dismal para alejarla.
El emblema que se había formado en la cabeza de Denis explotó, este muchacho se movió a tan alta velocidad que esquivó varios de los tentáculos de Siszai, también cortó algunos sin que el mayordomo se diera cuenta, en sus manos el héroe empuñaba sus dos guadañas bicolores y de un giro congeló a su enemigo dentro de hielo negro.
—¡Esos son los [Susurros de Fuego y Hielo] nadie debería ser capaz de portar ambas! [Exea Tornado] —El empujón de su mayordomo dejó a Dismal arrinconada contra uno de los muros con compartimientos, alrededor de la alta elfa comenzaron a formarse orbes verdes y en un ínstate fueron calcinados por las llamas carmesís de la guadaña roja de Denis.
—Nadie «débil» es capaz de poseer ambas guadañas, que eso te quede bien claro. —El héroe guardó sus dos guadañas y la alta elfa comenzó a desesperarse al verle esos ojos carmesís tras su máscara metálica.
Al verse atrapada, Dismal formó un portal negro debajo de ella, entró lo más rápido que pudo para llegar a su ruta de escape, sin embargo, Denis arañó el aire creando fisuras con forma de garras que sacaron a Dismal de ese plano en movimiento, tomándola del cuello con telequinesis la estrelló repetidas veces contra el muro más cercano y luego la trajo a su mano para sujetarla el mismo.
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>>(UR) [Guantelete, Garras Negras del Desgarre Dimensional]: El usuario detecta movimientos de espacio a su alrededor y otorgan la capacidad de mover objetos sin tocarlos.
>>Habilidad secreta por completar el Set [Oscuridad Viviente (3/4)]: Los guanteletes ahora pueden bloquear técnicas de teletransportación, rasgar hacia los trayectos donde se mueven los objetivos los obliga a detener su movimiento espacial e inmoviliza por unos segundos.
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—¡Sueltame! [Cuchilla Exa…] —La pequeña elfa intentaba formular su hechizo para defenderse, pero el héroe le dio una patada en la cara tan fuerte que le desencajó la mandíbula y al instante varias chipas electicas salieron disparas del cuerpo de Dismal.
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>>(UR) [Grebas, Pesadilla Psíquica]: Los impactos con las grebas causan alucinaciones en los afectados, los pasos del usuario no causan ruido ni dejan huellas o alteran el terreno donde pisan y si están equipados junto a [Garras Negras del Desgarre Dimensional] permiten reptar en cualquier dirección y un corto desplazamiento en el aire.
>>Habilidad secreta por completar el Set [Oscuridad Viviente (4/4)]: Las alucinaciones se vuelven pesadillas, causan estragos físicos/mentales en los afectados y les quema todo el mana/chakra evitando que puedan regenerarlo por un periodo.
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El aspecto de la elfa cambió rápidamente, su cabellera perdió vitalidad en segundos tornándose blanco percudido, su piel se maltrató y grandes ojeras se le marcaron. Ella cayó al suelo jadeando mientras se agarraba la garganta, por uno segundos se retorció en el piso hasta quedar inmóvil y Denis la tomó de la nuca para arrastrarla hacia un muro donde la arrojó con fuerza.
—Hace días ya había mandado mis copias por todo el laberinto, su mansión, los alrededores y el único lugar al que no podía acceder era esta bóveda. Sabía que me estaban observando, así que les seguí el juego y fue interesante verte como nadie lo ha hecho antes. —Arriba de los muros que guardaban las armas aparecieron seis copias de Denis, estas comenzaron a correr por el lugar mientras rompían los seguros que protegían las armas.
—[…] —Dismal intentó hablar pero con la mandíbula en ese estado le era imposible, Denis chasqueó la lengua para sacar una pequeña botella de su peto y obligarla a tomar el contenido.
—¿Qu-Qué quieres? Obviamen-te no necesitas nada de a-aquí y no te hemos hecho nada para que nos ataques… —Dijo Dismal mientras su mandíbula y el ojo que perdió eran sanados.
—Las armas no son para mí, mi amigo las necesita y dudo que me las dieran de buena gana. Ahora lo siguiente —abriéndole la boca con los dedos, le encontró pequeños colmillo limados—. Ya veo, eres una descendiente de Espectro y Elfo, dudo mucho que esas razas se relacionaran, así que debo encontrar la marca que te vi cuando te bañabas. —El héroe la tomó del cuello de su vestido y le arrancó la parte superior viéndole el abdomen.
—¡No! ¡No lo veas! ¡Mis padres dijeron que nadie debía verlo! ¡Ayúdame, Siszai! —Gritaba la Dismal a todo pulmón pero cuando Denis confirmó sus sospechas la dejó en el suelo asustada.
—Me lo esperaba, espectros y elfos se odian a muerte y es casi imposible que trabajen juntos en grupos… Pero no sería así si esas razas no fueran originarias de este mundo, la marca de Regis bajo tu ombligo significa que tus padres fueron héroes invocados y que te ocultaron aquí para evitarte el destino de la descendencia de los héroes. —Denis soltó un largo suspiro al ver la cantidad de armas que tendría que recoger.
—Mis padres me ofrecieron a la administradora, a cambio de que sea mantenida a salvo de la gente que solo me aborrecería, yo me quedaría como guardiana de las armas creadas por los héroes invocados ¡Si ya tienes lo que querías lárgate y déjanos en paz! —Exclamó Dismal intentando cubrirse con los jirones de su ropa.
—Lamentablemente no puedo hacer eso, mi amiga Maritza estaría muy interesada en experimentar contigo —viéndola poner una expresión de terror—. No te preocupes, estarás muerta para cuando lo haga y no sufrirás todo ese tormento… Al menos eso creo, lo último que supe de ella es que está experimentando con almas… Y por otra parte, tu sangre debe ser muy rara ¿No? —Al oírlo decir lo último Dismal quiso escapar pero el héroe la sometió en el suelo tomándola de la nuca, la levantó para morderle el cuello y mientras bebía su sangre le arrancó una mano.
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Todo esto era observado por Siszai, quien solo podía gritar internamente dentro de su prisión helada, al mirar como su preciada señorita era devorada y cuando sus pupilas vieron ese frágil cuerpo caer inerte al suelo supo que era su turno. Denis sujetaba la mano que le arrancó a la alta elfa, caminó hacia Siszai para darle un pequeño toque de su garra al hielo que lo tenía prisionero y en segundos este elemento se replegó liberándole la cabeza.
—¡Pedazo de mierda! ¡Voy matarte, idiota! ¡Vengare a la señori..! —Siszai lo exclamó hirviendo de ira, su forma cambiaba a tentáculos erizados pero se detuvo al instante que vio el índice de Denis apuntándole y el héroe tenía en la punta de garra un destello negro que aterrorizó al mayordomo.
—Sé que puedes escucharlo, tu instinto gritándote que esto es peor que la muerte, así que quédate callado y escúchame antes de que mueras —viéndolo asentir con temor—. Conozco la sed de los espectros, para ustedes pasar mucho tiempo con alguien es un tormento, pues terminan ansiando con intensidad probar la sangre de esas personas y me parece extraordinario que aguantaras tantos años sin atacarla… Así que tengo un regalo de despedida para ti. —Denis acercó la mano cercenada de Dismal a la boca de Siszai.
—Todos esos años me contuve, únicamente pensando en nunca lastimar a la persona que me salvó… Pe-Pero ahora —mirando el inerte cuerpo de la elfa, el mayordomo recuerda los años que pasó junto a ella—. Ya nada de eso importa. —Los labios de ese espectro titubeaban sintiendo la esencia de aquella sangre que tanto anheló, con delicadeza puso su colmillo en la carne, bebió absorto en el sabor y casi al finalizar el éxtasis que sentía Denis le destrozó la cabeza con su mano.
—Al menos cumpliste tu deseo, descansa para siempre Siszai y vete con la frente en alto de saber que hiciste lo posible por tu amada señorita —mirando todos los compartimientos de las armas—. Ahora me toca meter todas estas armas en la [Caja dimensional] que fabricó Maritza, será bueno ir a ver que está haciendo y darle la noticia de que encontré su otra encomienda. —Denis se desmaterializó junto a sus copias en varias partículas que entraron en los cajones de las paredes, saltó en cada uno extrayendo las armas y tras varios minutos su forma dispersa abandonó ese recinto llevándose el cadáver de Dismal.
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Mes de Azujo (Junio), Torreón Nimzan
Una enorme estructura se alza hasta perderse en el cielo, se trata de una torre gigantesca cuya superficie está repleta de ventanas, la piedra que la compone lleva inscripciones en runas que brillan aleatoriamente de diferentes colores y en la base está una puerta de oro al final de largas escaleras. Frente a la puerta está la joven heroína Maritza, ella bosteza con aburrimiento mientras varias luces azules la rodean y se van posando en su mano.
Hace unas semanas los Excerl que entrenaron a Maritza le pidieron investigar este torreón prohibido, según lo que le dijeron se encuentra bajo un sellado mágico especial, cuyo funcionamiento fue olvidado hace siglos y que cierta leyenda cuenta que ahí adentro se guardan secretos de la misma realidad. Por centurias los Excerl han intentado acceder a ella en su búsqueda por conocimientos, cada intento terminó en fatídicas consecuencias y solo aumentó las ansias por averiguar que se oculta en tan tentadora trampa.
—Era imposible que pudiera ocultarles mi habilidad especial, ahora me ven como una especie de usb para guardar o transcribir documentos tan viejos que con solo tocarlos se destrozan y ni hablar lo estúpidamente halagadores que ponen por pedirme esos favores. —La luces en la mano de Maritza formaron un emblema que ella tocó y se expandieron a su alrededor varias pantallas con letras rúnicas.
—Ciertamente esta torre es extraña, el material con el que está hecho es roca lunar y no cualquier luna… Es de la luna blanca. Según leí la luna blanca solo parece un día al mes, fecha donde las habilidades relacionadas a Regis se fortalecen y se aprovechan para sanar heridas que podrían ser mortales ¿Pero cuál es la función de este torreón? —Maritza quiso tocar la puerta de oro pero al instante se crearon orbes rojos que intentaron atacarla, ella reaccionó rápidamente materializando sobre su brazo una especie de larga arma blanca y disparó contra los orbes hasta destrozarlos.
—Veamos —varias pantallas mostraron runas que iban cambiando hasta formar seis—, ahora lo entiendo, para acceder se necesita de las seis razas principales y que de forma voluntaria entreguen parte de su vitalidad para abrir esta puerta. Con lo egoístas que son los Excerl es imposible que hablaran sobre este torreón, ni mencionar la discriminación entre razas y que todas tienden a odiarse entre sí. —La heroína mostró en su muñeca un brazalete con cinco cuencas rojas y levantó esa mano al cielo donde se fueron iluminando su brazalete.
—Me pidieron investigar más no abrir esta puerta, deben menospreciarme al punto de pensar que una falsa Excerl no podría hacerlo y ese es su gran error —mirando sobre su hombro, tras ella estaban dos Excerl observándola—. Nosotros seremos extraños en este mundo, tomamos la apariencia de sus razas pero nunca sus estúpidos conflictos. —Dos sombras doradas aparecieron cerca de los Excerl que la vigilaban, ellos no podían verlas y estas entidades les taparon los ojos dejándolos paralizados.
De las cuencas en el brazalete de Maritza, comenzó a salir un líquido similar a sangre, se formaron de este las siluetas de sus compañeros héroes y a su orden todas señalaron con la palma de sus manos hacia esa puerta dorada. El sonido de un mecanismo se hizo presente, sutilmente una barrera invisible que cubría la torre comenzó a desmoronarse pero la puerta aún permanecía cerrada y los emblemas que la adornaban comenzaron a brillar con intensidad.
—He roto las barreras mágicas que protegían este torreón, eso es suficiente para permitirme entrar a recolectar información y mantener a los Excerls alejados. —El cuerpo de Maritza se quedó arrodillado en el suelo y una proyección astral de ella atravesó aquella puerta dorada.
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Dentro era un espectáculo psicodélico, el entorno entero estaba conformado por vectores en colores básicos, figuras geométricas intrincadas que parecían formar un espacio infinito, todas girando como un caleidoscopio y al fondo lo que parecía ser una esfera blanca de la cual emanaban líneas ovaladas. Maritza podía ver su mano desfasándose en diversos planos, únicamente su ego la mantenía firme para evitar ser devorada en la inmensidad de ese incomprensible ambiente y llegó flotando hasta aquella esfera blanca.
Al tocarla se expandieron de ella varias esferas metalizadas, en todas ellas estaban fragmentos de los recuerdos de Maritza, algunas mostraban su vida familiar en su mundo de origen, la vida que tenía junto a su mellizo, la forma en que trataba a Jeremy, ciertas escenas de ella abriendo cadáveres de animales y su hermano mayor abofeteándola por hacer esas cosas.
—Eso solo corresponde a mí, si quisiera saber mí pasado me bastaría con recordarlo —hundiendo sus manos en la esfera, esta comenzó a deshacerse en luz—. Muéstrame aquello que ocultas, esta trampa atrapa bobos es inútil contra mí. —Las pupilas de Maritza brillaron intensamente, ella abrió la esfera con sus manos y esparció el contenido a los alrededores dejando todo ese ambiente con distorsionado.
Varias runas comenzaron a materializarse mientras descendían hacia ella, cada una de esas simbologías contenía fragmentos de información oculta y Maritza las fue absorbiendo dentro de su cuerpo viendo en su mente la información que contenían. Observó como las primeras deidades fueron abandonas en un mundo vacío, la lucha que tuvieron matándose entre ellas para sobrevivir, el ascenso de Regis como el Dios regente de este mundo, la creación de la base del universo, la primera galaxia junto a planetas primigenios que sirvieron para experimentar y la constante destrucción de estos para continuar una carrera evolutiva.
Maritza presenció la creación de los demonios basados en el cuerpo de Ishtar, la reproducción de la vida básica usando el vientre de Kalla y los primeros seres vivos arrastrándose de un océano de slime en un planeta destruido hace eones. Ella miró como diferentes planetas se creaban, mostrando varias formas de vida algunas veces similares a las que conoce, otras tan diferentes que podrían considerarse alienígenas, vio su desarrollo hasta el punto donde el planeta se acercaba a su destrucción y como una enorme entidad destruía ese mundo devorando las almas para reciclarlas.
—Parte de eso lo supe al acceder a los [Registros Akáshicos], quiero que me digas sobre este planeta ¿Dónde está ella? —Las esferas plateadas alrededor de Maritza comenzaron aplanarse, en su superficie le mostraron como Regis creó ese sistema solar y fue dándole forma a un planeta dotándolo de seis Lunas.
Cuatro de las lunas fueron puestas en paralelo, orbitando esta tierra turnándose cada tres meses, la luna blanca estaba estática sobre el planeta y una luna negra aparecía de vez en cuando escondiéndose en la oscuridad. Maritza vio como un ser compuesto de energía azul creó una estructura en la luna blanca, dentro deposito un huevo que con el tiempo creció hasta eclosionar de este una entidad femenina, ella se quedó sobre los residuos de su cascaron a observar el planeta y esos restos se convirtieron en una especie de cabina donde controla varias características del mundo.
—Ya te encontré, administradora [Rastro Apogeo] —alrededor de sus pupilas se formaron pequeñas runas y al parpadear sobre su muñeca se materializó una flecha blanca—. Excelente, ahora puedo crear portales que nos lleven a la luna blanca —notando que símbolos rojos comenzaban a formarse a su alrededor—. Es momento de irme, pronto se activaran las alarmas de este sitio. —Maritza ordenó a las esferas plateadas volver a formar aquella central, la manipuló para devolverla a su estado original y nuevamente orbes dorados aparecieron comenzando a cargar energía. Maritza tomó sobre sus brazos las protecciones de sus piernas, con ellas disparaba rayos de energía para abrirse paso entre los orbes y al ver ese entorno psicodélico volver a moverse salió de ese lugar atravesando la puerta.
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Su forma astral abandonó con éxito el torreón, se unió a su cuerpo físico y ordenó a sus sombras doradas liberar a los Excerl que controlaban. Para los vigilantes de Maritza no había pasado nada, solo se levantaron cuando vieron a la heroína acercándoseles con una extraña tableta de piedra y tal vista los hizo correr hacia la heroína.
—Lady Maritza ¿Qué es eso que trae? —Preguntó un Excerl calvo con tatuajes de gruesas líneas azules en su cabeza.
—Maestro Rulu, lo siento mucho por defraudarlos… Con mi habilidad actual solo pude recuperar este fragmento del sello que protege el torreón Ninzam, según la información que pude absorber aquí está escrito la forma de deshacer las barreras y evitar la activación de la primera línea de trampas… —Dijo Maritza fingiendo un jadeo de cansancio, la Excerl a lado de aquel llamado Rulu se apresuró hacia Maritza y le quitó bruscamente esa tableta de piedra.
—Eso es increíble, Lady Maritza —notando las inscripciones—. Hizo bien en no traducir esta información, tal vez hubiera tenido alguna trampa mental para quien lo leyera descuidadamente. —Esa Excerl guardó celosamente la tableta bajo su brazo.
—Si, como usted me dijo, Maestra Bramtha, evité hacerlo para no arriesgarme a quedar atrapada… Tampoco es que entienda lo que dice, esa criptografía nunca la he estudiado… Tal vez si me permitiera acceder al salón de las lenguas, yo podría… —Maritza quería acercarse a Bramtha pero Rulu se interpuso entre ellos.
—N-No es bueno apresurarse, Lady Maritza… Es notorio que tal hazaña la agotó demasiado, por ahora deberá descansar para sus estudios de mañana, nosotros regresaremos con la tableta a la academia y el consejo se encargara de analizarla. —Rulu guiaba a Maritza alejándola de Bramtha, era obvio que estaba cubriendo a su colega mientras distraía a la heroína.
«Vaya par de tontos, mordieron fácilmente el anzuelo. Lo que intentan esconder de mí, es una traducción simple que hice con idiomas de mi mundo para entretenerlos y mientras el consejo se alborota buscando el significado, yo iré preparando a los demás para nuestro viaje… No puedo esperar el momento para destrozar a esta egoísta raza de cretinos», la heroína fingía una sonrisa mientras escondía sus oscuros pensamientos.
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Mes de Azujo (Junio), Catedral de Yelaal
Un enorme edificio blanco se alza sobre un verde prado, los vitrales en las ventanas muestran imágenes de héroes antiguos, cuyas hazañas son recordadas como logros que salvaron el mundo y esta construcción tiene caminos recorridos por clérigos de distintos tipos.
En una habitación se encuentra Yesenia, ella observa desde la torre más alejada de la catedral a sus colegas conversando amenamente, a lo lejos nota una fuente donde varias mujeres con trajes de monja llenan pequeñas botellas con el líquido que emana y al otro lado mira como traen cajas de papiros para ser usados en talismanes.
—Creo que ahora es el momento, como dijo Denis no puedo simplemente creer todo lo que me dicen y especialmente cuando observo esa extraña esencia emanar desde esa montaña [Velo Divino]. —Una fina tela nubosa se generó sobre Yesenia, está la volvió invisible y con cuidado abandonó su habitación.
Esta heroína recibió la orden de entrenar en esta catedral, según le dijeron aquí se capacitan a clérigos especializados en exorcismo para colaborar con los chamanes de las minas, pues tras el festival a Durgea se causa un enorme auge de entidades malignas y deben encargarse de purgarlas antes de que causen daños en las ciudades.
Desde que Yesenia llegó, sus habilidades de detección la han tenido alerta sobre cierta montaña frente a la catedral, al verla puede notar una emanación de energía oscura que parece a nadie importarle y cuando quiso preguntar a sus superiores sobre eso, solo le dijeron que se mantuviera alejada de ese lugar, pues la catedral fue creada ahí para sellar algo maligno. Por estos días ella ha espiado a varios sacerdotes dirigiéndose ahí, escuchó que llevan a clérigos recién formados para alguna especie de ritual de iniciación y monjas experimentadas realizan cuidados a cierta «materia prima» que ocultan ahí adentro.
Gracias a que los poderes de Yesenia vienen directamente de Regis, todo campo de detección no revelará su ubicación y por su habilidad especial puede reforzar ese velo a niveles donde nada puede percibirla. La muchacha podía escuchar a los clérigos a su alrededor, los más jóvenes estaban preocupados pues la misión en la mina suele muy peligrosa pero al mismo tiempo muy rentable y sirve como un examen para ascender a la clase [Exorcista]. Yesenia supo más de esto gracias a Denis, él le trajo informes donde se documentan estos trabajos, se enteró que enfrentarían monstruos llamados [Espíritus Condenados], que son cúmulos de energía negativa que salen de las minas en busca de cuerpos para poseer y que pueden causar grandes estragos si llegan a esparcirse.
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Ya frente a esa extraña montaña, ella se sintió golpeada por una intensa esencia de negatividad, su sensibilidad percibió sentimientos de angustia, miedo, dolor, vergüenza y desesperanza. Aguantando todo eso halló una puerta metálica en el suelo, mirando que no haya moros en la costa se decidió a abrirla, comenzó a bajar por largas escaleras cubiertas de alfombras de terciopelo y ese túnel de piedra era alumbrado por antorchas clavadas en las paredes. Mientras avanzaba por ese ancho túnel escuchó voces, rápidamente se puso contra la pared lista para evitar chocar contra alguien y a lo lejos vio viniendo a un par de clérigos ancianos de alta jerarquía.
—Nunca me canso de visitarlas, bendito sea Regis por darnos la magia para expandir el ejército santo y hacer de este mundo un lugar seguro para sus fieles. —Decía uno de esos ancianos poniendo sus manos en posición de rezo.
—Deberías dejarle algo a los novatos, necesitan engancharse a nuestras costumbres para que sirvan de todo corazón a la iglesia. —Comentó el otro clérigo mientras subía las escaleras.
—Hay más que suficientes para todos, no debería importar que separe a mis favoritas. —El primer clérigo puso una cara lasciva al decir eso.
«¿De qué hablan estos viejos? E-Espero que no se refieran a lo que me imagino», Yesenia caminó con prisa hasta el final de ese túnel, al pasar a la siguiente sala se topó con un amplio cuarto y estaba repleto de entradas tapadas únicamente con gruesas cortinas.
Yesenia escuchó unos alarmantes quejidos proviniendo de esos cuartos, despacio se acercó al primero abriendo con cuidado la cortina y lo que vio la dejó fría de la impresión. Dentro estaba una mujer pero no una normal, el [Analizar] de la heroína la describió como una súcubo, una especie de demonio femenino que se encarga de extraer energía de los hombres por medio del sexo, en apariencia eran iguales a una hermosa mujer voluptuosa, únicamente la distinguían rasgos como cuernos, pupilas verticales, alas de reptil en sus caderas y garras pronunciadas en extremidades.
La súcubo dentro del cuarto estaba encadenada a la pared por grilletes azules, con su piel repleta de sellos supresores, sus cuerpos habían sido cortados sin cuidado, sus garras limadas hasta casi arrancárseles las uñas, tenía vendas con emblemas mágicos sobre los ojos, sus alas estaban perforadas por estacas luminosas y parecía agonizar de constante dolor.
La heroína revisó cada cuarto encontrando lo mismo, algunos estaban ocupados por clérigos que violaban a estas súcubos mientras las torturaban y otros tenían a estas desdichadas demonios gimiendo de dolor con el vientre hinchado. Yesenia se sorprendió al ver a clérigas entrar por una puerta diferente, estas liberaban los grilletes de las súcubos embarazadas, las arrastraban por el suelo como si de sacos de papas se trataran y ella decidió seguirlas para ver que harían.
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Estas clérigas amontonaban a las súcubos preñadas a un lado de una recamara, dentro estaba una clériga anciana inyectándoles un líquido en el brazo, parecía que era algo para acelerar el parto pues apenas se lo ponían entraban en labor y con asco la heroína vio como expulsaban de su intimidad una fila de huevos negro unidos por membranas ensangrentadas. Estos huevos eran recogidos por una clériga más joven en una canasta, Yesenia la siguió para ver donde los llevaban y llegó a otra recamara donde los huevos eran puestos en muros que contenían huevos más grandes con tonos oscuros.
Otra clériga se encargaba de llevarse los que parecían maduros, los transportaba a un cuarto donde eran rotos liberando del interior a un feto demoniaco, el cual apenas eclosionaba era arrojado por un hueco hacia un estanque color celeste y dentro sus rasgos demoniacos comenzaban a derretirse… Pero no era así con todos, muchos de esos bebes quedaban como plastas amorfas que chillaban horridamente.
—Con esta camada son 38 fallas el día de hoy, llévenlos a la trituradora y que los usen para la cena de esta noche. —Ordenaba una clériga a sus asistentes mientras contabilizaba la cantidad de bebes sanos que recogían.
La joven miró como varias clérigas golpeaban con palas a aquellos bebes amorfos, al dejarlos moribundos los raspaban del suelo, luego los ponían en una carretilla para llevarlos a hacia un mecanismos parecido a una licuadora, sin chistar los arrojaban ahí para que sus cuerpos sean completamente destruidos hasta quedar como carne molida y otro grupo de clérigas se encargaba de cocinarlos en grandes ollas. Yesenia miró horrorizada que esa carne era la que le daban a comer a las súcubos prisioneras, también a los bebes que abandonaron su forma demoniaca y encontró a varios de estos niños ya con una edad de 14 años. Estos parecían muñecos vivos pues se movían de forma mecánica e irregular, en otra recamara los esperaban unos Excerls que les ponían una especie de casco en la cabeza, con una extraña magia los electrocutaban hasta que quedaban inconscientes y nuevamente eran llevados a una barraca repleta de más niños.
Por lo que Yesenia pudo entender, el proceso de arrebatar sus formas demoniacas a estos bebes es tan tráumate que destrozaba sus mentes, al tener un crecimiento acelerado alcanzan la adolescencia en unos cuatro días donde apenas pueden comer por sí mismos, luego los Excerl copian las memorias de diferentes aldeanos en ellos, modificando sus recuerdos para pensar que fueron adoptados por la iglesia después de que sus hogares fueran destruidos por demonios y eran puestos en esas barracas de la iglesia para ser entrenados como el ejército personal de la fe.
«Esto lo explica todo, por esa razón todos los soldados de la iglesia lucen similares, son como hermanos, gracias los Excerl tienen un odio ciego contra los demonios y llegan hasta el punto de sacrificar sus vidas por destruirlos… ¿Qu-Qué debo hacer ahora? ¿Debo liberar a esas súcubos? ¿Revelar la verdad a esos soldados? ¿Qué hago? Yo sola no puedo hacer esto…», pensaba con desesperación Yesenia tras alejarse lo más que pudo de ese lugar, sacó de su pecho un pequeño cráneo y lo apretó hasta romperlo.
—¿Ahora en que lio te metiste, Yesenia? —Preguntó Denis materializándose en su delante tras unos segundos.
—De-Denis, la iglesia… E-Ellos tiene una fábrica de soldados, usan a súcubos para engendrarlos y-y los vuelven humanos y-y e-ellos… E-Ellos. —Yesenia estaba alterada, su mente no podía procesar todo lo que vio y Denis tuvo que zarandearla de los hombros para hacerla entrar en razón.
—Sí, ya se todo eso y otras cosas más oscuras de la iglesia —notándola sorprendida—. Gregory y Maritza me encargaron reunir toda la información y eso incluye las cosas más turbias que ocultan los grandes poderes del continente. Tú eras la única que no estaba al tanto, bueno, también le dije a Lucy pero a ella no le importa esa clase de información… Aunque Cesar me pidió conseguirle una súcubo, pero las de la iglesia están contadas y robar una causaría mucho alboroto. Están las otras que vagan por el continente alimentándose de humanos, pero son muy peligrosas como para llevarle una y las de tipo guerrero… Gregory me dijo no atacarlas hasta que sean un problema que aumente tu fama. —Denis le había revelado mucha información pero toda terminó decepcionando a la muchacha.
—¿Por qué todo tiene que ser así? ¡Todo es malo, perverso y cuando me siento segura descubro que todo era mentira! ¡Por favor Denis, no eres como los demás, tú puedes ayudarme! —La heroína se aferró a las piernas de Denis llorando.
—Lamentablemente nos toca sobrevivir aquí, Yesenia, si quieres un consejo te diría que sigas las ordenes de Gregory y Maritza, sé que los odias a muerte pero a largo plazo pueden mejorar este mundo a su manera. —Cuando Denis mencionó el nombre de Maritza, Yesenia puso una cara de terror y se soltó de él.
—No quiero oír nada de Maritza, aún tengo pesadillas con lo que me obligó a hacer y no paro de escuchar su risa mientras se lastimaba a sí misma. —El recuerdo de ver a Maritza arrastrándose con el cuerpo destrozado irrumpió su mente.
—Sí, me contó de eso… Pero sigo en pie con mi consejo, por ahora aprende todo lo que puedas, hazte fuerte y deja de ser tan crédula. Si eso era todo —arrojándole otro pequeño cráneo—, no me llames a menos que sea una emergencia. —Denis se desmaterializo dejando desolada a esa muchacha, la cual miraba la catedral con miedo y a aquella montaña con asco.
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Mes de Azujo (Junio), Cordillera del Oso mayor
Una caravana conformada por al menos 15 carretas avanza por un camino antiguo, el escenario está ubicado e n uno de los puntos más altos del continente de Aubel, a unos 8000 metros sobre el nivel del mar y esta tan cerca de las nubes que pueden verse como si de nieve se tratara. Por el cielo vuela una esbelta figura, agita sus alas tomando una corriente de viento que la eleva y baja en picada haciendo acrobacias peligrosas cerca de las accidentadas montañas. Quien volaba alegremente en esas brisas era Daria, una hubeast de la especie búho que quedó al servicio del héroe Cesar, Maritza le lavó el cerebro para que junto a su compañera Yori creyeran que son sus ayudantes y la hubeast ardilla está sentada tranquilamente arreando la carreta más grande.
—Daria, ya te dije que tengas cuidado, tu especie no está adaptada para esas inestables corrientes de aire y puedes lastimarte de gravedad si una te atrapa. —Dice la mujer ardilla hablándole a un anillo en su dedo anular.
—Ya lo sé, hermana Yori, pero sentir este aire tan limpio emociona mis sentidos y no puedo evitar abrir mis alas ¿Ya despertó el hermanito Cesar? —De la misma forma Daria le habla a un colgante en su cuello, esos objetos sirven como comunicadores entre las dos.
—El amo Cesar aún está durmiendo con sus acompañantes matutinas… Me he sentido sola desde que el medico ordenó no intimar por seguridad del bebe, ahora él centra su atención en ese par que recogimos en el desierto y se ha olvidado de mí. —Se quejaba Yori con notoria inquietud.
—Entonces voy a despertarlo y decirle que te atienda, es malo que te sientas sola en tu embarazo… —Dijo alegremente Daria mientras bajaba en picada hacia la carreta que conduce Yori, esta intentó decirle que se detuviera pero fue ignorada y solo vio como la chica búho entraba por el traga luz de esa carreta.
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Dentro solo había una enorme cama redonda, acostado estaba Cesar desnudo con un par de gemelas hubeast de especie serpiente, ambos tenían sus musculosos cuerpos enrollados al minotauro mientras las manos de este las tomaban de las cinturas y estas lamias besaban con deseo el pecho del héroe.
—¡Hermanito Cesar, ya es hora de despertarse! —Exclamó a todo pulmón Daria tras haber aspirado mucho aire, su grito alertó que al héroe quien al despertarse se levantó con fuerza e hizo caer a las lamias de la cama.
—¡Puta madre! ¡Daria, te dije que no me despertaras de esa forma! —viendo a las lamias retorciéndose en el suelo—. Ups, lo siento chicas, más tarde les compenso el mal rato. —Cesar se levantó de la cama bostezando al rascarse la nuca.
—Claramente me dijiste que te despertara cuando estemos por llegar al templo, estamos a casi tres horas de arribar y siempre sueles demorarte en salir de la cama. Para tu información, los monjes que cuidan el templo son muy estrictos con el horario y pueden rechazarte si les faltas el respeto llegando tarde. —Le dijo Daria saltando al suelo y llevándole una cantimplora hecha de un cuerno.
—Me hubieras despertado media hora antes ¿Qué voy a hacer en esas tres horas? —Cesar tenía una expresión desganada mientras tomaba el líquido del cuerno.
—Bueno, calculé el tiempo para que puedas «entretenerte» con ese par y así evitamos que te demores. —Con una señal de Daria, ambas lamias reptaron hacia Cesar y comenzaron a seducirlo con sus pechos.
—Me alegra que pensaras en todo, Daria. Preciosas, ya estoy listo para darles amor. —Cesar se dejó guiar por las lamias de regreso a la cama.
—Y en otro asunto ¿No crees que dejaste muy abandonada a Yori? Ella te ama tanto que su corazón sufre por que no le das cariño y lleva a tu hijo cuidando devotamente su salud para que nazca con el mayor bienestar ¿Por cierto, hasta ahora cuantas mujeres llevan tu semilla? —Preguntó curiosamente Daria y en la entrada estaba escondida Yori con una cara de vergüenza por lo que dijo su colega.
—Creo que ochentaitantos, mi amigo Denis las contó y les dio un objeto que permite llamarlo si se sienten en peligro… Él se está encargando de cuidarlas —tomando a las lamias del cuello—. ¿Ustedes también quieren llevar a mis hijos? —viéndolas asentir con deseo—. Pues pongan a trabajar esas boquitas. —Cesar las hizo postrarse hacia su entrepierna.
—Uhm ese chico Denis me pone de nervios, tenerlo cerca me inquieta… Se siente como si fuera a atacarte en cualquier momento. —Daria tuvo escalofríos al recordarlo.
—Ja,Ja,Ja Denis es un buen chico, su único defecto es que su corazón ama alguien peligroso… Tal vez deberías viajar con él para darle algo de amor, una chica tan linda se desprecia a mi lado ya que no entras en mis gustos y sería bueno para él tener a alguien tan enérgica a su lado. —Las palabras de Cesar avergonzaron a su acompañante y ella parecía algo molesta.
—Eso me recuerda que quería preguntarte algo ¿No tienes una relación «estrecha» con la heroínas invocadas? —Preguntó la chica búho llamando la atención del héroe.
—Es complicado… No me atrevería a acercarme de ese modo a Maritza, primeramente por respeto a Denis y principalmente porque ella me da miedo. En cuanto a Lucy, desde nuestro mundo original ambos nos vemos como hermanos y solo nos hacemos bromas pues somos conscientes de que no llegaremos a nada. En cuanto a Yesenia, le tenía ganas en mi mundo pero solo por querer manchar su imagen de rectitud y ahora ya no me importar porque tengo mujeres mejores a mi disposición. —Respondió Cesar poniendo diferentes expresiones para las chicas que mencionó.
—Ya veo… Quisiera ver la descendencia entre los héroes invocados, da curiosidad saber que nacería de sus uniones. —Dijo Daria al salir de la carreta para que Cesar haga lo suyo y ese comentario dejo pensativo al héroe.
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Tras unas horas al fin visualizaron el templo a donde se dirigían, era una estructura conformada de cinco edificios circulares, cada uno de distinto tamaño y con una cúpula arábica coronándolos. La caravana de Cesar arribó en la entrada, donde los esperaban un sequito de 10 monjes hubeast de distintas especies, sus túnicas eran rojas con banco y en sus espaldas traían báculos ceremoniales. Los acompañantes de Cesar eran los hombres reptiles que hace un tiempo intentaron una rebelión contra el reino de Yjeret, ahora sus apariencias son más saludables y se volvieron la guardia personal de este héroe.
—Monjes del templo de Uryar, ante ustedes presento al héroe invocado de otro mundo «Cesar, el minotauro dorado», quien ha venido a afrontar el desafío de las tres bestias sagradas. —Dijo con solemnidad y respeto un guardia reptil, al hacerse a un lado dejó pasar a Cesar y sus dos asistentes.
—Es un honor estar ante tan famoso templo, como muestra de respeto les traigo el colmillo del último dragón que atacó Aubel —a su orden los acompañantes de Cesar destaparon una carreta y dentro estaba totalmente ocupada por un colmillo de siquiera 10 metros—. Les pido guiarme ante mi desafío. —El héroe saludó poniéndose el puño al pecho y los monjes le dijeron que los siguieran.
—Al principio pensamos rechazar su solicitud, lleva pocos meses en este mundo y resulta imposible para un héroe superar la prueba de las bestias divinas. Pero viendo que fue capaz de encontrar tan sublime objeto, el consejo de monjes decidió permitirle tomar el desafío y debo advertirle que solo conforme un grupo de máximo 10 individuos. —Mencionó un monje anciano de especie tortuga mientras los otros monjes transportaban el colmillo al interior del templo.
—Eso no será necesario, mis guardias solo ha venido a escoltarme y ellos serán testigos de cómo superaré la prueba. —Cesar dejó sorprendidos a los monjes.
—¿A-Acaso está loco? Al entrar en el templo está siendo juzgado por las bestias divinas, si al menos una la reconoce como digno del desafío no podrá retratarse y será envuelto en una lucha a muerte. —Un monje chimpancé parecía preocupado y miraba con atención las paredes.
—Lo sé muy bien, esa era mi intención desde el momento en que entré —escuchando el crujido de las paredes—. Si, parece que ellos están de acuerdo. —El templo entero comenzó a temblar, los monjes corrían hacia el edificio central que era el más grande y Cesar los siguió con notoria emoción en su rostro.
Este edificio tiene gradecías alrededor, todos los monjes que habitan el templo habían llegado con prisa a este lugar, miraban incrédulos las estatuas arriba de ellos, la primera era de un caballo, la segunda de un águila y la tercera de un oso. Estas son las estaturas de las tres bestias sagradas, guerreros ancestrales cuyas hazañas los ascendió a un rango de semidivinidades, la prueba de este templo consiste en luchar contra alguno de ellos, en caso de vencerlos se gana como recompensa un objeto único que puede invocarlos y que luchen por el portador para afrontar alguna calamidad.
—N-No puede ser, la-las tres estatuas e-están reaccionando. —Dijo con temor uno de los monjes, las piedras que cubrían las estatuas comenzaron a quebrarse y bajo esta un fuerte brillo se manifestó iluminando el escenario.
—¿Pueden sentirlo? ¡Saben que soy digno y sé que quieren un desafío! ¡Despierten de su letargo y luchemos hasta desfallecer! —Exclamaba Cesar con tono retador mientras avanzaba al medio del templo y al siguiente segundo se vio rodeado de tres entidades que lentamente iban tomando forma.
—Mi nombre es [Noushé, de la tierra viva]. Es la primera vez que siento tal presión de un minotauro tan joven. —La primera entidad era un centauro de color plomo claro, sus pezuñas eran doradas, una crin trenzada de color negra caía hasta su cintura y en sus manos sostenía una lanza doble de cuchillas curvas.
—Yo soy [Eleel, del viento cortante], no podíamos decidir quién te pondría a prueba y nuestra experiencia nos advierte no tomarte a la ligera, joven héroe. —La segunda entidad era un humanoide con rasgos de águila, en su espalda se replegaban alas negras, su cuerpo entero estaba cubierto de plumaje, su rostro era bestial resaltando su pico amarillo y su arma era una caja rectangular de oro que cubría su brazo derecho.
—Desde hace mucho que nuestros cuerpos no vibraban con esta ansia de luchar, por eso vamos ir los tres contra ti y los presentes serán testigo que por mi nombre [Odavar, de las garras solares], que el ganador gozará de gloria en la eternidad. —Unos pesados pasos se hicieron presentes, en medio de los anteriores se irguió un enorme hubeast de especie oso, media casi cuatro metros, su pelaje café tenia las puntas de un brillante rojo, uno de sus ojos estaba cubierto por un parche y en manos se expandió un líquido dorado que cubrió sus garras de un color que parecían llamas vivas.
—Por mi vida y mi honor, juro no doblegar rodillas, ni rogar por misericordia, ni tener piedad con mis enemigos… ¡Que arda nuestra sangre y hierva en la tierra para siempre! ¡Vamos! —Cesar materializó una cuchilla casi tan grande como su cuerpo, era de color rojo con emblemas azules, la tomó de la agarradera en la mitad y soltó un bramido tan fuerte que desmayó a los monjes más débiles.
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A la señal de ataque, Eleel expandió sus alas prendiendo vuelo en un segundo, desde el aire disparó una continua ráfaga de plumas que perforaron en suelo, el héroe las repelía blandiendo su enorme cuchilla y mientras lo tenía ocupado con las plumas, la caja en la mano de Eleel iba acumulando energía. Luego disparó de esa caja un potente rayo de luz celeste, al cual Cesar esquivó a tiempo para ver como la pared del templo fue destrozada y el héroe hizo su mano a un lado para materializar en su palma un tótem de casi un metro.
El siguiente en atacarlo fue Noushé, este no le dio oportunidad de reponerse, pues había galopado por un lado rasgando el suelo con su lanza, al estar en un rango cerca del héroe blandió su arma liberando una energía tan cegadora que impactó a Cesar manteniéndolo quieto y con un pisotón generó un temblor que hundió el piso en un radio de 10 metro alrededor del minotauro. Cesar había aguantado con su fornido cuerpo el ataque, aun sosteniendo ese extraño tótem en su palma procedió a clavarlo en el suelo y ese tallado de madera se enterró sin dejar rastro alguno.
Odavar salió del suelo tras Cesar, le dio un zarpazo en la espalda que dejó su armadura derritiéndose, el héroe respondió con un giro completo de su arma, pero el hubeast oso pateó las canillas de Cesar logrando desestabilizarlo y tomándolo de los cuernos lo estrelló contra el suelo. Odavar apuntó su palma al héroe en el piso, sus garras iluminaron ese hueco destellando tan fuerte como el sol de mediodía y justo cuando estaba por cerrarla vio a Cesar flexionar su brazo.
—Nunca había visto a Odavar tan serio, él suele probar a sus contrincantes pero ahora no tiene dudas contra ese joven ¿Qué ha sentido en él que nosotros no? —Preguntaba Noushé a su alado compañero.
—Por lo que he visto no pudo ni siquiera defenderse bien al ponernos serios, hasta nosotros podemos juzgar mal y ahora Odavar se encargara de borrar este error. —Dijo Eleel con una sonrisa triunfante mientras miraba como Odavar liberaba su ataque más fulminante, sin embargo, un fuerte destello bloqueó la vista de esos dos por un par de segundos, al siguiente instante el hubeast oso jadeaba de cansancio fuera del hueco y cuando sus compañeros lo vieron quedaron estupefactos.
—¿Qu-Qué fue eso? So-Solo flexionó su brazo y mi cuerpo buscó la forma de escapar por instinto —el sonido de sangre cayendo al suelo se hizo presente—. Aunque me moví a mi más alta velocidad para huir, ni siquiera la desesperación fue suficiente como para evadirlo. —El brazo izquierdo de Odavar estaba cortado en diagonal de una forma limpia, su sangre cayó hasta que uso sus garras hirvientes para cerrar la herida y una vez hecho eso miró a Cesar sonriendo con el resto de su brazo en manos.
—Amo Cesar, ya terminé de expandirme por el terreno y ahora puede liberarse sin preocupaciones. —Una voz chillona se hizo presente, del suelo salió ese tótem posándose en el hombro de Cesar y se movía como si tuviera vida propia.
—Bien hecho, Festibash, eres el perfecto guardia ofensivo que necesitaba ¡Chicas, protejan a esos monjes que este sitio se vendrá abajo! —Cesar levantó su pezuña derecha, en la cual un prominente brillo dorado se manifestó iluminando el interior de ese edificio y con una sonrisa en el rostro este héroe dio un fuerte pisotón.
Enterrado en el suelo habían varios pequeños tótems similares al que reposaba en el hombro del héroe, cuando Cesar mandó su energía por el suelo estos reaccionaron creando una red subterránea que se expandió por un amplio terreno y seguido a esto tuvo lugar un fuerte terremoto que sacudió la edificación haciendo caer escombros. Las asistentes de Cesar reunieron a todos los clérigos, ambas expandieron barreras mágicas para protegerse y esas esferas de energía los levantaron del suelo.
—Esto es impresionante —mirando que en su mano caían luminosas motas doradas—. Tu energía cubrió todo e incluso a nosotros como un leve roció ¿Pero qué esperas lograr con una acción tan inútil? —Noushé apreciaba el espectáculo mientras golpeaba el suelo con su pata delantera, pues cierto presentimiento lo tenía inquieto.
—Les voy a contar un secreto, mi amiga Maritza me dijo que mi habilidad es muy peligrosa para el mundo, que si no tengo cuidado uno de mis ataques podría perforar el núcleo del planeta y causar una implosión que acabaría con todo. Por eso ella me puso seguros mentales, ordenes que mi cuerpo cumple naturalmente y evitan que lance mi ataques con un mal ángulo al suelo… Como protección extra me dio a mi pequeño amigo Festibash, quien puede crear una barrera de mi propia energía para cancelar mi habilidad especial y evitar que salga de un área limitada. —Los cuernos de Cesar comenzaron a cubrirse de un resplandor dorado.
—¿Qué tonterías son esas? ¿Qué eres un peligro para el mundo? ¿Perforar el núcleo del planeta? He conocido invocados soberbios pero tú vas más allá de la estupidez, niño… —Habló Eleel con tono molesto pero fue callado por su compañero oso.
—No te confíes, Eleel, hay algo raro en él… Nada debería ser capaz de cortarme tan rápido, incluso ni me percaté del daño que me hizo y más importante hay algo en sus palabras que me aterra pues no siento mentiras en ellas. —Odavar jadeaba con angustia y verlo en ese estado preocupó a sus compañeros.
—Ciertamente no había tenido necesidad usar a Festibash, pero prometí no contenerme ni tener piedad en esta pelea ¡Así que no me decepcionen! —Cesar se abrazó a si mismo contrayendo sus músculos, se le hinchaban de forma amenazante mientras un vapor carmesí lo rodeaba.
El instinto de supervivencia de esas tres semideidades reaccionó ante una alerta de peligro inminente, ellos agudizaron toda su percepción en esquivar lo que vendría y vieron que el héroe liberó su postura extendiendo sus brazos. El bramido de Cesar sacudió el lugar, de cada uno de los pliegues en su musculatura fue disparado un fino haz de luz que rasgó el suelo y al siguiente instante todo se iluminó tan fuerte que causó el derrumbe completo del templó.
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Tiempo después, el templo entero estaba hecho escombros, los monjes tenían heridas leves pues habían sido protegidos por las barreras de Yori y Daria, a quienes se le notaba exhausta por tal gasto de energía y en todo el lugar solo podía escucharse una risa prominente de satisfacción. Dentro de un profundo agujero estaba Cesar, su cuerpo tenía varias heridas de cortes y marcados moretones, su arma yacía destrozada a su costado incrustada en el dorso cercenado de Odavar, en su mano derecha sostenía la cabeza de Eleel y en la mano izquierda toda la pata delantera de Noushé.
—Ja,JaJa, ¡Que divertido! Esta pelea fue tan buena como tener sexo y con casi igual satisfacción —los cuerpos de esas tres entidades comenzaron a desvanecerse, dejando un arete, un anillo y con collar con gemas de distintos colores—. No soy hombre de joyería pero serán un buen recuerdo de este día. —Cesar intentó pararse pero su cuerpo cedió por su propio peso y vio una sombra sobrevolándolo.
—Hermanito —dando un largo suspiro—. Eso fue de miedo, algunos de los monjes ensuciaron sus túnicas por el espectáculo ¿Te puedes levantar? —Daria llegó a su costado y le dio unos suaves golpes con su pata para hacerlo reaccionar.
—No muy bien, contener mi habilidad especial quema mucha de mi energía, además de que ese tal Noushé tenía sangre venenosa y al partirlo terminé bañándome con ella… Hazme un favor, busca en mi cinturón y saca una de esas calaveritas con las cuales llamo a Denis… Le pediré que traía a la brigadier para que me cure, no quiero estar postrado en la cama y esperar semanas hasta que me recupere por mí mismo. —Cesar dejó caer su nuca en el suelo y cerró los ojos para descansar su vista.
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Mes de Azujo (Junio),Ciudad costera de Plunnar
Era una noche cálida en una gran ciudad de agitada vida nocturna, a pesar de ser más de la mitad de noche las personas aún caminan festejando en diversos bares, hay artistas en las calles atrayendo transeúntes con sus actuaciones, venta de comidas y bebidas para continuar las celebraciones y un edificio en especial tiene a varias personas abarrotando la entrada.
—No puedo creer que suceda esto… Se tiene que presentar el espectáculo a las 2 am y no hay señales de la actriz principal. —Decía una mujer humana algo subida de peso que ronda los 40 años, ella camina en círculos con notoria inquietud, lleva puesto un elegante vestido mientras mira al público por las cortinas rojas del escenario y se impacienta al ver que más personas ingresan para ocupar los asientos.
—Mi señora Luana, la señorita Lucy solo mencionó que saldría para atender a un fan y que si demoraba pongamos algún artista como telonero… Ella nunca ha faltado a sus presentaciones, solo confiemos en ella y no se preocupe de esa forma que no es bueno para su salud. —Le dice una pequeña elfa escuálida de cabellera corta color verde oscuro de manchas negras, sus orejas están cortadas en las puntas y viste con una túnica poco llamativa.
—¡Esas son tonterías y lo sabes, Caash! Si ella introdujo esta clase de show, debería hacerse responsable y no dejar todo a la deriva por un capricho de quinceañera —tomando a la flacucha elfa de los hombros comienza a zarandearla—. Todo fue tu culpa, no tenías por qué avisarle de ese niño bonito que vino a conocerla… Ella tiene una reputación entre la nobleza y no puede estar creando rumores que afecten negativamente su imagen. —Luana sacudía agresivamente a su ayudante y la dejó caer al suelo cuando escuchó que la llamaban.
«Se-Señorita Lucy, dese prisa con lo que sea que está haciendo… Su público la espera y la necesitamos», pensaba Caash en el suelo mientras intentaba pararse.
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Hace un mes Lucy convenció a Maritza de ayudarla a introducir el cine a este mundo, pasaron una semana analizando una forma de hacerlo, llegando a la conclusión de que debían usar [Trampas Ilusorias], las cuales mostrarían películas de los recuerdos de sus compañeros y esas memorias serian modificadas. Las [Trampas Ilusorias] son pequeñas cajas que los Excerls usan para proteger sus casas, cualquiera que las active cae un trance donde su cerebro recibe imágenes programas por el dueño de la caja, van desde pesadillas que deterioran una mente frágil, ilusiones placidas que confunden al prisionero o una manifestación que hacer ver una realidad ideal de los sucesos al activarse la trampa.
Tal proeza llamó la atención de varios jóvenes Excerls que estudian junto a Maritza, esta los incluyó en su proyecto para que ayuden a modificar los recuerdos de las películas que vio Lucy, pues ciertamente gente de este mundo no podría entender tecnologías que nunca han visto, fue así que reemplazaron autos con carretas, ciudades modernas con algunas más adecuadas a la época donde viven e instrumentos de su mundo con lo más parecido que existe en este. La primera película con la que probaron este procedimiento, fue una que trata de la travesía de un joven no humano, por destruir un objeto de gran poder en las mismas llamas que lo forjaron y sobre las dificultades que pasó enfrentando las fuerzas del mal.
Cuando los Excerls de rango superior se enteraron del trabajo de Maritza, los más tradicionales se opusieron a esta práctica, argumentando que las [Trampas Ilusorias] son instrumentos para defender el pulcro santuario de un Excerl y que no debían ser utilizados para entretenimiento mundano. Sin embargo, esa idea dio un giro de 180º cuando estos tercos ancianos, presenciaron en carne propia la maravilla del mundo cinematográfico y fingiendo renuencia aceptaron permitir el avance de ese «espectáculo interesante» como lo llamaron despectivamente.
Por falta de tiempo, actualmente Maritza no ha tenido mucha participación para ayudar a Lucy a perfeccionar ese proyecto, tan complicado mecanismo que irrumpe las mentes de los espectadores, está en una fase que requiere la presencia constante de Lucy para que funcione correctamente, ya que es el núcleo de donde se extraen las películas y hasta que encuentren una forma de grabar los resultados este séptimo arte requerirá fundamentalmente de la elfa heroína. Hecho que cayó como anillo al dedo para Lucy, pues como los recuerdos pueden ser modificados, ella reemplazó a varias actrices de renombre con ella misma o su querida madre, viendo con alegría a su progenitora protagonizar papeles que marcaron épocas.
Pero no todo es diversión para la elfa de otro mundo, durante uno de sus descansos cierto artefacto que le entregó Maritza reaccionó ante una señal de peligro, este pequeño collar que parece un cerebro de plata, detectó a una persona que se le acercó como alguien afectada por una potente maldición de control mental y esto la puso en tanta alerta que incluso llamó discretamente a Denis. Gracias a su compañero héroe, pudieron deshacer aquel control mental que tenía prisionera a esa muchacha, quien confirmó las sospechas de que Lucy era el objetivo de un peligroso mago, el cual había estado parasitando a la crema y nata de la nobleza infiltrándose en altos círculos para satisfacer sus ambiciones.
Por unos días Lucy permitió que ese extraño la espiara, tuvo que esconder sus verdaderos placeres para darse a conocer como una afable heroína que se preocupa por la gente que la rodea, aquella chica libre del control mental le sirvió como topo para dar la información que ella le decía y ahora se encuentra inmersa en una pelea contra este misterioso individuo que ya hizo su movimiento.
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Muy a lo lejos, en unas montañas que daban a las orillas del mar, una agitada respiración hacía eco, los gemidos de una chica son ahogados por el impacto de las olas contra las rocas y el fuerte brillo del fuego muestra lenguas de llamas elevándose unos 30 metros al cielo.
—¿De verdad te atreviste a hacerlo, perro estúpido? Pensabas que iba a caer como una idiota en tu tonta trampa. —Lucy retrocedía flotando en el aire deteniendo su trayecto con el batir de unas alas de mariposa traslucidas que salen de su espalda, en su mano derecha porta una lanza dorada y sobre su brazo izquierdo un escudo redondo similar a una flor roja abierta.
—Generalmente solo basta un acercamiento para que ninguna pueda escapar de mi hechizo ¿Qué me delató? —Frente a la heroína estaba un hermoso joven de cabellera corta color ébano, piel blanca muy bien cuidada, ojos serenos de color azul profundo, viste una túnica de mago que resplandece con el brillo de la luna azul y a su alrededor hay círculos mágicos que cargan hechizos elementales.
—A-Amo Vavell, po-por favor… Necesito a-ayuda… —Decía entre doloroso gemidos una jovenzuela rubia de al menos 25 años, estaba tendía de espalda en el suelo con un árbol creciendo de su vientre y ramas explotando su piel desde el interior.
—Cállate, Abigail… Ya me fuiste de utilidad, gracias a tu influencia pude acercarme a tan apetitoso objetivo y no pienso gastar energía en una perra desechable como tu… He esperado tantos años para tener a una heroína en frente, aguadando entre las sombras de la alta sociedad para tomar lo que es mío por derecho y tu querida serás la primera. —Los círculos mágicos alrededor de Vavell se tornaron negros, fueron expulsados decenas de rayos negros de los cuales Lucy tuvo que defenderse con su escudo que absorbió toda esa magia y cuando los fuertes destellos cesaron un sonido llamó la atención de la heroína.
Vavell se había transportado tras Lucy, dos de sus círculos mágicos se tornaron celestes expulsando varias estacas heladas y Lucy blandió su lanza creando un fuerte viento que los desvió. Algo vino volando por encima de la heroína, se trataba de una hubeast águila que la tomó por sorpresa de los hombros con sus garras y mandándose juntas precipitadamente contra el suelo. Unos hilos dorados se desprendieron de la lanza de Lucy, estos filamentos se adhirieron al cuerpo de esa mujer águila, con un movimiento de la muñeca la heroína ordenó a los hilos apretar a su captora y fue con tanta fuerza que la destrozó en segundos.
Los pies de Lucy tocaron el suelo con sutileza, al mismo tiempo los trozos de esa desdichara se desparramaron cubriéndola de sangre, sin ningún segundo de descanso el suelo se abrió bajo Lucy, saliendo de ahí unas manos que la sujetaron y entre el forcejeo la elfa descubrió que una mujer de túnica negra la estaba agarrando de los tobillos.
—¡Hágalo ahora, Amo Vavell! —Gritó esa mujer enterrada en el suelo.
—¿Qué estas perras no dejan de venir a joderme? ¡Suéltame de una vez, pedazo de mierda! —Lucy giró su lanza sobre su cabeza y apuñaló con la punta repetidas veces a esa mujer pero esta no cedía en su agarre.
—Tengo muchas esclavas dispuestas a morir por mí y pronto seas una más de mi colección [Disciplina oscura] —Vavell estaba a unos 15 metros sobre Lucy, entre sus brazos abiertos cargaba una enorme cantidad de energía negra, la cual tomaba forma de un cráneo en decrepitación y lo lanzó contra la aún inmovilizada elfa.
—Que aburrido, eres alguien taaan patético y lo único bueno de ti es dejar tu cadáver a Maritza para que te investigue. —Lucy clavó su lanza al suelo, puso sus manos a la altura del pecho y comenzó a formar un orbe de luz blanco.
La luz que creó la elfa fue tanta que iluminó por segundos ese acantilado a tal intensidad que parecía una mañana, la heroína dijo a toda voz su habilidad [Impacto Gamma], ambos ataques colisionaron siendo el de Vavell devorado dentro del de Lucy, el brillo blanquecino terminó consumiéndolo dentro y segundos después caía al suelo con varias heridas de quemadura.
—¡No voy a ser derrotado por una mujerzuela! ¡Sáquenlos ahora! —A la voz de Vavell unos 15 portales se abrieron, de estos salieron varias mujeres que tenían como prisioneros a elfos del sequito de Lucy e incluso traían a la guardia real de los elfos Mijani Li Isan.
—¿Qué esperas hacer con ellos? —Preguntó Lucy tras un desanimado suspiro que molestó a Vavvel.
—¡Idiota! ¿No te das cuenta de la posición en la estás? ¡Solo tengo que ordenarlo y todos ellos morirán! ¡Ja,Ja,Ja! ¡Aléjate de tu arma y acércate a mi o veras sus gargantas cortadas! —Con un ademan las mujeres que sostenían sus rehenes comenzaron a usar dagas para cortar superficialmente las gargantas de los rehenes.
—¿De verdad te tomaste muchos esfuerzos innecesarios? —mirando a todos los elfos que conoce—. Van a dejar que ese imbécil me hable así o me demostraran su amor con un acto de lealtad… Háganlo por mí, por su amada Lucy. —Los elfos miraron con ojos añorantes a la heroína, sin chistar todos se mordieron la lengua y ante la incrédula mirada de aquellas que los sujetan comenzaron a forzar su sangrado.
—Yo-Yo lo vi, tú y estos… Yo averigüé la relación que tenía ¿Qué significa esto? —Vavvel intentaba buscar una escapatoria, pero de los cuerpos desangrándose de los elfos comenzaron a crecer raíces que atraparon a sus sirvientas.
—Mira esto —mostrándole el collar de un pequeño cerebro plateado—. Mi amiga creó estos artefactos para detectar efectos mentales alrededor nuestro e incluso los disipa evitando que seamos afectados. Hace días que detecté a la espía que infiltraste en mi círculo cercano —señalándole a una de esas chicas atrapadas en las ramas—. La curé de tu extraña maldición y me contó todo acerca de ti y de lo que planeabas… —Las alas transparentes de Maritza brillaron con intensidad mientras ascendía y un cuerno dorado creció en su frente.
—¡Espero te pudras para siempre, Vavvel! ¡Las cosas que me obligaste a hacer! ¡Y los abusos constante… Ojala sufras, hijo de puta! —Gritaba con furia la sirvienta que fue liberada por Lucy.
—De-Detente… Pu-Puedo serles útil, sé cosas que nadie de este mundo conoce y creo que venimos de épocas similares… Piensa mejor lo que harás. —Rogaba Vavvel buscando alguna forma de huir pero unos fuertes tornados lo rodearon e inmovilizaron asfixiándolo. El miraba con terror como la elfa incrementaba la energía que se acumulaba en el cuerno que le creció, sus alas traslucidas formaron una imagen de ojos de serpiente y el impacto de esa presión hizo temblar el risco.
—Que patético es un hombre que ruega. Si algo odio más que nada en el mundo, son aquellos que intentan manipularme [Cuerno Delta]. —Lucy partió con su mano el cuerno brillante en su frente, al hacerlo este se volvió una lanza de energía pura, al arrojarla contra ese hombre se formó un orbe de luz a su alrededor y la sombra que proyectaba mostraba a ese desdichado siendo destrozado adentro.
Al instante que Vavvel murió, a las mujeres que estaban bajo su control les apareció un cráneo negro traslucido sobre sus cabezas, ese emblema se rompió cayendo los restos como vidrios al suelo y todas ellas comenzaron a gritar maldiciones contra ese hombre que aprisionó sus voluntades.
—El cadáver de ese imbécil podría ser útil para Maritza, no todos los días te encuentras alguien renacido de otro mundo… Espero que no sea motivo para que nos haga cazarlos, no tengo ganas de buscar patéticos idiotas como este… ¡Oh, mierda es cierto! Debía estar en la premier de la nueva película, Luana estará echando humo por la hacerla esperar… ¡Todas escúchenme! —Liberando a las mujeres de las ramas que las aprisionaban—, sé que pasaron por algo horrible y bla bla bla pero si esperan aquí les daré la ayuda que necesitan. Mijani, te encargo cuidar de estas tipas hasta que regrese. —Lucy caminó hacia el cadáver de Vavvel y señalándolo con su lanza lo encerró en una esfera hecha de tierra.
—Como órdenes, Lucy. Me sorprende que ese mago no se diera cuenta de mi presencia —escupiendo un trozo de carne—. No sé cómo pueden comer eso, es asqueroso y sabe Regis donde estuvo ese animal. —Mijani se limpiaba la boca y su armadura con las manos.
—Ya te daré una recompensa por las molestias, ahora debo irme. —Lucy se fue volando a gran velocidad.
La heroína llegó con 15 minutos después, Luana le reprochó por su tardanza, poniéndola al tanto de que tan difícil era mantener un show de comedia para que la cubriera y al fin estando en su estación de trabajo rodeada de los Excelrs que Maritza dejó para que la ayuden, comenzó el espectáculo siendo anunciado por un animado presentador. El salón estaba repleto de gente, una caja dorada descendía en medio de la habitación y un fuerte brillo raptó las mentes de los espectadores para llevarlos a ser testigos de la aventura en la tierra media.
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Mes de Azujo (Junio), Palacio principal de Cassius Tercero
Las trompetas suenan delante de una puerta, va anunciando la entrada de celebres personajes con vestimenta de gala y cada uno hace una reverencia ante los tronos de la realeza. Ahí están el Rey Cassius, la Reina Gretel y la princesa Nerea, los tres saludan a sus invitados, la princesa se ruboriza al ver quien llega de último y se trata de Gregory presentando sus respetos a la realeza que lo acogió.
—Ante ustedes, Sir Gregory Rivaroc. Héroe enviado de Regis, segundo al mando de los caballeros imperiales y representante de los héroes invocados. —Decía un anunciador bajando la cabeza, extendía los brazos presentando a Gregory y tras la señal del Rey este se levantó.
—Es un honor estar nuevamente ante, mis altezas, he regresado a dar mi informe tras guiar las fuerzas de defensa contra la dimensión demoniaca y también para disculparme por la ausencia de mis compañeros —indicándole a unos caballeros que se acerquen, estos traían tres cajas de madera—. He traigo los cuernos de tres generales demoníacos, las nobles fuerzas de Yjeret lucharon valientemente contra la amenaza y como prueba de victoria les presento tan valioso regalo para que dispongan de ellos. —Los sirvientes de Gregory abrieron las cajas, tenían dentro los cuernos que mencionó y los presentes se quedaron mudos de la impresión.
—¡Ma-Maravilloso, Sir Gregory! Es una gran hazaña, los componentes de demonios suelen disolverse tras su muerte pero estas piezas en perfecto estado, podrán ser usadas para crear armas que ayuden en… —Aquel anciano llamado Otto que ayudó en su invocación parecía absorto en sus pensamientos y fue inmediatamente devuelto a la realidad al escuchar al Rey Cassius interrumpirlo.
—¡Bravo! ¡Maravilloso! No podíamos pedir mejor héroe para defendernos. Sir Gregory, por su hazaña veré que sea recompensado adecuadamente… Pero no podemos perder en batalla las armas extraordinarias que se crearan con los cuernos, serán resguardadas en el castillo, como un símbolo que eleve la moral de nuestras tropas ¿Qué piensas, mi amada Gretel? —El Rey Cassius miró sonriendo a su esposa.
—Es una idea maravillosa, mi Rey, los demonios son muy rencorosos y tener esos cuernos en batalla los motivaría con ira ciega que causaría muertes innecesarias. Ciertamente Sir Gregory ha demostrado su valor muchas veces, aunque sus compañeros no se quedan atrás, las heroicas cruzadas de los otros héroes están siendo cantadas por los bardos en todo el continente y han traído paz a los corazones de un angustiado pueblo. —La Reyna Gretel se mostraba feliz, pero por dentro sentía furia al ver los cuernos de esos demonios.
—Sir Gregory, estuve hablando con mis padres y coincidimos que debe recibir un regalo especial por sus esfuerzos —la princesa llamó a una de sus sirvientas y esta trajo un huevo de casi 30 cm dentro de un contenedor de cristal—. Este huevo contiene la cría de alguna especie de un équido mítico y será el compañero perfecto para tan noble guerrero ¿En su mundo existía algo como eso? —La princesa avanzó junto a la sirvienta que puso el huevo ante Gregory, por un segundo los ojos de este muchacho mostraron cierto brillo y de este detalle peculiar solo se percató Gretel.
—Solo había équidos normales como caballos, cebras, asnos y afines… Las otras solo eran criaturas de fantasías que moraban en libros, cuentos de niños y películas. Me siento honrado por tan maravilloso regalo, cuidaré bien de este ejemplar y juntos traeremos la paz que su mundo merece. —A pesar de poder indicarle a uno de sus ayudantes que sostuviera el obsequio, Gregory lo tomó por el mismo y sostuvo con cuidado sobre sus manos.
—Ya quiero ver que nacerá de ese huevo, generalmente esas bestias adoptan apariencias acorde al aura de quien toca el huevo por primera vez y se desarrollan por los sentimientos de sus dueños… Me imagino un unicornio blanco de cuerno dorado, tal vez un pegaso color ébano de alas azules. —Lo dicho por el Rey Cassius causó preocupación en Gregory.
Tras las presentaciones el banquete continuó sin ningún percance, varios nobles se acercaban a Gregory para que contara sus aventuras en el frente, algunos le pedían acordar una audiencia con su amiga Lucy y varias familias le presentaban a sus hijas para tener un baile. Durante estos momentos la princesa Nerea pidió un baile con el héroe, tuvieron una corta conversación donde ella le sugería regresar al castillo para el día del festival Solar y que le gustaría que sus compañeros héroes asistieran para que el reino les agradezca sus servicios. El joven héroe sabe bien cómo actuar en sociedad, cuando acceder a las peticiones, si es prudente rechazarlas o cuales pueden acercarlo más a sus planes y la de la princesa era una a la que no podía negarse.
*
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Ya siendo de noche, Gregory se encontraba en una habitación muy apartada de los cuartos principales, fumaba tranquilo en la ventana mientras miraba el cielo nocturno y tras él en la cama se encontraban dos siluetas femeninas. Este muchacho soltó un largo suspiro, sacó de su cinturón un pequeño cráneo que aplastó en su palma, segundos después Denis se materializó en su delante y Gregory le señalo a la mujeres en la cama. El espectro flotó hacia ellas sin hacer ruido alguno, se sorprendió al reconocerlas y señalándolas con su palma las cubrió de una neblina oscura.
—Listo, con eso no despertaran hasta que alguien las toque. Me sorprende que pudieras convencer a la Duquesa Larel y a su hija de hacer un trio. —Dijo Denis sentándose en una silla que le ofreció su compañero.
—Solo es cuestión de mostrarles lo que quieren, aprendí una u otra cosa de Lucy y gracias a la Duquesa, ahora tenemos rutas comerciales seguras para los cargamentos de mi hermanita. —Gregory sirvió vino para Denis y se sentó frente a él.
—Me parece muy arriesgado ¿Qué hubieras hecho si alguna se indignaba y abría la boca? —Preguntó el espectro replegando su máscara para beber.
—Para esos percances te tengo a ti, Denis. Como van las cosas el plan avanza lento pero seguro, podemos tomarnos todo el tiempo que queramos, mientras Maritza mantiene a los Excerls entretenidos con conocimientos de nuestro mundo, aislando a los sabios en búsquedas difíciles pero tentadoras y así no se percataran de lo que hacemos. —Gregory miró despectivamente a las mujeres que reposaban en la cama.
—La droga que Maritza introdujo está expandiéndose muy bien, hay pequeñas disputas de territorio con organizaciones antiguas y poco a poco estoy eliminándolas para que la suya avance sin levantar sospechas. —Denis levantó su mano para proyectar un mapa, ahí marcaba como el producto de Maritza estaba usando rutas comerciales legales para exportarse a varias ciudades.
—Lucy ha hecho un excelente trabajo influenciando a los elfos, a pesar de ser indiferentes a los problemas de otras razas, actuaran cuando ella lo ordene y con las principales cabezas de mando a su disposición derrumbaremos este reinado de mierda. —Este héroe lanzó una daga contra una bandera que tenía el símbolo de Yjeret.
—Por cierto, eso de las películas está yendo de viento en popa y muchos inversionistas piden participar en ello. Lucy quiere que Maritza le dé su tiempo para encontrar algo que permita grabarlas y así pueda ocuparse en sus asuntos… —Denis sacó de su peto una lista con las películas que Lucy planeaba rehacer.
—Vaya, me da ganas de ver esta… Tal vez deberíamos tomar un descanso para verlas como en los viejos tiempos, era divertido ir a casa de Lucy o Cesar aprovechando que sus padres no estaban y tener esas maratones de películas. —Gregory tenía una pequeña sonrisa al recordar esos tiempos más simples.
—Ja,Ja,Ja es cierto, Lucy y Maritza disfrutaban preparar los bocaditos y siempre salían con querer experimentar nuevas recetas… Dejando eso de lado, también está el asunto del tipo reencarnado que atacó a Lucy, como nos advirtió Maritza en este mundo hay otro tipo de invocados y ellos también poseen habilidades extraordinarias… Ese tipo buscaba someter a Lucy con un potente control mental. Felizmente ya le entregué ese cadáver a Maritza para que lo analizara. —Informó Denis poniéndose serio con el tema.
—Mi hermanita hizo bien en preparar esos [Cerebros Señuelos], gracias a su creación podemos detectar y disipar efectos mentales que pueden ponernos en peligro. —Gregory mostró de su cuello aquel collar cuyo dije era un cerebro plateado y Denis hizo lo mismo.
—Aunque fue fácil para Lucy vencer a ese tipo, considero que debería dedicarse a entrenar, pues entre los seis es la más lejana a ascender de grado y me preocupa que se tope contra alguien que pueda lastimarla. —Mencionó Denis mostrando sus sentimientos de inquietud.
—No quiero forzarla a ello, sabes que a Lucy no le gusta ser mangoneada y terminara haciendo lo contario si la presionamos. Por mientras solo échale un ojo y cuida bien a nuestra linda amiguita. Eso nos lleva a lo que escuché de Cesar, Cassius está complacido con su trabajo, piensa que le está quitando problemas de encima Ja,Ja,Ja Si supiera que el viaje de Cesar de subyugar rebeldes, es en realidad para eliminar amenazas futuras y reclutar aliados que quieren la cabeza de Cassius. No tiene idea del gran clavo que sellara el ataúd de su dinastía. —Este héroe reía de forma burlando imaginando la muerte del torpe Rey que lo trajo a este mundo.
—Cesar es quien más disfruta su estadía, pareciera como si estuviera hecho para tiempos como estos y me ha mencionado darme a una de sus sirvientas para que la use a mi antojo… Creo que no voy a poder rechazar su oferta… Y hablando de lo contario de disfrutar este mundo, el trabajo de Yesenia también está mostrando resultados, te pido que le digas a los demás que dejen de torturarla, desde lo que la obligó a hacer Maritza ha tenido pesadillas constantes y eso puede terminar afectándola psicológicamente. —Intercedía Denis por aquella pobre muchacha que vio tantas veces sufrir.
—Tienes razón, oí de mi hermanita que la llevó al límite con su última experiencia… A veces las creencias de Maritza me perturban hasta a mí, no debería infligirse tanto dolor con tal de comprender la sensación de agonía. La brigadier ha hecho bien en ganarse al pueblo con sus milagros que no distinguen clases sociales, he escuchado que muchos la consideran una santa e incluso tiene fieles que le rinden culto y se merece un premio por sus resultados. Búscale un arma de mejor calidad, llévatela con la excusa de alguna misión de los héroes a dar un paseo y ve con ella para que también te relajes con un merecido descanso… Cesar me mandó un mensaje contándome la visita que hicieron a ese burdel, me sentí ofendido de que no me invitaran y la próxima que vayamos tendrán que pagar los gastos para compensarme. —Gregory miró con cierto enojo a Denis y este solo desvió la mirada acabando su copa.
—E-Ese lugar de verdad fue bueno para mí, muchas veces escuchaba de mis primos que «hacerlo» te cambia la vida, me reprochaban que ninguna mujer cuerda iba a tener algo con un bicho raro como yo y en ese momento me resigné a creer que tenían razón… Después de mi primera experiencia me sentí como un hombre totalmente nuevo, parte de mi ganó una confianza que ni sabía que existía y sentí como si un gran peso se quitara de mis hombros… Eso me ha hecho pensar ¿Po-Podría conseguirme una pareja? —Preguntó Denis de forma tímida sorprendiendo a su compañero.
—Sería mejor alguien que solo calme tu lívido, recuerda que no podemos formar lazos afectivos con gente de este mundo, ya que para lo que vamos a hacer no necesitamos ataduras y que intereses personales nos desvíen puede llevarnos al fracaso… Además de que tienes pase libre hasta que Maritza ordene su mente —notando que Denis reaccionó a ese nombre—. Es obvio que lo sé, Denis, con ella no nos guardamos secretos y no tengo ningún problema con tenerte como mi cuñado… Solo me preocupa que Maritza actué como mantis religiosa y te devore, si sabes a lo que me refiero… Mira como pasa tiempo, te llamé para una cosa y terminamos yéndonos por las ramas. —Gregory acabo su copa y se levantó para ir hacia el huevo que le regalaron.
—¿Qué es esa cosa? —Preguntó Denis viendo a su compañero cargar el huevo en brazos.
—Te voy a confiar algo que solo Maritza sabe, desde pequeño siempre he sentido aprecio por los caballos de fantasía, amo a esos nobles seres mitológicos, en nuestro mundo practicar equitación era lo más cercano a ello y es algo que he ocultado pues mi padre pensaba que era inadecuado para mi tener esa afición. En este mundo puedo cumplir mi sueño de montar una de esas criaturas, sin embargo, el ser que nacerá de este huevo lo hará con mi esencia como base y ambos sabemos que mostrara una apariencia que levantara muchas preguntas… Por eso quiero que vayas con Maritza y le digas de mi predicamento, estoy seguro de que encontrará como ayuda… —Justo cuando Gregory hablaba fue interrumpido por la manifestación de un cráneo chillando frente a Denis.
—Entiendo lo que quieres decirme, disculpa por la interrupción pero parece que Maritza está llamándome y aprovecharé para… —la segunda manifestación de ese cráneo traslucido sorprendió a ambos—. Esa también fue Maritza, parece ser algo importante, discúlpame Gregory. —Denis comenzó a desmaterializarse mientras que Gregory lo despedía con la mano.
—Y hablando del diablo, no creo que esté en peligro, pero tengo el presentimiento de que algo grande se acerca. —Gregory vio como el humo que cubría a las mujeres de la cama se disipaba, luego escribió un mensaje en un papel que dejó en el velador y salió con cautela de la habitación.
Denis se movía por todo el continente siguiendo la señal de Maritza, no se sentía preocupado pues sabe que ella es muy fuerte para ser lastimada, solo estaba intrigado del porqué de tan insistente llamado y en su mente el predicamento de Gregory con el huevo de équido le hizo pensar en algo del pasado.
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Semanas antes de la invocación, universo original de los héroes
El ruido de la ciudad entrando a la noche colma el ambiente, las bocinas de los autos suenan incesantemente para avanza en la calle y las personas en las veredas apuran el paso para llegar a sus destinos. Un grupo de chicas miran sus celulares inmersas en las redes sociales, una de estas levanta la mirada unos segundos, quedando templada de algo que llama su atención e inmediatamente avisa a sus compañeras.
Por la calle principal camina Gregory vistiendo su uniforme escolar, el aura que emana es de atractiva confianza, con paso tranquilo parece tararear una canción en su mente y las miradas de varias chicas que rondan su edad e incluso algunas mayores se clavan en tan elegante joven. El grupo de chicas que tiene sus celulares en manos los levantan con timidez, todas activan la cámara con notorio nerviosismo, cuando están por sacarle una foto a Gregory este voltea hacia ellas y percatándose de ello solo les sonríe posando con un amigable saludo.
Este joven siempre ha tenido esa aura deslumbrante, las personas a su alrededor buscan acercársele, la confianza que refleja su voz es atractiva y ese aire misterioso que lo rodea hace que muchos quieran saber más de él… Pero Gregory nunca se abre a cualquiera y es un experto para saber con quienes sentirse a gusto. Cuando camina frente a una tienda, algo dentro de esta llama la atención del joven, entra sin pensarlo dos veces, con una serena mirada observa ciertos objetos en los aparadores y al encontrar el que buscaba se acerca a la cajera.
—Buenos dí —viéndole aquella suave sonrisa—, as. E-En que puedo ayudarlo. —Saluda torpemente la joven cajera con nerviosismo.
—Buenos días igualmente, solo quiero llevarme esto y envuélvalo para regalo por favor. —Gregory pone un objeto en el mostrador, al cual la cajera reconoce con alegría y lo toma para escanearlo.
—Este es de edición limitada de la tercera temporada, me gustó el desarrollo que le dieron a este personaje y como cerraron su trama de forma tan bonita. Tienes suerte de haber encontrado el último —mirándolo con sutileza mientras pone ese objeto en una pequeña caja—. Tu-Tu novia estará feliz de recibirlo. —Le dice la cajera algo desanimada.
—Oh, no tengo novia —tomando la caja tras pagar con efectivo—. Es un regalo para mi hermana… Pero me gustaría escuchar más de tus opiniones, tal vez tenga algo de qué hablar con ella cuando se lo entregue. —Gregory esperaba que le den el ticket de compra y vio como la cajera lo tomó para anotar un número en este.
—Claro, puedes llamarme cuando tengas tiempo libre… No es que quiera comprometerte, solo que es difícil encontrar alguien «normal» para hablar de esa serie —Notando a la supervisora de la tienda mirándola—. Gracias por tu compra, espero que el regalo haga feliz a tu hermana. —La cajera disimulaba para no ser regañada y entregó el ticket de compra con una tímida sonrisa.
La caminata hasta su destino fue rápida, ahí estaba esperándolo su limosina y miró con cierto semblante de superioridad a las personas que a su alrededor pasaban.
*
*
En una habitación cerrada con llave estaba Maritza completamente desnuda, estiraba su cuerpo al ritmo de una música suave, hacia posiciones de yoga sobre un piso especial para esta disciplina y miraba con cierta sonrisa hacia su armario. Repentinamente un llamado rítmico a su puerta la desconcentra, ella apaga la música, se pone una bata de baño, camina hacia su armario donde se inclina y hace una seña de silencio mientras deja la puerta medio abierta.
—¿No crees que es algo tarde para esto? —Pregunta la joven con los brazos cruzados y mirada enojada al percatarse de la caja que su hermano trae en la mano.
—¿Qué puedo hacer? Simplemente no puedo resistirme cuando lo veo. Dame solo 15 minutos y me iré. —Responde Gregory entrando en la habitación de su melliza, la cual suelta un largo suspiro al estirarse para soltar sus músculos.
—Lo tienes muy bien escondido y me pregunto a veces ¿Qué pensara nuestro hermano mayor de tus gustos? —Le susurra Maritza al oído.
—Por eso es nuestro secreto —Gregory toma de los hombros a Maritza y la saca de la habitación—. Solo toca la puerta cuando quieras que vaya. —Él escucha los pasos de su hermana alejándose, pone seguro a la puerta mirando con una expresión de cariño hacia un rincón del cuarto y camina abriendo la caja.
Frente a Gregory se encontraba una amplia colección de ponis de colores, varios peluches posicionados en distintas escenas, ordenados en cuatro niveles de anaqueles y este muchacho tomó cuatro en específico para acomodarlos en un espacio al final de los grupos. Ahí los acomodó como si estuvieran despidiéndose, abrazó con cariño al nuevo poni que compró y lo colocó frente a los otros cuatro comparando su trabajo con la escena en la pantalla de su celular.
Al terminar con ello recogió del suelo un gran peluche de poni alado color morado, se sentó en la cama de su hermana imitando voces diferentes y reía con una inocencia que podría resultar inquietante… Dentro del armario un par de ojos miraban asombrados ese espectáculo, su corazón estaba deteniéndose de la impresión y tapaba su boca para evitar hacer hasta el más mínimo ruido… Ahí adentro se encontraba Denis, incrédulo de lo que estaba viendo y jurando en su mente que si era descubierto cosas malas iban a pasarle.
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